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Papeles de población

versión On-line ISSN 2448-7147versión impresa ISSN 1405-7425

Pap. poblac vol.14 no.57 Toluca jul./sep. 2008

 

Magnitud de la emigración de mexicanos a Estados Unidos después del año 2000

 

Magnitude of emigration of Mexicans toward the United States after the year 2000

 

Rodolfo Corona y Rodolfo Tuirán

 

El Colegio de la Frontera Norte/Secretaría de Educación Pública.

 

Resumen

Con base en fuentes estadunidenses y mexicanas como la Current Population Survey, la American Community Survey y el Consejo Nacional de Población, este trabajo presenta estimaciones tanto de la magnitud de los flujos migratorios de mexicanos que se han desplazado hacia Estados Unidos en los diez años recientes, como de la cantidad de nativos de nuestro país que actualmente se encuentran viviendo o trabajando en ese país. Se revisan los resultados de las mediciones directas sobre el volumen de la emigración a Estados Unidos en los años recientes y se concluye que el flujo de emigrantes mexicanos en lo que va de este siglo es inferior o cercano a los 400 mil por año, cifra que resulta menor a la estimación oficial, por lo cual debería hacerse una revisión cuidadosa de la estimación oficial en México del saldo neto migratorio para el periodo 2000-2005.

Palabras clave: migración internacional, flujo de migrantes, México, Estados Unidos.

 

Abstract

Based on American and Mexican sources such as the Current Population Survey, the American Community Survey and the National Council of Population (Consejo Nacional de Población), this work presents estimations of both the magnitude of Mexican migratory flows toward the United States in the ten recent years and the amount of Mexican natives who currently reside or work in said country. The results of the direct measurements on the volume of emigration to the United States in recent years are revised and it is concluded that the Mexican emigrants' flow so far this century is below or around 400 thousand a year, a figure that turns out to be lower than the official estimation, because of this, a careful review of the Official Mexican estimation of the net migratory flow for the 2000-2005 period should be carried out.

Key words: international migration, migrants' flow, Mexico, United States.

 

Introducción

La emigración internacional de mexicanos se dirige casi en su totalidad hacia Estados Unidos1 y es un reflejo de las disparidades económicas entre los dos países. Éstas se manifiestan, por un lado, en el excedente de mano de obra y la carencia de empleos estables y bien remunerados en México, y por el otro, en la demanda de fuerza de trabajo de baja calificación que se ejerce desde ese país. En años recientes, la dimensión del fenómeno migratorio entre ambos países se ha incrementado de manera sistemática y hoy en día alcanza una cifra cercana a 12 millones de personas nacidas en México que residen habitualmente en Estados Unidos. Esta cifra adquiere importancia al recordar que los censos estadunidenses, con algunos ajustes menores,2 indican que el número de inmigrantes mexicanos se incrementó de aproximadamente 100 mil en 1900 hasta poco más de cinco millones en 1990. Esto quiere decir que el número de mexicanos que cambió su domicilio a ese país durante las primeras nueve décadas del siglo pasado fue cercano al ocurrido en los siguientes tres lustros.

En este documento se presentan estimaciones tanto de la magnitud de los flujos migratorios de mexicanos que se han desplazado hacia Estados Unidos en los diez años recientes, como de la cantidad de nativos de nuestro país que actualmente se encuentran viviendo o trabajando en ese país. Para el efecto se revisan los resultados de las mediciones directas sobre el volumen de la emigración a Estados Unidos en los años recientes. También se presentan en forma breve algunos comentarios críticos sobre las estimaciones oficiales del número de emigrantes mexicanos a ese país.3

 

Conceptos

En el proceso migratorio de México a Estados Unidos se han estructurado dos tipos o modalidades de desplazamientos:

• Los 'migrantes temporales', compuestos por personas casi siempre jóvenes y mayoritariamente hombres que tienen su residencia habitual en alguna parte de la república mexicana, quienes viajan por temporadas a Estados Unidos para trabajar y enviar dinero a sus familias en México.

• Los 'migrantes permanentes', integrados por personas nacidas en nuestro país que cambian su residencia habitual de México a Estados Unidos por razones familiares o laborales.

Esta distinción entre temporales y permanentes no siempre es tan clara para las personas que emigran o para sus familiares, sobre todo cuando la estancia laboral se prolonga y supera los seis o doce meses o inclusive varios años. Sin embargo, la misma resulta de gran utilidad analítica para establecer modelos y patrones migratorios, así como para definir fases del proceso en términos de la supremacía de una u otra modalidad (Durand, 1998: 79, y Alba, 1991: 63). En el ámbito de las mediciones, la distinción entre temporales y permanentes también es relevante pues facilita el diseño de técnicas y la identificación de las fuentes de información más apropiadas.

 

Fuentes de información

Como una respuesta a la importancia creciente de las migraciones de mexicanos a Estados Unidos, y con el propósito de establecer cuántas personas se trasladan de un país a otro para trabajar o cambiar su domicilio y cuáles son sus características (demográficas, familiares, económicas y sociales), en ambos países se realizan desde la década de 1990 diversas mediciones periódicas sobre este fenómeno, principalmente por medio de sus instituciones productoras de estadísticas oficiales: el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) en México y el U.S. Census Bureau en Estados Unidos.

Para el desarrollo de estas mediciones se han incorporado procedimientos y preguntas especiales en los cuestionarios tradicionales de las encuestas y censos de alcance nacional, aunque también se han estructurado procesos específicos de generación de estadísticas, como el caso de las encuestas sobre flujos de migrantes.4

En Estados Unidos se cuenta, para la última década del siglo XX, con tres fuentes de datos:

• El censo de población del año 2000, cuyo levantamiento incluyó una muestra de 16 por ciento de viviendas, a las cuales se aplicó un cuestionario "extenso", que recaba información sobre los nativos de otros países.5

• Desde 1996 se dispone anualmente del llamado suplemento de marzo de la Current Population Survey (CPS), el cual brinda un tratamiento especial tanto en los aspectos conceptuales como en el diseño de la muestra a la población nacida en el extranjero, sobre todo de origen hispano (compuesta principalmente por mexicanos y sus descendientes).

• A partir del 2000 se inició el levantamiento anual de la American Community Survey (ACS), que incluye más de 700 mil viviendas en muestra y en cuyo cuestionario se incorporaron diversas preguntas para identificar a los inmigrantes mexicanos.

Por su parte, en México se dispone en los tres lustros recientes de cuatro grandes conjuntos de datos:

• La serie de cuatro encuestas por muestreo de viviendas realizadas en forma sucesiva y aplicadas en más de 60 mil viviendas cada una, que permiten la inferencia estadística a escala estatal y que contienen un módulo especial sobre la emigración a Estados Unidos de miembros del hogar en los cinco años previos, a saber: (i) Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica de 1992 (Enadid-92); (ii) Encuesta asociada al Conteo de Viviendas de 1995; (iii) Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica de 1997 (Enadid-97); y (iv) Encuesta Nacional de Empleo, en su operativo del cuarto trimestre de 2002.

• La encuesta que se levantó en paralelo al censo de población del año 2000 en 10 por ciento de las viviendas del país, la cual contiene un módulo sobre emigración internacional que permite el análisis estadístico a nivel de municipios.

