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Revista mexicana de investigación educativa

versión impresa ISSN 1405-6666

RMIE vol.25 no.86 Ciudad de México jul./sep. 2020  Epub 02-Dic-2020

 

Reseñas

Los caminos de la movilidad social. Destinos y recorridos de estudio y trabajo de los mexicanos en el extranjero

José Raúl Rodríguez Jiménez* 

*Profesor-investigador de la Universidad de Sonora, Departamento de Sociología y Administración Pública. Blvd. Luis Encinas y Rosales s/n, col. Centro, Hermosillo, Sonora, México Hermosillo, Sonora, México. CE: rraul@sociales.uson.mx

Grediaga Kuri, Rocío; Gerárd, Etienne. 2019. Los caminos de la movilidad social. Destinos y recorridos de estudio y trabajo de los mexicanos en el extranjero. Ciudad de México: Universidad Autónoma Metropolitana-Azcapotzalco, Siglo XXI Editores,


En la actualidad la migración internacional es un proceso de amplias dimensiones, presente en prácticamente todo el mundo. Las cifras de 2019 de Migration Data señalan alrededor de 270 millones de migrantes -3.5% de la población total del planeta-, la mayoría de ellos migra por motivos laborales, pero otra importante proporción lo hace por razones políticas, económicas y bélicas. Este libro trata sobre un segmento de esa población que busca oportunidades en otras regiones; está conformado por mujeres y hombres mexicanos altamente capacitados que parten al extranjero para continuar su formación escolar o con fines de empleo profesional.

Pese a que la movilidad estudiantil internacional en México es un proceso añejo, no ha sido suficientemente estudiado, aun cuando una parte considerable de ella es apoyada con recursos públicos. La escasa información disponible, ya sea la proporcionada por las instituciones de educación superior, como la publicada por las agencias nacionales o internacionales, contabiliza en el mejor de los casos el número de estudiantes salientes, las becas y los destinos de los alumnos, así como los residentes nacionales en el extranjero. Pero deja en penumbra el proceso mismo de la movilidad. En este sentido se desconocen las características de los estudiantes, sobre todo sus rasgos sociales, la toma de decisiones, su adaptación al país destino; tampoco se conocen suficientemente las condiciones de los países que albergan a los estudiantes mexicanos, sus políticas de aceptación o condicionamiento, o bien lo sucedido al concluir los estudios, ya sea la permanencia en nación en la que estudiaron, el retorno a México o un nuevo recorrido de migración.

Aunque en los años pasados, el campo sobre movilidades internacionales ligadas a la educación superior avanzó significativamente en nuestro país y con resultados de investigación considerables -al respecto baste consultar los artículos publicados en revistas especializadas o bien la producción realizada por la Red Sobre Internacionalización y Movilidades Académicas y Científicas- aún se está lejos de integrar los diversos elementos que suponen las movilidades internacionales de los mexicanos. En este escenario, Los caminos de la movilidad social representa el esfuerzo de investigación más amplio y mejor logrado hasta ahora en México. Pero cuáles son los atributos de este libro para afirmar lo anterior. A continuación, se anotan tres de los más relevantes.

Diseño de investigación

El libro distingue diversas dimensiones relacionadas con la migración altamente capacitada, entre las que destacan las políticas públicas de los países de origen y destino de los estudiantes, las relaciones y flujos académicos entre las naciones, así como las oportunidades u obstáculos en los mercados profesionales entre las distintas regiones. En términos generales, estas condiciones son las que apoyan o desalientan la movilidad estudiantil en México. Sin embargo, las oportunidades y restricciones no operan de la misma manera para todos los estudiantes mexicanos, sino que su origen social y capitales culturales tendrán un peso significativo en la elección de la institución y el país destino, en su desempeño escolar y profesional durante su estancia en el extranjero y en los recorridos profesionales posteriores a la conclusión de los estudios.

