SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.21 número86La reciente evolución de los patrones de asentamiento en las principales comunidades de inmigrantes en ItaliaDesarrollo económico y migración interna en las zonas metropolitanas de México 1990-2010 índice de autoresíndice de assuntospesquisa de artigos
Home Pagelista alfabética de periódicos  

Serviços Personalizados

Journal

Artigo

Indicadores

Links relacionados

  • Não possue artigos similaresSimilares em SciELO

Compartilhar


Papeles de población

versão On-line ISSN 2448-7147versão impressa ISSN 1405-7425

Pap. poblac vol.21 no.86 Toluca Out./Dez. 2015

 

Impacto de las remesas internas y externas en la reducción de la pobreza en México. Un análisis a nivel de viviendas a partir de técnicas de Propensity Score Matching (PSM)

 

Impact of internal and external remittances in reduction of poverty in Mexico. An analysis on household level from Propensity Score Matching (PSM) techniques

 

Teresa García Zárate

 

Universidad Nacional Autónoma de México.

 

Artículo recibido el 31 de marzo de 2014
aprobado el 29 de mayo de 2015.

 

Resumen

No existen investigaciones que comprendan los dos tipos de remesas (internas y externas), tanto para el análisis de pobreza, considerando hogares y viviendas, como para saber la importancia que guarda cada una de éstas en México. Asimismo, se ha dejado de lado la relevancia que pueden tener las remesas internas dentro del ingreso de los hogares y viviendas, disminución de la pobreza o inversión productiva; pues la de los informes se han enfocado a la relevancia que podrían tener las externas. Es por lo anterior que, en este trabajo se elabora un estudio de manera descriptiva, el cual tiene por objetivo determinar que las remesas internas guardan la misma importancia en comparación con las externas. De igual manera se diferencia a qué tipo de hogares y viviendas se destinan cada una de éstas fuentes de ingreso, principalmente sobre los que se encuentran en situación de pobreza. Descubriendo que los hogares que se encuentran en peores condiciones de pobreza, son los que reciben en mayoría remesas extemayoríarnas. En cuanto a las remesas internas, éstas se concentran en hogares que se encuentran en mejores condiciones, respecto a características que hacen referencia a pobreza.

Palabras clave: Pobreza, remesas, migración.

 

Abstract

There is no research to understand the two types of remittances (internal and external), neither for the analysis of poverty, considering households and dwellings, nor to know the importance of each of these have in Mexico. Likewise, it has neglected the importance which may have internal remittances in household income and housing, poverty reduction and productive investment, as most reports have focused on the relevance that could have the external. It is for this that in this work is prepared a study descriptively, which aims to determine that internal remittances keep the same importance as compared with the external. Similarly differs to what type of households and dwellings are allocated each of these sources of income, mainly on those who are in poverty. Discovering that households that are worse poverty are those who receive mainly foreign remittances. As for internal remittances, they are concentrated in households that are in better condition for characteristics that refer to poverty.

Key words: Poverty, remittances, migration.

 

Introducción

No hay duda de que la relación entre la migración interna e internacional es un tema muy descuidado en los estudios sobre migración. Trataremos de identificar sus similitudes y diferencias. Los migrantes internos y externos son dos subconjuntos distintos de la población total de migrantes, la riqueza es, a menudo, el factor discriminante. En otras situaciones, las movilidades internas e internacionales pueden ser respuestas alternativas o sustitutas para el mismo conjunto de condiciones, la selección de las movilidades internas frente a las internacionales se puede ver como las estrategias que compiten en una matriz de oportunidades abiertas a los migrantes potenciales. Así, movilidades internas e internacionales crean un sistema integrado, que se puede observar en un rango de escalas: familiar, comunitario, nacional y la constelación de países unidos por las corrientes migratorias.

Teniendo en cuenta, además, que el principal producto de la migración son las remesas, diferenciándolas en internas y externas en relación al carácter de la migración.

A nuestro parecer, los dos tipos de migración se derivan de la misma serie de causas fundamentales: las desigualdades en el desarrollo, perspectivas de empleo, ingresos y condiciones de vida entre los países y dentro de ellos. Las migraciones interna e internacional pueden ser complementarias o sustitutivas la una de la otra, de acuerdo con las cambiantes circunstancias políticas y económicas.

El presente estudio, se trata de un trabajo descriptivo, pero involucra la utilización de la técnica llamada Propensity Score Matching (PSM), para tener una idea aproximada acerca de la disminución de la pobreza por la recepción de remesas.

El documento se estructura en primera instancia por la parte teórica, enfocada a explicar la relación que guardan los dos tipos de remesas frente a la reducción de la pobreza. Seguido por la caracterización socioeconómica de los hogares y viviendas, pobres y no pobres, que reciben remesas internas o externas; en este tercer apartado, también se menciona sobre la concentración de las remesas a nivel estatal y regional. En la sección cuatro se hace mención a la metodología de Propensity Score Matching y los resultados obtenidos a partir de ésta. Finalmente, se agregan las conclusiones.

 

Vínculo entre remesas internas y externas con la reducción de la pobreza

Los posibles impactos de la migración en el desarrollo se pueden explicar teóricamente a partir de dos escenarios, teorías pesimista y optimista. La escuela optimista argumenta que la migración conduce a una redistribución de los factores de producción (trabajo y capital) entre la región de origen y destino, lo que implica aumentos de la productividad de ambas partes. Además, la migración internacional ayudaría a sostener las instituciones sociales en ambas regiones. Por otro lado, la escuela pesimista se relaciona con la perspectiva de la teoría de la polarización, la migración revela la relación asimétrica económica entre los países industrializados y en desarrollo. Esto es más probable que ocurra en la migración internacional, ya que al trasladarse al punto de destino, en nuestro caso a Estados Unidos, incurren en peligros como los robos, el que los llamados "coyotes"1 abandonen o despojen a los migrantes de sus pertenencias o que los detenga la policía migratoria, entre otros. Los teóricos que apoyan la visión optimista de la migración se enfocan en los puntos de vista desarrollista y neoclásico. Argumentan que a través de una política de transferencias de capital a gran escala e industrialización, los países pobres serían capaces de alcanzar el desarrollo económico. Además, consideran que los gobiernos de los países en desarrollo comenzaron a fomentar activamente la migración, ya que lo consideran como uno de los principales instrumentos para promover el desarrollo nacional. Tienden a pensar que la migración lleva a una transferencia de capital de inversión del Norte al Sur, acelerando la exposición de las comunidades tradicionales a las ideas liberales, racionales y democráticas; asimismo, al conocimiento y a la educación moderna (De Haas, 2007). Todo este conocimiento sería de gran ayuda para sus comunidades de origen propiciando el despegue económico, se tiene la idea que cuando los migrantes regresen a sus comunidades (migrantes de retorno), puedan invertir grandes sumas de dinero en las empresas del país de origen. Esta teoría se encuentra vinculada actualmente con la neoclásica, pues también ve a la migración positivamente. Pero es importante resaltar que esta última (neoclásica) no toma en cuenta a las remesas, perciben a la migración como un proceso que contribuye a la asignación óptima de los factores de la producción para el beneficio de todos, en los que el proceso de migración dará lugar a la igualación de precios y salarios, tanto en el lugar de origen como en el de destino (De Haas, 2007). En este sentido, la creciente escasez relativa de mano de obra, conducirá a que haya mayor productividad marginal del trabajo y aumento salarial en las sociedades de emisión de migrantes. Se espera que los flujos de capital vayan en dirección opuesta a la migración laboral. Por lo tanto, la teoría neoclásica argumenta que el desarrollo se alcanzará gracias a la migración por medio de la igualación de precios.

