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Papeles de población

versión On-line ISSN 2448-7147versión impresa ISSN 1405-7425

Pap. poblac vol.25 no.99 Toluca ene./mar. 2019  Epub 25-Mayo-2020

https://doi.org/10.22185/24487147.2019.99.07 

Artículos

Calidad de vida en migrantes latinoamericanos y caribeños asentados en Madrid, España

Quality of life in Latin American migrants and Caribbeans settled in Madrid, Spain

Víctor Hugo Rentería-Pedraza* 
http://orcid.org/0000-0002-5242-4847

* Universidad Internacional de la Paz, México


Resumen:

El trabajo analiza la calidad de vida de los migrantes latinoamericanos y caribeños que residen en Madrid, España. El estudio incluye un análisis del bienestar objetivo y subjetivo a partir de la aplicación de una encuesta a 135 personas, considerando elementos como el acceso a los servicios básicos, acondicionamiento de la vivienda, hacinamiento, ingreso, acceso a los servicios educativos y de salud, capacidad para la convivencia familiar, ejercicio de la cultura, religiosidad y tradiciones, participación social, respeto a los derechos humanos y civiles, salud mental, satisfacción laboral y satisfacción con el proyecto de migración. Los resultados señalan que existen indicadores insatisfechos como el salario, la participación cívica y política y, la salud mental, en tanto que los satisfactores que muestran niveles aceptables se encuentran en la capacidad para la práctica de la cultura, incluyendo la religión, celebración de fiestas y tradiciones ancestrales, así como las satisfacciones básicas como el alimento, el hogar y su equipamiento, y, los servicios de salud y educativos.

Palabras clave: Migración; latinoamericanos; calidad de vida; Madrid

Abstract:

This paper analyzes the quality of life of Latin American and Caribbean migrants residing in Madrid, Spain. The study includes an analysis of objective and subjective well-being based on the application of a survey to 135 people, considering elements such as access to basic services, housing conditioning, overcrowding, income, access to educational and health services, capacity for family coexistence, exercise of culture, religiosity and traditions, social participation, respect for human and civil rights, mental health, job satisfaction and satisfaction with the migration project. The results indicate that there are dissatisfied indicators such as salary, civic and political participation and mental health, while satisfiers that show acceptable levels are found in the ability to practice culture, including religion, celebration of holidays and ancestral traditions, as well as basic satisfactions such as food, home and equipment, and health and educational services.

Keywords: Migration; Latin American immigrants; quality of life; Madrid

Introducción

Desde la perspectiva del ingreso, la diferencia existente en los niveles salariales de España en comparación con el promedio de los países latinoamericanos, permitiría explicar la persistencia de la migración ya que, de acuerdo con el Banco Mundial (2017), el Ingreso per cápita anualizado para el año 2015 en España fue de $27,580 (U.S.), mientras que el ingreso promedio en la región latinoamericana fue de apenas $9,082 (U.S.). No obstante, autores como Rapley (2003) y Rojas (2006) consideran que el ingreso por sí solo, no incrementa la calidad de vida y es significativo sólo en tanto permite la satisfacción de las necesidades básicas; en el mismo sentido, Tov y Diener (2009), señalan que el desarrollo económico puede ser un factor, pero no es condicionante para el bienestar, más aún, si para obtener ese desarrollo los migrantes se tienen que enfrentar al aislamiento social, la fragmentación de la familia y periodos prolongados de tristeza, miedo y depresión por su condición migrante.

Más allá del ingreso, la calidad de vida es un concepto que comprende todas las circunstancias en que se desarrolla la vida de una persona y por consiguiente, es también un concepto multidimensional, dado que abarca aspectos externos a los individuos y las interrelaciones en los campos de lo social, de salud, lo económico y las condiciones medioambientales que afectan el desarrollo de la vida misma (Banco Interamericano de Desarrollo, 2008; Ontario Social Development Council, 1997).

Ante tal situación, considerando que España es el destino de aproximadamente 2.2 millones de migrantes latinoamericanos (segundo lugar después de Estados Unidos), se ha considerado pertinente la realización de un estudio en torno a las condiciones en que transcurre la vida de los migrantes latinoamericanos que residen en este país y, de las capacidades con las que cuentan para el desarrollo de las relaciones sociales y el ejercicio de la cultura; el acceso a los servicios de salud, educación e información, la libertad de comunicación y de expresión, satisfacción laboral y en general, las condiciones necesarias para el desarrollo de una vida de calidad.

No es un estudio comparativo ya que no se consideran las variaciones en la calidad de vida antes y después de la migración; se trata de un estudio de caso que midió en el momento de su aplicación los niveles de los distintos componentes que integran el bienestar objetivo y subjetivo de los migrantes latinoamericanos que residen en Madrid, España; no obstante, al final del análisis es posible hacer una comparación entre los niveles de calidad de vida reportados por los migrantes latinoamericanos en Madrid y la población local de España, así como del conjunto de países latinoamericanos, gracias a los datos existentes para el mismo año 2015, disponibles en la Base de datos Mundial sobre Felicidad (Veenhoven, 2015).

