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Papeles de población

versión On-line ISSN 2448-7147versión impresa ISSN 1405-7425

Pap. poblac vol.22 no.89 Toluca jul./sep. 2016

 

Artículos

Puerto Madryn, de pueblo a ciudad intermedia. La dinámica poblacional local a través de cinco retratos censales (1970-2010)

Puerto Madryn, from town to mid-size city. The local population dynamics through five census portraits (1970-2010)

Sergio Andrés KAMINKER1  * 

Diana Patricia ORTIZ-CAMARGO2  ** 

1 Instituto Patagónico de Ciencias Sociales Humanas, CENPAT-CONICET, Paz, Argentina. Dirección electrónica: kaminker@cenpat-conicet.gob.ar

2 Universidad Nacional de José C. Paz, Argentina. Dirección electrónica: diortiz.c@gmail.com


Resumen:

La ciudad de Puerto Madryn, cabecera del departamento de Biedma,* en la austral provincia de Chubut, Argentina, sufrió una importante transformación económica, social y cultural entre 1970 y 2010 que aún no ha sido estudiada desde las ciencias sociales. Actualmente, la ciudad se encuentra en un proceso de planificación urbana. Usualmente, se tiende a naturalizar el vínculo entre crecimiento demográfico y problemática urbana. En consecuencia, desde un enfoque cuantitativo y descriptivo, se llevará adelante un análisis de los datos censales desde 1970 del departamento en general, y la ciudad en particular, para caracterizar las causas demográficas de esta transformación, en vinculación con las variables económicas y sociales que coadyuvaron a que un pueblo de seis mil habitantes se convirtiera en una ciudad intermedia.**

Palabras clave: Crecimiento demográfico; ciudades intermedias; Patagonia

Abstract:

The city of Puerto Madryn, head of the Biedma department, in the southern province of Chubut, Argentina, suffered an important social, economic and cultural transformation between 1970 and 2010 that has not yet been studied from social sciences. Presently, the city is going through an urban planning process. Usually, it's common to naturalize the relationship between demographic growth and urban issues. As a consequence, through a quantitative and descriptive perspective, this paper analyses the census data from 1970 for the department in general and the city in particular, to characterize the demographic causes of this transformation in connection to the economic and social variables that turned a six thousand inhabitants town into a mid-size city.

Key words: Demographic growth; mid-size cities; Patagonia

Introducción

La demografía, como disciplina científica, brinda a sociedades y gobiernos aportes centrales para la solución y "comprensión de fenómenos sociales, económicos, de salud y ambientales que afectan a sus poblaciones y son afectados por el comportamiento de éstas" (Miró, 2006: 18). Como tal, permite producir insumos de gran importancia para la planificación estratégica, pero sobre todo para identificar en el territorio aquellos espacios donde se requiere priorizar en inversión social, instalación de servicios públicos, reglamentaciones urbanas, etc. Sin un conocimiento cabal de lo que sucede en términos poblacionales, al planificar estrategias de intervención e inversión en pequeñas o medianas ciudades en expansión se corre el riesgo de quedar rápidamente detrás de las problemáticas locales.1 Está claro que las proyecciones también pueden ser erróneas o no prever cambios bruscos en comportamientos o incluso modificaciones en determinantes sanitarios (Blacker, 2009). Sin embargo, hay consenso entre los cientistas sociales respecto de la importancia de estos indicadores a la hora de planificar el desarrollo de una ciudad.

En particular, en Puerto Madryn se está debatiendo actualmente un modelo de ciudad en un Plan de Desarrollo Urbano desde octubre de 2013. Este trabajo, a cargo de una consultora privada llamada Centro de Estudios y Proyectos del Ambiente (CEPA), tiene una modalidad participativa en la cual se discuten diversas ideas-fuerza y modelos, reuniones a las cuales se está acudiendo como especialistas y ciudadanos al mismo tiempo, intentando brindar conocimiento sociológico sobre la ciudad para la discusión colectiva con los urbanistas que están liderando el proceso.

Ahora bien, para esto es de vital importancia comprender cómo se explica el crecimiento demográfico de la ciudad y el departamento, en especial cuando hay una serie de imágenes incorrectas acerca de la dimensión de la misma y su crecimiento, pero sobre todo del tamaño de las colectividades extranjeras y su peso en la dinámica demográfica de la ciudad.

En varios ámbitos locales, se dice que Puerto Madryn tiene más de 100 mil habitantes, de los cuales entre 20 y 30 mil serían bolivianos, y cuya mayoría viviría en asentamientos informales, hecho que tendería a explicar la expansión demográfica y, en consecuencia, los problemas de la ciudad, en especial el déficit habitacional, la sobre-exigencia y poca sustentabilidad de los servicios públicos, y hasta el supuesto ascenso de la criminalidad. En este punto, cabe señalar que la sobredimensión del fenómeno migratorio es común en la Argentina, que sumada a cierto "fetiche del dato" (Halpern, 2009), brinda importancia a supuestas cantidades, repetidas en discursos públicos y mediáticos, que potencian la reproducción, circulación y efectos de las imágenes mencionadas. Bruno sostiene que

La instalación de flujos migratorios imaginarios tiene efectos prácticos en la política migratoria; las presiones en y hacia el Estado basadas en una sobredimensión del fenómeno afectarán el contenido de ésta, y por ende tendrán repercusiones en la vida de los extranjeros (2010: 96).

Esta imagen distorsionada del peso de la inmigración extranjera en la dinámica demográfica de la ciudad, al igual que en el resto del país, se conjuga con la sobrerrepresentación de migrantes limítrofes en determinadas actividades, la concentración espacial, el crecimiento de sus asociaciones y los cambios de patrones de asentamiento a centros urbanos en las últimas décadas y genera una suerte de imaginación estadística o sobreestimación de la cantidad de migrantes, no sólo en Puerto Madryn, sino también en distintas ciudades de la Argentina. Si bien las estadísticas muestran un crecimiento del número total, la imaginación social hace crecer la migración muy por encima de las cifras que puedan existir. Este hecho, en conjunción con el estigma negativo sobre la migración a nivel global, exacerba el racismo y tiende a ejercer una presión importante sobre la política. La inclusión de los hijos de los migrantes, aun cuando éstos sean en términos legales ciudadanos argentinos, es otra de las explicaciones por las cuales los números aparecen inflados (Bruno, 2010). Claro que esto mismo es utilizado por las organizaciones de estas colectividades, lo que complejiza la mirada para quien iguala vida comunitaria, nacionalidad y ciudadanía. Por ello es importante señalar que muchos descendientes de inmigrantes tienen una importante vida comunitaria ligada a tradiciones o prácticas que apelan a una colectividad en particular, lo cual no cambia que, en términos de derechos de ciudadanía, son argentinos. Sin embargo, es muy probable que los estigmas discriminatorios caigan con la misma virulencia sobre ellos que sobre sus padres, siendo el racismo uno de los principales mecanismos generadores de la diferencia en la jerarquía social.