• La encuesta continua de flujos migratorios que se aplica desde 1993 en las principales ciudades fronterizas del norte del país, denominada EMIF.6

• Los tres estudios de evaluación de los instrumentos electorales (padrón electoral, lista nominal de electores y credencial para votar con fotografía) que el Instituto Federal Electoral (IFE) ha llevado a cabo a principios de 2003, 2005 y 2006 bajo el nombre de "Verificación Nacional Muestral" (VNM 2003, VNM 2005 y VNM 2006), los cuales fueron diseñados y realizados conjuntamente por los partidos políticos y la Dirección Ejecutiva del Registro Federal de Electores del IFE, usando una metodología que consiste en estructurar y levantar dos encuestas complementarias en cada ocasión: una encuesta de cobertura para conocer la situación de empadronamiento de los ciudadanos residentes en el país, y una encuesta de actualización para conocer las condiciones de los registros de la base de datos del padrón. En esta última encuesta, con más de 60 mil viviendas en muestra, se busca a las personas registradas en el padrón en los domicilios que ellos declararon y se indaga en profundidad el lugar donde residen (en caso de haber cambiado de lugar de residencia sin declararlo al IFE) y el lugar donde trabajan (en caso de estar ausentes temporalmente de sus hogares), lo cual permite estimar dos diferentes conjuntos de emigrantes a Estados Unidos.

No obstante la existencia de todas estas fuentes, debe reconocerse que los datos sobre el volumen y las características de las personas involucradas en el movimiento migratorio no son del todo precisos, debido sobre todo a la dificultad de medir un flujo que se caracteriza por el carácter no autorizado de buena parte del mismo.

Además, las fuentes de datos disponibles resultan siempre parciales para dar cuenta simultáneamente de aspectos asociados al origen, al desplazamiento y al destino. En este sentido, puede decirse que la información que se produce en Estados Unidos documenta mejor el stock o volumen de inmigrantes en un momento determinado, la situación socioeconómica y laboral de quienes viven o se encuentran en ese país, algunos de los determinantes del lado de la demanda y diversas consecuencias económicas y sociales derivadas de este tipo de desplazamientos, entre otros. A su vez, en México se recaba valiosa información sobre algunos determinantes del lado de la oferta, la situación de la familia o del hogar que dejó atrás, la ruta o trayecto al norte, así como la magnitud de los flujos de trabajadores temporales y de los flujos de emigrantes permanentes, entre otros.7

 

Dimensión del fenómeno

Para elaborar una estimación actualizada del volumen de emigrantes mexicanos en Estados Unidos, así como de los flujos que ellos han conformado en años recientes, existen varias referencias fundamentales, entre las cuales destacan los resultados del "Estudio Binacional México-Estados Unidos sobre Migración" y los datos de censos y encuestas de ambos países.

 

Los resultados del estudio binacional

El llamado "Estudio binacional México-Estados Unidos sobre migración", llevado a cabo durante 1996 y 1997, fue una investigación auspiciada por los gobiernos de los dos países, en la cual participaron veinte especialistas, diez mexicanos y diez estadunidenses, y cuyo objetivo fue evaluar la magnitud aproximada del fenómeno, las características de las personas involucradas, las causas y consecuencias de los movimientos y las acciones de política adoptadas en la materia por los gobiernos de ambas naciones.

El estudio binacional reconoció las limitaciones de los datos disponibles en México y Estados Unidos, aceptó la complementariedad de algunas fuentes generadas en uno u otro país y aprovechó la ventaja de combinar ambos tipos de información. Estos aspectos, junto con la incorporación de los hallazgos y conclusiones de estudios previos en la materia, permitieron obtener estimaciones con elevado sustento técnico y metodológico sobre el número de emigrantes, por lo que son consideradas uno de los dos puntos de referencia inevitables.8

Los principales resultados numéricos del estudio binacional aluden a tres dimensiones del fenómeno:

1. La cantidad de mexicanos que se fúe a vivir a Estados Unidos creció de un promedio anual de 28 mil en la década 1960-1970, a 137 mil durante la década de 1970. Más tarde, este flujo neto se incrementó a 235 mil en el decenio 1980-1990 y posteriormente aumentó a un máximo de 315 mil emigrantes permanentes por año entre 1990 y 1996.

2. Con esta cuantía progresiva del flujo de emigrantes, el número de nativos de México domiciliados en Estados Unidos a mediados del año 1996 se ubicaba entre 7.0 millones y 7.3 millones, de los cuales entre 2.3 millones y 2.4 millones no tenían autorización para permanecer en ese país.

3. Para mediados de la década de 1990, alrededor de 600 mil trabajadores temporales se desplazaban anualmente entre México y Estados Unidos.

 

La información derivada de las fuentes mexicanas

La información generada en México sobre los flujos de emigrantes permanentes mediante las recientes tres de las cinco encuestas de hogares realizadas en nuestro país, incluyendo la encuesta de 10 por ciento de viviendas levantada en paralelo al censo de 2000, señalan que el promedio anual de emigrantes internacionales ascendió a 255 mil individuos en el lustro 1993-1997, según la ENADID-1997; 247 mil, entre 1995 y 1999, de acuerdo con la encuesta del censo mexicano, y 305 mil personas en el quinquenio 1998 a 2002, conforme a la ENE-2002, cuarto trimestre (gráfica 1).

Sin embargo, el procedimiento de identificación de los emigrantes permanentes durante los cinco años previos al levantamiento que se usa en estas encuestas no abarca la emigración de familias completas (incluyendo hogares unipersonales), por lo que se ha establecido como supuesto razonable -fundado en los hallazgos del estudio binacional- elevar entre 20 y 30 por ciento estas cifras,9 con lo cual los rangos anuales de emigración podrían ubicarse entre 306 mil y 332 mil de 1993 a 1997 (ENADID-1997), entre 296 mil y 321 mil de 1995 a 1999 (encuesta del censo) y entre 366 mil y 396 mil personas durante el lapso 1998 a 2002 (ENE-2002, cuarto trimestre).

Además de un aumento de la emigración en el tiempo (con algunas variaciones), las cifras que produce este procedimiento muestran que, de 1996 al año 2000, alrededor de 360 mil mexicanos cambiaron su domicilio a Estados Unidos (esta estimación probablemente se encuentra en el intervalo 340 mil a 380 mil emigrantes anuales).

 

Los datos del censo de población estadunidense de 2000

Otro punto de referencia esencial sobre el volumen de emigrantes mexicanos en Estados Unidos es el censo de población levantado cada 10 años en ese país, que lleva a cabo la oficina del censo estadunidense (U. S. Census Bureau). En este caso, sin embargo, con el objetivo de mejorar la calidad y la cobertura de los datos, en el censo del año 2000 se hicieron varias modificaciones respecto de anteriores levantamientos, una de las cuales afectó la cuantificación de los migrantes mexicanos.10 Se trata de una diferencia conceptual y consiste en que la definición de residencia habitual que se venía utilizando en censos previos se transformó con el propósito de ampliar la cobertura y no dejar de lado a los que se desplazan a ese país por motivos laborales.11

Específicamente, la pregunta sobre cuántas "personas viven habitualmente en esta vivienda" se eliminó. Ésta permitía a los entrevistados decidir sobre la identificación de su domicilio, impedía duplicaciones y constituía la base de casi todos los levantamientos de información de jure (o de derecho), como los censos de población y las encuestas sociodemográficas que se efectúan en nuestro país, y como los censos estadunidenses hasta el levantado en 1990. En su lugar se incluyó una pregunta que corresponde más bien a los procedimientos de facto (o de hecho), la cual indaga de forma explícita sobre "cuántas personas vivían o se quedaban en la casa el día de referencia" , que se complementa con uno de los tres señalamientos adjuntos para evitar omisiones, el cual alude explícitamente a la inclusión en el censo de personas que "se estén quedando en la vivienda mientras trabajan aunque tengan otro lugar donde vivir", es decir: inmigrantes temporales de naturaleza laboral.12

Aunque existen otros efectos,13 la consecuencia principal de esta diferencia conceptual y metodológica radica en que la información del censo estadunidense de 2000 da cuenta al mismo tiempo de las dos modalidades migratorias señaladas, es decir, tanto de los inmigrantes permanentes (o mexicanos de nacimiento que residen habitualmente en Estados Unidos), como de los inmigrantes temporales (o nativos de nuestro país que temporalmente se encuentran trabajando en Estados Unidos).

