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Papeles de población

versão On-line ISSN 2448-7147versão impressa ISSN 1405-7425

Pap. poblac vol.6 no.23 Toluca Jan./Mar. 2000

 

La investigación urbana en América Latina

 

Martha Schteingart

 

El Colegio de México.

 

Resumen

En este trabajo se hace un balance de los caminos recorridos en el campo de la investigación urbana en la mayor parte de los países de América Latina, con el fin de establecer algunos criterios básicos para formular una agenda de investigación para el futuro próximo. El trabajo —basado en una serie de estudios realizados en el marco del proyecto internacional Iniciativa Global para la Investigación Urbana (GURI, por sus siglas en inglés) y aplicados en tres subregiones— hace un recuento del inicio y evolución de la investigación urbana en cada subregión; desarrolla aspectos como las perspectivas teóricas de la investigación urbana, los temas investigados, las disciplinas involucradas y las estructuras institucionales de apoyo a la investigación, poniendo énfasis, además, en el análisis comparativo de las subregiones (México-Colombia y Centroamérica; Brasil y Venezuela; los países andinos y del Cono Sur) y en la importancia de los aspectos político-institucionales en el desarrollo de la investigación.

 

Abstract

In this study which is about a balance of the urban research in the most part of the Latin America countries, to establish certain basic criterions to formulate a investigation schedule for the future. The study is based on serious studies already done by the international project of Initiative Global for Urban Investigation (GURI), and are applied in three sub-regions, which recount the beginning and the evolution of the urban investigation in each sub-region; aspects of development as theoretical perspectives as a urban investigation, the research themes, the involved disciplines and the institutional structures in the support of the investigation, putting emphasis in the comparative analysis of the sub-regions (Mexico-Colombia and Central America; Brazil and Venezuela; the Mountain Climber Countries and others south cone) and in the importance of the political-institutional aspects in the development of the investigation.

 

Introducción

Cada campo de estudio dentro de las ciencias sociales tiene su propia historia, paradigmas dominantes, grado de desarrollo teórico o empírico y marco institucional; sin embargo, nos ha parecido de interés general traer el ejemplo del área de los estudios urbanos en América Latina, tanto por la importancia que éstos han adquirido en las últimas décadas y la necesidad de sostener su desarrollo, como por el hecho que algunas de sus características son también aplicables a otros campos del conocimiento. En particular, las vicisitudes políticas en los diferentes países de la región han alentado o impedido el desarrollo de la investigación social crítica y, en ese sentido, el análisis comparativo que presentaremos constituye un indicador relevante de lo que ha ocurrido también en otros campos del conocimiento.

En lo que se refiere concretamente a la investigación urbana, un argumento muy socorrido para justificar la necesidad de aumentar los apoyos para el desarrollo de la misma, es que el mundo es cada vez más urbano y que los problemas de las ciudades se vuelven más apremiantes, en consecuencia, se presentan cifras impactantes (producidas en general por organismos internacionales) sobre el aumento de la urbanización, particularmente en los países del llamado Tercer Mundo. Sin embargo, y aunque ésa es la realidad indiscutible, nos ha parecido más importante orientar nuestra presentación en relación con los grandes cambios que tienen lugar en la economía y la sociedad urbana de los distintos países del mundo subdesarrollado. Esos cambios requieren de una reformulación de los temas a investigar y de la manera de abordarlos. Es en ese contexto que, a mi criterio, también cobra importancia la necesidad de realizar un balance de la investigación urbana y de establecer las bases de una agenda de investigación para el futuro próximo, que pueda resultar de utilidad no sólo para los investigadores, sino también para las instituciones académicas y los organismos nacionales e internacionales que han estado apoyado la investigación en ese campo.

En los distintos países latinoamericanos y en México, en particular, se han llevado a cabo en las últimas dos décadas evaluaciones sectoriales o globales de las investigaciones realizadas dentro del área de los estudios urbanos; sin embargo, creemos que a esos esfuerzos les ha faltado una perspectiva regional obtenida a partir de un análisis comparativo, en sentido estricto, de los diferentes países. En este trabajo sintetizaremos los resultados para América Latina de estudios realizados en el marco del proyecto (GURI, por sus siglas en inglés), Iniciativa Global Para la Investigación Urbana, referidos a la investigación urbana en los países del Tercer Mundo.1 Para llevar a cabo esos estudios se designaron coordinadores de 12 equipos subregionales, responsables de los análisis que se efectuaron en grupos de países, dentro de cada una de las grandes regiones del mundo subdesarrollado. América Latina se dividió en tres subregiones: Brasil y Venezuela; México, Colombia y Centroamérica; y los países del Cono Sur, a los que se sumaron Perú Bolivia y Ecuador.