Antecedentes

En sus inicios, la historia de los flujos migratorios entre la península ibérica y la actual región latinoamericana, fue una historia de inmigración y no de emigración. Durante los siglos que prevaleció la colonia, arribaron a América unos 750 mil españoles (Actis, de Prada y Pereda, 2008); en tanto que, en Brasil sólo entre 1509 y 1790 se habían instalado unos tres millones de portugueses. Por otro lado, tanto españoles como portugueses habían traído a sus posesiones en América hacia finales del siglo XVIII, unos 2.5 millones de esclavos procedentes de distintas regiones de África (Vitale, 1992).

Los procesos de independencia que se suscitaron en América Latina a partir de 1804 con la rebelión de los esclavos en Haití, y finalizaron en 1902 con la independencia de Cuba, no frenaron la migración procedente principalmente de España. Incluso, durante la primera mitad del siglo XX, la guerra civil española (1936-1939) que terminó con la derrota de la Segunda República y la instauración del gobierno dictatorial del General Francisco Franco, generó el exilio en América Latina de miles de refugiados españoles; según señala Pla Brugat (2007) tan solo en México, Argentina, Venezuela y Chile, fueron recibidos unos 36,200 exiliados.

La migración cambia de dirección cuando en 1975 muere Francisco Franco y se inicia en España un proceso de transición democrático, lo que favoreció el retorno de una gran cantidad de exiliados españoles en América Latina, muchos de los cuales habían establecido relaciones familiares con personas originarias de los países en los que se exiliaron.

Por otro lado, la mayoría de países latinoamericanos enfrentaban a finales de la década de 1970 crisis sociales, políticas y económicas, que se prolongaron hasta la década de 1980, periodo en el que inicia la migración significativa originada en esta región, con destinos principalmente a Estados Unidos y España.

El crecimiento económico que España mantuvo durante la década de 1990 y que se prolongó hasta la crisis de 2008, demandó mano de obra extranjera y generó una gran migración, originada principalmente en los países sudamericanos; como se muestra en la Figura 1, específicamente a partir del año 1998, inicia un crecimiento paulatino de migrantes latinoamericanos hacia España, que alcanza su pico máximo en el año 2007 con 336,646 ingresos, y que a consecuencia de la crisis de 2008, inicia un descenso gradual hasta el año de 2013, en que solo se registraron 95,588 casos.

Fuente: elaboración propia con información de INE (2015) y del Banco Mundial (2015a).

Figura 1: España: Porcentaje de variación anual del Producto Interno Bruto y altas de migrantes latinoamericanos (años seleccionados). 

No obstante, a pesar de la disminución en la intensidad migratoria originada en América Latina con dirección a España, y de la salida de ese país de casi 30 por ciento de esta población, en el año 2010 los latinoamericanos representaron 5.1 por ciento de la población total en ese país y 31.6 por ciento del total de su población extranjera (OEA, 2011; INE, 2010; OCDE, 2015), y a partir de la recuperación económica española a partir de 2014, el índice de migración ha tenido nuevamente un crecimiento sostenido. En este contexto, hasta el año 2015 se encontraban en España alrededor de 2.2 millones de migrantes procedentes de la región latinoamericana, la mayoría de ellos concentrados en la comunidad Autónoma de Madrid (Instituto de Estadística de la Comunidad de Madrid, 2015).

La calidad de vida

Conceptos y elementos teórico-metodológicos

Definir la calidad de vida resulta una actividad muy compleja, ya que incluye en sí misma elementos concretos susceptibles de ser medidos y elementos abstractos de los que solamente se puede obtener la percepción de las personas. Ante tal situación, en el tema se ha discutido la posibilidad de establecer de manera universal, tanto una definición como un método de medición, bajo el cuestionamiento de si existen o no, condiciones generales que permitan la calidad de vida en las distintas personas y sociedades del mundo, indistintamente de sus circunstancias sociales, culturales, económicas e incluso históricas.

En principio, la calidad de vida es un término que no está claramente definido, por lo contrario, existe una amplia diversidad de definiciones e interpretaciones. En una revisión de la literatura sobre al tema, Schalock (2004) encontró que existen más de 100 definiciones del concepto de calidad de vida y entre el año de 1985 hasta la publicación de su estudio en 2004, se habían publicado más de 20,900 artículos, conteniendo el termino de calidad de vida en sus títulos.

La diversidad cultural y la subjetividad que imprimen las valoraciones personales que cada individuo pueda hacer sobre su propia vida, han limitado el establecimiento de una definición y una metodología universal. Sin embargo, a pesar de que prevalece la discusión sobre los dominios y los factores que podrían permitir la medición de la calidad de vida, parece existir un acuerdo entre los distintos investigadores respecto a que ésta se constituye de una serie de elementos materiales y no materiales u objetivos y subjetivos, y que es importante conocer el estado de todos ellos, en la pretensión de conocer el estado que guarda la calidad de vida de una persona o de una población en particular. Bajo esta misma lógica, Cummins (2000) reconoce que la calidad de vida es un constructo muy amplio que incluye distintos significados que en general, están orientados a la búsqueda de una buena vida y feliz.

