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Papeles de población

versión On-line ISSN 2448-7147versión impresa ISSN 1405-7425

Pap. poblac vol.7 no.30 Toluca oct./dic. 2001

 

La deportación de migrantes indocumentados en la frontera norte de México*

 

Elena García Alonso

 

El Colegio de México.

 

Resumen

En este artículo se presenta una descripción exhaustiva acerca de los migrantes devueltos en la frontera entre Estados Unidos y México. Se presentan las principales características del cruce de la frontera, sociodemográficas y laborales, dividiendo a los devueltos entre fronterizos y no fronterizos en dos momentos: 1993 y 1998, coincidiendo con el primer y cuarto levantamientos de la Encuesta sobre Migración en la Frontera Norte (EMIF). Posteriormente se calculan las tres dimensiones más importantes que proporcionan una aproximación teórica al fenómeno de la devolución de migrantes. Todo ello mediante la aplicación de la técnica estadística del análisis factorial.

 

Abstract

This article presents an exhaustive description of deported workers in the northern boarder of Mexico and Southern US. The main characteristics of the crossing are presented, both sociodemographical and those pertaining to labor. For this, the deported workers, either border residents or non residents is divided into two moments: 1993 and 1998, which concides with the I and IV taking of the EMIF census, the source used here. Later on, the calculation is made of the three outstanding dimentions that provide a theorethical approximation to the phenomena of workers deportation. All of the above is achieved by means of the application of the statistical technique of factorial analysis.

 

Introducción

La devolución de migrantes mexicanos de listados Unidos es un hecho traumático que miles de mexicanos viven cada año. Quizá la parte más dramática de este fenómeno surge cuando comienzan a observarse las características de este subgrupo de migrantes, puesto que, como se intentará demostrar en el presente trabajo, sus condiciones socioeconómicas pueden considerarse más desfavorecidas que las del resto de migrantes que si pudieron cruzar con éxito la frontera. Si bien las características de aquéllos no son los únicos factores que pueden explicar su captura, si es importante conocer a profundidad a este subgrupo de indocumentados para comprender más aún el fenómeno migratorio entre México y Estados Unidos, puesto que, según estimaciones del Conapo (1997a), aproximadamente entre 13 y 19 por ciento de los migrantes mexicanos sufren las consecuencias de la estricta política de control fronterizo estadunidense.

En primer lugar es necesario dejar claro cuál será la población de estudio de este trabajo. De esta forma, los migrantes deportados se definen como el grupo de migrantes que sin la documentación necesaria para poder entrar o permanecer un tiempo más prolongado en Estados Unidos son descubiertos y entregados a las autoridades competentes para ser regresados a su lugar de origen. Entre éstos se encuentra el subgrupo de devueltos, que son aquellos migrantes que se introducen sin la documentación necesaria en territorio de Estados Unidos y son aprehendidos por las autoridades fronterizas para ser regresados a México por su propio consentimiento. Aunque la diferencia entre estos dos grupos se limita básicamente a un matiz legal, a efectos de este trabajo se considerarán ambas como sinónimos, puesto que en ambos casos se produce una expulsión del país receptor hacia el país de origen. En este caso se trabajará con una población flujo, puesto que se trata de individuos en movimiento que no pueden ser identificados. Además en el caso de los migrantes devueltos existe un añadido para poder considerarlo únicamente como un flujo de población. Cuándo éstos son regresados a México más de la mitad afirma que volverá a realizar otro intento para cruzar la frontera (García, 2001: 51). Esto implica que alguno de estos individuos pueda estar repetido en la encuesta,1 por lo tanto la única forma de poder trabajar con esta población es por medio de los flujos migratorios.

Como instrumento para llegar a conclusiones generales sobre los factores resultantes se estudiaron cuatro poblaciones a través de dos ejes analíticos: tiempo (1993 y 199S) y condición de residencia en la frontera. El eje temporal realiza dos cortes en el tiempo, 1993 y 1998, con el sentido de ver cuáles han sido los cambios en el flujo de devueltos. Estos años son considerados claves para este estudio: en 1993 puede verse la situación anterior a la crisis económica mexicana de diciembre I994, mientras que en 1998 los indicadores económicos mexicanos ya hablaban de una posible recuperación de esta crisis. Por lo tanto, podemos hablar de dos periodos muy diferentes según la situación económica en México. En Estados Unidos también ocurrieron cambios en este periodo: a principios de los años 90 comenzó la política de control fronterizo, con un fuerte incremento en el número de agentes de la Patrulla Fronteriza, el cual llegó a duplicarse para el año fiscal de 1999,2 final de nuestro segundo periodo de estudio.

Debido a las diferentes trayectorias migratorias entre las diferentes regiones del país se decidió incluir un segundo eje analítico que permitiera captar mejor lós cambios que se producen en esta población. Por este motivo se dividió a la población en función de su condición de residencia en la frontera, formando dos grupos de análisis: migrantes devueltos fronterizos y no fronterizos. Los primeros, debido a su residencia en la frontera, tienen costos menores en el desplazamiento hacia Estados Unidos y por lo tanto es más probable que migren de forma más frecuente que los no fronterizos. Estos últimos tienen que sufragar costos más altos, además de verse envueltos en dos dinámicas migratorias diferenciadas: en primer lugar, existe una migración interna hacia la frontera, y después, se produce la migración a Estados Unidos.

La hipótesis de partida es que ocurrieron cambios en la población devuelta en el sentido de una mayor heterogeneidad de la misma, tomando como eje de aproximación a la población fronteriza y no fronteriza, en los años 1993 y 1998.

