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Desacatos

versión On-line ISSN 2448-5144versión impresa ISSN 1607-050X

Desacatos  no.46 Ciudad de México sep./dic. 2014

 

Legados

 

El trabajo e influencia de Eric Wolf

 

Gustavo Lins Ribeiro

 

Departamento de Antropología, Universidad de Brasilia, Brasilia, Brasil. gustavor@unb.br

 

¡Ésta es una gran ocasión! Quiero agradecer a la profesora Virginia García Acosta, directora general del CIESAS [Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social] por invitarme y agradecer a todos mis colegas, Juan Vicente Palerm, Patricia Torres y a la directora de la biblioteca del CIESAS, Ximena González. También quiero felicitar al Centro por esta iniciativa. Es maravilloso estar aquí con Sydel Silverman, quien fue mi profesora en la década de 1980 en el Programa de Posgrado en Antropología, en la Universidad de la Ciudad de Nueva York. Más tarde, a principios de los noventa, tuve el honor de ser miembro del Consejo Asesor de la Fundación Wenner-Gren para la Investigación Antropológica, cuando Sydel fue presidenta de la Fundación. Y permítanme agregar que ella no sólo fue una extraordinaria presidenta de la Wenner-Gren, fue la primera presidenta después de la mítica figura de Paul Fejos, su fundador, y de Lita Osmundsen. Ellos fueron esposos y durante muchas décadas marcaron el ritmo de la Fundación. Sydel, es un placer estar aquí contigo, verte de nuevo, en especial porque estamos en México, una ciudad tan querida para ti y para Eric. Todavía recuerdo vívidamente el invierno de 1987-1988, cuando era un estudiante de posgrado, terminaba mi tesis doctoral, tú y Eric vinieron a México y me pidieron que cuidara de su casa en un suburbio de Nueva York.

Mi corta intervención es un tributo, un homenaje a la memoria de Eric Wolf, quien fue mi profesor, mi consejero de tesis y mi mentor. Además me gusta creer que en algún momento nos hicimos amigos. Así que por favor tengan paciencia conmigo si lo que sigue suena subjetivo también. Me dio mucho gusto saber que una parte sustancial de la biblioteca de Eric iba a quedarse aquí en México, en una institución fundada y dirigida por dos de sus mejores amigos mexicanos, los antropólogos Ángel Palerm y Arturo Warman. Wolf, Palerm y Warman, con otras personas como Bonfil Batalla y, en Brasil, Darcy Ribeiro, son representantes de un liderazgo escolar carismático que está lejos de existir hoy. Esto me lleva a preguntar si la existencia de este tipo de académico es posible todavía o si la fase de la burocracia productivista en la cual nos encontramos impide completamente la aparición de este tipo de personajes complejos, que tenían, por ejemplo, una amplia visión de la antropología. Los temas que Eric Wolf estudió, por ejemplo, en Figurando el poder y en Europa y la gente sin historia, presuponen una visión intelectual que no tiene miedo de mirar al mundo como un todo, como una entidad real, presuponen una visión que trata de entender las experiencias humanas dondequiera como algo variable pero conmensurable. Es una obviedad, pero necesita ser dicha una y otra vez: si las experiencias humanas fueran inconmesurables o completamente únicas y opacas, la antropología sería imposible como proyecto intelectual. Recuerdo que en el clímax de la influencia posmoderna en antropología, Eric dio una conferencia presidencial en una reunión de la AAA [American Anthropological Association]. Eric dijo claramente: el mundo es real. La hiperinterpretación en antropología llegó a un punto en el que admitir que las cosas tienen agencia no es problemático. He llamado a esta disposición "hiperanimismo" o "el retorno del animismo entre los modernos".

La desaparición de un amplio, digamos, proyecto universalista en antropología es otro tema de preocupación. Por supuesto, no empleo la expresión "universalista" aquí en un sentido ingenuo y creo en la búsqueda de puntos de vista plurales como una necesidad política en nuestros tiempos. Estoy diciendo que mientras los antropólogos se retiraron de los amplios debates, practicantes de otras disciplinas los han sustituido sin contar con las mismas herramientas que tenemos y que son útiles para construir visiones no eurocéntricas más complejas y críticas.