Concebir a las necesidades humanas más allá de las elementales que permiten la subsistencia, parece ser el eje de las distintas definiciones de calidad de vida que actualmente se encuentran en la literatura. Por ejemplo, Felce y Perry (1995) definen la calidad de vida como un bienestar general que comprende indicadores objetivos y evaluaciones subjetivas del bienestar físico, material, social y emocional, junto con el desarrollo personal, todos ponderados por un conjunto de valores personales. Por su parte, Haas (1999) asegura que calidad de vida, es un término que implica la totalidad de la vida y no solo algunas de sus partes.

De acuerdo con lo anterior, desde la perspectiva objetiva se considera la vivienda y los servicios básicos como pueden ser el agua, electricidad y el drenaje, los enseres básicos como la estufa, refrigerador y el televisor. Dentro del bienestar objetivo también se incluye un bienestar social donde se puede considerar el acceso a los servicios de salud y educación, respeto a los derechos humanos y civiles, facilidades para la práctica de la cultura incluyendo la religión y las costumbres tradicionales, capacidad para el desarrollo económico y en general toda convivencia y participación social.

En cuanto al bienestar subjetivo, este se constituye por dos principales componentes, por un lado, la cultura que determina en gran medida la identidad y reproduce los arquetipos distintivos en cada grupo social y, por otro lado, la personalidad conformada por las características psicológicas e incuso genéticas, que determinan la reacción que las personas tienen frente a los eventos que pueden afectar positiva o negativamente su vida (Diener, 2009). Al respecto, investigadores como Stahl, Plichtová, Sardi y Petica (2004), argumentan que la personalidad tiene un mayor peso en la evaluación del bienestar subjetivo, ya que es el centro psicológico de la calidad de vida en razón de que está fuertemente conectado con el grado en que cada persona puede tomar diferentes elecciones y es capaz de hacer uso de ellas.

Por otro lado, las doctrinas religiosas enmarcadas en cada cultura juegan un papel determinante y pueden tener efectos sobre la valoración de la calidad de vida. Al respecto, Kim-Prieto y Diener (citados en Tov y Diener, 2009), señalan que los países que profesan el cristianismo reportan altos niveles de felicidad y bajos niveles de culpa, en comparación con los musulmanes.

Las diferencias culturales inciden contundentemente en los resultados de los estudios sobre el bienestar y son consistentes en las diversas investigaciones, incluso en las contradicciones que señalan que las naciones desarrolladas no necesariamente son las que tienen mejores niveles de satisfacción y felicidad, ya que los países latinoamericanos regularmente se clasifican en los niveles más altos, a pesar de la distancia que existe en el desarrollo económico y el poder adquisitivo (Diener, 2009).

La cultura, entonces, es quizá el principal elemento subjetivo que determina la percepción de la calidad de vida, ya que genera una visión del mundo y sirve como un filtro que permite que tanto la situación económica como el entorno social, sean percibidos de manera distinta entre las distintas sociedades. Rapley (2003) señala que desde que las personas nacen, la cultura les otorga una identidad, determinada por la relación que tienen tanto con otras personas, como con la flora y la fauna, de igual manera, determinada por las costumbres, los valores, la religión y el significado de su propia vida.

Además, si este concepto llegara a segmentarse para su comprensión y estudio, la suma de estos componentes debería representar el total del constructo, de ahí que los estudios de la calidad de vida sean multidisciplinarios y multidimensionales.

Metodología

El objetivo de la presente investigación fue conocer los niveles de calidad de vida de los latinoamericanos que residen en Madrid, España; para el efecto, se diseñó la Encuesta sobre Calidad de Vida en Migrantes Latinoamericanos Internacionales (ECVMLI), misma que se aplicó a 135 personas y, que permitió en una primera sección obtener datos relativos al bienestar objetivo, tales como el acceso a la vivienda y a los servicios y enseres básicos del hogar, el nivel de hacinamiento, ingreso, estatus migratorio y el acceso a los servicios de salud y asistencia social. Adicionalmente, los datos contenidos en esta sección permitieron establecer un perfil sociodemográfico con datos referenciados a la edad, género, nacionalidad, estado civil, nivel educativo y profesión.

La segunda sección se constituye de 20 reactivos donde se incluyen adaptaciones de otros instrumentos utilizados en la medición del bienestar subjetivo, como son la escala de satisfacción por la vida (Satisfaction With Life Scale), desarrollada por Diener et al. (1985), algunas preguntas presentes en la Base Mundial de Datos sobre la Felicidad1 (Veenhoven, 2015), la pregunta única sugerida por Andrews y Withey (1976), para evaluar el estado general de la vida y, la pregunta diseñada por Cantril (1965), en donde el encuestado evalúa la posición que ocupa su vida entre lo mejor y lo peor posible.

Como aportación propia, se incluyeron algunos reactivos que proporcionaron información respecto a la percepción sobre el futuro (optimista o pesimista); a la satisfacción del proyecto de la migración, percepción sobre el respeto a sus derechos humanos y civiles, satisfacción laboral, bienestar emocional y la salud mental reflejada en periodos prolongados de depresión, estrés, tristeza, ansiedad o miedo.

