SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.23 número94Duración de los viajes migratorios de mexicanos indocumentados en Estados Unidos bajo la política de reforzamiento de la fronteraMigración interna y urbanización sin eficiencia en países en desarrollo: evidencia para Ecuador índice de autoresíndice de assuntospesquisa de artigos
Home Pagelista alfabética de periódicos  

Serviços Personalizados

Journal

Artigo

Indicadores

Links relacionados

  • Não possue artigos similaresSimilares em SciELO

Compartilhar


Papeles de población

versão On-line ISSN 2448-7147versão impressa ISSN 1405-7425

Pap. poblac vol.23 no.94 Toluca Out./Dez. 2017

https://doi.org/10.22185/24487147.2017.94.032 

Artículos

Migración de retorno de Estados Unidos a los municipios metropolitanos del Estado de México 2000-2010

Return migration from the United States to the metropolitan municipalities of the State Mexico 2000-2010

Eduardo Andrés Sandoval-Forero* 

Juan Gabino González-Becerril* 

Cesar Ignacio Cruz-Islas** 

* Universidad Autónoma del Estado de México, México

** El Colegio del Estado de Hidalgo, México


Resumen:

La migración de mexicanos hacia otros países, principalmente a Estados Unidos de Norteamérica, es un fenómeno que ha sido estudiado desde diversos enfoques y metodologías. Uno de las dimensiones del sistema migratorio que mayor atención se ha dado desde 2008 a la fecha es el asociado a la migración de retorno, y llama la atención que los flujos de retorno se han modificado en su dinámica e intensidad, particularmente los que tienen como destino los conglomerados urbanos. Por ello, el presente estudio tiene como objeto analizar, a través de técnicas estadísticas descriptivas y de correlación de variables, las relaciones principales de la migración de retorno en los municipios metropolitanos vs los no metropolitanos del Estado de México con la intensidad migratoria, la marginación y la pobreza; así como describir las características sociodemográficas de quienes retornaron a la entidad diferenciados entre lo metropolitano y no metropolitano para con ello aportar elementos para la definición de estrategias de política pública.

Palabras clave: Migración de retorno; marginación; pobreza; características sociodemográficas y metropolitanas

Abstract:

The migration of Mexicans to other countries, mainly the United States of America, is a phenomenon that has been studied from diverse approaches and methodologies. One of the dimensions of the migration system that has been given the greatest attention since 2008 to date is that associated with return migration, and it is noteworthy that the return flows have changed in their dynamics and intensity, particularly those with Destination in urban conglomerates. Therefore, the present study aims to analyze the main relations of return migration in the metropolitan and non-metropolitan municipalities of the State of Mexico with migration intensity, marginalization and poverty; As well as to describe the sociodemographic characteristics of those who returned to the entity differentiated between the metropolitan and non-metropolitan, in order to provide elements for the definition of public policy strategies.

Key words: Return migration; marginalization; poverty; sociodemographic and metropolitan characteristics

Introducción

La migración de mexicanos hacia otros países, principalmente a Estados Unidos de Norteamérica, es un fenómeno que ha sido estudiado1 desde diversos enfoques y metodologías. Uno de las dimensiones del sistema migratorio que mayor atención se ha dado desde 2008 a la fecha es el asociado a la migración de retorno, y llama la atención que los flujos de retorno se han modificado en su dinámica e intensidad, particularmente los que tienen como destino en los conglomerados urbanos. Por ello, el presente estudio tiene como objeto analizar las relaciones principales de la migración de retorno en los municipios metropolitanos vs los no metropolitanos del Estado de México con la intensidad migratoria, la marginación y la pobreza; así como describir las características sociodemográficas de quienes retornaron a la entidad diferenciados entre lo metropolitano y no metropolitano para con ello aportar elementos para la definición de estrategias de política pública.

Con base en lo anterior la estructura del primer informe de este proyecto en su avance de la siguiente manera: se describen los antecedentes de la migración de retorno a nuestro país, en lo siguiente se expone la migración de retorno en el contexto nacional, también se incluye el contexto estatal de la migración de retorno, los cambios en la migración de retorno en las Zonas Metropolitanas mexiquenses, las principales características sociodemográficas de los migrantes de retorno y por último los comentarios finales.

Antecedentes de la migración de retorno

La migración de mexicanos a Estados Unidos, es un fenómeno que ha sido estudiado desde diversos enfoques y metodologías. Se trata de un importante flujo de personas que, por más de un siglo, ha dejado el país en busca de oportunidades de empleo y mejores ingresos.

Las características temporales del flujo migratorio se modificaron durante las últimas cuatro décadas. Pasó de un patrón de estancias relativamente breves y estacionales, a otro dominado por el asentamiento permanente de mexicanos en el país vecino del norte (Durand y Douglas, 2009). Aspecto que se relaciona con los cambios en su política migratoria, es decir, la creación de barreras legales, incluso físicas (el muro fronterizo) para limitar el tránsito de personas entre ambos países.

Al concluir el Programa Bracero en 1964 y reducirse los canales legales para la migración de mexicanos, creció de manera importante su internación irregular. Con ello, en los flujos migratorios comenzó a predominar la circulación de trabajadores indocumentados. Adicionalmente, dichos flujos se caracterizaron por su volumen creciente, tras afectarse seriamente la calidad de vida de las familias mexicanas, debido al contexto de crisis económica en la década de los ochenta.

Con el cambio de un patrón de circulación de trabajadores migrantes hacia Estados Unidos, a otro de estancias más prolongadas o de asentamiento definitivo en ese país, la migración de retorno adquiere también nuevos significados. La nueva dinámica sugiere que se relaciona más con el estatus legal de los migrantes mexicanos, así como con mayores dificultades para que puedan insertarse en el mercado de trabajo en aquel país, que con la posibilidad de un retorno exitoso a nuestro país. Retorno exitoso que en el imaginario colectivo puede entenderse como el cabal logro del “sueño americano”.

Hallazgos como los de Ramírez y Aguado (2013) muestran que dicho cambio en el patrón migratorio entre ambos países estuvo caracterizado por una disminución en el volumen de los flujos de migrantes hacia Estados Unidos, tanto como por un aumento en la cantidad de personas retornadas. De modo que el saldo neto migratorio se ha acercado a cero en los últimos años.

Las explicaciones para el fenómeno migratorio de retorno no tienen un carácter unívoco y para abordar su estudio se han propuesto distintos enfoques. Las aproximaciones dominantes establecen que la decisión de regresar al país de origen obedece a consideraciones similares a aquellas que influyeron en la decisión de emigrar. En éstas, las cuestiones de índole económica ocupan un lugar preponderante.

Landstrom (1996), encuentra que es más probable que migrantes provenientes de áreas geográficas económicamente más dinámicas tengan una estancia de mayor duración en Estados Unidos. Aspecto que resulta lógico si contemplamos que las motivaciones de la migración son fundamentalmente la búsqueda de mejores oportunidades de empleo e ingreso, pero también porque se requiere de una inversión monetaria inicial para lograr establecerse en el país de destino, en una aproximación neoclásica relativa al cálculo costo-beneficio.

La probabilidad de que haya migración de retorno, igualmente se ha ligado con aspectos contemplados en la teoría del capital social y la economía de la migración. Conforme a Massey y Espinosa (1997), sostienen que depende de la interrelación entre los procesos de formación de capital humano y capital social, así como la consolidación del capital físico y posibilidades de inversión en los lugares de origen.

