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Revista mexicana de investigación educativa

versión impresa ISSN 1405-6666

RMIE vol.13 no.36 Ciudad de México ene./mar. 2008

 

Editorial

Sí, la esperanza

 

La filósofa Hanna Arendt entresacó de "A la posteridad", uno de los más famosos y pesimistas poemas de Brecht, el título de Hombres en tiempos de oscuridad, una colección de ensayos y artículos acerca de las personas, cómo vivían, cómo se movían en el mundo, cómo las afectaba el tiempo histórico. No de todas, por supuesto, sino de unas cuantas, diferentes unas de otras, sin más lugares comunes que el haber vivido una época oscura, la primera mitad del siglo XX. Esto, y el hecho de que ninguna se sintió cómoda con lo que pasaba a su alrededor. Pero en lugar de contribuir al oscurecimiento mediante el retiro, el cual podía resultarles benéfico en términos individuales, estas personas reflejaron en sus trabajos y en sus vidas luces inciertas, titilantes y a menudo débiles que orientaron a otros y mantuvieron vivo el derecho a esperar cierta iluminación, alguna esperanza. Y es que con cada individuo que se retira, afirma Arendt, el mundo sufre una pérdida casi demostrable: "lo que se pierde es ese estar en el medio específico y a menudo irremplazable que debería haberse formado entre ese individuo y sus semejantes".

Volví a Hombres en tiempos de oscuridad después de leer la ponencia magistral -en el sentido exacto del término- de Pablo Latapí (don Pablo, como le decimos con cariño y reverencia los "jóvenes") en el IX Congreso Nacional de Investigación Educativa, todavía bajo el influjo de las palabras ahí dichas por Olac Fuentes Molinar, de la inteligencia optimista de José Joaquín Bruner, del encuentro con mis compañeros de generación (75-78 del Colegio de Pedagogía de la UNAM) y de la renovación del Consejo Directivo del Comie. Todo esto, más una inquietud que comparto y sé que es compartida: cómo hacer para que nuestra revista no se aísle, para que refleje los esfuerzos y los principios de la comunidad que la sustenta y para que contribuya a sus destellos.

Por lo pronto, hay noticias buenas: la próxima realización del Portal Iberoamericano de Educación, coordinado por Redalyc y el Consejo; la continuidad en el trabajo conjunto del Grupo de Revistas de Educación; la entrega del dictamen del CONACyT, que asegura la permanencia de la RMIE en el Indice de Revistas Científicas hasta el 2012, y el cierre de la primera convocatoria pública para presentar propuestas de números temáticos. La respuesta a esta última fue amplia, y seguramente el Comité y el Consejo editoriales tendrán dificultades al elegir entre las nueve propuestas que recibimos. Será también difícil decidir quiénes de nuestros colegas se integrarán al Comité, que debe ser parcialmente renovado a principios de este año.

Pero los propósitos y los logros no son suficientes, o más bien no lo son todo. Habrá que volver al tema central del aporte de discusión de este número de la revista y quitarle, con ideas y energía, los signos de interrogación al título de la ponencia de don Pablo. Sí, la esperanza.

 

Susana Quintanilla
Directora

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