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Papeles de población

versão On-line ISSN 2448-7147versão impressa ISSN 1405-7425

Pap. poblac vol.18 no.71 Toluca Jan./Mar. 2012

 

Características y determinantes de los cambios recientes de los flujos migratorios de trabajadores mexicanos hacia Estados Unidos*

 

Characteristics and determinants of recent changes in migration flows of Mexican workers toward the United States

 

Jorge Eduardo Mendoza-Cota

 

El Colegio de la Frontera Norte.

 

Este artículo fue
recibido el 9 de enero de 2012
aprobado el 15 de febrero de 2012.

 

Resumen

El artículo analiza la migración y la migración de retorno de trabajadores mexicanos hacia y desde Estados Unidos en el periodo 2006-2011, con base en la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE). Asimismo, se estimó un modelo probabilístico para establecer los determinantes económicos de los flujos de trabajadores migratorios. Los resultados muestran un decrecimiento de la migración y migración de retorno en el periodo, con una elevación de la migración de retorno en el 2009. El modelo arrojó coeficientes positivos entre la migración y el PIB de Estados Unidos y la tasa de desempleo de México, y un coeficiente negativo de la tasa de desempleo de Estados Unidos. Finalmente, el incremento del personal de patrulla fronteriza mostró un coeficiente negativo.

Palabras clave: migración, migración de retorno, desempleo, integración económica, recesión.

 

Abstract

The paper calculates migration and return migration of Mexican workers to and from the U.S. for the 2006-2011 period, based on the National Survey of Occupation and Employment (ENOE). Additionally, a probabilistic model was estimated to establish the economic determinants of Mexican migration flows. The results showed a slowing down of both migration and return migration of Mexican workers, with a brief increase in return migration in 2009. The econometric model exhibited positive coefficients for the US GDP and the Mexican unemployment rate in respect to Mexican migration. Finally, the coefficient related to an increase in the Border Patrol staff was negatively correlated with the Mexican migration flows.

Keywords: migration; return migration, unemployment, economic migration, recession.

 

Introducción

Como resultado de la crisis financiera internacional de octubre de 2008 y de las tendencias recesivas de la economía estadunidense que se han experimentado en años posteriores, se ha generado un consenso de los diferentes actores sociales, académicos, de medios de comunicación, y gobierno, previendo un incremento de la migración de retorno hacia México. Este fenómeno migratorio se relaciona fundamentalmente con la falta de oportunidad de empleo, como por el endurecimiento de las políticas migratorias de Estados Unidos. Es por ello que resulta ser una tarea fundamental la de estimar los flujos de emigración e inmigración de trabajadores mexicanos a Estados Unidos, así como realizar un análisis de los determinantes de la tendencias y la estructura de la migración de retorno mexicana, con el fin de estar en condiciones de analizar el impacto de los sucesos que se están desarrollando a partir de la caída de la actividad económica mundial a partir de 2008.

Al respecto conviene destacar, en primer término, que los flujos migratorios se acompañan de "contraflujos" de migrantes de retorno hacia sus países de origen, algunos de los cuales son temporales o circulares y otros son migrantes de retorno definitivo. Desde luego, existen múltiples factores socioeconómicos que impactan el proceso migratorio y, por tanto, existen también una variedad de planteamientos teóricos y enfoques analíticos que buscan generar estructuras conceptuales para resaltar los diferentes aspectos que explican la lógica que determina la toma de decisión y el fenómeno de la migración.

Desde la perspectiva económica, y partiendo inicialmente de la teoría económica neoclásica tanto desde el análisis macroeconómico (Lewis, 1954, Harris y Todaro, 1970) como del microeconómico (Sjaastad, 1962) y (Borjas, 1989), los flujos internacionales de trabajadores se determinan en, primer término, por los mecanismos del mercado laboral. De esta manera, por un lado, el enfoque macroeconómico privilegia los diferenciales salariales y la probabilidades de empleo, por el otro, el enfoque microeconómico resalta la decisión de migración con base a un análisis de costo beneficio, donde las ganancias esperadas de la migración derivan de la probabilidad de emplearse y obtener ingreso y las pérdidas o costos de oportunidad que se asocian los costos de la migración y los ingresos del migrante en el país de destino.

Evidentemente, existen factores económicos adicionales que afectan la migración. Por ejemplo, desde la perspectiva neoclásica, la experiencia migratoria fallida no genera los ingresos esperados, cuando se toma en cuenta los diferenciales de salarios entre el país receptor y el país de origen de migrantes. Por ello, los migrantes pueden decidir regresar si consideran que el capital humano que poseen no ha recibido los rendimientos esperados en el país receptor. También se ha señalado que una de las razones de la migración de retorno se relaciona con del hecho de que los migrantes indocumentados tienen un incentivo para regresar a su país de origen debido a que tienen menores posibilidades de obtener remuneraciones de acuerdo a sus habilidades laborales (Dustmann 1993, 2003a, 2003b), (Reagan y Olsen, 2000) y (Orrenius y Zavodny (2005). Cabe destacar que una explicación teórica de los determinantes de la migración internacional también ha sido analizada, a partir de modelos de "decisión racional", y está relacionada con la teoría de los mercados segmentados. De acuerdo a este enfoque, la migración internacional está relacionada con factores de demanda de los países receptores de la migración, la cual es una característica inherente de los países industrializados (Piore, 1979).

