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La ventana. Revista de estudios de género

versión impresa ISSN 1405-9436

La ventana vol.3 no.21 Guadalajara jul. 2005

 

En la mira

Una revisión de “empoderamiento de las mujeres: midiendo la distancia de género en el mundo”

Kathambi Kinoti

Net Friday File, Association for Women’s Rights in Development (AWID), núm. 229, 2005. Fregoso Centeno, Anayanci.


Los países que no están aprovechando al máximo el potencial que representa la mitad de su sociedad, están dilapidando sus recursos humanos. Y están subestimando su capacidad de competencia, afirma el Foro Económico Mundial en su reporte “Empoderamiento de las mujeres: Midiendo la distancia de género en el mundo”. Este reporte contiene las conclusiones que llevó a cabo la organización no gubernamental que se ubica en Ginebra, Suiza.

¿Qué deseaba lograr este estudio?

Los objetivos de dicho estudio eran dos:

  • 1. Servir como herramienta para poder identificar los puntos fuertes y débiles que habría que trabajar para conseguir eliminar la distancia de género en el mundo.

  • 2. A partir de la experiencia de otros países, establecer ciertas reglas para dirigir el rumbo en un futuro próximo.

¿Cómo se midió la distancia de género?

El estudio intentó medir la distancia de género entre hombres y mujeres en 58 países del mundo a través de los siguientes criterios, identificados por la UNIFEM, considerados particularmente importantes en el análisis de género.

  1. Participación económica

  2. Oportunidad económica

  3. Empoderamiento político

  4. Avances educativos

  5. Salud y bienestar

Cada uno de los 58 países fue calificado en una escala del 1 al 10 en cada uno de estos cinco criterios. Estas cifras fueron redondeadas para poder obtener una calificación global. Los países fueron ubicados en la escala jerárquica según su calificación global.

¿Cómo les fue a estos países?

Los países nórdicos: Suecia, Noruega, Islandia, Dinamarca y Finlandia ocupan, en este orden, los cinco lugares más altos. Los autores señalan que estos países son catalogados como sociedades más liberales con una mayor protección a los derechos de las minorías y con un estado de bienestar más comprensivo y consolidado, aspectos que juegan un papel importante en el trabajo por acortar la distancia de género.

Los siguientes cinco países también son de economías desarrolladas: Nueva Zelanda, Canadá, Reino Unido, Alemania y Australia. El estudio hace particular énfasis en Estados Unidos, ya que ocupa el 17° lugar. A pesar de que los Estados Unidos actuó positivamente en lo que respecta a los Avances educativos, así como en Participación económica y Empoderamiento político, su actuación frente a Oportunidad económica y Salud y bienestar fue pobre, lo que bajó su calificación global. Algunos de los factores que fueron responsables de esta baja calificación fueron, por un lado, el tiempo insuficiente otorgado a las mujeres en la baja por maternidad y los casi nulos beneficios por maternidad y, por otro lado, los altos niveles de mortalidad durante el embarazo. Varias naciones de Europa del Este tuvieron una calificación relativamente alta, como los casos de Letonia, Lituania y Estonia, los cuales llegaron al 11°, 12° y 15° lugares, respectivamente. Esto fue gracias a sus altas calificaciones en lo que se refiere a la Participación económica, Oportunidad económica y Avances educativos. Los estudios revelan que el contexto histórico del socialismo de estos países emergentes, que promovían a la mujer trabajadora bajo la idea socialista de igualdad, probablemente podría explicar el alto nivel en estos tres criterios. Desafortunadamente, se esperaba que las mujeres hicieran todo el trabajo tanto en la casa como fuera de ésta. Estos tres países actúan de manera particularmente pobre en lo que se refiere a Salud y bienestar, donde califican en los lugares 48, 44 y 46, respectivamente. Suiza, Malta, Italia y Grecia son las naciones europeas con calificaciones más bajas: 34, 43, 45 y 50, respectivamente. El estudio subraya que esto no es tan sorprendente en los casos de Italia y Grecia, cuya cultura es predominantemente patriarcal.

Costa Rica, en el lugar 18, ocupa el mejor lugar en la lista de los países latinoamericanos. Colombia y Uruguay ocupan los lugares 30 y 32, respectivamente. China, Japón, Bangla Desh, Malasia y Tailandia, los lugares 33, 38, 39, 40 y 44, respectivamente; que son los más altos dentro del continente asiático. China tiene buena calificación en Participación económica, ya que ocupa el 9° lugar; pero muy bajo nivel en Avances educativos (46) y Empoderamiento político (40).

Jordania, Pakistán, Turquía y Egipto, que son todas naciones musulmanas, ocupan los últimos cuatro lugares. El estudio sugiere que las actitudes tradicionales y extremadamente conservadoras respecto a la mujer podrían explicar este bajo nivel.

¿Es preciso el estudio en sus conclusiones respecto a la distancia de género en el mundo?

El estudio reconoce que no todos los problemas que afectan a las mujeres están incluidos en esta encuesta. Se han hecho críticas a este estudio sobre su selección de los criterios utilizados. Las noticias de IRIN dicen que el National Council of Women (NCW) en Egipto expresó cierto escepticismo sobre este estudio, ya que no toma en cuenta ciertos esfuerzos en el sentido de disminuir la distancia de género.

Egipto estaba en la última posición, pero de acuerdo con la doctora Sahar Nasr de la NCW, en los últimos 10 ó 15 años Egipto ha mejorado de manera significativa la Participación económica de las mujeres. También dice que en el nivel de Avances educativos y Salud y bienestar el país ha logrado los objetivos de la MDG antes de la fecha establecida. La relativa posición que ocuparon los países de Europa del Este posiblemente reflejan más su pasado socialista que un interés real por acortar la distancia de género. La doctora Sahar Nasr duda acerca de la utilidad de las estadísticas sobre el trabajo nacional, porque éstas no toman en cuenta a las mujeres que tienen sus propios negocios y participan del trabajo informal. La precisión de las estadísticas estará cuestionada en otros países en vías de desarrollo, donde los datos del gobierno no siempre son del todo confiables.

En algunas economías las mujeres pueden decidir no trabajar fuera de casa, pero en otras no tienen opción. Deben trabajar fuera de casa; sin embargo, el nivel de empoderamiento es mínimo.

A pesar de que el estudio confirma creencias previas generalizadas acerca de la distancia de género, no podemos olvidar que el trabajo se llevó a cabo solamente en 58 países; por tanto, no tenemos información del resto del mundo.

Según los autores, la existencia de información confiable fue su principal preocupación y, con base en eso, decidieron incluir ciertos países y dejar fuera otros. Solamente dos países en África, al sur del Sahara, fueron incluidos en este estudio: Sudáfrica y Zimbawe.

Los países en vías de desarrollo pueden estar poco representados en la escala, sin embargo, el “Empoderamiento de las mujeres: Midiendo la distancia de género en el mundo” es una valiosa herramienta de referencia para una posible guía política.

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