Editorial

De nuevo, esta Ventana se abre a los estudios sobre juventud. Los textos incluidos siguen la línea del número anterior, y podemos decir que en el caso de la juventud los enclasamientos por edad ya no poseen competencias uniformes y predecibles, porque entran otras categorías en juego como códigos culturales y de comportamiento; por tanto, puede afirmarse que hay distintas maneras de ser joven.

Las juventudes en la sociedad moderna son múltiples, varían según la clase, el lugar donde se vive, la generación a la que se pertenece, así como el conjunto de diversidades, lenguajes, formas de sociabilidad y referencias identitarias que manifiestan los jóvenes. Además, la condición de juventud en la sociedad moderna se plantea como una manera particular de estar en la vida, de modo práctico y simbólico; e introduce una gran variedad en su forma de organización, movimientos y actitud contestataria frente a lo establecido. Hay que señalar también que recientemente se ha valorado la condición de ser joven en ciertos sectores sociales: ahora ser y parecer joven es muy apreciado en el mercado resultado de un conjunto de significantes de distinción.

Para el caso de mujeres y hombres jóvenes, las temporalidades biológicas están presentes y son diferentes pues, paradójicamente, mientras que en algunos sectores se presiona a las mujeres jóvenes a la maternidad, en otros ésta se posterga a través de otras modalidades de realización personal, que incide en los roles de género.

La variedad de trabajos que se presentan en este número muestra la relación entre género y juventud: los procesos identitarios y las variaciones culturales, la sexualidad y la procreación en contextos rurales e indígenas, la escolaridad y la violencia, así como la condición étnica.

Los invitamos a abrir esta Ventana.

Ma. Candelaria Ochoa Avalos