En particular, los pocos estudios sociales sobre la región que han tratado el crecimiento demográfico de la ciudad señalan el alto componente migratorio como un indicador de la complejidad de la gobernanza urbana en la Patagonia (Sassone et al., 2011) o explicitan que la extensión no planificada de las urbes regionales, fruto de su expansión poblacional, producirá hacinamiento y asentamientos informales en áreas no convenientes con infraestructura deficiente (Álvarez et al., 2009). Sin embargo, son apenas menciones iniciales o finales en las cuales la falta de contexto termina abonando a la naturalización de la relación lineal entre inmigración internacional, crecimiento demográfico y conflictos urbanos.

En el presente, se parte de la idea que la inmigración internacional es un indicador importante a tener en cuenta, pero se debe entender y contextualizar en una dinámica demográfica más amplia. A su vez, existen otras cuestiones que son relevantes a la hora de pensar en la planificación urbana, como el valor del suelo urbano, la disponibilidad de dinero para invertir en servicios públicos o el papel del mercado inmobiliario, las cuales no se debaten en este trabajo. No es el crecimiento demográfico, o la imagen que se tiene de éste, la única variable a considerar para planificar el desarrollo urbano o bien lo que explica qué sucede con la presión sobre el mercado de suelo urbano en la ciudad. Sin embargo, comprender la expansión poblacional y dar a conocer su dinámica y explicaciones de naturaleza demográfica resulta central para dicha actividad y para combatir prejuicios basados en datos sobredimensionados.

Entonces, si bien los datos de población son públicos, para desandar imágenes colectivas y representaciones sociales que obturan estas discusiones, más vinculadas con racismo o la culpabilización exógena de situaciones locales, se brinda aquí un aporte a partir del análisis de los datos censales. Cabe señalar que los censos nacionales de población son una fuente irremplazable para estudiar la estructura poblacional de un país en un momento determinado (Otero, 2006). No se debe creer ingenuamente que son una fotografía cuyo único límite es el temporal, sino trabajar con la conciencia de que "las estadísticas son imágenes de síntesis que no representan situaciones individuales, sino abstracciones de dichas situaciones" (Otero, 2006: 36).

Más allá de posibles problemas de aplicación del instrumento, o bien ligados a concepciones intelectuales o políticas de quiénes los realizan2, los operativos de los censos nacionales suelen ser de gran importancia recolectando datos claves, tanto en términos políticos y sociales, como históricos y científicos. Estos brindan una imagen fija del stock poblacional, una foto de un momento en particular, siendo imposible a través del análisis de los datos de un solo censo dar cuenta de un proceso en el tiempo. Por ello, interpelando las imágenes de los últimos cinco censos nacionales, se busca dar un carácter longitudinal a la descripción, con la conciencia de las limitaciones de no poder ver qué sucede con los flujos de población desde y hacia el departamento y la ciudad.3

Se puede sostener, que más allá de la posibilidad de subregistro y errores censales, no se encuentran datos más completos que estos para el departamento de Biedma y la ciudad de Puerto Madryn,4 sobre todo teniendo en cuenta que no forma parte de los conglomerados urbanos donde se lleva al día de hoy la Encuesta Permanente de Hogares.5

La ciudad de Puerto Madryn es la cabecera del departamento de Biedma y, en la actualidad, la tercera ciudad más poblada de la provincia de Chubut. Se encuentra en el noreste de la misma, a escasos kilómetros del acceso a la Península de Valdés. Para el análisis de la mayoría de las cifras se han utilizado los datos departamentales, no sólo por ser ésta la mínima unidad espacial con la cual se puede encontrar buena parte de la información censal nacional disponible, sino porque en ninguno de los censos de 1970 a la fecha la población rural de Biedma supera 1.8 por ciento, más allá de que buena parte de esta población depende en diversas formas de Puerto Madryn, bien siendo una localidad que de hecho funciona como un barrio suburbano de la ciudad, como las Quintas del Mirador, como ciudad que suele hospedar a la gran mayoría de los que visitan la Península de Valdés,6 o como sede de buena parte de los servicios públicos que utilizan quienes viven en esos pequeños poblados o parajes (Mapa 1).

Fuente: elaboración de los autores.

Mapa 1 Ubicación de Puerto Madryn, Departamento de Biedma, Provincia de Chubut, Argentina 

A través de estos datos, entonces, se describen las principales transformaciones demográficas de la ciudad en el periodo en cuestión, dilucidando cuánto del crecimiento poblacional puede ser explicado por la migración internacional, cuánto por la migración interna y cuánto por el crecimiento vegetativo sin perder de vista el carácter dinámico y cambiante del proceso en cuestión y sus efectos sobre la estructura poblacional local. Se vincula, a su vez, estos cambios con diferentes hitos de la historia de la ciudad. De esta manera, se intenta contribuir al conocimiento general sobre la historia de la ciudad y de la región, desnaturalizando las ideas de sentido común sobre el crecimiento de la misma, y servir como soporte demográfico de una investigación en curso que problematiza la relación entre urbanización y segregación residencial en una ciudad intermedia como Puerto Madryn.7

De América Latina a la Patagonia Argentina. El lugar de las ciudades intermedias

La urbanización de Puerto Madryn se da en el contexto de cambios demográficos y urbanos que la exceden, tanto en la región como en el mundo. Hay especialistas que plantean que estamos en un proceso global de "urbanización generalizada", en el cual las medias y pequeñas ciudades periféricas han pasado a ser espacios dinámicos y de una creciente importancia económica, cultural, social e innovadora (Capel, 2009). Más allá de la visión más o menos optimista de algunas de estas miradas, no hace falta mucho análisis para dar cuenta de que la tendencia mundial es de una creciente urbanización en todos los continentes. Se calcula que, recién desde 2010, más de la mitad de la población mundial vive en ciudades (ONU Hábitat, 2012) cobrando especial dramatismo el crecimiento poblacional urbano en algunos continentes, al no estar correlacionado con una demanda laboral ni con un mejoramiento en las condiciones de recepción de las personas. Es decir que un gran porcentaje de estos nuevos habitantes urbanos se ubican en asentamientos informales o en espacios de la ciudad en los cuales no hay un acceso adecuado a servicios y bienes públicos básicos, como agua, electricidad, salud y educación (Davis, 2007).

En este contexto, el lugar de las ciudades intermedias viene tomando cada vez mayor centralidad a nivel global, ya sea por el crecimiento de muchas de ellas ligadas al éxodo rural, como se da en buena parte de Asia y África, por una creciente suburbanización y periurbanización vinculada a dificultades de acceso a la vivienda en áreas más tradicionales como en Europa y América del Norte, o por procesos de migración interna e internacional entre ciudades o de conurbación en varios espacios de América Latina (ONU Hábitat, 2012).

En particular, esta última región, se encuentra en una dinámica de transformación cuyas principales características parecerían ser que "la tradicional primacía urbana ha disminuido en casi todas partes, dando paso a un rápido crecimiento de centros secundarios y a un sistema urbano más complejo" (Portes y Roberts, 2005: 66). El proceso latinoamericano no sólo ha derivado en que sea la región mundial con la tasa de urbanización más alta del mundo, de alrededor de 80 por ciento (ONU Habitat, 2012), sino también en una expansión urbana de ciudades que exceden sus límites administrativos y centros secundarios que han sufrido vertiginosas transformaciones demográficas y físicas.

