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Archivos de cardiología de México

versión On-line ISSN 1665-1731versión impresa ISSN 1405-9940

Arch. Cardiol. Méx. vol.93 no.1 Ciudad de México ene./mar. 2023  Epub 24-Feb-2023

https://doi.org/10.24875/acm.m22000084 

Editorial

El Dr. James Miranda Stuart Barry. Un gran médico con un gran secreto

Dr. James Miranda Stuart Barry. A great doctor with a great secret

M. del Carmen Lacy-Niebla1  * 

1Instituto Nacional de Cardiología Ignacio Chávez, Ciudad de México, México


La historia del doctor James Barry (Fig. 1) es una historia de éxito en todo el sentido de la palabra, y si bien hace alusión a un tema universal y de todos los tiempos, en la actualidad es motivo de análisis profundo, principalmente dentro del mundo de la medicina.

Figura 1 Dr. James Barry. 

En Dublín, Irlanda, alrededor de 1795-1799 nace James Barry, perteneciente a una familia de tradición militar. En 1809 se muda a Edimburgo para estudiar medicina, título que obtuvo en el año de 1812, probablemente antes de los 15 años de edad. Un año después se alistó en el ejército (gracias a las influencias que su tío tenía como militar) e ingresó como asistente de regimiento, y rápidamente ascendió por sus habilidades y entró al campo de batalla como médico militar. Estableció la importancia del cuidado de las heridas de batalla con medidas de asepsia muy eficientes. Fue nombrado Inspector General de los Hospitales y del Ejército Británico. Durante la famosa Batalla de Waterloo, en 1815, sobresalió por sus actividades médico-militares.

Posteriormente desempeñó en forma sobresaliente su trabajo en las colonias de Gran Bretaña. Fue destinado a la India y luego a Sudáfrica, en Ciudad del Cabo, donde fue nombrado Inspector Médico de la Colonia (que incluía todo el Cono Sur de África). Mostró especial interés por los sistemas hidráulicos y el aprovechamiento del agua, no solo para el ejército, sino también para la población nativa que sufría de sed y hambre, logrando un sistema de abastecimiento eficiente y más salubre, evitando así epidemias, que de otra manera serían devastadoras. Durante su estancia en Sudáfrica, en el mes de julio de 1826, realizó la primera cesárea documentada en la que la madre y el bebé sobrevivieron sin complicaciones; al parecer, se trató de una mujer africana con complicaciones durante el parto. Anteriormente ya se habían practicado cesáreas, pero solo con el fin de salvar al bebé, ya que la madre había fallecido o estaba a punto de fallecer. El niño se llamó James Barry Munnik en su honor.

En aquel entonces la lepra azotaba esa región africana, por lo que luchó fehacientemente incluso hasta llegar a enfrentarse en duelo a un oponente (por fortuna, ambos fallaron en sus disparos) para lograr que se construyera un hospital para enfermos leprosos en Ciudad del Cabo. Reportó en repetidas ocasiones las precarias condiciones de las cárceles, carentes de atención médica, con comida de mala calidad y escasa, y condiciones insalubres; visitaba las cárceles con frecuencia.

Constantemente fue castigado por su fuerte carácter e insubordinación. Algunas notas históricas indican que durante su estancia en Ciudad del Cabo es muy probable que tuviera una relación sentimental con Lord Charles Somerset, gobernador de la Colonia del Cabo y de quien fue médico personal. Sin embargo, los documentos históricos de Ciudad del Cabo indican que el doctor Barry era muy carismático con las mujeres y siempre bailaba con las más lindas.

Una vez que concluyó su labor en Sudáfrica, el Dr. James Barry fue asignado a otras colonias británicas: Trinidad Tobago, Isla Mauricio y Santa Helena (donde Napoleón Bonaparte había sido desterrado hasta su muerte). Estuvo también en Malta como General Inspector de Hospitales.

En 1845 contrajo fiebre amarilla, por lo que su estado de salud se deterioró considerablemente. Esta enfermedad le obligó a regresar a Inglaterra para su recuperación. Una vez que su salud mejoró, regresó a Malta, donde se enfrentó constantemente con el clero, por lo que fue enviado a Corfú, en Grecia, también como Inspector de Hospitales.

Por sus constantes enfrentamientos con las autoridades, fue despojado de su nombramiento y enviado al frente de batalla en la Guerra de Crimea. Los registros indican que durante esta guerra, en 1853, se enfrentó constantemente a la enfermera Florencia Nightingale, con quien era muy estricto y le corregía sus prácticas en repetidas ocasiones. Florencia se quejaba del riguroso y perfeccionista doctor.

En el año de 1857 fue enviado a Canadá, nuevamente como Inspector de Hospitales, donde encontró un sistema de salud muy precario, y otra vez epidemias como la lepra, tal cual había enfrentado en Sudáfrica años atrás.

El doctor James Barry siempre se destacó por su trabajo impecable, ético, innovador y fortalecedor de los sistemas de salud, tanto del ejército como de sus familias y de la población general.

En el año de 1864 fue obligado a retirarse en contra de su voluntad, por encontrarse gravemente enfermo de bronquitis e influenza. El día 25 de julio de 1865 moría en su casa, en Inglaterra, víctima de disentería.