También, es importante mencionar que entre los estudios de la migración se han desarrollado planteamientos respecto a la necesidad de generar condiciones económicas en los países expulsores de migrantes, a fin de reducir la migración ilegal (Rotte y Vogler, 1998). Así pues, además de los factores relacionados con el crecimiento de la población y de las diferencias en el ingreso per cápita (Esterlin, 1961), los diferenciales de los salarios de trabajadores urbanos poco calificados y el crecimiento de la población rezagado han sido considerados factores que han impulsado la migración ( Hatton y Williamson, 1994). Adicionalmente, el proceso de retorno migratorio ocurre bajo diferentes condiciones legales que pueden ir desde retorno voluntario, retorno voluntario compulsivo (conclusión de permiso temporal, rechazo de asilo, etc.) y retorno involuntario como es el caso de la deportación.

No obstante, aun cuando existen diferentes aspectos y enfoques que explican la migración de retorno, el contexto económico recesivo iniciado en el 2008 y el endurecimiento de las políticas migratorias han afectado particularmente las posibilidades de obtener empleo por parte de los migrantes mexicanos, lo cual ha afectado la estructura de la emigración (migración) e inmigración (migración de retorno). Por ello, la fase económica hace necesario, analizar el impacto de detalle aquéllos factores de carácter económicos que está teniendo un mayor impacto en la migración de trabajadores mexicanos.

La perspectiva del presente estudio busca retomar el análisis del mercado laboral en la coyuntura del desempleo actual en Estados Unidos y México, así como determinar si la recesión económica, el desempleo laboral y el endurecimiento de las políticas migratorias han modificado los patrones de los patrones de los flujos migratorios de mexicanos hacia Estados Unidos. El trabajo se estructura de la siguiente manera. La primera sección es la introducción al estudio, la segunda sección analiza los cambios en los flujos migratorios, la tercera sección se enfoca al análisis del desempleo en Estados Unidos. El inciso cuarto analiza los rasgos fundamentales de la política anti-migratoria. La sección cinco presenta el enfoque y teórico y metodología del estudio. La sexta sección presenta resultados y la séptima las conclusiones.

 

Cambios en los flujos migratorios

Metodología de estimación de la migración de retorno

Tradicionalmente, la migración mexicana se ha caracterizado por presentar un flujo importante de flujos migratorios de retorno de Estados Unidos hacia México.1 Este tipo de migrantes se ha presentado a escala importante, creando desafíos tanto en el análisis de la migración mexicana como para la política migratoria de México. Por ello, en este artículo se busca estimarlos flujos migratorios con base en el establecimiento de cálculos de la migración y la migración de retorno de trabajadores mexicanos, con base a las bases de información existentes en México.

Las causas de la dificultad para estimar los flujos migratorios se relacionan con las formas de determinar la temporalidad de los trabajadores que regresan de Estados Unidos y permanecen en México. Además, las encuestas sobre la migración generalmente no incluyen preguntas específicas acerca de la migración de retorno. En este estudio, y con el fin de poder estimar los flujos de la migración mexicana hacia y desde Estados Unidos, los enfoques metodológicos de estimación se fundamentaran en dos bases de datos. Es decir, la metodología para calcular la migración de retorno, debe considerar las distintas estructuras de información de las encuestas existentes sobre la migración, enfocándose específicamente en el tiempo de duración de retorno de los migrantes y en la decisión de retornar permanentemente a México.

La primera fuente de información es la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), que genera información para a determinar la residencia de los trabajadores mexicanos encuestados. La segunda base de datos son los Censos de Población que proporciona información acerca de la residencia de la población previa a la entrevista. Por tanto, dichas bases de datos permiten calcular las magnitudes de población o trabajadores que han declarado haber vivido en Estados Unidos y estar actualmente residiendo en México.

