SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.52 issue1Endogenous chemical compounds having regulatory effect on stolon sprouting in Solanum tuberosum L.Life cycle and fecundity of Dactylopius opuntiae (Hemiptera: Dactylopiidae) in Opuntia ficus-indica (Caryophyllales: Cactaceae) author indexsubject indexsearch form
Home Pagealphabetic serial listing  

Services on Demand

Journal

Article

Indicators

Related links

  • Have no similar articlesSimilars in SciELO

Share


Agrociencia

On-line version ISSN 2521-9766Print version ISSN 1405-3195

Agrociencia vol.52 n.1 Texcoco Jan./Feb. 2018

 

Fitociencia

Desarrollo, rendimiento y calidad del fruto de melón (Cucumis melo L.) de plantas inoculadas con cepas mexicanas de Bacillus subtilis (Ehrenberg)

Ma. del Rosario Abraham-Juárez1 

Isidro Espitia-Vázquez1 

Rafael Guzmán-Mendoza1 

Víctor Olalde-Portugal2 

Graciela M. de la L. Ruiz-Aguilar1 

José L. García-Hernández3 

Lisset Herrera-Isidrón4 

Héctor G. Núñez-Palenius1  * 

1Life Sciences Division, Campus Irapuato-Salamanca, University of Guanajuato. 36500. Irapuato Guanajuato, México.

2Center of Research and Advanced Studies CINVESTAV Instituto Politécnico Nacional-Irapuato Unit. Km. 9.6 Libramiento Norte Carr. Irapuato-León. 36821. Irapuato Guanajuato, México.

3Agriculture and Veterinary Faculty of the University of Juarez in the state of Durango. Ejido Venecia. 35111. Municipio de Gómez Palacio, Durango, México.

4Professional Interdisciplinary Engineering Unit. Guanajuato Campus. IPN. Avenida Mineral de Valenciana No. 200 Col. Fraccionamiento Industrial Puerto Interior. 36275. Silao de la Victoria, Guanajuato México.


Resumen

Las cepas de Bacillus subtilis aumentan el crecimiento y el rendimiento de las plantas. Por lo tanto, la aplicación de cepas nativas mexicanas de B. subtilis en melón cultivado en invernadero (Cucumis melo L.) debería inducir una mejora significativa en el desarrollo de la planta y la calidad del fruto. El objetivo de este estudio fue evaluar el efecto de las cepas nativas de México de B. subtilis, LAL-36, BEB-23, BEB-22 y BEB-13, en el desarrollo de la planta de melón y en la calidad del fruto. Las cepas se colocaron por separado en la rizósfera de las plantas de melón en condiciones de invernadero. Las plantas se cultivaron en zeolita tipo clinoptilolita. Los tratamientos fueron cinco: cuatro inoculados con una de las cuatro cepas de B. subtilis y un testigo sin inóculo bacteriano. El diseño experimental fue completamente al azar con nueve repeticiones. Los datos se analizaron estadísticamente con ANDEVA de una vía y prueba Tukey para comparar las medias. Con las cepas LAL-36 y BEB-22, los pesos fresco y seco de la raíz mostraron tendencia constante de los valores mayores y diferencias estadísticamente significativas. Los valores mayores de peso seco del vástago fueron 164.76 g con LAL-36 y 162.14 g con BEB-22. El valor mayor de peso seco de la raíz fue 64.55 g con la cepa LAL-36. Los valores mayores en altura y área foliar (482.22 cm y 398.41 cm2) se observaron en las plantas tratadas con la cepa BEB-23. El rendimiento máximo del fruto (97.76 t ha-1) se observó en las plantas inoculadas con la cepa LAL-36; esta cepa también propició calidad excepcional del fruto, aunque las diferencias fueron menores comparadas con los otros tratamientos. La inoculación de la cepa B. subtilis LAL-36 en plantas de melón causó los efectos más destacados durante la producción de frutos con el cultivo en invernadero, aumentando el rendimiento en un 20 %. Por lo tanto, al usar cepas nativas mexicanas de B. subtilis se pueden obtener frutos de melón de alta calidad con mayores ganancias.