Por el lado de la teoría pesimista, ésta se basa en los enfoques estructuralista (histórico) y de dependencia, asume que la migración mantiene o refuerza aún más los problemas del subdesarrollo en vez de mejorarlos. La migración provoca pérdida de capital humano y la segregación de las comunidades tradicionales, lo cual conduce a un desarrollo de comunidades no productivas y dependientes de las remesas. El posible efecto positivo que pueden ver los teóricos pesimistas radica en que aumenta el bienestar de las familias de los migrantes, sin embargo, puede ser ficticio y peligroso, debido a que consideran a las remesas como una fuente de ingresos inestable y temporal. Así, la migración es comprendida como un mecanismo desalentador para fomentar el crecimiento económico, lo cual concuerda con el enfoque histórico-estructuralista. Cuando se dio la penetración capitalista, se vio a la migración como devastadora hacia las comunidades campesinas tradicionales, al quebrantar sus economías y desarraigar a su población (Massey et al., 1993). En cuanto a los estudiosos de la escuela de la dependencia, estos no sólo ven a la migración como perjudicial para las economías de los países en vías de desarrollo, sino también, como la causante del subdesarrollo de tales países. De esta manera, la migración no disminuye, sino que refuerza las disparidades espaciales e interpersonales en el desarrollo.

Una teoría que se encuentra entre estos dos enfoques (pesimistas vs optimistas), es la Nueva Economía de la Migración Laboral (NELM), surgió como respuesta a esas dos vertientes. Ofrece una visión más sutil de la migración y el desarrollo, vincula causas y consecuencias de la migración en un sentido más explícito, las causas del desarrollo pueden ser negativas o positivas (Stark, 1991). La conducta de los migrantes individuales dentro de un contexto más amplio y teniendo en cuenta el hogar, en lugar de la decisión individual como la unidad más adecuada para migrar (Taylor, 1999). Se toma el riesgo como algo compartido, entre los miembros del hogar y el integrante que migraría; las familias diversifican los recursos como el trabajo con el fin de minimizar los ingresos individuales que juegan un papel en la toma de decisión de migrar. Este enfoque percibe a la migración como respuesta a los riesgos de los ingresos del hogar, ya que las remesas sirven como seguro de ingresos para las familias de origen. Asimismo, sostiene que la migración es de vital importancia en el suministro de capital para invertir, lo que es importante en la ausencia de crédito; en este sentido, puede ser considerada como una estrategia de vida para superar las limitaciones del mercado, así como permitir a los hogares invertir en actividades productivas y mejorar sus medios de subsistencia (De Haas, 2007).

Las remesas han demostrado ser menos volátiles, menos procíclicas y, por tanto, una fuente más confiable de divisas que otros flujos de dinero, como lo son la inversión extranjera directa y la ayuda al desarrollo, en los países subdesarrollados. Se estima que las remesas son casi tres veces el valor de la asistencia oficial para alentar el desarrollo en los países de bajos ingresos, y que comprenden la segunda fuente de financiamiento externo para los países en desarrollo, después de la inversión extranjera directa (Comisión Mundial sobre las Migraciones Internacionales, 2005).

El verdadero impacto de la migración sobre la pobreza es probable que no se encuentre en un extremo ni en otro (optimista y pesimista), pero en algún punto intermedio y variado en el tiempo, sí. Dado que en muchos casos las remesas se envían a los hogares pobres y aumentan directamente su nivel de ingresos, se debe esperar una respuesta positiva, es decir, que las remesas sí disminuyen la pobreza. Sin embargo, debemos esperar resultados diferentes, de acuerdo a la región, estado o municipio en el que se encuentren las personas receptoras de remesas.

Debido a la importante contribución de las remesas para el bienestar, se ha argumentado que son una red de seguridad para las zonas relativamente pobres. La ayuda del exterior parece fluir directamente a las personas que realmente lo necesitan, no requiere una costosa burocracia en el lado emisor y mucho menos probable es que vaya a caer a los bolsillos de los funcionarios corruptos (De Haas, 2007).

De Haas (2007), menciona que hay una tendencia a sobreestimar la magnitud de la migración y las remesas. De hecho, los migrantes internacionales representan sólo alrededor de tres por ciento de la población mundial y, en 2001, las remesas representaron sólo 1.3 por ciento del total del Producto Interno Bruto (PIB) de los países en desarrollo. Asimismo, los principales beneficiarios de las remesas son los países de ingresos medios, los cuales reciben casi la mitad de todas las remesas en todo el mundo. Se argumenta que la mayor parte de las remesas internacionales no fluyen directamente a las personas más pobres, las remesas a menudo constituyen una parte importante de los ingresos de los pobres y de sus comunidades. Por otra parte, las personas que no son migrantes, pero sí son pobres, pueden verse afectados indirectamente por los efectos en toda la economía de los gastos de envío de remesas, como en salarios, precios y el empleo en sus comunidades.

La mayoría de los estudios internacionales concluyen que las remesas externas han reducido la pobreza, ya sea directa o indirectamente.