Las particularidades de las metodologías aplicadas a las dos bases de datos dependen de las características propias de la ENOE y el censo de población. Por una parte, los cálculos de la emigración e inmigración internacional con base en la ENOE, utilizan la información del cuestionario sociodemográfico (SC, SDEM). En dicho cuestionario se presentan los cambios en la composición de los hogares de las viviendas de la muestra, con información tanto de las personas residentes en esa vivienda como los individuos pertenecientes a esa unidad familiar y cuyos planes presentes o futuros son de radicar en otro estado o país. Esta información también contempla las edades, sexo, el lugar de nacimiento, nivel escolar, el salario que se percibe tanto dentro como fuera de la entidad de origen, la población ocupada y desocupada de acuerdo al sector de actividad económica, las condiciones de la unidad de salud o si se cuenta con seguro médico, esto en el caso de los individuos que regresan a su país de origen. En el caso de aquellas personas que salen en búsqueda de nuevas oportunidades, se centra información relevante como el sexo de la persona que se fue, la edad, si esta era soltera o casada, el motivo por el que se fue. En la realización y determinación del cálculo migratorio se construye la variable llave en cada uno de los periodos de análisis, ya que esta concentra información específica de la ciudad, la entidad, el control del periodo, la vivienda en la que se levantó la encuesta, número de hogar, hogar mudado, y número de renglón, esto con la finalidad de, al momento de realizar el empate de base de datos, aglomerar periodos estadísticamente significativos. El método de empate es la acumulación de los conteos trimestrales consecutivos. Este procedimiento proporciona cierta estabilidad a los conteos porque en cada caso se cuenta con una proporción de muestra común cercana a 80 por ciento y en cada trimestre que se expande la población, lo que grosso modo implica solamente un incremento de 20 por ciento de la muestra en cada caso.

Con respecto a la estimación de la emigración e inmigración internacional con información estadística de los Censos de Población y Vivienda, debe destacarse que ésta es más completa en cuanto al desglose geográfico sobre la cual se apoya la información. Los datos se concentran en tres diferentes bases: la información de la población, de la vivienda y de la migración. En la base utilizada para los cálculos migratorios se encuentra información de características relevantes como es la edad de la persona, el sexo, el lugar de origen, las fechas en la que cada individuo inmigrante regresa al país de origen (de los migrantes que residen en los últimos cinco años), así como aquellas personas que salen del país, el país al que se dirigen como el mes y el año en el que salen o el mes y año de retorno, localizando con mayor precisión el tiempo y espacio de residencia.

 

Emigración e inmigración de acuerdo a los censos de población

Una aproximación al cálculo de los flujos migratorios de trabajadores mexicanos puede obtenerse de las estimaciones de la emigración e inmigración de mexicanos hacia Estados Unidos derivadas de los censos de población. De acuerdo a dicha fuente de información estadística, en 2000 el total de la población que emigró hacia Estados Unidos fue de 1 573 995 mientras que la población que inmigró alcanzó un total de 278 972, dando como resultado un saldo positivo de migrantes al exterior de 1 295 023 emigrantes internacionales (cuadro 1). Por su parte, en el 2010 la cantidad de mexicanos que emigró fue de 1 112 269 y la población que inmigró hacia México contabilizó 391 977, generándose un saldo positivo de 720 977. De esta manera, se puede concluir que en la década del dos mil, los flujos migratorios experimentaron cambios significativos, evidenciándose un decremento de la cantidad de emigrantes internacionales y un incremento de los migrantes de retorno que regresan a México. Los cambios de los flujos migratorios parecen estar relacionado con la recesión económica de 2009 y el endurecimiento de las políticas anti-migratorias instrumentadas por el gobierno de Estados Unidos.

Al análisis de los cambios migratorios al nivel regional muestra que entre 2000 y 2010 los estados con mayor emigración fueron Jalisco, Guanajuato y Michoacán (cuadro 2). De igual manera, en 2000 los estados que muestran mayores porcentajes de migración de retorno son los mismos estados con mayor emigración. No obstante, para el año 2010 se aprecia que el estado de Guanajuato, que no es un estado de alta emigración mostraron la mayor cantidad de migrantes de retorno.

En cuanto a las características de la población migrante entre 2005 y 2010, del total de emigrantes, 74.8 por ciento fueron hombres y el resto mujeres. Al nivel estatal se destacan los estados de Baja California Sur, Sonora, Baja California y Chihuahua por contar con las mayores participaciones de mujeres en los flujos de emigración (50.2, 44.8, 40.8 y 37.5 por ciento, respectivamente). Lo anterior probablemente esté relacionado con la cercanía respecto a Estados Unidos, lo que tiende a facilitar la migración femenina.

Lo relacionado con los migrantes de retorno, se observa que entre 2005 y 2010 representaron 31.5 por ciento del total de migrantes en el mismo periodo (cuadro 3). Otro aspecto que es importante resaltar se refiere que en algunos de los estados que contabilizaron mayor porcentaje de migración de retorno con respecto al flujo de migración también exhiben una elevada cantidad de migrantes de retorno como es el caso de Baja California Sur, Nayarit y Nuevo León.

 

Evolución de los flujos de trabajadores migrantes mexicanos con base en la ENOE

Los censos de población y los conteos quinquenales que contienen la información para calcular la migración y la migración de retorno, no permiten realizar un seguimiento periódico más cercano del comportamiento y cambios de los flujos migratorios con esta base de datos. Por ello, siguiendo la metodología desarrollada en INEGI (Mera, 2009) se realizaron cálculos de la emigración hacia Estados Unidos y la inmigración de trabajadores desde Estados Unidos hacia México para el periodo 2006-2010 de la emigración de trabajadores mexicanos hacia Estados Unidos. Las estimaciones del crecimiento trimestral de los flujos migratorios acumulados bianualmente muestran que desde el primer trimestre de 2006 los flujos de trabajadores migrantes al exterior se han reducido constantemente, pasando de 1 546 688 emigrantes en el bienio 2006/1-2007/4 a 999 071 en el bienio 2008/1-2009/4 y 748 312 en el bienio 2009/2-2011/1 (cuadro 4). Por tanto, el cambio de intensidad en el crecimiento de los flujos de migrantes hacia Estados Unidos se acentúa simultáneamente a la desaceleración económica de Estados Unidos iniciada en 2008 y el endurecimiento de las políticas anti-migratorias de ese país.

