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Revista mexicana de investigación educativa

versión impresa ISSN 1405-6666

RMIE vol.19 no.61 Ciudad de México abr./jun. 2014

 

Investigación

 

Las conversaciones de jóvenes estudiantes en el transporte público

 

The Conversations of Young Students in Public Transportation

 

Eduardo Weiss* y Ana Beatriz Vega Cruz**

 

* Profesor-investigador del Departamento de Investigaciones Educativas del Cinvestav. Calzada de los Tenorios 235, colonia Granjas Coapa, 15330, México, DF. CE: eweiss@cinvestav.mx.

** Realizó su tesis de maestría en ciencias en el Departamento de Investigaciones Educativas del Cinvestav apoyada por una beca del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología. México. CE: betz_vc@hotmail.com.

 

Artículo recibido: 3 de octubre de 2013
Dictaminado: 13 de diciembre de 2013
Segunda versión: 23 de enero de 2014
Aceptado: 4 de febrero de 2014

 

Resumen

Los jóvenes de educación media superior dedican gran parte de su vida a conversar con amigos, compañeros y parejas. ¿Para qué y de qué platican? Para responder esta pregunta se escucharon, sin intervención de un entrevistador, conversaciones entre ellos en el transporte urbano. Los estudiantes platican para conocerse mejor y compartir sus gustos e intereses, es decir, para sociabilizar. En sus charlas comparten vivencias, desahogan sus emociones y forman criterios de lo que es deseable o aceptable, es decir, abren espacios de reflexión sobre sus vidas y se socializan entre pares, donde destacan temas de relaciones amorosas y cuestiones escolares; en éstas últimas, los estudiantes se muestran como estrategas de su oficio. Asimismo, se analizó si hay diferencias tanto de género como en las conversaciones entre hombres y mujeres y no encontramos el "dominio conversacional masculino" que señala la bibliografía.

Palabras clave: estudiantes, jóvenes, educación media superior, análisis del discurso, socialización, México.

 

Abstract

High school students devote a large part of their life to talking with friends, classmates, and girlfriends/boyfriends. Why do they talk and what do they talk about? To answer these questions, an interviewer listened, without intervening, to conversations among young people using public urban transportation. Students talk to become better acquainted and share their likes and interests; in other words, to socialize. In their conversations, they share experiences, release emotions, and form criteria regarding what is desirable and acceptable; that is, they open spaces of reflection in their life and socialize with peers. The preponderant topics are romantic relationships and school matters, in which students prove to be strategists of their profession. Our analysis also studied gender differences and differences in conversations between males and females, and failed to encounter the "male conversational domination" referred to in the bibliography.

Keywords: students, youth, high school education, analysis of discourse, socialization, Mexico.

 

Introducción

Los estudiantes de bachillerato pasan buena parte de su tiempo conversando con sus pares. Bourdieu y Passeron (1973:77) consideraron las discusiones de café como una de las actividades principales de los estudiantes de liceo de clase alta y media: los herederos.

[Las conversaciones] llevan mucho tiempo pero forman parte de la rutina diaria [...] En fin, no es que aporten gran cosa pero, en definitiva, son una manera de ocupar el tiempo [...]. Las discusiones diarias en el café pueden considerarse como un pasatiempo, como un respiro. En realidad constituyen una manera de considerar las cosas que no se discuten directamente en la Escuela.

En México, dentro de la línea de investigación Jóvenes y escuela (Weiss, 2012b) diversos trabajos han confirmado que una actividad central en la vida de los jóvenes estudiantes, de diversos tipos de escuela, es la conversación con amigos, compañeros y parejas. Ávalos (2007) logró integrarse como un alumno más a un grupo de bachillerato y compartió con ellos clases, vivencias, fiestas y pláticas. Uno de sus hallazgos importantes fue que la conversación se desarrolla todo el tiempo, no sólo antes y después de clases o en los recreos sino también durante éstas, especialmente las que involucran trabajo grupal. Algunos de los temas más recurrentes en las conversaciones de los jóvenes de un grupo de cinco, con el que interactuó de manera cercana, fueron las fiestas, las relaciones de noviazgo, las actividades académicas y deportivas y los programas de televisión.

La vida juvenil se desarrolla en las escuelas pero también en los largos trayectos a bordo de transporte público hacia y desde los establecimientos escolares. Al iniciar su maestría en la línea de investigación mencionada, la co-autora de este artículo, al viajar diariamente en el microbús a la sede de su posgrado, observó que los estudiantes de secundaria, bachillerato y universidad que se transportaban junto con ella conversaban intensamente de diferentes temas y compartían sus vivencias y sentimientos. Por ello decidió abordar como tema de su tesis esas conversaciones a partir de las preguntas: ¿de qué y para qué conversan los jóvenes?, ¿qué prácticas de diversos ámbitos de vida se vuelven significativas?, ¿qué sentidos les otorgan a dichas prácticas y cómo se apropian de ellas? y ¿qué diferencias se observan en las conversaciones de acuerdo con el género?

Esta indagación busca penetrar en un asunto poco conocido. Cuando se pregunta a los estudiantes en entrevistas sobre lo que hacen con sus pares la respuesta más frecuente es "conversar" pero, a la vez, los entrevistados suelen ser parcos y vagos con respecto a los temas. La presente investigación, al centrarse en los contenidos y los sentidos de las conversaciones espontáneas entre jóvenes estudiantes sin interferencia de adultos o entrevistadores, permite echar luz sobre una práctica juvenil y escolar de importancia central.

El análisis se realiza bajo una triple perspectiva. Se analizan las conversaciones como vehículo para conocer la vida y la experiencia juvenil en diferentes ámbitos y prácticas; aquí destacan temas como las relaciones con el otro género, el mundo escolar y problemas con y en la familia. Se revisa el sentido que tiene el acto de conversar con pares y se concluye que se trata principalmente de un vehículo de sociabilidad pero también de procesos de socialización e individuación; si bien hay momentos de reflexión en las conversaciones escuchadas en los microbuses, éstos eran muchas veces acompañados de expresiones de las emociones que suscitaron determinadas vivencias. Finalmente se estudia si hay diferencias de género en las conversaciones y se encuentra que, al contrario de los que señala la bibliografía sobre análisis conversacional, hombres y mujeres comparten el mismo derecho a hablar y ser escuchados.

 

Referentes teóricos

La línea de investigación Jóvenes y escuela (Weiss, 2012b) enfatiza la doble condición: son estudiantes y, al mismo tiempo, jóvenes. La vida juvenil se desarrolla dentro y fuera de la escuela en las interacciones con los pares.

La convivencia juvenil es parte de su "sociabilidad". Simmel (2002:197) la define como "una satisfacción en el puro hecho de que uno se asocia con otros"; en ella "la soledad del individuo se resuelve dentro de la unidad: la unión con otros", es una "forma lúdica de asociación" que enfatiza la convivencia emocional y la expresión estética. Maffesoli (1990), la llama "socialidad" y agrega las características dionisiacas de las convivencias, el "vibrar juntos". Pero la vida juvenil no se agota en la diversión. A la vez es un espacio de socialización entre pares, donde se comparten y (re) construyen valores y nomas de comportamientos aceptables (cf. Coleman, 2008) y también es un espacio de subjetivación o individuación, donde las personas elaboran sus deseos y gustos propios, sus normas y la distancia a la emancipación de valores y modas dominantes (Weiss, 2012a).

