SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.16 número46El hombre desplazadoColima en el siglo XVI índice de autoresíndice de assuntospesquisa de artigos
Home Pagelista alfabética de periódicos  

Serviços Personalizados

Journal

Artigo

Indicadores

Links relacionados

  • Não possue artigos similaresSimilares em SciELO

Compartilhar


Espiral (Guadalajara)

versão impressa ISSN 1665-0565

Espiral (Guadalaj.) vol.16 no.46 Guadalajara Set./Dez. 2009

 

Reseñas

 

Crisis y salida de la crisis

 

Maximiliano Gracia Hernández*

 

* Profesor-Investigador de la Universidad del Mar, campus Huatulco, Instituto de Estudios Internacionales.gracia@correo.unam.mx, maximiliano@huatulco.umar.mx.

 

El libro realiza un análisis profundo y metódico que permite a los lectores entender el origen, desarrollo y consecuencias de una crisis económica-financiera. Los autores relacionan entre sí a las crisis de 1875 / 93, 1929, 1979 y 1993 / 94, y lo hacen a partir de un análisis histórico-teórico-empírico.

La importancia del texto estriba en que le permite al lector directamente entender las crisis económicas del pasado, y de forma indirecta garantiza comprender la crisis financiera actual. La relación entre ellas es cercana, tanto en sus orígenes como en sus resultados, de ahí la importancia de la lectura del libro. Al terminar de revisar el texto se resuelven muchas dudas y surgen otras nuevas e interesantes inquietudes.

La lectura del trabajo es ágil, porque a través de ella se vincula un fenómeno que en otro momento parecería ser un tema de ficción, la crisis, pero hoy representa un hecho real que vivimos día a día.

Los autores pertenecen a una corriente crítica cercana a la teoría marxista, sus investigaciones giran en torno a los Estados Unidos y a su ingerencia en la economía mundial, en particular analizan al sector financiero. Han escrito varios libros entre los que destacan: Capital Resurgent: Roots of the Neoliberal Revolution, La dynamique du capital: Un siècle d'économie américaine, Economie marxiste du capitalisme, The Economics of the Profit Rate: Competition, Crises and Historical Tendencies in Capitalism, Marx et Keynes face á la crise, La position de classe des cadres et employés: La fonction capitaliste parcellaire, entre otros.

En la lectura de referencia cuyo título original es Crise et sortie de Crise. Ordre et désordres néolibéraux, los autores avizoran cercana la llegada de una crisis mundial, para ellos ésta sería nuevamente el resultado del declive del capitalismo, manifestado a partir de la caída en los márgenes de ganancias de los países centrales. En la nota que aparece al inicio del texto, redactada durante diciembre del 2006, señalan: "... las finanzas arrastran al capitalismo hacia una crisis tanto en su periferia como en su centro" (p. 12).

El primer capítulo denominado "Crisis y neoliberalismo", se afirma que el avance y retroceso de los países es el resultado del choque de dos fuerzas antagónicas cuya característica principal es la carencia de buenos sentimientos. Los autores realizan y responden a tres cuestionamientos principales: ¿Qué problemas originaron el cambio en la década de los setenta? La respuesta fue una caída en los ingresos de los poseedores del capital ubicados principalmente en los países capitalistas más avanzados. ¿Cuál es la naturaleza de ese centro del centro? Particularmente el descenso en la rentabilidad se originó en los intereses financieros de una fracción particular de las clases dominantes. ¿Cuál es el contenido de los cambios que se produjeron y cuáles fueron sus efectos? Los componentes principales son la mundialización y la liberalización de los intercambios y movimientos de capital. Los efectos fueron: poner en el centro de la actividad económica la rentabilidad de las finanzas.