Palabras clave: zeolita; PGPR; agricultura protegida; poscosecha; cucurbitáceas

Abstract

Strains of Bacillus subtilis increase plant growth and yield. Consequently, the application of Mexican native strains of B. subtilis on greenhouse-grown melon (Cucumis melo L.) plants should induced a significant improvement on plant development and fruit quality. The objective of this study was to evaluate the effect of LAL-36, BEB-23, BEB-22 and BEB-13 B. subtilis strains, native to Mexico, on melon plant development and fruit quality. The strains were placed separately into the rhizosphere of melon plants under greenhouse conditions. Plants were grown in clinoptilolite type zeolite. Five treatments were evaluated: four inoculated with one of the four B. subtilis strains and one control without bacterial inoculum. A completely randomized design with nine repetitions was used in the experiment. The data were statistically analyzed with a one way-ANOVA and a mean comparison using the Tukey’s test. The root wet and dry weight depicted a sustained tendency with the greatest values and with significant statistical differences with LAL-36 and BEB-22 strains. The greatest values for shoot dry weight were 164.76 g for the LAL-36 and 162.14 g for BEB-22. The highest value for root dry weight was 64.55 g with the LAL-36 strain. The greatest values in height and foliar area (482.22 cm2 and 398.41 cm2) were observed in the plants treated with BEB-23 strain. Utmost fruit yield (97.76 t ha-1) was observed in the plants inoculated with LAL-36 strain; this strain also induced exceptional fruit quality, although the differences were lower compared to the other. The inoculation of B. subtilis LAL-36 strain on melon plants caused the most outstanding effects during the production of greenhouse-grown melon fruits, increasing the yield in 20 %. Therefore, using Mexican native strains of B. subtilis is possible to obtain high quality melon fruits with increased profits.

Keywords: zeolite; PGPR; protected agriculture; postharvest; cucurbits

Introducción

El melón (Cucumis melo L.) pertenece a la familia de las cucurbitáceas y es un cultivo importante en el mundo (FAO, 2016). Se cultiva en regiones tropicales y subtropicales del mundo, aunque también en clima templado en agricultura protegida (Gómez-Guillamón et al., 1997; Robinson y Decker-Walters, 1997). Se reconocen siete variedades importantes de la especie C. melo: cantaloupensis Naud., reticulatus Ser., saccharinus Naud., inodorus Naud., flexuosos Naud., conomon Mak. y dudaim Naud. (Kirkbride, 1993). De ellos, cantaloupensis, reticulatus e inodorus son los que tienen más cultivos en el mundo. En México, el área plantada con melón en 2014 fue 18 454 ha. La producción total de fruto fresco fue 526 991 t, con rendimiento promedio de 28.79 t ha-1 y valor económico de 181.79 millones de dólares estadounidenses (SIAP, 2016), lo que coloca a México como un exportador importante de melones. Por ejemplo, en 2013, se exportaron 145 688 t, con valor mayor a 105 millones de dólares estadounidenses (FAOSTAT, 2017).

Sin embargo, a pesar de lo señalado, la cosecha de melón en México enfrenta diversas complicaciones en el manejo agronómico (Ayala y Carrera, 2012), los problemas más frecuentes son plagas, enfermedades y problemas en nutrición. Estas dificultades se deben a la tendencia del mercado de solicitar frutos libres de residuos de agroquímicos. Al respecto, diversos microorganismos tienen efectos benéficos cuando están en la rizósfera de los cultivos. Entre las bacterias beneficiosas con mayor potencial en el cultivo de hortalizas están Pseudomonas, Serratia, Streptomices, Calothrix, Aureobasidium y Bacillus (Choudhary y Johri, 2009; Singh et al., 2011). Las especies de dichos géneros liberan un rango amplio de péptidos con actividad microbicida que incluyen pequeñas bacteriocinas y antihongos (producidos a través de la síntesis ribosomal) y peptaiboles, ciclopéptidos y pseudopéptidos, que son metabolitos secundarios no peptídicos (Montesinos, 2007). Además, B. subtilis es una rizobacteria promotora del crecimiento vegetal (PGPR), pertenece a este grupo y puede colonizar las raíces de la planta o de las cercanas. La inoculación con PGPR en diferentes cultivos puede aumentar su estado nutricional y generar cambios en compuestos, como fitohormonas, que causan variaciones en la fisiología de la planta, como incremento en el desarrollo de la raíz, inducción de resistencia sistémica y tolerancia a ciertas condiciones ambientales (Beneduzi et al., 2012). Asimismo, algunas cepas pueden inhibir el desarrollo de organismos patógenos a través de sideróforos y antibióticos. Del mismo modo, la calidad del fruto se puede mejorar, como ocurre en el tomate (Mena-Violante y Olalde-Portugal, 2007).