El doctor Barry había entregado varias cartas en las que manifestaba su voluntad de ser enterrado con las vestimentas con las que se encontrase en el momento de su muerte, sin desnudarlo, sin lavar su cuerpo y sin amortajarlo. La asistente del doctor Barry, la enfermera Sofia Bishop, sorprendida, consultó al médico que atendía a Barry y este decidió no seguir sus indicaciones y proceder como era costumbre. Al desnudarlo, la señora Bishop se dio cuenta de que el doctor James Barry era en realidad una mujer.

Como el doctor James Barry era un alto oficial del ejército británico, inmediatamente se abrió una investigación sobre las causas y las circunstancias en las que esa mujer, cuyo nombre real era Margaret, había vivido como hombre en el ejército y sin que hubiera existido sospecha sobre su verdadero sexo (Fig. 2). Margaret era hija de Jeremías Bulkley y de Mary Ann Barry. Es muy probable que su tío, militar sobresaliente, en complicidad con su madre, fueran parte del plan de Margaret para estudiar medicina e integrarse a la carrera militar.

Figura 2 Margaret Ann Burkley. 

Las autoridades militares decidieron que el doctor James Barry sería enterrado como corresponde a un alto oficial del ejército, con el nombre de Dr. James Barry y su cargo militar. Su tumba se encuentra en el cementerio de Londres de Kensal Green (Fig. 3).

Figura 3 Tumba del Dr. James Barry. 

Se dice que el doctor James Barry se vestía con ropa muy holgada y era muy rudo en su trato, tal vez para enmascarar su verdadera identidad, pero con los pacientes era atento y comprensivo. Era vegetariano y abstemio, y la tasa de recuperación de sus pacientes heridos en batalla era muy alta, lo que mostraba que fue un extraordinario cirujano militar.

La historia nos demuestra que la medicina ha sido dominada por el sexo masculino a lo largo de siglos. Las mujeres han tenido que adoptar una personalidad masculina para lograr ejercer su pasión (en este caso, la medicina) durante siglos y hasta hace no muchos años. Ejemplos de ello hay muchos, como el de Agnodice, que nació en Atenas, Grecia, en el siglo IV a.C. en el seno de una familia acomodada. La medicina atrajo enormemente su atención, pero las mujeres únicamente podían ejercer como parteras. Dicha práctica pronto fue prohibida, ya que se realizaban gran cantidad de abortos, por lo que Agnodice tuvo que suspender esa actividad. Dispuesta a no abandonar su pasión, decidió estudiar medicina, bajo la tutela de Herófilo, adoptando la personalidad masculina. Estudió en Alejandría y en el año 350 a.C. regresó a Atenas, donde bajo la personalidad masculina tuvo mucho éxito como médico, hasta que la envidia de sus colegas hizo que fuera acusada injustamente de abusar sexualmente de sus pacientes. Con el fin de demostrar que eso no podía ser, tuvo que mostrar ante los jueces que era mujer y no hombre; esto ocasionó que fuese condenada a muerte, ya que la práctica de la medicina era exclusiva de los hombres. Sus pacientes proclamaron que si se castigaba con la muerte a Agnodice ellas morirían también. Presionado el jurado, estableció que ella podía continuar sus prácticas, pero únicamente como partera.

Hoy en día, los conflictos de sexo y género (que incluyen también a las personas transgénero) continúan siendo un problema importante. Si bien las universidades formadoras de médicos tienen en sus aulas un mayor número de mujeres que de hombres, estas ocupan en forma minoritaria puestos de alta jerarquía, y la medicina no es el único ámbito en el que hay discriminación por motivos de sexo, identidad de género u orientación sexual. Es necesario promover los derechos, la diversidad y la igualdad en el mundo del trabajo. Actualmente estamos obligados a luchar contra toda forma de estigmatización y discriminación, y mantener el compromiso de evitarlo para reconocer y practicar los derechos humanos.

Bibiliografía

1. Delgado MA. James Barry, el cirujano más famoso del siglo XIX era una mujer. El Español, 14 de enero de 2017. Disponible en:https://www.elespanol.com/cultura/historia/20170113/185732238_0.html [ Links ]

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3. Funke J. Obscurity and gender resistance in Patricia Duncker's James Miranda Barry. Eur J Engl Stud. 2012;16:215-26. [ Links ]

4. Kubba AK, Young M. The life, work and gender of Dr James Barry MD (1795–1865). Proc R Coll Phys Edinb. 2001;31:352-6. [ Links ]

5. Rizzi M. Doctor James Barry (1795-1865). Inspector General de Hospitales de su Majestad Británica. Rev Med Urug. 2012;28:66-7. [ Links ]

6. Smith KM. Dr. James Barry:military man –or woman?CMA J. 1982;126:854-7. [ Links ]

Recibido: 15 de Octubre de 2022; Aprobado: 26 de Octubre de 2022

* Correspondencia: M. del Carmen Lacy-Niebla E-mail: maricarlacy@yahoo.com

Creative Commons License Instituto Nacional de Cardiología Ignacio Chávez. Published by Permanyer. This is an open access article under the CC BY-NC-ND license