La segunda parte analiza el resquebrajamiento del sistema. Los autores reflexionan sobre la crisis estructural y la desocupación, se preguntan si en el contexto actual se puede generar un nuevo crecimiento. Para responder, revisan la crisis de los años setenta y ochenta, las cuales tuvieron como características principales el incremento del desempleo, la disminución en la velocidad del crecimiento y del progreso técnico, inflación, crisis monetaria y financiera. Para los autores, las manifestaciones generadas son la secuela de una crisis estructural, la cual es resultado de una caída en la tasa de ganancia a fines del siglo pasado (con excepción de los años ochenta). Haciendo alusión a Marx, la tasa de ganancia es el motor de producción capitalista, por tanto, si desciende ésta, pierde fuerza la esencia que le da origen y sustento al capitalismo.

Posteriormente, se vinculan la crisis y el desempleo. La relación causa-efecto es precisa: la causa principal de la ola de desocupación que se formó entre 1975 y 1985 fue la debilidad de la inversión y la insuficiencia de la acumulación del capital.

La tercera parte inicia con las conclusiones obtenidas hasta ese momento: el análisis de los orígenes de la crisis no lleva a juicio directamente a las finanzas:

La crisis fue producto de las tendencias inmanentes: la caída de la tasa de ganancia resultó de su incapacidad de mantener continuamente un ritmo sostenido de progreso técnico, que puso un freno a la acumulación del capital, creando una formidable ola de desocupación. La amplitud de la misma fue menor en Estados Unidos que en Europa, no por virtud de alguna maravillosa flexibilidad, sino debido a la relativa rapidez del progreso técnico en Europa (p. 103).

En el apartado tercero se describe la reacción de las finanzas frente a la crisis, matiza en temas como la obtención de ganancias por parte de los dueños del capital financiero a partir de la crisis, y la restitución de la posición hegemónica del capital financiero en el seno de un nuevo orden mundial. Para los autores, la crisis de los años setenta fue resultado intrínseco del modo de producción capitalista, y es que la tasa de ganancia descendió porque el progreso técnico no se pudo mantener por plazos indefinidos, el resultado: incremento en el desempleo.

Con la década de los ochenta surge el neoliberalismo, cuyos creadores no se preocuparon por establecer una estrategia que permitiera frenar la ola de desempleo, sino que su objetivo fue el restablecimiento de los márgenes de ganancia del capital.

Si se revisa el capítulo XI, se observa el fuerte vínculo entre la crisis financiera actual (desconocida al momento de escribir el libro), y la crisis de mediados de los ochenta y noventa. En dicha crisis se generaron grandes quiebras de bancos, de Fondos y de Cajas de Ahorro; basta con señalar algunos: el Crédit Lyonnais, Comptoir des Entrepreneurs, Credit Foncier, Barings, Long Term Capital Management, Saving and Loan Associations, etc. Los autores afirman que entre 1984 y 1994 casi 1,500 bancos y 1,150 cajas de ahorro quebraron o fueron apoyadas por sus seguros (de 14,500 y 3,400, respectivamente).

Adelantándose a su tiempo, los autores detectan las causas que llevaron a la crisis actual. Al momento de escribir el texto, no conocían aún lo que sucedería en la economía mundial; sin embargo, ven focos rojos y predicen su llegada cuando afirman:

[...] la libertad de las finanzas constituye un temible fermento de inestabilidad en el plano nacional y sobre todo internacional: explosión de las actividades financieras, fluctuación intempestiva de las monedas, movimientos desordenados de capitales. Así, el capitalismo ha reanudado con alguno de sus desarreglos anteriores, que se creían superados en los años sesenta, las crisis financieras nacionales e internacionales, y el frenesí bursátil.

¿Cuáles son las causas de dicha crisis financiera? Para ellos las respuestas se encuentran en el aumento de las tasas de interés que llevó a la insolvencia de pagos por parte de los deudores de la banca, la mala gestión de instituciones financieras públicas o privadas, falta de supervisión de la actividad bancaria por parte de organismos nacionales o internacionales, y la libre movilidad internacional de capitales. Las causas presentadas por los autores son las mismas que llevaron a la crisis financiera del 2008; sin embargo, los autores están analizando la crisis de los años ochenta-noventa. Nuevamente se demuestra lo señalado por ellos, que la crisis del capitalismo contemporáneo es una crisis recurrente que tiene orígenes similares.