Por su parte, se destaca que la migración de retorno ha mostrado un crecimiento oscilatorio trimestral con una tendencia decreciente, los flujos de trabajadores migrantes de retorno experimentaron un decremento en el total del periodo analizado, con excepción del bienio 2007/4-2009/3, en el que se refleja el impacto de la recesión económica internacional sufrida entre 2008 y 2009. Por su parte, los cálculos trimestrales muestran que hubo aumentos importantes en los flujos de inmigrantes para el cuarto trimestre de 2007, el cuarto trimestre de 2008 y el primer trimestre de y tercer trimestre de 2009 (cuadro 5).

Por ello, puede concluirse que la información proporcionada por la ENOE indica dos características de los cambios recientes de los flujos de migrantes mexicanos: existe una tendencia decreciente tanto de los flujos de emigrantes y, en menor medida, de los flujos de inmigrantes y se aprecia que la coyuntura de la recesión económica tuvo un impacto positivo en los flujos de migrantes de retorno, lo que redujo considerablemente el saldo migratorio en algunos trimestres 2009 (grafica 1). Así pues, los oscilaciones de los flujos migratorios parecen relacionarse directamente de las condiciones del mercado laboral de Estados Unidos en el que, como se mencionó, existe un alto nivel de desempleo que ha limitado la posibilidad de empleo de nuevos trabajadores migrantes en Estados Unidos y por otra parte, el endurecimiento de las políticas migratorias de ese país parece determinar un freno a los flujos migratorios.

Finalmente, los flujos migratorios por estados muestran que en lo que va del segundo trimestre de 2006 al primer trimestre de 2008 los estados que más flujos de trabajadores emigrantes hacia Estados Unidos fueron Guanajuato, Michoacán, estado de México y Jalisco, con 11.01, 8.34, 8.11 y 7.45 por ciento del total (cuadro 6). Por su parte, los estados que experimentaron mayor migración de retorno fueron Jalisco, Estado de México. Guanajuato y Guerrero, con 9.31, 9.10, 8.82 y 6.29 por ciento del total de inmigrantes que retornan a México. Asimismo, se destaca que para el bienio del segundo trimestre de 2008 al primer trimestre de 2010 se aprecia que Guanajuato y Michoacán se convirtieron en los primeros estados que generan tanto migrantes hacia Estados Unidos como migración de retorno.

 

Recesión económica, desempleo y flujos de trabajadores migrantes mexicanos

La recesión económica de Estados Unidos se reflejó en el incremento de la tasa de desempleo, en la medida en que el mercado laboral se deriva del mercado de producción. En el caso de la economía mexicana la integración económica entre México y Estados Unidos ha contribuido a la trasmisión de la recesión económica de Estados Unidos hacia México, contrayendo el PIB e incrementando las tasas de desempleo de esas economías. Adicionalmente, la integración "informal" de los mercados laborales de ambas economías ha impactado los flujos de migración entre México y Estados Unidos.

La evolución de la economía estadunidense muestra que a partir del tercer trimestre de 2007, el PIB y la tasa de desempleo de Estados Unidos mostraron tendencias opuestas en la medida que la tasa de desempleo empieza a elevarse considerable debido a una caída del PIB, 4.5 por ciento contra 3.6 por ciento en el segundo trimestre contra 4.7 por ciento contra tres por ciento en el tercer trimestre de 2007.2 Estas tendencias opuestas continuaron aumentando hasta el primer trimestre de 2011 (gráfica 2).

Otra característica del desempleo en Estados Unidos se relaciona con las elevadas tasas de desempleo que se experimentaron en los estados de la frontera con México, en particular en los estados de Arizona y de California, que son entidades de Estados Unidos con mayor numero de migrantes mexicanos y población nacida en Estados Unidos de origen mexicano.

Así pues, las tasas de desempleo de California y Arizona fueron superiores al promedio nacional. En el caso de Arizona la tasa mensual de desempleo al iniciar 2008 era inferior a la nacional: 4.5 contra cinco por ciento, sin embargo a partir de mayo de 2009 su magnitud ha sido superior a la nacional.3 Por su parte, el estado de California que venía arrastrando una tasa de desempleo mayor a la del promedio nacional al iniciar 2008 (5.9 por ciento contra cinco por ciento, respectivamente), ha venido incrementando su tasa de desempleo a un ritmo mayor, alcanzando un nivel de 12.5 por ciento en los meses de septiembre a diciembre de 2010, mostrando una tendencia creciente a diferencia de la nacional que se ha mantenido estable alrededor de nueve por ciento (gráfica 3).