La vida cotidiana se desarrolla en diferentes ámbitos (la familia, la escuela, la convivencia juvenil, el noviazgo, el trabajo) y cada uno configura un mundo de significados (Schutz, 1995) o un "mundo figurado" (Holland et al., 1998), un espacio de prácticas y discursos construido social y culturalmente, que se organiza por categorías propias que dan nombre y estructuran niveles de competencia, saberes, jerarquías, posiciones y motivaciones ante la vida. En las sociedades modernas, las personas son actores plurales (Lahire, 2004) que se mueven a través de los diferentes ámbitos y en cada uno de ellos van a realizar diferentes actuaciones, van a poner en práctica diversos esquemas de acción, según las circunstancias del ambiente y los propósitos individuales. Los distintos ámbitos de vida son escenarios en los que la persona se presenta ante otros como un actor (Goffman, 1971) dependiendo de cómo quiere ser percibido, cómo quiere ser tratado y cómo se propone operar.

Giddens (citado en Dreier, 2010:105) menciona que "los individuos comúnmente se desplazan entre diferentes medios o locales en el curso de su vida cotidiana". Los ámbitos de vida, lejos de concebirse como realidades separadas, son ámbitos sociales interconectados en los cuales el sujeto combina una multiplicidad de acciones, comportamientos, roles y esquemas de acción, que pone en práctica de acuerdo con el contexto en que se encuentre (Lahire, 2004; Dreier, 2010). Es por esto que para Dreier (2010:91) los pensamientos de los sujetos, así como las emociones y acciones "deben funcionar en formas flexibles". Consideramos que las conversaciones son una de las formas principales en las que las personas establecen relaciones entre diferentes ámbitos, por ejemplo, al conversar en un ámbito de vida (el juvenil) sobre otros (como la familia).

Grijalva (2012) menciona que el tiempo que dedican los jóvenes a practicar la conversación nos habla de "la necesidad que tienen de ser escuchados, de ser comprendidos y de todas las inquietudes propias de los jóvenes". Hernández (2007) argumenta que por medio de las conversaciones se comparten experiencias, se tocan temas íntimos con los amigos y las parejas, de ahí que la conversación resulta un medio que permite conocer al otro y conocerse a sí mismo.

Platón consideraba el diálogo socrático como vehículo para la producción de la verdad. Para Schleiermacher, el fundador de la hermenéutica moderna, la conversación es un medio principal cuando se quiere saber algo y para la "estimulación recíproca en la producción de ideas" (Gadamer, 2007:242, 445). Para Gadamer mismo (2007:463, 466) "forma parte de toda verdadera conversación el atender realmente al otro, dejar valer sus puntos de vista y ponerse en su lugar", (a la vez) "que se elabora un lenguaje común" al hablar de las cosas. También observa que:

Acostumbramos a decir que "llevamos" una conversación, pero la verdad es que, cuanto más auténtica es la conversación, menos posibilidades tienen los interlocutores de "llevarla" en la dirección que desearían. De hecho, la verdadera conversación no es nunca la que uno habría querido "llevar". Al contrario, en general sería más correcto decir que "entramos" en una conversación, cuando no nos "enredamos" en ella. Una palabra conduce a la siguiente, la conversación gira hacia aquí o hacia allá, encuentra su curso y su desenlace, y todo esto puede quizá llevar alguna clase de dirección, pero en ella los dialogantes son menos los directores que los dirigidos. Lo que "saldrá" de una conversación no lo puede saber nadie por anticipado. El acuerdo o su fracaso es como un acontecer que tiene lugar en nosotros (Gadamer 2007:461).

En relación con el proceso de invidualización, "la constante formación de individuos dentro de una sociedad", Elias (1990:40ss) utiliza el modelo de una "conversación" para ilustrar "el proceso de formación y transformación de las personas". En la conversación las ideas del otro se incorporan, modificándose, al sistema intelectual e ideológico como ideas de apoyo adversas a las propias. Simmel (2002:203), en cambio, destaca la diferencia entre la conversación cuando "los hombres hablan en función de los contenidos que se quieren comunicar y sobre los que quieren hacerse entender" y "la conversación puramente sociable", donde "hablar es un fin en sí mismo" y "el contenido es meramente el carril indispensable de la estimulación que el intercambio vivo del hablar despliega".

Por otro lado, las investigaciones sobre análisis conversacional dirigieron nuestra atención hacia las diferencias en el intercambio verbal según el género. Tannen (1996) y Coates (2009) señalan, entre otras cosas, que en las mujeres existe cortesía al hablar; que ellas profundizan más en los temas y se implican en la conversación. Los varones en cambio, hacen uso de groserías, hablan de muchos temas, abstractos, aunque no profundizan en ellos y casi no se da la implicación del uno con el otro. Según estos autores, en conversaciones mixtas entre hombre y mujer, generalmente hay una relación de dominación, en la cual el hombre merma a la mujer su derecho de hablar y despliega algunas estrategias como las respuestas mínimas del tipo "sí, creo, ajá", con tal de no prolongar la conversación, o hará uso de interrupciones o retardos en las respuestas. Como veremos, las conversaciones observadas no confirmaron estas afirmaciones, ya que chicos y chicas se mostraron igualmente atentos y dinámicos en sus contactos conversacionales.

 

Procedimiento metódico

La línea de investigación sobre jóvenes y escuela había trabajado con los estudiantes de bachillerato principalmente a través de entrevistas narrativas estilo relato de vida. Bamberg y Georgakopoulou (s/f) cuestionan la confianza en relatos largos fabricados en interacción con un entrevistador y postulan la importancia de recoger historias pequeñas que surgen en el intercambio cotidiano. Por ello consideramos pertinente explorar las conversaciones de jóvenes estudiantes sin interferencia de un investigador fuera del aula: en el transporte público.

La investigación se desarrolló como observación —participante en la terminología de los estudios en psicología, o no participativa según los códigos de la sociología— con el interés de "documentar lo no-documentado" para "conocer lo desconocido, escuchar y comprender a otros" (Rockwell, 2009:48-50). La co-autora compartió el transporte con los jóvenes estudiantes, no tuvo otro tipo de acercamiento con ellos sólo escuchó y observó su interacción.

El trabajo de campo se realizó en diferentes días a partir de octubre de 2010; el periodo intensivo fue de marzo a abril de 2011. El campo de estudio fueron microbuses y camiones que hacen parada frente a una institución de educación media superior, donde confluyen, además, el metrobús y camiones que salen y entran del Estado de México. Si bien se trata de una zona más bien popular, convergen ahí personas de distintas edades, situación académica, clases sociales e ideologías. Para el análisis se seleccionaron sólo las conversaciones escuchadas entre estudiantes de educación media superior.