La fuente utilizada es la Encuesta sobre Migración en la Frontera Norte de México (EMIF),3 específicamente el primer y cuarto levantamientos del módulo de migrantes devueltos por las autoridades estadunidenses.4 El primer levantamiento comenzó en abril de 1993 y dio terminó en marzo de 1994, mientras que el segundo comprende desde agosto de 1998 hasta julio de 1999, de forma que casi se abarca la totalidad de la década de los noventa. Esta encuesta aporta información directa y confiable sobre la dinámica, magnitud y características de los flujos migratorios de trabajadores mexicanos, con el objetivo general de profundizar en el conocimiento del fenómeno migratorio laboral a la Frontera Norte de México y a Estados; Unidos, haciendo especial énfasis en los rasgos socioeconómicos y demográficos de los migrantes y los efectos que tienen en el mercado laboral. La EMIF surge como un intento de medición y caracterización directa de los flujos migratorios laborales entre México y Estados Unidos en las dos direcciones (cuando van a y cuando regresan del norte), así como las corrientes de migrantes laborales del interior del país a las localidades fronterizas del norte de México (STPS, CONAPO, COLEF). La metodología empleada en la EMIF aprovecha la analogía que puede establecerse entre los flujos migratorios que comunican regiones de ambos países y las unidades que se desplazan a través de ríos, de un lugar a otro (STPS, CONAPO, COLEF).

El presente trabajo está dividido en dos apartados. En primer lugar se realizará un rápido recorrido por las principales características que definen a este grupo específico de migrantes. En la segunda parte se presentan los resultados de la aplicación del análisis factorial sobre las variables analizadas en el primer apartado. El objetivo de aplicar esta técnica estadística es estudiar las interdependencias de las variables con el propósito de reducir al mínimo el número de factores que describen la información que esas aportan, permitiendo, a su vez, encontrar una estructura subyacente explicativa del fenómeno de la devolución de migrantes. Estos factores pueden definirse como variables subyacentes o latentes que se encuentran tras el fenómeno estudiado y que surgen de las correlaciones entre las variables incorporadas a análisis.

 

Principales rasgos sociodemográficos de la población de migrantes devueltos

¿La devolución de migrantes se debe a una selección de los mismos o se trata de un fenómeno puramente debido al azar? Desgraciadamente no se cuenta en la actualidad con una fuente mediante la cual puedan hacerse comparables a las poblaciones de indocumentados y devueltos.5 por lo que esta pregunta no podrá ser respondida en este trabajo. Sin embargo, una forma de aproximarse una posible respuesta puede ser mediante el análisis de las principales características que definen al subgrupo de devueltos y a partir estos resultados percibir si existen rasgos comunes que los puedan identificar con las características que se definen en la bibliografía de los migrantes indocumentados que si cruzaron con éxito la frontera. Para ello se han dividido en dos grupos las variables que describen a esta población: las características que definen el momento del cruce de la frontera y sus características sociodemográficas.

 

Características del cruce

Lo que más caracteriza a estos migrantes es el momento de cruzar la frontera, puesto que es aquí donde se dan las condiciones para que puedan ser deportados. En el cuadro 1 pueden observarse algunas de estas variables, como son las relacionadas con la experiencia migratoria del devuelto y si cruzó o no con ayuda "profesional".

En primer lugar se analizara la variable número de intentos de cruce, que indica cuántas veces en este último viaje los migrantes deportados intentaron cruzar la frontera, pero por diferentes causas entre las que pueden encontrarse la devolución, u otras que no se exploran en la base, el cruce no fue llevado a cabo. Es importante considerar el alto porcentaje que aparece de migrantes inexpertos a partir de la observación del número de intentos de cruce (aproximadamente 2 intentos por migrante devuelto.6 En 1998 se incrementó el porcentaje de migrantes que lo intentaron 2 o más veces, y disminuyó el de los que no lo intentaron ninguna vez, lo que sugiere que existan mayores complicaciones en el cruce de la frontera.

En segundo lugar se encuentra la variable número de veces que el deportado estuvo en Estados Unidos sin contar con esta última vez que ha sido deportado, con esta variable puede verse si se tuvieron experiencias positivas con anterioridad a la presente devolución. Resalta el alto porcentaje de migrantes que cruzan por vez primera. Según datos de Conapo (1997a), las estancias anteriores en Estados Unidos proporcionan ciertos conocimientos sobre cómo cruzar la frontera, los cuales sirven para minimizar los riesgos de una posible aprehensión; por lo tanto, es lógico que en el caso de los deportados sea tan numeroso el porcentaje de devueltos sin experiencia. La tendencia es diferente para fronterizos y no fronterizos. En el primer caso disminuye el porcentaje de estancias al otro lado de la frontera, mientras que para los migrantes del interior del país se incrementó de forma notable el porcentaje de deportados que tuvieron experiencias migratorias anteriores.

La variable cuántas veces ha sido capturado por la patrulla fronteriza se remite a la experiencia del migrante en el hecho mismo de la deportación, teniendo en cuenta que cuantas más veces haya sido detenido es más probable que disminuya la probabilidad de una posible aprehensión, debido a que se va acumulando un capital humano que hace que disminuya la posibilidad de una nueva captura. Según el promedio presentado en el cuadro, para la mitad se trata de su primer cruce, lo que indica el alto porcentaje de inexpertos que se presentan en este grupo de migrantes. Comparando los promedios, se cuenta con 4 devoluciones para los fronterizos y de 2 para los no fronterizos, disminuyendo en ambos casos para el año 1998. Esta diferencia entre ambos grupos se debe a que para los primeros el cruce de la frontera es algo más cotidiano, con costos mucho menores, puesto que no tienen que invertir en gastos básicos como desplazamientos, estancia en la frontera, etc. Mientras, los no fronterizos tienen que hacer una mayor inversión y no pueden permitirse un número tan alto de capturas, que además elevan de forma sustanciosa los costos de la migración, puesto que supone mayor estancia en la frontera, la posibilidad de contratar a un nuevo coyote o pollero para realizar de nuevo el cruce.

