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Desacatos

versión On-line ISSN 2448-5144versión impresa ISSN 1607-050X

Desacatos  no.20 Ciudad de México ene./abr. 2006

 

Testimonio

 

Los rezos, elemento para la prevención de las complicaciones del parto en los Altos de Chiapas*

 

Graciela Freyermuth

 

En los Altos de Chiapas la reproducción es un elemento que permite a los individuos adquirir mayor poder y alcanzar el estado de adulto, lo que conlleva la posibilidad de tener acceso a puestos de poder comunitario e ir construyendo su independencia a mediano plazo. La esterilidad de una pareja es un hecho que pone en condiciones de vulnerabilidad a la mujer, ya que el marido puede regresarla con sus padres o tomar una segunda esposa.

La participación del hombre se considera necesaria durante toda la maternidad. Desde el inicio del embarazo el hombre adquiere un papel de cuidador y protector, lo que lo hace responsable del desarrollo y buen término del embarazo. Se esperan de él distintos tipos de prácticas, una de las cuales es la puesta en marcha de una serie de medidas de prevención, lo que implicará que durante el embarazo realice rituales de purificación y rezos para mantener la salud de su esposa. Durante el parto se requiere de una actitud de responsabilidad y atención para pedir ayuda en el momento en que se requiera de terceras personas, que pueden ser su madre, suegra, la partera o el hi-lol, dependiendo del desarrollo del embarazo, parto o posparto. El esposo participa activamente durante el alumbramiento sosteniendo a su pareja hasta el momento del nacimiento, posteriormente es él quien coloca a su esposa en el centro de la casa junto al fuego que encendió y que alimentará para que permanezca durante tres días, y es él quien proporciona lo requerido para la atención del recién nacido. Durante el puerperio el hombre deberá estar presente y cuidar a su esposa de los peligros que esta condición propicia. Su presencia es fundamental como una compañía efectiva para su mujer cuando sale de casa.

Todas estos roles le dan la responsabilidad del cuidado y, por lo tanto, del buen desarrollo de este evento que es tan importante para la pareja, aunque también en esta responsabilidad se entreteje la posición subordinada de la mujer frente al hombre, pues su salud dependerá en buena medida de la actitud que el esposo tenga para con ella. Las actitudes mencionadas no son las únicas que aseguran el bienestar de la embarazada. Se esperan del marido otro tipo de conductas que involucran su relación con los demás y sobre todo con sus mayores. El esposo debe permanecer alejado de cualquier conflicto, sea por tierras o por ojos de agua, no debe envidiar a sus vecinos ni despertar envidias excediéndose en el trabajo o en la acumulación de bienes, y no debe cometer adulterio. Todo comportamiento inadecuado puede ser causa de complicaciones durante la maternidad.

Las relaciones de pareja y la forma en que se establece la división del trabajo y del alimento son fundamentales para el buen desarrollo del embarazo, parto y puerperio. Del hombre dependerá que la mujer haga o deje de hacer ciertas tareas que implican esfuerzos físicos importantes, como cargar leña o agua, participar en la limpieza de la milpa o en la cosecha. La limitación de estas actividades durante el embarazo y el tiempo de reposo después del parto dependerán de la decisión del marido y de su actitud para buscar el apoyo de otra mujer (suegra, madre o partera) para su esposa o, en su defecto, realizar las tareas que a ella le corresponden.

También se requiere que la mujer embarazada observe determinadas conductas, ya que de otra manera ella misma puede ser responsable por las complicaciones que padezca durante el embarazo, parto o posparto. Las conductas inadecuadas como el ser desobediente, o hechos aparentemente irrelevantes como no cambiar con frecuencia el agua del nixtamal, no lavar el metate o comer las tortillas directamente del comal son comportamientos que pueden atraer problemas. Sus deseos o idealizaciones pueden causar algunos conflictos. Los antojos no satisfechos, la evocación de alimentos que le son desagradables o el pensar en la muerte se consideran fuente de ciertos malestares. Enojarse y buscar pleito con otras mujeres, independientemente de cuál haya sido la causa, la hacen víctima propicia para el mal echado o la brujería, lo que en su estado vulnerable puede ser fatal. Características como la juventud extrema o el haber tenido muchos hijos se consideran explicación suficiente de ciertas complicaciones. Finalmente, haber estado sujeta a malacrianza, tener débil el espíritu y, por lo tanto, una vida corta, son elementos de reflexión en todo caso de muerte materna.