En este contexto, el peso de estos últimos ha sido cada vez mayor. Lejos de esas imágenes de países en los cuales la población está concentrada tan sólo en una o dos ciudades, más de la mitad de la población urbana de la región se concentra en urbes de menos de 500 mil habitantes. Es importante comprender que esto no responde a una descentralización repentina de la población, sino a diversas situaciones, desde crecimiento de verdaderas áreas metropolitanas en las cuales quedaron absorbidas ciudades más pequeñas, a urbanizaciones de pueblos rurales o ciudades de menor tamaño por los cuales la cantidad de ciudades de la región "se ha multiplicado por seis en los últimos cincuenta años" (ONU Hábitat, 2012: 17).

En Argentina, hay quienes señalan que se ha dado un proceso de "contraurbanización" en las últimas décadas (Leveau, 2009). Si bien se comprende que el concepto da cuenta de una menor concentración de la población en las grandes ciudades o en las ciudades primadas a nivel nacional, esta transformación de la estructura poblacional nacional no ha significado una ruralización de la población, sino la urbanización de aglomeraciones pequeñas e intermedias a lo largo y ancho del territorio nacional. Vapñarsky (1995) mostraba ya en la década del noventa cómo el peso relativo de la ciudad de Buenos Aires en el sistema urbano nacional comenzaba a disminuir, al mismo tiempo que aparecían una gran cantidad de aglomeraciones de tamaño intermedio, cuyo peso en la población total del país empezaba a crecer.8 Esta desconcentración poblacional reconoce diversas variables (Fielding, 1989; Vapñarsky, 1995; Leveau, 2009), sin embargo, independientemente de sus causas, hay cierto consenso del papel que han comenzado a adquirir las ciudades intermedias en el sistema urbano nacional.

Ahora bien, en la Patagonia Argentina, esto ha sido particularmente dinámico.

Si bien la Patagonia argentina ha presentado una desaceleración en su crecimiento poblacional (ver Cuadro 1), veremos que la ciudad de Puerto Madryn plantea varias particularidades y diferencias con lo que ha sucedido en distintas ciudades de la región, siendo esta "el destino migratorio con mayor diversidad de orígenes (Sassone et al., 2011: 127).

Fuente: elaboración propia con base en datos de la Dirección General de Estadísticas y Censos de la Provincia de Chubut e Instituto Nacional de Estadísticas y Censos INDEC.

Cuadro 1: Ritmo de crecimiento de la población de la Patagonia Argentina. Años: 1970, 1980, 1991, 2001 y 2010  

Y una de las dos ciudades de mayor crecimiento relativo de la región desde 1970 en adelante (Cuadro 1).

Contexto histórico, económico y social de la transformación

La supuesta fundación de Puerto Madryn se conmemora en 1865.9 Sin embargo las actividades productivas principales de la zona datan de las últimas dos décadas del siglo XIX. Estas han sido la cría extensiva ovina y la explotación de las salinas en la Península de Valdés, pero sobre todo los servicios vinculados al comercio de éstos a través de su puerto que conectaba el ferrocarril que llegaba de Trelew10 desde 1889 (Seibt, 2004; Sanabra, 2004; Coronato, 2010), hasta el fin de las franquicias aduaneras. Incluso, el trazado original de la ciudad en 1906 fue llevado adelante por la empresa ferroviaria (Sanabra, 2004). Luego, hacia la década de 1940, se abandonó la producción de las salinas por su exigua rentabilidad, y, en los años sesenta, se cerró el Ferrocarril Patagónico, llevando a que muchas personas dejaran la ciudad (Sanabra, 2004). Ya por esos años la producción ovina era su actividad primordial, no sólo en la ciudad, sino también en la región, hasta que la implementación de los programas desarrollistas a través de 'polos de desarrollo' (Pérez Álvarez, 2010) y el comienzo de la producción textil en esa misma década impactó económica y demográficamente, haciendo crecer la población de la ciudad de Puerto Madryn por encima de los cinco mil habitantes (Rougier, 2011).

Para comprender la dinámica poblacional histórica de la ciudad, tampoco se debe olvidar que la pequeña base demográfica y su lento crecimiento hasta 1970 tuvieron que ver, en buena medida, con un interés por comenzar a tener poblados como forma de "civilizar" y "colonizar", afianzar el territorio ante lo que se visualizaba como el doble riesgo indígena y chileno. Durante esta misma década, hubo una política de asentamiento de actividades productivas importante que generó un proceso de migración cuantitativamente significativo en la región del Valle Inferior del Río Chubut y Puerto Madryn. Justamente con posterioridad a que el territorio del Chubut fuera provincializado,11 esta área "tuvo el mayor crecimiento vinculado a los programas de polos de desarrollo" (Pérez Álvarez, 2010: 9). Este crecimiento de la actividad económica fue uno de los factores para un modelo poblacional estatal basado en las políticas de atracción de migrantes "para poblar la Patagonia" propio de las décadas de 1960 y 1970 (Baeza, 2008). Así como la migración transoceánica respondió a la formación del mercado de trabajo en la Argentina que ingresaba a la división internacional del trabajo, propia del capitalismo mundializado (Margulis, 1977) y "el ingreso de los migrantes (limítrofes) en el mercado de trabajo argentino se ha ido adecuando a las demandas coyunturales" (Ceva, 2006: 39), el crecimiento de la migración interna e internacional a la provincia en general y a la ciudad en particular se debió al crecimiento del mercado laboral en la década de los años setenta. En este contexto, entre migrantes internos e internacionales la ciudad multiplicó su población por trece en el periodo 1970-2010, pasando de seis mil habitantes a alrededor de ochenta y dos mil.

La provincia de Chubut fue, así, uno de los casos paradigmáticos donde el desarrollo industrial tuvo especial injerencia, tanto por lo que generó en términos de crecimiento económico, como también demográficos, siendo Puerto Madryn la ciudad que más creció proporcionalmente.12 La instalación de las industrias en los sesentas y setentas y la generación de gran cantidad de puestos de trabajo en forma directa o indirecta vinculado con ello, produjeron un crecimiento demográfico exponencial en el noreste del Chubut con una migración importante de personas de diverso origen, desde chubutenses del interior provincial -en especial de la zona rural golpeada por el estancamiento y declinación posterior de la economía lanar desde los años cincuenta, la desertificación y la presión demográfica sobre sus tierras de baja productividad y el crecimiento de la gran propiedad terrateniente (Pérez Álvarez, 2010) - hasta migrantes del norte del país y una creciente cantidad de migrantes limítrofes (Cuadro 2), en especial chilenos por razones económicas y políticas hasta el final de la dictadura en Chile durante los años noventa (Gatica, 2009). El grado de urbanización de la provincia, es decir, el porcentaje de población que vive en zonas urbanas, pasó de valores muy inferiores a los nacionales a comportarse en forma similar a partir de 1980, tal como se ilustra en el Cuadro 3.

Fuente: Dirección General de Estadística y Censos de la Provincia de Chubut.

sd: sin dato.