Por último, más de 80 por ciento de estos indocumentados cruzaron sin la ayuda de un coyote o pollero. Una forma de minimizar riesgos a la hora de cruzar la frontera es contratando la ayuda de uno de estos "profesionales'', aunque esto tampoco es una garantía debido a que estas personas estafen a los migrantes o que estos fallen y les capture la Patrulla Fronteriza. Según los datos de los migrantes retomados de forma voluntaria (Conapo, 1997b). 40 por ciento contrató la ayuda de un pollero para cruzar la frontera, lo que indica que recurrir a estos servicios sí puede ser fundamental para cruzar con éxito. En el caso de los deportados, la gran mayoría cruzó sin ayuda "profesional". Como era de esperarse, los migrantes no fronterizos contratan más este tipo de servicio (10 por ciento en 1993, frente a 5.5 por ciento de los fronterizos en ambos años), puesto que para ellos la frontera es algo mucho más desconocido. Debido al recrudecimiento de las condiciones para cruzar por el aumento de la vigilancia al otro lado de la frontera. 15.7 por ciento de los no fronterizos contrataron en 1998 los servicios de un pollero, cifra superior a la de 1993; 10 por ciento. En el caso de los fronterizos la cifra no varía. De todos modos los datos parecen subestimados puesto que muchas personas mienten para defender al pollero o debido al miedo que éstos infunden para evitar ser descubiertos, tomando represalias contra los que lo denunciaron.

 

Características sociodemográficas

En este primer grupo de variables se encuentran aquellas que dan cuenta de las características propias del flujo de migrantes, como son las variables demográficas y las que se refieren a su condición laboral en los últimos 30 días en su lugar de residencia. Todas ellas se encuentran resumidas a continuación en el cuadro 2.

Como se observa en el cuadro, puede afirmarse que se trata de un flujo compuesto mayoritariamente por una población masculina muy joven, con un promedio de edad inferior al del resto de migrantes indocumentados. Estos últimos cuentan con un promedio de edad cercano a los 30 años, según diferentes estimaciones, mientras que para los migrantes devueltos la edad media está alrededor de los 25 años en ambos grupos, aunque ligeramente menor entre la población residente en la frontera. Esto es totalmente congruente con el gran porcentaje de inexpertos que encontramos en la sección anterior, en cruces posteriores el migrante tiene mayor experiencia y menor probabilidad de ser aprehendido, y este nuevo capital va inevitablemente ligado al paso de los años por el migrante.

Pare el flujo correspondiente a los migrantes fronterizos, se observa un origen mayoritariamente urbano por la propia construcción de la frontera (donde la mayoría de las entidades están conformadas por núcleos de población mayores a 2 500 habitantes). Para los devueltos no fronterizos el porcentaje está repartido, siendo creciente aquellos que se declaran de origen rural. Este hecho es contrario a las tendencias de la migración tradicional, donde se observa sistemáticamente un incremento de la población urbana (Escobar Latapí, A. 1999).

Respecto a su posición, en el hogar también existen algunas diferencias en lo que se refiere a la condición de residencia en la frontera. En el flujo de no fronterizos predominan aquellos que se declaran como jefes de hogar, mientras que en el caso de los fronterizos éste está compuesto en su mayoría por los hijos del jefe. La mayoría de los hogares de los devueltos cuenta con un tamaño que oscila entre 2 y 7 individuos, siendo el tamaño promedio 5.57 en 1993. En el siguiente periodo desciende el número de personas que integran el hogar, tendencia que es común para la población mexicana en general, como consecuencia de la urbanización7 y de la influencia estadunidense, los fronterizos tienen familias menores que los no fronterizos. Estas variables pueden proporcionar una aproximación acerca de las estrategias migratorias que utilizan cada una de las poblaciones. Podría formularse que para el caso de los migrantes fronterizos los integrantes del flujo de migrantes devueltos son mayoritariamente de los hijos del jefe, con una edad mucho menor que en el siguiente grupo y sin cargas familiares, mientras que en el flujo no fronterizo son jefes de hogar, con una edad ligeramente más elevada y con familias más extensas que en el caso fronterizo. Además es importante considerar que parte de las diferencias en la composición por hogar de los migrantes devueltos se explica también por la dinámica familiar que en las ciudades fronterizas es muy diferente a la que puede observarse en otras zonas del país (Delaunay, 1995). En estas ciudades es mayor el número de familias nucleares, debido en gran parte al impacto de la migración y a la influencia estadunidense. Este último factor explica el gran número de mujeres devueltas que se declaran jefe de familia (García, 2001: 58), que corresponde la mayoría de las veces a hogares monoparentales o de unión libre en las que la pareja masculina está ausente.

Finalmente, se encuentra en el cuadro la región de origen de los migrantes. Esta regionalización se realiza a través de criterios de marginalidad, de tal forma que los primeros estados son los que se encuentran en mejor situación, mientras que los últimos tienen un índice mayor de marginalidad. Así puede comprobarse cómo se incrementó el porcentaje del flujo de devueltos de zonas de relativa marginación del país. Una vez en los datos, puede observarse cómo en el flujo no fronterizo se produce una diversificación del lugar de residencia, aumentando el número de regiones que proporcionan más de 10 por ciento de los devueltos. Lo que se observa para ambos casos es que disminuyó el número de devueltos provenientes de las zonas con mayor tradición migratoria (como son los estados de Zacatecas. Michoacán, Guanajuato y Jalisco, entre otros) (Alba. 2000). Las regiones que tradicionalmente más migrantes expulsan son el Centro Norte, Centro y Occidente. Estas en 1994 contribuían a más de 35 por ciento de la migración total a Estados Unidos (Santibáñez, 2000), y proporcionaban aproximadamente 30 por ciento de los deportados. Además también se observa un aumento en el porcentaje de devoluciones en otras regiones, como puede ser la zona del Golfo Centro (donde se encuentra el estado de Veracruz, que es uno de los que más aumentó su flujo migratorio en general), el Pacífico Sur y Centro Sur. Los estados con mayor tradición y volumen migratorio tienen constituido un sistema de redes de forma que se pueden evitar los riesgos que supone cruzar la frontera, entre los que se encuentra la deportación (Massey et al., 1991). Las formas de evitarlo pueden ir desde proporcionar algún tipo de ayuda económica, contactar al migrante con un buen pollero o coyote, o indicar las rutas y determinadas precauciones si el migrante decide cruzar sin ayuda. A partir de los datos que arroja el cuadro 2 puede considerarse que la experiencia migratoria con la que cuentan estas regiones hace que disminuyan los riesgos en el cruce de la frontera, mientras que las regiones en las que tradicionalmente el número de migrantes es menor se ve incrementado el total de devoluciones. En estos cambios también puede estar interviniendo el cambio en los patrones migratorios en el sentido que en las regiones con mayor tradición disminuye la circularidad para estar temporadas más largas en Estados Unidos y por lo tanto se producen menos viajes para evitar los problemas que supone cruzar la frontera.

