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Papeles de población

versión On-line ISSN 2448-7147versión impresa ISSN 1405-7425

Pap. poblac vol.18 no.74 Toluca oct./dic. 2012

 

Presentación

 

Las proyecciones de población son el conjunto de resultados provenientes de cálculos relativos a la evolución futura de una población, partiendo usualmente de ciertos supuestos respecto al curso que seguirán la fecundidad, la mortalidad y las migraciones; por lo general, se trata de cálculos formales que muestran los efectos de los supuestos adoptados. Las proyecciones tienen como objeto calcular la magnitud y composición futura de una población, basándose en un adecuado conocimiento de los hechos demográficos, sociales y económicos ocurridos en el presente y el pasado próximo, considerando además los cambios que se prevé ocurrirán en los factores que influyen sobre la dinámica demográfica del país.

Los demógrafos de nuestro país frecuentemente ofrecen proyecciones bajas, medias y altas para la misma población, con base en diferentes hipótesis sobre cómo cambiarán estas tasas en el futuro. Cada vez es más creciente la necesidad de contar y utilizar proyecciones de población para la puesta en marcha de planes y programas de desarrollo en nuestro país, sus entidades federativas y municipios; estas representan un insumo básico para la planificación económica y social del país, para la cual debe considerarse la doble función de la población en nuestra sociedad: en un primer momento su participación como consumidora de bienes y servicios, y en segundo término como generadora de bienes y servicios indispensables para el sostenimiento de ella misma.

En este caso la demografía tiene la capacidad para predecir el futuro, de ahí su utilidad social. Las explicaciones que solamente quedan en el pasado, sin la menor posibilidad de pasar la línea del presente, quedan irremediablemente amputadas y representan un mero ejercicio analítico de descripción de hechos.

En este contexto, los demógrafos en nuestro país analizan, estiman, interpretan y cuestionan las proyecciones demográficas que se realizan en nuestro país. Por ejemplo, la Sociedad Mexicana de Demografía ha manifestado su desacuerdo con las más recientes Proyecciones de la población de México 2010-2050 publicadas por el Consejo Nacional de Población (CONAPO). Dichos cuestionamientos señalan que en el documento no se explicita el concilio censal ni los mecanismos metodológicos que lo sustentan. Un dato que preocupa a los demógrafos es el relacionado con la fecundidad a la baja; la tasa actual es de 2.24, la cual descenderá hasta ubicarse en 2020 en 2.13; en 2032, 2.08 y en 2050 persiste en 2.08. Asimismo, los demógrafos tienen inquietudes acerca de los datos en materia de emigración y migración, en particular del llamado saldo negativo, es decir, la tasa neta internacional, que para el 2050 se ubicará en menos de 0.43. Estas preocupaciones son legítimas, pues las proyecciones constituyen un insumo necesario para la política pública del siglo XXI.

En este número de Papeles de POBLACIÓN se incluye una sección con este tema, la primera. Después se presentan trabajos relacionados con la dinámica poblacional y la nupcialidad. En la tercera sección se exponen investigaciones que expresan su preocupación sobre la mortalidad y los homicidios. La última sección consta de artículos dedicados al proceso de envejecimiento y al urbanismo gerontológico.

Abrimos la primera sección con el trabajo de Manuel Ordorica Mellado, investigador de El Colegio de México, quien se pregunta cuál debe ser el tema orientador de la política pública del siglo XXI, y se responde a sí mismo, podría ser el envejecimiento, pero este es un tema que se reduce a elevar la esperanza de vida con salud y al problema del financiamiento. La migración internacional podría ser otro elemento orientador, pero depende de las acciones no solo de nuestro país sino de nuestro vecino, que seguramente atenderá el problema para el beneficio de sus intereses. La distribución de la población puede ser otra variable, pero depende del lugar al que se mueva el capital, y normalmente lo hace hacia lugares poblados donde puede mejorar sus utilidades. Quizás el problema que debiera dirigir nuestra atención es el del bono demográfico. No obstante, los tres temas, migración, envejecimiento y bono, deberán apuntalar la planeación demográfica.

Por su parte, José Narro Robles, rector de la Universidad Nacional Autónoma de México, y los investigadores Héctor Hiram Hernández Bringas y René Flores Arenales, de la misma institución, cuestionan los cuatro millones de mexicanos adicionales en el censo de población de 2010 y lanzan una gran interrogante: ¿es este el final de una política de Estado?