Durand (2004), por su parte, propone a los “rendimientos decrecientes”2 como posible explicación para la migración de retorno voluntario. No obstante, según está propuesta, se trata de rendimientos decrecientes que no se circunscriben al ámbito económico, incluye rendimientos decrecientes en los ámbitos social, político, cultural o individual, que afectan las condiciones de vida del migrante.

Además de las consideraciones económicas, un aspecto clave para la migración de retorno son los cambios en la política inmigratoria estadounidense. En especial la Immigration Reform and Control Act (IRCA) de 1986, pues constituye un parteaguas para la migración México-EUA. Consideremos que resulta un punto de inflexión en su dinámica e intensidad, al otorgar estatus legal a grupos de trabajadores indocumentados; el establecer sanciones para empleadores y reforzar la vigilancia en la línea fronteriza. Estos elementos influyen en una menor probabilidad de retornar a México después del primer ingreso no autorizado a Estados Unidos con el paso del tiempo, particularmente desde ese año (1986), según se aprecia en la Figura 1.

Fuente: Mexican Migration Proyect, en www. http://mmp.opr.princeton.edu/results/012returnlife-en.aspx

Figura 1: Probabilidad de retorno en el primer año desde el primer viaje indocumentado 

En suma, los factores que intervienen en la migración de retorno tienen que ver con aspectos macro y microeconómicos, la política restrictiva y estatus migratorio, así como de las características individuales como edad, sexo y escolaridad; familia o las redes sociales. El retorno de la población migrante por el lado macroeconómico se sostiene que la recesión económica estadounidense ha afectado de manera sensible a la población emigrante que parte del país en busca de trabajo, como a las restricciones que ha impuesto la política migratoria de Estados Unidos en contra de la población migrante indocumentada.

Esto permite suponer que la migración de retorno al país podría mantenerse en los próximos años. Particularmente si se establecen más restricciones a la migración no autorizada.

En un esfuerzo por sintetizar diversas aproximaciones y taxonómicas de la migración de retorno en función de sus causas, Mestries (2013: 178) propone una clasificación que contempla las siguientes categorías:

  1. Los retornos forzados, por deportación o desempleo (Durand, 2004).

  2. Los retornos periódicos, como parte del ciclo de la migración pendular de los migrantes legales en programas de trabajo temporal (Durand, 2004).

  3. Los retornos de descanso o de placer: migrantes jubilados o vacacionistas que regresan temporalmente a su región de origen (Espinosa, 1998).

  4. El retorno definitivo del migrante “exitoso” (Espinosa, 1998).

  5. El retorno definitivo del migrante fracasado, por inadaptación, precariedad laboral, etcétera (F. Cerase, citado en Egea y Rodríguez, 2005).

Atendiendo a la naturaleza del fenómeno migratorio entre ambos países, de tal clasificación se desprende que una vez considerada la elección del lugar de destino depende tanto de las causas de la migración de retorno como de las posibilidades de reinserción social en los lugares de origen.

Terán, Giorguli y Sánchez (2013), sugieren que el estatus legal de la experiencia migratoria en Estados Unidos condiciona cómo y hacia dónde volver. En ese sentido, los migrantes forzados a retornar por deportación, pero también por desempleo, probablemente elijan asentarse cerca de la frontera para hacer un nuevo intento. Es más probable, por otro lado, que los retornos periódicos, o los descanso, tengan como destino los lugares de origen.

En el caso del retorno definitivo del migrante exitoso o fracasado, los lugares de origen parecen no ser la mejor opción. Especialmente si las condiciones socioeconómicas que motivaron la decisión de migrar en primera instancia no han cambiado. Cuestión que se traduce en reducidas expectativas de empleo o inversión, por ejemplo.

Se trata de un fenómeno con carácter sumamente heterogéneo porque además de intervenir diversas causas, existe amplia variabilidad intrínseca para los lugares de origen, destino y retorno. Aspectos a los que se suman los cambios en el perfil individual de los migrantes ocurridos en el tiempo, así como la duración de su estancia en Estados Unidos.

La carencia de información detallada impide abordar el fenómeno en toda su amplitud, sin embargo, nos lleva a buscar aproximaciones para su estudio. Una de ellas tiene que ver con su referente geográfico, y la posibilidad de estudiar el fenómeno con datos agregados por municipio (Terán, Giorguli y Sánchez, 2013). Aproximación de las que nos interesa el análisis de los cambios ocurridos en los municipios metropolitanos del Estado de México en el periodo 2000-2010.

Se consideran como municipios metropolitanos los que se encuentran incluidos en la delimitación de zonas metropolitanas más reciente (SEDESOL-CONAPO-INEGI, 2012). Se trata de 80 de los 125 municipios de la entidad, los cuales forman parte de la delimitación de la Zona Metropolitana (ZM) del Valle de México, la ZM de Toluca y la ZM de Tianguistenco.

Es útil mencionar al efecto que de acuerdo con datos del Censo 2010, en términos absolutos, los migrantes de retorno desde EU principalmente se asentaron en entidades con antecedentes migratorios hacia ese país o en entidades fronterizas. Tal es el caso de Jalisco, Michoacán, Guanajuato, Veracruz, Estado de México, Baja California, Chihuahua, Oaxaca, Guerrero y Puebla, donde más de 40 mil personas de cinco años o más radicaban en Estados Unidos cinco años antes al levantamiento censal.

Sin embargo, en el caso particular del Estado de México buena parte de los migrantes retornados se asientan en municipios con Muy Bajo o Bajo grado de intensidad migratoria (GIM). En esa situación ocurre en municipios metropolitanos como Ecatepec de Morelos, Nezahualcóyotl, Chimalhuacán, Naucalpan de Juárez, Tlalnepantla de Baz y Toluca. Municipios que están conurbados en torno a la ZM del Valle de México, a la Zona Metropolitana de Toluca o están integrados al proceso de formación de una metrópoli como sería el del Santiago Tianguistenco u otro articulado a centro del país.

Cabe señalar que en las ciudades existen mejores condiciones de vida3 y más áreas de oportunidad en materia de educación o empleo, lo que sugiere que los factores ponderados para elegir migrar a EU también son considerados para preferir los lugares de destino al retorno. Esto sin perder de vista que la decisión de retornar a México podría tener fundamento en cuestiones de carácter coercitivo, más que voluntario. Lo cual tiene implicaciones en términos individuales (emocionales, fisiológicos, etcétera), familiares (integración, sostenimientos del gasto familiar) y comunitarios (demandas asociadas en términos de empleo, por ejemplo), relativas a las dificultades para reinsertarse socialmente.

En ese tenor, como se propone, resulta pertinente indagar cual ha sido la dinámica de retorno en los municipios metropolitanos del Estado de México, una vez que cambió radicalmente la política migratoria en Estados Unidos. Considerando, en la medida de lo posible, las características individuales de los migrantes retornados.

La migración de retorno: el contexto nacional

De acuerdo con la información disponible, la migración de retorno desde Estados Unidos a nuestro país se ha incrementado en términos absolutos y relativos en el periodo que va de 1990 al 2015, en particular el año 2010 es el momento más álgido en el fenómeno de la migración de retorno a México.

En 1990, 127 237 personas de cinco años o más censadas en México, radicaban en ese país cinco años antes al levantamiento censal. En 2000 la cifra alcanzó 294 417 personas (2.3 veces más), llegando a 1 000 511 personas en 2010 (3.4 veces respecto de lo observado una década atrás). Para el año 2015 la migración de retorno disminuye a 442 503 personas (una disminución de un poco más de la mitad de lo observado en 2010). Aun cuando en el último periodo se registra una disminución del retorno, los niveles observados siguen siendo superiores a lo observado en 1990 (3.5 veces más) y el año 2000 (1.5 veces más). Por lo que puede decirse que es un fenómeno demográfico de creciente intensidad que tiene un punto máximo e histórico en 2010, como puede apreciarse en la Figura 2.