La migración a Estados Unidos se produce mayoritariamente por razones de trabajo. Por ese motivo es importante tener datos sobre las características laborales de los migrantes, previas al momento de la migración. Esto además proporcionará en cierta forma una aproximación a la situación socioeconómica a la que pertenece el flujo de deportados. Son cuatro las variables que se analizaran en este caso; condición de actividad, posición en el trabajo, firmó contrato y otras prestaciones, entre las que se encuentran principalmente el seguro médico y vacaciones pagadas.

Según lo observado en el cuadro 3 puede decirse que trabajaron en el lugar de residencia más de 50 por ciento del flujo de devueltos, siendo más numerosos los activos en el caso de los no fronterizos. También es importante notar cómo aumenta en 1998 el porcentaje del flujo que no trabajó en el lugar de residencia anterior. Para el caso específico de los no fronterizos este porcentaje está explicado en gran parte por aquellos que se incorporan por primera vez al mercado de trabajo, siendo la opción de Estados Unidos la elegida para comenzar su vida laboral. Entre el porcentaje que si trabajó en los últimos 30 días en su lugar de residencia anterior, más de 60 por ciento se declaró como asalariado, aunque sus condiciones laborales dejan mucho que desear, puesto que aproximadamente 80 por ciento no contó con contrato y un porcentaje muy similar tampoco contaba con ningún tipo de prestaciones. Por lo tanto puede concluirse que las condiciones de trabajo en el lugar de residencia pueden caracterizarse como precarias, tanto por el gran número de desempleados como por las condiciones de falta de prestaciones o contrato laboral. Todo esto está asociado con una condición socioeconómica baja, lo que en cierta forma podría también estar influyendo en la deportación.

 

Dimensiones explicativas de la devolución

Tras realizar una revisión sobre algunas de las principales características sociodemográficas del flujo de migrantes mexicanos devueltos por las autoridades estadunidenses, a continuación se presentará cómo se agrupan estas variables para lograr una mejor definición sociodemográfica de este subgrupo de migrantes.

Esta agrupación se realizará mediante la aplicación de la técnica estadística del análisis factorial. Como ya se mencionó al comienzo de este trabajo, el objetivo de aplicar esta técnica es estudiar las interdependencias de un conjunto de variables con el objeto de reducir al mínimo el número de factores que describen la información permitiendo, a su vez, encontrar una estructura subyacente explicativa (Bisquerra, 1989).

Se trata de una técnica que tras resumir la información en una matriz de datos con V variables, identifica un reducido número de factores, siendo imprescindible que el número de éstos sea menor que el número de variables. Estos factores representan a las variables originales con una pérdida mínima de información. Es una condición básica que el resultado cuente con el menor número de factores y que sea posible con éstos explicar la máxima varianza, es decir, que se cumpla con los requisitos de parsimonia e interpretabilidad.

Con todas las variables ordenadas y depuradas se aplicó el análisis factorial. Los pasos necesarios para llevarlo a cabo son los siguientes:

1. Pruebas de validez del modelo: estas pruebas se utilizan para comprobar que las variables estén altamente correlacionadas, ya que de no ser así no se podrían extraer los factores y el análisis factorial no sería un método válido, dado que no tiene sentido agrupar variables no correlacionadas. Para evaluar si el método es factible se utilizan diferentes indicadores. En este caso los indicadores utilizados fueron el determinante de la matriz de correlaciones y el test de significancia de Barlett, ambos con resultados satisfactorios, por lo tanto se confirma que con los datos existentes si es factible realizar un análisis factorial.

2. Extracción de los factores necesarios para representar los datos: existen diversos métodos para extraer los factores; en este caso se utilizó el método de componentes principales. Este método es el más directo para transformar un conjunto de variables en una nueva serie de variables compuestas o componentes principales no relacionados entre sí. Las nuevas variables representan aquellas combinaciones lineales de las originales, que maximizan la varianza explicada de los datos iniciales. El primer componente principal es el que resume lo mejor posible la información contenida en la matriz de datos original, de forma que surge una secuencia que puede continuar extrayendo factores hasta explicar la varianza total. Se eligió este método como el más pertinente, puesto que lo que interesa en este ejercicio es conocer cuáles son los factores que aportan mayores elementos explicativos en la expulsión de los emigrantes mexicanos en la frontera norte de México.

3. Rotación de los factores con objeto de facilitar su interpretación: consiste en hacer girar los ejes de coordenadas que representan a los factores, hasta conseguir que se aproximen al máximo a las variables en que están saturadas en ese factor. La matriz factorial rotada es una combinación lineal de la primera y explica la misma cantidad de la varianza inicial. Este procedimiento ayuda a la interpretación de los factores. La rotación realizada en esta ocasión es por el método ortogonal varimax, que consiste en mantener los factores independientes y los ejes formando ángulos rectos—. Este método trata de maximizar la varianza que explica cada factor y minimizar el número de variables que tienen saturaciones altas en un factor (García Ferrando, 1994:437-441). Debido a que lo que se pretende en este trabajo es conseguir el menor número de factores posibles con la mayor interpretabilidad, se consideró que este tipo de rotación de factores es el más adecuado.

