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Desacatos

versión On-line ISSN 2448-5144versión impresa ISSN 1607-050X

Desacatos  no.35 Ciudad de México ene./abr. 2011

 

Testimonios

 

Del silencio a la pornografía*

 

From Silence to Pornography

 

Eva Guadalupe Sántiz López

 

Asesoría, Capacitación y Asistencia en Salud, A. C., San Cristóbal de las Casas, Chiapas, México eva_jm17@hotmail.com

 

Mi nombre es Eva Guadalupe Sántiz López, soy originaria de la comunidad de Independencia, municipio de Huixtán de los Altos de Chiapas, México. Hablo la lengua tseltal, tengo sólo la carrera de salud comunitaria que estudié en la ciudad de San Cristóbal de las Casas. Llegué a esta ciudad por problemas intracomunitarios, ahí estudié la primaria, la secundaria y la preparatoria. No pude seguir estudiando por falta de recursos económicos.

Ahora trabajo con comunidades indígenas, también de los Altos de Chiapas, con el tema de muerte materna y un poco de derechos sexuales y reproductivos de los jóvenes. Ahora estamos trabajando más el tema del VIH–Sida. Trabajo en una organización que se llama Asesoría, Capacitación y Asistencia en Salud, A. C. (ACASAC), las oficinas están en San Cristóbal. La comunidad donde más estoy trabajando es de un municipio que se llama Tenejapa, igual, de los Altos de Chiapas. Trabajo con las mujeres y también con los hombres.

Las mujeres indígenas tienen riesgo de infectarse de VIH–Sida porque hay mucha migración de los hombres, también las mujeres, a donde más acuden, a donde más migran es a la ciudad de San Cristóbal en busca de un trabajo o de un estudio y esto hace que cuando llegan a la ciudad empiezan en busca de un trabajo pero casi nunca hay un trabajo, algo bueno como para vivir. El sueldo de una empleada de mostrador de tiendas de ropa o de empleadas domésticas en una casa, lo máximo que les pueden pagar son 800 pesos a la quincena, en una casa como 1000 pesos mensuales y si les va bien 1 500, pero casi nadie les paga hasta 1 500. Entonces muchas de estas mujeres se van a trabajar a las cantinas, lo que serían las cantinas que están en las colonias, en los barrios más chiquitos y ahí acuden para trabajar como ficheras que le llaman. Entonces ahí empiezan a trabajar, ellas invitan a sus clientes a pasar y tienen que tomar cerveza, lo que sea, consumo de alcohol, ahí con su cliente y cuando están con el efecto del alcohol, ya mareadas digamos, entonces a veces se salen a otros lugares, como posadas, y llegan a tener relaciones sexuales con sus clientes —que son militares, maestros bilingües, narcotraficantes— pero sin protección.

Es por medio de los hombres que las mujeres se contagian. Es que ahora los hombres que migran mucho a Estados Unidos entonces tienen relaciones sexuales con otras personas allá, a veces dejan a su mujer en la comunidad y cuando regresan pues llegan a tener relación con ella porque es su pareja, pero sin protección. Los hombres no saben si están infectados o no, o si traen una enfermedad de transmisión sexual (ETS), no lo saben porque desde la comunidad no tenemos esa educación de la prevención del VIH–Sida o del uso del condón. ¿Por qué? Porque los indígenas tenemos una cultura de que no debe haber sexo antes del matrimonio, entonces nuestros padres piensan que si eres joven o no estás casado pues no tienes relaciones sexuales, pero muchos de los jóvenes que son indígenas lo llevan a cabo sin que se den cuenta los padres y esto ha hecho que sí haya Sida en las comunidades. Tal vez no hay un estudio o no hay un registro donde se diga "si existe el VIH–Sida en tal comunidad o en tal municipio" porque no se ha trabajado con este tema, pero sí existe...