Entre estos géneros bacterianos, Bacillus sobresale por su capacidad de generar muchos metabolitos secundarios, enzimas y reguladores del crecimiento en las plantas (Cazorla et al., 2006; Ongena y Jacques, 2008). Asimismo, la especie B. subtilis, una bacteria Gram-positiva, es uno de los microorganismos mejor caracterizados genética y bioquímicamente (Ongena y Jacques, 2008). Hay muchas cepas con capacidad excelente de colonización y gran versatilidad para proteger diversas plantas de patógenos (Kloepper et al., 2004). Además, B. subtilis posee gran capacidad de esporular, lo que asegura su permanencia en el ambiente (Schallmey et al., 2004).

Bacillus subtilis ha mostrado efectos positivos en la calidad y desarrollo de otros frutos aparte del melón, como el tomate (Mena-Violante y Olalde-Portugal, 2007; Mena-Violante et al., 2009). Asimismo, la inoculación del suelo con B. subtilis, en prueba de laboratorio, mostró un incremento del crecimiento de la planta de C. melo (Zhao et al., 2011). Algunas características relacionadas con la calidad del fruto que mejoran al aplicar B. subtilis incluyen: aumento en el tamaño y el peso del fruto, mayor rendimiento, resistencia a organismos degradantes y firmeza, debido a una reducción de producción de etileno, lo que significa una vida de anaquel más larga, e incremento en los sólidos solubles totales (Mena-Violante y Olalde-Portugal, 2007; Mena-Violante et al., 2009).

Entonces, el uso de cepas nativas mexicanas de B. subtilis en el cultivo de melón podría tener efectos positivos evitando la incidencia de enfermedades y aumentando la nutrición en la planta. Con esto, se lograría mayor calidad del fruto y la posibilidad de obtener mejor precio en el mercado. Al mismo tiempo, el producto sería atractivo para el mercado de exportación por sus características en inocuidad de alimentos. Este enfoque es una alternativa atractiva desde el punto de vista ambiental, económico, científico, de mercado y de salud. Por lo tanto, el objetivo de este estudio fue evaluar los efectos de cuatro cepas nativas de México de B. subtilis (BEB-23, LAL-36, BEB-22 y BEB-13) en el desarrollo de plantas de melón (rendimiento y calidad del fruto) cultivadas en condiciones de invernadero. Así, la aplicación de cepas nativas mexicanas de B. subtilis en plantas de melón cultivadas en invernadero podría generar una mejora significativa en el desarrollo de la planta y la calidad del fruto.

Materiales y Métodos

Materiales vegetales y condiciones de crecimiento de los cultivos

La variedad de semilla utilizada fue Top Mark (Nunhem Seeds), un melón tipo reticulado. El experimento se desarrolló en un invernadero durante la temporada de primavera-verano de 2014. El sitio experimental fue un invernadero de la División de Ciencias de la Vida, Campus Irapuato-Salamanca, Universidad de Guanajuato, México, con un área de 90 m2 (20° 44’ 32.18” N y 101° 19’ 52.22” O, a 1757 msnm). El invernadero tiene un sistema de control para mantener la temperatura a 22-30 °C.

La germinación de la semilla de melón se realizó en condiciones de laboratorio. Noventa semillas se colocaron en una cámara de germinación (Tempette Junior TE-8J, EUA), a una temperatura constante de 30 °C durante 24 h. Todas las semillas germinadas, que ya presentaban raíz, se plantaron en un sustrato de turba húmeda (mezcla Sun Shine #3) sobre una bandeja de germinación de polipropileno y se mantuvieron ahí durante 10 d, a 23-25 °C. Cuando las plántulas de melón tenían una altura de 10 cm (en promedio) y dos hojas verdaderas, se trasplantaron a bolsas de plástico negro de 10 L que contenían zeolita (clinoptilolita natural con una granulometría de 5 mm). Este sustrato fue donado amablemente por Zeolitech S. de R. L. de C. V. (México). Las plantas de melón se mantuvieron en invernadero hasta el final del experimento. La solución nutritiva, el sistema y la frecuencia de riego se realizaron según los protocolos reportados por Nuñez-Palenius et al. (2007).