4. Selección de los factores a conservar para el análisis: esta selección se realiza mediante los criterios de interpretabilidad y parsimonia (máxima información con el menor número de factores), pero además es necesario considerar la cantidad de varianza explicada por el conjunto de factores. En este trabajo se consideraron estos tres criterios para decidir el total de factores pertinentes para cada grupo. Éstos son presentados y comentados en la siguiente sección para cada uno de las subpoblaciones que conforman nuestro objeto de estudio.

Para la selección de las variables que se presentan en cada uno de los modelos se utilizó como criterio una comunalidad mayor a 0.5, lo que significa que todas las variables incluidas tienen un porcentaje alto varianza explicada en el total de factores extraídos, o lo que es lo mismo, que todas quedan explicadas por el modelo.

El resultado final fueron cinco factores para cada modelo, excepto en el caso de los fronterizos en 1998 donde se eliminó uno de los factores. Dentro de cada factor se realizó un análisis de las puntuaciones factoriales, por medio de las cuales es posible notar cómo se distribuyen los individuos dentro de cada factor, indicando a su vez sí el factor se inclina hacia un tipo de característica en particular.

A términos lograr una mejor comprensión, se agruparon los factores en dimensiones analíticas. Éstos son entendidas como agrupaciones de factores por medio de un criterio conceptual como herramienta para extraer conclusiones más generales sobre el fenómeno de la devolución y son: experiencia migratoria, características del migrante devuelto y cruce de la frontera. A partir de estas se comentarán los resultados arrojados por el análisis factorial.

Por motivos de espacio no se presentará un examen exhaustivo de cada uno de los factores; sin embargo, puede verse como se formaron estos en cada uno de los grupos de estudio en el anexo de este trabajo.

 

Dimensiones explicativas de la devolución en migrantes fronterizos, 1993-1998

En primer lugar comenzaremos por el análisis del flujo de devueltos fronterizos Como se puede observar en el cuadro 4 —donde se muestra el orden de los factores resultantes en los dos años de estudio—,8 existen algunas diferencias entre el número de factores que resultó para cada año de estudio en el caso de los devueltos fronterizos, además de observarse un cambio en el peso de los factores entre un año y otro. Sin embargo, el hecho de tener menos factores no afecta al total de varianza explicada, sino que al contar casi con el mismo porcentaje de explicación que en el grupo de 1993 ganamos una mayor parsimonia en el modelo (cuadro 1 del anexo). Los porcentajes de cada factor son mayores en 1998. por lo que podría decirse que estos factores cobraron mayor importancia en el proceso (cuadro 2 del anexo).

Entrando ya en el análisis de los factores, se observa cómo el único factor que conserva su lugar en los dos momentos del tiempo es la experiencia migratoria. Si se analiza la composición interna de cada uno de estos factores se observa que es mayoritario el grupo compuesto por migrantes sin experiencia,9 lo que parece indicar que ése podría ser el motivo fundamental por el que son capturados. Sin embargo, también existe un porcentaje importante de migrantes que si contaban con algún tipo de experiencia anterior acerca del cruce de la frontera. Esto habla de la parte más azarosa del fenómeno, puesto que si bien tener conocimiento sobre el cruce fronterizo puede ayudar a sortear algunos de los obstáculos a los que se enfrenta el migrante, por otro lado también supone una mayor exposición al riesgo que si queda reflejada en el análisis.

Una segunda dimensión es la relacionada con las características laborales demográficas y de origen del migrante devuelto, que presenta diferencias en la jerarquía de los factores según la explicación de la varianza en cada uno de los dos años de estudio. Este cambio se debe a la pérdida de explicación en el caso del factor referido específicamente a las características laborales, que si bien en 1993 indicaba una diferenciación entre aquellos devueltos que trabajaron los últimos 30 días en el lugar de residencia anterior como asalariados, de aquellos que no tuvieron un salario fijo (incluidos los que no trabajaron en ese periodo), en 1998 el factor correspondiente indica que, en este aspecto, la captura de los migrantes devueltos son importantes pero no indican una orientación sobre cómo pueden relacionarse con el fenómeno de la devolución. Una explicación de este cambio puede estar relacionada con el incremento en el total de devueltos fronterizos que no trabajaron en el lugar de residencia en este último año. Este incremento no puede saberse a ciencia cierta si se debe a un cambio específico relacionado con el subgrupo de migrantes devueltos, debido a los patrones de migración internacional o al cambio en la base de datos de 1998.10

A pan ir de los otros dos factores que forman esta dimensión, las características sociodemográficas del devuelto y el origen, puede extraerse la composición de este grupo, que por lo general se trata de jóvenes urbanos sin cargas familiares. Sin embargo, como se vio en los resultados de los análisis de cada uno de los modelos, las diferencias con los jefes de hogar no son muy grandes, En términos estadísticos puede pensarse que, al estar ordenada con casi 50 por ciento de los casos en cada opción (jefe de hogar e hijos del jefe), se trata de un fenómeno normalizado, es decir, puede hablarse de una estabilización del fenómeno en términos de la posición del individuo en el hogar o se es jefe o se es hijo.