La elevada y relativamente superior tasa de desempleo del estado de California tiene importantes implicaciones para la estructura de los flujos migratorios de trabajadores mexicanos hacia Estados Unidos. De acuerdo al estudio realizado por el Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos (U.S. Homeland Security Department), la cantidad de inmigrantes indocumentados en Estados Unidos era de 8.46 millones de personas en 2000 y ascendió a 10.79 millones en 2010. De ese total, 2.51 millones se localizaban en California y 1.09 millones en Texas en 2000. Asimismo, la nacionalidad de esas personas era de 4.68 millones de mexicanos en 2000 y de 6.64 millones en 2010 (Hoeffer et al., 2010). Por ello, el alto desempleo es un factor que impacta la posibilidad de empleo para migrantes indocumentados en particular mexicanos, lo que probablemente determine menores flujos de emigración de México a Estados Unidos. Finalmente cabe señalar que la tasa de desempleo para el segmento de la población hispánica ha sido más elevado que el nacional, por lo que lo anterior genera presión adicional para la contratación de trabajadores de origen mexicanos.4

 

Las políticas anti-migratorias y los flujos migratorios

La respuesta a los intensos flujos migratorios de las décadas de 1980 y 1990 se expresó en el United States Immigration Reform and Control Act of 1986 (IRCA), que fue enfocado a controlar la migración de indocumentados y legalizar a la población establecida en Estados Unidos (Jones, 1995).

Las estipulaciones del IRCA fueron puestas en efecto entre 1987 y 1988, buscando desplazar el objetivo de la política migratoria hacia una perspectiva de empleo como determinante de la entrada de migrantes (Salt 1992; Papademetriou 1991).

Cabe destacar que la instrumentación de IRCA fue acompañada de un rápido incremento de los recursos financieros para el refuerzo del control de la migración. Dicho gasto se realizó con base a la expansión de las apropiaciones financieras que pasaron de un billón de dólares en 1985 a 4.9 billones de dólares en 2002. Los recursos para la detención y retorno de indocumentados se expandió 806 por ciento entre 1985 y 2003, de 141 millones en 1985 a 1.3 billones en 2003 (Migration Policy Institute, 2005).

Estos fondos se han canalizado fundamentalmente hacia la patrulla fronteriza y a las actividades relacionadas con la aprensión y deportación de migrantes indocumentados.5 Se destaca que, en el periodo mencionado, los recursos financieros para las actividades de control de la frontera que incluyen a la patrulla fronteriza, las inspecciones en los puertos y garitas de entrada y los asuntos consulares, se incrementaron en 2.1 billones de dólares; los gastos para detenciones e inteligencia aumentaron en 1.4 billones de dólares; y las investigaciones internas lo hicieron en 349 millones de dólares. En particular, los gastos orientados a la detención y remoción de indocumentados se incrementaron significativamente pasando de 141 millones de dólares en 1985 a 1.3 billones de dólares en 2003. Adicionalmente, la ley de reforma de inmigración ilegal y responsabilidad del mígrate (IIRIRA) de 1996 convirtió como obligatoria a la detención de migrantes con actividades criminales y solicitó el aumento de fondos para ser utilizados primordialmente para financiar las actividades de detención y deportación de migrantes.6

Como resultado, las aprensiones se acrecentaon continuamente hasta el año 2001, en el que alcanzaron 1 266 214 aprensiones, estabilizándose en 2002 y reduciéndose significativamente a partir de 2007 hasta alcanzar un total de 463 382 de aprensiones, las cuales solamente representaron 27.6 por ciento de la cantidad de migrantes detenidos (cuadro 9). La mayor parte de las aprensiones corresponden a mexicanos (87.3 por ciento en 2010). Asimismo, cabe destacar que la mayor proporción de las detenciones se han venido realizando en el periodo se han dado en las áreas de Tucson y San Diego. Dichas regiones representaron en el año de 2010, 47.4 y 15.3 por ciento de las aprensiones totales. Sin embargo, cabe destacar que aunque la cantidad de detenciones decreció, la cantidad de migrantes deportados se elevó significativamente en la década del dos mil de 150 762 a 282 003 (cuadro 10)

Asimismo, mostrando una tendencia opuesta al total de aprensiones, el número de agentes de la patrulla fronteriza se incrementó sustancialmente en el periodo 2000-2100. De esta manera, la cantidad de agentes en el año 2000 era de 9 219 mientras que para el año 2010 se había incrementado a 20 588, es decir su aumento porcentual alcanzó 223 por ciento, (cuadro 9).

