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Revista mexicana de investigación educativa

versión impresa ISSN 1405-6666

RMIE vol.16 no.51 Ciudad de México oct./dic. 2011

 

Reseña

 

El valor de los programas de becas en la educación superior

 

Daniel Cuéllar Martínez*

 

Miller, Dinorah (2009). La equidad en la universidad. Pronabes y la condición de juventud de los estudiantes. Una mirada desde la UAM, col. Biblioteca de la educación superior, serie Investigadores, Ciudad de México: ANUIES.

 

Asistente de investigación del Área de Sociología de las Universidades, Departamento de Sociología. Edif. H. 3er. Piso. Universidad Autónoma Metropolitana. Unidad Azcapotzalco, av. San Pablo núm. 180, col. Reynosa Tamaulipas, 02200. México, DF, CE: dcma@correo.azc.uam.mx

 

En las últimas cuatro décadas el viraje de las políticas públicas de educación superior del Estado mexicano ha tomado una dirección integradora, ya que los programas de apoyo educativo en los procesos de diseño, implementación y población objetivo han involucrado a actores fuera de la esfera del gobierno; los actores sociales se han integrado a tal punto de ser copartícipes en la evaluación y renovación de las políticas, generando lo que tuvo a bien llamar Linblom (Aguilar, 2003) una postura incrementalista, es decir, estrategias de acción, las cuales parten de políticas anteriores, compartiendo líneas generales con diseños y propuestas innovadoras que buscan atender los huecos no cubiertos por las estrategias previas.

En el caso de las políticas de educación superior, el Estado mexicano comenzó una planeación de nuevas estrategias a partir de la década de los ochenta, atendiendo la demanda social por educación superior como resultado del Plan de Once Años y las revueltas estudiantiles de mediados de los años sesenta y setenta. Las estrategias del Estado para atender a la educación terciaria están asociadas, en lo particular, con la asignación de recursos para su funcionamiento; tal como lo han comentado algunos investigadores (López Zárate, 1996; ANUIES, 2003 y Mendoza, 2010:391-417), el financiamiento a la educación está ligado con la estabilidad política y económica del país. En 1982 la economía mexicana se vio profundamente debilitada por la baja de los precios del petróleo, al que se había apostado; con ello la deuda se incrementó al grado de ver como alternativa el ingreso a organizamos internacionales como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, donde el gobierno se involucró en una dinámica de optimizar el uso de los recursos del propio Estado, con miras a elevar la calidad de los servicios y promover la rendición de cuentas. Es con este telón de fondo que los sectores de salud, desarrollo social, económico, educativo y algunos más comenzaron a tener nuevas estrategias incorporadas a la de los organismos internacionales.

Para el sexenio salinista (1988-1994), la política educativa fue "modernizadora", involucró una nueva línea de evaluación la cual, con el paso de los años, se volvió determinante en la relación entre el Estado y las instituciones educativas, particularmente las de educación superior, ya que el mecanismo de asignación de recursos extraordinarios trabajaría en función de los resultados de las evaluaciones, lo que ha llegado a considerarse como el rasgo regulatorio de los programas modernizadores.

El trabajo de Dinorah Miller Flores que aquí reseñamos comienza con esta concepción, invitando al lector a que genere una perspectiva sobre las acciones que el gobierno ha desarrollado en las últimas tres décadas, a partir de dos posturas: la de los investigadores que conciben al Estado como neoliberal, al considerarlo como evaluador que tiene la facultad de monitorear a distancia las acciones de las instituciones estableciendo metas y criterios afines a su noción de educación superior; a la par que se enriquece el debate al proponer, desde otra latitud, la postura del Estado no neoliberal, sino neoestatista, entendiéndose como un juego de política donde las esferas del poder instrumentan las estrategias del gobierno.

A partir de las concepciones del gobierno y las variaciones sobre la estrategia del Estado, Miller realiza un análisis sobre el Programa Nacional de Becas para la Educación Superior (Pronabes) y el efecto que genera en la vida académica de los jóvenes universitarios adscritos a la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), en los primeros dos años de su estancia en la institución.

