Este libro colectivo se compone de treintaiún textos provenientes de las plumas y el compromiso de destacados defensores de la causa palestina, quienes, convocados por la españolaLuz Gómez García , hacen un nuevo llamado a la sociedad internacional para fortalecer la campaña del Boicot, Desinversiones y Sanciones contra Israel (BDS) desde diferentes y resonantes perspectivas.

El BDS, de acuerdo con el propio llamamiento del 9 de julio de 2005, consiste en imponer a fondo boicots y desinversiones contra Israel y en presionar a los respectivos Estados para que impulsen embargos y sanciones en la misma dirección y en diversos ámbitos como el comercial, el diplomático y el académico. El BDS, a su vez, también invita a los israelíes comprometidos por la justicia y la paz a sumarse a esta campaña para que desde una estrategia integral se pueda luchar contra las múltiples formas de desposesión de tierras y contra la normalización de la violencia que experimenta gran parte de la población palestina en Gaza y Cisjordania.

El objetivo de la editora y los colaboradores es dar a conocer los diversos campos de operatividad del BDS como una forma legítima, legal y pacífica que denuncia las políticas de ocupación y represión israelíes, particularmente las pertenecientes a las intervenciones militares perpetradas contra Gaza en las operaciones "plomo fundido", "pilar defensivo" y "margen protector" en los años 2008, 2012 y 2014, respectivamente.

En este sentido, el texto en su conjunto explica las formas en las que el BDS retoma el desmantelamiento de la Sudáfrica del apartheid de hace algunos años para condenar al sistema de ocupación militar israelí. La campaña señala el incumplimiento actual de Israel de todas sus obligaciones internacionales como potencia ocupante de los territorios palestinos y la violación a los derechos humanos y al derecho humanitario que deviene de dicha conducta por lo que, con base en la legislación internacional, se plantean los siguientes objetivos puntualmente y de manera oficial: 1) el fin de la ocupación y colonización de todas las tierras árabes y el muro que las separa, 2) el reconocimiento de los derechos fundamentales de los ciudadanos árabe-palestinos de Israel y su total igualdad ante la ley, y 3) respetar, proteger y promover los derechos de los palestinos refugiados para que puedan retornar a sus casas y propiedades como lo estipuló la resolución 194 de Naciones Unidas.

A raíz de lo anterior, el texto aporta reflexiones puntuales para pensar cómo a diez años de su implementación el BDS está concebido como una acción glocal, pacífica y antisistémica que prevé que cada persona en el mundo, desde sus prácticas de consumo locales y cotidianas, puede coadyuvar a minimizar las ganancias y la riqueza con las que Israel financia su ocupación militar en Palestina, y a su vez pueda participar en un proceso de resistencia con impactos globales.

En este tenor, dicha campaña implementada por millones de personas en el mundo no debe verse como un fin en sí misma, sino como un medio para alcanzar los objetivos que se plantea, perspectiva que ayudará a ver al BDS como un pilar importante de los diversos y dispersos grupos de acción en solidaridad con Palestina que hay en el mundo y que pueden guiarse con los planteamientos del llamamiento por la simple y llana razón de que se trata de una estrategia proveniente desde y para los palestinos.

El libro divide sus artículos en seis secciones: 1) documentos oficiales, 2) la justificación del BDS, 3) casos empíricos del BDS en acción, 4) testimonios de algunos impulsores del BDS, 5) intersecciones y 6) el impulso del BDS en España. Cada una de estas secciones integra no una historia de la campaña en sí, sino una serie de análisis que, caso por caso, demuestra la transversalidad de la campaña y su conexión con otras luchas justas en el denominado "mundo árabe" y en el resto del mundo, como el caso de la invasión a Iraq y el rechazo al fundamentalismo islámico, por una parte, y las revoluciones árabes y el movimiento de Ferguson en Estados Unidos, por la otra.