Cuadro 2 Población según origen. Provincia de Chubut. Censos Nacionales 1895/2010  

Fuente: elaboración propia con base en el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos INDEC. Análisis demográfico, Serie 15. Situación demográfica de la provincia de Chubut. Censos nacionales de población, hogares y viviendas 2001, 2010.

sd: sin dato.

Cuadro 3 Grado de urbanización. Provincia de Chubut y total país. Periodo 1895-2010  

En la década de los años setenta, la instalación de la planta de Aluminio Argentino Sociedad Anónima (ALUAR SAIC) modificó definitivamente la ciudad de Puerto Madryn. La obra comenzó en noviembre de 1971. Siete meses después, ya había 300 trabajadores en la construcción de la planta. Aún inconclusa la represa hidroeléctrica de Futaleufú en el oeste de Chubut, la cual le brinda energía a la planta en Madryn.13 La planta inició su producción en julio de 1974, momento en el cual ya empleaba en forma directa a más de 900 personas (Rougier, 2011). Esto fue acompañado de una serie de obras de infraestructura en la ciudad, desde el armado de un puerto industrial acorde, hasta la construcción de viviendas y escuelas para los trabajadores y sus familias. En consecuencia, Puerto Madryn se transformó en diez años en una ciudad de más de 20 mil habitantes, con un crecimiento por encima de 300 por ciento en una década, donde cambió no sólo su estructura poblacional, sino también su trama urbana.

Ese crecimiento inicial local, a diferencia de lo que sucedió en el resto de la provincia, continuó en las décadas siguientes, aunque siempre en relación con los cambios económicos, sociales y productivos nacionales y globales. Una de las paradojas más sorprendentes del proceso es que, a medida que era desmantelado el proceso sustitutivo durante la dictadura militar (Castellani, 2002), Puerto Madryn se consolidaba como una ciudad industrial.

Luego de la instalación de ALUAR, la industria pesquera comenzó a usar el puerto como centro de operaciones y afincarse entre fines de la década del setenta y principios de la siguiente,14 con un modelo intensivo de uso del recurso, con pocas empresas que procesaban su producción en tierra y varias que contaban con buques factorías que congelaban el producto en alta mar. Algunas de estas empresas, cuyas producción era (y es) en gran medida exportada, llegaban a emplear en forma directa tantos empleados como ALUAR mismo. También comenzaría a aparecer en el entramado productivo local la industria del pórfido, que fuera en algún momento otra actividad económica de importancia en la región.

Hacia finales de la década de los ochenta y durante los años noventa, la apertura económica y el proceso de reforma del Estado y de la economía nacional impusieron a las actividades productivas regionales una etapa de transición y relativa incertidumbre sobre el tipo de desarrollo futuro, con un grave efecto recesivo en la región patagónica (Salvia, 2001: 459).

Pérez Álvarez señala que, hacia los años ochenta, se expresa "el agotamiento de la posibilidad de desarrollo predominantemente en extensión del capitalismo en la Patagonia, el cual ahora debe impulsar su desarrollo predominantemente en profundidad" (Pérez Álvarez, 2010: 30). Salvia muestra cómo las políticas económicas y las capacidades estatales, propias del consenso neoliberal, que significaron un proceso de modernización y exclusión que afectaron al sistema económico nacional (Rofman, 1999), determinaron la forma de entrada de la Argentina en general y de la Patagonia en particular a la globalización en la profundización de las políticas neoliberales que habían empezado entre 1975 y la última dictadura militar (Svampa, 2005).

En la ciudad de Puerto Madryn, el crecimiento del turismo y los servicios en los años noventa (Salvia, 2001) serían los motores económicos de la continuidad del marcado crecimiento productivo y demográfico, en un periodo en el que se debe integrar al análisis "el reconocimiento de la relativa autonomía de los espacios locales" (Salvia, 2001: 440), a su vez que se dio una "subordinación de la política a la economía como resultado del reconocimiento de la 'nueva relación de fuerzas'" (Svampa, 2005). El turismo reconoce, a su vez, una trascendencia que no se limita a la demanda laboral, sino que el imaginario de la ciudad como destino natural y urbe tranquila tuvo importancia sobre un sector de la población que migró allí (Domínguez de Nakayama y Arrechea, 2011).

La Patagonia austral fue entonces, según Salvia (2001), un territorio crecientemente globalizado, pero aún ligado social y culturalmente con el desarrollismo de un Estado protector, cuyos enclaves capitalistas responderían en forma diferencial a este proceso, según el estado de las estructuras sociales, la iniciativa de las empresas locales frente a los intereses de los grandes grupos, la política local y, en forma marginal, a la resistencia de los trabajadores y otras instancias democráticas de participación social (Salvia, 2001).

Como anuncia Pérez Álvarez,

la fuerte caída del aumento poblacional entre 1991 y 2001 es un primer indicador del proceso de crisis y cambio que atravesó la estructura económica que se había conformado en las décadas anteriores (Pérez Álvarez, 2010: 27).

Sin embargo, no se debe soslayar que el crecimiento poblacional continuó y que, dentro de las transformaciones vividas por la estructura económica local, la ciudad de Puerto Madryn fue una de las que se acopló en forma relativamente exitosa a las imposiciones del mercado global y las recetas neoliberales, en lo que respecta a sus actividades productivas vinculadas al mercado local, pero sobre todo a la exportación de aluminio y la pesca. También fue importante su crecimiento como centro turístico nacional e internacional por su fácil acceso a la Península de Valdés considerada "Patrimonio Natural de la Humanidad" por la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) en 1999. En definitiva, este crecimiento que llevó a que en 2001 la ciudad llegara a los 57 mil habitantes continuó en un proceso económico en expansión, empujado localmente por una alta rentabilidad de las pesqueras hacia 2005, pero sobre todo por la ampliación de la planta de ALUAR y el sector de la construcción, que hizo crecer la demanda laboral y amplificó la imagen de Puerto Madryn como ciudad pujante y dinámica, cuya población hacia 2010 creció por encima de los 80 mil habitantes. Dinámica demográfica de Puerto Madryn a partir de la década de 1970

El ingreso de América Latina a la modernización significó la transición demográfica15 a partir de la segunda mitad del siglo pasado. Esto se evidencia en el descenso sostenido de los niveles de fecundidad junto al aumento en la esperanza de vida al nacer en toda la región (Chackiel, 2006). Si bien la teoría de la Transición Demográfica se fundamenta en el comportamiento de la fecundidad y la mortalidad para estudiar la evolución futura de la población, cabe destacar que se atribuye a la llegada masiva de inmigrantes europeos, a finales del siglo XIX y principios del siglo XX, la transición avanzada alcanzada por Uruguay y Argentina en las décadas del cincuenta y sesenta respectivamente. Es así como, mientras la gran mayoría de los países de la región iniciaban el proceso de transición demográfica, los dos países en mención entraban en la última etapa.

Ya se hizo referencia a la importancia de la migración en la Patagonia Argentina y su papel en el crecimiento de la ciudad de Puerto Madryn, que ha registrado sostenidamente durante los últimos cincuenta años saldos migratorios positivos. Una alta migración puede producir cambios en la distribución y composición por edad y sexo de la población, y en consecuencia, impactar en la estructura poblacional e imprimir cambios en el ritmo de crecimiento. Por ejemplo, personas de edades centrales que entran o salen alteran el envejecimiento demográfico de la población o el ingreso de mujeres en edad reproductiva pueden influir en el comportamiento de la fecundidad.