Los coordinadores latinoamericanos de los tres equipos que se formaron y sus colaboradores produjeron tres trabajos en los que se presentan los resultados de sus estudios, los cuales fueron publicados en inglés por la Universidad de Toronto (Stren, 1995). Siguiendo una pauta común de análisis discutida por los coordinadores subregionales, los trabajos pusieron énfasis en:

1) El marco general del desarrollo económico y los procesos de urbanización que tuvieron lugar en los países analizados y que, de cierta manera, sirvieron de marco a la investigación urbana en cada caso.

2) Los principales temas que fueron objeto de investigación, así como las orientaciones teóricas y las disciplinas implicadas en los estudios.

3) El texto institucional en el que tuvo lugar la investigación.

4) La propuesta de una agenda de investigación para el futuro próximo.

La iniciativa de realizar este gran esfuerzo internacional para conocer qué ocurría con los estudios urbanos en América Latina, Asia y África provino fundamentalmente del Banco Mundial y de algunas fundaciones que habían financiado investigaciones en este campo, ya que existía la impresión de que los estudios urbanos en esos países habían declinado en los años ochenta, tanto en cantidad como en calidad. Sin embargo, es necesario aclarar que desde que conclusiones generales se extrajeron del total de trabajos producidos en unos 50 países, se mostro que esa impresión no coincidía con la realidad (con excepción de los países de África oriental) y que ella era consecuencia, en parte, de la falta de circulación de muchos estudios producidos en los países subdesarrollados, en los países centrales y en el medio donde se mueven los citados organismos internacionales y las fundaciones que han apoyado a la investigación.

A continuación sintetizaremos los aspectos más destacados de cada uno de los tres trabajos producidos por los equipos latinoamericanos (que no han circulado hasta el momento en español) y presentaremos un balance comparativo para la región, siguiendo los lineamientos más importantes que orientaron el proyecto. Quisiera aclarar que he tratado de integrar las propuestas de agendas de investigación de las tres subregiones mencionadas en una única agenda regional, ya que ellas contenían una serie de elementos comunes que, aunque presentados con formatos diferentes, apuntaban hacia las mismas problemáticas y objetivos. Estas propuestas se formularon tomando como base las conclusiones de reuniones locales, organizadas por los principales investigadores que trabajaron en el proyecto en cada uno de los países, incluidos en el mismo, y en ellas participaron un número importante de estudiosos de las diferentes temáticas incluidas en los estudios urbanos.2

 

Comienzos de la investigación urbana y su evolución posterior en América Latina

A partir de los tres trabajos subregionales latinoamericanos se trató de observar desde cuándo surge en la región un campo de estudios urbanos más o menos consolidado y cuál ha sido su evolución, particularmente en las décadas de los años setenta y ochenta y parte de los noventa. El surgimiento de este campo de estudios está relacionado claramente no sólo con el grado de urbanización de los países involucrados y la importancia de la problemática urbana, con los procesos y cambios económicos y sociopolíticos particulares de cada entorno nacional, sino también con la evolución de las ciencias sociales y de las instituciones donde tanto la investigación como la formación de especialistas en estas áreas del conocimiento han podido alcanzar cierto grado de desarrollo. Así, las estructuras de apoyo a la investigación son de enorme importancia para poder evaluar los avances de los estudios urbanos y su difusión en la sociedad y ellas están íntimamente vinculadas al desarrollo económico y, en especial, a las condiciones sociopolíticas de los países, como son: grado de apertura de los sistemas políticos y avance democrático, apoyo del Estado a la investigación, desarrollo institucional en el área de la gestión urbana, etcétera.

En el trabajo referido a México, Colombia y Centroamérica se pudo constatar que en la mayoría de los países de la subregión, la investigación urbana comenzó de manera continua, sistemática e institucionalizada desde los años setenta.

En México, los estudios realizados en las décadas de los cuarenta y cincuenta, sobre todo por investigadores estadunidenses, eran escasos y aislados; podría afirmar que una etapa preliminar de desarrollo del área tuvo lugar en ese país en los años sesenta, pero que fue sólo en los años setenta cuando comenzó a tener presencia indiscutida (con la creación de programas docentes y centros de investigación) y en los ochenta, cuando podemos hablar de la existencia de una comunidad científica bastante consolidada. En Colombia, la investigación urbana fue aún más modesta antes de los años setenta; con algunas excepciones, los estudios agrarios predominaron dentro de las ciencias sociales en la década de los sesenta. En Centroamérica, donde los procesos de urbanización fueron más tardíos, en el marco, además, de países con guerras o fuertes problemas políticos, los estudios urbanos aparecieron más recientemente. Si bien existen algunas similitudes en cuanto al comienzo de la investigación urbana institucionalizada en la subregión, la intensidad y continuidad de los estudios han presentado diferencias de acuerdo con las variables arriba indicadas, que inciden en los diferentes marcos nacionales en los que se da la investigación en los países implicados. De esta manera, en México se encuentra la comunidad académica más desarrollada, mientras que en países centroamericanos, como Nicaragua, El Salvador y Guatemala, apenas se distinguen campos ya establecidos de estudios urbanos.