Por eso ahora también nosotros, en la organización donde trabajo, estamos empezando a identificar, a ver y hablar más sobre el VIH–Sida, pero sí nos ha costado un poco hablar del condón. Hay otras organizaciones que trabajan en la ciudad, más en San Cristóbal, pero casi no llegan a los jóvenes indígenas, sino que más llegan los jóvenes mestizos, que son los que tienen como un poquito más de información.

Trabajo con toda la población por lo del tema de muerte materna, entonces como que ahí es donde nos hemos ido metiendo poco a poco con los derechos sexuales reproductivos, con el cuidado de la salud de las mujeres porque, por ejemplo, al entrar en la comunidad no podemos entrar hablando: "¡Ah! Miren, señoras, usen condón o díganle a su marido que use condón porque esto para prevenir las enfermedades.. ". No. Tal vez las señoras quieren cuidar su salud, pero tienes que convencer también al hombre para que coincidan en sus ideas en la prevención de diferentes tipos de enfermedades. Por eso cuando nosotros entramos a la comunidad, entramos con el tema de muerte materna, y también estamos hablando un poco sobre lo de planificación familiar. Entonces como el tema de planificación familiar es como para prevención de embarazo es ahí que metemos un poco que el condón también sirve para esto y sirve para esto que es también para evitar la ETS.

En una escuela dimos pláticas a los alumnos de una secundaria, nos solicitaron unos maestros de la secundaria. No hablamos así, libremente del condón o mostrar cómo se usa el condón, no llevamos condón sino que más bien hablamos sobre el tema del embarazo en adolescentes, qué dificultades trae si te embarazas a una temprana edad y esto. Entonces como que a los jóvenes sí les interesó saber qué riesgo tienen las mujeres si se embarazan a una temprana edad, entonces es lo que le decimos. No es que les estemos diciendo que "ustedes tienen relaciones sexuales", pero si llegaran a tener saben cómo cuidarse, por eso les damos esta información. También previene las enfermedades de transmisión sexual y el que es mortal si no te cuidas es el VIH–Sida, cómo es y cómo lo debes de prevenir... Entonces ahí implementamos poco a poco. El primer día llegas como dando un resumen y contando también lo que pasaste en tu juventud, lo que conozco ahora que vivo en la ciudad. ¿Qué es, cómo son, qué enfermedades podemos adquirir? Sí se quedan atentos, pero no expresan su sentir las jovencitas o los jóvenes pues, no expresan todavía...

Ahorita estoy investigando más cuáles son las cosas de los jóvenes: cómo llegan a la ciudad y qué sienten cuando están en la ciudad, qué es lo que ven y cuando están en las comunidades qué información traen. Porque también nosotros tenemos diferentes culturas, por ejemplo de la región de donde vengo la cultura es diferente a la del municipio donde estoy trabajando ahora, y de los tzotziles igual, yo soy tseltal, entonces son diferentes. Por eso hay que buscar estrategias para hacer que no sientan que los estamos induciendo a que tengan relaciones sexuales, porque eso es lo que piensan los padres ahora, que hablar de condón es porque los estás induciendo a que tengan relaciones sexuales con varias personas, no sólo con el novio.

Ahora en 2007 trabajamos con hombres, en 15 comunidades en el municipio de Tenejapa, pero metimos género, porque los hombres no reciben plática ni información de ninguna, siempre han sido las mujeres las que reciben plática, y todo ellas, pero aunque estén informadas no son las que deciden en las comunidades, la mayor parte la siguen decidiendo los hombres. Por ejemplo, el Sector Salud da más información a las mujeres y ahorita en la actualidad con lo del Programa Oportunidades sí están hablando también sobre el tema de derechos sexuales reproductivos, de la prevención de enfermedades de transmisión sexual, pero no con los padres. Ahora entramos a las 15 comunidades con un tema de familia y comunicación pero entra género, son cuatro discos que grabamos en audios para informar. Uno entra en la violencia y también como prevención de violencia hacia la mujer y hacia los hijos, y sí habla una parte de género, no es mucho, igual no es mucho, pero lo estamos metiendo poco a poco, sobre la comunicación entre los hijos, de conocer a sus amigos y de permitirles que tengan amigos, ya sean niñas o niños. ¿Por qué? Porque no hay que prohibirles. Lo que pasa es que los padres prohíben que las mujeres y los hombres tengan comunicación, aunque no sean novios ni nada, porque es mal visto en la comunidad. Pero ¿qué pasa? Les decimos a los padres que cuando llegan a la ciudad ven que allá la familia mestiza o los jóvenes mestizos que se abrazan libremente, platican, juegan, entonces ellos intentan hacer eso, pero como traen una educación de que eso no debe hacerse, y lo intentan, pero se pasan a más porque no traen la educación de qué es un amigo, qué es un noviazgo. Entonces llegan y regresan niñas embarazadas, digamos unas chavitas de 15, 16, 17 años, regresan embarazadas a su comunidad. Entonces los padres las empiezan a maltratar, las empiezan a regañar y son mal vistas en la comunidad: "¿Por qué se fue a regalar?". Y empieza una crítica.

