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Espiral (Guadalajara)

versão impressa ISSN 1665-0565

Espiral (Guadalaj.) vol.15 no.43 Guadalajara Set./Dez. 2008

 

Reseñas

 

Reseña bibliográfica: Deutsche in der Fremde

 

Luis Rodolfo Morán Quiroz*

 

Torsten Kühlmann y Bernd Müller Jacquier (comps.). Deutsche in der Fremde. Assimilation, Abgrenzung, Integration. Röhrig Universitätsverlag. St. Ingbert 2007. 241 págs.

 

* Departamento de Estudios de la Cultura Regional. CUCSH, Universidad de Guadalajara.

 

Este libro, compuesto por nueve capítulos a cargo de nueve autores, parte de la discusión —según explican los compiladores— de dos palabras clave: el ser "alemán" (Deutscher) y la definición de lo "extranjero" (Fremde). Estos dos términos no resultan tan fáciles de delimitar si se toma en cuenta que no basta con ser portador de un pasaporte emitido por el Estado alemán para identificarse (o ser identificado por otros) como alemán. De hecho, la ley alemana contempla una concepción adicional del ser alemán, consistente en aquellas personas que aun cuando estén en una patria (Heimat) distinta se reconocen como parte del pueblo alemán dada su genealogía, idioma, educación y cultura. La cuestión de una conciencia identitaria alemana la ubican algunos historiadores en los siglos IX y X, con base en una conciencia de comunidad, un lenguaje común, un espacio relativamente homogéneo y una historia construida en comunidad. Sin embargo, todavía en la Edad Media se hablaba de "tierras alemanas", mientras que la expresión Teutschland (con "T") se consolidaría alrededor del siglo XVI. Esta conciencia alemana se establecería como una identidad nacional hacia los años setenta del siglo XIX.

En cuanto a la expresión "extranjero", señalan los compiladores que en primera instancia refiere a un espacio físico que se asocia con paisajes desconocidos, fauna y flora exóticas, construcciones novedosas; pero en una segunda instancia describe la calidad de la relación con los habitantes de un espacio ajeno: en principio son distintos en su aspecto, su uso de códigos verbales y no verbales y se relacionan de manera distinta con su ambiente. Según los autores, nos parecen aun más extranjeros y extraños (fremd, es la expresión en alemán para ambas nociones) aquellos ante quienes nos sentimos desorientados y vulnerables porque somos incapaces de comprender las expectativas convencionales de lo que para ellos es la "normalidad". Ante esta experiencia fronteriza, la alteridad y lo extranjero se entrecruzan con fenómenos que no se diferencian por mucho de ciertos medios políticos o de mediación intercultural (p. 8).

Los autores describen algunos de los contactos específicos en la historia alemana y sus distintas concepciones acerca de cómo lo extranjero podría parecerles, en la Edad Media, como algo equiparable a lo "no humano", "incivilizado", "infieles", lo que llevaría a esfuerzos por civilizar, por cultivar o evangelizar a los otros, los extranjeros, mientras que en la Ilustración la imagen se modificaría para incluir lo primitivo, las formas casi-naturales de vida de lo extranjero. Tanto en el pasado como en la actualidad, los alemanes han vivido el paso hacia el espacio extranjero y la relación con los extranjeros a partir de la concepción de sí mismos en los papeles de emigrantes, peregrinos, trabajadores migrantes, descubridores, comerciantes, estudiantes, misioneros e incluso como diplomáticos y turistas, según sean los motivos que los han llevado a experimentar lo extranjero, que van desde la búsqueda del sustento, el huir de la persecución, la religiosidad hasta la curiosidad y el ocio, entre otras (pág. 9). Esta emigración no ha sido despreciable: en los últimos tres siglos, cerca de 7 millones de alemanes emigraron a Estados Unidos. Pero los destinos de la emigración alemana han incluido otros países como Canadá, Australia, Nueva Zelanda, Argentina, Brasil, Chile. Adicionalmente habrá que considerar que durante la Edad Media los alemanes emigraron hacia las regiones eslavas, en donde actualmente residen los polacos, chechenos, húngaros y rumanos. En esos puntos de destino, las asociaciones para el recreo de los alemanes se han unido a las actividades de los periódicos y de las organizaciones de bienestar para conservar y difundir la cultura alemana, a la vez que familiarizarse con la cultura de la sociedad huésped. Como sucede con otros grupos de emigrados, los alemanes también han participado en procesos de migración en cadena, han buscado uniones matrimoniales con personas con antecedentes comunes y se han establecido en enclaves étnicos. La migración de retorno tampoco ha sido la excepción, pues, según narran Kühlmann y Müller Jacquier (p. 10) cerca de 20% de los emigrados alemanes hacia Estados Unidos entre 1899 y 1924 regresarían eventualmente a Alemania. En este contexto, la expresión "los alemanes en el extranjero" (Deutsche in der Fremde) por lo general incluye a las personas que han dejado Alemania por distintas razones y han buscado nuevas condiciones económicas, religiosas, políticas y culturales.