En este espacio dinámico fue donde la co-autora tomó las notas de campo. Sentada en los "micros" y camiones no era tan difícil registrarlas, sin embargo, cuando iba de pie, esta actividad se complicaba. Para facilitar los apuntes se utilizó el celular. Cabe señalar que no se grabaron las conversaciones; no sólo por el ruido sino, sobre todo, porque lo consideramos poco ético; en cambio sostenemos que es legítimo escuchar y tomar notas de pláticas realizadas en voz alta en espacios públicos y analizarlas en forma anónima.

De las notas de campo surgieron los registros escritos de conversaciones breves que incluyen elementos del contexto. Se lograron 37 registros de conversación entre estudiantes de bachillerato; de éstos 15 son de mujeres, 6 de hombres y 16 mixtas.

El análisis y la interpretación de los registros se realizaron desde la perspectiva hermenéutica que procede en una espiral de varias vueltas de adaptación mutua entre las anticipaciones de sentido o conceptos de la investigación y los textos a interpretar. Se realizaron tres tipos de lectura principales, una que leía los registros enteros para buscar el sentido global de la conversación entre los jóvenes, una segunda que los analizaba por ámbitos de vida tematizados y una tercera que consideraba las características por género.

 

Hallazgos

El camión como espacio de vida juvenil

García Canclini, Castellanos y Mantecón (2013), en el libro La ciudad de los viajeros, dan cuenta de los recorridos en el transporte público como viajes en los cuales las personas viven y se apropian de esos microterritorios conocidos como camiones, micros, taxis, metro. Los viajes constituyen vivencias llenas de emociones, tanto de fastidio como de fascinación, por los diferentes escenarios que se atraviesan al estar en el transporte público. En esos recorridos se encuentran con "otros", lo cual los lleva a crear imaginarios sobre una vida distinta a la propia.

¿Cómo viven los estudiantes jóvenes observados sus viajes en el transporte público? Cuando abordan un camión, se llena de risas, carcajadas, voces que circulan en todos sentidos. Los jóvenes se apropian de este espacio: van cantando, gritando, platicando. Tratan de permanecer juntos y, para lograrlo, se mueven al interior o comparten asiento. Así, los jóvenes estudiantes convierten al camión en algo más que un medio de transporte, en un espacio de vida juvenil, un espacio para estar y vibrar juntos.

La música se disfruta en el transporte. En ellos tanto los choferes como los jóvenes ponen música con alto volumen. Es común ver a jóvenes pasajeros tarareando canciones o realizando movimientos corporales al ritmo de alguna melodía. Pero también puede asociarse con el sufrimiento, cuando se identifican con canciones que les recuerdan viejos romances, decepciones o alguna situación de tristeza que han enfrentado. Encuentran en las canciones un "vehículo de expresión, de manifestación de los sentimientos amorosos" (Rodríguez, 2006:185) y, en general, son asumidas como pretexto para expresar sus emociones y comentan:

CHICO A: Voy a llorar güey (al escuchar la canción ¿Por qué no estás aquí?1).2

Los dos: jajajajaja.

CHICO B: Pareces chihuahueño.

Silencio

El chico A se recarga en el B, como si se fuera a dormir, el chico B trata de quitarlo y en ese sentido juguetean por unos minutos (Varones, micro, bachillerato. Registro 20).

La música es una forma de externalizar sentimientos al recordar a alguien, o bien, de dar cuenta del estado de ánimo. Como veremos más adelante, los jóvenes significan las canciones desde sus propias vivencias, apropiándose de ellas.

El alcohol y las drogas aparecen en el transporte como práctica de consumo de manera esporádica. En estos espacios los jóvenes pueden llegar a tomar alcohol e incluso a consumir drogas, alcanzando estados físicos y emocionales que los llevan al disfrute del momento con compañeros y amigos, goce que se manifiesta en cantar, bailar o echar porras a su institución educativa.

El micro avanza y al pasar por una prepa comienzan a cantar y gritar porras, una de ellas es institucional, mencionando el nombre de la prepa y el orgullo de pertenecer a ella...

Algunos de los pasajeros se incomodan con los cantos y gritos de los chicos, algunos más sonríen, como aprobando o comprendiendo a los jóvenes. Sin embargo estas muestras de aprobación cambian cuando las personas comienzan a darse cuenta de que los jóvenes se van "activando"3 (drogando). Para drogarse, los jóvenes llevan una botella con una sustancia adictiva y algunas chicas usan pañuelos desechables, los cuales hacen "bolita" para mojarlos y posteriormente inhalarlos.

El micro sigue avanzando... Ya frente a la escuela contraria los chicos comienzan a chiflar y a pegar en las paredes del micro, enseguida empiezan con la porra institucional, seguida de insultos y señas ofensivas contra los estudiantes.

También llegan a agredir a otras personas al emitir comentarios en contra de los pasajeros (qué le importa si estamos tomando) o bien a través de insultos hacia estudiantes de una escuela ajena a la suya.

El transporte se convierte en un espacio de convivencia y de diversión, en el cual se disfrutan las relaciones afectivas y lúdicas entre pares, es decir, su socialidad (Maffesoli, 1990). Pero el microbús no sólo es un espacio de diversión, en él los jóvenes estudiantes también intercambian ideas entre ellos.

Los sentidos de la conversación

Como acabamos de ver, un primer sentido de las interacciones y conversaciones de los jóvenes apunta hacia la sociabilidad entre pares; al platicar se conocen más, se juntan, se divierten (bromean), hablan de otros y de sí mismos. A través de la plática se van conociendo unos a otros.

Durante el trabajo de campo fue posible observar una conversación de dos jóvenes que se presentaron a través de la clásica pregunta: "¿Y qué estudias?". Cuando ya se conocen, la plática les permite conocerse mejor, como vemos en otra escena. Una conversación es un buen pretexto para acercarnos a la vida personal, familiar, escolar o amorosa de otra persona:

CHICA: ¿Y tu chica?

CHICO: Ya no [andamos], desde hace como tres meses.

CHICA: ...Ah sí, pero siempre vuelven.

CHICO: No, ahora sí no...

CHICA: Siempre dicen eso.

CHICO: No,... ella ya tiene novio, desde los tres meses... yo ando solo. (Mujer y varón, micro, bachillerato. Registro 26).

Pero no sólo sociabilizan con sus pares, también entre sí al formar criterios, normas de lo que es deseable, correcto o aceptable:

CHICA A: ¡La pinche ruca [la maestra] sabe que nunca me he saltado su clase!

CHICA B: Pero llegas tarde.

CHICA A: ¿Cuándo?

CHICA B: Ese día de la hamburguesa.

CHICA A: Pero fue ese día, y ya no he llegado tarde.

CHICA B: Pero ella exige (Mujeres, parada de camión, bachillerato. Registro 32).

En el registro 32 se puede observar que algunas veces ayudar a una amiga implica no "solaparle" sus conductas, decirle: pero llegas tarde..., pero ella exige, es la forma en que la chica B busca que tome conciencia de sus acciones, de cómo la afectan y de que asuma su responsabilidad frente a ellas.