Pero les digo, eso sucede, pero ¿por qué sucede? Porque no hay comunicación de los padres hacia los hijos, porque no se les informa qué hay y qué pasa, sólo los vienen a regañar, pero ellos no tienen la culpa.

¿De dónde viene la educación? De los padres. Entonces como que se quedan pensando... Hay hombres a los que no les gusta pero hay otros que sí y nos apoyaron: "Queremos otra plática". Entonces, si ellos quieren esta otra información vamos a ir viendo poco a poco cómo hay que ir tocando estos temas, pero no es de un rato, es lo que veo, no es de un rato...

Ya trabajé con hombres, con puros hombres, pero el que representaba el programa o el tema es un compañero, pero lo acompañé. Le digo: "Me voy contigo". Entonces me metí en la plática de ellos y les hablé sobre la sexualidad, porque tenemos un disco que dice: "Vámonos a dormir, ya se durmieron los niños", como que el esposo y la esposa comentan algo del enamoramiento y todos se empiezan a reír, entonces yo no me reí. Después de escuchar el audio les preguntamos qué entendieron. No lo dicen pero ya saben qué es porque los papás quieren tener sexo y entonces les digo: "¿Por qué se rieron del ése cuando dijo así?". Y dicen: "No, no, no, por nada. Es que cuando escuchamos así pensamos mal rápido, pensamos esto pero no lo puedo decir". Les digo que lo pueden decir y mi compañero me apoya: "Aquí con Eva no pasa nada, pueden decir, ella no se ofende". Entonces lo dicen: "Al escuchar que se van a dormir pues es porque van a tener sexo o algo así". "¿Y ustedes lo hacen así? ¿Platican muy bien, ayudan a sus esposas a levantar las cosas antes de ir a dormir?". "No, nosotros no, se queda la mujer levantando todas las cosas y nosotros acostados ya. No, no, no platicamos con ella". Entonces el compañero interviene.

Tratamos de imaginarnos sus experiencias, conocemos a nuestros padres, tal vez nosotros somos jóvenes y no hemos tenido experiencia de una pareja pero con la experiencia de nuestros padres vamos viendo si coinciden con las de otras personas: "Si el hombre tiene relación con la mujer y no le pregunta: '¿tú quieres tener sexo conmigo ahora?'. Si no le preguntan, la mujer a veces está cansada y si la obligan eso es violencia". Unos lo reconocen y dicen: "Si hasta cuando nosotros estamos cansados y la mujer quiere pues nosotros no queremos. Pero ¿qué pasa? Nosotros sí obligamos a las mujeres".