Para las respuestas del cuestionario se optó por una escala que incluye una numeración de cero a diez, donde el rango comprendido entre cero y dos representa una “muy baja” calidad de vida, entre dos y cuatro una calidad de vida “baja”, entre cuatro y seis una calidad de vida mediana o “regular”, entre seis y ocho una calidad de vida “buena” y entre ocho y diez una calidad de vida “muy buena” (Figura 2).

Fuente: elaboración propia.

Figura 2: Escala para la medición de la Calidad de Vida en la ECVMLI 

La escala cero a diez fue diseñada por Cantril y utilizada por primera vez por en su estudio publicado en 1965; de acuerdo con Cummins (2002), cuenta con la ventaja de ser muy fácil de administrar y muy simple de comprender, además de minimizar la posibilidad de tergiversar la opinión del encuestado ya que no impone una serie de categorías. Por otro lado, la escala cero a diez incita al encuestado a reflexionar brevemente sobre su vida y genera con esto, una respuesta lo más cercanamente posible a su realidad.

La encuesta se aplicó a 135 mujeres y hombres que cumplieron con la condición de ser migrantes latinoamericanos, con una estancia igual o mayor a cinco años en el España y tener una edad igual o mayor a los 20 años; las anteriores consideraciones no constituyen categorías de análisis, son simplemente consideraciones en la intención de obtener una mejor lectura de la calidad de vida de los migrantes en cuestión, bajo la suposición de que, en la mayoría de los casos, los migrantes de reciente arribo, tienden a reportar niveles menores de calidad de vida, debido al periodo de adaptación a la nueva sociedad y de asimilación a la nueva cultura, además, debido a que el proceso de inmigración implica generalmente la asistencia de familiares o amigos cercanos, los cuales alojan temporalmente al nuevo miembro y lo vinculan con las fuentes de trabajo en tanto logra independizarse, en un proceso que puede llevar muchos meses o incluso años. La condición de que los encuestados tengan 20 años o más, radica en la consideración de que la población que se sitúa por debajo de este rango, probablemente no se cuestione todavía aspectos relativos a su calidad de vida y a la evaluación de la misma respecto al pasado, presente y futuro, en parte debido a su juventud y a la probable ausencia de compromisos como el matrimonio y los hijos.

La encuesta se aplicó en dos periodos, la primera entre los meses de febrero y marzo y la segunda entre los meses de julio y agosto de 2015, en varios distritos de la comunidad de Madrid, principalmente en Ciudad Lineal, Tetuán, Carabanchel, Fuencarral, Moratalaz y Puente de Vallecas.

Resultados

Perfil sociodemográfico

La aplicación de la encuesta permitió en un principio, establecer un perfil sociodemográfico de la población objeto de estudio, en el análisis por rangos quinquenales de edad, destaca, en primera instancia, que el mayor porcentaje corresponde al grupo situado entre los 35 y 39 años de edad. En esta categoría se encuentra 26.5 por ciento de las mujeres y 24.4 por ciento de los hombres, la media de la edad considerando ambos sexos se situó en los 38 años.

Respecto a la composición por género el porcentaje de hombres encuestados fue ligeramente mayor, este grupo representó 55 por ciento del total, en tanto que las mujeres constituyeron 45 por ciento restante. En lo correspondiente a su estado civil, 57.3 por ciento dijo estar casado o vivir en unión libre, mientras que 36 por ciento manifestó permanecer soltero o soltera, cuatro por ciento se encuentra separado o divorciado y apenas 2.7 por ciento se encuentra en estado de viudez.

En lo que corresponde al país de procedencia y tiempo de migración, la mayor representación corresponde a los nacionales de Ecuador con 40 por ciento de total de la muestra, seguidos por los nacidos en Perú con 18 por ciento, los de Colombia con 15 por ciento y los de Bolivia con ocho por ciento.

Las naciones con menor representación son El Salvador con uno por ciento del total, México, Cuba y Costa Rica con tres por ciento en cada caso, Argentina y República Dominicana con cuatro y cinco por ciento, respectivamente. Por región, Norteamérica representada sólo por México apenas constituye tres por ciento, mientras que la región de Centroamérica y el Caribe conforman 12 por ciento y los procedentes de Sudamérica representaron 85 por ciento del total (Figura 3).

Fuente: elaboración propia.

Figura 3: Migrantes de América Latina y el Caribe en Madrid, España. (Porcentajes por país de procedencia, 2015) 

Respecto al tiempo de migración, en la Figura 4 se puede observar una correspondencia con el crecimiento económico, ya que, de los migrantes encuestados, 55 por ciento del total manifestó tener entre seis y diez años de haber migrado, lo cual corresponde a la década ocurrida entre los años 2000 y 2010, periodo en que la economía española experimentó un máximo histórico en la época reciente.

Figura 4: Migrantes de América Latina y el Caribe en Madrid, España. (Porcentajes por años de migración, 2015) 

En un análisis más amplio por grupos de diez años de migración, se observa de igual manera una concordancia con el crecimiento económico en España, la relativamente reciente migración hacia ese país y la variación en el crecimiento económico se refleja en el apenas 21 por ciento de la población que dijo tener entre 11 y 20 años de migración, mientras que la gran mayoría que constituyó 77 por ciento, dijo tener entre cinco y diez años de haber migrado.