Conversar también implica una forma de desahogo, veamos un ejemplo:

Chica A: Poker face.4

Chica B: Ese es el himno güey.

Chica A: Hace ratito le callé el hocico a una vieja que habló mal de mí güey, le dije: sí, terminé con mi novio porque una vieja le dijo que ando con puro puto y... y que soy una puta, pues es mi culo y se lo presto a quien quiero y el que hable mal de mí es porque quiere ser como yo, y al fin de cuentas es eso, si te tienen envidia es porque quieren ser como tú (Mujeres, micro, bachillerato. Registro 35).

La chica A menciona una canción que equipara las relaciones amorosas y sexuales con un juego de póquer y luego comparte su enfrentamiento con otra chica por criticar la manera en que ella practica ese tipo de relaciones. Relata la satisfacción que sintió al callarle el hocico. De esta manera desquita el coraje.

A la vez, su relato implica elementos de reflexión. Ella defiende su postura en las relaciones con el otro género: la libertad de relacionarse con quien quiera y como se quiera. Y considera: el que hable mal de mí es porque quiere ser como yo, y al fin de cuentas es eso, si te tienen envidia es porque quieren ser como tú.

Al compartir los jóvenes sus vivencias en los diferentes ámbitos, éstas se convierten en experiencias, así van tomando conciencia de su estar en el mundo, a través de la reflexión por la palabra. Schutz (1995) da cuenta de que se dota de significado a las diferentes prácticas cuando éstas se perciben en retrospección, es decir, cuando visualizamos el pasado desde el presente.

Es común que en la conversación, tanto hombres como mujeres, hablen de los otros y compartan las opiniones que tienen de los demás. Los diálogos que se registraron entre mujeres frecuentemente refieren a otras personas, generalmente compañeras, y muchas veces se expresan despectivamente de ellas, incluso cuando sólo emiten un comentario:

Siguen hablando sobre el tipo de música que van a bailar y hacen mención de una chica que, al parecer, no les cae muy bien:

CHICA B: date cuenta que es bien admirada... habla mal de todos y cuando te ve ¡ay, te quiero mucho! (Mujeres, camión, secundaria. Registro 8).

En otra ocasión tres jóvenes platican sobre el problema amoroso de una tercera persona. Esta conversación se puede considerar una manera de reflexionar sobre actos ajenos:

CHICA B: Qué mala onda y, ¿si estuvo llorando mucho tiempo?

CHICO B: Ella sí lloró.

CHICA B: ¿Me lo juras que lloró mucho tiempo?

CHICA A: Yo le dije que le ruegue.

CHICA B: Yo le dije que no (Dos mujeres y un varón, parada del camión, bachillerato. Registro 22).

Como vimos, a través de la conversación los jóvenes se presentan unos a otros y se van conociendo mejor. Pero las más de las veces buscan juntarse con compañeros y amigos ya conocidos para convivir y platicar. La conversación les permite disfrutar juntos pero también, al hablar de actos propios y de terceros, desahogar sus emociones y formar criterios y normas de lo deseable y aceptable. En varios de los registros están presentes, simultáneamente, la emoción y la reflexión: al relatar sus vivencias expresan sus sentimientos y externan elementos de juicio.

En las conversaciones, los jóvenes dan cuenta de sus intereses, problemas y preocupaciones en diferentes ámbitos de su vida, de las prácticas que llevan a cabo y de los significados y sentidos que construyen. En las charlas escuchadas los jóvenes estudiantes abordaron varios temas, éstos se refieren principalmente a cinco ámbitos de vida: juvenil (41%), escolar (31%), familiar (12%), laboral (8%) y religioso (8%). Veamos qué dicen sobre los tres primeros ámbitos.

El ámbito de la vida juvenil en las conversaciones

Los temas relacionados con este ámbito fueron los más conversados con compañeros y amigos destacando las impresiones que los jóvenes generan en otras personas y las relaciones interpersonales que establecen con el sexo opuesto. Del mismo modo se escucharon diálogos sobre el ideal de hombre o mujer e inquietudes respecto de la apariencia física. Los jóvenes también abordaron sus gustos e intereses en cuestiones de música, televisión y gadgets tecnológicos.

Para las y los jóvenes tener algún acercamiento con el chico o chica que les gusta es de suma importancia, frecuentemente es motivo de diálogo con los amigos, para compartir y expresar diversas opiniones. También Ávalos (2007:98) encontró que "Los ejercicios de tanteo o prueba [son los tópicos] que más resaltan los jóvenes en las conversaciones".

La chica A comienza la plática sobre una experiencia de la chica B con un chico.

CHICA A: ¿Te gusta?

CHICA B: (silencio, se ríe)

CHICA A: Con eso me dijiste todo. (Mujeres, micro, bachillerato. Registro 1).

Otra chica relata algunos contactos que ha tenido con un joven que le gusta:

CHICA A: Casi todos los días me los encuentro y (me dice): ¡hola!, oye que... ayer se lo tenía que ir a dejar a su salón

CHICA A: Se lo di y se despide de mí de beso y dice: adiós, y ya, ¡eso es un avance!, ¿estás de acuerdo? (Mujeres, micro, bachillerato. Registro 18).

Como vemos, algunos acercamientos con los chicos que les gustan (saludar, despedirse de beso) son señales que las jóvenes interpretan como "avance" a una relación más allá de la amistad.

Los encuentros con el otro género no siempre son gratos, en ocasiones pueden generar incomodidad y enojo:

CHICO: ¡Al chile!, me trae bien asoleado, es que está fea aparte de todo güey... pinche vieja... me da más pena a mí que a ella güey, me dice: "ya llegó mi amor, ya llegó mi esposo".

CHICA: Pues tú dile.

CHICO: Ya le dije... le dije: "le voy a decir a mi vieja y te va a partir tu madre" [no es cierto]. Y me dice: "Yo qué culpa tengo de quererte tanto". [Le digo]: "Al chile, mi vieja te va a partir la madre".

CHICO: Y te digo, me da un chingo de pena (Mujer y varón, micro, bachillerato. Registro 34).

En este fragmento se observa el malestar del chico ante una situación que considera como acoso, lo desespera, le resulta insoportable pues no sabe qué hacer ni cómo parar eso. Destaca también que los roles de cortejo convencionales cambian en este caso, pues es el chico quien es asediado por una joven a la que no le da pena expresar lo que siente por él, incluso sabiendo que tiene novia, pues ella se justifica: qué culpa tiene de quererlo tanto. Algunas jóvenes se conducen con el otro género de manera asertiva o, incluso, agresiva.

Otras chicas, en cambio, cuidan su reputación, tratando de ser percibidas como jóvenes tranquilas:

CHICA A: A ver, Mitzy, una opinión, ¿quién es más fácil que tenga novio: una chica loca o una revienta burbujas?

CHICA B: Mmm, una loca.

CHICA A: ¿Verdad que yo soy una chica revienta burbujas?

CHICA B: ¡¿En qué mundo?!

