SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.8 número32El sistema familiar mesoamericano y sus consecuencias demográficas: un régimen demográfico en el México indígenaSalarios mínimos y empleo en Argentina, Chile y México índice de autoresíndice de materiabúsqueda de artículos
Home Pagelista alfabética de revistas  

Servicios Personalizados

Revista

Articulo

Indicadores

Links relacionados

  • No hay artículos similaresSimilares en SciELO

Compartir


Papeles de población

versión On-line ISSN 2448-7147versión impresa ISSN 1405-7425

Pap. poblac vol.8 no.32 Toluca abr./jun. 2002

 

Familia totonaca, expresión cultural y sobrevivencia

 

Ana L. del Ángel Pérez y Martín A. Mendoza Briseño

 

Universidad Veracruzana

 

Resumen

Se realizó trabajo de campo en las comunidades totonacas de Tajín, Espinal y Coxquihui, Veracruz, México, con el objeto de analizar la dinámica interna de las familias nuclear y extensa, vinculando sus características a factores externos. Los resultados señalaron que hay evidencia suficiente para decir que forman parte de un ciclo de desarrollo del grupo doméstico. La integración o desintegración de un grupo familiar tiene que ver con factores de subsistencia y presiones del ambiente externo, pero fundamentado en un sustrato cultural.

 

Abstract

This article presents the results of the survey study conducted in the "Totonaca" communities of Tajín,, Espinal, and Coxquihui in Veracruz, Mexico. The objective of this research is to analyze the internal dynamics of nuclear and extensive households, by associating their characteristics to external factors. Results show that there is enough evidence to suggest that the group under study is in a household development cycle. Factors such as subsistence and pressure for outside the household, in turn related to specific cultural characteristics, are linked to the integration and dissolution of the family group.

 

Introducción

Existe un vínculo entre la estructura familiar interna y las condiciones de producción. Por lo mismo, se considera que tales condiciones influyen en el papel que el grupo doméstico desempeña en la producción y de cierta manera definen las relaciones y estructura del grupo familiar; sin embargo, es importante entender que la organización familiar es principalmente una expresión cultural sumamente flexible que facilita la respuesta a las presiones del ambiente.

Entre los totonacas, la reproducción del grupo doméstico es fundamental, por lo que se desarrollan una serie de mecanismos o estrategias que les permiten equilibrar la producción y el intercambio de productos con el uso y conservación de los recursos disponibles y las necesidades. La presencia o ausencia de las condiciones mínimas o deseables para poder llevar a cabo los procesos de producción y consumo ha influido en la selección de formas de organización de los grupos familiares, de tal manera que la organización social es un soporte que permite hacer frente a diversas externalidades. Como mecanismos de respuesta ante la falta de oportunidades de empleo y la baja fertilidad de la tierra, los totonacas llevan a cabo siembras diversificadas, sistemas de cultivo múltiple, disminución de la intensidad del cultivo de tierra y de la tecnología empleada, usando mayores cantidades de mano de obra, y la organización social tradicional, principalmente el parentesco, constituye un elemento sumamente flexible y la base para efectuar tales ajustes.

En las comunidades totonacas, las presiones de los medios socioeconómico y natural han sido solventadas poniendo en juego la cultura propia y los conocimientos internos. A lo largo del trabajo, se puede observar como distintas formas de organización surgidas por medio de la agrupación familiar manifiestan las presiones que sofocan al medio rural, de tal manera que la familia, cualquiera que sea el tipo, y sin dejar de ser un elemento cultural, se constituye en mecanismo para hacer frente a las exigencias de modernización y cambio.

 

Metodología

Los totonacas se localizan en los estados mexicanos de Puebla y Veracruz; en este último se diseminan en varios municipios del centro-norte (Velázquez, 1994). De éstos se seleccionaron tres comunidades para realizar la investigación: Coxquihui, cabecera del municipio del mismo nombre, localizada en la parte montañosa, que conserva parte de las manifestaciones culturales propias de la cultura, como el vestido, el idioma combinado con el uso del español y la persistencia de algunos rasgos y creencias étnicas. Espinal, también cabecera municipal, ubicada en una zona de topografía plana y suaves ondulaciones. Aquí la gente no se considera a sí misma indígena, sólo parte de la población de mayor edad porta el atuendo y habla el idioma totonaca, aunque sus costumbres y usos en la vida cotidiana tienden a lo urbano. La tercera comunidad estudiada fue "El Tajín", municipio de Papantla, que se encuentra en la planicie costera, es la más cercana a los centros urbanos. En Tajín, el uso de vestido tradicional y del idioma totonaca forma parte de un contexto en gran parte mercantil, vinculado a cuestiones de sobrevivencia. Para varias familias de la comunidad la zona arqueológica representa una fuente de empleo. Ahí existen familias de artesanos, vendedores ambulantes de artesanías, comerciantes establecidos, danzantes, voladores y guías de turistas. Por lo anterior, la exaltación y conservación de rasgos culturales funciona como estrategia comercial de atracción turística.

La selección de las comunidades se debió a la necesidad de efectuar un análisis comparativo de las características familiares en localidades con variación gradual en exposición e intensidad a procesos de modernización y urbanización, es decir, con diferentes niveles de respuesta a ambos procesos, y diferencias en relación con ámbitos ecológicos ocupados, por lo que mantienen y disponen de una base de recursos distinta (cuadro 1).

Los recursos naturales y su gestión son diferentes dependiendo de las restricciones u oportunidades de cada ámbito ecológico. En Coxquihui domina la agricultura tradicional, con producción mixta para autoconsumo y mercado. Se siembran especies múltiples, asociadas con el maíz. La mayor parte de los terrenos son ondulados o de ladera, por lo que es común remover poco el suelo o no removerlo (mínima y cero labranza) para sembrar; también se aprovecha el rebrote de la vegetación secundaria, cuyo objeto es cubrir el suelo y retardar los efectos de la erosión. La familia extensa constituye la mejor manera de trabajar tales sistemas de producción altamente consuntivos de mano de obra. En Espinal existe cierto tipo de agricultura basada en plantaciones de cítricos, tabaco, chile y maíz, principalmente para el mercado y pequeños espacios dedicados a la agricultura de autoconsumo (maíz, fríjol, chile, calabaza). La agricultura se fundamenta en insumos comerciables, pero demanda grandes cantidades de mano de obra en épocas de trasplante, siembra y cosecha. En Tajín, la ganadería bovina y los potreros dominan el paisaje. La agricultura es poco importante y es practicada sólo por familias que siembran pequeños terrenos con maíz o frijol para autoconsumo. La fuente de empleo e ingresos más segura es la zona arqueológica, por lo que la gente da en arrendamiento o vende sus tierras a los ganaderos. En esta comunidad el fenómeno de emigración es más fuerte, ya que se lleva a cabo en forma diaria a las cercanas ciudades de Poza Rica y Papantla, a donde varios hombres y mujeres acuden a realizar trabajo asalariado o a estudiar carreras técnicas o universitarias. La emigración internacional ahora se considera más atractiva que la nacional. El área de estudio se presenta en la figura 1.