Fuente: elaboración propia con base en censos de población.

Figura 2: República Mexicana: Población de cinco años y más que radicaba en Estados Unidos cinco años antes 1990-2015 

En diversas magnitudes, igual tendencia se observa en todas las entidades del país, encontrándose el Estado de México como la quinta entidad con mayor volumen de este grupo de población en 2010. Incluso en 2015 supera a Veracruz en recepción de migrantes de retorno lo que posiciona al Estado de México en cuarto lugar. De acuerdo con la información que se muestra en la Figura 3, en 2010, le superan Jalisco, Michoacán, Guanajuato y Veracruz. Cabe señalar que para la entidad mexiquense, el grupo de población en estudio (migración de retorno) pasó de 4 173 personas en 1990, a 13 827 en 2000, 56 284 en 2010 y 28 632 en 2015. Es decir, creció 4.1 veces en entre 2000 y 2010, aunque en 2015 haya disminuido los niveles de migración de retorno aún son elevados. No obstante, el mayor incremento de la década se observa en entidades como Chiapas (20.9 veces), Veracruz (14.5 veces) o Tabasco (11.5 veces). Lo que sugiere una relación con la oleada migratoria reciente.

Fuente: elaboración propia con base en Censos de Población y Encuesta Intercensal 2015

Figura 3: Población de cinco años o más que radicaba en Estados Unidos cinco años antes 1990-2010, en entidades seleccionadas 

En lo que toca al crecimiento relativo respecto del total de la población del mismo grupo de edad que radica en cada entidad, si bien igualmente hay un incremento hasta 2010, en el caso del Estado de México no es de los más notables, dado el tamaño de la población asentada en la entidad, la más poblada de todo el país. De hecho se encuentra por debajo de la observada en el conjunto de la República Mexicana.

No obstante, también se aprecia el incremento en las cinco entidades incluidas en la Figura 4, particularmente en los periodos incluidos1990-2010, en el periodo 2010 a 2015 hay una disminución general de la migración de retorno sin llegar a los niveles observados en 1990 y tampoco los observados en el año 2000.

Fuente: elaboración propia con base en Censos de Población y Encuesta Intercensal 2015.

Figura 4: Porcentaje de población de cinco años o más que radicaba en Estados Unidos cinco años antes 1990-2010, en entidades seleccionadas 

Para una mejor apreciación de lo que ocurre en el contexto nacional y solo para 2010 (que es el año en que se registró el mayor volumen de migrantes de retorno), se agrupa a las entidades del país para generar un Grado de Migración de Retorno.4 En la Figura 5 se observa que el Estado de México se encuentra, como ya mencionamos, entre las entidades con alta incidencia del fenómeno migratorio en términos absolutos. En términos relativos, en cambio, se encuentra entre las entidades con muy baja incidencia, como se muestra en la Figura 6.

Fuente: elaboración propia con base en censos de población.

Figura 5: Grado de migración de retorno de Estados Unidos por entidad federativa en términos absolutos 2010  

Fuente: elaboración propia con base en censos de población.

Figura 6: Grado de migración de retorno de Estados Unidos por entidad federativa en términos relativos 2010 

Un aspecto a considerar, es la relación o correlación de los indicadores de migración de retorno expuestos, con otros indicadores de interés.

En este trabajo se optó por contemplar la relación entre la población de cinco años o más que un lustro atrás radicaba en Estados Unidos (retornados), con el Índice de Intensidad Migratoria (IIM), el Índice de Marginación (IM) y la proporción de población en pobreza.5

En la Figura 7 se muestra el diagrama de dispersión entre el IIM (base 100) y el volumen de retornados por entidad federativa. Como se aprecia, la relación entre ambos indicadores es positiva. Sin embargo, hay notable dispersión de los valores. De hecho, la correlación de Pearson entre ambos indicadores es significativa pero moderada con el índice de intensidad migratoria (0.510), como puede apreciarse en la Tabla 1.

Fuente: elaboración propia con base en censos de población.

Figura 7: Diagrama de dispersión entre el Índice de Intensidad Migratoria y el volumen de retornados por entidad federativa 2010  

Tabla 1: Correlación de Person entre variables de interés por entidad federativa 2010 (N = 32) 

  Retornados (absolutos) Retornados (relativos) Índice de intensidad Migratoria Índice de Marginación Población en Pobreza (%)
Retornados (absolutos) 1.000 0.455 ** 0.510 ** 0.083 0.106
Retornados (relativos) 0.455 ** 1.000 0.848 ** -0.012 0.015

(**) La correlación es significativa al nivel 0.01 (bilateral).

Fuente: elaboración propia con base en el Censo de Población y Vivienda, 2010; datos de CONAPO y CONEVAL

A su vez, en la Figura 8 se muestra el diagrama de dispersión entre el IIM (base 100) y la proporción de retornados por entidad federativa. La relación igualmente es positiva, aunque en este caso la dispersión de los valores es menos notable. Conforme a la Tabla 1, la correlación de Pearson entre ambas variables es estadísticamente significativa y muy alta (0.848).

Fuente: elaboración propia con base en censos de población.

Figura 8: Diagrama de dispersión entre el Índice de Intensidad Migratoria y la proporción de retornados por entidad federativa 2010  

Por otro lado, en los diagramas de dispersión no se aprecia una relación entre nuestros indicadores de migración de retorno y el IM en el conjunto de entidades federativas del país (Figura 9, Figura 10). De hecho las correlaciones de Pearson son muy bajas y sin significancia estadística (Tabla 1).

Fuente: elaboración propia con base en censos de población.

Figura 9: Diagrama de dispersión entre el Índice de Marginación y el volumen de retornados por entidad federativa 2010  

Fuente: elaboración propia con base en censos de población.

Figura 10: Diagrama de dispersión entre el Índice de Marginación y la proporción de retornados por entidad federativa 2010  

Patrón similar se observa en los diagramas de dispersión entre nuestros indicadores de migración de retorno y el porcentaje de población en pobreza de las 32 entidades federativas mexicanas (Figura 11, Figura 12), pues las correlaciones de Pearson igualmente son muy bajas y sin significancia estadística (Tabla 1).

Fuente: elaboración propia con base en censos de población.

Figura 11: Diagrama de dispersión entre el porcentaje de población en pobreza y el volumen de retornados por entidad federativa 2010  

Fuente: elaboración propia con base en censos de población.

Figura 12: Diagrama de dispersión entre el porcentaje de población en pobreza y la proporción de retornados por entidad federativa 2010 

El contexto estatal de la migración de retorno

De los municipios de la entidad, Ecatepec, Nezahualcóyotl, Chimalhuacán, Naucalpan y Tlalnepantla son lo que reciben más personas de cinco años o más provenientes de Estados Unidos. Como ocurre en el contexto nacional, se trata de una tendencia en crecimiento tanto en números absolutos como en números relativos, que ocurre en prácticamente todos los municipios de la entidad.6 Sin embargo, para 2015, en los mismos municipios mencionados se registra una disminución de población retornada, reflejo de la tendencia nacional.

Por ejemplo, de acuerdo con los datos de la Figura 13, la población de cinco años o más que un lustro antes radicaba en Estados Unidos, pasó de 417 personas en 1990 a 1 852 en 2000 a 5 234 en 2010 y 2 670 en 2015, para el caso de Ecatepec. Así como de 486 a 1 714 a 3 230 y 1 834 para Nezahualcóyotl, en esos mismos años.