CHICA A: Aunque te cueste reconocerlo (Mujeres, micro, bachillerato. Registro 15).

Así, en el fragmento 15 se observa la insistencia, un tanto irónica, de la chica A por ser concebida como una joven "revienta burbujas".5 Es decir, una joven con buena reputación, fundada en una visión un tanto moralista y tradicionalista que sabe comportarse recatadamente frente al otro género según los cánones de pudor.

Conversar sobre el tipo de hombre y mujer deseable ocupó también el tiempo de los jóvenes:

CHICO A: ¿Te gustó?

CHICO B: ¿Quién?

CHICO A: La chava.

CHICO A: esa Mariza tiene un buen... pa' qué las quieres todas flacas si luego...

CHICO B: Como Hilda.

CHICO A: ¿Qué pedo con Mariza?

CHICO B: ¿Con Mariza?...

CHICO A: Es linda y... el problema te digo, no por mala onda, pero está un poco llenita o qué, ¿quieres una como Jessica? (Varones, micro, bachillerato. Registro 28).

CHICO A: Sí se rayó con su chava.

CHICO B: Sí.

CHICO A: Sí, está bien bonita, cuerpo.

CHICO B: Chambeadora.

CHICO A: Luego dice: "está bien acá".

CHICO B: ¿No ves que las viejas de pueblo son bien bonitas? (Varones, micro, bachillerato. Registro 2).

En el último fragmento los chicos aprecian varias cualidades de la novia de un compañero, el hecho de que sea trabajadora y de extracción rural, pero en todos los registros sobre el tema, el físico de las mujeres es un aspecto importante para los jóvenes. Quizá por ello algunos chicos y chicas muestran preocupación por su apariencia, tratan de mostrarse atractivos para los otros, creando su cuerpo a través del ejercicio y mejorando su imagen con el uso de diversos accesorios, de tintes, de su vestimenta:

CHICO A: ¡No mames, tus pinches pelos rojos!

CHICA: ¿Qué tienen? (Mujer y varón, micro, bachillerato. Registro 40).

En otra parte de esta conversación la chica muestra gran interés y preocupación por el desarrollo de su cuerpo:

CHICA: ¿Les puedo preguntar algo?, pero igual y les molesta.

CHICO A: Mientras no lo grites.

CHICA: ¿Tengo pechos grandes?

CHICO A: Más o menos.

CHICA: ¿Para una niña de mi edad?...

CHICO A: ¿Qué talla de brassiere eres?

CHICA: A ver, fíjate.

CHICO A: Estás en pleno crecimiento... si te sigues dejando el cabello rojo podrías ser la próxima Sabrina.6

CHICA: ¿Y tú?

CHICO A: Él opina lo mismo por eso se quedó callado (Mujer y dos varones, micro, bachillerato. Registro 40).

Para esta chica su apariencia es de gran importancia, busca verse bien y se atreve a preguntar a sus compañeros con tal de sentirse segura con ella misma y con lo que proyecta.

Giddens (1997:129-130) menciona que "los regímenes corporales, que afectan directamente a los modelos de sensualidad, son medios fundamentales por lo que la reflexividad institucional de la vida moderna se centra en el cultivo —casi podría decirse en la creación— del cuerpo". En algunas conversaciones, chicos y chicas mencionan ir al gimnasio o realizar ejercicio en casa, mas no profundizan en el asunto (registros 25, 26 y 45).7

En las relaciones de noviazgo se implican diversos sentimientos, de amor, de desilusión y también de tensión y confusión. Los jóvenes conversan con sus amigos sobre temas íntimos y permiten que éstos se entrometan en su vida:

CHICA A: No me enojé contigo.

CHICA B: Eso es más que claro.

CHICA A: ¡¿Cómo lo aguantas?! Si por menos yo mandé al Francisco al... (Mujeres, parada de camión, bachillerato. Registro 27).

En el fragmento se muestra cómo la chica A involucra a su amiga en sus relaciones de pareja y permite que ésta la critique.

Los chicos y chicas se dan diversas muestras de amor, externalizan sus sentimientos, a veces a través de dar regalos al novio o novia:

CHICA: Siempre la cargo.

CHICO: Sí, ya me di cuenta de eso, de la pulsera rosa que te di la traías en la otra y ahora la traes en esta (Mujer y varón, micro, universidad. Registro 41).

La entrega de regalos puede llegar a ser un símbolo de lo que se es para el otro, el valor que el otro otorga a la pareja, y una manera de materializar los sentimientos. Este valor otorgado a la otra persona, la importancia que adquiere el novio o la novia, es un sentimiento que a veces se desea compartirlo no sólo con los amigos, sino en algunos casos, con la familia:

CHICA A: Viene lo de semana santa... ¿por qué le recordé?, me dijo: "¿Cuándo vamos a ir?... " Y me dijo: "comprende, quiero que te conozca mi mamá" (Mujeres, micro, bachillerato. Registro 19).

Como podemos observar, el tema más frecuente son las relaciones amorosas pretendidas o reales de los chicos o chicas —de ellos mismos y de terceros— y las formas de comportarse en ellas. Esto coincide con lo encontrado en las investigaciones de Ávalos (2007) y de Hernández (2007). Con los amigos se puede conversar de temas privados, se comparten emociones, secretos y lo que se piensa de una situación o persona con sinceridad. Al hablar de otros y de sí mismos, al criticar, aconsejar y desahogarse, los jóvenes significan el mundo amoroso y sus actuaciones en él. El otro tema destacado fueron las características de los chicos o las chicas que les gustan, así como las apariencias propias y ajenas, en especial la física, como ha visto también Grijalva (2012).

Además de los temas mencionados, los jóvenes charlaron sobre las preferencias televisivas, el gusto por videojuegos y gadgets de moda y el interés por asistir a fiestas, a la vez que planearon reuniones entre amigos o compañeros.

La escuela en las conversaciones de los jóvenes

En un transporte desde o hacia las escuelas fue frecuente escuchar a jóvenes hablar sobre las tareas y trabajos a realizar, la forma en que organizan su vida académica y sobre su desempeño escolar.

Con mucha frecuencia se oía a estudiantes comunicar su decisión de "no entrar a clase" sin que esto sea mal visto por sus amigos:

CHICA B: Yo el martes sólo voy a venir y me voy a ir, tengo que hacer mi menú para ciencias de la salud.

CHICA A: Pero (le comenta algo relacionado con que ese día tienen que exponer, pero no alcanzo a escuchar) (Mujeres, micro, bachillerato. Registro 7).

La chica B va a faltar a clases por hacer una tarea de la asignatura de ciencias de la salud; organiza el resto de sus actividades académicas alrededor de la elaboración del menú. Algunos planean no entrar a la escuela para convivir con sus amigos o compañeros:

CHICA A: No vas a ir a...

CHICA B: Es que ellas no van a entrar a inglés.

CHICA A: No vamos a entrar.

CHICA C: Entonces no, mejor te veo a ti a las 9, ¿va?

La conversación sigue y comienzan a hablar sobre las veces que se han saltado clases y cómo se organizan entre compañeros para lograrlo o no (Mujeres, parada de micro, bachillerato. Registro 38).