La relación que se establece entre padres e hijos o nuera y yerno con los suegros es fundamental para la buena marcha de la maternidad. Una relación armónica entre nuera y suegra permitirá a la primera contar con alimentación adecuada, descanso suficiente, búsqueda de atención oportuna en caso de complicaciones y apoyo frente a la violencia familiar. Una adecuada relación entre la embarazada y sus padres le permitirá contar con su apoyo en caso de que su esposo o sus suegros tengan actitudes violentas o negligentes en relación con su cuidado o alimentación. Buenas relaciones con sus padres y suegros permiten a la mujer embarazada contar también con el apoyo de los vecinos y de su grupo social.

El siguiente rezo se centra en la prevención y en él se pueden reconocer las complicaciones que la partera atribuye al proceso del embarazo y parto. La plegaria está encaminada a disminuir los posibles daños que la mujer puede sufrir.

 

Rezo de la hi-lol y partera Margarita Pérez Pérez.

Organización de Médicos Indígenas del Estado de Chiapas A.C.

 

PARA QUE VAYA BIEN EL EMBARAZO**

 

Dios Padre,
Espíritu Santo, amén.

Dios Padre,
Apóstol San Pedro y Santa Cruz;
vengo aquí en tu casa,
recíbeme con tus brazos abiertos.

Aquí vengo con tu hija
que has enviado con su regalo
que le enviaste y le compraste.

Dios Padre,
si llega los nueve días o los nueve meses,
que todo le salga bien,
que no lo vaya a atravesar las envidias o los diablos;
como a tus demás hijos que les ha salido bien,
pues así también que todo le salga bien.

Dios Padre, Madre María,
así como le enviaste la bendición de ella y su regalo,
Dios Padre, Madre María,
Señor Jesucristo, Madre Virginia,
Santa María Madre de Guadalupe y Madre Rosario,
aquí estoy hincada enfrente de ustedes,
en tu sombra,
para pedir
que no vaya tener problema de vómito cuando llega los
nueve días o los nueve meses,
que no vaya tener calambre,
que todo le salga bien a los nueve días y nueve meses
cuando dé luz.

Dios Padre, Apóstol San Pedro y Santa Cruz,
Apóstol de La Libertad, Apóstol de Puebla, Yaxjemel,
Los Chorros, San Pablo, San Sebastián, San Nicolás,
Maestro Dios Jesucristo;
Así como ustedes dieron la bendición del regalo,
opreso les suplico que todo le salga bien cuando dé luz,
que nazca bien el bebé
que no le vaya a pasar nada a tu hija que le enviaste su regalo.

Dios Padre, poderoso apóstol y Madre María,
Santa Catarina y San Fernando, San Joaquín y Virgen de
Guadalupe, ustedes pongan la bendición;
no vaya llegar las envidias,
no vaya a llegar los demonios;
no vaya pasar las envidias de tus hijos,
no vaya a pasar o atravesar;
y también no se vuela de hemorragia
y no lo vaya dañar a tu hija cuando dé luz.

Que esté contenta y alegre,
que no le vaya doler nada,
que no vaya subir alteración,
que no se vaya caer,
que por dar luz no llegue a cortar su vida.

Dios Padre, que tenga más largo la vida junto con su
regalo, que la cantidad que llega a tener que crezcan
todos para su compañía.

Opreso, Dios Padre, te suplico que quites todas las
envidias y los demonios en el camino.

No vaya volver de hemorragia, alteración, diarrea o vómito.

Dios Padre milagroso,
así como tus primeros hijos doscientos años estuvieron,
que también ella que lo disfrute.

Dios Padre, San Antonio, Apóstol de Simojovel, Dios
Padre de Huitiupán y Santa María madre de Dios,
cuida y bendiga a tu hija,
así como usted madre diste luz a Jesús, llegó de Eva y
Adán a los tres días,
opreso les suplico pedirles bendición a todos los
milagrosos, que les vengo a dar en sus conocimientos,
que tenga todo el éxito tu hija y su regalo;
ustedes lo acompañen con todos sus corazones tu hija
y tu espíritu, tu borrego, tu paloma y tu algodón.

Dios Padre, Madre Santa María, por eso les pongo en
sus conocimientos todo lo que es, para que crezcan
bien a tus hijos, así como me pidió favor.

Dijo: —si me haces favor de llevar en la iglesia, es que
estoy embarazada—, dijo tu hija,
así como llegó en mi casa hincada para venir aquí
dentro de tu casa a tu iglesia,
Dios Padre poderoso, para que ella todo le vaya bien,
que tengan más vida tu hija, a tu
bendición, a tu algodón, a tu leña.

Dios Padre poderoso,
por eso no tiene por qué atravesar
o pasar a las envidias y los demonios al largo de su vida,
no se vaya cortar la vida su bebé,
no vaya sufrir,
capaz que no crezca;
por eso Dios Padre poderoso
te pido que le alumbres su vida, su camino,
porque le sirve de compañía,
que le pases agua o lo que llegue a necesitar.