Por esta razón, la cifra censal sobre inmigrantes mexicanos en el país del norte, 9.2 millones de acuerdo con la muestra completa de 16 por ciento de viviendas,14 o 9.3 millones de nacidos en México conforme a las muestras de uno por ciento de las viviendas y de cinco por ciento de viviendas divulgada en internet,15 rebasó notoriamente las tendencias observadas con los datos de otras fuentes, así como las expectativas de las proyecciones de población de ambos países.

La magnitud de este sobredimensionamiento de la emigración internacional de mexicanos en el censo estadunidense de 2000, originado por el cambio en la definición de residentes habituales, se aprecia al comparar los 9.3 millones con la estimación del stock de mexicanos radicando en Estados Unidos establecido en el estudio binacional (entre siete millones y 7.3 millones). Esto es, una diferencia entre los años 1996 y 2000 superior a los dos millones de emigrantes, que equivaldría, de ser correctas ambas cifras, a más de 500 mil emigrantes por año en ese lapso, lo cual resulta una cantidad demasiado elevada frente al cálculo del estudio binacional de 300 mil emigrantes permanentes anualmente entre 1990 y 1996, así como frente a las cifras de emigrantes anuales que se derivan de las encuestas de hogares mexicanas y estadunidenses, que parecen indicar la existencia de flujos netos anuales cercanos a los 400 mil emigrantes.

La sobreestimación de la migración de mexicanos en el censo estadunidense de 2000 queda al descubierto cuando se ponen en juego conjuntamente los datos sobre el número de migrantes permanentes y temporales generados en México y Estados Unidos. En otros términos, la utilización de las estimaciones sobre los flujos migratorios permanentes y temporales que derivan de las encuestas efectuadas en México, de la propia CPS en los años 1998 a 2000 y de la ACS del 2000, permite lograr la correspondencia entre los resultados del estudio binacional y los datos del censo de población estadunidense del año 2000.

 

Las estimaciones derivadas de la CPS

La evolución anual de la emigración permanente de mexicanos en Estados Unidos se cuantifica como se mencionó con dos grandes encuestas. Una de ellas, la Current Population Survey (CPS) permite establecer tres estimaciones:

• La primera es la cantidad anual de 345 mil emigrantes mexicanos por año, que se obtiene al promediar los aumentos anuales asociados a las estimaciones de mexicanos en Estados Unidos de la CPS de 1998, 1999 y el 2000.16 Conviene aclarar que entre 1996 y el año 2000, la CPS no sufrió mayores modificaciones conceptuales, ya que utilizó el marco de muestra de viviendas derivado del Censo de 1990 (con actualizaciones rutinarias) y no existieron cambios en las definiciones empleadas ni en los procedimientos del operativo de campo. Sin embargo, a partir de la encuesta de 1998 se modificaron los procesos de ponderación, mediante ajustes adicionales a grupos especiales de población, como los nacidos en otros países, que incorporan correcciones por subenumeración diferencial.17 De esta forma, los datos sobre emigrantes mexicanos de la CPS de 1998, de 1999 y de 2000 resultan estrictamente comparables, y permiten, en consecuencia, establecer el promedio de 345 mil emigrantes anuales de 1998 a 2000.18

• La segunda estimación es la que se obtiene con la pregunta sobre el año de llegada a Estados Unidos (aplicada a los identificados como nativos de otros países): 282 mil anuales durante 1996 y 1997 (CPS 1998), 301 mil de 1996 a 1998 (CPS 1999) y 426 mil por año en 1998 y 1999 (CPS 2000). Al promediarse, estos valores indican que 336 mil mexicanos se fueron a vivir anualmente a Estados Unidos de 1996 al 1999.

• La tercera estimación, por último, es la que se deriva de la pregunta sobre dónde vivía el migrante un año antes del momento de la entrevista. Los datos al respecto ascienden a 329 mil, 266 mil, 162 mil, 282 mil y 286 mil mexicanos, que corresponden a los datos de la CPS de 1996, 1997, 1998, 1999 y 2000, quienes se fueron a vivir a Estados Unidos el año inmediato anterior a cada levantamiento, respectivamente.

Teniendo en cuenta las tres formas empleadas por la CPS para cuantificar el fenómeno, puede decirse que esta fuente de datos apunta a que la emigración de nacidos en México en el intervalo 1996-2000 se encuentra en la parte inferior del rango establecido por las encuestas mexicanas (cerca de los 340 mil emigrantes por año).

 

Las estimaciones derivadas de la ACS

La American Community Survey (ACS) se inició en gran escala en el año 2000 y contiene para ese primer año de su aplicación tres estimaciones. La primera es el número de inmigrantes mexicanos en Estados Unidos durante el 2000: 9.024 millones, que resulta un poco inferior al dato censal correspondiente. Las otras dos estimaciones son:

• La que produce el año de llegada a Estados Unidos: un promedio de 437 mil emigrantes mexicanos anuales de 1996 al 2000, incluyendo este último año, pues la ACS se levantó a lo largo de los doce meses del mismo 2000.

• La cifra de emigrantes durante el año anterior a las entrevistas (que se efectuaron de enero a diciembre de 2000), la cual asciende a 404 mil personas durante un año, que en promedio va de mediados de 1999 a mediados del 2000.

Así, según la ACS, la cantidad anual de mexicanos que cambiaron su residencia a Estados Unidos rebasó ligeramente la cifra de 400 mil personas. Este valor se encuentra por encima del intervalo establecido por la CPS y las fuentes mexicanas para el periodo 1996-2000, pero además de ubicarse prácticamente en el 2000,19 corresponde a una definición que incluye a todos aquellos que tenían dos o más meses de presencia en la vivienda, aunque no fuera su residencia habitual. Vale decir, la definición puede incluir a los inmigrantes temporales que tienen poco más de dos meses en Estados Unidos.

De esta forma, considerando la posible y ligera sobreestimación en la ACS por la inclusión de algunos migrantes estacionales, y que su referencia temporal está inclinada hacia el 2000, puede suponerse que refuerza las mediciones de la CPS y las fuentes mexicanas que ubican el flujo anual de emigrantes permanentes mexicanos alrededor de 340 mil, es decir, un rango aproximado de 300 mil a 375 mil emigrantes.

 

Los datos de la EMIF

Para valorar la magnitud de la migración temporal se cuenta, a su vez, con los datos de la EMIF, que es una encuesta de flujos migratorios realizada en la frontera norte, y que proporciona dos aproximaciones a la corriente de personas, jóvenes en su mayoría, que cruzan la frontera vía terrestre para trabajar en Estados Unidos sin cambiar su domicilio habitual, localizado en distintas partes de nuestro país. Se trata de los conjuntos que se establecen al considerar la dirección del movimiento: por una parte, el flujo de "ida", compuesto por los que llegan a las ciudades fronterizas desde el interior de la república para ingresar al vecino país del norte, y el flujo de "regreso", integrado por las personas que retornan a sus hogares después de una estancia laboral en Estados Unidos (estancia que ellos consideran temporal, con independencia de la cantidad de días, meses o años que permanecieron en ese país).20

La información de las cinco fases anuales de la EMIF ubicadas de 1995 a 2000 señalan que el flujo anual de migrantes temporales de México a Estados Unidos ascendió a 499 mil en 1995, 529 mil entre 1996 y 1997, 654 mil personas en el siguiente año y 517 mil entre julio de 1999 y junio del 2000. Para los mismos años de referencia el flujo de migrantes temporales que regresaron a México desde Estados Unidos ascendió a 434 mil, 500 mil, 466 mil y 334 mil.21

Se tiene entonces que el promedio anual de los migrantes laborales que ingresan a Estados Unidos por vía terrestre para trabajar temporalmente, o que regresan a la República cruzando la "línea" después de una estancia laboral transitoria es un poco superior a las 500 mil personas. Los tiempos de estancia en ese país, que también se captan en la EMIF, permiten elaborar tablas y esperanzas de permanencia en Estados Unidos, que a su vez sirven para calcular que durante el quinquenio y en cualquier día específico de referencia estaban presentes en ese país entre 400 mil y 600 mil mexicanos trabajando temporalmente. En consecuencia, además de los mexicanos que en el año 2000 vivían habitualmente en Estados Unidos, se encontraba trabajando en ese país -alrededor de la fecha censal- otro medio millón de nacidos en México, aproximadamente.