Lo que pasa también con los jóvenes es que, por ejemplo, piden mucho la prueba de amor y sí es como si las estuvieran obligando. Y aunque como con cariño, las están obligando. Hay muchas niñas que si no tienen la información de qué va suceder, llegan a tener relaciones sexuales sin protección porque es la prueba de amor, entonces quedan embarazadas y no sabemos si infectadas de alguna enfermedad, porque como les digo no hay un estudio ahora. Por eso en las comunidades hay muchas niñas que están casadas desde muy chicas, porque se embarazaron. Puede ser que tuvieran relación con una persona de su misma comunidad, y si es de otro lugar regresan y son madres solteras, eso es mal visto por la comunidad, es muy criticado, pero sí pasa. Por ejemplo, conozco a una niña, bueno, de 15 años. Se embarazó a los 14 años y le dieron unas pastillas para abortar pero ya tenía seis meses de embarazo. El novio le dijo: "Tómate esto. Te lo tomas porque te lo vas a tomar". Ella no se quiso tomar todas las pastillas que le dieron, eran seis, sólo se tomó dos porque dijo el chavo que quería ver. Al rato empieza con su dolor y no sabía ni qué hacer, ni qué iban a hacer esas pastillas. Acudió a la casa del chavo y ahí estaban los padres y la trasladaron al hospital y ya estaba grave. Le tuvieron que hacer cesárea, la bebé, porque es una niña, está grave en el hospital porque es prematura, no están completamente formados sus pulmoncitos y ella pues allí anda, no tiene dinero, ahí anda viendo, le piden medicamentos, cosas para que siga creciendo el bebé y así está. Tuvo que salir de la escuela, porque estaba estudiando. Si no es la enfermedad del VIH–Sida, es esto lo de los embarazos en adolescentes y los novios o el padre del bebé huye. Por ejemplo, este chavo según huyó y vino a Oaxaca, quién sabe por dónde anda y no se quiso hacer responsable ni acompañar a la niña para que por lo menos vean al bebé, porque vive ahora pero sí está grave en el hospital.

En mi caso, logré fortalecerme y salirme de la educación que me dieron mis padres porque desde muy chica mi papá quería que yo estudiara, siempre me dio el estudio. No tenía dinero pero vio la oportunidad de que nosotros estudiáramos, no me dio dinero, de los años que estudié, nada, nada. Trabajé de empleada doméstica. Sí sufrí mucho, pero como que eso me hizo sentir que tenía que lograr algo. También cuando mi papá escuchaba de algún problema de algunas chavas o niñas de mi comunidad que salieron embarazadas, mi papá no iba a informarnos, nos decía: "No quiero que hagan esto porque si no, van a ver, los cuelgo". Y entonces teníamos miedo o nos regañaba. Pero nunca hubo una comunicación bien, formal, siempre nos ofendía. Yo le decía: "Pero si no voy hacer eso, papi, hasta que yo lo haga me regañas".

Luego fui analizando la vida de mi madre porque era una mujer maltratada, mi papá era alcohólico, ahora no, gracias a Dios, pero entonces la maltrataba mucho y dije: "No quiero vivir así. Mientras mis padres me dieron la oportunidad de irme a la ciudad, voy estar allá". Entonces estuve en un albergue donde me daban un poquito de comida, así muy poquito, y también me daban dónde dormir. Dormíamos varios, pero sí tenía dónde dormir. Terminando eso mi papá me quiso regresar a un municipio cercano, el único municipio donde había secundaria. Le dije a mi papá que no quería: "No quiero, siento que si me quedo acá de seguro me caso". Porque en mi comunidad había muchas personas que tenían hijos de la misma edad que yo y que querían casarlos conmigo. Veía que había violencia y entonces dije: "No me quiero casar con ellos ni me quiero quedar acá". Un día mi papá fue a inscribirme: "Aquí vas a estudiar porque no sé qué cosa vas hacer allá en San Cristóbal, porque ya no vas estar en el internado". Le dije que iba a buscar trabajo. Pero me inscribió. Lo bueno es que uno de mis papeles originales no quedó, entonces llegando a mi casa que le digo a mi mami: "No quedaron mis papeles, así que mañana me voy a San Cristóbal y me llevo mis papeles, voy a ver cómo le hago para estudiar y trabajar". Y vine y tuve lo que llamamos una bendición porque llegué a casa de una maestra de donde estudié el internado y me dijo: "No vas a estudiar en la tarde, yo te inscribo en la mañana y trabajas con mi hija, vas a cuidar un bebé". Me emocioné y regresé a mi casa, le dije a mi papá y ya dijo que estaba bien.