Dios Padre poderoso, Dios Padre poderoso, San Juan Dios,
Apóstol San Pedro, San Bartoleo, San Cayetano,
Santiago, Tila y Virgen Caridad,
que les doy en sus conocimientos;
si llega a soñar cosas malas:
se va en el río su zapato, su listón o su peine,
que no sea alma de su regalo o su hijo,
que no sea ala de tu hija.

Te lo suplico Dios Padre poderoso,
que lo tengas dentro de tu corral
y en tu libreta en la mañana y en la tarde cuando alumbras. Dios Padre poderoso, ustedes bendigan,
alumbren donde lleve el río su zapato o entre en el
túnel o cueva en su sueño, no le vaya pasar nada;
Dios Padre poderoso, te lo suplico, que lo tengas en tus
manos
Dios Padre poderoso tu imagen, tu espíritu Santa María madre de Dios.

Dios Padre poderoso,
estoy aquí hincada pidiéndote favor señor, apóstol San Pedro,
Santa María madre Guadalupe de Bochil,
Santa María Guadalupe de Copal, Dios Padre,
María madre Asunción,
ustedes le bendigan donde vaya en la mañana, en la
tarde;
le perdonas las cosas malas que menciona tu hija,
tu imagen, tu algodón, tu borrego.

Dios Padre poderoso,
por eso estoy aquí hincada,
Señor San Francisco, San Isidro, San Bartoleo, San Lucas,
San Agustín, Dios Jesucristo, San Cristóbal,
Santo Domingo, Justo Juez,
ustedes vengan, alumbren a tu hija a tu imagen, a tu
borrego, a tu espíritu, a tu paloma, no le vayan
abandonar en la mañana, en la tarde.

También Dios Padre, no vaya pasar la envidias o los
demonios
que soy partera, curandera,
ahora recibe mis velas, mis ocotes en tus manos,
Dios Padre poderoso, San Pedro, Santa Cruz, que tenga
todo lo que les pido.

Dios Padre poderoso, con nuestro Señor de Simojovel,
de San Antonio,
se pongan de acuerdo con nuestro señor San Pedro de Bochil,
San Marcos, San Francisco, San Juan, Dios Jesucristo,
San Cristóbal, Santo Domingo, San Ramón,
Virgen Caridad, Virgen Guadalupe,
ustedes bendigan alumbren,
Dios Padre poderoso, San Alonso, Santo Tomás,
bendigan, alumbren.

Dios Padre de Tulanca, bendigan,
tengan en tu libro Dios Padre, manantiales, tierra, cielo, cerros,
aquí va dar luz, carguen, abracen, llegue en su casa, en su patio, llegue en la iglesia de San Pedro y Santa Cruz,
pido fuerza como aquí va dar luz.

Dios Padre poderoso,
abracen, carguen, aguanten, perdonen el olor durante su vida,
Dios Padre poderoso, es todo lo que digo,
perdona hasta donde supe decirles,
Dios Padre poderoso, Dios Cruz , Dios Padre Celestial, Dios corazón,
Dios Santo, Dios Espíritu.

 

Notas

* Este texto, revisado en el marco de esta edición, forma parte del libro de Graciela Freyermuth, Las mujeres de humo, Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social, México, 2003.         [ Links ]

** Material de la investigación "Muerte materna en Chiapas", de Graciela Freyermuth, Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social-Sureste.         [ Links ]

 

Información sobre la autora

Graciela Freyermuth Enciso. Realizó estudios de licenciatura en medicina (Universidad Nacional Autónoma de México); de maestría en medicina social con especialización en epidemiología social (Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco) y un doctorado en antropología social con especialización en antropología médica (Universidad Nacional Autónoma de México). Desde 1988 es profesora-investigadora del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social del Sureste. Ha publicado cuatro libros y varias decenas de artículos así como materiales de divulgación. Es miembro del Sistema Nacional de Investigadores y miembro honorífico del Consejo de Ciencia y Tecnología del Estado de Chiapas. Su trabajo académico la ha hecho acreedora de varias distinciones y menciones a nivel nacional. Ha desarrollado diversas investigaciones en el área de antropología médica y género, todas ellas vinculadas con proyectos de educación popular. Desde 1985 se ha relacionado con el movimiento nacional de mujeres. Impulsó la conformación del Comité por una Maternidad Voluntaria y Segura en Chiapas. Sus temas de interés son: antropología médica, mortalidad materna, violencia doméstica, políticas de salud, relaciones interétnicas, migración y género.

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