La investigación estuvo basada en trabajo de campo realizado durante ocho meses en las comunidades, el cual se inicio con análisis cartográfico y recorridos. Posteriormente se aplicaron cédulas de entrevista a través de un muestreo a 114 grupos familiares. El muestreo fue de carácter convencional al azar, abordado por medio de la representatividad del total de las familias de cada localidad, de acuerdo con estadísticas del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI, 1995), y no de la población ni del número de predios. El objetivo del cuestionario fue de carácter descriptivo-exploratorio, no explicativo en su totalidad del fenómeno familiar. La información obtenida permitió cuantificar los tipos de familia y diferenciar estructuras o composición interna de cada una de ellas. La calidad de la información se complementó y enriqueció con técnicas de investigación, como entrevistas, observación directa e información secundaria, para agregar un soporte dinámico que permitiera explicar la organización interna de cada estructura familiar. Las unidades de estudio fueron los grupos domésticos familiares, es decir, familias o grupos de parientes que pueden o no compartir residencia, solar o recursos.

 

Resultados y discusión

Las comunidades, marco físico y socioeconómico

Actualmente el acceso a la tierra en las comunidades estudiadas es restringido. La forma de tenencia dominante es la propiedad privada para las zonas alta (Coxquihui) y la planicie costera (Tajín) con terrenos menores de cinco hectáreas, mientras que en la zona intermedia (Espinal) prevalece el minifundio ejidal (menor a 10 hectáreas), lo cual muestra pocas oportunidades para la expansión de la frontera agrícola. Debido a lo anterior surgieron ciertas modalidades informales de tenencia temporal (cuadro 2), por la necesidad de tierra para siembra y las pocas oportunidades locales de empleo. Esta situación también indica el nivel de presión sobre los recursos naturales, como sucede en los casos de arrendamientos y formas de mediería.

El cuadro 2 señala que en Coxquihui y Espinal 75 por ciento y 72 por ciento de la muestra, respectivamente, están vinculados a la tierra y dependen de ella, independientemente del tipo de tenencia; en Tajín, a pesar de que 50 por ciento declaró tener terreno, es costumbre dar los predios en arrendamiento.

Una proporción de familias entrevistadas trabajan tierras ajenas a través de formas de tenencia temporal, como arrendamientos o medierías para sembrar maíz o fríjol, sobretodo en Coxquihui. El arrendamiento es una forma de tenencia adoptada por grupos de familia extensa formada por agricultores, como una vía para controlar mayores superficies de terreno y disminuir la presión interna por alimentos. En Tajín, este mecanismo les permite a los ganaderos expandir la superficie de pastoreo. A nivel regional es una opción para mujeres solas cuyos maridos han emigrado. Los terrenos en arrendamiento o mediería son menores a una hectárea para agricultura, pero mayores cuando se trata de potreros. En los arreglos de arrendamientos se utiliza el pago en dinero por ciclo de cultivo sembrado o por año, mientras que en mediería el pago se lleva a cabo en especie, entregando una parte o la mitad de la cosecha al dueño del terreno, o bien dos familias sin lazos de parentesco trabajan el terreno de alguna de ellas, compartiendo costos e ingresos.

La diversificación de actividades está estrechamente vinculada con la reducción de la capacidad de los ecosistemas naturales para cumplir funciones particulares que aseguren la subsistencia de las poblaciones que los ocupan, principalmente debido a la baja fertilidad del suelo y la erosión. La presión sobre los recursos regionales tiene que ver con el incremento de la población, el acceso a la tierra y a fuentes de empleo diferentes, aunado a políticas macroeconómicas fluctuantes y variables a lo largo de la historia socioeconómica regional. En consecuencia, la agricultura no proporciona los ingresos suficientes para cubrir las necesidades de una familia, por lo que es normal que sea combinada con otras actividades agropecuarias o trabajo asalariado (cuadro 3), si bien en muchas ocasiones se considera como la principal. La investigación mostró que solamente 53 por ciento en Coxquihui, 55 por ciento en Espinal y 20 por ciento en Tajín dependen de la agricultura. El resto de las familias entrevistadas la combinan con otras actividades o bien no tienen nexos con la tierra. El trabajo externo o la realización de estudios es un desahogo previsto para contrarrestar la escasez de tierra y las presiones internas.

Tajín funciona como un mercado de trabajo distinto a la agricultura, aun entre aquellas familias que cuentan con terrenos ejidales o en propiedad. En la comunidad existen 210 artesanos registrados (información proporcionada por el subagente municipal, Antonino Morales); tales actividades se realizan en grupos familiares, por lo que existen familias de artesanos donde hay costureras y bordadoras, así como productores de artesanías diversas y comerciantes (cuadro 3, rubro otras). No únicamente se han modificado las formas de vida y expectativas, los varones jóvenes aspiran a otras actividades diferentes a la agricultura, por lo que las parcelas se dan en arrendamiento o en venta definitiva. Las nuevas generaciones se suman al mercado laboral regional ajeno a la agricultura, o bien engrosan las estadísticas de trabajadores agrícolas internacionales.

La diferencia en la calidad de recursos naturales de cada comunidad se relaciona con factores físicos (topografía, clima, fertilidad) y antropogénicos. Las características físicas han condicionado las formas de gestión, el tipo de agricultura y la tecnología empleada. Mucho han tenido que ver otros factores antropogénicos impulsados por la modernización, como las perforaciones petroleras, la transferencia de tecnología agropecuaria (gubernamental y privada), el trabajo asalariado y la incorporación de la región al mercado, con la demanda de cultivos como tabaco, chile, vainilla y cítricos (Del Ángel, 1986). La apertura de más vías de comunicación para dar salida a la producción regional desde principios del siglo XX, se constituyó como una apertura a los recursos con que cuenta la región, se derribaron acahuales para explotar el cedro y la caoba. La deforestación y simplificación de los ecosistemas naturales crearon el ambiente necesario para la cría de ganado bovino y la agricultura deficitaria. La ganadería bovina, que domina la propiedad privada, se ha extendido a terrenos ejidales como una estrategia familiar de manejo de recursos a largo plazo (Schmink, 1995) y favorece la migración. Por ejemplo, en aquellas comunidades donde parte de la población sale para desempeñar trabajo asalariado, la ganadería ha sido una estrategia que permitió justificar los derechos ejidales; ahora es la más viable para mujeres solas (Del Ángel, 1999).