En lo referente al estatus migratorio y la seguridad social, en España existe una política de cobertura de seguridad social al menos en lo referente a los servicios de salud para toda la población, sin exclusión de la comunidad migrante, situación que se ve reflejada en la encuesta aplicada a los migrantes latinoamericanos en Madrid, en donde 100 por ciento manifestó tener acceso a los servicios de salud.

Por otro lado, durante los años de bonanza económica, el gobierno español otorgó muchas facilidades para regularizar la situación migratoria, esto ha permitido que, en el citado distrito madrileño, 95 por ciento de los migrantes latinoamericanos cuenten con la documentación que les permite su estancia legal en ese país, frente a solo cinco por ciento que se encuentra en una situación irregular (Figura 5).

Fuente: elaboración propia.

Figura 5: Migrantes de América Latina y el Caribe en Madrid, España. (Composición por estatus legal y acceso a la seguridad social, 2015) 

Resultados del bienestar objetivo

Respecto al bienestar objetivo, la presente investigación se limitó a la medición de los servicios y enseres básicos del hogar, así como del nivel de hacinamiento, lo anterior en razón de que independientemente de la cultura y de las tradiciones, el acceso o la carencia de estos servicios, incide en la calidad de vida.

Referente a los servicios y enseres básicos, la encuesta permitió saber que 100 por ciento de los migrantes latinoamericanos en Madrid, cuentan con los enseres y servicios básicos de la vivienda, como son: agua, energía eléctrica, drenaje, televisión, radio, estufa, refrigerador y teléfono.

En lo concerniente al hacinamiento, organismos como la CEPAL (2012) consideran en situación crítica las viviendas cuyos dormitorios son habitados por cinco personas o más, en tanto que en el nivel medio se clasifican las viviendas cuyos dormitorios son ocupados por tres o cuatro personas. Considerando lo anterior, la investigación reveló que no existen niveles críticos de hacinamiento, en tanto que sólo 11 por ciento de los encuestados se encentra en situación de hacinamiento medio y una gran mayoría (89.3 por ciento de los casos) se encuentra libre de hacinamiento (Figura 6).

Fuente: elaboración propia.

Figura 6: Migrantes de América Latina y el Caribe en Madrid, España. (Composición porcentual por nivel de hacinamiento, 2015) 

En cuanto a la situación laboral y al sector del empleo, 64 por ciento de los migrantes captados se emplean en el sector terciario o de servicios, mientras que 16 por ciento lo hacían en el sector secundario. Ninguno de ellos reportó emplearse en algún trabajo propio del sector primario. El resto del porcentaje se distribuye entre 2.7 por ciento que dijeron dedicarse al cuidado del hogar y un considerable 17.3 por ciento que dijo estar desempleado; destaca que, en este grupo poblacional, ningún encuestado manifestó estar jubilado.

En cuanto a los oficios desempeñados, existe una igualdad en porcentajes entre quienes dijeron dedicarse a la construcción, los que dijeron desempeñar algún tipo de trabajo en un negocio tipo restaurante y los que se dedican al cuidado de ancianos y niños (16 por ciento cada uno). Los que se dedican al comercio constituyeron 10.7 por ciento y los empleados de oficina 5.3 por ciento.

En lo concerniente a los niveles educativos, los resultados indican que, de los latinoamericanos encuestados en Madrid, 33 por ciento dijo tener educación secundaria, 35 por ciento educación media superior y 11 por ciento informó contar con educación superior, mientras que ninguno de ellos se reportó sin instrucción.

En lo que corresponde al ingreso, el Ministerio de Empleo y Seguridad Social de España (2015), fija anualmente un salario mínimo, mismo que para el año 2015 se estableció en 21.62 euros por día o 648.60 euros por mes. Por su parte, el Banco Mundial (2017) señala que en 2015, en España se registró un ingreso per cápita anualizado de 25,072 euros anuales o 2,089 euros por mes2; no obstante, de acuerdo con la Unión General de Trabajadores (2017), los extranjeros devengaron salarios 36 por ciento inferiores a los nacionales de España, que correspondería a 1,336 euros por mes.

Congruente con lo anterior, en la Figura 7 se muestra el ingreso de la población migrante captada, se observa una hegemonía en el rango de 1,001 a 1,500 euros, 38 por ciento de la población encuestada recibe en promedio mensual esta cantidad, destaca por un lado que 41 por ciento de los trabajadores migrantes, no logran superar la ganancia de mil euros por mes y, por otro lado, que apenas 13 por ciento de la población migrantes encuestados logró superar la ganancia de dos mil euros por mes.

Fuente: elaboración propia.

Figura 7: Migrantes de América Latina y el Caribe en Madrid, España. (Porcentajes por nivel de ingresos mensuales en Euros, 2015) 

Con los datos anteriores se evidencian y corroboran los señalamientos que apuntan a una marcada desigualdad en los salarios de la población migrante respecto a los de la población local.