Así pues, las medidas relacionadas a la migración tomadas por el gobierno de Estados Unidos a partir del 11 de septiembre de 2001 el gobierno de Estados Unidos, con el objetivo de incrementar la seguridad de ese país, han sido un factor determinante en los cambios experimentados en los flujos migratorios de trabajadores mexicanos. El incremento de deportaciones y aumento de los agentes fronterizos han representado una mayor restricción al cruce fronterizo, por lo que los flujos de inmigrantes han decrecido y el de los migrantes de retorno se han incrementado. Adicionalmente, los migrantes han tenido que recurrir al uso de coyotes y otros medios para cruzar la frontera hacia Estados Unidos sin documentos migratorios. Finalmente, el aumento de los controles migratorios ha determinado que el tiempo del viaje de los migrantes mexicanos en Estados Unidos se extienda, debido a que ahora los trabajadores mexicanos prefieren permanecer más tiempo en Estados Unidos, para evitar los gastos que implica cruzar la frontera en un contexto restrictivo y de vigilancia de los cruces fronterizos (Mendoza, 2008). Este fenómeno ha reducido la migración circular e incrementando el tiempo de residencia en los Estados Unidos de los migrantes mexicanos, reduciendo la migración de retorno.

Por ello, es posible concluir que el endurecimiento de las políticas migratorias de Estados Unidos se ha convertido ha venido modificado los patrones de la migración de trabajadores mexicanos a Estados Unidos, ya que se ha convertido en una barrera estructural que contiene el flujo de migrantes y, además, se ha convertido en un factor que ha impactado en la duración de la permanencia de los migrantes en Estados Unidos.

 

Impacto del desempleo de la economía de Estados Unidos en el flujo de migrantes mexicanos

Aspectos teóricos

Este trabajo busca presentar un enfoque teórico que permita incorporar los efectos macroeconómicos de la recesión internacional en los movimientos migratorios. Para ello, se parte de la modelización de las decisiones de la migración con base en la estimación de los valores a futuro de los ingresos esperados de los trabajadores en el país emisor y receptor de migrantes y de la probabilidad de que el migrante encuentre trabajo en el país receptor:

Donde V(0) es el valor presente descontado de la ganancia neta de la migración de México a Estados Unidos, en un espacio de tiempo t, P(t) representa la probabilidad de obtener un trabajo en Estados Unidos, Yu y Yi son los ingresos promedio en Estados Unidos y México, i es la tasa de descuento de la preferencia de tiempo de los migrantes y C es el costo de migración.

Por tanto, las decisiones de migración, ya sea para emigrar o inmigrar dependen de las diferencias entre los ingresos de los dos países y la probabilidad de obtener un empleo. Cuando V(0) > 0 los trabajadores decidirán emigrar, cuando V(0) = 0, no habrá migración y cuando V(0) < 0 los trabajadores inmigrarán a su país de origen (México). Este último aspecto de los determinantes de la migración es que vincula las decisiones de migrar con el contexto macroeconómico.

En efecto, la probabilidad de obtener un trabajo, estaría en función de la proporción entre la creación de nuevos empleos en Estados Unidos res-pecto al número acumulado de trabajadores en busca de empleo en Estados Unidos, en el periodo t. Entonces siguiendo a Todaro (1969), Arellano (1981) y Riadh (1998), la migración puede expresarse en función de la probabilidad de encontrar un trabajo en Estados Unidos y los diferenciales de ingreso entre los dos países:

Donde:

M= migrantes en el periodo

L= fuerza de trabajo en Estados Unidos

P=probabilidad de encontrar un trabajo

S= Su/Sm = la razón de salarios en Estados Unidos y México

La probabilidad de que trabajadores mexicanos encuentren un trabajo en Estados Unidos depende del empleo en Estados Unidos (E) y la tasa de crecimiento de dese empleo en el tiempo:

Por tanto:

Donde la tasa de desempleo u, que se define como la proporción de trabajadores desempleados respecto a la fuerza de trabajo total en Estados Unidos L:

Si consideramos que β es la tasa de crecimiento de la fuerza de trabajo, la cual se asume puede ser impactada por el crecimiento natural de la fuerza de trabajo, y otros factores como la recesión económica. El cambio en el nivel de trabajadores migrantes de México será igual al empleo de trabajadores en Estados Unidos menos el crecimiento de trabajadores norteamericanos:

Combinando las ecuaciones (2) y (5) se obtienen los determinantes del nivel de trabajadores migratorios en Estados Unidos:

Por tanto, las decisiones de migrar por parte de los trabajadores mexicanos, desde el punto de vista macroeconómico, dependen de tres factores fundamentales: la probabilidad de obtener un empleo que a su vez está determinada por la tasa de desempleo y las diferencias de ingresos entre los dos países, y del crecimiento del empleo y de la fuerza de trabajo en Estados Unidos. Es decir no sólo el diferencial salarial sino que también las condiciones del mercado laboral en Estados Unidos y de políticas y choques externos (que afectan la apertura de nuevos trabajos y el número de trabajos empleados) son factores que determinan los flujos migratorios. Este enfoque permite entonces entender la lógica de los movimientos migratorios hacia y desde Estados Unidos por parte de los trabajadores migrantes mexicanos.