En Coxquihui la topografía irregular mantiene pendientes que varían de pronunciadas a ligeras, de tal forma que hablamos de terrenos difíciles de trabajar, mayormente susceptibles a erosionarse. En terrenos con pendientes pronunciadas siembran café, por cuya venta obtienen diversos productos (Ruíz, 1991), o bien cultivos básicos, mientras que en los menos ondulados pastorea el ganado y existen huertas de cítricos. Espinal se forma con terrenos parcialmente ondulados y parte de los terrenos de cultivo ocupan una alta proporción de las vegas del río Tecolutla, por lo que los suelos son más fértiles y ligeros (Del Ángel, 1999).

Finalmente, se puede decir que la transformación del espacio en la sociedad rural y las diferencias que se advierten en la región estudiada parecen depender de la forma en que los grupos humanos locales han conjugado varios elementos: la modernización general, tradiciones, cultura interna de trabajo, situación de los recursos naturales y, por último, las demandas siempre cambiantes de la economía nacional e internacional, en un proceso semejante al mencionado por Arias (1992).

Organización social. Familia y parentesco

Existe una relación directa entre relaciones de producción y el nivel de desarrollo de las fuerzas productivas, por lo que la estructura interna familiar en cualquier sociedad es fuertemente influida por las condiciones de producción (Harris, 1996). Aunque tales condiciones impactan en cierto momento en el papel y la posición que el grupo doméstico desempeña en la sociedad, la organización familiar y las relaciones sociales propias de una cultura dada se constituyen en recursos o vías para lograr la sobrevivencia. Se puede decir que grupo doméstico y tierra son elementos prominentes en la estructura social rural.

Entre los totonacas las formas de gestión de los recursos naturales expresan los valores culturales del grupo, tales como arreglos, organización, seguridad, conocimientos e identidad. Es indudable que aún modificando el acceso, tipo y calidad de recursos la organización social ha sido la base que sustenta los cambios.

Por otra parte, al considerar la reproducción interna del grupo familiar como esencial, dentro del mismo se han desarrollado mecanismos o estrategias que intentan favorecer la producción de alimentos (Alcorn, 1990), el intercambio de productos y el equilibrio entre el uso y conservación de los recursos disponibles con las necesidades. La agrupación familiar totonaca y su organización contienen estrategias importantes que dentro del ámbito social funcionan como soporte y respuesta a situaciones de presión, y que se construyen bajo la privacidad y el individualismo, o bien bajo el sometimiento de la voluntad del individuo a la colectividad; sin embargo, en forma privada o colectiva, el parentesco y la afinidad definen la membresía a un grupo doméstico, pero también manifiestan un cuerpo de normas de comportamiento donde los derechos y obligaciones que se refieren a la mayoría de los aspectos de la vida económica y social mantienen o diluyen la solidaridad del grupo frente al mundo exterior.

Una característica general en las comunidades estudiadas es la herencia patrilineal, como el caso de la tierra que se hereda de forma preferencial entre los hijos varones, aunque existen variantes respecto al uso de la misma (como la herencia a las mujeres), las cuales muestran cierta flexibilidad de las formas de organización. Asimismo, la formación de nuevas familias depende en cierta medida del grupo familiar de origen del varón; al casarse un varón éste lleva a la esposa a vivir a casa de sus padres y permanecen ahí hasta que logran su independencia económica; sin embargo, existen diversos arreglos, vinculados a los ingresos que se obtienen de la agricultura o de otras actividades, así como a la residencia entre los miembros de una misma familia. Por lo anterior no es factible hablar siempre de unidades de producción y de consumo. Gran parte de la información analizada, como se verá más adelante, coincide con la de Robichaux (1997b) para el caso de Mesoamérica, quien menciona la persistencia de un antiguo patrón cultural de organización familiar y parentesco, y distingue tres rasgos principales: la residencia virilocal inicial de la pareja y, de ahí, un alto índice de familias extensas; el papel asignado al ultimogénito varón en el cuidado de sus padres ancianos y en la herencia de la casa paterna y la presencia de casas contiguas encabezadas de manera preponderante, aunque no exclusiva, por varones emparentados por lazo patrilineal; señala también que dicho sistema rige la vida familiar en amplios sectores de la población mexicana y es un testimonio de la cultura mesoamericana actual.

El análisis estadístico de los resultados señaló que domina la familia tipo nuclear; sin embargo, las entrevistas mostraron que ésta es expresión de un ciclo de desarrollo del grupo doméstico y sólo constituye una fase del mismo. De la misma forma, también refleja la calidad y elasticidad de los recursos naturales en cierto momento o tiempo, así como el impacto de los procesos de modernización, por lo tanto revela externalidades que presionan a los grupos familiares; sin embargo, no se puede decir que el tipo de familia existe como resultado de presiones económicas y naturales, ya que aquélla es una expresión cultural de un grupo humano (Robichaux, 1997b).

La modalidad familiar dominante en una etapa de tiempo analizada muestra el acceso o exclusión a la tierra, señala la productividad (fertilidad) de la misma, así como la incursión de sus integrantes en otras actividades que sustentan la reproducción familiar. Además de una explicación de la dinámica social, refleja formas temporales de adaptación o repuesta a las presiones que impone la cantidad y calidad de recursos humanos, de capital y naturales, y el ambiente socioeconómico.

Familia nuclear

En Espinal y Tajín predomina la familia nuclear como unidad de producción, de consumo y de residencia, y tiene que ver con diversos factores, como la generalización regional de relaciones salariales, acceso restringido a la tierra y modificación de patrones culturales o disminución de los procesos de identidad totonaca (cuadro 4). La familia conyugal existe autónoma desde el momento del matrimonio o de la separación residencial de los hijos de la casa paterna sin depender de los mismos recursos naturales o económicos. La sobrevivencia de la familia se sustenta en el individualismo y la independencia, pero en épocas de crisis económica o enfermedad aparece la ayuda mutua entre los parientes biológicos.

El cuadro 4 indica que el porcentaje de existencia de familias nucleares es más alto en Espinal y Tajín. Ambas localidades están más vinculadas a la agricultura comercial, actividades asalariadas o comercio, así como a procesos de urbanización más fuertes (cuadro 5). Debido a su cercanía con Poza Rica y Papantla, y por estar en una zona de antiguo esplendor petrolero, constituyeron reserva de mano de obra. Las entrevistas señalan que debido a las perforaciones petroleras de principios del siglo XX, la demanda de mano de obra fue un estímulo para el matrimonio independiente.