Tratamientos evaluados

Los cinco tratamientos fueron cuatro cepas bacterianas y un control (sin bacterias): 1) testigo, 2) cepa BEB-23, 3) cepa LAL-36, 4) cepa BEB-22 y 5) cepa BEB-13. Las cepas las donó amablemente el Dr. Olalde-Portugal (CINVESTAV-IPN, Unidad Irapuato). La aplicación de las cepas bacterianas se efectuó inmediatamente después del trasplante y siguiendo el protocolo descrito por Mena-Violante et al. (2009). Una perforación de 8 cm de profundidad se hizo al lado de cada planta y después se aplicó una solución bacteriana de 3 mL (1 X 107 UFC mL-1) usando una jeringa sin aguja. Catorce días después de la primera aplicación de las cepas bacterianas, se aplicó una segunda para asegurar el establecimiento de la bacteria en la rizósfera de la planta. Las flores hermafroditas se autopolinizaron a mano y se etiquetaron con la fecha de polinización. Tres frutos en cada planta se conservaron y sólo uno se usó para las evaluaciones de calidad. El control de plagas y enfermedades se completó usando las recomendaciones de Fu y Ramírez (1999) y Pinales y Arellano (2001).

Los frutos producidos se sujetaron verticalmente a la estructura del invernadero con cuerdas y una malla comercial, lo que significa que los frutos maduros cayeron en la red, evitando el contacto con el suelo.

Variables evaluadas

Las variables fueron el desarrollo de la planta, el rendimiento y la calidad del fruto. Respecto al desarrollo de la planta, semanalmente se evaluó la altura (cm) de 45 plantas (nueve por tratamiento) durante 11 semanas, desde la base hasta el ápice. Asimismo, se registró el área foliar dibujando el borde de la hoja (cinco hojas, desde el ápice hasta la base) de cada una de las 45 plantas (de las que se registró la altura) sobre una hoja de papel que fue escaneada, produciendo una imagen que se procesó a través del software Image J (Figura 1). Los pesos fresco y seco del vástago y de las raíces se determinaron al final del experimento. En resumen, se cosecharon las 45 plantas (a la altura del cuello) cuyas variables se habían medido. La raíz del tallo se separó, se pesó, para registrar el peso fresco. Después, los tallos con hojas se colocaron en un horno de secado (Thermo Scientific™, modelo Precisión™, EUA) a 60 °C durante 72 h y, luego se pesaron para determinar su peso seco. Para obtener el peso fresco de la raíz, después de cortar la parte aérea de la planta, las raíces se lavaron con agua de la llave y se limpiaron de residuos de sustrato, luego se pesaron y de inmediato se colocaron en un horno de secado a 60 °C por 72 h, después se pesaron para obtener el peso seco de la raíz.

Figura 1 Área foliar de plantas de melón sobre papel y su conversión a cm2 por medio del software Image J. 

El rendimiento de fruto por ha se calculó con los datos del peso fresco del fruto por cosecha, considerando tres cosechas totales durante el ciclo de la planta y 20 000 plantas ha−1.

La calidad del fruto de melón se determinó en 45 muestras (una por planta), considerando: 1) peso fresco, que se midió con una balanza digital (Mettler PJ6000, España); 2) diámetro polar y ecuatorial, 3) área de la cavidad del fruto, que se midió con el protocolo descrito por Nuñez-Palenius et al. (2007); 4) color de la corteza externa (exocarpio), que se determinó usando un cromatómetro Hunter Lab (Minolta, modelo CM-508d, EUA), calibrado con un estándar (azulejo blanco) para obtener los parámetros L*, b* y a*, 5) firmeza del fruto, que se midió así: el fruto entero sin pelar se probó con un penetrómetro con sonda cónica (velocidad=1 mm s-1) conectada a un dispositivo TA-XT2 (Stable Micro Systems, Inc. EUA); la fuerza máxima requerida se registró para penetrar el fruto a una distancia específica de 15 mm en dos puntos equidistantes sobre la zona ecuatorial de cada fruto, obteniendo la fuerza promedio de ambas medidas por fruto; 6) también se evaluaron los sólidos solubles totales (TSS), la acidez titulable (TA) y el pH del jugo obtenido del mesocarpio; para esto, el mesocarpio se maceró y se colocó en una centrífuga (28 000 xg) (Thermo Científico™ Sorvall™ Legend™ XT/ XF, EUA) y después se filtró a través de un papel Whatman núm. 1; el jugo obtenido se analizó para determinar TSS, TA, y pH, por triplicado, usando un refractómetro digital (Hanna Instruments HI 96801, México), un Dispensador Fisher-395 conectado a un electrómetro (Fisher 380, EUA) y un medidor de pH digital (Hanna Instruments, México), respectivamente; 7) otra variable de la calidad del fruto fue el índice de madurez, obtenido como el resultado de la proporción TSS/TA.