En Brasil y Venezuela, la década de los sesenta se considera una época crucial para el desarrollo de los estudios urbanos; entonces comenzó el apoyo estatal para cursos de posgrado, así como la creación de un número importante de instituciones dedicadas a la investigación, la cual también recibió la influencia de los avances en la planeación territorial. Sin embargo, ya en los años cuarenta y cincuenta, sobre todo en Brasil, geógrafos y sociólogos habían comenzado algunos estudios importantes, principalmente acerca de cambios que ya se observaban en una sociedad urbana moderna. La influencia extranjera también tuvo un papel relevante en las etapas iniciales de los procesos que estamos analizando, aunque, en el caso de Brasil, además de la influencia americana, se dio una fuerte presencia de investigadores provenientes de Francia. En los años setenta la investigación urbana se fue consolidando, multiplicando recursos y centros de investigación con la convergencia, además, de un número cada vez mayor de disciplinas. En los años ochenta se observaron algunos procesos complejos y contradictorios; por un lado se dio un alto nivel de institucionalización pero, al mismo tiempo, las condiciones se volvieron menos favorables para la expansión de la investigación debido a la declinación del apoyo gubernamental (particularmente en Brasil, donde la extensión de instituciones importantes vinculadas al desarrollo urbano y la vivienda hicieron casi desaparecer los estudios aplicados) y al cambio de orientar fundaciones extranjeras como la Ford —que comenzó a apoyar de manera más intensa a las organizaciones no gubernamentales— en acciones para la comunidad. En Venezuela, los cambios no fueron tan dramáticos en parte porque nunca recibió mucho apoyo de instituciones extranjeras, por ser considerado un país no pobre dentro del contexto latinoamericano (situación que ha cambiado dramáticamente en los últimos años).

De igual manera que en los casos de Brasil y Venezuela, el estudio referido a los países del Cono Sur, Perú, Bolivia y Ecuador, menciona a la década de los sesenta como la del surgimiento de la investigación urbana institucionalizada, con la creación en las universidades de departamentos especializados en la temática urbana y también con el inicio de importantes centros dedicados a la investigación y a la docencia. A pesar de que tanto Argentina como Uruguay, y un poco más tarde Chile, (los países incluidos en el llamado Cono Sur) se urbanizaron rápidamente desde las primeras décadas de este siglo, hubo que esperar hasta los años sesenta para que aparecieran instituciones que impulsaran la investigación sobre temas urbanos. Así, a través de estos casos, se puede comprobar que no existe una relación directa entre los procesos de la realidad social y la capacidad de estudio de los mismos, sino que, como ya comentamos, tanto el desarrollo científico como institucional constituyen mediaciones fundamentales a tomar en cuenta cuando se analiza esa relación. En lo que se refiere a las etapas posteriores de evolución de la investigación, casi todos los países incluidos en la subregión del Cono Sur pasaron por dictaduras en los años setenta y parte de los ochenta, lo cual impidió la continuación de programas universitarios, limitándose, además, seriamente la libertad de investigación. Ésta sólo continuó en centros privados, con muy escaso financiamiento local o con algunos apoyos externos, de manera que los procesos de ampliación y consolidación que observamos, sobre todo para los casos de México, Colombia o Venezuela en los setenta y ochenta, no tuvieron lugar en estos países del sur, donde se dio un cambio fundamental en las estructuras de apoyo a la investigación, así como en las modalidades con que se desarrollaron los estudios urbanos, las cuales analizaremos más tarde.

Podríamos concluir que a pesar de las diferencias existentes en los ritmos de los procesos de urbanización, así como en los cambios sociales que acompañaron esos procesos en los países de América Latina, fue sobre todo desde los años sesenta cuando comenzó a configurarse el campo de la investigación urbana, aunque en los países ubicados hacia el norte de la región, los inicios más sistemáticos corresponden a los años setenta, particularmente para el caso de Centroamérica. En cuanto a la evolución posterior, también se observan diferencias importantes entre aquellos países que han sufrido las consecuencias de golpes de Estado y de regímenes dictatoriales, y los que han tenido un desarrollo político menos accidentado, donde, de alguna manera, la continuidad institucional ha sido la regla.