Las propuestas para salir de la crisis y evitar en la medida de lo posible caer nuevamente en ella son las que justo en este momento se vienen discutiendo y aplicando dentro de la economía mundial: que las actividades de las instituciones financieras sean reglamentadas y sometidas a controles, reglas de gestión, llamados al orden y organización de operaciones de salvamento.

La crisis financiera actual es una crisis del sistema capitalista, por tanto el fin del sistema y sus amenazas no están en los desequilibrios macroeconómicos, sino en que intrínsecamente promueve la libre movilidad de capitales. Sin embargo, para los autores no hay capitalismo sin movilidad del capital, porque la movilidad del capital maximiza las ganancias; objetivo fundamental del sistema capitalista, por ello, como diría Carlos Marx, el capitalismo está engendrando su propia destrucción.

En el texto se percibe la preocupación por el lugar de privilegio que ocupa Estados Unidos en el escenario financiero mundial, y es que dicho país aunado al resto de países ricos, prolongaron los efectos de la crisis con el objeto de enriquecerse, reafirmar su hegemonía e imponer sus reglas. Ahora bien, el predominio de las finanzas no es nuevo, estuvo en escena desde finales del siglo XIX hasta la crisis de 1929, dicho predominio se desmoronó con la crisis de los treinta y la II Guerra Mundial. Los autores concluyen: "podemos describir al neoliberalismo como el restablecimiento del dominio de las finanzas luego de un periodo de repliegue".

La cuarta parte es histórica, para Gérard Duménil y Dominique Lévy, los temas revisados hasta el momento (crisis estructural, salida de la crisis e instauración del orden neoliberal), se deben poner en una perspectiva histórica.

La quinta parte del texto parte del supuesto que las dos crisis estructurales de finales del siglo pasado parecen haber salido del mismo molde: productividad baja del capital y de la tasa de ganancia, disminución del ritmo del progreso técnico, toma del control salarial, inestabilidad macroeconómica creciente. Por su parte, la fase de salida de la crisis es similar: elevación de la productividad del capital y recuperación de la tasa de ganancia.

La quinta parte se divide en dos capítulos: en el primero se realiza un análisis de la crisis bajo un enfoque keynesiano, y en el segundo se realiza un análisis dinámico. En el primero, Keynes observa la crisis como el resultado de permitir a las finanzas privadas tener el control de los procesos macroeconómicos: nivel general de actividad y de empleo, aunado a la estabilidad financiera. Para Keynes esas son tareas públicas centralizadas de interés general.

Finalmente, los autores se preguntan la forma de equilibrar las fuerzas al interior de un sistema neoliberal, reflexionan y responden acerca de la llegada de otras crisis, y si éstas se darán frecuentemente. Para dar respuesta argumentan: parece claro, en general, que se han reunido las condiciones que podrían provocar una nueva gran crisis, pero hay que distinguir la necesidad de un ajuste, de su carácter necesariamente catastrófico. Las fracciones menos avanzadas del sistema productivo, siempre en funcionamiento, deberán adaptarse o ser eliminadas, las cotizaciones de bolsa deben ser reajustadas y las fluctuaciones de las cotizaciones de monedas y los movimientos intempestivos de capitales deberán ser regulados. El libro predice con sus afirmaciones lo que se está padeciendo empíricamente a escala ampliada.

 

Nota

Gérard Duménil y Lévy Dominique (2007), Crisis y salida de la crisis. Orden y desorden neoliberales, México, Fondo de Cultura Económica, 322 pp. 1

Creative Commons License Todo o conteúdo deste periódico, exceto onde está identificado, está licenciado sob uma Licença Creative Commons