El desarrollo y la participación social son elementos básicos de la calidad de vida; los cambios que supone la migración internacional, podrían limitar las capacidades que los migrantes tienen para entablar nuevas relaciones sociales, la convivencia familiar y la participación en los actos políticos y cívicos de la comunidad de acogida.

Los resultados obtenidos en el estudio muestran que, en cuanto a la percepción de la libertad para relacionarse socialmente, en promedio los latinoamericanos en Madrid reportaron 7.8 en la escala cero a diez, lo cual corresponde a un nivel “alto”; sin embargo, en un análisis más detallado se observa que 47 por ciento de la muestra, percibe como “muy alta” su libertad para relacionarse socialmente (Figura 8).

Fuente: elaboración propia.

Figura 8: Migrantes de América Latina y el Caribe en Madrid, España. (Percepción de la libertad que se tiene para relacionarse socialmente, 2015) 

Por otro lado, contrariamente a los aceptables niveles en cuanto a la libertad para relacionarse socialmente, existe una poca participación en los actos políticos y cívicos, en este indicador del desarrollo social, la población estudiada en Madrid reportó en promedio un nivel de 4.5, lo cual corresponde a una participación “regular”. En cuanto a la libertad de expresión, los resultados muestran una situación “regular” con un promedio de 4.7 en la escala de cero a diez.

Tratándose de migraciones internacionales, la convivencia familiar es un factor crítico para la calidad de vida, debido a que en casi el total de los casos la migración conlleva a una fragmentación por lo menos temporal de la familia; los resultados de la encuesta revelan que, en este rubro, existe un nivel aceptable en cuanto a la convivencia familiar, ya que los migrantes captados reportaron tener una “alta” convivencia con sus familias, con 7.12 en promedio en la escala de cero a diez. En el mismo sentido, la migración hacia un país con distintas costumbres y tradiciones, desafía la capacidad para el ejercicio de la cultura, este dominio de la calidad de vida es importantísimo ya que la cultura otorga a cada persona un sentido a su existencia más allá del cuerpo físico y cuyas bases se encuentran en las prácticas ancestrales expresadas en las fiestas y celebraciones tradicionales, así como en las creencias religiosas.

No obstante, la encuesta reveló que existe una “muy alta” satisfacción en los migrantes latinoamericanos, respecto a la libertad para realizar las celebraciones y fiestas tradicionales, dado que, en promedio, manifestaron 8.47 en la escala cero a diez. Por otro lado, el ejercicio de la religión y de las creencias personales se ubica en una “alta” satisfacción, ya que en promedio en los migrantes latinoamericanos en Madrid reportaron 7.25.

En lo referente al acceso a la información de interés común, se registró una calidad “alta”; mientras que en la capacidad para la recreación y el ocio, se posicionó en un nivel “muy alto” promediando 8.64 en la multicitada escala.

En resumen, la Figura 9 muestra los resultados del bienestar objetivo, específicamente lo que corresponde al bienestar social; como se puede apreciar, los migrantes encuestados expresaron una capacidad regular, tanto la libertad de expresión como la participación política y cívica, en tanto que destaca la muy alta capacidad para el ejercicio de la religión y las creencias, así como la recreación y el ocio, destacable también es que en ninguno de los indicadores existe una baja calificación.

Fuente: elaboración propia.

Figura 9: Migrantes de América Latina y el Caribe en Madrid, España. (Percepción del bienestar objetivo, 2015) 

Resultados del bienestar subjetivo

Como ya se ha mencionado, la medición del bienestar objetivo sólo puede hacerse a partir de la valoración que las propias personas hacen sobre su vida, ya que de acuerdo a Hamilton y Scullion (2005), este es el criterio más valido para dicha valoración, incluso, a pesar de que las condiciones materiales parezcan o no las mejores; complementando lo anterior, Veenhoven (2006) apunta que para valorar el bienestar subjetivo, la mayoría de las personas suelen evaluar su vida de manera afectiva y cognitiva e incorporan consideraciones sobre su pasado, presente e incluso el futuro.

Los resultados que se obtuvieron a partir del estudio en los migrantes latinoamericanos en Madrid señalan que estos, tienen un nivel de satisfacción por la vida apenas bordeando los limites inferiores del nivel “alto” con una puntuación promedio de 6.8 en la escala cero a diez. En la encuesta se incluyeron tres reactivos que permitieron una comparación de los niveles de satisfacción por la vida, entre los migrantes latinoamericanos en Madrid, la población de España y la de los países que conforman la región latinoamericana, gracias a la información existente en la base mundial de datos sobre distintas mediciones relacionadas con la felicidad, el bienestar y la calidad de vida (Veenhoven, 2015).

En la Figura 10 se puede observar que el nivel más bajo pertenece a la sociedad española, la cual apenas logra cruzar el límite que le sitúa en una calidad de vida “alta” con un promedio de 6.08; por su parte, los latinoamericanos en Madrid promediaron 7.03, localizándose en un nivel “alto”, y el conjunto de países que conforman la región latinoamericana promedió 7.4, ubicándose también en un nivel “alto”.