Pero regresemos a México y a Eric. El grado en que México y los intelectuales mexicanos, en especial antropólogos como Arturo Warman y Ángel Palerm, han influido en el trabajo de Eric todavía es un tema para ser explorado. En efecto, necesitamos saber más acerca de los densos intercambios entre la antropología mexicana y los antropólogos estadounidenses. Estos intercambios son un claro ejemplo de que las relaciones internacionales han sido durante mucho tiempo cruciales para el desarrollo de la disciplina. Permítanme enfatizar: todavía debemos tener en cuenta de una manera más detallada el grado en que los antropólogos e intelectuales mexicanos han influido en la antropología estadounidense. Es indispensable profundizar en cómo el trabajo de Eric Wolf refleja sus experiencias en México, con sus amigos Ángel Palerm y Arturo Warman. Como sabemos, al igual que Palerm y Warman, Wolf fue un antropólogo marxista y el marxismo durante las décadas de los 1960 y 1970 fue una aproximación teórica altamente practicada en América Latina. En aquellos días, recordemos el McCartismo, era mucho más fácil encontrar interlocutores marxistas calificados en la academia mexicana que en Estados Unidos. De hecho, Eric fue visitado por el FBI [Federal Bureau of Investigation] al menos una vez a causa de su cátedra y sus escritos progresistas.

El trabajo e influencia de Eric conforman un universo amplio, resultado de cinco décadas. Además, pienso que Eric unió en su visión del mundo lo mejor de Europa y Estados Unidos. En su juventud fue educado en Austria, pero asistió a las universidades estadounidenses y desarrolló su carrera en Estados Unidos. Es como si una visión enciclopédica europea se uniera con el pragmatismo estadounidense. Eric, como muchos de su generación, estuvo altamente inmerso en uno de los más importantes momentos históricos de todos los tiempos: la Segunda Guerra Mundial, con su tragedia y los cambios que trajo al sistema mundial. En su juventud, Eric estuvo en un campo de concentración a las afueras de Londres donde conoció a alguien que cambió su vida: Norbert Elias, amigo de toda la vida y otro gran intelectual de habla alemana ocupado en descifrar grandes temas sociológicos, históricos y antropológicos.

Muchos de los libros y artículos de Eric son clásicos. El trabajo de Eric sobre Mesoamérica, The Sons of the Shaking Earth, es un libro escrito bellamente y ofrece una amplia y elegante introducción a esta área del mundo. Los campesinos cambiaron la manera en que se estudiaba el campesinado en varios países. Europa y la gente sin historia es el clímax de una trayectoria intelectual que miró al mundo como una intrincada red de relaciones entre los lugares. Las conexiones son la palabra clave en este libro, considerado por muchos como la obra maestra de Eric.

En el semestre de otoño de 1982, cuando el libro fue lanzado, yo era un estudiante graduado en uno de los varios cursos que tomé con Eric. El curso se llamaba "Working Classes and Peasantries in the World". Me sentí abrumado por su erudición. Lo que mis colegas y yo desconocíamos era que gran parte de la visión del curso era el punto decisivo de Europa y la gente sin historia, tal vez la primera interpretación antropológica de lo que hoy se conoce como "globalización". Eric era un profesor muy generoso. Leía portugués y revisó una copia que le di de mi tesis de maestría sobre la construcción de Brasilia desde el punto de vista de los trabajadores. De hecho, él quería acreditarme para presentar mi trabajo durante el curso "Working Classes and Peasantries", pero en ese entonces yo creía que mi inglés no era tan bueno para hacerlo. En mis primeros días en la Universidad de la Ciudad de Nueva York, en una conversación con él acerca de mis proyectos futuros, mencioné que quería comparar la construcción de Brasilia con la construcción de una gran presa en la selva amazónica de Brasil, porque pensé que estaba a punto de descubrir una forma de producción vinculada a la expansión del capitalismo que, en varios aspectos, es similar a las plantaciones y las haciendas. De hecho, fue la obra de Wolf y Sidney Mintz sobre plantaciones y haciendas la que me motivó a mudarme a Nueva York para estudiar con él. Cuando hablé con Eric acerca de las comparaciones, hizo un comentario que cambió mi vida: "es genial, pero mientras está aquí terminando su trabajo de curso, ¿por qué no estudia la construcción de grandes obras de ingeniería como el Canal de Suez, el Canal de Panamá, los ferrocarriles americanos, etcétera?". Pensé: "¡Sí! ¿Por qué debería dejar mi imaginación presa dentro de las fronteras de mi país?". Si hablamos de la expansión capitalista, el mundo es el límite. Después de eso, comencé a estudiar la "globalización" y no he parado desde entonces.