Fuente: elaboración propia con base en Censo 2010 y Encuesta Intercensal 2015.

Figura 13: Población de cinco años o más que radicaba en Estados Unidos cinco años antes 1990-2010, en municipios seleccionados 

En lo que toca al crecimiento relativo, respecto del total de población en las mismas edades, la tendencia en los municipios seleccionados también es positiva. Dado que se trata de municipios metropolitanos, sugiere que, en efecto, la migración de retorno se orienta a las ciudades o municipios metropolitanos (Figura 14).

Fuente: elaboración propia con base en censos de población.

Figura 14: Porcentaje de población de cinco años o más que radicaba en Estados Unidos cinco años antes 1990-2010, en municipios seleccionados 

Para tener un panorama más amplio sobre las tendencias presentes en el conjunto de los municipios de la entidad,7 en el Figura 15 se puede observar que la mayor parte de los municipios con Muy alto y Alto grado de migración de retorno en términos absolutos se encuentran algunos conurbados con la Ciudad de México (Ecatepec, Nezahualcóyotl, Chimalhuacán, Naucalpan, Tlalnepantla, Tultitlán, Tecámac, Ixtapaluca), así como Toluca, Villa Guerrero y Tejupilco.

Fuente: elaboración propia con base en censos de población.

Figura 15: Grado de migración de retorno de Estados Unidos por municipio en términos absolutos 2010 

En lo que toca a la migración de retorno en términos relativos, predominantemente se trata de municipios en la zona sur-oeste de la entidad, entre los que se cuentan Almoloya de Alquisiras, Luvianos, Tlatlaya, Amatepec, Coatepec Harinas, Villa Guerrero, Tonatico, Zumpahuacán, Tejupilco, Otzoloapan, Texcaltitlán, San Simón de Guerrero, Zacualpan, Santo Tomás y Joquicingo (Figura 16).

Fuente: elaboración propia con base en censos de población.

Figura 16: Grado de migración de retorno de Estados Unidos por municipio en términos relativos 2010  

Este comportamiento de la migración de retorno también parece coincidir con lo que argumenta González Becerril, (2012), que la emigración del Estado de México tiene como origen en la región tradicional (el sur del Estado de México), región metropolitana (Valle de México y Toluca) y región indígena (región de Atlacomulco). Es decir, con una mayor presencia de la migración urbana de ida como el de regreso.

Al igual que el ejercicio que se realizó anteriormente a nivel nacional se contempló para los 125 municipios mexiquenses, es decir se buscó encontrar la relación o correlación de los indicadores de migración de retorno con el Índice de Intensidad Migratoria (IIM), el Índice de Marginación (IM) y la proporción de población en pobreza.8

En la Figura 17 puede observarse el diagrama de dispersión entre el IIM (base 100) y el volumen de retornados por municipio. Como se aprecia, la relación entre ambos indicadores es positiva en cierto grado, y se observa importante concentración de los valores por debajo de 500 personas retornadas. Sin embargo, la correlación de Pearson entre ambos indicadores es muy baja y no es estadísticamente significativa (Tabla 1).

Fuente: elaboración propia con base en censos de población.

Figura 17: Diagrama de dispersión entre el Índice de Intensidad Migratoria y el volumen de retornados por municipio 2010 

En la Figura 18 se muestra el diagrama de dispersión entre el IIM (base 100) y la proporción de retornados por municipio mexiquense. La relación igualmente es positiva, y en este caso la dispersión de los valores es menos notable. De hecho, de acuerdo con la información de la Tabla 2, la correlación de Pearson entre ambas variables es muy alta (0.902) y estadísticamente significativa. Lo que sugiere mayor potencial explicativo para la diferenciar territorialmente el fenómeno migratorio.

Fuente: elaboración propia con base en censos de población.

Figura 18: Diagrama de dispersión entre el Índice de Intensidad Migratoria y la proporción de retornados por municipio 2010 

Tabla 2: Correlación de Person entre variables de interés por municipio 2010 (N = 125) 

  Retornados (absolutos) Retornados (relativos) Índice de intensidad Migratoria Índice de Marginación Población en Pobreza (%)
Retornados (absolutos) 1.000 0.088 0.082 -0.197 * -0.255 **
Retornados (relativos) 0.088 1.000 0.902 ** 0.613 ** 0.480 **

* La correlación es significante al nivel 0.05 (bilateral).

** La correlación es significativa al nivel 0.01 (bilateral).

Fuente: elaboración propia con base en censos de población, datos de Conapo y Coneval.

En lo que toca a los diagramas de dispersión entre los indicadores de migración de retorno propuestos para el análisis y el IM, en el conjunto de los municipios se observa un comportamiento contrapuesto. Así, en tanto el volumen de migrantes de retorno aumenta conforme disminuye el índice marginación, la proporción de los mismos crece en municipios de mayor marginación (Figura 19, Figura 20). Las correlaciones de Pearson son muy baja (-0.197) y moderada (0.613) respectivamente, con significancia estadística en ambos casos (Tabla 2).

Fuente: elaboración propia con base en censos de población.

Figura 19: Diagrama de dispersión entre el Índice de Marginación y el volumen de retornados por municipio 2010  

Fuente: elaboración propia con base en censos de población.

Figura 20: Diagrama de dispersión entre el Índice de Marginación y la proporción de retornados por municipio 2010  

Patrón similar se observa en los diagramas de dispersión cuando se contrasta la migración de retorno y el porcentaje de población en pobreza (Figura 21, Figura 22). Las correlaciones de Pearson igualmente son estadísticamente significativas, así como baja en el caso del volumen de retornados (-0.255) y moderada para la proporción de retornados (0.480), como igualmente puede apreciarse en Tabla 2.

Fuente: elaboración propia con base en censos de población.

Figura 21: Diagrama de dispersión entre el porcentaje de población en pobreza y el volumen de retornados por municipio 2010 

Fuente: elaboración propia con base en censos de población.

Figura 22: Diagrama de dispersión entre el porcentaje de población en pobreza y la proporción de retornados por municipio 2010  

En suma, el vínculo más sólido de la migración de retorno en los municipios mexiquenses es con el índice de intensidad migratoria similar al nacional y en menor medida con la marginación y la proporción de población en pobreza, lo que quiere decir es que estas dos variables (marginación y pobreza) no son muy determinantes al decidir retornar el migrante. ¿A quién le gustaría regresar en lugares de alta marginación o pobreza? La exploración de estas relaciones permitió probar lo que algunos autores han trabajado como hipótesis sobre la emigración, al comprobar una relación positiva con la pobreza no así con la marginación pero una mayor relación con la intensidad migratoria.9

Cambios en la migración de retorno en las Zonas Metropolitanas Mexiquenses

De acuerdo con la delimitación de zonas metropolitanas más reciente, en el Estado de México 80 de los 125 municipios son metropolitanos. La Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM) comprende 59 de los mismos, 15 la ZM de Toluca y 6 la ZM de Tianguistenco. Existen además 45 municipios no metropolitanos. Se trata de cuatro grupos de municipios que se enuncian en la Tabla 3:

Tabla 3: Zonas Metropolitanas Mexiquenses 

Grupo Zona Metropolitana Municipios
I Valle de México (59) Acolman, Amecameca, Apaxco, Atenco, Atizapán de Zaragoza, Atlautla, Axapusco, Ayapango, Coacalco de Berriozábal, Cocotitlán, Coyotepec, Cuautitlán, Chalco, Chiautla, Chicoloapan, Chiconcuac, Chimalhuacán, Ecatepec de Morelos, Ecatzingo, Huehuetoca, Hueypoxtla, Huixquilucan, Isidro Fabela, Ixtapaluca, Jaltenco, Jilotzingo, Juchitepec, Melchor Ocampo, Naucalpan de Juárez, Nezahualcóyotl, Nextlalpan, Nicolás Romero, Nopaltepec, Otumba, Ozumba, Papalotla, La Paz, San Martín de las Pirámides, Tecámac, Temamatla, Temascalapa, Tenango del Aire, Teoloyucan, Teotihuacán, Tepetlaoxtoc, Tepetlixpa, Tepotzotlán, Tequixquiac, Texcoco, Tezoyuca, Tlalmanalco, Tlalnepantla de Baz, Tultepec, Tultitlán, Villa del Carbón, Zumpango, Cuautitlán Izcalli, Valle de Chalco Solidaridad, Tonanitla
II Toluca (15) Almoloya de Juárez, Calimaya, Chapultepec, Lerma, Metepec, Mexicaltzingo, Ocoyoacac, Otzolotepec, Rayón, San Antonio la Isla, San Mateo Atenco, Temoaya, Toluca, Xonacatlán, Zinacantepec
III Tianguistenco (6) Almoloya del Río, Atizapán, Capulhuac, Xalatlaco, Texcalyacac, Tianguistenco
IV Municipios no metropolitanos (45) Acambay, Aculco, Almoloya de Alquisiras, Amanalco, Amatepec, Atlacomulco, Coatepec Harinas, Chapa de Mota, Donato Guerra, Ixtapan de la Sal, Ixtapan del Oro, Ixtlahuaca, Jilotepec, Jiquipilco, Jocotitlán, Joquicingo, Malinalco, Morelos, Ocuilan, El Oro, Otzoloapan, Polotitlán, San Felipe del Progreso, San Simón de Guerrero, Santo Tomás, Soyaniquilpan de Juárez, Sultepec, Tejupilco, Temascalcingo, Temascaltepec, Tenancingo, Tenango del Valle, Texcaltitlán, Timilpan, Tlatlaya, Tonatico, Valle de Bravo, Villa de Allende, Villa Guerrero, Villa Victoria, Zacazonapan, Zacualpan, Zumpahuacán, Luvianos y San José del Rincón

Para una mejor visualización, los cuatro grupos de municipios se muestran en el Figura 23. Esto indica que en términos de la migración de retorno se sustenta en cuatro regiones bien establecidas diferenciadas entre lo metropolitano y el resto.

Fuente: elaboración propia con base en SEDESOL-CONAPO-INEGI (2012).

Figura 23: Municipios del Estado de México según Zona Metropolitana 2010 

Una vez agrupados los municipios, puede decirse que se conserva la tendencia de crecimiento en la incidencia del fenómeno en estudio, tanto en términos absolutos como en términos relativos.10

En el caso de la ZMVM, el volumen de población de cinco años o más que radicaba en Estados Unidos un lustro antes, pasó de 9 980 a 32 677 personas entre 2000 y 2010, representando 0.12 y 0.33 por ciento del total de población en ese grupo de edad (población de cinco años o más), respectivamente. En la ZM de Toluca los valores cambiaron con igual tendencia de 1 045 a 3 956 personas y de 0.08 a 0.23 por ciento; mientras que en la ZM de Tianguistenco el cambio ocurrido es de 112 a 495 personas y 0.11 a 0.35 por ciento. En el caso de los municipios no metropolitanos se observa un cambio más notable, pues en el mismo periodo pasó de 2 691 a 19 148 personas y de 0.20 a 1.13 por ciento (Tabla 4). Es importante señalar que este comportamiento ascendente observado en el año 2010 no se ve reflejado en ninguna de las Zonas Metropolitanas en 2015, aunque es preciso mencionar que, aun cuando la migración de retorno disminuyó términos absolutos y relativos en 2015, los niveles son mayores que lo observado en el año 2000.

Tabla 4: Población y porcentaje de población de cinco años o más que radicaba en Estados Unidos cinco años antes por Zona Metropolitana 2000-2015 

Zona Metropolitana Población Porcentaje de población
2000 2010 2015 2000 2010 2015
ZMVM 9 980 32 677 18 124 0.12 0.33 0.17
ZM de Toluca 1 045 3 956 2 830 0.08 0.23 0.15
ZM de Tianguistenco 112 495 242 0.11 0.35 0.16
Ninguna 2 691 19 148 7 436 0.20 1.13 0.41

Fuente: elaboración propia con base en censos de población y Encuesta Intercensal.

Lo anterior indica que el mayor incremento de la migración de retorno se registró en el año 2010 en todas las Zonas Metropolitanas, en forma contraria a lo que se esperaba encontrar, inclusive este incremento es más pronunciado en los municipios mexiquenses no metropolitanos que se asocia a una alta tradición de la migración y las nuevas incorporaciones de zonas rurales, aunque en 2015 es la ZMVM la que vuelve a tomar protagonismo junto con la ZM de Toluca (Figura 24).

Fuente: elaboración propia con base en los Censos de 2000, 2010 y Encuesta Intercensal 2015.

Figura 24: Distribución porcentual de población de cinco años o más que radicaba en Estados Unidos cinco años antes según Zona Metropolitana 2000-2010 

En dicha Figura se aprecia que del total de migrantes de retorno en 2000, 72.2 por ciento se asentaron en la ZMVM, 7.6 por ciento en la ZM de Toluca. 0.8 por ciento en la ZM de Tianguistenco y 19.5 por ciento en municipios no metropolitanos. En cambio, en 2010 los valores cambiaron a 58.1, 7, 0.9 y 34 por ciento, en el mismo orden. Esto es, una mayor proporción eligió como destino a los municipios no metropolitanos, disminuyendo sobre todo la proporción que eligió como destino la ZMVM, pues en el caso de la ZM de Toluca y la ZM de Tianguistenco el diferencial no es tan amplio. Sin embargo, en 2015, la ZMVM vuelve a surgir como un espacio al cual los migrantes retornados arriban, lo mismo sucede con la ZM de Toluca. Es en el conglomerado de municipios no metropolitanos que disminuye el porcentaje de población retornada que arriba a ellos. Aun con todos estos cambios no hay que perder de vista que es la ZMVM la que en los tres años de referencia capta el mayor porcentaje de población retornada a la entidad mexiquense, esto mismo aplica a los municipios no metropolitanos como segundo receptor de migrantes retornados.

Es por ello razonable suponer que si bien las condiciones de vida en las ciudades ofrecen más oportunidades, como se ha citado anteriormente, también representan grandes dificultades de asentamiento en condiciones propicias, sobre todo en grandes conglomerados urbanos como es el caso de la ZMVM. Pudiendo incidir factores tales como la disponibilidad de vivienda, el precio de mercado de bienes y productos, las dificultades inherentes a la movilidad urbana (costos y tiempos de traslado), la contaminación ambiental y la inseguridad pública, entre otros aspectos de la vida social urbana. Por estas razones los municipios no metropolitanos son opciones atractivas para la población en condición de migrante de retorno.

Principales características sociodemográficas de los migrantes de retorno 2000, 2010 y 2015

Considerando el arreglo de conglomerados municipales elegidos para el presente estudio, a continuación se describen cuales son la principales características sociodemográficas de los migrantes de retorno, comenzando por la edad y organizando a la población objetivo del presente documento en tres grandes grupos de edad: menores de 20 años, de 20 a 59 años cumplidos y de 60 años o más cumplidos.