La dinámica de la familia nuclear puede analizarse en el cuadro 6. La tipología fue encontrada en campo y detectada por análisis estadístico; cada tipo representa o se vincula a una etapa del ciclo de desarrollo del grupo doméstico, es decir, su análisis interno señaló que existe una dinámica interna por lo que son fases de crecimiento o disolución de un grupo.

Para analizar los casos se consideró metodológicamente funcional el empleo de una tipología que mostrara cada tipo general, pero no exactamente el funcionamiento de la estructura, es decir, no la agrupación interna de cada forma de grupo doméstico nuclear. Cada tipo se analiza respecto a la situación de ego (jefe de familia, padre o madre), obtenido estadísticamente por medio del muestreo. Las entrevistas permitieron profundizar el análisis, dinamizarlo y determinar la etapa o fase en la que se encontraba cada tipo de familia nuclear. Las fases iniciales muestran marcadamente la formación de una nueva pareja y el tiempo en que lograron la independencia económica y se separaron de la casa paterna del varón. La fase intermedia señala una familia en su máximo esplendor, hablando sólo de composición. Esta fase fue categóricamente importante para diferenciarla de la etapa final. Por último, las etapas finales pretenden señalar los momentos en que surgen familias extensas o bien la existencia de algunas familias atípicas que parecen terminar, debido a que no existe posibilidad de herencia material (tierra o dinero) por parte de los hijos.

Primer tipo. Ego + cónyuge sin hijos en la fase inicial se refiere a parejas jóvenes de reciente formación, que de alguna manera inician su vida matrimonial separados de los padres o su estancia fue muy breve. Sólo se encontró en Tajín y no apareció en el muestreo para Coxquihui y Espinal, debido a que en estas localidades es difícil lograr la independencia económica de forma local, pues ya no hay acceso a la tierra y las oportunidades de trabajo asalariado son temporales. En Coxquihui y Espinal la etapa inicial de formación de pareja se lleva a cabo en la casa del padre del varón, y existe diluida en grupo en familias extensas, hasta la independencia económica de la nueva pareja.

Segundo tipo. Ego + cónyuge sin hijos en fase final, consideró a ancianos que viven solos o con su pareja, cuyos hijos solteros han emigrado o los que tienen hijos casados viven en solares separados, o han muerto. Al analizar la información obtenida en los cuestionarios, se encontró que de las familias en etapa final para Espinal, solamente siete por ciento están vinculadas a la tierra, mientras que en Tajín ninguna tiene terrenos. De alguna manera, en el caso de agricultores, la tierra ya fue heredada a los hijos y dependen de alguno de ellos aunque vivan en residencias separadas. Por otra parte, también se encontró que en ciertos casos los recursos naturales y económicos fueron insuficientes en cantidad y calidad para mantener un grupo familiar grande. Los ancianos dependen económicamente de algún hijo.

La ausencia de esta fase final en Coxquihui implica que es solventada por los ancianos dentro de una familia extensa.

Tercer tipo. Ego con o sin cónyuge e hijos, en fase inicial, se refiere a familias nucleares con hijos menores a cinco años. Se separaron de la casa paterna y acaban de lograr su independencia económica. El tiempo que pasaron en la familia del padre del varón depende del momento en que pueden sobrevivir sin ayuda de los padres; la estancia en casa de los padres del varón es más larga que la de la primera etapa sin hijos. Existe en las tres localidades, pero los porcentajes son menores a los demás tipos, aunque es notoriamente inferior para Coxquihui y Espinal (cuadro 6). En Tajín las nuevas parejas se involucran en la venta de artesanías o trabajo asalariado.

Cuarto tipo. Ego con o sin cónyuge e hijos en fase intermedia, incluye a familias con hijos entre seis y 16 años. Esta categoría permitió explicar la existencia de familias que independientemente del tiempo que tardaron para lograr la independencia económica y separarse de la familia del varón, está compuesta con hijos adolescentes o preadolescentes (para diferenciarlas del quinto tipo, o fase final).

Quinto tipo. Ego con o sin cónyuge e hijos en fase final, se agrupó con familias compuestas con hijos varones mayores de 17 años, en edad de noviazgo y para contraer matrimonio, según costumbres locales, o donde suele iniciarse una nueva familia (independientemente de que haya hijos menores). Aquí pronto surgirá una familia extensa.

En el inventario de recursos de la quinta fase o final, que es el comienzo de una familia extensa, se encontró que el grupo detenta parcelas (Coxquihui, 2.8 hectáreas), Espinal 5.2 y Tajín 2.3 y algunos jefes de familia realizan otras actividades. Se puede decir que los recursos parecen lo suficientemente elásticos (vinculado a calidad y fertilidad) para permitir que el grupo crezca, posibilitando la formación de nuevas familias y la entrada de nuevos miembros (casi siempre mujeres, esposas de los varones).

En la zona de estudio es rasgo común la residencia virilocal; sin embargo, la duración del tiempo de residencia es variable, de acuerdo con las condiciones socioeconómicas imperantes. La sucesión de derechos de la tierra para cultivo es por lazos patrilineales y, normalmente, cuando hay suficiente tierra, ésta se reparte a los hijos cuando al formar una familia propia se separan de la casa paterna; sin embargo, las entrevistas a familias extensas sugieren que la tierra, aunque se hereda patrilinealmente, es mantenida el mayor tiempo posible bajo el dominio de ego (jefe de familia o el hombre mayor). De tal forma se asegura la vejez y se obliga a las nuevas parejas a alargar el tiempo de residencia en casa de los padres. En Espinal y en Tajín, considerando la cercanía con Papantla, Poza Rica y Gutiérrez Zamora, y a pesar del desempleo generalizado en las ciudades, la migración diaria o estacional, la demanda estacional de mano de obra de la agricultura comercial que se lleva a cabo en el municipio de Espinal (para cítricos, tabaco, plátano, maíz y chile jalapeño), y las oportunidades de manufactura y venta de artesanías en la zona arqueológica del Tajín, indican que existen formas temporales o definitivas por las que los varones pueden emanciparse más temprano, al lograr un salario propio sin depender total o parcialmente de la tierra, y así formar una familia independiente o acortar el tiempo de residencia en casa de los padres del varón.

La información recabada permite inducir que el predominio de la familia nuclear en Espinal y Tajín está vinculado a una combinación de varios factores aislantes durante periodo de tiempo analizado: recursos escasos y de mala calidad y apertura de oportunidades laborales ajenas a la agricultura. Aquí la tierra está demasiado fragmentada, con problemas de baja fertilidad y erosión, de tal forma que es difícil, con las condiciones de tecnología imperantes, proporcionar sustento a familias extensas. La información coincide con la afirmación de Wolf (1985), quien señala que la familia nuclear es dominante por la generalización de relaciones salariales y la escasez de tierra; una situación inherente a lo anterior, es el cambio de actividades y formas de vida debido a la movilidad espacial involucrada en las actividades de subsistencia por la cercanía y contacto con los centros urbanos.