 

Perspectivas teóricas en la investigación urbana

Las influencias teóricas más destacadas y los paradigmas dominantes en la investigación urbana fueron similares en los diferentes países de la región que se han incluido en el proyecto GURI. Por ejemplo, podemos afirmar que las teorías referidas a la hiperurbanización, la modernización y la marginalidad prevalecieron en los años sesenta y comienzos de los setenta. Desde la década de los cincuenta muchos países latinoamericanos estaban experimentando la hiperurbanización, entendida como la presencia de una tasa alta de urbanización que no se correspondía con una tasa similar de crecimiento industrial, de tal modo que las migraciones campo-ciudad implicaban el tránsito desde empleos rurales de baja productividad a empleos urbanos también poco productivos. Éste fue visto como una patología y una deformación del modelo de urbanización observado en los países del Norte (Hauser, 1961). Por su parte, la teoría de la modernización, adaptada a la cuestión urbana en el contexto latinoamericano (CEPAL, 1969; Germani, 1969), diferenciaba un sector tradicional y uno moderno, independientes entre sí, y que ofrecían diferentes oportunidades a los trabajadores urbanos. Por último, la teoría de la marginalidad surgió a partir de las discusiones sobre el cambio social relacionado con el enfoque de la modernización (DESAL, 1969); heredera de una visión dual de la sociedad, esa teoría trató de explicar la pobreza urbana tomando como punto de partida la no integración de los migrantes al sector moderno de la economía (citado en Valladares y Prates, 1995).

En la segunda mitad de los setenta y comienzos de los ochenta el paradigma marxista adaptado a los estudios urbanos, sobre todo por la escuela francesa de sociología urbana, predominó en una gran cantidad de trabajos críticos que se dieron en América Latina, los cuales implicaron una significativa renovación de la investigación urbana, la apertura de nuevos temas y la modificación de la forma de abordar problemáticas más tradicionales. La influencia del paradigma marxista se dio con más fuerza en algunas temáticas que en otras, pero su presencia fue indiscutible en los trabajos sobre el suelo urbano, la vivienda y el sector de la construcción, en los movimientos sociales urbanos y, en cierta medida, sobre los procesos de urbanización en el contexto del desarrollo industrial capitalista. Sin embargo, es necesario aclarar que esa influencia no se hizo sentir tan claramente en los países del Cono Sur que atravesaron por largos períodos de represión y persecución ideológica.

Por otra parte, el marxismo estructuralista entró en crisis a mediados de los años ochenta, e importantes cambios tuvieron lugar dentro de esa perspectiva; así, algunos investigadores siguen trabajando dentro de ese paradigma, pero con una visión menos dogmática y más crítica del mismo, en una etapa caracterizada, en general, por ser menos paradigmática y en la que la pertenencia a una corriente teórica resulta menos importante. Esto se expresa en la forma de tratar nuevos temas que han aparecido en diversas disciplinas que concurren a la configuración del campo de los estudios urbanos.

Me parece interesante recoger algunas reflexiones presentadas en el trabajo referido a los países del Cono Sur y andinos, en el sentido de que en los años sesenta y setenta existía, tanto por el lado de la teoría marginalista como por el marxista, cierto optimismo respecto al futuro desarrollo de los países latinoamericanos y sus ciudades. En efecto, el optimismo funcionalista o marginalista se expresaba en la idea de que los marginales mejorarían su nivel de vida y se integrarían con el tiempo a la cultura moderna, confiando, también, en los beneficios de la planeación; mientras que los marxistas de los setenta pensaban que estos marginales podrían convertirse en una fuerza revolucionaria a través de la cual se daría la lucha política por un cambio radical de la sociedad (Rodríguez et al., 1995). Estas visiones optimistas, y en cierta forma globalizantes, fueron perdiendo fuerza y surgieron, en cambio, visiones más localistas y comunitarias de los problemas urbanos, las cuales fueron acompañadas, al mismo tiempo, por una "pulverización" de la investigación urbana.

 

Los temas investigados en la región

En cada uno de los países, los temas que han atraído mayor atención están vinculados, en cierta medida, a la evolución de su respectiva problemática urbana; sin embargo, no todos los problemas o aspectos de la realidad urbana reciben igual atención por parte de la comunidad académica, ya que deben cumplirse ciertas condiciones para que aquéllos se conviertan en temas de investigación. Además de los aspectos institucionales y de apoyo financiero, los avances teóricos y metodológicos dentro de las disciplinas, y el acceso a la información como la formación y experiencia de los investigadores tienen una influencia indiscutible en la selección de los temas. Los procesos de investigación también tienen su propia dinámica, basada en sus particularidades, requerimientos y limitaciones; en efecto, frecuentemente los investigadores seleccionan un nuevo tema como consecuencia de sus prioridades científicas y su evolución académica, aunque no se puede dejar de la lado la influencia de investigadores de los grandes centros de irradiación de nuevos marcos conceptuales y metodológicos. Sin duda, la influencia de países como Estados Unidos y Francia ha sido muy importante durante ciertas etapas del desarrollo de la investigación en América Latina (Schteingart, 1995).