Esta compilación se propone precisar el lugar de los alemanes en el extranjero y detallar las actividades a las que han estado ligados. A partir del dicho: "un alemán es un pensador, dos alemanes constituyen una organización" (pág. 11) los autores se enfocan a estudia r las organizaciones y demás esfuerzos por conservar y difundir la cultura alemana fuera de las fronteras nacionales. La movilidad alemana y las condiciones de vida son heterogéneas y por ello resulta imposible tratar de encontrar una unidad en la descripción de las experiencias de los alemanes en el extranjero. Por ello, advierten los autores, el libro incluye apenas algunos ejemplos de los roles asumidos y las regiones de destino de los alemanes emigrados. El análisis de estas experiencias es igualmente heterogéneo en cuanto a sus enfoques e incluye sobre todo una visión multidisciplinaria. Resultado de una reunión académica realizada por el Institut für Internationale Kommunikation und auswärtige Kulturarbeit (Instituto para la comunicación y el trabajo cultural internacionales) en Bayreuth en 2005, este libro gira en torno a tres temas principales: la descripción de las experiencias en el extranjero y su impacto, las condiciones para la vida y el trabajo en contextos culturales extranjeros y los cambios históricos en la relación con el extranjero. Entre la asimilación y el aislamiento, estas experiencias de los alemanes en el extranjero pueden servir para comprender algunos aspectos de la situación inversa: la experiencia de los extranjeros en Alemania.

El libro, escrito por autores con una reconocida trayectoria internacional en el estudio y promoción de la comunicación intercultural, está constituido por nueve capítulos. Los temas de cada uno de ellos van desde la concepción de la experiencia del contacto con los extranjeros/lo extranjero, grupos con ocupaciones específicas en el extranjero (comerciantes, misioneros) y exponen distintos contextos de llegada, además de diferentes épocas. Entre los expertos que contribuyen con textos para este tomo se encuentran, además de los compiladores: Wolf Dieter Otto, Alois Moosmüller, Richard Nebel, Thomas Fischer, Harald Sippel y Yomb May.

Bernd Müller-Jacquier trata sobre la construcción de lo extranjero a partir de distintos ámbitos de experiencia y plantea que el contacto con los extranjeros y con lo extranjero en ámbitos como el turismo, la vida profesional o en la vida cotidiana, parece haberse frenado por las amenazas terroristas. Igualmente, la movilidad de las personas ha sufrido las consecuencias de esos actos recientes y de las informaciones relacionadas con ellos. Pero es igualmente cierto que existen múltiples reflexiones e investigaciones acerca de lo extranjero. Müller-Jacquier plantea como propósito central de su texto el comprender cómo interactúan determinadas tareas de las transferencias comunicativas a partir de las experiencias de lo extranjero y se basa en el análisis de las categorías comunicativas (p. 18). Wolf Dieter Otto, en el capítulo sobre la enseñanza y los aprendizajes en un contexto cultural extranjero, resalta de qué manera los estudios de "germanística", la hermenéutica de Gadamer y la sociología interesada en la comparación entre culturas están ligadas estrechamente con las actuales visiones de la interculturalidad. El capítulo de Otto se aproxima a la comprensión de las experiencias de la diferencia cultural en el campo pedagógico y para ello emprende un periplo histórico y geográfico, para ayudar al lector a comprender los intercambios culturales, situaciones y reacciones, principalmente a partir de las experiencias japonesa, china y coreana.

Torsten Kühlmann, en el capítulo sobre los alemanes "trasplantados" al extranjero, afirma que es cada vez mayor el número de profesionales y líderes gerenciales de origen alemán que reside en el extranjero. Según sus datos, cerca de 60,000 alemanes trabajan en la actualidad fuera de su país, ocupados por las grandes empresas de capital germano. Siguiendo el estilo esquemático de los autores incluidos en este libro, y con datos estadísticos relacionados con el grado de satisfacción en distintos ámbitos, Kühlmann propone algunos modelos para comprender la integración de los alemanes en el extranjero y analiza la experiencia desde distintas perspectivas teóricas, tanto desde las dificultades relacionadas con el desempeño profesional esperado, como con las dificultades específicas de la vida en el extranjero. Alois Moosmüller, en el capítulo sobre los alemanes expatriados en Japón, resalta que en ese país residen cerca de 5,000 alemanes, de los cuales más de la mitad se ubica en Tokio. Estos alemanes experimentan el ser expatriados durante un lapso de tres a cinco años. Moosmüller se plantea de qué manera estos expatriados conciben su vida cotidiana en Japón y se enfrentan a los retos interculturales que se les presentan. Parte de su exposición se centra en el grado en que estos expatriados renuncian a sus costumbres y se adaptan a las formas de vida y a la cultura del país receptor y propone también algunos esquemas que reflejan el grado de adaptación a la diferencia cultural (pp. 120-127).