Aunque se puede decir que el trabajo asalariado es una ventana para las innovaciones y que propicia la modificación de las formas de vida, el trabajo de campo y un análisis diacrónico mostraron que el sustrato cultural del sistema de parentesco totonaca persiste y es dinámico, de tal manera que la familia nuclear es etapa de un ciclo, y tiene localmente dos tipos o fases de inicio y dos finales, ambos momentos inician y finalizan en ciertas formas de familia extensa. De la misma manera, la abundancia de cierto tipo de familia; aunque refleja presiones del medio, no implica el rompimiento del sustento cultural del parentesco, tal como señaló Robichaux (1997b) en un análisis de familia para la Mesoamérica actual.

Familia extensa

Es una forma familiar donde el grupo doméstico está unido por consanguinidad o afinidad (ascendentes, descendentes, laterales, parentesco político o ceremonial). Implica la unión de dos o más familias nucleares que viven en el mismo techo o solar. La cabeza o jefe de cada familia está sujeto a la autoridad de uno de los parientes y puede compartir total o parcialmente la misma parcela, la residencia o el solar.

Dentro de los grupos existe una participación diferencial en el proceso productivo que permitió el surgimiento de formas particulares de relaciones entre los individuos, en relación con el producto obtenido y el consumo. Esa participación diferencial en la producción dio origen a modos de vida particulares y grupos domésticos diferentes. Desde este punto, las relaciones sociales de producción y las modalidades concretas e históricas de vida han redefinido las relaciones intrafamiliares y la reproducción. El orden social interno elegido es un diseño para la vida, armado a partir de respuestas a la urgente necesidad de continuidad en los miembros de una familia (Shweder, 1991).

En el cuadro 7, donde se pueden apreciar las familias extensas encontradas en el muestreo, fueron agrupadas categorías explicativas para fines de análisis. Se consideraron tres grandes categorías (simple vertical, simple horizontal y compleja) que ayudaran a reflejar diferentes estructuras y formas de organización; cada categoría contiene uno o más tipos, en donde, padre se refiere al jefe de familia.

La familia extensa simple vertical señala un agrupamiento de tres generaciones de consanguíneos y en algunas ocasiones de algún pariente político, como cuando la madre de la mujer forma parte del grupo doméstico; la familia simple horizontal contiene dos generaciones. La familia extensa compleja muestra una mezcla generacional de consanguíneos, parentesco político, ceremonial y afinidad. Este agrupamiento se fundamenta en la conveniencia y ayuda mutua entre individuos desválidos como ancianos solos, viudas y huérfanos, y funciona como estrategia de sobrevivencia. De cierta manera, su frecuencia es mayor en Tajín por varios motivos, entre los que sobresalen la emigración de los varones, quedándose ancianos y mujeres solos, por la necesidad de mano de obra para labores artesanales, comerciales, etcétera.

Familia extensa vertical. Incluye dos formas: la primera, compuesta por padre(s)+hijos+padre(s) del varón o cónyuge, contiene una fase de reemplazo de la figura paterna, donde un hijo (a) ha heredado la residencia y/o cierta cantidad de tierra, pero tiene la obligación de encargarse de los ancianos padres. De cierta manera, la información coincide con la existencia de ultimogenitura como un rasgo persistente, señalada por Robichaux (1997a) como un factor cultural mesoamericano, y observado para nuestro estudio en la herencia de la casa y en la obligación de mantener a los padres ancianos; en términos económicos la ultimogenitura representa la vía de los ancianos para sobrevivir.

La segunda forma, estructurada por padre(s)+hijos+nietos, muestra el inicio de una familia extensa. Después de que alguno (s) de los hijos formaron una familia, inicia esta etapa en casa de los padres, casi siempre del varón, aunque no excluye la casa de los padres de las mujeres. Este tipo se encuentra en las tres localidades, aunque es más frecuente en Coxquihui y Espinal, donde existen más vínculos a la tierra.

Familia extensa simple horizontal. Incluyó sólo una forma de organización: padre(s)+ hijos + hermanos con o sin familia. Se refiere a familias donde por muerte de los padres, uno de los hijos, normalmente el mayor, toma el lugar de jefe de familia y manifiesta una continuidad de la organización familiar. Se cultiva la misma parcela, que es propiedad familiar, conforme a los acuerdos establecidos, de manera conjunta o separada. Además, los restantes hermanos varones pueden permanecer dentro de la residencia familiar al formar una nueva familia, hasta que puedan independizarse económicamente o construir su residencia en el mismo solar o patio. Se puede hablar aquí de la continuidad del sistema de organización familiar.

Familia extensa compleja. Comprende tres formas de organización: la primera está integrada en padre(s) + hijos + hermanos con o sin familia + padres del varón o cónyuge; esta forma representa una familia extensa en una etapa intermedia. La autoridad familiar, en relación con la producción y los ingresos, es ejercida por uno de los hijos, lo cual no indica que sea el heredero del terreno familiar o de la casa paterna. Indica que alguno de los hermanos ha construido su casa junto al hogar paterno, pero no son independientes económicamente. La autoridad moral la conserva el abuelo. El líder productivo y sus hermanos dependen del grupo familiar al contraer matrimonio, pero al lograr la independencia económica pueden separarse totalmente.

La segunda, la componen: padre(s)+ hijos + diversos parientes consanguíneos, representa familias conyugales que por diversos motivos han aceptado miembros familiares individuales o solteros. Estas formas, observadas sólo en Tajín, constituyen una ventaja más que una carga económica, ya que contribuyen a la producción y venta de artesanías. De cierta manera, la aparente oportunidad que ofrece la zona arqueológica en relación con la producción y comercio de artesanías a la comunidad, ha permitido la existencia de esta forma de familia.

La tercera, integrada por padre(s)+parientes políticos o religiosos, fue encontrada en Espinal y Tajín en bajo porcentaje. Se compone de ancianos cuyos hijos se han separado, por matrimonio o trabajo, y que pueden o no vivir en la misma localidad o haber emigrado temporalmente. La anexión de parientes políticos o religiosos tiene como fundamento el acompañamiento y la ayuda mutua. Algunos ancianos dependen económicamente de los hijos que, aunque no viven con ellos, mantienen una responsabilidad económica, casi siempre son los hijos menores. La separación de los hijos ha tenido que ver con la escasez de tierra o empleo local tanto en Coxquihui como en Tajín, ya que en el último caso, la oferta laboral de la zona arqueológica no crece proporcionalmente a las demandas de la población.