De acuerdo con la Figura 25, y como era de esperarse, una gran mayoría se encuentra en edades productivas. En el Estado de México, el año 2010, 79.9 por ciento de los migrantes de retorno tienen 20 a 59 años cumplidos, 17.1 por ciento son menores de 20 años y tres por ciento tienen 60 años o más. Esta misma distribución porcentual se mantiene en 2015, inclusive aumenta el porcentaje de personas retornadas en edad productiva, este porcentaje llega a 82.3 por ciento. En cuanto a las Zonas Metropolitanas, en 2010, la proporción de personas en edades productivas es mayor en los municipios no metropolitanos (83.7 por ciento), seguidos por los municipios que conforman la ZM de Toluca (82.2 por ciento), y menor en la ZMVM (77.9 por ciento), tratándose de un diferencial no muy amplio. En este mismo rango de edad, en 2015, siguen siendo los municipios metropolitanos quienes tienen el más alto porcentaje de personas productivas retornadas (87.2 por ciento), seguido por la ZMVM (80.7 por ciento) y la ZM de Toluca (79.4 por ciento).

Fuente: elaboración propia con base en Censo 2010 y Encuesta Intercensal 2015.

Figura 25: Distribución porcentual de población de cinco años o más que radicaba en Estados Unidos cinco años antes según Zona Metropolitana por grandes grupos de edad 2010-2015 

En lo que toca a los migrantes de retorno menores de 20 años, en 2010, su proporción es mayor en la ZMVM (18.3 por ciento), lo que sugiere que el acceso a centros escolares de diversos niveles puede ser un criterio para seleccionar el lugar de destino al retorno. En el año 2015, es la ZM de Toluca la que concentra el mayor porcentaje de personas retornadas en el rango de edad de menores de 20 años.

Otro aspecto a destacar es que en la ZM de Tianguistenco es mayor la proporción de retornados con 60 años o más en ambos años analizados (7.1 por ciento en 2010 y siete por ciento en 2015). En este caso, puede ser que la elección del destino al retorno influya la búsqueda de las comodidades que representa la cercanía de la vida urbana, pero sin el ajetreo y problemáticas de las grandes ciudades. O, porque Tianguistenco es una ciudad cercana a la Ciudad de México y Toluca lo cual permitirá su movilidad a cualquiera de estas metrópolis.

En lo que toca al sexo de los retornados también se observa un sesgo importante pues son mayoritariamente varones. De acuerdo con los datos disponibles más recientes, en el Estado de México 71.4 por ciento de los migrantes retornados son hombres y 28.6 por ciento mujeres, esto es lo que se observa en el año 2010 (Figura 26). Para el año 2015, los varones retornados al Estado de México siguen siendo mayoría, sin embargo su porcentaje disminuye a 63.2 por ciento lo que da paso a que el porcentaje de mujeres retornadas aumente a 36.8 por ciento.

Fuente: elaboración propia con base en Censo 2010 y Encuesta Intercensal 2015.

Figura 26: Distribución porcentual de población de cinco años o más que radicaba en Estados Unidos cinco años antes según Zona Metropolitana por sexo 2010-2015 

Sin embargo, al considerar la ZM elegida como destino al retorno hay algunas diferencias que implican cierto matiz. En este caso, en 2010, destaca la ZMVM donde la proporción de mujeres retornadas es mayor en términos relativos (30.6 por ciento) y en términos absolutos (cerca de 12 mil mujeres). Dado el aumento en el porcentaje de mujeres que retornan, en el año 2015 en todas las ZM se detecta un aumento considerable del porcentaje de mujeres retornadas. Llama la atención la ZM de Toluca donde el porcentaje es cercano a 43 por ciento. Estos resultados implican que se tengan que considerar los factores de reinserción laboral de los migrante retornados asociados al género y la terciarización económica.

Otro aspecto importante es la cuestión de índole cultural. A nuestro juicio, un indicador útil en este ámbito para el análisis de la migración de retorno es el criterio de auto-adscripción indígena porque implica diversidad asociada a prácticas y costumbres de la población, susceptible de conservarse con el paso del tiempo aún en el caso de población migrante y que pude relacionarse con la elección del lugar de destino al momento de retornar.

En la Figura 27 es posible apreciar que 8.9 por ciento de los retornados en el Estado de México dijeron pertenecer a una cultura indígena. Considérese al efecto que sólo 2.2 por ciento se declararon como hablantes de lengua indígena. En esa tesitura, en 2010, llama la atención que en tanto en la ZMVM 6.9 por ciento de los migrantes de retorno fueron auto-adscritos a una cultura indígena, la proporción es mayor en la ZM de Toluca (10.8 por ciento) y los municipios no metropolitanos (12.8 por ciento), así como en la ZM de Tianguistenco (13.9 por ciento). En el año 2015, el porcentaje de población retornada que se auto-adscribió como indígena aumentó de forma notoria. En el Estado de México el 16.3 por ciento de los migrantes retornados auto-adscribió como indígena. Es la ZM de Tianguistenco y los municipios no metropolitanos los que tienen los porcentajes más altos de población indígena retornada (18.6 y 25.5 por ciento, respectivamente). Incluso en las ZM restantes el porcentaje de población indígena supera diez por ciento.

Fuente: elaboración propia con base en Censo 2010 y Encuesta Intercensal 2015.

Figura 27: Distribución porcentual de población de cinco años o más que radicaba en Estados Unidos cinco años antes según Zona Metropolitana por criterio de auto-adscripción indígena 2010-2015 

Existen desde luego aspectos en los que es necesario profundizar, pero se perfila que la auto-adscripción indígena podría estar influyendo en la selección de los lugares de destino al retorno.

El nivel educativo es también un aspecto importante a considerar en el sentido de contar con una aproximación al capital humano de los migrantes retornados.

Dos variables nos permiten un acercamiento a este aspecto: la condición de alfabetismo y el número de años aprobados. En cuanto a la condición de alfabetismos se observa que, conforme a la información de la Figura 28, en el Estado de México, en el año 2010, 5.3 por ciento de los retornados no saben leer y escribir. La proporción es similar en la ZMVM (5.1 por ciento) y mayor en los municipios no metropolitanos (6.7 por ciento), mientras que es notablemente más reducida en la ZM de Toluca (1.8 por ciento) y la ZM de Tianguistenco (1.5 por ciento). En el año 2015, en términos generales disminuyó el porcentaje de población retornada al Estado de México que no sabe leer y escribir, este porcentaje es de 4.8 por ciento. Sin embargo, al interior de las ZM el comportamiento en distinto, en la ZMVM y en los municipios no metropolitanos el porcentaje disminuyó y en la ZM de Toluca y Tianguistenco aumentó de forma notoria, la comparación, por supuesto, respecto a lo observado en 2010.

Fuente: elaboración propia con base en Censo 2010 y Encuesta Intercensal 2015.

Figura 28: Distribución porcentual de población de cinco años o más que radicaba en Estados Unidos cinco años antes según Zona Metropolitana por condición de alfabetismo 2010-2015 

A su vez, en la Figura 29 es posible apreciar que, en 2010, en el conjunto de la entidad la proporción de migrantes de retorno que tienen hasta primaria es de 33.4 por ciento. Dicha proporción es más baja en las tres zonas metropolitanas de la entidad (29.3 por ciento en la ZMVM; 27.8 por ciento en la ZM de Toluca y 22.1 por ciento en la ZM de Tianguistenco) y mayor en el conjunto de los municipios no metropolitanos (44.4 por ciento). En 2015, en el Estado de México el porcentaje de población retornada que tiene hasta primaria es de 27.8 por ciento. Siendo el porcentaje menor en la ZMVM (21.7 por ciento) y el mayor en los municipios no metropolitanos (42.9 por ciento).