Este proceso de urbanización acelerado que hizo de un enclave portuario de la Patagonia central una de las ciudades más dinámicas de la región no ha sido analizado desde las ciencias sociales. Pero existen estudios que analizan el crecimiento poblacional en la región. Sassone, González y Matossian (2011) afirman que "las ciudades patagónicas son ciudades muy jóvenes, cuya expansión se dio en el último cuarto del siglo XX" (Sassone et al., 2011: 127). Álvarez et al. (2009) muestran cómo desde comienzos del nuevo siglo, las mismas parecían haber perdido dinamismo y entrado en una nueva dinámica demográfica, una etapa de equilibrio de su crecimiento demográfico, ligado a cierta desaceleración económica.

Sin embargo, las proyecciones previas a 2010 resultaron erróneas, dado que en varias ciudades la expansión retomó su vitalidad, apoyadas en una economía reforzada desde 2003 que reconoce en la Patagonia una de las áreas más beneficiadas. Puerto Madryn, en este punto, se vio transformada y creció, pero con aportes diferentes a lo que había sucedido en los años de mayor crecimiento relativo, como fue el periodo 1970-1991.

Como se señala previamente, de acuerdo a los datos arrojados por los últimos cinco censos de población, la ciudad aumentó trece veces su número de habitantes, entre 1970 y el 2010. Más allá de la caracterización previa sobre el crecimiento de las actividades económicas y sus posibles efectos en términos poblacionales y del modo en que esto convivió con una cierta idea de la ciudad como lugar ligado a la naturaleza y la tranquilidad, resulta central realizar un análisis que permita vislumbrar cómo se dio ese crecimiento poblacional, qué lo explica y por qué, en términos demográficos. No sólo es importante por sus efectos posibles para las políticas públicas, sino para hacerlo en contraposición con miradas que circulan en la ciudad acerca del tamaño de la población y del lugar del inmigrante limítrofe en el crecimiento de la misma.

En primer lugar, esta transformación en la ciudad coincidió con el descenso sostenido de la población rural en la provincia, que para 1970 se ubicaba alrededor de 30 por ciento y que hoy no alcanza diez por ciento. En la actualidad, Biedma junto con Rawson, Escalante y Futaleufú16 concentran 85 por ciento de la población urbana de la provincia que varió de un grado de urbanización de 54.4 por ciento en 1960, diecisiete puntos por debajo de los valores nacionales, a números equiparables con los del total en el país. Cabe advertir que, a partir de este crecimiento demográfico, Puerto Madryn pasó a constituirse en la tercera ciudad más poblada de la provincia de Chubut, detrás de Comodoro Rivadavia y Trelew. Si bien los cuatro departamentos más importantes de Chubut muestran tasas de crecimiento positivas, Puerto Madryn presenta el mayor número de entradas anuales por cada mil habitantes por nacimientos o migración. En el periodo 19701980 se estima un promedio anual de ciento veinte residentes nuevos en la ciudad por cada mil habitantes (Gráfica 1).

Fuente: elaboración propia con base en datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos INDEC y Censos de población, hogares y viviendas 1970, 1980, 1991, 2001 y 2010.

Gráfica 1 Crecimiento poblacional. Puerto Madryn 1970/2010 

En particular, la población rural del departamento de Biedma ha tenido una importante variación de crecimiento y decrecimientos en los primeros veinte años del periodo 1970-2010, hasta que comenzó a estabilizarse el aumento de Puerto Pirámides, principal población rural del departamento, por los servicios vinculados al turismo. De todas maneras, actualmente Biedma alberga en el área urbana (Puerto Madryn) 98 por ciento de su población (Cuadro 4).

Fuente: elaboración propia con base en datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos INDEC y Censos de población, hogares y viviendas: 1970, 1980, 1991 Series B- 2001 y 2010, REDATAM.

Cuadro 4 Población de la Provincia de Chubut. Población urbana-rural del departamento de Biedma y tasa de crecimiento anual. Censos 1970, 1980, 1991, 2001 y 2010 

Se puede aseverar que la transformación demográfica de Puerto Madryn durante todo el periodo se debió inicialmente a un creciente número de inmigrantes internos, de otras provincias y de la propia Chubut, así como al aporte de inmigrantes internacionales. Con relación al fenómeno migratorio vale la pena hacer referencia a los aportes que tanto la migración interna como internacional17 han hecho a la ciudad. Como afirma Del Popolo (2001) la migración puede ocasionar el envejecimiento o rejuvenecimiento de la población, como suele suceder al interior de un país con la migración selectiva por grupos de edad entre áreas geográficas. Este ha sido el caso de Puerto Madryn donde el crecimiento poblacional iniciado en la década de 1970 rejuveneció a la población durante tres décadas sostenidas. En la década comprendida entre los años setenta y ochenta se registró un significativo crecimiento de la población económicamente activa (PEA),18 que evidencia el arribo de personas en edad de trabajar. Se calcula que por cada mil personas en edad de trabajar la ciudad sumó en promedio ciento dieciocho personas entre los 14 y 65 años cada año, cuadruplicándose la PEA (Cuadro 5)

Fuente: elaboración propia con base en datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos INDEC. Censos de población, hogares y viviendas: 1970, 1980, 1991 Series B- 2001 y 2010, REDATAM.

Cuadro 5 Población de Puerto Madryn en grandes grupos de edad. (1970-1980) 

Se logra identificar, en el mismo periodo (1970-1980) la llegada de varones jóvenes en mayor cantidad que de mujeres. En la década de los ochenta el número de hombres superaba en 15 por ciento al de mujeres. El censo que le sigue muestra el ingreso de población menor de cinco años por aumento de la fecundidad reflejado en el ensanchamiento de la base piramidal junto con el aumento de población femenina en edad reproductiva. Pese a que en los censos intermedios (1980-2001) se observa incremento en la proporción de la población menor de 15 años y disminución de la mayor de 60, la tendencia demográfica del país se advierte en la ciudad con un índice de envejecimiento19 igual a 31 en 2010. Esto significa que por cada 100 menores de 15 años registrados en el censo se contaron 31 adultos mayores, pasando la población mayor de 60 años a representar nueve por ciento de la población de Puerto Madryn. En este sentido, la población de la ciudad sufrió un comportamiento inicial propio de un enclave productivo, luego no perdió población, hecho que permitiría insinuar que, como surge de otros trabajos, la mayoría de los migrantes laborales han tendido a quedarse en la ciudad (Gráficas 2a, 2b, 2c).

Fuente: elaboración propia con base en datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos INDEC y Censos de población, hogares y viviendas: 1970, 1980, 1991 Series B- 2001 y 2010 REDATAM.

Gráfica 2a Pirámides poblacionales. Puerto Madryn (1970-2010) 

Fuente: elaboración propia con base en datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos INDEC y Censos de población, hogares y viviendas: 1970, 1980, 1991 Series B- 2001 y 2010, REDATAM.