Para el caso específico de México encontramos algunos trabajos empíricos con distintas metodologías y enfoques. El Banco Mundial (2004), observó una reducción de la pobreza extrema de 3.9 por ciento de 2000 a 2002. La pobreza moderada, también disminuyó dos por ciento en el mismo periodo. Señala que esto se debió en gran medida a la recepción de remesas internacionales, además de otros mecanismos.

López Córdova (2005) realizó un estudio microeconómico utilizando información de hogares a nivel municipal, haciendo uso del Censo de Población y Vivienda 2000. Bajo la hipótesis de que la migración internacional y las remesas que aporta podrían desempeñar un papel importante en la mejora de las condiciones de vida en las regiones de emigración. Como resultado en la disminución de la pobreza, las remesas no tuvieron incidencia sobre la pobreza extrema de manera estadísticamente significativa, dado a que no son los más pobres los que migran, en palabras de López, se trata de un proceso costoso, al que ellos no tienen acceso. Sin embargo, la migración internacional es una dimensión importante y potencializadora del incremento de bienestar de la economía global, pues a una mayor prevalencia de las remesas será menor el índice de pobreza.

Por su parte Taylor, Mora, Adams y Lopez-Feldman (2005), buscan analizar los efectos distributivos y de pobreza rurales de las remesas internas e internacionales, empleando datos de la Encuesta Nacional de Hogares Rurales 2003. Encontraron que las remesas de migrantes internacionales incrementan las desigualdades en el ingreso rural, mientras que las de los migrantes internos equiparan el ingreso. Sin embargo, este efecto varía de acuerdo a la región. Los impactos de las remesas son más de compensación y tienen un mayor efecto en el alivio de la pobreza en las regiones donde la proporción de hogares con migrantes que trabajan en el extranjero es mayor. A pesar del efecto positivo sobre la inequidad, las remesas internacionales reducen la pobreza rural.

Recurriendo a los datos de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH), Shorff (2009) estudió el impacto de las remesas internas y externas sobre la pobreza, encontrando que las primeras tienden a tener un mayor impacto sobre la pobreza.

Otro estudio empírico es el de Esquivel y Huerta (2007), evalúan el efecto de las remesas sobre la pobreza en México, empleando la técnica de PSM desde tres perspectivas: pobreza alimentaria (extrema pobreza), pobreza de capacidades (pobreza) y pobreza patrimonial (pobreza moderada). Obtuvieron que la recepción de remesas representa una reducción de alrededor de 36 y 23 por ciento en las tasas de pobreza alimentaria y de capacidades, respectivamente. Sin embargo, en general, la recepción de remesas no parece tener efecto sobre la probabilidad de sufrir pobreza. No obstante, en el caso de los hogares rurales, la recepción de remesas reduce la probabilidad de sufrir de pobreza patrimonial en diez por ciento (lo cual representa una reducción de cerca de 15 por ciento en la tasa de pobreza correspondiente). Los efectos promedio estimados de las remesas sobre las condiciones de pobreza de los hogares rurales son de 11.3, 11.5 y 9.7 por ciento para las tasas de pobreza alimentaria, de capacidades y patrimonial, respectivamente. Por lo tanto, sus resultados sugieren en forma sólida que la recepción de remesas es un mecanismo importante para ayudar a los hogares rurales a salir de la pobreza (tanto extrema como moderada), mientras que las remesas sólo parecen ser efectivas para ayudar a los hogares urbanos a salir de la pobreza extrema.

El presente trabajo muestra mayor semejanza con el que realizaron Esquivel y Huerta (2007), sin embargo, la principal diferencia es que ellos sólo emplearon remesas externas y aquí se hará uso de los dos tipos de remesas (externas e internas), además, se utilizará la pobreza multidimensional. Haciendo énfasis en lo anterior, se espera obtener resultados que demuestren la relevancia de las remesas sobre la pobreza.

Habiendo explorado los estudios que se han llevado a cabo para México en relación a las remesas y pobreza, tenemos que observar las características de los hogares que cuentan con este tipo de ingresos.

 

Diferencias socioeconómicas de los hogares y viviendas que reciben remesas externas e internas

Cabe mencionar que existen diferentes fuentes de información para el estudio de las remesas, como pueden ser los Censos de Población y Vivienda, pero no los empleamos debido a que para el último año que se llevaron a cabo no incluyeron datos monetarios, información que es esencial para nuestro estudio. Por otra parte se encuentran las Encuestas de Ingreso y Gasto de los Hogares, éstas fueron utilizadas porque sí cuentan con datos monetarios, además de que pueden ser más representativas.

Asimismo, mencionemos a qué nos referimos con hogar y vivienda, definidos por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). Hogar es el conjunto de personas que pueden ser o no familiares, comparten la misma vivienda y se sostienen de un gasto común, y vivienda es un espacio delimitado por paredes y techos de cualquier material, con entrada independiente, que se utiliza para vivir.

Las remesas internas en México tienen gran importancia, pero no han sido estudiadas a profundidad, trataremos de ampliar el escenario al respecto. Primeramente revisemos las cifras sobre migración interna y externa absolutas,2 las cuales demuestran que la primera es mayor. Según cifras de CONAPO (2010), el Programa de aplicación de los principios generales para los mercados de remesas de América Latina y el Caribe (2012) y Fundación BBVA Bancomer (2012), es evidente que el crecimiento de la migración absoluta externa ha sido más acelerado, pasando de 639 mil en 1960 a 11 millones 859 mil personas en 2010, mientras que la migración absoluta interna pasó de 5 008 697 a 19 millones 700 mil en el mismo periodo.

Pasemos ahora a ver las características de los hogares que reciben remesas, tanto externas como internas. El número de hogares que reciben transferencias internas es cinco veces más que el número que recibe remesas externas (ver Cuadro 1).

Sin embargo, el porcentaje de hogares que recibían estos ingresos disminuyó en 2010, en ambos tipos de transferencias, lo que puede ser efecto de la caída del crecimiento del PIB en 2009, lo cual abonaría a la idea de que las remesas son procíclicas.

Un punto trascendental es la participación que guardan estos recursos dentro del ingreso de los hogares. Para los tres años de estudio, la mayor contribución fue por parte de las remesas internas, representando el doble o más de las externas. Muestra que las remesas internas tienen mayor presencia dentro del ingreso de las familias, lo cual puede deberse a que alrededor de 80 por ciento de los hogares que reciben estas transferencias (ambas), perciben internas. A pesar de que las remesas externas se dirigen aproximadamente al veinte por ciento de los hogares receptores, el monto por cada envío es mayor, es por esto que su peso en el ingreso también es considerable (Cuadro 2).