Fuente: elaboración propia con base en Censo 2010 y Encuesta Intercensal 2015.

Figura 29: Distribución porcentual de población de cinco años o más que radicaba en Estados Unidos cinco años antes según Zona Metropolitana por nivel de escolaridad 2010-2015 

Es en la ZM de Toluca y Tianguistenco que se concentra el mayor porcentaje de población retornada que no sabe leer y escribir, y en la ZM de Tianguistenco y municipios no metropolitanos donde se observan los porcentajes mayores de población retornada que cuento con de nivel escolar de hasta primaria. Si consideramos ambos indicadores resulta que la ZM de Tianguistenco es en donde se concentraría el rezago educativo de la población retornada.

Desde luego, el nivel educativo guarda estrecha relación con la inserción laboral. Es prudente recordar en este caso que los migrantes de retorno en gran proporción se encuentran en edades productivas. En ese tenor, no sorprende que la condición de actividad económica sea igualmente importante en términos relativos (absolutos también), como puede apreciarse en la Figura 30.

Fuente: elaboración propia con base en Censo 2010 y Encuesta Intercensal 2015.

Figura 30: Distribución porcentual de población de doce años o más que radicaba en Estados Unidos cinco años antes según Zona Metropolitana por condición de actividad económica 2010-2015 

Conforme a dicha Figura, en 2010, de la población en estudio, 72. por ciento es económicamente activa en el conjunto de la entidad; 70.2 por ciento en la ZMVM; 80.4 por ciento en la ZM de Toluca; 77.7 por ciento en la ZM de Tianguistenco; y 74 por ciento en los municipios no metropolitanos. Lo que sugiere que la actividad económica es más dinámica en el conjunto de municipios que componen las zonas metropolitanas más ligadas al centro político-económico de la entidad. En 2015, la población retornada económicamente activa disminuyó a 64.7 en el Estado de México, este comportamiento es replicado en las tres ZM y los municipios no metropolitanos. Esta disminución en la población retornada económicamente podría estar relacionado con el aumento de mujeres retornadas, esto en función que ellas tienen tasas de actividad económica menores a las de los varones.

Por otro lado, en 2010, de los migrantes de retorno económicamente activos, una gran proporción se encuentran ocupados. En este caso se encuentran 91.3 por ciento en el conjunto de la entidad, 91.1 por ciento en la ZMVM, 91.3 por ciento en la ZM de Toluca, 100 por ciento en la ZM de Tianguistenco y 91.6 por ciento en los municipios no metropolitanos. Lo que indica que su capacidad de reinserción laboral al retorno es alta (Figura 31). Si bien en el año 2015 disminuyó de forma notoria el porcentaje de población económicamente activa, el porcentaje de esta que se considera como población ocupada aumentó en el Estado de México y en las tres ZM, es decir, la capacidad de inserción laboral de la población retornada fue mejor en 2015 que en 2010. En el Estado de México 94.4 por ciento de la población retornada económicamente activa está ocupada. En la ZMVM este porcentaje fue de 94.7 por ciento y en la ZM de Toluca fue de 93.5 por ciento.

Fuente: elaboración propia con base en Censo 2010 y Encuesta Intercensal 2015.

Figura 31: Distribución porcentual de población de doce años o más que radicaba en Estados Unidos cinco años antes según Zona Metropolitana por condición de ocupación 2010-2015 

Desde luego es importante considerar el sector de actividad y el impacto de la terciarización económica en las posibilidades de reinserción laboral al retorno, pues ésta es más notable en los ámbitos urbanos respecto de los rurales. Lo cual se confirma con los datos de la Figura 32 donde se observa que es mayor la proporción de retornados que se insertan laboralmente en el sector primario en el conjunto de municipios no metropolitanos (33.2 por ciento). En tanto que es mayor la proporción de retornados que se insertan en el sector terciario en la ZMVM (67 por ciento). Estos resultados para el año 2010. Para el año 2015 se registra el mismo comportamiento, la población retornada que se inserta en sector primario lo hace primordialmente cuando llegan a los municipios no metropolitanos (30.9 por ciento) y la población retornada que se inserta en el sector servicios lo hace primordialmente el las ZM del Valle de México y en la de Toluca.

Fuente: elaboración propia con base en Censo 2010 y Encuesta Intercensal 2015.

Figura 32: Distribución porcentual de población de doce años o más ocupada que radicaba en Estados Unidos cinco años antes según Zona Metropolitana por sector de actividad económica 2010-2015 

Comentarios finales

Los antecedentes de la migración de retorno a nuestro país marcan línea en dos sentidos: uno sobre continuar la discusión en el terreno teórico-conceptual; segundo el nivel empírico cuya preocupación se centra en la diferencia entre la emigración y la migración de retorno tiende a una tasa cero de la migración. Así como conocer las relaciones del retorno y el contexto de llegada que incluya las características del migrante retornado. Estas dos dimensiones marcan retos de gran importancia en la investigación de la migración de retorno en el contexto nacional, estatal diferenciada de Zonas Metropolitanas y no metropolitana de la entidad mexiquense, con el fin de profundizar en las diferencias al interior del propio estado. Esto es importante porque la migración de retorno no es homogénea, las características de los migrantes son diversas y cambian en función de los lugares de arribo.

Con base en ello hemos aventurado algunas hipótesis relacionadas con la migración de retorno con la intensidad migratoria, la marginación y la pobreza. Con base en la intensidad migratoria se sostiene que hay una relación positiva con la migración de retorno, y una débil con la pobreza y el caso de la marginación no existe como tal.

Para probar dichas hipótesis se proponen elaborar modelos de regresión para cada grupo de municipios, a fin de poder identificar algunas variables claves de posible intervención programática a nivel general, a fin de decantar las variables más sólidamente asociadas a la condición de migrante de retorno. Con base en ello, sugerir instrumentar políticas públicas diferenciadas según el destino elegido por los migrantes de retorno. Diferenciadas según lugar de destino al retorno metropolitano vs no metropolitanas o según características sociodemográficas.

Esto es porque la mayoría de los retornos son hombres, de edades activas, indígenas y no indígenas, cuya probabilidad de trabajar es alta pero sobre todo con una diferencia importante según predominancia sectorial en el lugar de destino. Esto da pistas preliminares hacia donde orientar los esfuerzos a atender a un volumen mayor de migrantes de retorno, o de considerar los espacios geográficos donde su importancia relativa es mayor, la diferenciación observada al de los datos aquí expuestos tiene implicaciones en materia de política pública para la atención de los migrantes de retorno.