Diseño experimental y análisis estadístico

El diseño experimental fue completamente al azar, con nueve repeticiones por tratamiento. Con los datos se realizó un ANDEVA de una vía. En caso de diferencias significativas, la prueba Tukey se usó para comparar las medias (p≤0.05). El análisis se realizó con SAS (SAS Institute, Cary, NC).

Resultados y Discusión

Los pesos fresco y seco de la raíz mostraron diferencias estadísticas entre los tratamientos. Las cepas BEB-22 (128.6±sd o SE) y LAL-36 (64.55±sd o SE) promovieron los valores promedio mayores comparados con los de las otras cepas y el testigo. Por el contrario, los pesos seco y fresco de los brotes, altura de la planta y área foliar no presentaron diferencia significativa (Cuadro 1).

Cuadro 1 Características del desarrollo de la planta de melón (Cucumis melo L.) inoculadas con cepas mexicanas de Bacillus subtilis bajo condiciones de invernadero en Irapuato, Guanajuato, México. 

Treatment (Strain) Shoot fresh weight (g) Shoot dry weight (g) Root fresh weight (g) Root dry weight (g) Plant height (cm) Foliar area (cm2)
Control 933.33 133.86 79.23 ab 38.12 a 458.33 375.60
BEB-23 972.22 132.98 72.44 a 37.88 a 482.22 398.41
LAL-36 1194.44 164.76 124.60 ab 64.55 b 446.50 355.81
BEB-22 1186.21 162.14 128.60 b 61.63 ab 450.22 384.67
BEB-13 888.88 132.83 97.01 ab 43.61 ab 412.44 355.81
Significance NS NS * * NS NS

NS: Diferencias no significativas. (*) Letras diferentes indican diferencias significativas entre tratamientos (p≤0.05).

La longitud y el peso del fruto mostraron diferencias significativas entre tratamientos (F0.05 (1) 4, 30=2.86, p≤0.05; F0.05 (2) 4, 30=2.74, p≤0.05). Según la prueba de Tukey, la cepa LAL-36 promovió los mayor valores promedio en longitud y peso del fruto comparados con otros tratamientos. Lo mismo se observó para rendimiento, que presentó diferencias significativas entre los tratamientos: la cepa LAL-36 produjo el máximo rendimiento promedio (Cuadro 2).

Cuadro 2 Diámetro del fruto, peso y rendimiento de las plantas de melón (Cucumis melo L.) inoculadas con cepas mexicanas de Bacillus subtilis bajo condiciones de invernadero en Irapuato, Guanajuato, México. 

Treatment (Strain) Polar (cm) Equatorial (cm) Fruit weight (g) Calculated yield (t ha-1) three fruits 20 000 plants
Control 15.83c 13.27 1351.21b 81.07b
BEB-23 17.0ab 13.86 1547.20ab 92.83ab
LAL-36 17.20a 14.04 1629.46a 97.76a
BEB-22 b 16.59 abc 13.91 1505.29ab 90.31a
BEB-13 15.96bc 13.80 1418.91b 85.13b
Significance * NS * *

NS=Diferencias no significativas. (*) Letras diferentes indican diferencias significativas entre tratamientos (p≤0.05).

Los resultados para el color de la corteza externa fueron diferentes (p≤0.05) entre los tratamientos (Cuadro 3). El tratamiento testigo tuvo los valores menores en todas las categorías, y la cepa BEB-22 tuvo los promedios mayores en comparación con LAL-36 y BEB-23 en los parámetros L* , a* y b* de la corteza. La cepa BEB-13 provocó los mayores valores promedio en los parámetros a* y b* (Cuadro 3). Respecto a la calidad del fruto, el testigo presentó el mayor valor de TA, y la cepa BEB-22 y BEB-13 indujeron los mayores valores promedio para TSS (Cuadro 3).

Cuadro 3 Características poscosecha del fruto de las plantas de melón (Cucumis melo L.) inoculadas con cepas mexicanas de Bacillus subtilis bajo condiciones de invernadero en Irapuato, Guanajuato, México. 