Como mencionamos antes, las remesas internas representan alrededor de cinco veces mayor presencia en los hogares que las remesas externas. Asimismo, esos hogares que reciben remesas constituyen un cuarto de los hogares totales, en los tres periodos. En cuanto al grado de marginación en el que se encuentran los hogares que reciben y no remesas, observamos en los cuadros 3a, 3b, 3c que los hogares que no reciben ningún tipo de remesas se encuentran en mejores condiciones en cuanto al grado de marginación, ya que, alrededor de 60 por ciento de esos hogares tienen un grado de marginación muy bajo, para 2008 y 2010; para 2012 las condiciones se modifican, es decir, los hogares con remesas se encuentran en mejor situación, aunque sea muy pequeña la diferencia. Cabe mencionar que la metodología para este último año, se modificó, ya que, ahora no se cuentan cinco grados de marginación, sino sólo cuatro, debido a esto es que las proporciones cambian y ya no pueden ser comparables los años anteriores con éste. Siguiendo con la comparación de los grados de marginación entre los diferentes tipos de hogares, observando el valor marginal (total/nacional) percibimos que la única variable que sobresale en los diferentes grados de marginación es la de los hogares que reciben remesas externas, con base en esto podemos decir que los hogares que reciben remesas externas se encuentran en peores condiciones de marginación en comparación con el resto de los hogares y específicamente confrontándolos con los hogares que reciben internas, estos últimos se encuentran en mejor situación. Basado en lo anterior, podemos deducir que se trata de dos grupos diferenciados, es decir, los hogares que reciben remesas externas son más pobres que los que reciben internas. Para cerciorarnos al respecto se estimó la distribución chi cuadrada, con la cual obtuvimos que sí, efectivamente se trata de dos grupos diferenciados (α < 0.05). Resultado que es similar para 2008, 2010 y 2012, a pesar de que la información es diferente para 2012, coincidió en que los hogares con remesas externas son diferentes al grupo de hogares con remesas internas.

Respecto a las características privativas de los hogares, tenemos que en promedio, son mayores los hogares sin remesas en general. Enfocándonos a los hogares con remesas, los que perciben internas presentan un menor número de miembros, aunque, esta tendencia va disminuyendo con el tiempo. En cuanto a la edad del jefe del hogar, son mayores alrededor de seis años, en los hogares con remesas; entre los hogares que reciben remesas externas o internas, no se muestra gran diferencia, básicamente presentan la misma edad. Los hogares sin remesas cuentan con mayor cantidad de integrantes menores de 12 años; concerniente a esto, también los hogares con remesas externas presentan mayor proporción. En relación a los integrantes de 12 a 64 años, los hogares sin remesas concentran más, al igual que los hogares con remesas externas, refiriéndonos sólo a los hogares con transferencias. Si nos referimos a los integrantes de 65 años o más, la proporción se modifica, pues son los hogares con remesas los que guardan mayor dimensión; igualmente, los hogares con remesas internas se caracterizan por tal circunstancia. Por lo tanto, podemos decir que las remesas externas van dirigidas en su mayoría a hogares con integrantes menores de 65 años, y por el contrario, las remesas internas a los hogares con integrantes mayores de 65 años.

Los integrantes perceptores de ingreso tienen mayor participación en los hogares con remesas; dentro de los cuales, no se observan diferencias importantes en cuanto al tipo de remesas que reciben. Por el lado de los ocupados, en los hogares sin remesas se observa mayor cuantía; no existiendo divergencia entre los hogares que reciben externas o internas. La situación de los integrantes ocupados y que además perciben ingresos se ha modificado, ya que son mayores en los hogares con remesas en 2008 y para los siguientes periodos, 2010 y 2012, se invierte.

Sería importante saber si los ingresos de los hogares con remesas son mayores, en comparación con los hogares sin remesas. Los cuadros 4a, 4b, 4c muestran el ingreso promedio trimestral total por hogar, observamos que es mayor en los hogares sin remesas, y en los hogares con remesas internas. Ahora, habría que ver si el monto por remesas internas en los hogares también es mayor. En este cuadro se muestra la variable marginal (total/nacional) para compararla con el resto de las variables, que son los hogares que reciben remesas (ambas o cualquiera de ellas), hogares que no reciben remesas, hogares que reciben remesas externas y hogares que reciben remesas internas. Dentro del ingreso de los hogares que reciben remesas encontramos que es mayor el monto de las remesas internas para los tres periodos.

Enfocándonos solamente a los hogares con remesas externas e internas, tenemos que, en los primeros, las remesas externas son la segunda fuente de ingreso, después de los ingresos por trabajo. Asimismo, las remesas internas representan la segunda recepción dentro del ingreso corriente monetario de los hogares con transferencias internas.

Bajo esta óptica, cabe mencionar que tanto las remesas externas como las internas superan los ingresos que perciben los hogares por medio del Programa Oportunidades,3 a nivel nacional los ingresos por Oportunidades representan 43, 50 y 14 por ciento, respecto a las remesas internas, para 2008, 2010 y 2012. Mientras que en comparación a las externas 81, 134 y 49 por ciento, respectivamente. Lo cual indica que las remesas (ambas), representan una fuente de mayor ingreso para los hogares en su conjunto en comparación a los programas sociales. Sólo en 2010, el Programa Oportunidades presentó mayores apoyos en comparación a los envíos de remesas externas, pero no por el incremento en el apoyo, sino más bien por la caída de las remesas. A nivel estatal, el Programa Oportunidades presentó mayor importancia en comparación a las remesas internas para 2008 en los estados de Chiapas (235 por ciento), Guerrero (180 por ciento) y San Luis Potosí (130 por ciento); mientras que la menor proporción fue en el Distrito Federal (0.92 por ciento). En cuanto a las remesas externas, Quintana Roo (1046 por ciento), Tabasco (487 por ciento), Chiapas (437 por ciento), Campeche (348 por ciento), Yucatán (243 por ciento), México (183 por ciento), Puebla (133 por ciento), Nuevo León (127 por ciento), Hidalgo (124 por ciento), Nayarit (122 por ciento), Oaxaca (117 por ciento), Veracruz (116 por ciento) y Guerrero (107 por ciento); el Distrito Federal presenta la menor proporción, 6.32 por ciento.