 

Metodología de estimación

Con objeto de estimar los determinantes de las tendencias de los flujos migratorios, se estimó un modelo de regresión Probit. Con esta metodología es posible determinar qué factores económicos que determinan la probabilidad de los flujos de emigración y de inmigración de trabajadores mexicanos.

Para el presente estudio, la variable dependiente está representada por la variable dicotómica M, es igual a uno si los trabajadores mexicanos emigran y cero si inmigran, y que se formaliza de la siguiente manera:

Donde Z es un índice teórico continuo que permite distinguir las decisiones de migración. La variable Zi* se calcula por medio de una función de probabilidad normal acumulativa.

La variable de probabilidad Pi es función de esa índice Z y de la función acumulativa y se encuentra en un intervalo (0,1). Formalmente el modelo Probit aplicado a las decisiones sobre emigración e inmigración se determina de la siguiente manera:

Donde:

Pi = Probabilidad de que un trabajador decida migrar a Estados Unidos (estimación de la función de probabilidad condicional).

β1 = la tasa de desempleo estatal rezagada en México.

β2 = PIB estatal de México.

β3 = aprensiones de migrantes mexicanos de la patrulla fronteriza.

β4 = número de empleados de la patrulla fronteriza.

Las bases de datos para el modelo Probit se obtuvieron de la siguiente manera: los cálculos del número de migrantes y migrantes de retorno para el primer trimestre de 2006 al cuarto trimestre de 2010 se obtuvieron de la ENOE, la variable de las tasa de desempleo de México son las publicadas por el Banco de Información Económica (BIE) de INEGI, el PIB de los estados de México se obtuvo de El Sistema de Cuentas Nacionales de INEGI, el PIB de Estados Unidos se recopiló del Bureau of Economic Statistics (BEA), el número de aprensiones y de empleados de la patrulla fronteriza se obtuvieron del United States Border Patrol Fiscal Year of Apprehensionand Staffing Statistics.

 

Resultados

Los resultados del modelo Probit mostraron coeficientes estadísticamente significativos. Tanto el coeficiente del PIB estatal de México como la tasa de desempleo exhibieron los signos esperados. Así, por una parte el coeficiente del PIB fue negativo con respecto a la variable dicotómica reflejando que una mayor actividad económica al nivel de los estados del país genera un menor flujo de migrantes hacia Estados Unidos y un crecimiento de la migración de retorno. Por su parte, la tasa de desempleo por estado de México rezagada un trimestre presentó un coeficiente positivo, lo que significó cuando se eleva la tasa de desempleo se eleva la emigración.

Con relación a la variable del PIB de Estados Unidos se observa que esta muestra un coeficiente positivo con respecto a la variable dependiente, lo que implica que la actividad económica de Estados Unidos estimula la probabilidad que los flujos migratorios de trabajadores mexicanos emigren hacia Estados Unidos. Así mismo, la tasa de desempleo de Estados Unidos exhibió un signo negativo, por lo que el mercado laboral de Estados Unidos es también un freno de los flujos migratorios de trabajadores mexicanos hacia Estados Unidos.

Finalmente, como variables proxy de las políticas anti-migratorias se incluyeron el número de aprensiones realizadas por la patrulla fronteriza y el número de agentes fronterizos. El coeficiente de la variable de aprensiones mostró un signo positivo, mientras que el coeficiente de la variable de patrulla fronteriza fue negativo. Lo anterior puede explicarse debido a que el incremento de empleados de la patrulla fronteriza creció contantemente durante la década de 2000, mientras que las aprensiones se redujeron, puede concluirse que el coeficiente que expresa mejor la crecientes obstáculos derivados de la política anti-migratoria es el del número de empleados de la patrulla fronteriza, que además muestra un coeficiente negativo respecto a la probabilidad de emigración hacia Estados Unidos.

 

Conclusiones

Las economías de Estados Unidos y de México han enfrentado oscilaciones de la actividad a económica enmarcadas en una tendencia recesiva, a partir de 2008. La desaceleración económica ha estado caracterizada por una caída del PIB y de un importante incremento de los niveles de desempleo de ambas economías. Particularmente, se aprecian elevadas tasas de desempleo en los estados fronterizos de California y Arizona que se caracterizan por absorber volúmenes importantes de migrantes mexicanos.

Asimismo, Estados Unidos ha continuado con el establecimiento de políticas migratorias tanto al nivel federal como local, tendientes a limitar la entrada de flujos migratorios y reducir la cantidad de migrantes mexicanos radicando en Estados Unidos. Lo anterior ha derivado en un incremento creciente del personal de la patrulla fronteriza encargada de contener los flujos migratorios. Como resultado se observa un incremento de la cantidad de migrantes mexicanos deportados, lo cual ha afectado las expectativas de obtener un empleo en Estados Unidos para los trabajadores mexicanos que deciden migrar.

En el contexto de creciente sincronización económica entre México y Estados Unidos, las características de los flujos de migrantes mexicanos que migran hacia Estados Unidos y que regresan de ese país hacia México, han experimentado cambios aparentemente estructurales respecto a los patrones observados en la migración tradicional de mexicanos hacia Estados Unidos.