Fuente: elaboración propia en base a Veenhoven (2015) y resultados de la encuesta aplicada

Figura 10: Satisfacción por la vida (Poblaciones seleccionadas, 2015) 

En cuanto a la valoración subjetiva considerando la vida completa (vista como un todo), los resultados expuestos en la Figura 11, muestran que el conjunto de países latinoamericanos reportan un grado “alto” de satisfacción con 7.1 en promedio; misma situación para España y para los migrantes latinoamericanos en ese país los cuales promediaron 7.3 y 7.2 respectivamente.

Fuente: elaboración propia con base en Veenhoven (2015) y resultados de la encuesta aplicada para el presente estudio.

Figura 11: Satisfacción por la vida completa (Poblaciones seleccionadas, 2015) 

El siguiente análisis corresponde a la adaptación de la pregunta: “Suponga que el número “10” representa la mejor vida posible para usted y el numero “0” la peor vida posible, ¿en qué número ubicaría su vida en el tiempo presente?” La anterior pregunta consiste por si sola en un método para la medición del bienestar subjetivo y a pesar de que fue diseñada por Cantril en 1965, en la actualidad continúa siendo una de las herramientas más utilizadas, principalmente por investigadores y organismos que generan estadísticas mundiales sobre el bienestar objetivo, como Gallup (2009), Veenhoven (2015) y United Nations International Children's Emergency Fund (2007).

En la Figura 12 se presentan los resultados de la encuesta para los migrantes latinoamericanos en España, contrastados con la población nativa de esta nación, así como del conjunto que integra la región latinoamericana a partir de los datos disponibles en la base mundial de datos sobre la felicidad (Veenhoven, 2015).

Fuente: elaboración propia con datos de Veenhoven (2015) y resultados de la encuesta aplicada para el presente estudio.

Figura 12: Valoración de la vida entre lo mejor y lo peor posible (Poblaciones seleccionadas, 2015) 

Como se puede observar, la población española nativa promedió 6.3 con los cual se ubica un nivel “regular”, mismo nivel en que se situaron el conjunto de países latinoamericanos promediando 6.4, en tanto que los migrantes latinoamericanos y caribeños que habitan en Madrid promediaron 6.7 en la escala cero a diez.

Las valoraciones respecto al bienestar emocional se obtuvieron mediante la pregunta: “¿Qué tan frecuente se ha sentido usted: Nervioso, deprimido, preocupado, triste, con ansiedad o con miedo?”, en donde la respuesta más cercana al número “10” (casi nunca) refleja un muy alto bienestar emocional y la más cercana al “0” (muy frecuentemente) refleja un bienestar emocional muy bajo.

Los resultados obtenidos mostraron que el grupo de migrantes latinoamericanos y caribeños en Madrid, reporta un bienestar emocional “regular”, con una puntuación de 4.6 promedio; en una perspectiva más detallada respecto a la distribución de las respuestas; resalta por un lado que apenas cuatro por ciento reportó que, durante su permanencia en España, casi nuca ha experimentado estados mentales adversos, reflejando con esto un bienestar emocional “muy bueno”. Sin embargo, los mayores porcentajes de esta población se encuentran entre 37 por ciento que reportó tener un bienestar emocional “regular”, y 31 por ciento que manifestó tener un bienestar emocional “bajo”.

Respecto a satisfacción por los logros adquiridos en el proyecto de la migración, el promedio fue de 6.55, que les coloca en un nivel de satisfacción “alto”, en el mismo nivel se encuentra la percepción sobre el futuro donde el promedio fue de 7.2.

Por otro lado, existe una “alta” satisfacción laboral entre los migrantes latinoamericanos y caribeños, según la consideración de que los empleos desempeñados les han parecido justos y dignos, promediando 7.5. Finalmente, en la percepción que tienen sobre el respeto a sus derechos humanos y civiles, el nivel de satisfacción es “alto” al promediar 7.8.

En resumen, el bienestar subjetivo de los migrantes estudiados muestra niveles ligeramente menores a los de la población nativa; los cambios más significativos se registran en el bienestar emocional; no obstante, se muestran también índices ligeramente mayores respecto a sus connacionales que permanecen en sus respectivos países.

Como ejemplo de lo anterior, en la Figura 13 se muestra una comparación entre los niveles de bienestar subjetivo de los migrantes procedentes del Ecuador, quienes son el grupo mayoritario de migrantes latinoamericanos en España y en el Distrito de Madrid; se observa que reportan niveles de satisfacción más altos que los de sus connacionales en su país.

Fuente: elaboración propia con datos de Veenhoven (2015) y resultados de la encuesta aplicada para el presente estudio.

Figura 13: Bienestar subjetivo (Ecuador y migrantes ecuatorianos en Madrid, España, 2015) 

Conclusiones

Para la elaboración de la presente investigación, se definió la calidad de vida como una integración favorable de las condiciones objetivas y subjetivas en que se desarrolla la vida misma, estableciendo para el efecto las variables que permitieron su medición a través de una encuesta. Respecto al bienestar objetivo, los datos obtenidos demuestran que existe una calidad de vida aceptable en lo que corresponde a la vivienda, en los migrantes latinoamericanos y caribeños en Madrid, ya que cuentan con los servicios y enseres básicos del hogar y no existen niveles altos de hacinamiento.

