Editorial

Tiempo cumplido y sabiendo que falta mucho por hacer...

Time is up ... with so much left to do

Quisiera cerrar como directora de la revista como inicié esta responsabilidad: agradeciendo a todos los miembros del equipo editorial: nuestras editoras estrella Elsa Naccarella y Guadalupe Espinoza; nuestro soporte en la red Alfredo Meneses; los Comités y Consejos Editoriales, Comités directivos y Consultivos, y miembros del COMIE; autores, dictaminadores; colaboradores de servicio social de la UAM (Gerónimo Medrano, Carolina Hernández, Raúl Cárdenas e Italia Amaro), y lectores con quienes la compartí durante estos tres años. Nos acompañamos no sólo en la tarea de dar a conocer los resultados logrados en nuestro campo y buscar alternativas para agilizar el acceso y manejo de la información, sino en la oportunidad de aprender y el gusto por mantenernos al tanto sobre los avances, tropiezos, fortalezas y debilidades de la investigación educativa en la región. Contenta por haber concluido el periodo al que me comprometí, espero no haber defraudado de quienes me eligieron y sobre todo, más allá de los logros, que pocos o muchos no me los atribuyo ni creo que me corresponda evaluarlos, sí creo que es largo todavía el camino que como comunidad nos queda por recorrer para lograr lo que queremos de nuestra publicación.

Gracias a todos por su confianza, críticas, sugerencias y apoyo continuo al trabajo durante el tiempo en que me tocó estar al frente. Más allá del aprendizaje en una tarea que inicié con mucho entusiasmo pero poca experiencia, este periodo representó para mí enriquecedor en múltiples planos humano, académico y organizacional. Aprendí sobre la tarea de difusión y la operación de los juicios de pares, sus ventajas y dificultades, pero también sobre el COMIE, ya que me toco participar con tres distintos presidentes: Romualdo, Hugo y Tere, así como con todos los colegas de los Comités Directivos y Consejos Consultivos correspondientes de quienes recibí apoyo y sugerencias relevantes. Queridos Elsa, Guadalupe y Alfredo, aunque siga contribuyendo desde otras posiciones, echaré de menos nuestros mensajes, conversaciones y eternos proyectos, algunos por desgracia no concretados todavía.

Como señalaba Susana, en un momento análogo al que ahora me encuentro, en un entorno donde no siempre prevalecen la tolerancia, la justicia, la apertura y la razón, nuestra revista constituye y debe seguir persiguiendo ser un espacio abierto que —no se ancla en la rutina ni se contenta con difundir lo hecho; se interesa y compromete con el conocimiento, reconociendo las dimensiones éticas y públicas de éste, al tiempo que favorece la crítica y busca el diálogo, tanto entre los especialistas como entre éstos y el público lector— (Quintanilla, 2010).

RMIE representa un medio ideal para hacer llegar a las nuevas generaciones el saber acumulado, no para venerarlo o crear ídolos falsos, sino para aprovechar los hallazgos como trampolín para proponer nuevas preguntas, seguir pensando, cuestionando y avanzando en mejorar la educación de nuestro país en todos sus niveles y facetas. A lo largo de sus diecisiete años de existencia la revista se ha ido posicionando como un referente obligado para quienes se están formando como investigadores en el campo, pero se requiere ensayar nuevas rutas para el intercambio entre los investigadores y el encuentro de éstos con sus lectores, en particular con los cientos de estudiantes de posgrado y de licenciatura que constituyen el próximo relevo generacional en la investigación educativa.

No veo necesario presentar un informe detallado en este espacio, ya que en el último número de cada volumen y en este mismo se han reportado los datos relativos a la gestión de la revista. Más bien querría aprovechar para ampliar, explicar y difundir algunas medidas acordadas en la última reunión conjunta del Comité y Consejo editorial del presente año, donde se suscitó discusión y se tomaron acuerdos importantes a raíz de los planteados en la asamblea de socios que la precedió.

• Se reconoció el impacto logrado por la RMIE en el ámbito nacional e internacional, por lo que se ratificó la relevancia de sostener el libre acceso a los materiales publicados por vía electrónica, para seguir fortaleciendo su impacto y utilidad como medio de apropiación del conocimiento por parte de los lectores, especialmente los estudiantes, maestros y colegas interesados en el devenir de la educación en nuestro país y la región iberoamericana.

• En consonancia con las nuevas reglas de producción y difusión del conocimiento, así como de los cambios que han provocado las nuevas tecnologías en el acceso y formas de apropiación del conocimiento por parte de los lectores, se planteo reducir el tiraje en papel y enfatizar la utilización de medios electrónicos, tanto para la divulgación, como para la gestión editorial. Invitamos por tanto a todos nuestros colaboradores: comité y consejo editorial, autores y dictaminadores a responder favorablemente a la invitación de nuestra editora de ir paulatinamente transitando al empleo del Online Journal System (OJS). En su momento se harán públicas las indicaciones.

• En comités anteriores se había acordado realizar la traducción al inglés de los artículos de investigación, pero todavía no se ha logrado su publicación en paralelo a la edición en español, ni se ha concluido con la traducción de los primeros números. Ante las dificultades económicas y de personal suficiente en el COMIE y justamente porque reconocemos que esto constituye un paso más en la incorporación de los materiales publicados por la revista al ámbito internacional de discusión, se decidió solicitar a los autores que en paralelo a la presentación final de los artículos para publicación, hagan una traducción oficial de los mismos, que nos comprometemos a poner en línea al momento de aparición de la RMIE.

• Se renovaron los miembros de comité y consejo editorial que habían cumplido con el periodo reglamentario, de lo que se da cuenta detallada en el informe que se presenta en este número. Quiero agradecer y dar la bienvenida a los nuevos integrantes de nuestros órganos colegiados, ya que de ellos depende en buena medida la política editorial y la objetividad en los juicios sobre lo que debe incluirse en la RMIE.

• Se eligió para ocupar la dirección de la RMIE a partir de enero 2013 al Dr. Pedro Flores Crespo, quien como miembro del comité editorial quiere, conoce y ha acompañado el desarrollo de la revista desde hace dos años y estamos seguros impulsará su desarrollo y consolidación.

• Querido Pedro, felicitaciones y me resulta sumamente grato dejarte la estafeta, porque estoy segura que la revista avanzará y cosechará nuevos éxitos.

Finalmente me permito invitarlos a continuar contribuyendo con sus hallazgos, opiniones, juicios y difusión de la RMIE, porque de ellos depende no sólo la calidad, sino la vitalidad y que pueda cumplirse la función de la revista.

Rocío Grediaga Kuri, Directora.