Seleccionar determinados cursos y entrar o no a las clases correspondientes son temas que se conversan con los amigos, a los cuales se escucha y ayuda a considerar diversas alternativas.

LAURA: ¿Vas a entrar a mate?

TANIA: Sí.

LAURA: Va a ser martes y viernes [...] no, en serio, ¿vas a ir el viernes a mate?

TANIA: Sí.

LAURA: ¿Martes y viernes a mate?

Tania: Mmmmm, necesito entrar a química [...] hoy nos quedamos tres horas y media [en mate]

LAURA: Y sólo resolvimos dos problemas (Mujeres, micro, bachillerato. Registro 3).

Tania medita si entrará a mate o a química: mmmmm, necesito entrar a química [...] hoy nos quedamos tres horas y media [en mate], planificando estratégicamente el uso de su tiempo.

Las estrategias para sortear la vida escolar son variadas. También se escucharon con frecuencia conversaciones en las que se ponían de acuerdo para trabajar en equipo y otras en las que pedían ayuda a un compañero o permiso para copiar la tarea. En algunos registros que aquí no reproducimos, unos jóvenes consideran sus gustos vocacionales al elegir sus asignaturas, haciendo un balance tanto de sus habilidades como de sus perspectivas a futuro, otros eligen según la facilidad de cursarlas.

Dubet y Martucelli (1998) señalan que los jóvenes aprenden en el paso por las escuelas el oficio de ser alumno y en el bachillerato actúan como estrategas de su trayectoria académica que calculan los costos y beneficios de su inversión en la dedicación a determinadas materias y tareas. Los estudiantes que escuchamos consideran los pros y contras de las siguientes elecciones: asistir o faltar a clases, tareas a realizar o priorizar y materias a seleccionar, mayoritariamente desde una perspectiva utilitaria. El principal criterio de utilidad considerado son las calificaciones, que se convierten en un aspecto central en la vida escolar de muchos estudiantes:

CHICA A: Y ahorita, ¿cómo vas de promedio?

CHICA B: Pues bien, un 8, 8.9, bajé, ves que en primero llevaba 10 cerrado.

CHICA A: Ajá.

CHICA B: Ya se me está haciendo más complicado... (Mujeres, camión, secundaria. Registro 8).

En este diálogo la chica B comenta sobre sus calificaciones y reflexiona sobre su rendimiento académico. Parece que le preocupa la baja en su promedio de calificaciones y lo atribuye a que las materias o tareas se han complicado. En otras conversaciones los chicos dialogan sobre la posibilidad de acceder a una beca gracias a su buen promedio.

Compararse académicamente entre compañeros, determinar quién merece una calificación y quién no, y los beneficios de un buen promedio, son algunos de los puntos en los que se centran las conversaciones de otros estudiantes:

CHICA A: Yo saqué 8 porque la verdad...

CHICA B: Yo pensé que en ese examen iba a sacar 10.

CHICA A: De seguro le puso 10 a pesar del desmadre que hizo en el salón, yo que la maestra le hubiera puesto 7 (se queda callada y después de unos segundos sigue) Juan sí se merecía el 10, bueno el 9... (Mujeres, parada de micro, bachillerato. Registro 38).

En este ejemplo las chicas emiten juicios sobre el rendimiento académico y la calificación de sus compañeros con base en quién merece y quién no la calificación que obtuvo según sus propios criterios. Las calificaciones son motivo frecuente para enfrentamientos con maestros:

CHICO B: Necesito a fuerzas un 7 para no irme a final.

CHICO A: Sí lo sacas.

CHICO B: No lo saco.

CHICO A: ¿Cuánto llevas?

CHICO B: Llevo un punto de... (después de unos segundos sigue) Ahora le voy a ir a reclamar a la maestra, aquí está esto. cuando hice el examen, me cae que con eso me salvo (al parecer la maestra extravió, según el chico, una tarea, examen, o alguna calificación que le ayudaría a pasar). ella lo tiene (Varones, micro, bachillerato. Registro 20).

El chico B relata cómo el maestro le comenzó a encontrar faltas de ortografía al justificante (de sus faltas), hasta que le dijo: "por qué no me dice la verdad?" CHICO B: Y le digo: "Usted me obligó":

—Maestro: ¿Por qué?

—Porque yo soy Islas, y pasa lista... (narra cómo el maestro no regresa a repetir los apellidos por los alumnos que van llegando, y menciona que el profesor no le pone retardos a los hombres pero sí a las mujeres), pero usted sí le pone retardos a las mujeres, es una injusticia, le digo. sí, y todos los del salón lo saben...

Y le dije: "si quiere lléveme a jurídico o a..., pero es una injusticia..." Y ya, se puso medio nervioso, y no me dijo nada, me dejó hacer mi examen. CHICA: Es que tú la regaste (haciendo referencia a como pidió que le justificaran varias faltas).

CHICO B: Pero me salió mejor (Mujer y dos varones, micro, universidad. Registro 25).

En el primer registro (20) el chico afirma que enfrentará a su profesora pues ésta extravío un trabajo que le ayudaría a pasar. En el segundo ejemplo (registro 25) el estudiante cuestiona la labor docente, la actitud de favoritismo hacia las mujeres y la injusticia en el trato para con los estudiantes.

En ambas conversaciones los jóvenes dan muestra de seguridad ante las actitudes y prácticas que consideran injustas por parte de los profesores. Más que una relación cordial con el docente, los estudiantes buscan una solución a su situación académica que les favorezca, a pesar de ser alumnos que no entran a todas las clases (registro 25) o que no son regulares en cuanto a promedio (registro 20).

Enfrentar cara a cara al profesor, incluso el "ponerse al tú por tú", indica que los jóvenes saben que la autoridad del docente es débil. Tenti (2009:62) argumenta que:

En las condiciones actuales los agentes pedagógicos no tienen garantizada la escucha, el respeto y el reconocimiento de los jóvenes. Pero la autoridad pedagógica, entendida como reconocimiento y legitimidad, sigue siendo una condición estructural necesaria de la eficacia de toda acción pedagógica. El problema es que hoy el maestro tiene que construir su propia legitimidad entre los adolescentes y jóvenes. Para ello debe recurrir a técnicas y dispositivos de seducción.

El oficio de alumno está compuesto por diferentes aspectos que hacen que cada estudiante signifique su recorrido escolar de acuerdo con las decisiones y actuaciones que vaya tomando. Entrar o no a la escuela, saltarse clases (registros 3, 6, 38); qué materias elegir (registros 9, 13, 24); cómo relacionarse con compañeros, amigos y docentes (registros 15, 20, 25, 29, 32, 38); qué tareas privilegiar (registros 7, 52); y abandonar la escuela (registro 42) o reincorporarse a ella (registros 6, 49) forman parte de las elecciones a tomar, de la conformación de la agenda y del desempeño de cada uno. Los estudiantes se comportan como estrategas para lograr sus fines, en especial obtener calificaciones aprobatorias y regatear sus notas a los profesores.