Sin embargo, en lo relativo al ingreso, los migrantes en cuestión devengan salarios inferiores a la media nacional en España, las expectativas en este rubro tampoco parecen favorables ya que si bien, en los últimos dos años (2014 y 2015) ha habido una recuperación en las tasas de desempleo, el índice de 26 por ciento que se alcanzó en 2013, sigue teniendo efectos en los niveles de desempleo en los trabajadores migrantes en España (INE, 2016).

Sin embargo, el menor ingreso no necesariamente implica una menor calidad de vida, ya que, contribuye al bienestar subjetivo sólo en cuanto permite el acceso a los bienes y servicios básicos; superando este nivel, su impacto en la calidad de vida se diluye progresivamente. En este sentido, el envío de remesas permite deducir que los ingresos no son tan limitados dado que, según datos del Banco Mundial (2015b), en el año 2015 la región latinoamericana recibió unos 3,448 millones de dólares en remesas provenientes de España; por otro lado, a pesar de los bajos salarios que perciben los migrantes latinoamericanos y caribeños en España, la migración sigue siendo una mejor opción en la ponderación del costo-beneficio, en razón de los todavía menores niveles salariales que se perciben en América Latina.

Aunado a lo anterior, estudios como el realizado por Cárdenas et al. (2009), han demostrado que si bien, el envío de remesas pudiese incidir en el bienestar objetivo de los migrantes, incrementa por otro lado su bienestar subjetivo dado que, en la mayoría de los casos, la migración es un proyecto familiar y las remesas permiten una mejor calidad de vida de las familias de los migrantes, lo que hace que estos experimenten cierta satisfacción por el proyecto de migración e incrementen su bienestar subjetivo.

En lo que corresponde a los indicadores sociales, la investigación evidenció que existen indicadores con baja calificación como la libertad de expresión y la participación política y cívica; en el lado opuesto, se encontraron condiciones favorables para el ejercicio de la cultura, las tradiciones, la religiosidad y las creencias, así como la recreación, el ocio y la convivencia familiar; esta información es de suma importancia para la comprensión de la parte subjetiva de la calidad de vida, ya que autores como Diener (2009), Rapley (2003) y Cummins (2000), han señalado la contundente incidencia que la cultura tiene sobre las valoraciones que determinan la calidad de vida dado que las prácticas culturales, permiten a los migrantes de alguna manera, vivir un mundo propio en una nación ajena, percibir la vida desde su cosmovisión a pesar de encontrarse desterritorializados y experimentar con ello, un bienestar subjetivo.

En conclusión, los indicadores del bienestar objetivo que muestran niveles bajos se localizan en los ingresos, la participación cívica y política, así como en el bienestar emocional, en tanto que, entre las necesidades relativamente satisfechas se encuentran la alimentación, los servicios de salud y educación, así como la vivienda y los enseres y equipamiento necesarios para un buen funcionamiento de la misma.

Respecto al bienestar subjetivo, se muestran niveles aceptables en casi todas las variables que se consideraron en la encuesta, resalta el ejercicio de la cultura, fiestas y celebraciones tradicionales, así como la libertad para la práctica de la religión. En niveles aceptables se encuentra también la valoración por la vida, la percepción sobre un buen futuro y la satisfacción en el proyecto de migración.

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1 La Base Mundial de Datos sobre la Felicidad también permitió hacer un comparativo entre los niveles de satisfacción por la vida de los migrantes latinoamericanos en España y los índices reportados en la región de Latinoamérica; dichas preguntas consisten en una autovaloración de la vida en un solo reactivo, e incluyen el instrumento de la organización Eurobarómetro, utilizado para la medición de la satisfacción por la vida en los países miembros de la Unión Europea.

2El Banco Mundial (2017) calcula el Ingreso Per Cápita anualizado en dólares estadounidenses corrientes, para España en 2015 el ingreso fue de 27,580 dólares anuales que corresponden a 25,072 euros, considerando la paridad de 1.10 dólares por euro, según el promedio anual 2015 registrado por el Banco Central Europeo (2016).

Recibido: 09 de Marzo de 2017; Aprobado: 18 de Enero de 2019

Víctor Hugo Rentería Pedraza Es Licenciado en Ciencias Sociales por la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), Maestro en Ciencias Sociales por La Uni versidad Autónoma de Baja California (UABC), Maestro en Estudios de Migración Internacional por el Colegio de la Frontera Norte (COLEF) y Doctor en Estudios del Desarrollo Global por la Universidad Autónoma de Baja California (UABC). Ha publicado diversos artículos en revistas indizadas y arbitradas, así como coautoría en diversos capítulos de libros. Es miembro del Sistema Nacional de Investigadores y actualmente labora en la Universidad Internacional de La Paz como coordinador de proyectos de investigación. Dirección electrónica: victorhrenteria@uabc.edu.mx ORCID: https://orcid.org/0000-0002-5242-4847

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