En cuanto a los temas que han dominado dentro de los estudios urbanos en los países del norte de la región (México, Colombia y Centroamérica), podemos afirmar que fueron los referidos a los procesos de urbanización, a la cuestión de la vivienda y a la marginalidad urbana los que tuvieron mayor presencia desde los años sesenta, mientras que los movimientos sociales urbanos, la gestión local, los servicios urbanos y el medio ambiente surgieron como temáticas destacadas en los años ochenta. Si bien la cuestión de la pobreza urbana ha estado siempre presente en los estudios urbanos de la región, particularmente a través de los estudios sobre marginalidad o sobre los asentamientos irregulares, la categoría de "pobres urbanos" sólo aparece recientemente, sobre todo cuando la lucha contra la pobreza comenzó a convertirse en una prioridad de los gobiernos latinoamericanos, en el contexto de la implantación de programas de ajuste estructural y aumento de la pobreza urbana. Vale la pena destacar que los procesos de planeación urbana y la situación de violencia en las ciudades fueron mucho más exploradas en Colombia que en México, donde evidentemente estos temas han aparecido más tardíamente.

En el caso de Brasil, donde se cuenta con una base muy importante de información llamada Urbandata, referida a las investigaciones realizadas en todo el país (incluyendo tesis de posgrado), se ha podido realizar un seguimiento más sistemático y detallado de la producción en este campo. A partir de esa información se han establecido tres categorías de temáticas según su grado de desarrollo en el tiempo: aquéllas que ya están consolidadas, las emergentes y las estacionarias, que se han trabajado en algún momento, pero que han tenido poco crecimiento. Dentro de las primeras se ubican los trabajos vinculados a los procesos de urbanización, el crecimiento urbano y la migración; la estructura interna de las ciudades; las actividades económicas y los mercados de trabajo; la planeación urbana; la vivienda y la pobreza. Entre las temáticas emergentes se pueden citar los estudios sobre gobiernos locales, servicios urbanos, movimientos sociales, violencia urbana y medio ambiente y, por último, dentro de los temas estacionarios se encuentran análisis referidos a la industria de la construcción, el transporte y las finanzas públicas, que sólo se trabajaron esporádicamente y que actualmente han quedado englobados, de alguna manera, entre temas emergentes, como los servicios urbanos y el gobierno local.

Los temas dominantes durante los años sesenta en el Cono Sur y los países andinos fueron la planeación urbana y regional, así como la cuestión de la marginalidad (que en los años setenta se subsume dentro de la temática de la economía urbana informal). En la década de los ochenta, predominan, como en las otras subregiones, cuestiones como la gestión municipal, los servicios urbanos, los movimientos sociales y la pobreza urbana.

De esta manera, mientras en las décadas de los años sesenta y setenta se comprueban algunas diferencias en los temas más investigados en las distintas subregiones incluidas en el proyecto GURI, es indudable que en los años ochenta, los cambios ocurridos en los países y sus sociedades urbanas llevaron a un acercamiento notable entre los mismos, en el tratamiento de nuevos temas que resultan críticos en la realidad latinoamericana.

Efectivamente, los años ochenta y noventa vieron el comienzo de nuevas condiciones políticas en la mayoría de los países de la región, con la caída de varias dictaduras militares, la apertura política y el comienzo de regímenes más democráticos. Sin embargo, los procesos democratizadores se dieron, en general, en contextos económicos adversos, con la aplicación de programas de ajuste estructural y el desarrollo de políticas sociales regresivas, que implicaron el incremento de las diferencias sociales y el aumento de la pobreza en las ciudades. Al mismo tiempo, las nuevas condiciones políticas se acompañaron de la iniciación de procesos de reforma y descentralización del Estado, que a veces trajeron aparejados la privatización de los servicios públicos y de las formas de producción del marco urbano, en general. Los movimientos sociales, que se multiplicaron en los años ochenta, tuvieron un papel destacado en los procesos de descentralización y se desarrollaron en la región; en particular en los países del sur permitieron la movilización contra las dictaduras de Uruguay, Argentina y Chile, aunque también cumplieron una función importante en la apertura política de países como México y Colombia.

 

Las disciplinas involucradas

Entre las disciplinas que convergen en el campo de los estudios urbanos, la sociología urbana se ha desarrollado fuertemente, particularmente en México y Colombia, desde los años setenta, y se ha constituido en la disciplina más prominente en los estudios recientes. La economía urbana, en cambio, ha tenido menor presencia en esos países y pocos economistas han producido recientemente estudios importantes sobre temas como la industrialización y los procesos urbanos, la estructura económica de las ciudades y las finanzas urbanas. Hay que destacar, por otra parte, que en los últimos años la antropología urbana ha realizado importantes aportes a esta área, sobre todo en lo referente al estudio de la cultura urbana. Asimismo, las ciencias de la administración han comenzado a trabajar activamente en la temática de la gestión municipal, con un enfoque de tipo institucional que faltaba en los estudios urbanos. En cambio, la influencia de los arquitectos y planificadores urbanos, bastante importante en las primeras etapas de la investigación (cuando predominaba una visión más física y espacial de la problemática territorial) ha descendido de manera notable.

