Editorial

Un compromiso con la sociedad a la que nos debemos

En el número anterior, último en que después de tres arduos años de trabajo Susana estuvo como directora de la RMIE, señaló que ese tiempo era un tramo pequeño de la vida de la Revista Mexicana de Investigación Educativa, aproximadamente una quinta parte de su existencia. Sin duda es cierto, pero también no lo es, pues cualitativamente cada uno de los directores ha hecho importantes contribuciones a su desarrollo y consolidación.

Bajo la conducción de Susana, durante éste, al mismo tiempo corto y largo periodo, se lograron avances importantes. Como se reportó en el balance que aparece en el número anterior, la RMIE recibió anualmente más de un centenar de contribuciones, que aumentaron y se diversificaron no sólo en términos del origen institucional y disciplinario de sus autores, sino también en cuanto a las perspectivas teórico–metodológicas y los campos temáticos atendidos; se impulsó la integración del portal de Educación entre el Consejo Mexicano de Investigación Educativa (COMIE) y el Sistema de Información Científica REDALyC, donde la RMIE es una de las más consultadas de la región, y se inició la capacitación de los miembros del equipo editorial para ir integrando los nuevos sistemas de gestión editorial (Open Journal System), que todavía está en proceso. Personalmente agradezco a Susana, además, su generosidad durante los últimos meses, en que compartió conmigo sus conocimientos y experiencia al iniciarme en las tareas y responsabilidades que hay que atender en la dirección pero, sobre todo, por trasmitirme su entusiasmo, conocimiento y amor por el trabajo editorial.

Quisiera iniciar esta nueva responsabilidad agradeciendo a todos los miembros del Comité y el Consejo editoriales anteriores, no sólo su tarea, sino la confianza que han depositado en mí al proponerme para estar al frente de un proyecto editorial que se ha ido consolidando a lo largo de sus quince años de vida, gracias al esfuerzo y colaboración sostenida de sus fundadores, de nuestro equipo editorial y de todos los que han contribuido cotidianamente a su adecuado funcionamiento. Con su apoyo y el de Susana, hemos buscado conformar los nuevos órganos colegiados de la Revista garantizando una composición representativa, necesariamente plural por el carácter interinstitucional del Consejo Mexicano de Investigación Educativa y del campo del conocimiento, en cuanto a los distintos niveles educativos, perspectivas analíticas y metodológicas. Su periódica renovación hace posible el flujo continuo de generaciones, disciplinas, perspectivas e instituciones y refrenda la voluntad de excelencia dentro de un marco de diversidad.

Nuestro nuevo Comité Editorial incrementa la participación en el total de sus integrantes de investigadores de fuera de la región metropolitana de la Ciudad de México (a 21.75%) y equilibra la membresía de colegas extranjeros de tres distintas regiones: América Latina (13.04%), Norteamérica (13.04%) y la Unión Europea (13.04%), representando entonces los integrantes de distintas instituciones de la Zona Metropolitana un poco menos de dos quintas partes. En cuanto al Consejo Editorial, también se hizo un esfuerzo por incrementar su diversificación geográfica, temática e institucional, logrando la aceptación de casi todos los propuestos y que fueron ratificados por el Consejo Consultivo del COMIE, sólo nos falta recibir respuesta de una de nuestras invitadas de la región latinoamericana.

Asimismo, quisiera aprovechar para darles la más calurosa bienvenida a quienes, atendiendo al proceso de renovación que indica nuestro reglamento, nos han hecho el honor de aceptar continuar o integrarse a formar parte del Comité y Consejo Editoriales. Aceptaron a sabiendas de que en nuestra publicación dicha tarea no representa únicamente aparecer en una lista de nombres en la contraportada, sino que implica un compromiso cotidiano de seguimiento de las actividades editoriales, su opinión constante sobre la calidad y pertinencia de los contenidos y un esfuerzo de difusión para ampliar la participación de los miembros de sus comunidades de referencia en las actividades de la RMIE. Junto con ellos y la colaboración del equipo editorial espero que podremos dar continuidad al cumplimiento de lo que ha sido y seguirá siendo el objetivo central de esta publicación: la discusión de los avances de investigación sobre el ámbito educativo, así como la creciente atención a los problemas fundamentales que se enfrentan en este campo.