Por una parte, se observa que los flujos de emigrantes hacia Estados Unidos han mostrado una tendencia oscilatoria pero decreciente, derivada de las políticas de contención de la migración y la falta de oportunidades de empleo. Por otra parte, los flujos de migrantes de retorno se mantuvieron constantes hasta el año 2007 y a partir de ese año se observan incrementos importantes de la inmigración. Asimismo, a partir de ese año se aprecia una declinación de la emigración con un repunte en el tercer trimestre de 2009.

De esta manera, aunque con las tendencias observadas en el periodo analizado no puede argumentar acerca de cambio definitivos en la estructura de los flujos migratorios, se aprecia que el entorno institucional y económico ha determinado cambios importantes en las características de los flujos migratorios de trabajadores mexicanos. Por esta razón, y con el fin de estimar los factores económicos que determinan los cambios de los flujos migratorios se estableció un modelo Probit que incluye como variable dependiente a las decisiones de emigrar o inmigrar y como variables dependientes al PIB y las tasas de desempleo de México y Estados Unidos, y además dos variables PROXY del impacto de las políticas migratorias de Estados Unidos.

Los resultados de la estimación econométrica muestran que existe una correlación positiva entre el PIB de Estados Unidos y la variable dicotómica de los flujos migratorios, indicando una influencia positiva en la emigración. Por su parte, el coeficiente de la tasa de desempleo de los estados mexicanos mostró un coeficiente negativo con respecto a la variable dependiente, lo que muestra el impacto que tiene la economía estadounidense como un polo atrayente de trabajadores migrantes de México, cuando las condiciones laborales son adversas en la economía mexicana. Finalmente, el incremento del personal de patrulla fronteriza, como proxy de las políticas y actividades de contención de la migración de trabajadores mexicanos mostró un coeficiente negativo, lo que sugiere que el endurecimiento de las políticas migratorias del gobierno de Estados Unidos también ha tenido efecto en la reducción de la migración.

Por ello, puede concluirse que las estimaciones sobre la migración e inmigración de trabajadores mexicanos indica la existencia de cambios en el patrón de la migración mexicana hacia Estados Unidos. Asimismo, los resultados del modelo Probit sugieren que existen factores coyunturales derivados de la integración económica entre México y Estados Unidos que están determinando cambios de los flujos migratorios, los cuales presentan oscilaciones que responden a la recesión y el crecimiento del desempleo en Estados Unidos. Por otra parte, la intensificación de las políticas anti-migratorias ha derivado en barreras estructurales que afectan tanto a las decisiones de migración como a las decisiones de retornar por parte de los trabajadores mexicanos. Por lo que probablemente tanto los flujos migratorios hacia Estados Unidos se reduzcan, mientras que la migración de retorno estará sujeta al ciclo económico y los niveles de empleo de la economía de Estados Unidos.

 

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Notas

* Este artículo fue elaborado en el marco del proyecto denominado: "Análisis de los determinantes de la migración de retorno y circular y sus efectos en el desarrollo regional en México", con núm. 98763 y financiado por CONACYT.

1 Este flujo migratorio mexicano incluye migración repetida o circular y migración de retorno con la intención de residir permanentemente en México.

2 De acuerdo a información del Bureau of Labor Statistics, United States Department of Labor. http://www.bls.gov/home.htm.

3 De acuerdo a información del Bureau of Labor Statistics, United States Department of Labor. http://www.bls.gov/home.htm.

4 De acuerdo a la información del Bureau of Labor Statistics, United States Department of Labor. http://www.bls.gov/home.htm.

5 MPI analysis of data from US Department of Justice Immigration and Naturalization Service, Budget Requests to Congress, 1985-2002; and Budget of the United States Government, Appendix, 1985-2003.

6 MPI analysis of data from US Department of Justice Immigration and Naturalization Service, Budget Requests to Congress, 1985-2002; and Budget of the United States Government, Appendix, 1985-2003.

 

Información sobre el autor:

Jorge Eduardo Mendoza Cota. Doctor en economía por The University of Utah, investigador del Departamento de Estudios Económicos de El Colegio de la Frontera Norte. Fue director de dicho departamento y coordinador de la maestría en Economía Aplicada de la institución. Ha realizado diversos proyectos para instituciones nacionales e internacionales como la SHCP, OECD, Consejo de Desarrollo Económico de Tijuana, Gobierno del estado de Nuevo León, etc. Entre sus publicaciones se destacan: Determinantes económicos regionales de la migración mexicana, Impactos regionales de las remesas en el crecimiento económico de México, Economic and social determinants of Mexicancircular and permanent migration, Son las remesas una fuente de ahorro e inversión en México? Un análisis regional del comportamiento de los hogares,La ley SB 1070 y las políticas migratorias en el contexto de la integración económica de América del Norte, Regiones fronterizas frente a la migración: el caso de México y el Maghreb. Correo electrónico: emendoza@colef.mx

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