En el caso de Brasil, además de disciplinas como la geografía y la sociología, que tuvieron, como vimos, una presencia destacada en los comienzos de los estudios urbanos en el país, también convergen la economía, la historia, la antropología y la administración pública; cada una manteniendo sus propios enfoques y temas de interés. En general, parece ser que en Brasil la investigación en ciencias sociales tuvo más impulso que los estudios vinculados a aspectos técnicos, influidos por instituciones del Estado, sobre vivienda, servicios básicos, transporte, etc., tendencia que parece coincidir con el caso de México. En Venezuela, en cambio, la investigación estuvo desde un principio más ligada a la arquitectura y el urbanismo, centrada en escuelas pertenecientes a esas disciplinas.

En los países del Cono Sur y la región andina, las disciplinas prevalecientes han sido la sociología, la arquitectura y la economía, con variaciones dentro de la subregión, que tienen que ver con las condiciones de cada país y la selección de los temas de investigación. Por ejemplo, Perú y Bolivia muestran un mayor número de antropólogos, como consecuencia de los problemas étnicos de las ciudades, mientras en Chile los economistas se han destacado por la importancia que se ha dado últimamente a los problemas de la pobreza y las políticas sociales.

En síntesis, los estudios urbanos configuran un campo de investigación en el que converge un número creciente de disciplinas científicas, pero en el que dominan, en América Latina, la sociología, el urbanismo y, en menor medida, la economía, la antropología y la geografía. En cambio, resultados de los estudios para Asia y África, realizados también en el marco del el proyecto GURI, muestran el gran predominio de disciplinas como la geografía, para caso de África, y de la economía, para los países asiáticos (Stren, 1995).

Sería necesario profundizar más en estos aspectos para explicar por qué se dan las diferencias indicadas en los diversos países y regiones consideradas. Sin embargo, sería posible hipotetizar que esas diferencias podrían surgir tanto del grado de desarrollo local de las diversas disciplinas (a veces influenciado por la dependencia cultural de los países del Tercer Mundo) como de los enfoques dominantes y los temas seleccionados, producto en cierta medida de los apoyos financieros, externos o internos, obtenidos en cada país.

Asimismo, hay que mencionar que la mayor parte de los estudios son de tipo disciplinario, mientras los trabajos interdisciplinarios han sido bastante escasos, ya que ello requiere de la formación de equipos más amplios, posiblemente mediante la colaboración de diferentes instituciones académicas, lo cual resulta particularmente difícil en el contexto de las dificultades financieras y limitaciones institucionales que veremos a continuación. Sin embargo, se realizan algunos esfuerzos para integrar equipos interdisciplinarios, sobre todo en estudios urbano-ambientales, que requieren del concurso tanto de las ciencias naturales como de las ciencias sociales.

 

Las estructuras institucionales de apoyo a la investigación

El marco institucional de la investigación tiene efectos importantes sobre la misma, como indicamos al comienzo de este trabajo. En el estudio sobre México, Colombia y Centroamérica se han señalado las diferencias existentes en la investigación de acuerdo con el tipo de instituciones donde ésta se lleva acabo. Mientras la investigación realizada en universidades tiene connotaciones más teóricas, los estudios realizados, en general, por las organizaciones no gubernamentales (ONG) se vinculan más a la acción con las comunidades, al tiempo que los efectuados en organismos públicos tienen una orientación más técnica y muchas veces vinculada a la planificación. Por otra parte, es importante aclarar que en México ha existido un predominio significativo de instituciones académicas dependientes del Estado (universidades públicas, El Colegio de México y otros colegios en ciudades de provincia); en cambio, la investigación en universidades privadas y en ONG ha sido hasta ahora bastante limitada. En Colombia y Centroamérica, como corolario de las limitaciones o de la declinación de las instituciones públicas, las ONG han comenzado a tener un papel mucho más destacado y, sobre todo en Colombia, las universidades privadas ya tienen cierta tradición en este campo y han realizado algunos aportes relevantes a la investigación. Esta situación existente respecto al campo de estudios que nos ocupa refleja indudablemente las condiciones generales en las que se desenvuelve la investigación en ciencias sociales, en general, en la subregión.

Brasil presenta una estructura bastante diversificada para el desarrollo de la investigación urbana y al momento de llevar a cabo el estudio que aquí exponemos (hacia mediados de los años noventa) se consideraba que existían 85 centros de distinto tipo donde de llevaba a cabo la investigación urbana. Alrededor de 80 por ciento de los estudios se han desarrollado en universidades públicas y privadas y el resto en ONG y en centros privados de investigación; estos últimos (como CEDEC y CEBRAP), aunque no ha tenido un fuerte peso desde el punto de vista cuantitativo, sí poseen una gran presencia por la alta calidad de sus investigadores y de los trabajos producidos. Sin embargo, se ha señalado que en la segunda mitad de los ochenta, debido a razones ya comentadas, se produjo una discontinuidad en la formación de investigadores y una fragmentación en los equipos de investigación existentes, la interrupción de proyectos y la proliferación de estudios de pequeña escala en los que dominan los análisis de casos. En Venezuela, la situación ha sido más parecida a la mexicana, destacando la investigación realizada en las universidades públicas.