En la segunda sección se expone el trabajo de Viviana Masciadri, investigadora del Consejo de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), Instituto Interdisciplinario de Estudios de Género (FFYL, Universidad de Buenos Aires). La autora examina el divorcio en cuanto a las tensiones epistemológicas entre las disciplinas de confluencia en los estudios demográficos, enfatizando las particularidades en las últimas cinco décadas.

Por su parte, Judith Hernández y Guillermo Foladori, investigadores de la Universidad Autónoma de Zacatecas, destacan el punto de inflexión de la población cubana a partir de 2006. Por lo cual sugieren que Cuba tendrá que enfrentar, además de todos los problemas económicos y sociales por los que atraviesa, el tema poblacional, y definir políticas apropiadas para revertir la tendencia existente; pues las perspectivas económicas de un país envejecido, poco industrializado y sin reposición de su fuerza de trabajo son inciertas.

En la tercera sección presentamos el artículo de Claudio Alberto Dávila Cervantes, de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO, México), este presenta una propuesta del método de splines cúbicos para ajustar la curva de mortalidad general en México por sexo en todo el rango de edad para 2000, 2005 y 2010. El autor destaca las ventajas del método: permite la estimación relativamente parsimoniosa de la mortalidad, respeta los cambios de concavidad de la curva de mortalidad y posibilita realizar proyecciones de la mortalidad en diferentes contextos y causas de muerte.

En este mismo apartado, Rodrigo Meneses Reyes y Gustavo Fondevila, del Centro de Investigación y Docencia Económica, analizan algunos tipos de eventos homicidas que existen en la Ciudad de México. El estudio se basa en la idea de que el contexto situacional del homicidio puede ser analizado desde dos dimensiones separadas, pero interrelacionadas: la estructura y el proceso. Al concebir el evento homicida como una combinación de estructuras y procesos se intenta responder a diferentes cuestionamientos relacionados con el contexto situacional del homicidio y el ejercicio cotidiano y no institucional de la violencia en la Ciudad de México.

En la cuarta sección se documenta el trabajo de Carolina A. Guidotti González y Tirza Aidar, investigadoras de la Universidad Estatal de Campinas, que se proponen brindar una visión general de las características de los arreglos domésticos y las transferencias informales de apoyo en las que participan los adultos mayores de Montevideo, Uruguay. Evalúan en qué medida los adultos mayores, beneficiarios de un sistema de previsión social con alta cobertura (que los coloca en situación económica favorecida en relación a los grupos más jóvenes), participan en las dinámicas de redistribución de los beneficios recibidos, alcanzando a la población de otras generaciones. Para ello es presentada una caracterización de los hogares con adultos mayores, considerando sus condiciones de vida y las transferencias de recursos y servicios de las que participan. El análisis de las autoras da mayor peso a la desigualdad económica que es considerada clave para comprender las dinámicas de las transferencias domésticas.

En esta misma lógica, Oscar Luis Narváez Montoya, de la Universidad Autónoma de Aguascalientes, expone dos tesis acerca del envejecimiento urbano: i) los cambios en las estructura de los grupos de edad modificarán los requerimientos de equipamiento urbano, y ii) el conocimiento empírico es el que permite el mejor conocimiento de la vejez. Además de plantear una serie de interrogantes a las que se espera dará respuesta en algún momento la investigación sobre urbanismo gerontológico.

Por último, el trabajo de Rafael Grande Martín y Alberto del Rey Poveda, investigadores de la Universidad de Salamanca, analiza el envío de las remesas de los inmigrantes latinoamericanos en España. Sus hallazgos indican, en primer lugar, la importancia de los acuerdos explícitos entre el migrante y su familia para asegurar el flujo de recursos, destacando las diferencias entre sexos como consecuencia de la mayor implicación de las mujeres en los proyectos familiares. En segundo lugar destaca la importancia del proceso de integración como elemento que desalienta el mantenimiento de las relaciones con el origen, en especial cuando se ha producido el reagrupamiento familiar. En tercer lugar se observan importantes diferencias de acuerdo con la región de procedencia de los inmigrantes, lo que remite a diferentes proyectos migratorios.

Los temas expuestos en este número de Papeles de POBLACIÓN ponen al descubierto el corpus de la investigación científica demográfica, pero un mayor déficit en su atención para la instrumentación de políticas públicas.

 

Juan Gabino González Becerril

Director

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