Europa y la gente sin historia es el libro de Eric que más influencia ha tenido en mí. La noción de la segmentación étnica del mercado de trabajo es un importante hallazgo antropológico e histórico. En ella se condensa un vasto conocimiento acerca de la expansión del capitalismo y se muestra cómo diferentes segmentos étnicos han sido puestos en diversos mercados de trabajo con el fin de suministrar el oro constante del capitalismo: mano de obra barata. Por otra parte, la raza y el racismo son el resultado de estas estructuras creadas históricamente. La segmentación étnica del trabajo es una noción adecuada para pensar en grandes unidades de análisis, como Estado-nación, o más pequeñas, como la mano de obra de una fábrica.

Muchos artículos de Eric han sido una poderosa fuente de inspiración. ¿Qué decir de su obra clásica sobre la Virgen de Guadalupe? ¿Y su idea de "intermediarios"? ¿Sus discusiones acerca de los modos de producción, el poder, la antropología y la sociedad? La riqueza y complejidad de la obra de Eric resiste toda simplificación y hace que sea difícil predecir cómo será recordado en el futuro, pero el hecho de que su último libro sea una importante discusión antropológica sobre la naturaleza del poder no puede pasarse por alto. El interés de Wolf en el poder como una forma de organización de las relaciones sociales, políticas, culturales y económicas puede permanecer como su contribución más duradera. Con Eric también aprendimos que el mundo siempre ha sido interconectado. En retrospectiva, puedo pensar que lo que llegó a ser conocido como "la globalización" es sólo la conciencia exacerbada de estas interconexiones.

Sólo quiero añadir algunas notas personales. Además de su erudición, es imposible no decir que Eric era un caballero y una persona humilde. Una vez en una barbacoa, uno de sus vecinos me dijo que nunca se imaginó que Eric fuera una figura tan prominente en su actividad. En el ámbito académico, un campo lleno de egos gigantes, Eric fue una excepción muy bienvenida que me ha enseñado que el conocimiento debe ser compartido y no debe utilizarse como excusa para ser snob. En un viaje a Nueva York a mediados de la década de 1980, estaba caminando en el Central Park con Eric. Íbamos a una exposición de pinturas de Magritte en el Museo Metropolitano de Arte. Eric se acercaba a los 60 años y yo a los 30. Le pregunté: "Eric, ahora que estás en los 60, ¿cómo ves la vida?". Ahora que yo mismo tengo esa edad, miro mi pasado y mi futuro y creo que tuve suerte al conocer a Eric Wolf y aprender mucho de él.

 

Información sobre el autor

Gustavo Lins Ribeiro es profesor titular de la Universidad de Brasilia. Es presidente de la Associação Nacional de Pós-Graduação e Pesquisa em Ciências Sociais de Brasil y primer presidente del World Council of Anthropological Associations. Pertenece al Consejo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico de Brasil, del que es investigador, nivel 1A. Ha escrito y compilado 20 libros en portugués, español e inglés, ha publicado más de 170 artículos y capítulos de libros en seis lenguas en 21 países sobre globalización, transnacionalismo, cibercultura, desarrollo y antropologías mundiales. Ha formado parte de 18 consejos editoriales de revistas, como Alteridades (México), American Anthropologist, American Ethnologist y Current Anthropology (Estados Unidos). Su último libro, compilado con Gordon Mathews y Carlos Alba, es Globalization from Below. The World’s Other Economy (Routledge, 2011).

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