Con un historial en investigaciones sobre trayectorias académicas de los jóvenes universitarios mexicanos, Miller Flores emprende un nuevo análisis sobre el contexto de las políticas del Estado mexicano, dejando en claro que el Pronabes representa una innovación en la realidad del sistema educativo superior, al atender directamente a los estudiantes por dos vías, el incentivo económico de la beca y la promoción de la figura del tutor, la cual tiene grandes áreas de oportunidad, ya que en muchas instituciones la interpretación de este papel en el programa no representa el mismo efecto en las diferentes instituciones.

Los resultados de esta investigación son plasmados en el libro La equidad en la unversidad. Pronabes y la condición de juventud de los estudiantes. Una mirada desde la UAM, publicado por la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES). El texto permite entrever el problema de la permanencia en el Sistema de Educación Superior, el impacto del programa de becas económicas no reembolsables en la trayectoria de los universitarios así como el efecto diferenciado de los dos modelos de enseñanza-aprendizaje y las divisiones académicas que coexisten en la Universidad Autónoma Metropolitana.

El trabajo de la autora se puede dividir en tres segmentos, el primero contextualiza de manera clara la evolución de las políticas de educación superior, partiendo de la idea de que las estrategias del Estado por atenuar las diferencias sociales a través de los programas de apoyo educativo han tenido logros parciales, tal como lo comenta Bartolucci (2000) considerando la democratización de la universidad como inconclusa, dado que los grupos predominantes provienen, principalmente, de los sectores altos y medios así como de las zonas urbanas.

A la par de esta radiografía de las políticas públicas, se genera un debate sociológico sobre las nociones de educación, desigualdad de oportunidades y equidad. Es en este punto donde se pone el énfasis en las diferentes percepciones que han tenido teóricos sociales sobre el fenómeno de la educación, la capacidad socializadora que estudia Durkheim, el valor de la sociedad estratificada y una educación estratificante como lo enuncian Weber y Parsons, la concepción de Bourdieu y la sociedad reproduccionista, dirigiendo este abanico de percepciones hacia los teóricos contemporáneos y los nuevos fenómenos; como la sociedad de la información, el uso de nuevas tecnologías, la educación para toda la vida y la educación basada en modelos de competencia.

Para atender la noción de igualdad de oportunidades es importante considerar el pronunciamiento de Luhmann (Luhmann y Eberhard, 1993) que parte de la noción de la educación como cohesionadora del engranaje social, formando líneas de relación entre los individuos, tal como lo exponen los clásicos pero dejando en evidencia que la unidad en la sociedad está interiormente diferenciada, existiendo una continua desigualdad que se traslada al mundo escolar, se establece como un sistema educativo que trabaja con referencias sociales y no pedagógicas, en un formato de exclusión/inclusión, tal como la maneja la sociedad en su conjunto.

Esta necesidad por incorporar al debate público los temas de equidad e igualdades de oportunidades lleva a considerar la interpretación de Teresa Bracho (2004) sobre la teoría de la justicia social de John Rawls, donde considera que el principio de igualdad de oportunidades va más allá del reconocimiento de las desigualdades (Luhmann y Eberhard, 1993) ya que se incorpora al campo de libertades y derechos, enfatizando en "la necesidad de emparejar las condiciones de arranque, de la competencia entre los individuos antes que la misma competencia de inicio".

Esta interpretación encuentra eco en el trabajo de Jorge Calero y Xavier Bonal (1999), quienes atienden las nociones de equidad e igualdad desde la preceptiva del gobierno y las formas de intervención del sector público; resaltado el principio de igualdad de oportunidades, donde aparece el término "discriminación positiva", refiriéndose a la compensación a individuos cuyos antecedentes se reflejan en características y condiciones que truncan las oportunidades formales de una igualdad real. Es a partir de este bagaje teórico que la autora comienza a tamizar la realidad actual de las políticas educativas para el nivel superior, tomando como referencia y objeto de estudio la estrategia educativa establecida en el periodo foxista, del Programa de Nacional Becas, donde los conceptos de igualdad de oportunidades y equidad tomaron gran fuerza en el discurso del gobierno federal.