Finalmente desaparece la dimensión relacionada con el cruce de la frontera. El hecho de contratar a una persona para cruzar la frontera o pagar para hacerlo deja de ser relevante entre los devueltos fronterizos en 1998. Como se pudo comprobar en 1993, la contratación de un pollero o coyote puede ser fundamental a la hora de evitar la captura, considerando que los migrantes que cruzan con éxito contratan en un mayor porcentaje este tipo de servicios.11 Es muy significativo que esta dimensión no aparezca reflejada en la estructura de los migrantes fronterizos de 1998, pese a que el porcentaje entre ambos años de esta variable apenas varía. Respecto a la otra variable, cuánto pagó para cruzar, está fuertemente relacionada con la anterior, ya que en la mayoría de los casos las personas que no contrataron pollero no pagan para cruzar.12

Recopilando los resultados obtenidos en este grupo se puede concluir que las condiciones para cruzar la frontera se han hecho más difíciles, de forma que la captura y devolución de migrantes indocumentados se ha convertido en un fenómeno más complejo en el que aparecen nuevas variables que si bien en un principio parecieran dar más consistencia al modelo (puesto que con menos factores se explica casi la misma varianza); sin embargo, la composición e interpretación de los resultados se hace más confusa y sugiere un análisis con mayor profundidad de lo sucedido para poder comprender del todo los resultados.

 

Devueltos no fronterizos: cambios en los factores 1993-1998

A diferencia de los migrantes fronterizos, los no fronterizos tienen costos más altos, lo que implica poder realizar viajes menos frecuentemente, diferentes características sociodemográficas, además de dinámicas migratorias diferentes, por lo tanto se espera una variación en los factores respecto a los fronterizos. Para esta subpoblación se mantienen cinco factores en cada caso, aunque varia la constitución del factor relacionado con el cruce de la frontera (cuadros 2 y 4 del anexo).

Al igual que para el flujo de fronterizos, la experiencia migratoria es la dimensión más importante y que explica mayor porcentaje de la varianza. La única diferencia es que en 1998 se elimina la variable "número de intentos de cruce" y desciende el porcentaje de explicación del fenómeno. Este descenso en 1998 hace que existan muy pocas diferencias en el porcentaje de varianza explicada entre el primer y último factor, de forma que puede pensarse en la complejización del fenómeno, puesto que son varios los factores que lo están explicando, con muy pocas diferencias entre ellos

Este factor actúa de dos formas en los migrantes no fronterizos. En ambos casos el porcentaje mayor resultante de las puntuaciones factoriales es para el flujo de devueltos que no tuvieron experiencia migratoria o que contaban con valores bajos en las variables que componen el factor. Esto significa que están fuertemente asociados los migrantes para los que es su primer cruce, no realizaron intentos anteriores y por lo tanto no fueron nunca capturados por la patrulla fronteriza. Al igual que para los migrantes fronterizos se incrementan los devueltos que podemos considerar inexpertos, respecto del segundo grupo, que sí contaba con algún tipo de experiencia en alguna de las variables que componen el factor (cuadro 5).

La segunda dimensión analítica, referida a las características sociodemográficas del migrante, presenta cambios leves. En contra de lo que sucedía entre los devueltos fronterizos, en esta subpoblación cobra importancia el factor relacionado con las características laborales. Pese a que este se polariza y da indicios sobre la posible aleatoriedad del fenómeno de la devolución, se presenta en 1998 como el segundo factor por el porcentaje de explicación en la varianza. Sin embargo, la confusión entre la formación de los grupos mediante las puntuaciones factoriales no puede mostrar ningún indicio acerca de la importancia de este factor en la devolución. La única conclusión a la que se llega es que se trata de un fenómeno más complejo en el cual las características laborales cobran mayor importancia aunque se desconoce el sentido de estas. Pese a que puede hablarse de un efecto azaroso en la captura en el cual éstas no definen ningún tipo específico de trabajadores, según el resultado de 1998 se trata del segundo factor que más explica la varianza.

También es importante considerar dentro de esta dimensión el papel de la variable "tamaño de hogar", que en 1998 aparece en dos factores: origen del migrante y características sociodemográficas. Este hecho refuerza el argumento de las diferentes estrategias familiares en el contexto de la migración. Si consideramos los resultados arrojados por el análisis factorial en estas dos subpoblaciones pueden lanzarse algunas conjeturas sobre el impacto de esta dimensión en la devolución del migrante. Según lo observado hasta ahora se trata de dos poblaciones muy diferenciadas. En primer lugar, es determinante en la formación de los grupos la jefatura de hogar del devuelto. Esta variable se asocia con la edad, de forma que los individuos más jóvenes son hijos del jefe de familia, mientras que los que cuentan con mayor edad suelen ser los jefes. Según los resultados que arroja el análisis para 1998, se incluyen elementos que dan más información sobre cómo afecta esta dimensión sociodemográfica sobre la devolución. En segundo lugar, el origen se antepone en la explicación de la varianza, separando por regiones de marginación al flujo de devueltos.13 La inclusión de una nueva variable, "tamaño de hogar", además indica que la expulsión de los migrantes se realiza dentro de un contexto familiar, que puede estar en situación de escasez relativa,14 generalmente en regiones marginadas, que cuenta con dos tipos de estrategias migratorias dependiendo del ciclo de vida del migrante.

Finalmente, también cambia la dimensión referente a las características o condiciones del cruce. En este caso se observa un cambio en las variables que constituyen este factor en cada año. El costo de pagar al pollero deja de ser relevante y se incorpora la variable "lugar de detención". La diferencia que se muestra en este factor está relacionada con el momento de la captura. En 1993, la contratación de un pollero o coyote era una garantía para cruzar la frontera sin peligros, pese a la posibilidad de ser estafados, al menos de esa forma se podían minimizar los riesgos de la detención. En 1998, la principal diferencia que se marca es que aquellos que cruzaron con ayuda "profesional" fueron detenidos en lugares más alejados de la línea, simplemente pueden estar unas horas más en Estados Unidos que el resto de devueltos. El que esta situación aparezca en 1998 demuestra cómo se mejoró entre estos dos años el radio de control de la Patrulla Fronteriza, que no sólo incrementó el número de capturas en la línea, sino que también sigue siendo efectivo aún después del cruce de la frontera.