A propósito de esto, una crítica fundamental a esta división del documento es la carencia de una sección dedicada a América Latina donde pudieran exponerse las actividades realizadas a favor del BDS en países como Chile, Argentina, Brasil, Bolivia, Venezuela o México, sobre todo a raíz de que justamente son los países de América Latina y sus pueblos quienes han levantado más alto la voz contra la más reciente intervención israelí en Gaza, en 2014.

En el caso de América Latina, concretamente en México, la sociedad, más que el Gobierno, se posicionó como el actor con más compromiso al solidarizarse con Palestina no solamente a través de la circulación de los postulados del BDS por internet o en las calles en donde se producían las marchas y plantones contra de los ataques militares en Gaza, sino, y con más intensidad, en la producción de mantas, banderas y eslóganes palestinos en manifestaciones que reclamaban asuntos internos como la aparición con vida de los cuarenta y tres estudiantes desaparecidos en Ayotzinapa, Guerrero, manifestaciones que se iniciaron en septiembre de 2014 y que articularon sentimientos, emociones y reflexiones sobre el concepto de justicia en frases exclamadas, como "Gaza, Ayotzinapa, mi barrio, tu barrio", "Intifada en todo el mundo", o "Ni uno más, ni en Gaza ni en Ayotzinapa", entre otras manifestaciones culturales que demostraron las resonancias entre ambas experiencias de injusticia y humillación.

Por otra parte, los autores del documento, Raji Sourani, Ilan Pappé, Richard Falk, Shir Hever, Omar Barghouti, Ramzy Baroud, Haneen Maikey, José Luis Moragues, Aitor Hernández, Magali Thill, John Berger, Stéphane Hessel, Desmond Tutu, Alice Walker, Gideon Levy, Roger Waters, Ken Loach, Ran Greenstein, Angela Davis, Judith Butler, Slavoj Zizek, Prabir Purkayastha, Ayesha Kidwai, Héctor Grad, Danie Gil y la misma Luz Gómez, defienden en sus líneas la legalidad y legitimidad del BDS como un instrumento cívico pese a las críticas recibidas por la comunidad pro-israelí a nivel mundial.

Una crítica que ha recibido el BDS, por ejemplo, es que supuestamente se trata de una medida contra judíos y contra los ciudadanos de Israel porque ataca directamente su identidad nacional. No obstante, se puede argumentar que existen evidencias que muestran que hay gente al interior de aquellas comunidades (es decir, judíos israelíes y judíos no israelíes) que lucha por las mismas metas por las que luchan los palestinos que impulsan el BDS, tal como lo atestigua el trabajo y las declaraciones de personajes como Norman Finkelstein (un sobreviviente del holocausto), Ilan Pappé (quien de hecho participa en el libro en cuestión) y otros actores colectivos, como la organización Jewish Voice for Peace, entre otras.

Así, en un lenguaje claro y elocuente logrado a través de la edición y la traducción de algunos artículos por parte de Luz Gómez, el libro aporta los datos necesarios para comprender el BDS como una estrategia que está ayudando a tejer redes de indignación y esperanza entre la comunidad internacional contra el poder sionista y colocar nuevos repertorios de movilización eficaces que incentiven a su vez nuevas y refrescantes formas de acción en diferentes zonas del planeta.

En términos generales, ante la incapacidad o falta de voluntad de los gobiernos con influencia mundial, entre ellos los miembros del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, el texto aquí reseñado conduce al lector a entender los detalles por los cuales no ha sido posible lograr un acuerdo político para destrabar las condiciones actuales del conflicto, mientras persisten las condiciones de humillación y deshumanización entre la población palestina.

Así, con ayuda de casos concretos, tales como los actos realizados en Europa, en general, y en España, en particular, los capítulos invitan a repensar las formas de actuar contra la injusticia desde otros marcos epistémicos que se basan en el acto como utopía, como horizonte interpretativo, y en las formas de pensar la dignidad del otro como si se tratara de la propia.