Referencias bibliográficas

Canales, Alejandro, 2001, “Factores demográficos del asentamiento y la circularidad en la migración México Estados Unidos”, en Notas de Población, junio, vol. 28(72) pp. 123-158. [ Links ]

CONAPO, 2015, El retorno en el nuevo escenario de la migración entre México y Estados Unidos, Consejo Nacional de Población, México. [ Links ]

CONAPO, 2013, Índice Absoluto de Marginación 2000-2010, Consejo Nacional de Población, México. [ Links ]

CONAPO, 2012, Índice de Intensidad Migratoria a Estados Unidos 2010, Consejo Nacional de Población, México. [ Links ]

Durand, Jorge, 2004, “Ensayo teórico sobre la migración de retorno. El principio del rendimiento decreciente”, en Cuadernos Geográficos, 35 (2004-2), pp. 103-116. [ Links ]

Durand, Jorge y Massey, Douglas S., 1999, Clandestinos. Migración México-Estados Unidos en los albores del Siglo XXI. [ Links ]

Douglas,S. Massey and Kristin E. Espinosa, 1997, “What's Driving Mexico-U.S. Migration? A Theoretical, Empirical, and Policy Analysis”, in American Journal of Sociology, vol. 102, núm. 4, pp. 939-999. [ Links ]

Egea, Carmen y Rodríguez, Vicente, 2005, “Escenarios de retorno de los emigrantes jubilados de la provincia de Jaén, España”, en Papeles de Población, núm. 44, Centro de Investigación y Estudios Avanzados de la Población-Universidad del Estado de México, Toluca, México, pp. 173-201. [ Links ]

Espinosa, Víctor, 1998, El dilema del retorno: migración, género y pertenencia en un contexto transnacional, Colegio de Michoacán-Colegio de Jalisco, Zamora, México. [ Links ]

González Becerril, Juan Gabino, 2002, “Antecedentes de la emigración internacional del estado de México” en González Becerril, Juan Gabino y Montoya Arce, B. Jaciel (compiladores), Migración mexiquenses a Estados Unidos: un análisis interdisciplinario, CIEAP-UAEM, Toluca, disponible en http://web.uaemex.mx/cieap/libros/12_migracion/05.pdfLinks ]

Jiménez, Francisco y Sandoval Forero, Eduardo, 2010, “Los migrantes españoles retornados a Granada”, en Papeles de Población, UAEM, año 16, núm. 66, oct-dic., pp. 75-102 [ Links ]

Landstrom, David, 1996, “Economic opportunity in Mexico and return migration from the United States”, en Demography, vol. 33, núm. 3, pp. 357-74. [ Links ]

Mestries, Francis, 2013, “Los migrantes de retorno ante un futuro incierto”, en Sociológica, vol. 28, núm. 78, pp. 171-212. [ Links ]

Ramírez, Telésforo y Aguado, Daniel, 2013, “Determinantes de la migración de retorno en México, 2007-2009”, en La Situación Demográfica de México 2013, pp. 175-190. [ Links ]

SEDESOL-CONAPO-INEGI, 2012, Delimitación de las zonas metropolitanas de México 2010, México. [ Links ]

Terán, Diego, Giorguli, Silvia y Sánchez, Landy, 2013, “Reconfiguraciones de la geografía del retorno de Estados Unidos a México 2000-2010: un reto para las políticas públicas”, en Consejo Nacional de Población, La Situación Demográfica de México 2015, pp. 285-304. [ Links ]

*Agradecemos al Dr. Rodrigo Aguilar Zepeda, colaborador del Cuerpo Académico en Migración Interna e Internacional del CIEAP-UAEM su apoyo en la revisión y ajuste a la versión final del presente artículo.

1 Los migrantes que cruzan por estas zonas se exponen a condiciones ambientales que amenazan su vida. Por ejemplo, si intentan cruzar la frontera a través del desierto del Valle Imperial deben caminar como mínimo de 20 a 30 millas antes de llegar a un camino. En el verano, durante el día la temperatura media en este desierto es de 44.4°C y frecuentemente alcanza los 48.8°C. Con lo cual, es físicamente imposible para los migrantes llevar suficiente agua para prevenir la deshidratación durante los dos días de caminata a través del desierto (Cornelius, 2001).

2El rendimiento decreciente es un concepto económico que hace referencia a la disminución de un producto o servicio, y en el caso citado, alude a rendimientos marginales en todos los aspectos de la vida del migrantes.

3Concepto cercano al de calidad de vida que es un concepto multidimensional e incluye aspectos del bienestar (well-being) y de las políticas sociales: materiales y no materiales, objetivos y subjetivos, individuales y colectivos. “Véase en Calidad de Vida: Conceptos y medidas”, disponible en http://www.cepal.org/celade/agenda/2/10592/envejecimientorp1_ppt.pdf

4Se refiere a la población de cinco años o más que cinco años antes radicaba en Estados Unidos. Para generar los intervalos (rangos) dentro de las series numéricas se utiliza el método de Jenks. Véase: Jenks, (1967).

5Dado que el Índice de Intensidad Migratoria (IIM) y el Índice de Marginación (IM) solo están disponibles para el año 2010 se decide presentar los resultados de la correlación entre estos índices y la población retornada solo para el mencionado año.

6Entre 1990 y 2010 se crearon cuatro nuevos municipios en el Estado de México: Valle de Chalco Solidaridad (1994), a partir de territorio de los municipios de Chalco, Ixtapaluca, La Paz, Chicoloapan; Luvianos (2002), con territorio antes de Tejupilco; San José del Rincón (2002), con territorio de San Felipe del Progreso; y Santa María Tonanitla (2003) con territorio de Jaltenco.

7Se decide presentar en mapas únicamente los datos de personas retornadas al Estado de México en el año 2010 dado que es el periodo en el cual se registró el mayor volumen de población en condición de retorno. Con ello se puede visualizar el impacto del retorno cuando este tiene su punto más álgido.

8Dado que el Índice de Intensidad Migratoria (IIM) y el Índice de Marginación (IM) solo están disponibles para el año 2010 se decide presentar los resultados de la correlación entre estos índices y la población retornada a los municipios del Estado de México solo para el mencionado año.

9Zenteno, Rene, 2004, “Pobreza, Marginación y Migración Mexicana a Estados Unidos”, disponible http://www.abep.nepo.unicamp.br/site_eventos_alap/PDF/ALAP2004_251.PDF

10Dada la disponibilidad de datos sobre migración de retorno para 2015, conviene incluir en el análisis los resultados para este año.

Recibido: 08 de Junio de 2017; Aprobado: 20 de Julio de 2017

Eduardo Andrés Sandoval Forero Antropólogo, Maestro en Estudios Latinoamericanos, Doctor en Sociología por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Miembro del Sistema Nacional de Investigadores de México desde 1995 (Nivel II). Profesor invitado de universidades de Estados Unidos, América del Sur, España e Italia. Es profesor del curso Migración y codesarrollo en la Cátedra UNESCO, del posgrado de Estudios para la Paz y el Desarrollo, en la Universitat Jaume I, España. Autor de varios artículos, capítulos y libros sobre migración, diversidad cultural y grupos étnicos. Líder del Cuerpo Académico en Migración Interna e Internacional del CIEAP-UAEM. Su mas reciente libro es Educación para la paz integral. Memoria, Interculturalidad y decolonialdad. Dirección electrónica: forerosandoval@gmail.com

Juan Gabino González Becerril Maestro en Estudios de Población por El Colegio de la Frontera Norte. Es profesor-investigador de tiempo completo en el Centro de Investigación y Estudios Avanzados de la Población de la Universidad Autónoma del Estado de México (CIEAP/UAEM) y es director de la revista Papeles de Población. Entre sus publicaciones recientes destacan Migración mexiquense a Estados Unidos: un análisis interdisciplinario, 2012; Encuesta sobre Migración de Mexiquenses a Estados Unidos (EMMEU 2009), 2012, Demografía indígena en el Estado de México, 2013 (coautor); Migración Internacional: voces del sur 2017 (compilador); todas las publicaciones bajo el sello editorial de CIEAP-UAEM. Dirección electrónica: gonzalezg2012@hotmail.com

Ignacio César Cruz Islas Doctor en Estudios de Población por El Colegio de México, actualmente Profesor Investigador en el Colegio del Estado de Hidalgo y distinguido con nombramiento del SNI-1. Con experiencia laboral como investigador en el Centro de Investigación y Estudios Avanzados de la Población de la UAEM y la Secretaría General del Consejo Nacional de Población. Dirección electrónica: iccislas@hotmail.com

Creative Commons License Este es un artículo publicado en acceso abierto bajo una licencia Creative Commons