Vincular las condiciones estructurales a los actores es un acierto analítico que permite comprender con mayor amplitud y detalle la movilidad, pero impulsarlo y probarlo empíricamente representa grandes desafíos de diverso tipo. Uno de ellos se ubica en la información sobre movilidad internacional en México. Quienes se dedican a la investigación en ciencias sociales en México saben que la información es limitada, desordenada y, en algunos casos, inexistente. Esto mismo sucede con la movilidad internacional de mexicanos: preguntar cuántos y quiénes son los migrantes altamente calificados; cuáles son los países, instituciones, áreas de conocimiento y periodos en que se formaron son cuestiones difíciles (si no es que imposibles) de responder con la información existente.

En México, los datos se concretan en ciertos segmentos de población, por ejemplo, estudiantes apoyados por becas del gobierno federal o por algunas universidades federales o estatales, y solo hasta años recientes se recoge y publica periódicamente la información. De cara a esta situación, el equipo de investigación procedió a explorar y recuperar información de fuentes nacionales de apoyo a estudiantes móviles (Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología -Conacyt, Programa para el Desarrollo Profesional Docente, para el Tipo Superior-Prodep) e internacionales, sobre todo de aquellos países que reciben los mayores flujos de estudiantes mexicanos: Estados Unidos, Francia, España, Alemania y Canadá.

El acopio de información sirvió para aproximarse a las dimensiones de la población de interés y los flujos de estudiantes por países, pero insuficiente para conocer los detalles de los actores involucrados en la movilidad, por lo cual se procede a generar información primaria mediante un par de instrumentos. De un lado, la aplicación de una encuesta a una muestra de 2 mil 457 alumnos y exalumnos de varias generaciones, países y disciplinas. Este instrumento permitió medir el peso de las características de los estudiantes y establecer asociaciones con el país destino, el tipo de establecimiento y campo de estudio seleccionados, así como los periodos en que ocurren los estudios o las estancias. Por otro lado, la realización de entrevistas a profundidad a 502 sujetos permitió comprender el significado que otorgan los propios estudiantes a la movilidad internacional. Los detalles de la construcción y el prolongado periodo de levantamiento de información, que consumió más de tres años, están minuciosamente detallados en el anexo metodológico que aparece en el libro.

La abundante información generada por los instrumentos hizo visibles los procesos de la movilidad internacional de un amplio grupo de mexicanos: desde la elección del país, la institución y área de conocimiento, hasta la conclusión de los estudios, pasando por los procesos de adaptación cultural. También delineó los rostros de las mujeres y hombres que eligieron continuar su formación en el extranjero, incluso de quienes continuaron su desempeño profesional fuera de México; sus antecedentes escolares, origen social y capitales culturales. Esto constituye ya un gran adelanto puesto que amplió considerablemente el horizonte del saber.

Pero el propósito de la investigación es ir más allá de la descripción pormenorizada y lograr distinguir diferencias en el origen social de los encuestados -origen social alto, medio y medio bajo- así como diferencias en el momento de la formación a través de tres generaciones -iniciadores, herederos y nueva generación- trazadas por el grado escolar máximo logrado (o en curso), la edad y el periodo de estudios. Bajo estos recursos analíticos se logra asociar, respaldados con suficiente evidencia empírica, los rasgos sociales y temporales de los grupos a las condiciones estructurales de nuestro país y las posibilidades para la continuar la formación en el extranjero. Además, dado que no solo importa el momento de salida y el grupo social de pertenencia de los estudiantes, sino también los países a los que arriban, se reconstruyen la situación de los sistemas de educación superior, las políticas para la migración escolar, incluso los mercados profesionales de las naciones que reciben más mexicanos para continuar estudios superiores que, como se anota antes, son Estados Unidos, Francia, España, Alemania y Canadá.

Con base en este diseño de investigación se logra comprender el proceso de la movilidad internacional de mexicanos, pero también es posible conocer las trayectorias por subgrupos de estudiantes, ya sea por periodo, origen social y país destino, incluso observar y comprender los obstáculos que enfrentaron y las estrategias para resolverlos. El lector comprenderá, por ejemplo, las diferencias de migrar a Estados Unidos, Francia y Reino Unido durante la década de 1980 o hacerlo en años recientes, pero también las diferencias que significa contar o no con capitales culturales suficientes (lingüísticos, viajeros) para la adaptación a la cultura local, o los problemas generados por el desconocimiento de los códigos académicos y escolares imperantes en las instituciones escolares a las que se arriba.