Miller concluye este primer segmento evidenciando el carácter inédito del Programa, al tomar como población objetivo a los jóvenes, quienes representan la fuerza demandante del servicio educativo y la dualidad del apoyo: en lo académico con la presencia del tutor y en el económico con la beca. De igual forma, presenta la trayectoria de la UAM a través de una reseña clara de la Universidad sobre las modalidades de enseñanza-aprendizaje y la organización de las licenciaturas por unidades y divisiones.

Los capítulos V y VI, a la par que los anexos correspondientes, permiten entender la estrategia del análisis cuantitativo que se realizó con el propósito de revisar descriptivamente las trayectorias de los jóvenes universitarios en la UAM en sus primeros dos años y los factores que intervienen en la probabilidad de contar con una trayectoria académica regular. Es en este segundo momento del libro donde el lector cuenta con la enriquecedora oportunidad de revisar las tablas completas del análisis, ya que no sólo se encuentran los resultados finales, si no que se presenta a detalle, los resultados.

El estudio parte del cuestionamiento ¿la beca tiene un efecto diferencial sobre las trayectorias de los jóvenes estudiantes de origen económico adverso? Y, para ello, se trabajó con base en cuatro perfiles de estudiantes; paralelamente, se generó una relación transversal sobre tres dimensiones: individual, social e institucional, lo cual permitió contar con una perspectiva amplia sobre los factores que influyen en la vida escolar de los jóvenes universitarios.

El segmento final permite comprender que, en el caso de la población estudiada, el factor de la edad y el tiempo de transición del nivel medio superior al superior conforman patrones de comportamiento entre los jóvenes que permanecieron en la universidad y los que no. En el grupo que se incorpora a la institución se observa la relación entre los ciclos de vida y los roles sociales por género y edad. A la par de estos patrones biográficos y de becario, la dimensión institucional permite entender las trayectorias y la influencia de los modelos de enseñanza-aprendizaje que coexisten en la Universidad y los rasgos de las unidades y divisiones en las que se organiza.

El trabajo de Miller no sólo aporta elementos sólidos para la discusión sino que abre la puerta a un abanico de interrogantes sobre las trayectorias educativas de los jóvenes universitarios y la relación de éstas con la vida social, el valor de emplear los conceptos de equidad e igualdad de oportunidades en las políticas del Estado, la figura relativa del tutor en los programas gubernamentales y las estrategias pedagógicas y estructuras curriculares dentro de las instituciones de educación superior, lo cual debe motivar tanto a los investigadores como a los actores del gobierno a continuar en el estudio de éstos y otros fenómenos.

 

Referencias

Aguilar Villanueva, Luis R (2003). El estudio de las políticas públicas, vol. 1, Ciudad de México: Porrúa.         [ Links ]

ANUIES (2003). Propuesta de lineamientos para una política de Estado en el financiamiento de la educación superior, Ciudad de México: ANUIES.         [ Links ]

Bartolucci, J. (2000). Desigualdad social, educación superior y sociología en México, Ciudad de México: CESU-UNAM/Porrúa.         [ Links ]

Bracho, Teresa (2005). Evaluación del Programa Nacional de Becas para la Educación Superior 2001-2004, Ciudad de México: ANUIES.         [ Links ]

Calero Jorge y Xavier Bonal (1999). Política educativa y gasto público en educación. Aspectos teóricos y una aplicación al caso español, Barcelona: Pomares-Corredor.         [ Links ]

Luhmann, Niklas y Karl Eberhard (1993). El sistema educativo: problemas de reflexión, Guadalajara, Jalisco: Universidad de Guadalajara.         [ Links ]

López Zárate, Romualdo (1996). El financiamiento a la educación superior 1982-1994, Ciudad de México: ANUIES.         [ Links ]

Mendoza Rojas, Javier (2010). "Tres décadas de financiamiento de la educación superior", en Albert Arnaut y Silvia Giorguli (coord.) Los grandes problemas de México, tomo VII, Educación, Ciudad de México: El Colegio de México.         [ Links ]

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