El principal objetivo de este trabajo fue indagar sobre las características de los migrantes devueltos por la Patrulla Fronteriza en Estados Unidos e intentar una aproximación, mediante estas características, a las dimensiones que se ocultan detrás de este suceso. Para ello se utilizaron dos ejes analíticos; tiempo y condición dé residencia en la frontera, puesto que. como se ha visto durante todo el documento, si existen diferencias entre los dos grupos. Sin embargo, también es posible extraer características generales que pueden servir para caracterizar al grupo general de los migrantes devueltos por las autoridades estadunidenses y que se señalarán a continuación.

En primer lugar es necesario destacar la inexperiencia que presentan más de 50 por ciento de los migrantes devueltos. Para la gran parte se trata de su primer viaje a Estados Unidos, y es importante el porcentaje de devueltos que ya fueron capturados por la patrulla. Además para la mayoría existen más de un intento de cruce, lo que habla del recrudecimiento de las condiciones en la frontera.

Respecto a sus características sociodemográficas puede decirse que se trata de un flujo más joven, que el resto de migrantes, mayoritariamente solteros y sin cargas familiares y que por lo general es la primera vez que intentan cruzar a Estados Unidos. En 1998 se incrementa la edad media en el flujo de devoluciones y se observa con ello un incremento en el total de jefes de hogar. Esto nos indica que esta primera experiencia migratoria en edades tan tempranas forma parte del ciclo de vida, donde la deportación aparece como un obstáculo más, pero salvable, dentro de los peligros que existen al cruzar la frontera.

Debido también a su juventud, se trata de personas que no trabajaron en su lugar anterior de residencia, por lo tanto la migración es una forma de conseguir un trabajo para empezar una familia o para mantenerla en el caso de los jefes de hogar (se trata de parte del ciclo familiar, donde podría hablarse de una etapa en la que se está formado la familia debido a la edad de los jefes). Los que si tuvieron un trabajo se encontraban en una situación laboral bastante precaria que si puede afectar al hecho de que no pudieran costear los gastos necesarios para reducir los riesgos de la deportación. Entre estos gastos está la contratación de un coyote o pollero, que es minoritaria en el caso de los deportados.

Mediante el análisis factorial se agruparon todas estas variables y el resultado fue un conjunto de factores que pueden agruparse en dimensiones que facilitan la comprensión de la devolución. El resultado final fueron tres dimensiones explicativas de las cuales la inexperiencia es la característica que más se repite en todas las poblaciones. Pese a que la dimensión relacionada con las características del cruce aparece como la que menos explica, puede relacionarse con esta primera más que la dimensión sociodemográfica. Puede pensarse que existe un segundo grupo de migrantes que cuentan con mayor experiencia que también son capturados, e incluso existe un porcentaje mínimo del flujo que contrató los servicios de un pollero. Es posible, a través de los resultados obtenidos, lanzar una serie de conjeturas para comprender por qué se captura a estas otras personas que cuentan con mayores herramientas para evitar la captura. En primer lugar existe una mayor exposición al riesgo provocada por la repetición de los viajes, que incrementa la posibilidad de ser capturado. También puede ser una opción para aquellos que ya tienen experiencia, y que cruzaron anteriormente con un coyote, aventurarse a ir solos esta vez siguiendo la misma ruta del pollero. Por último, para los que si contrataron esta clase de servicios, hay que recordar que los abusos y estafas por parte de estos "profesionales" son comunes, y pudieron haberlas sufrido. Tampoco se destierra la idea de que el pollero pudiera fallar en su trabajo, aunque si es importante tener las demás opciones en cuenta.

La importancia de esta dimensión, características del cruce, se debe a que las variables que la componen tienen valores similares en todos los grupos, muy cercanos a la unidad, convirtiendo a este factor en una constante en términos estadísticos, que influye en el porcentaje de varianza explicada. Sin embargo, como ya se ha explicado, resulta fundamental para entender la forma en que tiene lugar la captura de los devueltos.

En relación con lo sucedido en la tercera dimensión, características sociodemográficas, también pueden extraerse diferentes conclusiones. En primer lugar es en este punto donde mejor puede observarse la heterogeneidad de las subpoblaciones en el análisis. Si bien en las dos dimensiones anteriores puede buscarse una explicación global que ayude a comprender el fenómeno de la devolución a partir de las semejanzas entre los grupos de análisis, en este caso se observan rasgos, menos definidos ya no sólo por las diferencias existentes, sino por la propia formación de los factores. Un claro ejemplo es lo sucedido con las características laborales. Si para 1993 pueden distinguirse dos grupos según su posición asalariada y su condición de actividad, en 1998 esas dos variables no indican ninguna diferenciación clara entre los diferentes grupos de análisis. Como se mencionó ya en el análisis de los factores, esto puede estar explicando la parte fortuita del fenómeno, de forma que ninguna de las dos variables incluidas en el factor proporcionan información acerca de las características del devuelto que influyen en la devolución.

Respecto a las últimas características, las relacionadas con el hogar y la procedencia del migrante devuelto, puede observarse cómo se diferencian las pautas familiares en cada uno de los dos ejes por condición de residencia en la frontera. Quizá el rasgo más significativo sea la aparición en 1998 de la variable "tamaño de hogar", que debe relacionarse con las teorías acerca de la migración desde una perspectiva de los hogares. Se trataría de una estrategia de sobrevivencia que tiene matices diferentes según el grupo que se elija. Mientras que entre los devueltos fronterizos esto se ve más difuso, en los no fronterizos queda bien marcado cómo afecta en la devolución, incluso de su origen, al estar vinculada con el factor que indica su procedencia.