En la subregión del sur, al principio la investigación se desarrolló en las universidades e instituciones del Estado, mientras que las ONG comenzaron a aparecer en los años setenta; sin embargo, actualmente la mayor parte de la investigación se realiza en estas organizaciones. La presencia de regímenes autoritarios, como ya señalamos, tuvo un fuerte impacto en las universidades, las que perdieron recursos y libertad para investigar al tiempo que las ONG, por su independencia del Estado y trabajando con financiamiento externo, lograron realizar importantes aportes. Más tarde, con los procesos de democratización, algunas universidades volvieron a impulsar la investigación urbana; sin embargo, como consecuencia del ajuste estructural, tampoco ellas pudieron contar con recursos suficientes para remontar la débil situación de los investigadores, razón por la cual las ONG continúan siendo, en muchos casos, los lugares privilegiados para la investigación e, incluso, para la formación de recursos humanos.

En algunos países o subregiones, el surgimiento de redes de investigadores ha colaborado en la promoción de proyectos de investigación en lugares donde las condiciones eran menos favorables para el desarrollo de los estudios urbanos, o de ciertos temas importantes para los cuales no habían existido apoyos locales. Indudablemente esas redes, tanto temáticas como amplias, nacionales como internacionales, constituyen una modalidad que, con sus vaivenes, han contribuido al desarrollo de estudios comparativos en la región.

 

Bases para una agenda de investigación y estrategias de apoyo

Como culminación del análisis expuesto, nos ha parecido pertinente presentar algunas ideas que sirvan de base para proponer una agenda de investigación, tarea que resulta muy importante para poder orientar estudios que respondan más efectivamente a los retos emergentes en las sociedades urbanas de Latinoamérica.

Existió, en general, cierto acuerdo a partir de las consultas realizadas en cuanto a los aspectos que deberían tomarse en cuenta para las propuestas de agendas de investigación; a continuación presentamos algunos de esos puntos:

1) Aplicar, de alguna manera, refinamientos conceptuales, así como la comprensión más inmediata de fenómenos relevantes.

2) Tomar en cuenta aspectos históricos, pero también mirar al futuro, tratando de aceptar las nuevas dinámicas sociales y políticas, y previendo, asimismo, el impacto de cambios estructurales en la escena urbana.

3) Tratar de superar los análisis superiores que no toman en cuanta las interfaces de ciertos temas, sectores y procesos, incorporando también las diferencias regionales e interurbanas, así como las formas y los tiempos particulares de los procesos socioeconómicos

4) Evitar los análisis de caso que dejan de lado una visión más integral de las diversas situaciones urbanas, por no tomar en cuenta a diferentes grupos sociales o por concentrarse situaciones excepcionales de algún grupo en particular.

5) Existe la necesidad de un mayor desarrollo teórico, que requiere una revisión conceptual de algunos temas tradicionales, así como la propuesta de categorías analíticas para nuevos temas. También habría que restablecer análisis más estructurales o globales y buscar nexos entre temas globales y específicos.

6) Una agenda debe tomar en cuenta la experiencia colectiva de los estudios urbanos, para proponer nuevos temas o replantear algunos más tradicionales, con un nuevo enfoque, ubicándolos en las nuevas coyunturas nacionales e internacionales. Por otra parte, se planteó la necesidad de trabajar en nuevas temáticas que por diferentes razones no fueron desarrolladas o que han sido olvidadas.

En cuanto a los temas de la agenda propuestos para los diferentes países (y que deberían ser considerados, continuados y abiertos) se podrían numerar los siguientes:

1. Los nuevos procesos de urbanización, vistos en el contexto de la globalización y de los cambios estructurales de las economías, como reestructuración de la producción, apertura comercial y sus implicaciones territoriales, nuevas competencias internacionales, cambios culturales, etcétera.

2. La estructura y base económica de las ciudades o la eficiencia productiva de las mismas. Cambios tecnológicos, relaciones laborales, división del trabajo y nuevas dimensiones de la informalidad.

3. Cambios en la estructura social de las ciudades. Pobreza y desigualdad social. Nuevos actores y fenómenos sociales (sectores religiosos, grupos étnicos, grupos etareos). Nuevos movimientos sociales.

4. Procesos de descentralización y nuevas formas de gestión y administración de las ciudades. Planeación, regulación, nuevas fuentes y formas de financiamiento. Ciudadanía y participación de la población. Clientelismo y corporativismo.

5. Políticas sociales y urbanas. Nuevo papel del Estado, nuevas relaciones entre sector público y privado; los procesos de privatización de algunos servicios urbanos y su impacto sobre la economía y la sociedad. Relaciones entre vivienda y servicios en este marco.