En 2010 Guerrero (266 por ciento), Oaxaca (166 por ciento), Chiapas (133 por ciento) y San Luis Potosí (118 por ciento), fueron los que presentaron mayor ingreso por el Programa Oportunidades que por la recepción de remesas internas; contrariamente en el Distrito Federal el Programa Oportunidades representa sólo 1.6 por ciento de las remesas internas. Por el lado de las remesas externas, se encuentran los estados de Tabasco, Campeche, Sonora, Oaxaca, Hidalgo, Chiapas, Yucatán, Coahuila, México, Nayarit, Guerrero, Quintana Roo, San Luis Potosí, Tamaulipas, Veracruz, Tlaxcala y Colima. Situación parecida se repite en 2012. Con lo anterior se observa que en alrededor de la mitad de los estados el Programa Oportunidades es mayor en comparación a las remesas externas, pero la situación nacional difiere por la recepción de éstas en el resto de los estados, los cuales forman parte de la región tradicional de migración. En cuanto a las remesas internas, son sólo cuatro estados los que reciben más recursos por el lado de Oportunidades, siendo éstos los que se encuentran en peores condiciones de pobreza.

Siguiendo con la dinámica de los ingresos, averigüemos en qué decil se concentran los ingresos per cápita de acuerdo a la situación de recepción de los hogares. De acuerdo con los cuadros 5a, 5b, 5c los hogares con remesas se caracterizan por concentrar sus ingresos a partir del séptimo decil, presentando mayor importancia el último (décimo). Lo mismo sucede con el resto de los hogares, es decir, hogares sin remesas y hogares con remesas (externas e internas). Dado lo anterior, es evidente que existe una gran desigualdad de los ingresos, en los diferentes tipos de hogares (con y sin remesas, remesas externas o internas), alrededor de 75 por ciento del ingreso se encuentra concentrado entre el sexto y décimo decil. Pero existe una diferencia entre los hogares con remesas externas versus los hogares que perciben internas, se muestra que los primeros concentran en mayor medida sus ingresos dentro los primeros deciles (inferiores), mientras que los segundos lo hacen en los últimos, situación que evidencia que los hogares con remesas externas se encuentran en peores condiciones, en comparación a los hogares con remesas internas. El coeficiente de Gini demuestra que existe mayor concentración de ingreso dentro de los hogares que reciben transferencias internas en 2008 y 2010, para 2012 no existe diferencia.

Por lo anterior es que México es un país en el que la mayoría de su población en su mayoría se encuentra en situación de pobreza, cifra que va en aumento año con año. El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) dio a conocer datos en los que se indica que en 2012 aumentó la cifra de pobres, por lo que ahora son 53.3 millones de mexicanos los que se encuentran en esa situación. Bajo esta perspectiva, analizaremos las líneas de pobreza para los diferentes tipos de hogar hasta ahora comparados.

En cuanto a la población en situación de pobreza tenemos que no importa a qué tipo de hogar pertenezca, la mayoría se encuentra en pobreza patrimonial, esto se da a nivel nacional y para las áreas urbanas y rurales. Respecto a la población que habita hogares que perciben remesas externas o internas, a nivel nacional los que reciben las primeras se encuentran en peores condiciones respecto a las segundas en las tres líneas de pobreza (alimentaria, capacidades y patrimonial) (cuadros 6a, 6b, 6c).

En las localidades urbanas y rurales esa condición se invierte en algún tipo de pobreza y para diferentes años. Por el lado de los hogares, los que reciben remesas externas se encuentran en peor situación, ya que la mayor proporción se concentra en condiciones de pobreza alimentaria y de capacidades; en cuanto a lo que se refiere a la pobreza patrimonial, es mayor la proporción de hogares que reciben internas. En las localidades urbanas, los hogares con percepción de remesas externas se encuentran en peores condiciones respecto a los que acogen internas, para las tres líneas de pobreza. Situación parecida se observa para 2008 en las localidades rurales, situación que se revierte para 2010 y 2012. En general, podemos apuntar que los hogares que se encuentran en peores condiciones de pobreza son los que reciben transferencias externas.

Es importante explorar el escenario de las viviendas pobres, ¿qué sucede con ese tipo de viviendas? ¿por qué modificamos el análisis de hogares a viviendas? Esto se debe a que algunas variables que se emplean para calcular la pobreza en los hogares sólo existen a nivel de vivienda, por lo que se tuvo que hacer una conversión de los datos de hogares a vivienda.

En el Cuadro 7 observamos que las remesas externas tienen mayor presencia en las viviendas pobres, aunque ambas se manifiestan en gran medida dentro de este tipo de viviendas.

Se dio, también, un incremento en cuanto a los hogares que percibían remesas internas y decrecieron los que recibían externas, podría ser resultado de un efecto sustitución de migración externa a migración interna, esto de 2006 a 2010, pero para 2012, se presentó un decrecimiento de la presencia de ambas transferencias dentro de las viviendas, tal vez a consecuencia del mal desempeño de ambas economías: México y Estados Unidos.

Específicamente en el ingreso de este tipo de viviendas, las remesas internas muestran mayor impacto, el Cuadro 8 nos da muestra de ello.

Aunque se va modificando la proporción año con año, no cambia el hecho de la relevancia de las remesas internas dentro del ingreso de las viviendas pobres, ya que, representan entre 32 y 40 por ciento de sus ingresos, lo cual nos da muestra de la importancia de estos recursos para las viviendas en situación de pobreza.

En cuanto al sexo, las mujeres son las que se encuentran en mayor medida en situación de pobreza, tanto a nivel nacional como en la población que reciben remesas, respecto a esta última no existe gran diferencia entre la población que recibe remesas externas o internas. En lo que se refiere a los grupos de edad, la población pobre del país se concentra en el grupo de edad de 15 a 64 años, lo mismo ocurre con la población que recibe remesas externas e internas. Aunque para 2012, disminuye un poco esa concentración para incrementar en la misma medida sobre el grupo de edad de 0 a 14 años (Cuadro 9).