Treatment (Strain) External rind color pH TA (mL) TSS (°Brix)
L a* b*
Control 59.66b 1.73c 19.07 b 7.05 2.66a 10.53b
BEB-23 62.35ab 3.23ab 21.12ab 7.03 2.14c 11.43ab
LAL-36 61.14ab 2.46bc 21.13ab 7.00 2.47ba 10.97ab
BEB-22 63.65a 3.38ab 21.32ab 6.90 2.23c 11.64ab
BEB-13 60.85b 4.31a 23.10a 6.97 2.27cb 11.93a
Significance * * * NS * *

NS=Diferencias no significativas. (*) Letras diferentes indican diferencias significativas entre tratamientos (p≤0.05). TA: Acidez titulable, TSS: Sólidos solubles totales.

Los resultados del ANDEVA indicaron diferencias significativas en la firmeza del fruto (F0.05 (1)4, 30=8.31, p≤0.0001), índice de madurez (F0.05 (1)4, 30= 9.26, p≤0.0001), y ¼ de la cavidad del fruto (F0.05 (1)4, 30=3.45, p≤0.05). El tratamiento que generó estas diferencias fue BEB-23 en firmeza; el índice de madurez formó dos grupos, uno con BEB-23, BEB-22 y BEB-13 que tuvieron los valores promedio más altos y otro con LAL-36 y testigo para los más bajos. Por el contrario, para el ¼ de la cavidad del fruto, los datos promedio más altos se encontraron en testigo y LAL-36 (Cuadro 4). Como se esperaba, a mayor carnosidad del mesocarpio, menor tamaño de la cavidad del fruto, y viceversa.

Cuadro 4 Calidad poscosecha del fruto de las plantas de melón (Cucumis melo L.) inoculadas con cepas mexicanas de Bacillus subtilis bajo condiciones de invernadero en Irapuato, Guanajuato, México. 

Treatment (Strain) Firmness (N) Maturity index (TSS/TA) 1/4 of the seed cavity (cm2)
Control 75.59c 3.95b 15a
BEB-23 122.92a 5.34a 11.81b
LAL-36 83.70bc 4.44b 13.74ab
BEB-22 98.55b 5.21a 12.88b
BEB-13 97.73b 5.25a 12.11b
Significance * * *

NS=Diferencias no significativas. (*) Letras diferentes indican diferencias significativas entre tratamientos (p≤0.05).

Según los resultados del ANDEVA el rendimiento y las características del fruto mejoraron con algunas cepas de B. subtilis, lo cual coincide con lo informado por Mena-Violante y Olalde-Portugal (2007), de que las PGPRs mejoraron el tamaño del fruto del tomate. Los pesos fresco y seco de la raíz del melón presentaron los valores más altos con las cepas LAL-36 y BEB-22, en contraste con el testigo y BEB-23 que tuvieron los más bajos en ambas variables. Esto indicó que las plantas de melón tratadas con BEB-22 y LAL-36 desarrollaron un sistema radicular más fuerte y funcional (Alves et al., 2011). Un sistema de raíz bien desarrollado tiene correlación positiva con un vigor mayor de la planta (Andrade et al., 2000).

De manera similar, para el peso y el tamaño del fruto, la cepa LAL-36 mostró el valor promedio más alto comparado con los otros tratamientos. Estos resultados reflejan la relación entre el desarrollo de la raíz y el aumento de la capacidad productiva de la planta de melón. Además ilustran que la cepa LAL-36 puede ser la que produce los efectos más importantes entre las cepas de B. subtilis evaluadas. Resultados similares se han reportado con diferentes cepas de B. subtilis. Por ejemplo, Karlidag et al. (2007) encontraron una cepa del género Bacillus, llamada M3 que, sola o combinada con otras cepas, tuvo un efecto positivo fuerte en el crecimiento y rendimiento de las plantas. También B. megaterium, aumentó el tamaño de la raíz y la longitud de la parte aérea en plantas de romero (Rosmarinus officinalis), y fue probada para evaluar los efectos de control de estas bacterias contra el marchitamiento vascular producido por Fusarium spp. (Corrales et al., 2010).