Gráfica 2b Pirámides poblacionales. Puerto Madryn (1970-2010) 

Fuente: elaboración propia con base en datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos INDEC y Censos de población, hogares y viviendas: 1970, 1980, 1991 Series B- 2001 y 2010, REDATAM.

Gráfica 2c Pirámides poblacionales. Puerto Madryn (1970-2010) 

Considerando tasas similares de natalidad y mortalidad a las de la provincia para la ciudad de Puerto Madryn, se puede hacer una aproximación al porcentaje de crecimiento poblacional vegetativo. Cabe señalar que para la última década se cuenta con estimaciones oficiales a nivel departamental, en las que se observa un aumento paulatino y sostenido en las tasas departamentales de natalidad y disminución en las de mortalidad con respecto a las provinciales. Dado que la población migrante de los primeros periodos fue principalmente masculina y en edad de trabajar, se puede conjeturar que la proporción de población migrante menor de diez años que arribó a la ciudad entre 1970 y 1980 fue poco significativa y probablemente ligada a la reunificación familiar y que, en la década posterior a la mayor oleada migratoria en términos relativos, se empezaría a reflejar el aporte en las tasas de natalidad de la población migrante.

Es decir que, si bien es real que Puerto Madryn siguió recibiendo un aporte migratorio importante entre 1991 y 2010, en el crecimiento demográfico de la ciudad empieza a ganar peso el crecimiento natural, sin que ello signifique que haya sido pequeño el peso de la migración en él. Las segundas generaciones estarían principalmente representadas en las décadas de los ochenta y noventa.

No es menor tener en cuenta que el crecimiento de la población económicamente activa también genera inevitablemente un aporte mayor de población en edad reproductiva, con un impacto importante en este proceso. Es decir que muchas de las personas que llegan como migrantes internos e internacionales, forman sus familias y tienen sus hijos en la ciudad, por lo cual hacen crecer esa base de población nacida en la provincia que comienza a incrementarse en los últimos veinte años (Gráfica 3).

Fuente: estimaciones propias con base en datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos INDEC. Censos de población, hogares y viviendas: 1970, 1980, 1991 Series B- 2001. Dirección General de Estadística y Censos de la provincia de Chubut. Tasas brutas de natalidad.

Gráfica 3 Porcentaje de entradas de población por crecimiento vegetativo y saldo migratorio. Puerto Madryn, periodos intercensales (1970-2010) 

En cuanto al aporte de la migración en el crecimiento del departamento de Biedma vale destacar que es la migración interna la que aporta mayoritariamente, representando más de 40 por ciento de la población a lo largo de los cinco censos. Cabe diferenciar a su vez que el peso de la migración internacional en el saldo migratorio determinante en esta dinámica nunca superó siete por ciento (Gráfica 4).

Fuente: estimaciones propias con base en datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos INDEC. Censos de población, hogares y viviendas: 1970, 1980, 1991 Series B- 2001. Dirección General de Estadística y censos de la Provincia de Chubut. Tasas brutas de natalidad y mortalidad 2000/2011.

Gráfica 4 Distribución del saldo migratorio. Puerto Madryn. Periodo 1970-2010 

La migración interna e internacional, explican gran parte del crecimiento poblacional hasta 1991, 83 por ciento entre los años 1970 y 1980 y 68 por ciento en la década siguiente, mostrando caída en su peso relativo hasta llegar a su punto mínimo en la década del noventa, 52 por ciento, para volver a crecer en la primera década del nuevo siglo al llegar a 58 por ciento.

Se puede aseverar entonces que la migración no superó demasiado el incremento del aporte generado por el crecimiento vegetativo de chubutenses, cuyo aporte en la primera década era de apenas 16 por ciento y en los últimos veinte años nunca bajó de 40 por ciento. Los porcentajes anteriores son similares para Puerto Madryn, pues como señalamos anteriormente 98 por ciento de la población departamental se encuentra en su cabecera. Frente al comportamiento de la inmigración internacional, es posible afirmar que en la ciudad se registra su mínimo valor relativo con respecto a la población total en el censo de 1970 (alrededor de seis por ciento) y el máximo una década después (8.2 por ciento), disminuyendo cerca de un punto porcentual por década entre 1980 y 2001. En cambio entre 2001 y 2010, crece su peso relativo hasta llegar a 7.4 por ciento de la población, muy lejos del imaginario que ubica a la población boliviana alrededor de 20 ó 30 por ciento de la misma.

A su vez, cabe señalar que en 1970, no aparecen inmigrantes limítrofes en los datos censales, a diferencia de lo que sucede en adelante, cuando se identifica un crecimiento del lugar relativo de estos últimos entre la población local nacida en otros países.

A diferencia de lo que sucede a nivel nacional, donde el número de inmigrantes no limítrofes ha descendido en los censos de población por la no renovación de las generaciones que se asentaron en la Argentina entre fines del siglo XIX y principios del XX, esta población creció entre 1991 y 2001, llamativamente en el decenio del periodo que menos creció la población de Madryn en términos relativos.

Este pequeño aumento incluso fue mayor en términos absolutos al de la población limítrofe durante esos diez años. Esta última creció en forma muy importante entre 1970 y 1991, pasando a integrar 5.1 por ciento de la población total en 1980 y casi triplicándose para 1991, censo en el que representó 6.3 por ciento del total. Por último, se puede afirmar que de los datos brutos y de la información cualitativa que se recabó, la migración limítrofe ha crecido entre 2001 y 2010, pero esto no sucedió al ritmo de la década del ochenta. Resulta esclarecedor, entonces, en razón de las imágenes erróneas que circulan en la ciudad, cómo la población nacida en el extranjero desciende a la mitad del máximo valor alcanzado durante la última década (2001-2010), aun cuando son los países limítrofes los que aportan más inmigrantes internacionales a la ciudad.

Según datos del Censo de 201020 los habitantes de Puerto Madryn nacidos en Bolivia (3.245) o Chile (1.388) representan 91 por ciento de la población proveniente de países limítrofes y 5.6 por ciento del total de la población de la ciudad. Entre los países de origen no limítrofes con Argentina de los migrantes extranjeros se destacan España (245), Italia (145) o Francia (80), representando 51.2 por ciento de este grupo poblacional sin alcanzar a ser uno por ciento del total de la población.

Se puede vislumbrar el peso que la instalación de ALUAR ha tenido en el crecimiento de Puerto Madryn en la década del setenta como hito que marcó un antes y un después en la ciudad. Se puede plantear como hipótesis que el momento en que se amplía la planta en la década 2001-2010 fue otro empuje que tuvo efectos sobre la dinámica demográfica de la ciudad. Ahora, otras industrias como la pesca en los ochenta o la construcción han influenciado este crecimiento. A su vez, el peso de las redes migratorias extranjeras e internas y el imaginario que existe sobre la ciudad, vinculado al turismo, la naturaleza y la tranquilidad han sido factores que coadyuvados por la demanda laboral, han mantenido y hecho crecer la tendencia migratoria que parecía decrecer en la década del noventa. De manera que no es casual que hacia el final de este proceso Puerto Madryn se haya convertido en una de las once ciudades de la Patagonia que superan los 50 mil habitantes y la segunda con mayor variación relativa intercensal21 entre 2001 y 2010, hecho particularmente gráfico en cómo ha incidido en los cambios en la población de los departamentos más importantes de las provincias patagónicas.