En cuanto al ingreso de las viviendas pobres, se calculó el índice de Gini para estimar qué viviendas se encuentran en peores condiciones de desigualdad, encontramos que dentro de este rubro (viviendas pobres), las que reciben remesas externas presentan mayor desigualdad para los tres años, 0.87, 0.90 y 0.83; versus las que reciben internas 0.85, 0.82 y 0.82, respectivamente. Si comparamos los valores de ambas viviendas, es decir, las que perciben remesas externas e internas, con el índice nacional de viviendas pobres, encontramos que se encuentran en mejores condiciones las que tienen como ingreso algún tipo de remesas, dado que se presentaron los siguientes valores a nivel nacional 0.88, 0.91 y 0.85. Sin embargo, las viviendas pobres con presencia de remesas internas son las que presentan el menor índice de desigualdad.

 

¿En qué regiones del país se concentran las remesas?

Haciendo uso de los microdatos de la ENIGH 2012, obtenemos que el estado de Guanajuato es el mayor receptor de remesas externas (21 por ciento), seguido por Michoacán, México y Jalisco, con 8.83, 5.76 y 5.33 por ciento, respectivamente. A lo que se refiere a las remesas internas, el Distrito Federal (11.43 por ciento) es el estado que concentra la mayor cantidad de éstas, secundado por el Estado de México (11.09 por ciento), Puebla (9.83 por ciento), Jalisco (6.45 por ciento) y Veracruz (6.1 por ciento) (Mapa 1 y Mapa 2).

Nos podemos dar cuenta de que los estados que reciben la mayor cantidad de remesas internas se encuentran básicamente en la región centro del país, lo cual puede deberse a que la migración interna se da de los estados periféricos a los estados que actúan como centros económicos, por lo que las remesas van dirigidas a tales periferias.

Ya que el presente trabajo relaciona migración interna con remesas internas y al mismo tiempo migración externa con remesas externas, veamos de qué manera se relacionan tales variables. En la Gráfica 1 observamos la dispersión que existe entre el porcentaje de remesas externas en un estado de la Republica y el porcentaje de migrantes que existió en el mismo, en él se muestra que existe una relación positiva. De esta manera sobresale el caso de Michoacán, el cual muestra altas tasas de migración y al mismo tiempo elevada recepción de remesas; Guanajuato, por su lado, muestra una migración menor a la de Michoacán pero es superior en la admisión de tales envíos. Asimismo tenemos a Veracruz que muestra niveles mayores de migración, pero una recepción media de este tipo de transferencias.

Situación similar se presenta en la relación que guardan las remesas internas y la migración interna, es decir, muestran correlación positiva. La Gráfica 2 muestra que el Distrito Federal es el que recibe mayor cantidad de remesas internas, seguido por el Estado de México, pero este último presenta mayor migración.

En cuestión territorial, el país fue dividido en cuatro regiones (según la realizada por Durand y Massey en cuanto a zonas de migración): Histórica, Fronteriza, Centro y Sureste.4 Como resultado se obtuvo que el monto de remesas externas se concentra en la región Histórica (40 por ciento), seguida por la región Fronteriza (28 por ciento). Por el lado de las remesas internas, su monto se localiza en las regiones Fronteriza (36) y Centro (29 por ciento) (Mapa 3).

 

Propensity Score Matching (PSM)

El enfoque PSM o puntuación de propensión trata de captar los efectos de diferentes covariables observadas en la participación de una puntuación de propensión o índice. Entonces, los resultados de hogares participantes y no participantes con las puntuaciones de propensión similares se comparan para obtener el efecto. Los hogares para los cuales no se encuentran coincidencias se caen porque no existe ninguna base para la comparación.

PSM construye un grupo de comparación estadística que se basa en un modelo de la probabilidad de participar en las T de tratamiento según las características observadas X

P(X) = Pr(T = 1|X)

Rosenbaum y Rubin (1983) muestran que, en determinados supuestos, P(X) es tan bueno como coincidentes en X. Los supuestos necesarios para la identificación de los efectos del programa son: independencia condicional y presencia de soporte común.

Respecto al primer supuesto, dado un conjunto de covariables observables X que no son afectadas por el tratamiento, los posibles resultados Y son independientes del tratamiento de asignación T. Si YTi representa los resultados para los participantes y los resultados YCi para los no participantes, la independencia condicional implica

(YTi YCi) ┴Ti|Xi

Esta hipótesis implica que la absorción del programa se basa totalmente en las características observadas. Independencia condicional es una suposición fuerte y no es un criterio directamente contrastable, sino que depende de las características específicas del propio método. Si las características no observables determinan participación, se violó la independencia condicional y PSM no es un método adecuado.

En cuanto al segundo supuesto (presencia de soporte común) 0 < P (Ti = 1|Xi) < 1. Esta condición garantiza que las observaciones de tratamiento tienen observaciones de comparación 'cercana' en la distribución de puntaje de propensión (Khandker et al., 2010).

Específicamente, la eficacia de PSM depende de tener un número grande y más o menos igual de observaciones de participantes y no participantes de manera que una región sustancial de apoyo común se pueda encontrar.

Por lo tanto, las unidades de tratamiento deberán ser similares a las unidades sin tratamiento en cuanto a las características observadas no afectadas por la participación, por lo que algunas unidades sin tratamiento tendrán que ser reducidas para asegurar la comparabilidad. Sin embargo, a veces un subconjunto no aleatorio de la muestra de tratamiento puede tener que ser reducido si no existen unidades de comparación similares. Esta situación es más problemática, ya que crea un posible sesgo de muestreo en el efecto del tratamiento.

Para calcular el efecto del tratamiento, primero se calcula el puntaje de propensión P (X) sobre la base de todas las covariables observadas X que afectan conjuntamente la participación y los resultados de interés. El objetivo del juego es encontrar el grupo de comparación más cercano de la muestra de no participantes a la muestra de participantes.

