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Papeles de población

versión On-line ISSN 2448-7147versión impresa ISSN 1405-7425

Pap. poblac vol.18 no.73 Toluca jul./sep. 2012

 

Presentación

 

Este número de Papeles de POBLACIÓN está dedicado al Censo General de Población y Vivienda de 2010. Este ejercicio censal fue cuestionado incluso antes que se levantase la información, estos cuestionamientos abordan desde el número de preguntas incluidas en él. El censo de Población y Vivienda de 2010 cuenta con dos tipos de cuestionarios: a) uno básico con 29 preguntas (el número se amplió de 23 a 29 por la inconformidad de los académicos del país), 23 menos que el censo de 2000 (el cuestionario básico de 2000 contó con 52 preguntas), y b) un cuestionario ampliado de 75 preguntas que se aplicó a 10 por ciento de las viviendas en México, es decir, 2.7 millones.

El debate involucró a distintos actores como la Sociedad Mexicana de Demografía, la Iglesia, entre otros. Ahora que ya están disponibles los resultados definitivos, algunos actores políticos muestran su desacuerdo en relación al tamaño de la población estatal y municipal. Por ejemplo, si nos remitimos a la discusión del censo del año 2000, en aquel entonces se buscaba el eslabón perdido de tres millones de habitantes faltantes a nivel nacional y la respuesta fue que migraron hacia Estados Unidos; más tarde, los datos del Censo de Población y Vivienda de 2010 no coincidieron con las proyecciones de población, había una diferencia de cuatro millones de personas, la explicación a este fenómeno se encuentra en que a causa de la crisis económica nuestros paisanos no pudieron salir a Estados Unidos, a esto se agregan los retornos aunque como sabemos tampoco fueron masivos. Los comportamientos negativos han sido cuestionados por algunos alcaldes municipales del Estado de México y de otras entidades; Cerca de 80 ayuntamientos mexiquenses se sumaron a la protesta de rechazo de los resultados del censo poblacional que realizó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) en 2010, porque "de un plumazo eliminaron a la mitad de la población de municipios como Naucalpan y Ecatepec", señaló Azucena Olivares, presidenta de la Asociación de Municipios de México (El Universal, 11 de febrero de 2011).

Este número de Papeles de POBLACIÓN está dedicado al Censo General de Población y Vivienda de 2010, revisa algunos datos y temas con detenimiento en relación a la mortalidad, la fecundidad, jóvenes en la frontera norte, el envejecimiento y la migración poblacional. Por lo pronto, esto es una pequeña prueba de la utilidad de la información censal y la virtud dl análisis demográfico formal.

Iniciamos con el trabajo de Alejandro Mina Valdés, profesor e investigador de El Colegio de México, quien compara los datos obtenidos en el Censo de Población y Vivienda 2010 y la proyección para ese mismo año del Consejo Nacional de Población (CONAPO); mediante métodos de la demografía formal expresa las diferencias por grupos de edades y por sexo a nivel nacional de los resultados censales y de las proyecciones de CONAPO.

El texto que presentan Alejandro Aguirre y Fortino Vela Peón, investigadores de El Colegio de México y de la Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco, muestra estimaciones de la tasa de mortalidad infantil (TMI) para el año 2010 utilizando el método de hijos nacidos vivos e hijos sobrevivientes de Brass; sostienen dos conclusiones, por un lado, hayan un descenso sostenido de la mortalidad infantil en nuestro país, y por otro, la utilidad de continuar considerando estimaciones indirectas sobre este indicador.

Por su parte, Carlos Welti Chanes, investigador del Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), presenta una serie de medidas de la fecundidad a partir del censo de población de 2010, entre las que sobresale la estimación de la fecundidad general y marital con la información de la fecha de nacimiento del último hijo, captada en el cuestionario ampliado utilizado en la muestra censal. Sus resultados son similares a los que se derivan de otra fuente de información, la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica 2009 (ENADID-2009). El autor ilustra la utilidad de la información censal y las estimaciones basadas en el promedio de hijos nacidos vivos para analizar la fecundidad. Las estimaciones se realizan tanto para la población femenina total, como para grupos clasificados según tamaño de la localidad de residencia, nivel de escolaridad y condición étnica. En esta misma línea, Alfonso Mejía Modesto, profesor investigador del Centro de Investigación y Estudios Avanzados de la Población (CIEAP), analiza los contrastes de la fecundidad en el Estado de México, cuyos comportamientos son afectados por la individualización y la atomización.