La familia en las conversaciones de los jóvenes

En las conversaciones escuchadas los jóvenes dieron cuenta de desacuerdos o conflictos que viven con sus padres:

CHICO: Yo pensé que mis papás se iban a poner más mamones porque tomaba, pero no, nada más me dicen: "ya te fuiste a tomar tus cervezas". Y le digo a mi mamá: "no me gusta". [Dice mi mamá:] "entonces te gusta el pique". Y le digo: "Voy bien en la escuela, no se pueden quejar", y ya, se quedan medio callados. lo más que me pueden hacer es quitar el inter (Mujer y dos varones, micro, bachillerato. Registro 47).

Los padres intentan llamar la atención del hijo, sin embargo éste parece tener el control de la situación, ya que sabe qué argumentar para evadir el regaño de su familia (voy bien en la escuela, no se pueden quejar). Para este chico ir bien en lo académico es justificación para irse de fiesta o tomar con los compañeros y amigos.

El chico, al conversar con sus amigos, habla del enfrentamiento con sus padres como de una lucha en la que él salió victorioso y en la cual lo único que podía perder era el Internet. Beck (2002:192) menciona que "a puerta cerrada, [...], se cuchichea, se adivina y se habla mal de lo que los viejos tienen en la cabeza como absurda normalidad". En otras conversaciones hablan de conflictos y separaciones entre sus padres; una chica comenta una situación familiar delicada:

CHICO: Pero no vayas a hacer enojar a tu mamá.

CHICA A: Ya no vive ahí... creo que quedaron semana y semana, no sé si vayan a dejarse pero ya se separaron, ella vive en la (nombre de municipio)...

CHICO: ¿Con tu abuelita?

CHICA A: Sí... no, con mis tías... este semestre me toca con mi papá y luego con mi mamá.

CHICO: Y, ¿si te quieres quedar con tu mamá?

CHICA A: No.

CHICO: Dile.

CHICA A: Con ninguno de los dos.

CHICO: Y, ¿con quién te quedas?

CHICA A: levanta los hombros, como expresando no saber qué hacer, qué decir... ese el acuerdo, año y año (rectifica) semestre a semestre (Mujer y varón, micro, bachillerato. Registro 1).

Si bien en un primer momento la chica relata lo que vive en su familia con cierta indiferencia, poco a poco su ánimo baja, hasta llegar el momento en que sólo levanta los hombros ante la pregunta: ¿con quién te quedas?

Tanto en la conversación sobre el enfrentamiento con los papás como en la que hablan sobre la separación de los padres, los amigos se convierten en apoyos, personas dispuestas a escuchar y dar consejos; son a quienes se les escucha, de quienes se acepta un consejo y un "tú la regaste"; ellos son quienes pueden "entrometerse" en la vida propia.

Sobre la conversación de hombres y mujeres y entre ellos

De las conversaciones registradas, 32% corresponde a diálogos entre mujeres, 23% entre hombres y 45% son mixtas. Coates (2009:143) menciona que "los estudios sugieren que hombres y mujeres desarrollan una competencia comunicativa diferenciada". Nosotros constatamos que en las pláticas las mujeres se muestran atentas al tema, se comprometen con él expresando sus opiniones; además, dan cuenta de sus sentimientos al conversar sobre situaciones como noviazgo, enfrentamientos con novios, compañeros o la familia. Mientras que los varones conversan entre sí de gran variedad de temas sin profundizar mucho en ellos.

En cambio, en las conversaciones mixtas no encontramos el "dominio conversacional masculino" de Coates (2009:187). En las pláticas observadas existe la igualdad entre géneros; mujeres y hombres buscan profundizar por igual en los temas del diálogo y hablan de sus sentimientos.

La confianza es un elemento que se encuentra en muchas conversaciones mixtas. Los y las jóvenes se desahogan, plantean sus dudas o preocupaciones y dan cuenta de lo que piensan al dialogar con los otros. Veamos un ejemplo:

CHICA: Me habló ayer para decirme que llegara temprano, y le dije: "¡ay amor!, ¿a qué hora?" Y me dijo: "¿Cuánto es lo más temprano que puedes?" Y le dije: "veinte para las siete". Y ya, llegué de mal humor y ya lo vi con el ramo y su amiga (NE).

CHICO: ¿Te gustó?

CHICA: Sí, más porque no cumplimos nada... ya me dijeron que, ¿qué le voy a dar al mes?, nada, después de lo de (nombra a un chico, un ex novio) al otro día me va a engañar con una de mi salón...

CHICO: ¿Con quién te engañó?

CHICA: Con una de mi salón, la verdad no se besaron, pero nadie sabe, sólo tú.

CHICO: ¿Entonces?

CHICA: Sólo estaban muy cerca.

CHICO: ¿y quién te dijo?

CHICA: Yo lo vi, sólo estaban muy, muy cerca... (NE) ya me había hartado... *** (Mujer y varón, micro, bachillerato. Registro 53).

En este registro se puede observar cómo una chica da cuenta de sus experiencias en las relaciones amorosas. Se habla de emociones: ¿te gustó?, al otro día me va a engañar, es decir, hay vínculos basados en la confianza para contarle el sentir propio a otra persona.

En las conversaciones mixtas de esta investigación, el intercambio verbal es parejo, tanto chicas como chicos participan en la interacción verbal, emiten respuestas y existe una participación recíproca:

CHICO B: luego me soltó un trancazo.

CHICO A: ¿Ella?

CHICO B: Sí.

...

CHICA: Porque soy yo.

CHICO B: Si fueras otra vieja ya te hubiera mandado a la (chingada).

CHICA: ¿Por qué dicen que soy tu mamá?

CHICO B: Porque luego me hablas. y vienes y me dicen: "ahí te habla tu mamá..."

CHICA: ¿Quién dice esas mamadas?, ¿los pollos?... (Mujer y dos varones, micro, universidad. Registro 25).

En las interacciones verbales mixtas los y las jóvenes dan cuenta de lo que sienten y de lo que piensan. Ambos géneros hablan con groserías, pues existe una relación igualitaria. Se conversa sin vergüenza. En los diálogos ambos se muestran interesados en lo que los otros(as) dicen e incluso piden consejos; la participación se da a la par.

La conversación ocurre como una práctica compleja en la que convergen emoción y razón, en la cual lo verbal se acompaña de otras acciones corporales y tonos de voz que enfatizan las emociones que sienten. Quizá un estudio en mayor profundidad sobre la conversación según el género pueda arrojar más información sobre cómo expresan chicos y chicas diversos sentimientos e ideas.

 

Conclusiones

Esta investigación permitió aproximarse a las conversaciones libres entre jóvenes estudiantes en el transporte público y así conocer mejor su vida y experiencia. Los ámbitos de vida tematizados fueron principalmente la vida juvenil misma, la escuela y, en menor medida, los conflictos con su familia o entre sus padres. Un número reducido de conversaciones —que no analizamos en este artículo— estaban relacionadas con el trabajo, en especial con el tema de oportunidades laborales. Tampoco analizamos aquí un tema que se manifestó inesperadamente para nosotros: la religión. Dos jóvenes están comprometidos con sus iglesias, uno enseñando doctrina, el otro tocando en el grupo musical, y otros dos conversaron sobre sus creencias como el alma budista o sobre lo absurdo de morir en un accidente.