Según Khandker et al. (2010), los pasos en los que consiste el modelo son los siguientes:

a) Estimación de un modelo de participación en el programa. Muestras de participantes y no participantes deben ser agrupadas, la participación T debe ser estimada en todos los covariables X observados en los datos que son probables para determinar la participación. Cuando uno está interesado sólo en la comparación de los resultados para los participantes (T = 1), con los que no participan (T = 0), esta estimación puede ser construida a partir de un modelo probit o logit. Después se calcula la ecuación de participación, los valores predichos de T a partir de la ecuación de participación se pueden derivar. El resultado predicho representa la probabilidad estimada de la participación o la puntuación de la propensión. Cada participante y no participante tendrán un puntaje de propensión estimada, P(X|T = 1) = P(X).

b) Definir la región de soporte común y pruebas de equilibrio. A continuación, la región de soporte común tiene que ser definida en la distribución de la puntuación de propensión para el tratamiento y el grupo de comparación se superponen. Algunas de las observaciones no participantes pueden ser reducidas, ya que quedan fuera del soporte común. Sesgo de muestreo se puede seguir produciendo, sin embargo, si las observaciones no participantes disminuyen son sistemáticamente diferentes en función de las características observadas de la muestra de no participantes; estas diferencias deben ser controladas cuidadosamente para ayudar a interpretar el efecto del tratamiento. Para PSM al trabajo, los grupos de tratamiento y comparación deben ser equilibrados. Las distribuciones del grupo tratado y el comparado deben ser similares, es lo que implica el equilibrio. Formalmente, se tiene que comprobar si P(X|T = 1) = P(X|T = 0).

c) Coincidencia de los participantes con los no participantes. Diferentes criterios de coincidencia se pueden utilizar para asignar a los participantes y no participantes, sobre la base de la puntuación de propensión. Si lo hace, implica el cálculo de un peso para cada conjunto combinado de participante/no participante. Las técnicas de coincidencia que se emplean son: vecino más cercano, radio, estratificación, diferencia en diferencias y Kernel.

Esta última es la que se emplea en el presente trabajo, en la cual cada sujeto tratado se compara con la media ponderada de los sujetos de control. Los pesos son inversamente proporcionales a la distancia entre las puntuaciones de propensión del grupo tratado y control. Se utiliza un promedio ponderado de todos los no participantes para construir la parte contrafactual para cada participante. Si Pi es la puntuación de propensión del participante i y Pj es la puntuación de propensión del no participante j, las ponderaciones de adaptación del núcleo estarán dadas por:

donde K (•) es una función kernel y αn es un parámetro de ancho de banda, kernel es análoga a la regresión en un término constante.

 

Resultados

En primer lugar se estimará la puntuación de la propensión, donde la variable de tratamiento será la recepción de remesas, es decir, la variable dependiente será uno si recibe remesas y cero si no, lo anterior aplica para ambos casos (externas e internas). Cabe mencionar que se trabajó sólo con datos de viviendas pobres. Las variables explicativas que se emplearon para la primera especificación (remesas externas) fueron: presencia de mujeres en la vivienda (uno si las hay), total de integrantes de la vivienda, edad del jefe de familia, región histórica (uno si la vivienda se encuentra en esta región) y región centro (uno si la vivienda se localiza en ella).5 Para el caso de la segunda especificación (remesas internas) se utilizaron: presencia de hombre en la vivienda (uno si los hay), presencia de personas en el rango de edad de 12 a 64 años (uno si los hay), educación primaria (uno si en la vivienda se cuenta con ella), total de integrantes de la vivienda, edad del jefe de la vivienda, región centro (uno si pertenece a esta la vivienda) y región sureste (uno si se localiza en ella).6

En el Cuadro 10 se observan los resultados del modelo probit, en el cual la variable dependiente es la recepción de remesas externas, se observan las variables que resultaron significativas; asimismo, se muestra que las viviendas localizadas en la región histórica aumentan la probabilidad de recepción de estos recursos, en mayor medida que las ubicadas en la región centro, otra variable fundamental es la presencia de mujeres.

Mientras que en el Cuadro 11 se presentan los resultados de la estimación de un modelo probit, con variable dependiente, recepción de remesas internas. Se muestran las variables que resultaron significativas a cinco por ciento de significancia, entre ellas el número de habitantes por vivienda (tamaño del hogar) resulta que se incremente la probabilidad de recepción de remesas, así como la edad del jefe de familia.

Pasamos a la estimación de la puntuación de la propensión, lo cual representará la propensión estimada de una vivienda de recibir tratamiento, lo que quiere decir recibir remesas externa o internas. El Cuadro 12 muestra los resultados de los efectos promedios estimados de las remesas externas sobre la condición de pobreza multidimensional, los cuales son la reducción de 13 por ciento para 2008, incremento de nueve por ciento para 2010 y una disminución de cuatro por ciento para 2012. Este resultado puede deberse a la crisis de 2010, cuando disminuyó la recepción de remesas externas en el país.

Por el lado de la estimación realizada sobre los efectos promedio estimados de las remesas internas sobre la pobreza multidimensional, los resultados demuestran que reducen la pobreza sólo en el año 2010 en ocho por ciento, mientras que en 2008 la incrementan en tres por ciento y en 2012 en 11 por ciento (Cuadro 13).

Los resultados demuestran que las remesas externas disminuyen en mayor medida la pobreza multidimensional, lo cual puede deberse a que las viviendas que reciben remesas externas se encuentran en peores condiciones en términos de pobreza y de desigualdad del ingreso.

 

Conclusiones

A manera de conclusión, las remesas internas son una fuente de transferencias de gran importancia, pero que se ha dejado de lado por las remesas externas. Cuentan con mayor presencia dentro del ingreso de los hogares y, al mismo tiempo, el número de hogares que reciben internas es cinco veces mayor en comparación a los que reciben externas.

Basado en los estadísticos antes descritos, las remesas externas se dirigen a hogares y viviendas en peor situación de pobreza, respecto a los que reciben internas. Asimismo, podemos argumentar que se trata de grupos totalmente diferenciados (demostrado con el cálculo de la distribución chi cuadrada). Argumento que se sustenta observando que, en su mayoría, las viviendas pobres reciben mayor porcentaje de remesas externas, pero en montos se contraponen.

Un dato importante es que los recursos de las remesas, externas e internas, son superiores a los proporcionados por el Programa Oportunidades, lo cual hace evidente que las remesas son más importantes que un programa social de su envergadura.

Finalmente, las remesas externas disminuyen en mayor medida la pobreza multidimensional, las internas lo hacen sólo en un año, es decir, en el año en el que las remesas externas no lo hacen, tal vez se deba a que en 2010 se presentó una reducción del envío de remesas externas hacía el país, por lo que puede tratarse de un efecto sustitución.