A pesar de los innegables logros, son grandes los retos que tenemos, habrá que continuar el esfuerzo de promover el diálogo, no sólo entre investigadores del campo, sino con la sociedad a la que nos debemos y con la que tenemos un compromiso importante. Nuestro objeto de reflexión: la educación, es en las sociedades contemporáneas uno de los espacios fundamentales de creación de oportunidades para las nuevas generaciones. Sin embargo, los análisis y evaluaciones realizadas en los últimos años sobre los resultados alcanzados nos indican que, a pesar de la ampliación de la cobertura en los distintos niveles de sistema educativo en el país y la región, aún subsisten múltiples dificultades para lograr una mayor equidad, especialmente en contextos donde, desafortunadamente, todavía imperan grandes desigualdades sociales. Esta es una de las razones por las que el COMIE ha decidido mantener la edición en papel paralelamente a dar libre acceso a la versión electrónica de la RMIE. Así, las escuelas aisladas, que no tienen acceso a medios electrónicos, podrían de cualquier forma beneficiarse de los materiales en sus bibliotecas proporcionados por la Secretaría de Educación Pública o la suscripción directa.

En consonancia con las nuevas reglas de producción y difusión del conocimiento, así como de los cambios que han provocado las nuevas tecnologías en el acceso y formas de apropiación del conocimiento por parte de los lectores, en comités editoriales anteriores, además del libre acceso vía electrónica a la versión impresa de la RMIE, se decidió promover, en la medida que lo permitían los recursos del COMIE, la traducción al inglés de los artículos de investigación. Todavía no se ha logrado su publicación en paralelo a la edición en español pero esto ha constituido un paso más en la incorporación de los materiales publicados al ámbito internacional de discusión. No obstante, se requiere ensayar nuevas rutas para el encuentro entre los investigadores y de éstos con sus lectores, en particular con los cientos de estudiantes de posgrado y de licenciatura que constituyen el próximo relevo generacional en la investigación educativa. Paulatinamente la RMIE se ha ido posicionando como un referente obligado para quienes se están formando como investigadores en el campo, por lo que resulta necesario tomar en cuenta en su diseño y distribución, el papel que desempeña nuestra publicación en la formación de las nuevas generaciones de investigadores educativos.

Invitamos a la comunidad de investigadores sobre educación a redoblar sus esfuerzos por generar trabajos que contribuyan, cada vez en mayor medida, a la discusión sobre los problemas educativos contemporáneos, en particular en América Latina y México. Como revista buscaremos garantizar la difusión oportuna de aquellas investigaciones que fundamentan adecuadamente sus aseveraciones, propuestas y conclusiones tanto teóricamente, como a través del análisis sistemático de la realidad educativa.

La intención del actual Comité Editorial es intensificar la difusión y análisis crítico del trabajo realizado, así como promover un debate más intenso en el seno de la comunidad de investigadores y con la sociedad, tanto directamente a través de revitalizar nuestra sección de aportes a la discusión, como aprovechando la lectura sistemática de los nuevos aportes en el campo educativo a través de fomentar la aparición de reseñas de libros relevantes en las distintas líneas de investigación educativa, principalmente la de aquellos de mayor relevancia y reciente aparición. Esperamos recibir un número cada vez mayor de reseñas de alta calidad, realizadas tanto por investigadores como por estudiantes de posgrado, ya que consideramos que esta tarea contribuye también a la conformación y avance de nuevas vetas de estudio, intervención o recomendaciones que mejorarán el desempeño de la educación en el país.

Rocío Grediaga Kuri, Directora