Conclusiones

Las pocas investigaciones demográficas sobre la región patagónica señalan que el crecimiento y la inmigración internacional han tenido efectos sobre los conflictos urbanos, desde la conformación de asentamientos informales, la presión sobre servicios públicos, hasta la conflictividad social y laboral. En general, naturalizan una relación lineal entre crecimiento demográfico, inmigración y conflictividad. Ahora bien, comprender cómo se dio el crecimiento demográfico de Puerto Madryn es una condición necesaria para planificar el desarrollo y la expansión urbana de la ciudad. Trabajar en desandar la imaginación social sobre la dimensión de la misma y las causas demográficas del aumento de la población es clave para horadar prejuicios sobre los inmigrantes internacionales y su lugar en la dinámica de la urbe.

En la región patagónica, la migración interna e internacional no sólo cubrió la demanda de mano de obra, sino que posibilitó la constitución de nuevas ciudades desde la segunda mitad de siglo XX y aportó al rejuvenecimiento de la población, la cual se encontraba en una tendencia temprana al envejecimiento demográfico. En esta ciudad, la nueva dinámica imprimió cambios sustanciales en el territorio, donde el comportamiento de la fecundidad, la mortalidad y la migración pasaron a definir una nueva estructura poblacional y a la par una nueva demanda de servicios y requerimientos para satisfacer las necesidades sociales de sus habitantes. La intención de este trabajo fue mostrar cómo se explica en términos demográficos la transformación de Puerto Madryn entre 1970 y 2010 de pueblo de seis mil habitantes a una ciudad intermedia de más de ochenta mil y que su estudio permita poner en cuestión los verdaderos determinantes de la gobernanza urbana, en especial teniendo en cuenta que aún está entre las ciudades más dinámicas en términos demográficos y entre los casos de mayor diversidad migratoria (Sassone et al., 2011).

Se explicitó que la expansión de Puerto Madryn se enmarca en un contexto internacional, nacional y regional en el cual las ciudades intermedias han sido las de mayor crecimiento relativo, a partir de una complejización de la estructura poblacional en América Latina en general y en Argentina en particular. En especial, el poblamiento de la Patagonia creció en forma exponencial a partir de las políticas de desarrollo de actividades económicas específicas. En Puerto Madryn, la instalación de la planta de aluminio de ALUAR en los años setenta significó un cambio cuantitativo y cualitativo que transformó de manera definitiva la población y la naturaleza de la ciudad. Se explicó cómo, luego de esa primera década, el crecimiento demográfico continuó, aun en momentos regresivos y de reconversión económica nacional.

La migración modificó la estructura y la dinámica poblacional de la ciudad. En las primeras dos décadas del periodo estudiado migró una gran cantidad de población, mayoritariamente hombres en edad laboral. Esto rejuveneció la ciudad y generó que la base de la pirámide poblacional creciera, por llegar estas personas en edad productiva y reproductiva. De esta manera, tendió a estabilizarse la relación entre saldo migratorio y crecimiento vegetativo a la hora de explicar la expansión. Sin embargo, esta tendencia tuvo algunas alteraciones entre 2001 y 2010, cuando la migración hacia Puerto Madryn volvió a intensificarse.

A partir del análisis realizado cayó definitivamente el sobredimensionamiento del peso del inmigrante limítrofe en la explicación del crecimiento demográfico de Puerto Madryn. En ningún momento las personas provenientes de estos países explicaron más de 6.3 por ciento de la población, en 1991. Además, la población nacida en otros países en ninguna de las mediciones del periodo superó 8.2 por ciento, en 1980. Al año 2010, representaba 7.4 por ciento de la población total de la ciudad y menos de cinco por ciento eran provenientes de países limítrofes.

Se puede aseverar, entonces, que la culpabilización del inmigrante sobre los males que aquejan a la ciudad está más asociada a otras variables, como pueden ser el racismo y la xenofobia, que a su gravitación real sobre la estructura poblacional madrynense. Esta imagen, a su vez, esconde el importante componente migratorio nacional en estos espacios y, por otro lado, el crecimiento de la base demográfica ligada a los nacimientos en la región.

Para concluir, se puede explicitar que si la conflictividad urbana, el hacinamiento y el déficit de infraestructura fueron más importantes entre 2001 y 2010 que en el resto del periodo, esto parecería indicar que existen otras variables de peso para planificar la expansión de la ciudad. No fueron estos los años de dinámica demográfica más vertiginosa, sino los que pasaron entre 1970 y 1991. No es que el crecimiento poblacional no sea importante para pensar el proceso de urbanización de una ciudad intermedia, pero la relación entre expansión demográfica, inmigración internacional y conflictos urbanos resulta más compleja. Comprender cómo se dio esta dinámica y cómo se transformó la estructura poblacional permite desandar prejuicios y recuperar terreno para poner esta expansión en contexto de otras dimensiones de la urbanización, que quedarán a revisar en la investigación. Entre estas últimas, se ha comenzado a trabajar en cómo se estructuró el espacio residencial madrynense, el lugar del mercado del suelo urbano y del mercado inmobiliario, los procesos de segregación residencial y cómo estos afectaron las formas de resolución del conflicto social local y la experiencia de vida urbana en Puerto Madryn.

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*Una ciudad intermedia se caracteriza por representar un tamaño poblacional medio con res pecto al rango de población del país o región a la que pertenece. Cumplen un papel relevante de orden político-administrativo dentro de la región o de un sistema de ciudades o localidades que la componen, tienden a constituir paulatinamente áreas conurbanas y suelen conectar a los territorios de la región con las ciudades de mayor jerarquía (Borsdorf, 2008; Sassone, 2000). En el contexto argentino, Vapñarsky (1995) considera ciudades intermedias a aquellas que superan 50 mil habitantes.

**La República Argentina se divide político-administrativamente en 23 provincias, que son equivalentes a los estados federales en México, conformadas a su vez por unidades político ad ministrativas llamadas municipios o departamentos. El departamento de Biedma está conforma do por la zona urbana de la ciudad de Puerto Madryn y una serie de parajes y localidades rurales, como Puerto Pirámides, Quintas del Mirador, Punta Delgada, Arroyo Verde, Riacho San José, Puerto Lobos y Mina Guanacache.

1A su vez, la cantidad de habitantes de la ciudad tiene efectos presupuestarios en la repartición de las regalías petroleras en la provincia de Chubut. La actualización de ese dato es parte de una demanda judicial del Municipio de Puerto Madryn en contra de la Provincia que le reparte cual si la ciudad aún tuviera alrededor de 30 mil habitantes.

2Para revisar dimensiones sobre la producción de la información estadística, tratando al censo como una fuente por la información que produce sobre la población, pero también por las visio nes ideológicas y políticas de una época que expresa se recomienda Otero (2006).

3Para comprender el uso de estadísticas para el estudio de las migraciones internacionales revisar Maguid, A. (1995).