En el capítulo sobre los jesuitas de habla alemana en el México colonial, Richard Nebel expone el contexto histórico de la salida de los jesuitas hacia México y la Nueva España y sus esfuerzos misioneros en un mundo en que hubieron de enfrentarse a las culturas indígenas además de a un nuevo entorno natural y nuevas enfermedades, lo que les ayudaría a desarrollar nuevas habilidades, a proponer nuevas formas de llevar "el mensaje". En este contexto, Nebel señala que en ese entonces, al igual que en la actualidad, el "desarrollo" tendía a equiparse con la domesticación de otros seres humanos, lo que no obstó para que los jesuitas alemanes se plantearan alternativas de hacer ciencia en el nuevo mundo. El tema de los comerciantes alemanes en América Latina entre 1830 y 1930, es tratado por Thomas Fischer desde el marco de cómo en esa centuria se aplicaron los "principios liberales" en toda América Latina y expone las características de los comerciantes de los comerciantes de la época conocida por el lema del "desarrollo hacia fuera" (p. 163). El tema de la confianza forma una parte central de la exposición de las circunstancias del comercio en la época estudiad por Fischer.

Una cuestión espinosa es la que plantea Harald Sippel cuando describe, en el capítulo sobre la presencia colonial alemana en Sudáfrica, de qué manera, desde fines del siglo XIX, la actuación de los alemanes solía recurrir al eufemismo de los tratados de "protección" y de "amistad" con los poderes locales, asegurando la opresión de la población africana para hacer atractivo ese espacio para los colonos alemanes. Los conflictos entre inmigrantes alemanes y los africanos colonizados, suscitados a principios del siglo XX, constituyen uno de los argumentos centrales de este capítulo y dan la entrada para comprender el desarrollo de un orden agrícola con fuertes regulaciones jurídicas. El capítulo final, de Yomb May, describe la experiencia de Georg Forster en los mares del sur en una época muy específica, situada entre los años 1772 y 1773. Georg Forster, junto con su padre Johann Reinhold Forster, fueron los dos únicos alemanes que formaron parte de la tripulación de la expedición de James Cook en la nave Resolution. Los relatos de Georg Forster han sido considerados parte de las fuentes documentales para entender esta "segunda" época de los descubrimientos, durante la cual los europeos entraron en contacto con otras culturas. Cabe resaltar que los alemanes todavía no se constituían como nación, lo que explica en parte que los Forster formaran parte de una expedición inglesa y que además la experiencia fuera vista con cierta "naturalidad" por sus contemporáneos con imperios más consolidados.

Este libro aporta una visión acerca de la experiencia del contacto entre culturas en distintas épocas. El hecho de que se trate de experiencias de alemanes no obsta para establecer puntos para comparar con otros grupos étnicos. Los autores presentan un abundante material teórico, así como datos "duros" derivados de investigación empírica que pueden servir de base para comprender las experiencias de otros grupos de emigrados e incluso para dar sentido a las vivencias individuales propias y ajenas. Una ventaja de este libro es que el capítulo introductorio, redactado por los compiladores, ofrece además un panorama de los capítulos subsiguientes y expone de manera sintética las principales tesis que desarrollan los autores en cada capítulo. La lectura del libro se facilita gracias a que los autores incluyen gráficas, cuadros y esquemas de manera oportuna, sin caer en excesos simplificadores.

Cabría plantearse finalmente algunas preguntas, ¿quién debe leer este libro? Por una parte, a pesar de tratarse de un libro apenas publicado en el idioma original, su lectura no ofrece demasiadas dificultades a quienes posean un cierto grado de familiaridad con la terminología de las ciencias sociales. Esta obra maneja un lenguaje que no es demasiado técnico ni rebuscado, y aparentemente los autores han buscado alejarse de la fama que tiene la lengua alemana de emplear frases kilométricas. Más que un libro para especialistas en contactos interculturales o en migración, definitivamente se trata de una aportación significativa para comprender algunas instancias de uno de los más importantes flujos de emigración con origen en Europa, por lo cual los interesados en este tipo de fenómenos podrán encontrar estimulante esta compilación. Por otra parte, incluso quienes tomen cursos de alemán pueden aprovechar este texto para familiarizarse a la vez con las dificultades de la integración en el extranjero y con el idioma alemán. Los estudiantes de ciencias sociales interesados en el tema migratorio harán bien en practicar su conocimiento de esta lengua esencial para disciplinas como la sociología, la psicología y la economía y a la vez entrar en contacto con textos elaborados por autores expertos en relaciones interculturales y en el análisis desde distintas disciplinas como la historia, la psicología, la antropología y los marcos analíticos de la comunicación entre personas con distintos bagajes culturales.

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