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Espiral (Guadalajara)

Print version ISSN 1665-0565

Espiral (Guadalaj.) vol.15 n.44 Guadalajara Jan./Apr. 2009

 

Reseñas

 

Vicisitudes de la democracia en Chile

 

Jaime Preciado Coronado*

 

* Departamento de Estudios Ibéricos y Latinoamericanos. CUCSH, Universidad de Guadalajara.

 

Gracias a la expresión "el ciudadano credit card", de Tomás Moulián, en Chile actual, anatomía de un mito (1997), entiendo mejor la importancia de desmitificar al aparentemente exitoso modelo chileno, para lo cual se necesita desmitificar también la transición democrática que lo sustenta. El aporte que resalto del libro de Darío Salinas es que elabora una explicación que tiende a desmontar simultáneamente los dos mitos: uno, el que es posible tener un modelo económico capaz de crear riqueza y erradicar la pobreza, sin abatir la desigualdad; y otro, que la transición del autoritarismo a la democracia puede sustentarse tan solo en un cambio del régimen político sin refundar un Estado social. El análisis de las relaciones Estado-sociedad que propone este libro reubica la política no sólo como un asunto de Estado, régimen político y sistema de partidos, sino como condensación de fuerzas con poder para determinar la viabilidad económica del modelo de "desarrollo".

El autor discute ese modelo que ha dejado la política social como un mero apéndice de la política económica; una cenicienta que no ha sido redimida, sino que se dedica a recoger los platos rotos por la destrucción "creativa" del goteo ofrecido para un futuro indeterminado, que algunos economistas chilenos llamaron pomposamente de chorreo, apelando al futuro promisorio. Simultáneamente, aborda la transición chilena en el horizonte de la democratización. Se aparta para ello de las interpretaciones marcadamente politológicas, para llevar al terreno de la ciudadanía y sus derechos, reivindicando una urgente visibilidad de lo social. Salinas cuestiona la democracia delegativa, procedimental, que frecuentemente ritualiza la dimensión electoral, ofreciendo una perspectiva con densidad histórica que explica cómo se construye una esquizofrenia que se nos quiere aparecer como virtud: al ciudadano su voto, al mercado el poder.

En su análisis, esta obra identifica las herencias autoritarias que siguen opacando el potencial democrático que reclama la transición chilena. Pero también estudia la subalternidad de lo que podríamos llamar lo social-popular en distintos momentos de la historia de ese país. Los puntos de quiebre presentados por el Frente Popular en los años sesenta, la derrota de la Unidad Popular mediante el golpe de Estado, y los contrasta con la configuración hegemónica de los poderes fácticos y su asombrosa continuidad con el pinochetismo que representa en el fondo de su institucionalidad, la transición "democrática" conducida por la Concertación de Partidos por la Democracia.

Un interés que lleva al autor a cuestionar sobre la pertinencia y las potencialidades de la transición chilena, pues algunos la declaran concluida en 2005, a partir de un paquete de 55 reformas constitucionales; afirmación que expresa más bien los límites impuestos por el pinochetismo, mediante: la constitución de un régimen tutelado por las Fuerzas Armadas, la hegemonía del modelo económico privatizador, desregulador de la esfera laboral, disgregador de la organización social para legalizar la flexibilidad laboral; la concesión de ámbitos de representación para la oposición política, acotados por una legislación electoral aislada del reino del mercado, que presenta además serias dificultades para hacer mayorías capaces de reformar la Constitución. En fin, toda una ingeniería constitucional que evacua lo social negando espacios de deliberación ciudadana, lo cual impide que se constituyan actores públicos con poder de contrapeso a las dinámicas perversas del mercado. Ni sindicatos, ni ciudadanos con proyectos para empoderarse; dificultades que impiden que las demandas sociales transiten por las mediaciones partidarias, pues el sistema político y de partidos ha limitado su potencial para procesar el conflicto entre mercado y sociedad.