 

Funcionamiento y organización de la familia extensa

La clasificación cuantitativa y tipológica de las familias nucleares o extensas, mecanismo metodológico, no ayudó demasiado a entender los arreglos internos o formas de organización, debido a que la tipología consideró como base para definir la agrupación el tipo de parientes que existen en el interior de las familias. La dinámica de la organización interna surgió al encaminar la investigación a entrevistas y observación. Como resultado se obtuvo que dentro de cada tipo o estructura no siempre existe la misma forma de organización, como se verá más adelante.

Entre familias extensas de agricultores en Coxquihui, la superficie de tierra en promedio es mayor que en las familias nucleares (4.2 hectáreas). En esta comunidad, la dependencia de la tierra es más fuerte que en las demás localidades, al no existir suficientes alternativas de empleo. Por ejemplo, por la mala calidad de los caminos la comunicación entre Coxquihui y Poza Rica o Papantla es demasiado lenta, implica dos horas de traslado aunque sólo haya 60 km de distancia, lo que incrementa el precio del pasaje y dificulta la salida diaria de la mano de obra, de tal manera que sus habitantes están más ligados a la tierra para lograr la sobrevivencia, o a la emigración por tiempo indefinido o permanente.

Sin embargo, no hubo correlación entre cantidad de terreno y/o tipo de familia. Esto se debe a que el tamaño de terreno no es un factor fundamental que explique la dominancia de un tipo de familia. La familia es un componente cultural dinámico sujeto a un ciclo de desarrollo cuyas implicaciones culturales persisten a pesar de los cambios socioeconómicos regionales; sin embargo, es claro que de una u otra forma el sustrato familiar ha ayudado a la adaptación con cambios externos como a la baja calidad de los recursos (la gente no inventa nuevas formas culturales, solamente usa las más adecuadas a las exigencias y presiones externas).

Además, los datos proporcionados por la estadística descriptiva, aunque ayudaron a definir los tipos de familia y su abundancia, así como la relación de su existencia o ausencia con variables socioeconómicas y físicas, solamente proporcionaron un panorama estático, cuya calidad fue dinamizada por medio de entrevistas y observación de la vida familiar; sin embargo, es claro que la organización familiar ha permitido a la población adaptarse a la dinámica regional, por lo que se puede decir que las formas de organización social persisten y han adquirido nuevas funciones, observándose como elementos elásticos o flexibles.

Formar parte de una familia extensa asegura la subsistencia, si bien no el cultivo de un terreno propio; en la mayoría de los casos, residencia o siembra en la parcela familiar son un seguro de reproducción, de tal forma que el tamaño promedio de las familias extensas fue de 10 miembros, que ocupan solares donde cohabitan hasta cuatro familias bajo el mismo techo, o en casas separadas, unidos por consanguinidad, parentesco ceremonial o afinidad. La composición generacional de estas familias puede ser hasta de tres generaciones.

La residencia en las comunidades totonacas es por línea paterna, por lo que normalmente los hijos varones, al contraer matrimonio, residen en casa de los padres hasta que logran afianzarse en una actividad o empleo, aunque en muchos casos pueden construir su residencia junto a la del padre; sin embargo, cuando los varones tienen necesidad de emigrar al interior o fuera del país, las esposas e hijos permanecen con los padres del esposo hasta su regreso. En caso de la existencia de terrenos, debido a que la herencia es patrilineal, se permite que sean cultivados por la familia del padre, es decir, vuelven al interior de la familia.

El funcionamiento u organización general de la familia extensa considera dos vías para lograr la reproducción, aunque no existe un patrón común de acuerdo con el tipo de familia extensa, vertical, simple o compleja.

En la primera, la autoridad es reconocida y ejercida por uno de los varones, normalmente el heredero, bien sea de residencia o tierra (cualquiera) o el hombre de más edad. Tal autoridad compete a las esferas doméstica y productiva, y personaliza cierta autoridad política cuando representa al grupo familiar ante autoridades locales, políticas, tradicionales o ante otras familias. La existencia del jefe permite realizar con cierta eficiencia y equidad las labores agrícolas y todas las tareas necesarias para la subsistencia y la reproducción del grupo familiar, como las domésticas o las asalariadas. Aunque esta forma de organización existe entre familias extensas tipo compleja, como las compuestas por padre(s)+hijos+hermanos con o sin familia + padres (s) de varón, así como la de padre(s)+hijos + diversos parientes consanguíneos, no es privativa de este tipo.

En forma de organización los integrantes actúan como un solo individuo, en relación con las labores y productos vinculados a la tierra, pero cuando existen ingresos, éstos se manejan individualmente. Las familias pueden o no compartir la misma vivienda o la cocina, pero sí el solar.

Algunas veces la tierra se considera indivisible, pues saben de antemano que cuando se divide en pequeñas parcelas la seguridad del sistema se fractura y el recurso puede mostrar rendimientos decrecientes. Cuando las familias son campesinas existe disposición para mantener la tierra intacta e incluso incrementar su tamaño lo más posible. La superficie manejada por las familias es menor a cinco hectáreas en promedio y no se encontró una correlación entre el tamaño de la familia y la superficie disponible. El desempeño de oficios y de trabajo asalariado rural temporal por varios miembros de la familia puede aumentar los ingresos familiares, aunque es importante aclarar que la que más se favorece cuando hay trabajo asalariado es la familia conyugal del asalariado, pues solamente existe la obligación de aportar un porcentaje del salario destinado a cubrir gastos de producción cuando hay tierra de por medio. Las entrevistas revelaron que los problemas internos entre familias conyugales son constantes al momento de trabajar la tierra y consumir el producto, pues hay diferencias entre aporte y consumo.

En familias donde la agricultura es una actividad codominante, es decir, su importancia es alta pero no determinante, ya que existen otras actividades que permiten mantener el nivel de ingresos de la familia, el objetivo final es mantener los niveles de subsistencia constantes. Del resultado del trabajo agrícola, cada familia puede tomar lo que requiera del granero común. Del huerto familiar y de la venta de la producción agrícola total, cada familia recibe una asignación considerada justa a su participación; sin embargo, los ingresos externos pertenecen solamente a la familia biológica donde fueron generados, por lo que la escasez y la riqueza sólo se comparte en los asuntos agropecuarios. Como característica inherente a este tipo de familia, la división social del trabajo es un mecanismo para la asignación de un papel a cada familia nuclear o miembro individual, pues algunas están involucradas con el trabajo de la parcela únicamente y otros lo mezclan con trabajo asalariado.