Para completar el flujo de trabajadores temporales se deben considerar aquéllos que acostumbran usar el avión como medio de transporte, lo que resulta factible porque cientos de miles de mexicanos han regularizado su situación migratoria y otros emplean visas de turismo para ingresar y luego laborar en el país del norte, y porque en el viaje de regreso sólo se requiere una identificación de nacionalidad mexicana, como la matrícula consular o la credencial para votar con fotografía. Al respecto y con base en los datos de las encuestas de evaluación del Programa Paisano realizadas en diciembre de 2002, 2003, 2004 y 2005 en cuatro aeropuertos de la república (Ciudad de México, Guadalajara, El Bajío y Morelia),22 se estima que al menos otros 150 mil migrantes temporales utilizan la vía aérea para trasladarse entre México y Estados Unidos. Dados los tiempos de permanencia en el país del norte de estos migrantes temporales que se mueven en avión, se puede establecer que ellos conforman otro grupo de entre 100 mil y 200 mil mexicanos que se encontraban en Estados Unidos en 2000.

De esta forma, al tener en cuenta ambos grupos de migrantes temporales, los que cruzan la frontera terrestre y los que se trasladan por vía aérea, se calcula que, en total, entre 600 mil y 800 mil migrantes temporales mexicanos trabajaban en Estados Unidos al momento del censo, por lo que seguramente fueron incluidos en la contabilidad censal dada la nueva definición que comprende a esta clase de personas.

 

Las piezas del rompecabezas

Si se utilizan las diferentes estimaciones de los flujos migratorios internacionales de mexicanos, tanto permanentes como temporales, que provienen de las encuestas, junto con el resultado del estudio binacional, se puede entender la estimación de la migración mexicana que deriva del censo estadunidense de 2000.

A partir del rango establecido en el Estudio Binacional (siete millones a 7.3 millones de emigrantes en Estados Unidos) y acumulando 300 mil a 375 mil emigrantes permanentes anuales desde principios de 1996 a inicios de 2000, esto es, entre 1.2 millones y 1.5 millones de personas, se llega a una cantidad situada entre 8.4 millones y 8.8 millones de mexicanos viviendo habitualmente en Estados Unidos al inicio de 2000 (en la fecha censal).

Estas cantidades, al agregarse a la estimación establecida de migrantes temporales (entre 600 y 800 mil personas) dan por resultado un intervalo que va de 8.9 a 9.6 millones de nativos de nuestro país, equivalente a una cifra promedio de alrededor de 9.25 millones de migrantes mexicanos en Estados Unidos al inicio de 2000, que es prácticamente la misma cantidad generada por el censo norteamericano de ese año respecto a los nacidos en México que vivían o se "estaban quedando" en el universo de viviendas de ese país. Este procedimiento se exhibe esquemáticamente en la gráfica 2.

 

Evolución y situación actual de la emigración (2000-2007)

Para seguir la evolución de los mexicanos que radican en Estados Unidos después del año 2000, se cuenta principalmente con las dos mencionadas encuestas que levanta el U. S. Census Bureau: la Current Population Survey23 y la American Community Survey que se aplica anualmente para todo el territorio estadunidense a partir del año 2000.24 Aunque en México desafortunadamente el INEGI no ha continuado el levantamiento de encuestas por muestreo a escala nacional para medir el fenómeno migratorio, sí se dispone de la información sobre flujos migratorios, básicamente temporales, que producen la EMIF y las encuestas de Verificación Nacional Muestral (VNM).

Con la aplicación de diferentes procedimientos muestrales de generación de datos, en la CPS y la ACS se recopila información sobre algunos miles de mexicanos que viven (o se encuentran trabajando) en Estados Unidos con el propósito de hacer estimaciones sobre la cantidad total de emigrantes de nuestro país. Con esta información, además de estimarse el stock de inmigrantes, se puede valorar el flujo neto de la emigración, como se hizo en párrafos precedentes para observar con la CPS lo sucedido de 1998 al año 2000 (un promedio de 345 mil emigrantes mexicanos por año).

 

El total de emigrantes después de 2000 según la CPS

Además del dato correspondiente a marzo de 2000 (8.073 millones de inmigrantes mexicanos en esa fecha), los sucesivos levantamientos de la CPS dan cuenta de la estimación de nacidos en México viviendo en Estados Unidos durante el mes de marzo de los siguientes seis años: 8.494 millones en 2001, 9.900 millones en 2002, 10.237 millones en 2003, 10.740 millones de personas en 2004, 11.027 millones en 2005, 11.132 millones en 2006 y, de acuerdo con la base de datos disponible actualmente en internet, 11.812 millones de inmigrantes en 2007 (gráfica 3).

Debido a su efecto en las estimaciones de volumen, resulta necesario señalar que los procedimientos de cálculo de la CPS se modificaron en dos ocasiones a partir del año 2000. Primero desde 2001, en razón de la sustitución del marco muestral de viviendas del Censo de 1990 por el marco muestral de viviendas derivado del censo del año 2000. Después, a partir de 2002, mediante la incorporación de los resultados del Censo del 2000 en los cálculos, proyecciones y estimaciones de la población a la cual se ajustan los ponderadores de la CPS, es decir, que desde 2002, los datos de la CPS incorporan, mediante las correcciones finales a sus ponderadores, el concepto de residencia utilizado en el censo de 2000, que considera a quienes habitan en la casa y a quienes están sólo temporalmente en Estados Unidos.

Esto quiere decir que en la CPS se llevan a cabo cuatro cálculos consecutivos para obtener sus resultados expandidos (o estimaciones de volumen). Inicialmente existe una ponderación original derivada de las probabilidades empleadas en el marco muestral.

A continuación se modifican los ponderadores originales correspondientes a las probabilidades de las últimas unidades de muestreo, viviendas, debido a diferencias entre el marco y el número real de estas unidades encontrado en el operativo de campo. Después se efectúan dos etapas de corrección, a saber:

• En una primera etapa y con el propósito de reducir la varianza muestral de las estimaciones para distintas escalas espaciales, se efectúan ajustes (por no respuesta) en las viviendas seleccionadas ocupadas, así como correcciones provocadas por distintos niveles estatales de cobertura, en función de los resultados del censo de 2000 y otros cálculos y datos poblacionales.