Dentro del ámbito de vida juvenil los temas abordados trataron principalmente a las siguientes prácticas: las relaciones con otros, amigos y compañeros, el otro género, las impresiones que la apariencia genera en otras personas, las relaciones de pareja, así como la música. Se confirma la centralidad del interés por el otro género y sobre relaciones amorosas que ya constataron las investigaciones de Hernández (2007) y de Ávalos (2008), así como por la presentación de sí mismo que abordó Grijalva (2012).

El otro ámbito muy frecuentemente abordado, siendo estudiantes en camino desde y hacia la escuela, fue precisamente el escolar. Ahí destacan los temas vinculados con el oficio de ser alumno, en especial las estrategias desplegadas con las tareas, la asistencia a clases y las elecciones que han de tomar sobre materias a cursar. De igual manera, las conversaciones sobre profesores y otros estudiantes giran en buena medida alrededor de las calificaciones. Se confirma lo que sostienen Dubet y Martuccelli (1998), los estudiantes de bachillerato son principalmente estrategas utilitarios,8 que centran su interés en la obtención del certificado (Guerra y Guerrero, 2004). Llama la atención que, según sus relatos sobre discusiones de calificaciones con docentes, se "ponen al tú por tú" cuestionando la autoridad de los profesores (Tenti, 2009).

Nos parece relevante subrayar que en ninguna de las conversaciones registradas se tocaron temas políticos. Por cierto, al circular los microbuses en el oriente de la ciudad no se encontraron con manifestaciones o bloqueos que seguramente hubiesen suscitado comentarios.

Una segunda cuestión que explora este artículo es el sentido de las conversaciones para los estudiantes.

Una primera respuesta se desprende de la observación de que al ser abordado por grupos de jóvenes el transporte colectivo se convierte en espacio de vida juvenil: son también lugares donde se vive (García Canclini et al., 2013). Los jóvenes sociabilizan y conviven lúdicamente, la conversación forma parte de esa convivencia; cantan para expresar sus emociones. Platican para conocerse mejor, para compartir sus gustos, intereses y experiencias. En este sentido, la conversación es un medio principal de su sociabilidad, del gusto de estar juntos.

Pero también es un medio para socializarse entre pares. Al conversar con amigos forman criterios, normas de lo que es deseable, correcto o aceptable; es decir, se socializan entre pares. A la vez, los jóvenes se individualizan, en la conversación, aquilatan o hacen valer sus propios criterios frente al interlocutor o frente a terceros referidos en la plática, y como señala Elias (1990), incorporan las ideas de otros y se forman y transforman como personas.

Hernández (2007) señala que las conversaciones, aun cuando versan sobre temas triviales, les permiten conocer a los jóvenes estudiantes otras opiniones y son una forma de reflexión. En el presente trabajo encontramos algunos ejemplos de reflexión, pero más que diálogos reflexivos —tal vez por el contexto de la bulla y por la brevedad del tiempo en que ocurren— fueron conversaciones que primordialmente permitieron la expresión de emociones. La emoción y la reflexión se manifestaron conjuntamente. Los chicos y chicas se desahogan, hablan de la preocupación, del coraje, la incertidumbre; de la tensión que les provocan las prácticas del ámbito escolar, los maestros, las y los compañeros o novios y rivales, a la vez que hacen valer sus razones. Asimismo, al hablar sobre diferentes ámbitos con amigos, la conversación se convierte en un vehículo de interconexión entre distintos mundos, vivencias y prácticas de los jóvenes. Por ejemplo, al hablar sobre problemas con o en la familia, se ponen de relieve asuntos familiares dentro del ámbito juvenil.

Por último, sobre la cuestión de género en el estilo conversacional encontramos que en las charlas entabladas entre hombres y mujeres no predominaban los hombres, como señala la bibliografía al respecto; por el contrario, ambos compartían el mismo derecho a hablar y ser escuchados, así como a hacer uso de groserías y expresar emociones. Parece que también en este terreno se está forjando una nueva femineidad más asertiva y una masculinidad más equitativa y comprensiva.

 

Agradecimientos:

Agradecemos la revisión del estilo y de la redacción a Enrique Bernal, DIE-Cinvestav.

 

Referencias

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Notas

1 Canción de Alejandra Guzmán, cantante y compositora del género pop. La letra de esta canción aborda la temática de una relación amorosa que ha terminado.

2 Signos que se usan en las transcripciones: ***= la conversación se dividió y únicamente se retomaron algunos contenidos. [ ] = La información que aparece entre ellos es expresada por los jóvenes, sin embargo al transcribirla no se hace exactamente con las mismas palabras usadas por chicos y chicas. NE = No escuché, indica que ya no me fue posible escuchar la intervención de algún participante o alguna parte de la conversación. ( ) Agrega información que complementa la intervención de un participante o se usa para añadir algunos datos que ayuden a entender mejor la situación o intervención de chicos y chicas. ... = La conversación continúa pero ya no fue posible registrarla debido al ritmo tan rápido de la plática.

3 Comúnmente se utiliza el cemento como droga.

4 Es una canción pop de Lady Gaga, cantante que en los últimos años ha cobrado gran fama por la letra de sus canciones, su vestimenta, sus bailes y, en general, por su personalidad, tan desinhibida, atrevida y original (según algunos fans). Poker Face hace una analogía entre una variación del juego de póquer llamada "Texas hold 'em" y las relaciones amorosas o de pareja. En esta letra se utilizan palabras que hacen referencia al juego de póquer, al sexo y al amor.

5 Reventar burbujas de jabón es un juego infantil popular, y es asociado a una actividad tranquila, una actividad de "sana" diversión para los niños.

6 Sabrina es una edecán de televisión que ha destacado por tener senos sumamente grandes, pues ha recurrido a distintas operaciones para conseguirlo. Su look es atrevido, y, en ocasiones, ha llegado a pintarse el cabello, una de estas veces fue de color rojo.

7 Se señalan todos los registros que abordan el tema, incluso cuando no están incluidos en este artículo. Asimismo, en el registro de una conversación se pueden tocar varios temas, de manera que el mismo se refiere en temas diferentes.

8 Dubet y Martuccelli (1998) sostienen que dentro de la experiencia escolar de los alumnos la lógica de socialización es predominante en la escuela primaria, la de subjetivación en la secundaria y la de la acción estratégica en el bachillerato, si bien siempre están presentes las tres lógicas. Nosotros confirmamos que en las conversaciones sobre la escuela de los estudiantes de bachillerato prevalece la lógica de la estrategia. A la vez mostramos que al conversar con compañeros y amigos sobre diversos temas ocurren procesos de socialización entre pares y de subjetivación. Asimismo subrayamos una dimensión que está ausente en el esquema de lógicas de acción de Dubet y Martuccelli: la sociablidad.

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