En ambos casos, la cohesión familiar se relaciona con la existencia del líder, quien impide o minimiza el individualismo y proporciona mayor seguridad de sobrevivencia (Keesing, 1985 y Galesky, 1979), es decir, se capitaliza la asociación familiar, y las ventajas redundan en la esfera económica, en la salud y en la crisis agrícola, pues existe una respuesta grupal, sea cual sea la modalidad de repartición, ante cualquier situación que afecte a cualquier miembro de la familia. La información obtenida por entrevistas y observación indica que la eficiencia del grupo doméstico no se deteriora por el matrimonio de los hijos varones, como sucede en las familias nucleares o biológicas, y cuando se vislumbra el peligro de reducción del nivel de vida surge una reorganización en el tamaño y composición de la familia: se permite e induce que los varones jóvenes estudien o salgan a trabajar, o que algunas familias nucleares busquen la sobrevivencia por su cuenta; tales cambios son factores de ajuste para la subsistencia.

Cuando el tamaño del grupo excede la productividad de los terrenos familiares aparece el uso intensivo de cultivos asociados (dos o más cultivos en un solo terreno), el uso de la labranza mínima y el trabajo asalariado o la mezcla con actividades diferentes a la agricultura, en mayor intensidad, pero aunado a ello comienza la independencia de algunas familias; sin embargo, el comienzo de una familia joven es común que se inicie dentro del grupo familiar del varón.

Los mecanismos de solidaridad y unidad familiar mencionados operan dentro de una gama de situaciones y escalas que incluyen a varias familias de la región estudiada, pero eventualmente el grupo familiar puede ser lo suficientemente grande para que el valor marginal de los nuevos miembros sea negativo, o viceversa, la reducción de la familia por muerte o matrimonio de alguno de sus miembros puede resultar ventajosa para el grupo; sin embargo, también la anexión de diversos parientes consanguíneos, políticos y religiosos puede representar un incremento de valor o de ingresos, medido por valores cualitativos, como la compañía y ayuda mutua, o cuantitativos vinculado a ingresos, como sucede en dos formas estructurales de familia extensa compleja, la compuesta por padre (s) + hijos + diversos parientes consanguíneos y la de padre (s) + parientes políticos o religiosos, situación común en Tajín.

La segunda forma de organización está integrada en varias familias que comparten el mismo solar, y a veces la residencia, y los productos del huerto familiar, ya que no todas son campesinas. Aunque las familias dependen de una sola parcela, el uso es individual. Entre los campesinos, una parte de la parcela del padre o abuelo se adjudica a cada familia biológica por línea paterna al igual que el producto de la misma. Los beneficios de la cosecha difieren, así como el nivel de vida, ya que las familias conyugales pueden recurrir a varias maneras de lograr ingresos y los disfrutan en forma privada, debido a que no todas poseen terrenos de cultivo, aunque existen ciertos aspectos de reciprocidad, ayuda mutua y redistribución que practican cada una de las familias conyugales que forman la parentela, así como entre las familias afines, que incluyen intercambio de mano de obra, productos del trabajo, semilla para siembra y dinero en efectivo. Cuando se presentan periodos críticos, como siniestros agrícolas, enfermedades u otras calamidades, dichas familias actúan en forma temporal como un grupo corporado. Puede entenderse la reciprocidad como una expresión no verbal de necesidades y ayuda, como una demanda a futuro que se cultiva cotidianamente (Tapia, 1994), mientras que la redistribución, como señala Harris (1996), es una forma de intercambio casi coactiva; en la zona totonaca tiene variantes propias y se da de parientes de ricos a pobres.

Esta forma de organización es practicada por la familia extensa vertical compuesta por padre (s) + hijos + nietos, así como por algunas familias extensas complejas de la estructura padre (s)+hijos + hermanos con o sin familia + padre (s) del varón.

Las agrupaciones de familia extensa subordinan de manera total o parcial la individualidad al rol social (Shweder, 1991). Entre los totonacas, el grupo familiar tiene autoridad plena o por lo menos parcial sobre el individuo; dicha autoridad emana culturalmente para solventar una situación de necesidad. Por la fragilidad de la base de subsistencia (la tierra) y de la posibilidad de llevar a cabo el ciclo vital, la familia extensa es una organización flexible ante el tamaño de las necesidades familiares y las presiones económicas y del medio físico. El bagaje organizativo familiar es una manera de manifestar, mediante la acción, sus concepciones de responsabilidad, obligación y control en los actos familiares de producción y reproducción.

Residencia

En la comunidad de la zona montañosa totonaca, Coxquihui, el difícil acceso a la tierra de cultivo y a la vivienda es mitigado mediante patrones de residencia de reminiscencia indígena. Las familias mantienen de tres a cuatro familias biológicas como parte de una familia extensa en mezcla intergeneracional y el patrón normal de acceso y derecho a la tierra es el patrilineal, donde los hijos varones tienen mayor derecho que las mujeres a obtener tierras de cultivo y a fincar su residencia en el solar del padre o en la misma casa. Cada familia puede, en cierto momento, modificar la sucesión, al aceptar a nuevos miembros varones por medio del matrimonio con una mujer del grupo familiar, pero esto ocurre donde la descendencia se compone sólo de mujeres.

Debido a que los patrones de residencia son patrilocales, las nuevas parejas se instalan en la casa de los padres del varón, de manera temporal, o bien construyen una nueva casa, pero dentro del mismo solar. Este patrón está vinculado a la ausencia de independencia económica y a las reducidas posibilidades de obtener terrenos o solares a través de la compra, o ingresos por otro tipo de actividades económicas en la localidad. La patrilocalidad permite la formación de nuevas parejas, asegura a las nuevas familias el acceso a la tierra, la residencia temporal y la subsistencia, mientras que la ultimogenitura asegura el cuidado de la vejez de los padres. El patrón favorece a la familia extensa con mano de obra, pero también implica el incremento de las necesidades del grupo al crecer la familia extendida; sin embargo, cuando la presión dentro del grupo familiar es muy intensa, algunos miembros salen de él, emigran o se vinculan al trabajo asalariado. El proceso de emigración es más fuerte en las nuevas generaciones que han aprendido un oficio o estudiaron carreras técnicas o licenciaturas; de hecho, los grupos familiares más fuertes económicamente procuran que los miembros más jóvenes estudien, y así aliviar la presión dentro del grupo, pues saben de antemano que no se reintegrarán a la familia o la localidad, y que permanecerán en donde puedan obtener empleo.

En caso de presión o escasez de tierra en la familia del varón, es posible optar por la residencia uxorilocal, en la casa o solar de los padres de la mujer. De hecho, la residencia uxorilocal aparece en familias que no poseen hijos varones y es válida entre aquellas en que existe abundancia de recursos, principalmente de tierra. La nueva familia tiene el mismo derecho que los demás a usar los recursos y contrae las mismas obligaciones de ayuda al fondo familiar cuando es necesaria.