En su discusión sobre el Estado y el modelo de gobernabilidad que trae consigo la transición democrática, Darío Salinas hace un recuento teórico sobre los debates teóricos relacionados. Retoma y reinterpreta a los teóricos de la dependencia, como Agustín Cueva, Aníbal Pinto o René Zavaleta, para ubicar históricamente las determinantes del modelo chileno; se deslinda de los estudios sobre transitología democrática, que en sus análisis acentúan la parte de las instituciones políticas, sin dar el peso necesario a lo social; polemiza con las visiones pragmáticas y neorrealistas sobre gobernabilidad que son elaboradas principalmente por la sociología y la politología anglosajona, que enfatiza la eficiencia y la legalidad, dejando los problemas de legitimidad como mero asunto de técnicas de buen gobierno. En estas críticas y deslindes, el autor entabla una discusión rigurosa que atiende una extensa documentación y bibliografía producida desde o para la época estudiada. Así, este libro hace aportes significativos sobre el papel que desempeñan las políticas sociales dentro de un modelo de desarrollo, un régimen y un Estado preocupado en sostener su gobernabilidad.

Parte central de esta obra, rica en aportaciones para entender un modelo cuya "ejemplaridad" sufrimos en muchos países latinoamericanos, es su caracterización de la política social como elemento legitimador de la democracia. La segmentación, diferenciación asimétrica, polarización en la concentración del ingreso causada por el modelo económico, son temas que aborda Darío Salinas desde un observatorio que cuestiona otro de los mitos del exitoso modelo chileno: que haya emprendido espectaculares programas sociales encaminados a reducir la pobreza en periodos cortos, y aunque no han terminado con la desigualdad, está en su horizonte lograrlo. Mediante una acuciosa investigación en torno de estudios sobre la pobreza en Chile y haciendo una fina disección sobre la influencia de los organismos internacionales, este libro muestra que la política social de la transición chilena tiene límites marcados por su falta de vínculos con una problematización social de los derechos ciudadanos. Se cuestionan entonces las determinantes impuestas por el modelo de desarrollo, por la brecha que plantea justamente la persistente desigualdad con la democratización.

El libro Vicisitudes de la democracia: entre el peso del modelo y los límites de la política en Chile explica que la disminución del gasto social y el incremento del deterioro en los indicadores de bienestar y calidad de vida para una importante franja de la sociedad, no pueden combatirse mediante políticas focalizadas que hagan transferencias de renta condicionadas a los sectores más pobres, mientras avance la desuniversalización de derechos básicos que ha traído consigo la privatización. Empleo, salario, prestación de bienes públicos son temas indisociables de la democracia. Ni el modelo cepalino de crecimiento con equidad, ni la versión elaborada por los gobiernos de la transición han sido capaces de combatir el regreso del enfoque estadocéntrico —paradójicamente impulsado por las tendencias actuales del neoliberalismo—, ni de reivindicar tendencias a universalizar los derechos ciudadanos, a pesar de la amplitud de programas como Chile Solidario.

Entre el enfoque segregador o el reformador, el autor señala las potencialidades de un modelo alternativo: el modelo transformador de la política social, en un marco de democratización que teóricamente se puede construir. Este pronunciamiento del autor hace que el libro se pregunte sobre el futuro chileno. Su apuesta es sobre el fortalecimiento de una ética ciudadana, aunque el panorama no brinda rasgos suficientes para el optimismo. Las manifestaciones de jóvenes estudiantes contra la privatización de la educación; los problemas de exclusión planteados por las minorías mapuches; la falta de una justicia transicional que haga imperar la verdad sobre el pasado reciente; la urgencia de una reforma electoral que evite los sesgos y diseñe vínculos para contrapesar al mercado con lo social, son desafíos que implican preguntarse sobre lo social-popular; de esta interlocución depende que concluya la transición democrática en Chile. Este libro ofrece pistas imprescindibles para caminar hacia ese futuro democrático.

 

Nota

Salinas, Darío (2007), Vicisitudes de la democracia: entre el peso del modelo y los límites de la política en Chile, Editorial de la Universidad Iberoamericana, Plantel Santa Fe, México.

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