ESTADÍSTICAS VITALES

Evolución reciente de la mortalidad neonatal y postneonatal en México, 1990-2011

Recent evolution of neonatal and postneonatal mortality in Mexico, 1990-2011

Sonia Fernández Cantón,¹ Ana María Hernández Martínez,¹ Ricardo Viguri Uribe²

¹ Dirección de Información Epidemiológica
Secretaría de Salud
² Departamento de Ediciones Médicas
Hospital Infantil de México Federico Gómez

México D.F., México

Autor de correspondencia:
Dra. Sonia B. Fernández Cantón
Correo electrónico: sfernandez@dgepi.salud.org.mx; sonia_fernandez@prodigy.net.mx

Fecha de recepción: 20-12-12
Fecha de aceptación: 08-01-13

En la aportación anterior de esta sección del Boletín Médico del Hospital Infantil de México se abordó la evolución reciente de la mortalidad de menores de cinco años, cuyo volumen, nivel y estructura representa un indicador fundamental de salud y bienestar de la sociedad.¹ En este segmento de la población destaca, por su relevancia, el comportamiento de la mortalidad infantil; es decir, aquellas defunciones que ocurren antes de que el niño alcance su primer año de vida. Según la edad del menor cuando fallece, estas muertes se clasifican en dos grupos, la mortalidad neonatal (muertes de menores de 28 días) y la mortalidad postneonatal (muertes de niños entre 28 días y un año de edad). Es importante analizar por separado a cada grupo, debido a que los factores que ocasionan dichas muertes varían de forma considerable.

Precisamente, debido al impacto cambiante de dichos factores, la contribución proporcional de la mortalidad neonatal y la postneonatal a la mortalidad infantil no es constante en el tiempo, por lo que se registran cambios significativos a lo largo de los años (Figura 1).

De acuerdo con el último dato disponible, de las 28,772 defunciones infantiles registradas durante 2011, 60% de las muertes (17,360) ocurrieron en los primeros 28 días posteriores al nacimiento, es decir, durante el período neonatal. Por otra parte, el 37% restante (10,656 muertes) correspondieron a la etapa postneonatal; la diferencia de 3% obedece a las defunciones cuya edad no fue especificada (Cuadro 1). Cabe mencionar que en 1980 dichos porcentajes eran inversos, es decir, 40% fueron muertes neonatales y cerca de 60% postneonatales. La coincidencia en ambas cifras ocurrió entre los años 1990-1991 (Figura 1).

En cuanto a la evolución de las tasas, se registró un descenso continuo en todas las categorías (los tres grupos analizados), aun cuando cada una presenta diferentes velocidades de cambio. Por ejemplo, entre 1990 y 2011, las tasas de mortalidad neonatal se redujeron en 30% -al pasar de 13 a 9 defunciones por cada mil nacimientos- en tanto que la mortalidad postneonatal disminuyó a 60%, al pasar de 14 a 5.6 defunciones por cada mil nacimientos. En el mismo período (1990-2011), la tasa de mortalidad infantil descendió de 27 a 15 defunciones de menores de un año por cada mil nacimientos, es decir, se redujo en 44%.

Por otra parte, un comportamiento universalmente aceptado es que la mortalidad neonatal sea proporcionalmente mayor a medida que la tasa de mortalidad infantil es más baja. Esto sucede porque, al disminuir dicha mortalidad, algunos riesgos, sobre todo aquellos vinculados a factores congénitos, se concentran durante las primeras cuatro semanas de vida. Tal es el caso de los problemas vinculados con el embarazo, el parto y con las enfermedades o malformaciones congénitas de diversos tipos. Para 2011, entre las causas de muerte más frecuentes -según la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-10)- aparecen la asfixia y el trauma al nacimiento, el bajo peso al nacer, la prematurez y las malformaciones congénitas del corazón, seguidas de defectos de la pared abdominal. El abordaje de estos problemas implica mayores dificultades en términos de intervención, tanto de tipo programático (reforzamiento de programas de control natal, detección oportuna del riesgo perinatal), de capacitación (cursos de reanimación neonatal) y de inversiones de carácter tecnológico, así como de instalaciones más especializadas.

En cuanto a las defunciones durante el período postneonatal, estas dependen principalmente de factores exógenos relacionados con el medio ambiente en el cual el niño se desarrolla (como la higiene y la situación nutricional). En ese sentido, y según la misma CIE-10, entre las principales causas de mortalidad en este grupo de edad se encuentran las enfermedades respiratorias, las infecciones intestinales, ciertas anomalías congénitas (en una gran proporción malformaciones del corazón y el sistema nervioso) y las deficiencias de la nutrición, entre otras. El control de estos padecimientos es relativamente más sencillo, pues depende directamente de la mejora en las condiciones de vida del niño, el saneamiento ambiental y los programas de salud, como el de vacunación y el de control de diarreas e infecciones respiratorias agudas. Las acciones de prevención emprendidas actualmente por las principales instituciones de salud en México son instrumentos de gran valía en este proceso.

REFERENCIAS

1. Fernández-Cantón S, Hernández-Martínez AM, Viguri-Uribe R. Mortalidad de la población de menores de cinco años en México durante 2011. Bol Med Hosp Infant Mex 2013; 70:66-69.         [ Links ]