Sufrí mucho en la secundaria y en la prepa porque no tenía gasto, no me pagaban, la señora me daba comida y dónde dormir y tenía que cuidar a la bebé y hacer mi trabajo. A veces estaba haciendo algo, café o algo de cenar y tenía que tener por ahí la libreta, ir reviviendo mis apuntes para estudiar. Siento que eso hizo que yo siguiera adelante. Quería estudiar medicina pero ya no pude, ahora ya no me gusta, ahora quiero ser partera profesional. Parece que van a abrir una escuela de parteras en Chiapas, no estoy tan segura. Eso quiero hacer porque ahora estoy trabajando con el tema de muerte materna y veo la necesidad de las mujeres indígenas de tener una partera. Durante estos tiempos he atendido un bebé o un parto con una partera pero no de la manera que me gustaría, con calidad, saber controlar una hemorragia, entonces es mi objetivo, ahora es ése.

Soy soltera porque también me da miedo a la violencia, porque pienso que como ya conozco más si me encuentro un hombre violento puede ser que no me deje, entonces tengo que conocer bien a mi pareja si es que llego a tener. Eso me ha fortalecido, es mi historia. Mi mamá me apoyó, sí aunque llorando siempre, no quería que nos viniéramos a la ciudad. Somos ocho hermanos, son siete menores, mi mamá no planificó. Soy la más grande y eso ha hecho, como dicen en la comunidad: "como no me falló la primera hija entonces por eso dejo salir a los demás". Porque si le hubiera fallado, si me hubiera casado o quedado embarazada sin ningún trabajo, entonces creo que mis hermanos no hubieran tenido la posibilidad de venir a estudiar a la ciudad. Ahora, con la gracia de Dios, mi hermana es educadora, es madre soltera pero mi padre la aceptó, como que ya está más sensibilizado, ya no le pegó, trató de entenderla y de escucharla. Ahora ellos cuidan el bebé de mi hermana porque no lo puede llevar a su trabajo. Mis hermanos están trabajando, dos ya están casados y otro, joven, anda ahí de locochón, buscando su novia, y le digo: "Siempre con prevención".

 

Nota

* Entrevista realizada por Josefina Fernández. Transcripción de Federico Bavines Lozoya.

 

Información sobre la autora

Eva Guadalupe Sántiz López es miembro de la asociación civil Asesoría, Capacitación y Asistencia en Salud (ACAS, A. C.), es promotora de derechos sexuales y reproductivos, salud materna y prevención de violencia intrafamiliar en comunidades indígenas de Chiapas. Es becaria de Semillas, Sociedad Mexicana Pro Derechos de la Mujer, A. C.

 

Información sobre los fotógrafos

Ángel Montero Montano es fotógrafo para el gobierno del estado de Veracruz, ha sido becario del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, ha expuesto su obra de manera individual y colectiva en la República Mexicana, ha ilustrado revistas como América Indígena, libros de arte y otros donde la fotografía y el relato testimonial–etnográfico han dado como resultado obras antropológicas de singular interés. Dirige el despacho de servicios profesionales de fotografía y Banco de Imagen de Veracruz.

Jesús Vaca Cortés es investigador en tópicos de psicología jurídico–forense y aspectos de salud en colectividades indígenas. Actualmente coordina el Departamento de Investigación en el Claustro Universitario de Chihuahua. Su más reciente libro lleva por título La máscara del asesino, Centro de Formación y Actualización Judicial, Departamento de Estudios Psicológicos y Socioeconómicos Supremo Tribunal de Justicia del Estado de Chihuahua, 2011.

Imelda Gameros Ponce trabaja desde hace 15 años en temas relativos a la indagación de procesos salud–enfermedad e ITS con los grupos indígenas en el estado de Chihuahua. Hoy colabora en el área de promoción y prevención de COESIDA–Chihuahua.

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