4Esta aclaración que puede parecer una obviedad en el campo académico de la demografía, se encuentra continuamente cuestionada por actores sociales de la provincia, incluido un sector de la academia. Este cuestionamiento técnico tiene raigambre en el sobredimensionamiento que se suele hacer, en especial desde la política, del tamaño de Puerto Madryn o Comodoro Rivadavia. El mismo ha llegado al absurdo tal que esta última se encuentra realizando un operativo censal con apoyo de una universidad local por descreer de las cifras arrojadas por el último censo, con las implicancias presupuestarias que tiene un trabajo de esta naturaleza.

5La Encuesta Permanente de Hogares (EPH) es el programa nacional de generación de datos per manente realizado en forma conjunta por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) de la República Argentina y las direcciones provinciales de estadística.

6La Península de Valdés fue declarada Patrimonio Natural de la Humanidad por la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) en 1999. Desde ese momento se acrecentó el turismo nacional e internacional hacia la región, que había comen zado con los primeros avistajes de ballenas en la década de 1970. Hasta ese momento, la pobla ción de Puerto Pirámides, principal asentamiento humano de la Península y asentamiento rural más populoso del departamento, no sobrepasaba 500 habitantes, lo que según datos censales recién habría alcanzado hacia 2010 con apenas 565 habitantes.

7Este trabajo se encuentra enmarcado dentro de la tesis doctoral defendida en marzo de 2016 Se gregación residencial en Puerto Madryn, Chubut (1991-2010). Formas y efectos de una urbani zación acelerada en una ciudad intermedia de la Patagonia Central de Sergio Andrés Kaminker.

8Entre 1960 y 2001 Argentina pasó de tener 546 localidades (conglomerados urbanos con dos mil habitantes y más) a contar con 899, aumentando su número en la última década del siglo XX en 112 (Lindenboim y Kennedy, 2004).

9Se festeja la fundación de la ciudad de Puerto Madryn el 28 de julio, conmemorando la llegada del barco "Mimosa" con un contingente de galeses en 1865. Sin embargo, luego del desembarco en Punta Cuevas, en lo que hoy es el sur de la ciudad, debieron asentarse en el Valle Inferior del Río Chubut donde tendrían acceso al agua potable, condición necesaria para su proyecto de colo nización. De hecho, Puerto Madryn reconoce su trazado original recién a principios del siglo XX.

10Trelew se encuentra a unos 60 kilómetros de Puerto Madryn, es la ciudad más populosa del Valle Inferior del Río Chubut, con casi 100 mil personas según el Censo 2010, y ha sido históri camente el centro comercial primordial de la región.

11Lo que es hoy la Provincia de Chubut tuvo una condición política y administrativa distinta hasta 1955, año en el cual pasó de ser Territorio Nacional, dependiente directamente del Poder Ejecutivo Nacional, a provincia, con sus respectivas autonomías.

12El otro caso emblemático de los efectos demográficos de la promoción industrial en la Argen tina es el de la provincia de Tierra del Fuego, la más austral de la Patagonia argentina, retratado en el trabajo de Carpinetti (2009).

13Cabe señalar que la energía eléctrica es, junto a la alúmina, el principal insumo en la fabrica ción de aluminio. De hecho, la planta de ALUAR, hasta fines de 2013, consumía el equivalente a la ciudad de Córdoba, segundo centro urbano del país, cerca de cinco por ciento del interconec tado energético del país. En la última ampliación, hacia el año 2005, ALUAR incluso instaló una central de energía propia en sus instalaciones.

14Entre las empresas pesqueras más grandes instaladas en la ciudad, Conarpesa se instaló en 1979, Harengus en 1985, Alpesca a principios de la década del ochenta y Pescapuerta, unos años después.

15La teoría de la Transición Demográfica define, en función de las tasas de natalidad y morta lidad, cuatro estadios: Transición Incipiente (altas tasas de natalidad y mortalidad), Transición Moderada (tasas de natalidad altas y de mortalidad en descenso); Transición Plena (Tasas de natalidad en descenso y mortalidad moderada o en descenso) y Transición Avanzada (tasas de natalidad y mortalidad moderadas o bajas).

16La ciudad más grande de la provincia, Comodoro Rivadavia, se encuentra en el departamento de Escalante. Trelew, la segunda ciudad más poblada, y Rawson, la capital provincial, son parte del departamento de Rawson. Por último, Esquel, hoy la cuarta ciudad más poblada de la provincia, es la cabecera del departamento de Futaleufú.

17Se define como migración interna la que proviene de otras provincias, pero que pertenecen al país y por internacional la que tiene origen en otros países, limítrofes o no.

18Se asume a la población entre los 14 y 65 años.

19Estimado a partir de datos censales como el cociente entre la población menor de 15 años y la mayor de 60 por cien.

20Obtenidos a través de REDATAM. Base de datos, Censo de Población, Hogares y Viviendas 2010 Área Geográfica, Sels\Prov26.selCrosstab de Área Urbano-Rural por país de nacimiento por en qué país nació.

21La primera es Caleta Olivia que creció 43.4 por ciento entre 2001 y 2010.

Recibido: 29 de Julio de 2014; Aprobado: 07 de Enero de 2016

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Doctor en Sociología por el Instituto de Altos Estudios Sociales de la Universidad Nacional de San Martín y Licenciado en Sociología por la Universidad de Buenos Aires de Argentina. Becario posdoctoral del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), con sede de trabajo en el Instituto Patagónico de Ciencias Sociales Humanas, CENPAT-CONICET en Puerto Madryn, Chubut, Argentina. Es docente de Sociología en la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco y de Práctica Profesional en el Instituto de Educación Superior Provincial N° 803. Entre sus publicaciones más importantes destacan "Descentrar el estudio de la segregación residencial. Cargas, legados y reflexiones para su estudio en ciudades intermedias de América Latina", en la revista Bifurcaciones, "Programa de Mejoramiento de Barrios en la Patagonia Central: Regularización de la informalidad urbana en Puerto Madryn, Chubut" en Cuaderno Urbano. Espacio, cultura y sociedad (en coautoría con R. Velásquez), y "Asentamientos informales, inmigración y política local. Experiencia urbana y segregación residencial en Puerto Madryn, Chubut", en Dificultades de acceso al suelo y toma de tierras en la Patagonia central (en coautoría con C. Laztra).

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Doctoranda en Ciencias Sociales por Instituto de Desarrollo Económico y Social (IDES), Buenos Aires, Argentina y Licenciada en Matemática de la Universidad Distrital "Francisco José de Caldas", Bogotá, Colombia. Estadística de la Universidad Nacional de Colombia. Miembro de la Red andina de Movilidad Humana y Buen Vivir. Docente de la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET) y de la Universidad Nacional de José C. Paz, Argentina. Entre sus publicaciones más importantes se encuentran: Trabajadores migrantes en la frontera colombovenezolana (en coautoría con W. Mejía y otros), Migración internacional, remesas y retorno de colombianos (en coautoría con W. Mejía y otros) y "Suramérica y los refugiados colombianos" en Revista Interdisciplinar da Mobilidade Humana - REMHU (en coautoría con S. Kaminker).

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