La cepa LAL-36 produjo el mayor valor con 96 520 kg ha−1, lo que se relaciona con los resultados en el peso fresco del fruto y la raíz, las cuales son variables del rendimiento. Resultados comparables se obtuvieron en diferentes cultivos, como en los cacahuates (Turner y Backman, 1991) y las cerezas (Esitken et al., 2006). Los resultados previos son consistentes con los reportados por Mena-Violante y Olalde-Portugal (2007), donde las raíces de tomate fueron inoculadas con B. subtilis, y encontraron pesos frescos y secos más altos en los frutos de las plantas, comparadas con las no inoculadas. Especies del mismo género Bacillus parecen tener un efecto positivo sobre las variables relacionadas con el rendimiento del melón. Por ejemplo, Rodríguez et al. (2013) encontraron que la inoculación de B. cerus incrementa la altura de la planta hasta 50 %, comparado con otras especies de rizobacterias. Este efecto positivo y significativo en las variables morfológicas analizadas (peso, altura y desarrollo radicular) se observó en condiciones de laboratorio y también en cultivos en campo (Nihorimbere et al., 2010). Como las actividades de Bacillus, y en particular B. subtilis, se concentran en la zona radicular de la planta (O’Brien y Kenney, 2000), los resultados positivos se reflejan en el rendimiento del fruto, ya que las raíces son fundamentales para la absorción de agua y nutrientes necesarios para el desarrollo de la planta (Balaguera et al., 2008).

Entre los tratamientos de B. subtilis se encontraron diferencias significativas en color externo de la corteza, TA, TSS, firmeza, índice de madurez y ¼ de la cavidad del fruto. La cepa LAL-36 generó el mayor rendimiento y tamaño de fruto comparada con las otras cepas evaluadas, pero la firmeza fue similar al testigo, que era el valor más bajo de todos. La cepa BEB-23 produjo la mayor firmeza del fruto, comparada con los otros tratamientos. Mena-Violante et al. (2009) describieron resultados similares, y las cepas BEB-13, (22 y (23 indujeron mayor índice de madurez y firmeza del fruto del tomate que el testigo. La aplicación de algunas PGPRs aumentó la calidad y presentación del fruto, ya que los componentes de color (L*, a* y b*) y el contenido de azúcar también mejoraron. En nuestro estudio sobre melón, se encontró que las cepas BEB-13, (22 y (23 tenían valores estadísticos más altos en TSS comparados con el testigo, y al mismo tiempo, fueron muy superiores a los reportados para variedades comerciales de melón (Nava- Camberos y Cano-Ríos, 2000). Al tomar en cuenta lo anterior y considerar que un valor mayor a 8 °Brix es aceptable para su consumo (Tapia et al., 1998), los valores aquí informados demuestran que las cepas evaluadas de B. subtilis mejoran las propiedades organolépticas de los frutos de melón adecuados para una comercialización de calidad.

Conclusiones

Bajo condiciones de invernadero, las cepas de Bacillus subtilis que de manera potencial producirían los mejores frutos de melón, con mayor rendimiento y calidad, son LAL-36, seguida de BEB-23 y BEB-22.

Literature Cited

Alves, E. U., L. A. de Andrade, R. L. A. Bruno, R. M. Vierira, and E. A. Cardoso. 2011. Emergence and early growth of Peltophorumdubium (Spreng.) Taubert seedlings under different substrata. Rev. Ver. Ciênc. Agron. 42: 439-447. [ Links ]

Andrade A. C. S. de, A. F. de Souza, F. N. Ramos, T. S. Pereira, and A. P. M. Cruz. 2000. Seed germination of Genipaamericana L. - Rubiaceae: temperature, substrate and post-seminal development. Pesqui. Agropec. Bras. 35: 609-615. [ Links ]

Ayala Garay A. V., y B. Carrera C. 2012. La horticultura en México: una primera aproximación al estudio de su competitividad. Rev. Invest. Cien. Adm. 7: 271-293. [ Links ]

Balaguera, H. E., J. G. Álvarez-Herrera, y J. D. Rodríguez. 2008. Efecto del déficit de agua en el trasplante de plántulas de tomate (Solanum lycopersicum L.). Agron. Colomb. 26: 246-255. [ Links ]

Beneduzi, A., A. Ambrosini, and L. M. P. Passaglia. 2012. Plant growth-promoting rhizobacteria (PGPR): Their potential as antagonists and biocontrol agents. Genet. Mol. Biol. 35(4supl.): 1044-1051. [ Links ]

Cazorla, F. M., S. B. Dukett, E. T. Berström, S. Noreen, R. Odijk, B. J. J. Lugtenberg, J. E. Thomas-Oates, and G. V. Bloemberg. 2006. Biocontrol of avocado Dematophora root rot by antagonistic Pseudomonas fluorescens PCL1606 correlates with the production of 2-hexyl 5 propyl resorcinol. Mol. Plant-Microbe Interact. 10: 79-86. [ Links ]