Aunque existe la residencia neolocal, aún la mayoría de las nuevas parejas pasan la primera parte de su vida matrimonial en casa de los padres del varón. El tiempo de residencia en casa de los padres es más corto en la zona costera e intermedia que en las comunidades de la sierra, lo cual tiene que ver con mayores oportunidades de trabajo asalariado; sin embargo, es común que alguno de los hijos menores se quede a vivir en la residencia de los padres y herede la casa.

Cualquiera que sea el tipo de residencia, ésta fortalece y presiona a los grupos familiares, ya que los patrones de residencia guardan relación con la oportunidad para mantener una nueva familia, en vista de las pocas oportunidades de conseguir terrenos propios o la facilidad para lograr ingresos mediante otra actividad. Son evidentes las implicaciones de carácter económico en la persistencia o cambio de la organización social interna de las tres comunidades.

 

Conclusiones

A lo largo del documento se ha podido observar a la familia totonaca como un elemento cultural lo suficientemente flexible para hacer frente a los cambios requeridos por diversas presiones, exigencias socioeconómicas y condición de los recursos naturales. La familia totonaca manifiesta ajustes internos que surgen ante el deterioro de los recursos naturales, la demanda interna de alimentos y presiones económicas. Es evidente que la organización social tradicional, específicamente la estructura del grupo doméstico, ha sustentado la sobrevivencia.

La dominancia de la familia extensa o nuclear, que se explica por factores de presión socioeconómica constituye un análisis estático; sin embargo, al analizar la organización y arreglos internos, se observaron modificaciones en las estructuras a través del tiempo, lo que permite entenderlas como fases o estadíos de un ciclo de desarrollo común en Mesoamérica, donde también la ultimogenitura de la casa de los padres y la herencia patrilineal sustentan la continuidad del grupo. El paso de una fase de familia nuclear a otra o de ésta a una familia extensa se acelera o retarda por las oportunidades económicas, buenas o malas, que ofrece el ambiente (natural, económico); sin embargo, se reproduce cultural y continuamente.

Independientemente de que cada zona ecológica cuente con mayor o menor cantidad y calidad de recursos (tierra, económicos y mano de obra), oportunidades de efectuar otras actividades, y que los habitantes de una localidad se agrupen en familias extensas de forma temporal hasta independizarse o bien en familias nucleares, la organización del grupo doméstico constituye un sustrato cultural que no es determinado por factores naturales o económicos; sin embargo, la mayor o menor presión para lograr los medios de subsistencia o la elasticidad de los mismos influyen en el factor tiempo entre una fase y otra.

La familia y la organización del grupo doméstico son factores decisivos en la organización social totonaca, cualquiera que sea la forma que tomen, y pueden considerarse como reguladores de las necesidades de reproducción social y de las relaciones de producción, ya que se observó que, pese a las modificaciones de las fuerzas productivas, inercia del mercado, nivel tecnológico y cualquier externalidad, la organización familiar amortigua el cambio.

La ausencia o presencia de las condiciones necesarias para llevar a cabo los procesos de producción, consumo y reproducción, dinamizan la organización interna familiar e influyen en el tiempo de permanencia y exclusión de una familia extensa, y, por tanto, la modificación de la estructura de un grupo familiar.

 

Bibliografía

ALCORN, J. B., 1990, "Indigenous agroforestry strategies meeting farmers' needs", in Alternatives to deforestation, Columbia University Press, New York.         [ Links ]

ARIAS, P., 1992, Nueva rusticidad mexicana, Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, México.         [ Links ]

ARIAS, H. R., 1994, Base estadística municipal del estado de Veracruz, Universidad Veracruzana, Xalapa, Veracruz.         [ Links ]

DEL ÁNGEL P., A. L., 1986, Principales características y orientaciones de la producción agrícola de las unidades de producción campesinas en los municipios de Cazones, Papantla y Tihuatlán, Veracruz, Tesis de Licenciatura en Antropología Social, Facultad de Antropología, Universidad Veracruzana, Xalapa, Veracruz.         [ Links ]

DEL ÁNGEL P., A. L., 1999, Los huertos familiares totonacas en el estado de Veracruz, continuidad cultural y cambio, Tesis de Doctor en Ciencias en Agroecosistemas Tropicales, Colegio de Postgraduados, Campus Veracruz. M.F. Altamirano, Veracruz.         [ Links ]

GALESKY B., 1979, "La organización social y el cambio social rural", en Teodor Shanin (comp.), Campesinos y sociedades campesinas, FCE, México.         [ Links ]

HARRIS, M., 1996, Antropología cultural, Alianza universidad.         [ Links ]

INEGI, 1995, Conteo 95, población y vivienda, resultados definitivos, Veracruz, tomo IV.         [ Links ]

KEESING, R. M., 1985, Kin groups and social structure, Australian National University Press.         [ Links ]

ROBICHAUX, D. L., 1997a, "Residence rules and ultimogeniture in Tlaxcala and Mesoamerica", in Ethnology, 36.         [ Links ]

ROBICHAUX, D. L., 1997b, 'Un modelo de familia para el México profundo ", en Espacios familiares: ámbitos de solidaridad, Departamento de Integración Familiar, DIF, México.         [ Links ]

RUÍZ L. A., 1991, Cafeticultura y economía en una comunidad totonaca, Instituto Nacional Indigenista, Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, México.         [ Links ]

SCHMINK, M., 1995, "La matriz socioeconómica de la desforestación", en María Fernanda Paz (coord.), De bosques y gente. Aspectos sociales de la desforestación en América Latina, Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias, Universidad Nacional Autónoma de México, Cuernavaca, Morelia, México.         [ Links ]

SHWEDER, R. A., 1991, "La rebelión romántica de la antropología contra el iluminismo, o el pensamiento es más que razón y evidencia", en El surgimiento de la antropología posmoderna, Gedisa Mexicana.         [ Links ]

TAPIA, U. M., 1994, Mujer campesina y apropiación cultural, Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias, Universidad Nacional Autónoma de México, Cuernavaca, Morelos.         [ Links ]

VELÁZQUEZ, H. E., 1994, "Intercambios económicos y organización regional en el Totonacapan", en Las llanuras costeras de Veracruz. La lenta construcción de regiones, Universidad Veracruzana-ORSTOM, Xalapa, Veracruz.         [ Links ]

WOLF, E., 1985, Pueblos y culturas de Mesoamérica, México.         [ Links ]

Creative Commons License Todo el contenido de esta revista, excepto dónde está identificado, está bajo una Licencia Creative Commons