Finalmente, y a modo de conclusión final, puede decirse que los migrantes devueltos están caracterizados por tres cuestiones muy específicas. En primer lugar hay que destacar que la inexperiencia migratoria es algo que la mayoría de estos individuos tienen en común y que puede ser una de las principales dimensiones explicativas de este fenómeno. En segundo lugar el origen de estos migrantes, de zonas rurales y regiones más desfavorecidas los exponen a una mayor vulnerabilidad que al resto de migrantes que sí lograron cruzar con éxito la frontera. Y por último las condiciones laborales en el lugar de residencia anterior dejan ver que existe cierta precariedad en ellas, por lo tanto se trata de un grupo que podría considerarse dentro de una clasificación general de los migrantes, como el más desfavorecido de todos. Los factores resultantes del análisis factorial apuntan hacia una población que se encuentra en una situación mucho más desfavorecida que el resto de migrantes internacionales. El hecho de que cada vez resulte más complicado cruzar la frontera supone una mayor inversión para poder tener éxito en esta dura experiencia. Esta situación de endurecimiento de las condiciones del cruce produce una selección no intencionada de los migrantes, de forma que aquellos que se encuentran con mayor vulnerabilidad social son los que tienen mayor probabilidad de ser capturados por la Patrulla Fronteriza.

Por lo tanto puede pensarse que la política de control fronterizo que incrementó el volumen de las deportaciones de mexicanos tuvo como consecuencia la creación de un nuevo grupo de migrantes. De acuerdo a las condiciones socioeconómicas la "estratificación" final de los migrantes quedaría de la siguiente forma: el primer lugar aquellos con mejores condiciones socioeconómicas que pueden viajar como documentados, seguidos de los indocumentados que pueden internarse con más o menos complicaciones en los Estados Unidos y por último el grupo más desamparado integrado por los migrantes devueltos por la patrulla fronteriza.

 

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Notas

* Este trabajo es una síntesis de la tesis presentada por la autora para obtener el al grado de Maestra en Población por la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, titulada La deportación en la frontera norte de México: aspectos demográficos y socioeconómicos.

1 Según un cálculo realizado en EMIF el porcentaje de aproximación oscila aproximadamente sobre 25 por ciento de la encuesta, considerando que se trata de una aproximación en la que existe un porcentaje de sobreestimación que no puede calcularse (García. 2001: 43).

2 En 1993 estaban activos 4 036 agentes de la Patrulla Fronteriza, en 1999 eran 8 351 (INS, 2000).

3 Elaborada por la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, El Consejo de Población y el Colegio de la Frontera Norte, todas ellas instituciones mexicanas.

4 Se eligió esta base como la más apropiada para el trabajo puesto que aporta información directa y confiable sobre la dinámica, magnitud y caraterísticas de los flujos migratorios de los trabajadores mexicanos. Los otros tres módulos por los que está compuesta esta encuesta son: migrantes de retorno (procedentes de Estados Unidos), migrantes de la frontera y migrantes procedentes del sur.

5 Pese a que la EMIF nos puede dar una aproximación a las características de los indocumentados, las características propias de este flujo, definidas especialmente por su condición extra legal, no permiten contar con una fuente en la que se determinen sus principales características y el volumen de los mismos.

6 En este trabajo se concibe la experiencia migratoria como la conjunción de las tres variables que se relacionan con las situaciones vividas con anterioridad por el migrante y que guardan estrecha relación con el fenómeno de la deportación, como son: viajes anteriores a Estados Unidos, número de intentos de cruce y veces que fue detenido anteriormente por la patrulla fronteriza.

7 Se trata sobre todo de personas que viven en localidades urbanas donde el tamaño de las familias generalmente es menor que en las zonas rurales.

8 Puede verse la agrupación de las variables en cada uno de los factores en el anexo de este trabajo.

9 A través de un análisis de las puntuaciones factoriales se pudo discriminar a dos grupos de individuos dentro de cada factor. En este caso aquellos individuos que no contaban con valores bajos en las variables que determinan la experiencia migratoria son mayoritarios dentro del subgrupo de devueltos fronterizos.

10 Mientras que en la primera fase de la EMIF se preguntaba acerca de la actividad laboral del último mes, excluyendo del resto de preguntas a todos aquellos que no estuvieron activos durante ese periodo, en la IV fase simplemente se pregunta si el migrante trabajó alguna vez en su lugar de origen y se incluyen a todos los demás migrantes que alguna vez estuvieron activos para el resto de preguntas sobre actividad laboral en el lugar de residencia anterior.

11 Según los datos de los migrantes que regresan de su estancia en Estados Unidos, 40 por ciento contrató la ayuda de un pollero para cruzar la frontera, lo que nos indica que recurrir a estos servicios si puede ser fundamental para cruzar con éxito (Conapo. 1997c).

12 Aunque existe una minoría que paga otro tipo de servicios que no son específicamente los de un coyote, como sobornar al personal de la frontera, alquilar tarjetas verdes, etcétera.

13 Es importante recordar que según la región de origen se incrementan los devueltos que provienen de regiones marginadas.

14 Se sabe que los que migran no son los más pobres, por lo tanto, no puede hablarse de pobreza extrema, sino que se forma un equilibrio entre la necesidad de ir a Estados Unidos por un mejor salario y la capacidad monetaria para poder soportar los gastos del viaje. En el caso de los devueltos, el no cubrir de todo estos gastos podría justificar parte de la captura.

 

Información sobre la autora

Elena García Alonso. Licenciada en Sociología por la Universidad de Salamanca y Maestra en Población por la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, sede México. Ha trabajado diferentes aspectos acerca de la deportación de mexicanos en Estados Unidos que fueron presentados en diferentes congresos internacionales como el de ILLASA (Universidad de Austin, Texas) y el XXIII Congresos del ALAS, celebrado en Antigua, Guatemala. Su más reciente publicación es "El fenómeno de la devolución en la frontera México-Estados Unidos: aspectos políticos y socioeconómicos", en Juan Martín, Con la frontera a cuestas: seis casos de emigración en América y España, Sevilla 2002. En la actualidad trabaja como investigadora asociada en El Colegio de México en el Programa de Salud Reproductiva. Correo electrónico: egarcia@colmex.mx

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