 

Bibliografía

BANCO MUNDIAL, 2004, La pobreza en México: una evaluación de las condiciones, tendencias y estrategias del gobierno, Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento/Banco Mundial, Washington, D.C.         [ Links ]

COMISIÓN MUNDIAL SOBRE LAS MIGRACIONES INTERNACIONALES, 2005, Las migraciones en un mundo interdependiente: nuevas orientaciones para actuar, Comisión Mundial sobre las Migraciones Internacionales, Suiza.         [ Links ]

CONAPO, 2010, Migración interna en México durante el siglo XX, Consejo Nacional de Población (CONAPO), México.         [ Links ]

CONEVAL, 2013, Pobreza en México. Resultados de Pobreza en México 2012 a nivel nacional y por entidades federativas, Anexo estadístico, México.         [ Links ]

DE HAAS, Hein, 2005, "International migration, remittances and development: myths and facts", en Third World Quaterly Journal, vol. 26, núm. 8, Reino Unido.         [ Links ]

DE HAAS, Hein, 2006, Migration, remittances and regional development in Southern Morocco, GEOFORUM, Philadelphia.         [ Links ]

DE HAAS, Hein, 2007, Remittances, migration and social development. A conceptual review of the literature. United Nations, Research Institute for Social Development, Social Policy and Development Programme Paper Number 34, United Nations Research Institute for Social Development (UNRISD), Suiza.         [ Links ]

DE HAAS, Hein, 2008, "Migration and development: a theoretical perspective", en International Migration Review, vol. 44 (1), Nueva York.         [ Links ]

ESQUIVEL, Gerardo y Alejandra HUERTA-PINEDA, 2007, "Las remesas y la pobreza en México: un enfoque de pareo de puntuación de la propensión", en Integración Comercio, núm. 27, julio-diciembre, Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Buenos Aires, Argentina.         [ Links ]

FUNDACIÓN BBVA BANCOMER, 2012, Anuario de migración y remesas. México. 2013. BBVA Bancomer y CONAPO, México.         [ Links ]

KHANDKER, Shahidur R., Gayatri B. KOOLWAL y Hussain A. SAMAD, 2010, Handbook on Impact Evaluation quantitative methods and practices, Banco Mundial, Washington.         [ Links ]

MASSEY, D. S., J. ARANGO, G. HUGO, A. KOUAOUCI, A. PELLEGRINO y J.E. TAYLOR, 1993, "Theories of international migration: A review and appraisal", en Population and Development Review 19, Nueva York, USA.         [ Links ]

MASSEY, D. S., J. ARANGO, G. HUGO, A. KOUAOUCI, A. PELLEGRINO y J.E. TAYLOR, 1998, Worlds in motion: understanding international migration at the end of the millennium, Oxford: Clarendon Press, Reino Unido.         [ Links ]

MASSEY, D. S. y J. DURAND, 2003, Clandestinos migración México-Estados Unidos en los albores del siglo XXI, Colección América Latina y el Nuevo Orden Mundial. México.         [ Links ]

PNUD, 2013, Informe sobre Desarrollo Humano 2013. El despertar del sur global. El progreso humano en un mundo diverso, Programa de las Naciones Unidad para el Desarrollo (PNUD), Notas técnicas, Nueva York, USA.         [ Links ]

PROGRAMA DE APLICACIÓN DE LOS PRINCIPIOS GENERALES PARA LOS MERCADOS DE REMESAS DE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE, 2012, El mercado de remesas nacionales en México: Oportunidades y retos, CEMLA, FOMIN, CNBV, BID, Banco Mundial, México.         [ Links ]

ROSENBAUM, Paul R. y Donald B. RUBIN, 1983, The central role of the propensity score in observational studies for causal effects, en Biometrika, vol. 70, núm. 1, Reino Unido.         [ Links ]

SHROFF, Kersi, 2009, Impact of remittacnes on poverty in Mexico, Yale College, USA.         [ Links ]

STARK, O., 1991, The migration of labor, Basil Blackwell, Cambridge, USA.         [ Links ]

TAYLOR, J. E., 1999, "The new economics of labour migration and the role of remittances in the migration process", en International Migration, 37, Nueva York, USA.         [ Links ]

TAYLOR, J. E., J. MORA, R. ADAMS y A. LOPEZ-FELDMAN, 2005, Remittances, inequality and poverty: evidence from rural Mexico, Department of Agriculture and Resource Economics, University of California, Davis, USA.         [ Links ]

 

Notas

1 Personas que cobran a los migrantes para llevarlos de manera ilegal a Estados Unidos.

2 Migración interna absoluta se refiere a la población que vive en una entidad federativa distinta a la de su nacimiento y la migración externa absoluta hace mención a la población que vive en otro país diferente al de su nacimiento.

3 Es un programa federal para el desarrollo humano de la población en pobreza extrema. Para lograrlo, brinda apoyos en educación, salud, nutrición e ingreso. Es un programa interinstitucional en el que participan la Secretaría de Educación Pública, la Secretaría de Salud, el Instituto Mexicano del Seguro Social, la Secretaría de Desarrollo Social, y los gobiernos estatales y municipales.

4 Durand y Massey (2003), regionalizan al país de la siguiente manera: Histórica (Aguascalientes, Colima, Durango, Guanajuato, Jalisco, Michoacán, Nayarit, San Luis Potosí, Zacatecas); Fronteriza (Baja California, Baja California Sur, Coahuila, Chihuahua, Nuevo León, Sinaloa, Sonora, Tamaulipas); Centro (Distrito Federal, Guerrero, Hidalgo, México, Morelos, Oaxaca, Puebla, Querétaro, Tlaxcala) y Sureste (Campeche, Chiapas, Quintana Roo, Tabasco, Veracruz, Yucatán).

5 Se emplea la regionalización realizada por Durand y Massey (2003).

6 Ibídem.

 

Información sobre la autora

Teresa García Zárate. Estudió Licenciatura en Economía; Maestría en Economía Urbana y Regional y Doctorado en Economía Urbana y Regional en la Facultad de Economía de la Universidad Nacional Autónoma de México. Se desempeña como Profesora en la misma institución en las materias de Econometría, Economía Internacional, Taller de Métodos Cuantitativos IV, INAE I e INAE V. Ha publicado "La importancia de las remesas en México. El caso de la Mixteca Poblana", en Isabel Angoa et al. (coords.). Reflexiones y experiencias de desarrollo local, BUAP, México, (2012); y la Ponencia ¿Es la población pobre en México la que recibe mayor cantidad de remesas? Diferencia entre internas y externas. 2008-2012, 18º Encuentro Nacional Sobre Desarrollo Regional en México, AMECIDER 2013.Dirección electrónica: aseretrepus@yahoo.com.mx

Creative Commons License Todo o conteúdo deste periódico, exceto onde está identificado, está licenciado sob uma Licença Creative Commons