El tema de los jóvenes que no estudian y no trabajan ha sido objeto de discusiones recientes en nuestro país. Eunice Vargas Valle y Rodolfo Cruz Piñeiro, ambos investigadores de El Colegio de la Frontera Norte, hacen una comparación entre el nivel y la composición de la población joven que no estudia ni trabaja de dos regiones, el Norte y el Pacífico Sur de México; asimismo analizan los principales factores sociodemográficos y contextuales asociados a encontrarse en "completa inactividad" entre los y las jóvenes y de dedicarse al hogar entre las adolescentes. Sus hallazgos destacan la disminución relativa de los jóvenes en completa inactividad, a la par que se registró un drástico aumento del desempleo en los hombres y un incremento del trabajo doméstico en las mujeres, en particular en la frontera norte. El análisis multivariado de la inactividad juvenil y de la actividad doméstica femenina en la adolescencia confirmó las desiguales estructuras de oportunidades que presentan los jóvenes del Norte y el Pacífico Sur, no sólo en lo relacionado al capital humano, económico y cultural de sus familias, sino en cuanto a la estructura de oportunidades laborales y educativas de los municipios de origen.

En contraste, Yuliana Gabriela Román Sánchez y Vera Sollova Manenova, investigadoras de la Universidad Autónoma del Estado de México, argumentan que la globalización económica ha conformado una nueva manera de organización de la producción, junto con nuevos mecanismos de incorporación de la fuerza de trabajo. Bajo este argumento, estiman el Índice de Precariedad Laboral para Toluca y Mérida, destacando mayor precariedad laboral de los jóvenes de ambos sexos en la ciudad de Toluca.

Otro rubro que no podía faltar es el análisis de la migración. Sobre ello el trabajo de Juan Gabino González Becerril y Patricia Román Reyes, investigadores de Centro de Investigación y Estudios Avanzados de la Población, analiza algunos conceptos básicos e indicadores sobre la migración y los desplazamientos habituales de la población con base en los datos censales de 2000 y 2010, los cuales ofrecen una perspectiva muy valiosa tanto del perfil del fenómeno migratorio como de las principales características sociodemográficas de la población migrante. Analizan indicadores y dimensiones sobre desplazamientos de la población según lugar de nacimiento y su lugar de residencia cinco años antes del levantamiento censal. Haciendo uso de las matrices y tasas ubican a entidades receptoras y expulsoras en torno a la movilidad de su población e identifican las características individuales de la población migrante. Los autores sostienen que la muestra censal permite contar con información actualizada sobre los intercambios cotidianos de población laboral entre los municipios y entidades federativas del país. En contexto del Estado de México, el trabajo de Graciela Martínez Caballero del Instituto Nacional de Migración, y Hugo Montes de Oca Vargas, de la Universidad Autónoma del Estado de México, busca explicar la relación entre el envejecimiento y la migración, concluyen que municipios de mayor envejecimiento son los que presentan pérdidas en población total por migración con ganancias mínimas de población adulta mayor; es decir, el peso de la población de 60 años y más que inmigra tiene mayor efecto en estos municipios eminentemente rurales, mientras que los municipios metropolitanos ganan más efectivos jóvenes que retrasan el peso de la población adulta mayor, mostrando municipios en fases iniciales del proceso de envejecimiento. Existen patrones definidos al interior del estado, principalmente en los municipios rurales y, sobre todo, en la corona metropolitana que tiende al envejecimiento, lo que se traduce en un reto de servicios e infraestructura inaplazable para esta entidad.

Por último, Adán Barreto Villanueva, Secretario Ejecutivo del Consejo de Investigación y Evaluación de la Política Social del Estado de México, expone la relación entre la Estadística y sus aplicaciones en el desarrollo social. El autor sostiene que el avance de las tecnologías de la información (TIC) y en general de la sociedad le ha dado un impulso que no había experimentado y que a partir de la primera década del siglo XXI se proyecta como una de las ciencias más influyentes de esta nueva centuria. Destaca sus contribuciones al desarrollo social mediante una recopilación de argumentos (indicadores de los censos y conteos de población), tesis, concepciones y prácticas, en el ámbito internacional y nacional, sobre el tema de las nuevas alternativas para la medición del bienestar.

Las contribuciones de los autores en este número sin duda serán referente por su aporte teórico-metodológico en los estudios demográficos y poblacionales del presente siglo en nuestro país. También están sujetos a ser evaluados y comentados por los asiduos lectores de nuestra revista, a quienes invitamos, como siempre, a conocer este reciente número de la revista y continuar interesándose en los temas de población actuales.

 

Juan Gabino González Becerril

Director

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