• La segunda etapa tiene como obj etivo reducir el error muestral en la mayoría de las estimaciones de subgrupos poblacionales y disminuir el sesgo de las mismas debido a subcobertura diferencial por raza (negros, blancos, asiáticos, etc.), condición étnica (hispanos, no-hispanos), sexo y edades. Con esta intención se ajustan los ponderadores para asegurar que las estimaciones muestrales de volumen de la CPS asociadas a subgrupos espaciales y demográficos de población concuerden exactamente con cálculos independientes en cada categoría, que son proyecciones de población derivadas de datos censales de 2000 en combinación con otras fuentes de información (nacimientos, defunciones y migración neta).25

• De esta suerte y no obstante que se cuenta con la serie anual 1996 a 2007 de la CPS basada en la misma metodología, los cambios en el marco muestral de viviendas y las modificaciones en algunos elementos de referencia para efectuar la ponderación, que afectan particularmente a los emigrantes mexicanos, provocan que las estimaciones de volumen de esta encuesta sólo puedan ser comparadas en dos tramos del periodo: por un lado, los datos de la CPS de 1998, 1999 y 2000, y por otro, la información de la CPS de 2002, 2003, 2004, 2005, 2006 y 2007.26

Observando la serie completa se pone de manifiesto la indicada transformación del marco de muestra en 2001, y sobre todo, el cambio de los ponderadores de referencia para ajustar los resultados a las estimaciones de población con base en el censo de 2000 (gráfica 3). El incremento de 1.406 millones de personas entre 2001 y 2002 mezcla entonces el aumento de inmigrantes permanentes con la inclusión de la cantidad de migrantes temporales trabajando en Estados Unidos. A partir de ese momento, la CPS incorpora, por efecto de sus ajustes, ambas modalidades migratorias en sus estimaciones, siendo los subsiguientes datos anuales, además de rigurosamente comparables por la inexistencia de otras modificaciones a la metodología de la encuesta, una indicación clara de la migración permanente junto con fluctuaciones anuales de la magnitud del flujo migratorio temporal.

Por lo tanto, los incrementos de uno a otro año, implícitos en estas cantidades de mexicanos viviendo y trabajando en territorio estadunidense, que ascienden a 337 mil de 2002 a 2003, 503 mil de 2003 a 2004, 287 mil de 2004 a 2005, 105 mil personas de 2005 a 2006 y de 680 entre 2006 a 2007, marcan el flujo neto anual de la emigración mexicana en años recientes. Estas cifras, no obstante sus variaciones entre uno y otro año, permiten decir que el flujo neto migratorio entre México y Estados Unidos durante los primeros seis años de este siglo es un poco menor a 400 mil individuos anualmente (un promedio anual de 382 mil migrantes de 2002 a 2007), que es una cantidad ligeramente superior a la que establecimos para el periodo 1996 a 2000.

De cualquier manera, las anotadas variaciones resultan de pocamontafrente a los intervalos de confianza correspondientes a las estimaciones del total de mexicanos de nacimiento viviendo en Estados Unidos (y trabajando temporalmente, según nuestra hipótesis) que se derivan de la CPS en sus levantamientos de marzo de cada año entre 2000 y 2006. En el cuadro 1 se muestra el error estándar asociado a cada estimación junto con dos intervalos de confianza (de 90 y de 95 por ciento). Para 2006, por ejemplo, el error estándar alcanza 343 mil individuos, con lo cual la estimación de la cantidad de mexicanos en Estados Unidos (11.132 millones) se encuentra, con un nivel de confianza de 95 por ciento, entre 10.445 y 11.819 millones de personas, es decir, un rango que abarca más de 1.350 millones de individuos.

Como la CPS es una encuesta continua que principalmente se orienta a proporcionar indicadores periódicos sobre la evolución del empleo en Estados Unidos, también permite obtener estimaciones mensuales de volumen sobre algunos subgrupos poblacionales, como el de los nacidos en México captados en la encuesta. La gráfica 4 muestra estas cantidades para el periodo que va de enero de 1988 ajulio de 2007, y pone de relieve el efecto de los señalados ajustes a los ponderadores durante los últimos años, los cuales obligan a concordar los resultados mensuales con las proyecciones de población basadas en datos censales de 2000, las que implícitamente comprenden tanto a los mexicanos de nacimiento que ya viven en "el otro lado" (emigrantes permanentes), como a los que se encuentran trabajando temporalmente. Por ello se forman dos conjuntos de datos, uno conformado por las mediciones mensuales hasta diciembre de 2002, y otro de mayor cuantía a partir de enero de 2003, que ya incorpora sistemáticamente la citada reponderación. En este segundo grupo los aumentos anuales consecutivos desde enero-2003 a enero-2004 hasta julio-2006 a julio-2007 dan 43 valores que promedian 353 mil personas y cuya mediana asciende a 330 mil personas, las cuales son cifras consistentes con el aumento anual medio 2002 a 2007 (de 382 mil migrantes) del suplemento de marzo de la propia CPS.

 

Datos de la American Community Survey

La ACS permite estimar de manera directa el número promedio anual de inmigrantes mexicanos en el territorio estadunidense desde el año 2000 hasta 2006. Estas estimaciones, como en el caso de la CPS, también contienen una variación metodológica en el 2002 debido al procedimiento de cálculo utilizado.27 Los valores estimados en la ACS ascienden a 9.024 millones en 2000 y de 9.403 millones en el año siguiente. Para los siguientes años, ya incorporada la "reponderación" para ajustar a proyecciones basadas en resultados censales, la estimación de la ACS se eleva a 10.012 millones en 2002, 10.241 millones durante 2003, 10.405 millones en 2004, 11.165 millones en 2005 y 11.695 millones de inmigrantes mexicanos durante 2006. Estas cifras permiten hacer dos señalamientos:

• Primero, que existe una correspondencia aproximada entre las estimaciones de la ACS con las correspondientes a la CPS. Así, para 2002, 2003 y 2005, las estimaciones son prácticamente iguales; para 2004 la diferencia es favorable a la CPS y asciende a 336 mil personas, en cambio, para 2006 la ACS supera por 563 mil individuos al cálculo de la CPS. La concordancia también se aprecia al constatar que las estimaciones de la ACS, que se refieren a un promedio del año de referencia, se ubican entre dos mediciones anuales consecutivas de la CPS, las cuales se asocian al inicio de cada año (el mes de marzo).28

• El segundo señalamiento es que el aumento anual promedio del stock de inmigración mexicana entre 2002 y 2006 según la ACS se encuentran alrededor de las 421 mil personas, lo que supera el promedio de la CPS para casi el mismo intervalo (382 mil migrantes según el suplemento de marzo y 353 mil emigrantes de acuerdo a los valores mensuales), aunque sólo en 10 o 15 por ciento.

Con las estimaciones de volumen del total de mexicanos residiendo en Estados Unidos de 2002 a 2007 que logran las dos grandes encuestas de hogares estadunidenses, la CPS y la ACS, se puede concluir que ambas encuestas apuntan hacia un flujo anual neto de la emigración permanente mexicana de alrededor de 400 mil personas durante los primeros años del presente siglo, que resulta ligeramente superior a lo observado en el quinquenio previo (aproximadamente 340 mil emigrantes por año).

 

Precisiones sobre estimaciones derivadas de CPS y ACS

Debe recordarse que la CPS y la ACS también permiten estimar algunos subconjuntos del universo de emigrantes mexicanos de acuerdo con ciertas características, dos de las cuales, como se ha mencionado, aluden a la identificación de las magnitudes del flujo de migrantes en épocas recientes, a saber: (i) el tiempo que tienen los migrantes de residir en Estados Unidos a través de la pregunta sobre el año de llegada a ese país; y (ii) la medición del flujo migratorio de llegada durante el último año, que se efectúa mediante la pregunta sobre lugar de residencia habitual un año antes de las entrevistas.

La medición directa del volumen de emigración reciente basada en información sobre el tiempo de vivir en Estados Unidos se obtiene como respuesta a la pregunta: "¿Cuándo llegó [...esta persona] a vivir a Estados Unidos?". En el caso de la ACS se calcularon, en correspondencia con cada una de las siete aplicaciones de la encuesta de 2000 a 2006, los promedios anuales de mexicanos que se fueron a vivir al "otro lado" durante los dos años previos y los doce meses de entrevistas. Estos promedios anuales de emigrantes mexicanos se presentan en la gráfica 5 y tienen una media de 480 mil individuos y una mediana de 469 mil personas. Por su lado, los levantamientos de marzo de la CPS, desde 2000 hasta 2006, proporcionan valores semejantes con un promedio de 485 mil y una mediana de 494 mil emigrantes de nuestro país cada año.