La organización del libro

La comunicación de resultados de investigación suele restringirse a públicos especializados, incluso a los revisores o editores, puesto que son ellos quienes aprueban o no los escritos para su publicación. Este libro pasó, como todo buen producto de investigación, por varios jueces que otorgaron su aprobación, pero su escritura no está circunscrita a un puñado de expertos en campos concretos -educación superior, migraciones internacionales, movilidad social- o a los científicos especializados en uno u otro tipo de recursos metodológicos (cuantitativistas o cualitativistas). La organización y escritura del libro hace posible que lectores de las ciencias sociales puedan comprender con cierta facilidad el contenido amplio y, a la vez, pormenorizado del tema tratado. ¿Cómo se logró este propósito? De un lado, la organización del texto: compuesto por siete capítulos, además de una introducción y conclusiones generales, así como un anexo metodológico. En su primer capítulo, presenta la perspectiva teórica y metodológica del estudio. Esta sección es vital puesto que opera como un mapa general del diseño de la investigación y el lector encontrará ahí todos los referentes para la comprensión detallada de los temas tratados. Continúa con seis capítulos más que recortan la movilidad desde diversos ángulos. En las conclusiones generales se recogen los hallazgos y se atiende una pregunta añeja en el campo de las movilidades estudiantiles internacionales pero que a la luz de los nuevos resultados renueva su vigencia: ¿fuga de cerebros o transformación social desde afuera? De otro lado, el cuidado atento y detallado en la redacción de cada uno de los capítulos. Aunque la obra tiene diversas autorías, se cuida que no existan grandes diferencias en la redacción de las secciones, ello sin perder el toque personal de cada autor.

Equipo de investigación

El grupo que desarrolló está investigación lo integran siete académicos: Rocío Grediaga Kuri y Etienne Gérard (coordinadores); María M. Fresán Orozco, Yean Lebeau, Mónica López Ramírez, Estela Maldonado Pérez y M. Cristina Parra Sandoval. Todos se dedican profesionalmente a la indagación en ciencias sociales, sobre todo en sociología de la educación, pero lo hacen con orientaciones, trayectorias y ubicaciones geográficas diferentes; algunos son maduros, con amplios recorridos en la indagación, mientras que otros integrantes son jóvenes e inician sus carreras; algunos laboran en instituciones ubicadas en Francia, Gran Bretaña y Venezuela, otros en universidades mexicanas; y todos con estancias de investigación en el extranjero. En estas diferencias de talentos y capacidades radica quizá la mayor fortaleza de este grupo de investigación para superar durante años el desarrollo de este trabajo. Pero esas diferencias deben reconocerse y aprovecharse de la mejor manera para atender las tareas de la indagación. Esta delicada tarea de liderazgo en la producción científica la realizaron exitosamente los coordinadores: Rocío Grediaga y Etienne Gerard, ambos con largos y complejos recorridos en las ciencias sociales.

Por todo lo anterior, este libro es ampliamente recomendable para varios públicos. Los expertos encontrarán aportes importantes en el campo de las movilidades internacionales de un amplio grupo de mexicanos; podrán reconocer las condiciones y los actores de la movilidad internacional. Los tomadores de decisiones, ya sean funcionarios del gobierno federal o de establecimientos de educación superior interesados en el tema, podrán reconocer la complejidad de los procesos de la movilidad internacional y sus efectos, que no se reducen exclusivamente a la dotación de recursos materiales. Pero el libro tiene otro público potencial en los estudiantes que se forman en ciencias sociales, sobre todo en el nivel de posgrado; este texto resuelve metodológicamente los desafíos teóricos de conectar las dimensiones de la estructura y el actor, dimensiones tan frecuentemente señaladas y escasamente desarrolladas en los programas escolares en México.

Recibido: 08 de Abril de 2020; Aprobado: 17 de Junio de 2020

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