En general, los trabajos producidos dentro del proyecto señalaron la necesidad de que la problemática ambiental de las ciudades, así como la relativa a la participación de la mujer en los procesos urbanos atraviesen los temas aquí expuestos, ya que más que constituir temas separados, implican enriquecer los resultados de los estudios urbanos, como consecuencia de la incorporación de las dimensiones de género y ambiental en temas particulares en los que pueden desagregarse los grandes lineamientos presentados.

Para que una agenda de investigación pueda implantarse, es importante desarrollar estructuras institucionales adecuadas que permitan la consolidación de la comunidad académica.

Esto requiere, por un lado, programas de formación de investigadores, no solo en las ciudades capitales, sino en distintos centros urbanos de los países. Asimismo, es necesario promover el entrenamiento de nuevos investigadores por medio de programas especiales y mediante su incorporación a equipos de investigación. La falta de académicos bien entrenados en la región impide el adecuado funcionamiento de esos equipos, indispensables para la realización de los estudios que deberían llevarse a cabo.

También resulta necesario la existencia de centros de documentación y bibliotecas especializadas, así como una mayor presencia de publicaciones, tanto de libros como de revistas especializadas. Si bien se ha logrado un aumento relativamente importante de publicaciones dedicadas, total o parcialmente, a temas urbanos, es necesario ampliar o mejorar esas publicaciones y hacer que su circulación permita que realmente resulten accesibles a las personas interesadas en las temáticas incluidas dentro de este campo de investigación.

Por otro lado, estimular el desarrollo de nuevas redes e investigación, o el reforzamiento de las existentes, resulta indispensable para ampliar los canales de comunicación entre investigadores y, como ya comentamos más arriba, para facilitar el intercambio de información y ampliar las posibilidades de llevar a cabo investigaciones, mediante los apoyos recíprocos.

Asegurar financiamientos que permitan el desarrollo de proyectos más ambiciosos de investigación y que puedan extenderse por periodos más largos se vuelve una necesidad imperiosa si, como dijimos anteriormente , se pretende superar la pulverización que ha sufrido, en general, la investigación urbana en la región, y para llevar a cabo proyectos más globales y estructurales.

Por último, se requiere una mayor difusión, en diferentes formatos, de los resultados de las investigaciones. Muchos trabajos útiles, incluyendo buenas tesis de posgrado, han quedado sin publicar, frecuentemente por falta de fondos. Por ello, el apoyo a la investigación también debería incluir un mayor financiamiento a publicaciones especializadas.

 

Bibliografía

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Notas

1 El Proyecto GURI, financiado por la fundación Ford y coordinado por la Universidad de Toronto, Canadá, comenzó en 1992, tuvo tres etapas de desarrollo hasta 1998 y cubrió un amplio grupo de países de América Latina, Asia y África. Durante la primera etapa se llevó a cabo un balance de la investigación urbana; en la segunda se trabajó sobre el tema de gobernabilidad y pobreza, y la tercera etapa culminó con la presentación de análisis de casos referidos a la cuestión de la gobernabilidad y la gestión local en ciudades del Tercer Mundo.

2 Como coordinadora de la subregión que incluía a México, Colombia y Centroamérica, me tocó realizar en El Colegio de México cinco seminarios con investigadores de las temáticas más relevantes de este campo, incluyendo reuniones tanto disciplinarias como interdisciplinarias en las áreas de vivienda y servicios, proceso de urbanización, mercados de trabajo urbano, movimientos sociales y gestión local, así como sobre estrategias de sobrevivencia y cultura urbana. Este mismo tipo de reuniones fue también realizado por los colegas de Colombia y Centroamérica que participaron en el estudio, Orlando Sáenz y Mario Lungo, para cubrir una amplia gama de investigadores de la subregión.

 

Información sobre la autora

Martha Schteingart Garfunfal. Arquitecta urbanista por la Universidad de Buenos Aires y socióloga urbana por la Universidad de París. Ha sido asesora de las fundaciones Ford y MacArthur, investigadora visitante del Woodiow Wilson Center for Scholars. Pertenece al Sistema Nacional de Investigadores y coordina en México el proyecto Iniciativa de Investigación Urbana Global de la Universidad de Toronto. También es profesora-investigadora del Centro de Estudios Demográficos y de Desarrollo Urbano de El Colegio de México. Sus líneas de investigación han sido sobre suelo y vivienda, estructura urbana, pobreza y políticas sociales, gobernabilidad y gestión local, y medio ambiente urbano. Ha publicado más de 120 artículos en revistas y libros colectivos y más de 15 libros como autora única o en coautoría, entre los que destacan: Pobreza, condiciones de vida y salud en la Ciudad de México; Vivienda y vida urbana en la Ciudad de México; Políticas sociales para los pobres en América Latina; y Gobernabilidad y gestión local en México y Colombia. Correo electrónico: mschtein@colmex.mx

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