Estas magnitudes, cercanas a 500 mil emigrantes por año, rebasan el promedio global de 400 mil emigrantes derivado del aumento consecutivo de las estimaciones de volumen del total de mexicanos en las mismas dos encuestas. Sin embargo, consideramos que no representa un alejamiento de tales niveles ya que esta pregunta, además de resultar de difícil comprensión para los entrevistados, contiene dos elementos que tienden a sobreestimar la magnitud de los flujos migratorios recientes.

• El primero consiste en que los migrantes que hacen varios traslados (como el caso de la gran mayoría de los mexicanos de nacimiento) tienen la tendencia a reportar sólo la última fecha de llegada.

• El segundo radica en que los migrantes temporales, con promedios de permanencia en Estados Unidos que superan los ocho meses, se catalogan en el año inmediato anterior a las entrevistas. Esta última hipótesis se apoya en la evidencia que muestran ambas encuestas, en cualquiera de sus levantamientos anuales, de un patrón similar de disminución sistemática del índice de masculinidad de los emigrantes mexicanos según se amplía el tiempo de permanencia en Estados Unidos, esto es, índices de masculinidad que van de alrededor de 150 hombres por 100 mujeres entre los recién llegados, hasta la casi paridad de efectivos de cada género cuando tienen más de 10 años en Estados Unidos (véase la gráfica 6 para el caso de la CPS en sus levantamientos de marzo de 1999, 2001, 2003, 2005 y 2007). Esto equivale a señalar que en los contingentes más recientes de emigrantes se mezclan aquéllos que sólo trabajarán en "el otro lado" unos cuantos meses (que se prolongan hasta rebasar uno o dos años cada vez con mayor frecuencia), los cuales son migrantes temporales entre quienes existe mayoría absoluta de varones.

Respecto a la pregunta que permite calcular el flujo neto del año inmediato anterior al levantamiento de cada encuesta,29 la información recabada da cuenta de que la magnitud estimada de emigrantes anuales derivada de las dos encuestas es inferior a 400 mil personas en todos los años 2000 a 2007, con la única excepción del cálculo de la CPS para 2005 (gráfica 7). Según este procedimiento, la emigración anual para la ACS alcanzó el valor promedio de 357 mil individuos con una mediana de 375 mil, mientras que las estimaciones de la CPS promediaron 316 mil emigrantes por año y una mediana de 291 mil personas.

 

Magnitud de flujos recientes y número de emigrantes

De esta suerte, los aumentos anuales de las estimaciones de volumen sobre los inmigrantes mexicanos de la Current Population Survey y de la American Community Survey muestran que, desde el año 2000, el saldo neto de la emigración permanente de mexicanos a Estados Unidos es inferior o cercano a los 400 mil emigrantes por año. Esta cifra se ve además reforzada con las indicaciones de las mismas encuestas que se derivan tanto de la medición del flujo de llegada durante el año previo a las entrevistas, como de la cuantificación basada en el año de llegar a vivir a Estados Unidos (que sobreestima el número de emigrantes recientes).

Esto significa que, desde el inicio de este siglo, cada año han emigrado (cambiando de residencia al país del norte) alrededor de 400 mil mexicanos, con lo cual la cifra intermedia de nuestra estimación de emigrantes mexicanos en Estados Unidos para marzo o abril del 2000, de 9.2 millones de personas, compatible además con la cifra censal estadunidense, se incrementó sistemáticamente en esa cantidad anual, llegando entonces a 11.2 millones en 2005 y 11.6 millones en 2006, así como a 12 millones para 2007 y 12.4 millones de mexicanos viviendo en Estados Unidos al inicio de 2008. Estas cifras son similares a las estimaciones de volumen de las encuestas ACS y CPS sobre la cuantía de emigrantes mexicanos en el país del norte.

Conviene mencionar que la estimación de alrededor de 12.4 millones de emigrantes mexicanos a principios de 2008 comprende tanto a los emigrantes permanentes (una cifra aproximada de 11.8 millones), como a los migrantes temporales (una cantidad cercana a 600 mil personas) debido a tres situaciones.

Primero, que el valor inicial de partida integraba ambos conceptos, debido al cambio de definición de residencia del censo de 2000. Segundo, que ha continuado desde el 2000 la presencia de un considerable contingente de migrantes temporales en Estados Unidos, con una magnitud cercana a las 600 mil personas según los datos de la EMIF.30 Tercero, que aunque los migrantes temporales aparecen incluidos en la CPS y la ACS desde 2002, su permanencia ininterrumpida no afecta el cálculo del saldo neto migratorio que se establece como diferencia de las estimaciones de volumen de un año de levantamiento al siguiente.

 

Consideraciones finales

Las estimaciones presentadas contrastan con las estimaciones oficiales de la emigración mexicana a Estados Unidos. Éstas indican que el saldo neto migratorio durante el periodo 2000-2005 es negativo y ascendió -en promedio- a 575 mil personas por año; es decir, una pérdida neta de poco más de 3 millones 450 mil personas. Esta cifra, de ser correcta, convertiría a México en el país con la mayor pérdida neta anual en el mundo por concepto de migración internacional, muy por encima de naciones de mucho mayor tamaño como China e India, entre otros. Quiere decir que, de acuerdo con las propias estadísticas oficiales, México pierde -por medio de la migración-el equivalente a la mitad (alrededor de 45 por ciento) del crecimiento anual de la población joven y adulta (la que se encuentra entre 15 y 44 años de edad), quienes optan cada año por buscar en el extranjero las oportunidades que no encuentran en su patria.

Una nota técnica del CONAPO (es decir, la institución responsable de generar la estimación), elaborada para explicar la forma como fue determinada la pérdida neta migratoria anual de México durante el primer quinquenio de la actual década, permite señalar lo siguiente: la estimación oficial se apoya en varias fuentes para calcular los diferentes componentes del flujo de emigrantes y del monto de inmigrantes. En relación con el flujo de emigrantes (2000-2005), es posible identificar los siguientes elementos:

1. Los nacidos en México que dejan nuestro país para asentarse en Estados Unidos.

2. Los nacidos en otros países que mudan su residencia de México hacia Estados Unidos.

3. Los residentes de México (mexicanos y extranjeros) que se dirigen hacia otros países (distintos de Estados Unidos).

De todos los componentes de la estimación, el más importante es el primero y, en consecuencia, en este documento hacemos abstracción del resto.

Este componente se obtuvo de manera directa de la CPS de 2005. De acuerdo con esta fuente, la cifra expandida de mexicanos que llegaron a Estados Unidos en el lustro 2000-2005 asciende a 2.87 millones, es decir, un promedio anual de 574 mil personas. Su cálculo se basa en la citada pregunta sobre el año de llegada a Estados Unidos. La elección de este dato como elemento central y único de la estimación, sin embargo, resulta desafortunada -como ya hicimos notar anteriormente- por varias razones:

• No hay en la estimación oficial un examen de los problemas que implica el uso de esta fuente de información (la CPS) ni una revisión detallada de los conceptos y definiciones usados por esta encuesta.

• La revisión anterior hubiese permitido al CONAPO saber, por ejemplo, que la pregunta utilizada (año de llegada) para derivar la información del flujo de emigrantes (referida a los nacidos en México que dejan nuestro país para asentarse en Estados Unidos) sobrestima su magnitud reciente por dos razones: (i) los migrantes que hacen varios traslados tienen la tendencia a reportar la última fecha de llegada; y (ii) la fuente incorpora no sólo la modalidad de la migración permanente, sino también la temporal (que no debería estar incluida en la estimación).

• El procedimiento y la fuente de información seleccionada es totalmente dependiente no sólo de una sola encuesta (la CPS de 2005), sino también de los datos derivados de una sola pregunta (año de llegada a Estados Unidos). Con ello se hace a un lado la riqueza y complementariedad de otras fuentes de datos disponibles en Estados Unidos y en México (como lo demostró el estudio binacional y como se ha tratado de ilustrar en este mismo trabajo). Por eso, la estimación oficial no resiste un análisis de congruencia con otras mediciones que derivan de las diversas fuentes disponibles.

• Además de los problemas arriba señalados, la estimación oficial no contempla explícitamente el hecho de que ésta está sujeta a un amplio intervalo de confianza. No hay en los documentos oficiales intento alguno de encarar este problema, ni de determinar dicho intervalo y su correspondiente interpretación.

En conclusión, el conjunto de elementos presentados en este documento sugieren que existe abundante evidencia para sostener que el flujo de emigrantes mexicanos durante el curso de los primeros años de este siglo es inferior o cercano a 400 mil por año, cifra que resulta mucho menor a la estimación oficial. En nuestra opinión, los elementos aportados en este documento son suficientes para demandar una revisión cuidadosa de la estimación oficial del saldo neto migratorio del periodo 2000-2005.

 

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Notas

1 Existen pocos estudios sobre la emigración de mexicanos a otras partes del mundo. Sin embargo, las investigaciones realizadas por la "Comisión de especialistas para estudiar las modalidades del voto de los mexicanos en el extranjero", establecida por el Instituto Federal Electoral en 1998, incluyeron una revisión de los censos de población del mundo. Este esfuerzo permitió establecer que la gran mayoría de los mexicanos domiciliados en el extranjero vive en Estados Unidos (aproximadamente 98.7 por ciento). Al respecto, véase Instituto Federal Electoral, 1998.

2 Tomando como punto de partida la cantidad de personas nacidas en México residentes en Estados Unidos que se enumeraron en los censos estadunidenses, y considerando los saldos migratorios decenales que se derivan de los censos mexicanos, se llevaron a cabo algunos ajustes a las cifras presentadas debido a la subenumeración de los indocumentados (Corona et al., 1994).

3 Las cifras oficiales de migración internacional fueron estimadas por el Consejo Nacional de Población (CONAPO), como parte de los elementos que constituyen las proyecciones de población y la llamada conciliación demográfica entre el Censo del 2000 y el Conteo de 2005.

4 En las encuestas de flujos se identifica y entrevista a los migrantes en alguna parte del desplazamiento que realizan hacia Estados Unidos o cuando vienen de regreso. El mayor esfuerzo en este sentido lo constituye la "Encuesta sobre Migración a la Frontera Norte" (EMIF), que de manera continua y por más de once años se ha levantado en las principales ciudades de la frontera norte. La EMIF es realizada por El Colegio de la Frontera Norte con financiamiento permanente de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social y el Consejo Nacional de Población y, en algunos años, con la colaboración del Instituto Nacional de Migración y la Secretaría de Relaciones Exteriores. Para consultar los productos estadísticos de esta encuesta véase, por ejemplo, Secretaría de Trabajo y Previsión Social (2004: 105).

5 Las características conceptuales y metodológicas del censo estadunidense del año 2000, incluyendo aspectos del trabajo de campo, se pueden revisar en: U.S. Census Bureau (2003: 1257).

6 Véase nota anterior.

7 Un problema adicional se relaciona con el aumento de los tiempos de estancia en Estados Unidos de quienes se fueron a ese país para trabajar sólo por una "temporada", aunque permanecieron por más tiempo debido a las crecientes dificultades para cruzar la frontera de manera no autorizada. Estas estancias cada vez más prolongadas de cientos de miles de trabajadores pueden conceptualizarse de diferentes formas en los procesos de generación de datos, con la posible consecuencia de documentar su estancia como residente en el lugar de destino o incluso omitir su contabilidad en las áreas de origen.

8 Bean (1997 y 1998: 1-90); así como Secretaría de Relaciones Exteriores (1999).

9 El procedimiento usado en las cinco encuestas para identificar el número de emigrantes permanentes consiste en indagar si alguno de los miembros del hogar se fue a vivir a Estados Unidos durante los cinco años previos al momento de la entrevista. El principal problema de este procedimiento radica en que no se contabiliza la emigración de familias completas. Sobre el particular, en el citado "Estudio binacional México-Estados Unidos sobre migración" se estimó que esta metodología omite entre 20 y 30 por ciento de los emigrantes, que corresponde a la parte del flujo que se desplaza en forma familiar.

10 De acuerdo con evaluaciones del censo estadunidense de 2000, el conjunto de procedimientos y cambios que se pusieron en práctica para mejorar los niveles de enumeración resultó exitoso, ya que los porcentajes de subcobertura disminuyeron respecto al censo previo: entre -0.49 por ciento y 1.18 por ciento en 2000 frente a 1.62 por ciento en 1990 para la población total estadunidense, así como una subcobertura para la población hispana (que incluye a todas las personas de origen mexicano) calculada entre 0.71 por ciento y 2.85 por ciento en 2000 que disminuye sensiblemente la observada en 1990 (4.99 por ciento). Al respecto, véase Childers and Petroni (2004, 45).

11 En relación con el conjunto de reglas para identificar la residencia de las personas, hay dos indicaciones claras sobre los trabajadores temporales: el caso de los trabajadores transmigrantes (commuters) que están fuera de su casa mientras trabajan, que deben registrarse en el lugar donde permanecen la mayor parte de la semana, y el caso de los ciudadanos de otros países que mientras trabajan son parte de una casa u hogar establecido en Estados Unidos, que deben enumerarse en esa casa (incluyendo a miembros de sus familias que se encuentren con ellos). Véase: U.S. Census Bureau (1999).

12 Las preguntas para captar el número de residentes en cada vivienda que fueron aplicadas en los censos de población norteamericanos de 1990 y 2000 constituyen la primera pregunta de ambos cuestionarios censales (Official 1990 U.S. Census Form, Form D-2, y United Status Census 2000 Formularios D-60A spanish y D-60B spanish). Las mismas preguntas pueden consultarse en las características conceptuales y metodológicas del censo estadunidense del año 2000, incluyendo aspectos del trabajo de campo. Véase, U.S. Census Bureau (2003: 1257).

13 Por ejemplo, cuantificar a los que residen habitualmente junto a los que están presentes por motivos de trabajo puede duplicar aquellas personas que, viviendo en algún lugar de Estados Unidos, se trasladan por semanas o meses a otro sitio para trabajar, como el caso de los jornaleros agrícolas. Esto también puede elevar incorrectamente la cantidad de mexicanos en Estados Unidos, dado que buena parte de las actividades agrícolas en Estados Unidos son realizadas por mexicanos.

14 Otra de las modificaciones que tuvo el censo estadunidense de 2000 consistió en que la pregunta fundamental de donde se desprende la identificación de los inmigrantes mexicanos, que es la indagación sobre el "lugar de nacimiento", no se incorporó en el cuestionario aplicado en el universo de viviendas, llamado formulario corto, sino que únicamente se incorporó en el cuestionario extenso, que se aplicó sobre una muestra en el 16 por ciento de las viviendas.

15 Estas dos encuestas comprenden, respectivamente, más de 1.2 y alrededor de 6.1 millones de viviendas.

16 Es decir, un aumento de 690 mil emigrantes a lo largo de dos años, como diferencia de 8.072 millones en la CPS del 2000 menos 7.382 millones según la CPS de 1998.

17 Véase, U.S. Census Bureau and Bureau of Labor Statistics (2002).

18 Más adelante se hará notar que la CPS vuelve a modificar sus procedimientos: a partir de 2001 debido a la sustitución del marco muestral de viviendas del Censo de 1990 por el marco muestral de viviendas del censo del año 2000; y a partir de 2002 mediante la incorporación de los resultados del censo de 2000 en el cálculo de la población a la cual se ajustan los ponderadores de la CPS, es decir, que desde 2002 los datos de la CPS incorporan, mediante las correcciones finales a sus ponderadores, el concepto de residencia utilizado en el censo del 2000, que contempla a quienes habitan en la casa y a quienes están en Estados Unidos sólo temporalmente.

19 A diferencia del censo de 2000 y de la CPS de ese año, cuyas estimaciones de volumen se encuentran temporalmente referenciada al inicio de abril y al mes de marzo de 2000 por haberse levantado en esas fechas, la ACS de 2000 (C2SS) se realizó de enero a diciembre, por lo que sus cifras aluden a un promedio anual o se asocian a mediados del año.

20 Los datos sobre flujos migratorios que genera la EMIF se refieren estrictamente a eventos, es decir, desplazamientos de migrantes que arriban desde el sur a las ciudades fronterizas en autobuses, aviones o automóviles particulares para internarse en Estados Unidos, o que abandonan esas ciudades por iguales vías después de cruzar la frontera en su viaje de regreso a sus hogares. Sin embargo, dados los tiempos de estancia en Estados Unidos de estos migrantes (poco más de ocho meses en promedio) y el intervalo que pasan en sus residencias entre uno y otro viaje (cuya media es mayor de un año), se tiene que el periodo entre una y otra llegada a las ciudades fronterizas para los provenientes del sur, o salida de las mismas para el caso de los que regresan, supera ampliamente los doce meses, por lo que los flujos anuales, aunque eventos, probablemente representan a personas.

21 Más recientemente, de acuerdo con la EMIF, el flujo anual de migrantes temporales de México a Estados Unidos ascendió a 520 mil entre mediados de 2000 y mediados de 2001, a 452 mil, 852 mil y 557 mil personas en los siguientes tres años, y a 664 mil emigrantes temporales entre julio de 2004 y junio de 2005. Para los mismos años de referencia, el flujo de trabajadores temporales de retorno ascendió a 419 mil, 680 mil, 521 mil, 360 mil y 272 mil. Véase: Secretaría de Trabajo y Previsión Social (s/f).

22 Las encuestas de evaluación del Programa Paisano de 2002, 2003, 2004 y 2005 son levantamientos de información sobre una muestra de los desplazamientos de personas que llegan por avión a México procedentes de Estados Unidos, entre los cuales se encuentran los migrantes laborales que regresan después de una estancia temporal en el país del norte. Las encuestas se llevaron a cabo en los cuatro aeropuertos que concentran casi la totalidad de los desplazamientos por vía aérea de migrantes que van a trabajar a Estados Unidos (aeropuertos de Ciudad de México, Guadalajara, El Bajío y Morelia). Estas encuestas fueron diseñadas y realizadas por El Colegio de la Frontera Norte a solicitud y con financiamiento del Instituto Nacional de Migración.

23 Como se mencionó, las preguntas sobre migración y otros aspectos sociodemográficos se aplican en el módulo de la CPS del mes de marzo, en donde se amplía el número de viviendas para tener una mejor representación de la población de origen hispano.

24 Para el año 2000, a esta encuesta se le llamó Census 2000 Supplementary Survey (C2SS).

25 Esta serie de ajustes se expone detalladamente en el Capítulo 10 (Weighting and Seasonal Adjusment for Labor Force Data) y el Apéndice C (Derivation on Independent Population Controls) del documento: U.S. Census Bureau (2006: 175).

26 Debe anotarse que la posibilidad de hacer comparaciones estrictas de los datos de la CPS en los dos tramos señalados (1998 a 2000 y 2002 a 2006), no asegura que se puedan derivar conclusiones exactas respecto a la evolución numérica de la emigración mexicana en Estados Unidos, pues como se anotó, además de las variaciones estadísticas causadas por la propia muestra, se encuentran los ajustes finales a los ponderadores, que responden al objetivo de obtener volúmenes poblacionales consistentes con las estimaciones y proyecciones de población calculadas externamente, las cuales implican la adopción de diversos supuestos sobre comportamientos demográficos, que con frecuencia se modifican en sus actualizaciones anuales.

27 En la ACS las estimaciones de población implican tres fases consecutivas de ponderación: en la primera se utilizan los inversos de las probabilidades de selección; en la segunda fase básicamente se hacen correcciones a distintas escalas territoriales para compensar la no respuesta; y en la tercera fase se controlan y ajustan las estimaciones de población por edades, sexo, raza y origen hispano conforme a proyecciones que se realizan en el propio U.S. Census Bureau, y que desde el año 2002 incorporan los resultados censales de 2000, con lo cual se agrega el conjunto de migrantes temporales presentes en el momento censal. Una explicación detallada de este procedimiento de ponderación se encuentra en U.S. Census Bureau (2006). Conviene indicar que el U.S. Census Bureau tiene un grupo de trabajo (Population Estimates Program) encargado de elaborar las estimaciones y proyecciones de población, las cuales además de servir como base para ajustar los resultados de las encuestas por muestreo, se utilizan para establecer la distribución de recursos federales y como universo de referencia para el cálculo de tasas e indicadores per cápita (véase la página de internet http://www.census.gov/popest/estimates.php).

28 Debe además señalarse que estas diferencias en las estimaciones puntuales de cada año equivalen a que se empalmen los intervalos de confianza a 95 por ciento de confiabilidad de ambas encuestas, siendo notoriamente menor el de la ACS debido a su mayor tamaño de muestra (el error estándar de la estimación puntual de inmigrantes mexicanos es un poco superior a los 100 mil individuos).

29 El procedimiento aplicado en cada encuesta inicia preguntando: "¿[...esta persona] vivía en esta casa hace un año?", que permite distinguir a los que cambiaron de lugar de residencia, a quienes entonces se les pregunta sobre el lugar donde se encontraba su anterior domicilio. Así, los emigrantes mexicanos del año previo a las entrevistas son aquéllos que un año antes residían en nuestro país.

30 De acuerdo con la EMIF, el flujo anual de migrantes temporales procedentes del sur ascendió a 520 mil de mediados de 2000 a mediados de 2001, a 452 mil, 852 mil y 557 mil personas en los siguientes tres años, y a 664 mil migrantes entre julio de 2004 y junio del 2005. Para los mismos años de referencia, el flujo de trabajadores temporales procedentes de Estados Unidos ascendió a 419 mil, 680 mil, 521 mil, 360 mil y 272 mil. Véase Secretaría de Trabajo y Previsión Social (s/f).

 

Información sobre los autores

Rodolfo Corona. Estudió actuaría en la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de México. Hizo la especialidad en Demografía en el Centro Latinoamericano de Demografía (CELADE). Actualmente se desempeña como investigador en El Colegio de la Frontera Norte. Es investigador nacional nivel III del Sistema Nacional de Investigadores del CONACYT. Obtuvo el Premio Nacional de Demografía 2003. Las investigaciones que desarrolla se han dedicado al diseño de metodologías de medición directa y estimación de fenómenos poblacionales, con especial incidencia en la mortalidad y migraciones interna e internacionales. Tiene más de 100 publicaciones entre artículos en revistas especializadas, libros y capítulos de libros. Correo electrónico: coronaro@colef.mx.

Rodolfo Tuirán. Economista, demógrafo y sociólogo. Obtuvo el grado de doctor en Sociología por la Universidad de Texas, en Austin. Ha sido subsecretario de la Secretaría de Desarrollo Social (de abril de 2002 a enero de 2006) y secretario general del Consejo Nacional de Población (de junio de 1997 a marzo de 2002). Fue presidente de la Sociedad Mexicana de Demografía (1996 y 1998) y profesor-investigador de El Colegio de México (1983-1996). Es autor, editor o coordinador de 24 libros y ha publicado más de 160 artículos de diversos temas de carácter sociodemográfico en revistas y libros especializados. Recibió el Premio Nacional de Demografía en 2004 y forma parte del Sistema Nacional de Investigadores desde 1991. Correo electrónico: rtuiran@gmail.com.

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