Choudhary, D. K., and B. N. Johri. 2009. Interactions of Bacillus spp. and plants - with special reference to induced systemic resistance (ISR). Microbiol. Res. 164: 493-513. [ Links ]

Corrales, L. C., L. C. Sánchez, J. Cuervo, D. Bautista, L. González, y M. Guevara. 2010. Evaluación del efecto biocontrolador de Bacillus spp., frente a Fusarium spp., bajo condiciones de invernadero en Rosmarinus officinalis L. Nova 8: 63-75. [ Links ]

Esitken, A., L. Pirlak, M. Turan, and F. Sahin. 2006. Effects of floral and foliar application of plant growth promoting rhizobacteria (PGPR) on yield, growth and nutrition of sweet cherry. Sci. Hort. 110: 324-327. [ Links ]

FAO. 2016. Food and Agriculture Organization. http://faostat.fao.org/site/567/default.aspx#ancor (Accessed: March 2016). [ Links ]

FAOSTAT. 2017. Food and Agriculture Organization (FAO). http://faostat.fao.org/faostat/form?collection (Accessed: August, 2017). [ Links ]

Fu, A. A., y L. J. Ramírez. 1999. Manejo Integrado de Insectos Plaga de Cucurbitáceas en la Costa de Hermosillo. Folleto Número 17. INIFAP-SAGAR, Hermosillo, Sonora, México. pp: 1-17. [ Links ]

Gómez-Guillamón, M. L., R. Camero, y J. González-Fernández. 1997. El melón en Invernadero. In: Namesny A. (ed). Melones, Compendios de Horticultura. Ediciones de Horticultura, S. L. Barcelona, España. pp: 67-77. [ Links ]

Karlidag, H., A. Esitken, M. Turan, and F. Sahin. 2007. Effects of root inoculation of plant growth promoting rhizobacteria (PGPR) on yield, growth and nutrient element contents of leaves of Apple. Sci. Hort. 114: 16-20. [ Links ]

Kirkbride, J. H. 1993. Biosystematic Monograph of the Genus Cucumis (Cucurbitaceae) botanical identification of cucumbers and melons. Parkway Publishers, Boone, NC. USA. pp: 159. [ Links ]

Kloepper, J. W., C. M. Ryu, and S. A. Zhang. 2004. Induced systemic resistance and promotion of plant growth by Bacillus spp. Phytopathology 94: 1259-1266. [ Links ]

Mena-Violante, H. G., and V. Olalde-Portugal. 2007. Alteration of tomato fruit quality by root inoculation with plant growth-promoting rhizobacteria (PGPR): Bacillus subtilis BEB-13bs. Sci. Hort. 113: 103-106. [ Links ]

Mena-Violante, H. G., A. Cruz-Hernández, O. Paredes-López, M. A. Gómez-Lim, and V. Olalde-Portugal. 2009. Fruit texture related changes and enhanced shelf life through tomato root inoculation with Bacillus subtilis BEB-13BS. Agrociencia 43: 559-567. [ Links ]

Montesinos, E. 2007. Antimicrobial peptides and plant disease control. FEMS Microbiol. Lett. 270: 1-11. [ Links ]

Nava-Camberos, U., y P. Cano-Ríos. 2000. Umbral económico para la mosquita blanca de la hoja plateada en melón en La Comarca Lagunera, México. Agrociencia 34: 227-234. [ Links ]

Nihorimbere V., M. Ongena, H. Cawoy, Y. Brostaux, P. Kakana, E. Jourdan, and P. Thonar. 2010. Beneficial effects of Bacillus subtilis on field-grown tomato in Burundi: Reduction of local Fusarium disease and growth promotion. Afr. J. Microbiol. Res. 4: 1135-1142. [ Links ]

Nuñez-Palenius, H. G., D. J. Huber, H. J. Klee, and D. J. Cantliffe. 2007. Fruit ripening characteristics in a transgenic ‘Galia’ male parental muskmelon (Cucumis melo L. var. reticulatus Ser.) line. Postharvest Biol. Technol. 44: 95-100. [ Links ]

O’Brien, J. B., and D. S. Kenney. 2000. International considerations for the development of PGPR products. Fifth international PGPR workshop (Plant Growth-Promoting Rhizobacteria). Villa Carlos Paz, Córdoba, Argentina. pp: 1-4. [ Links ]

Ongena, M., and P. Jacques. 2008. Bacillus lipopetides: versatile weapons for plant disease biocontrol. Trends Microbiol. 16: 115-125. [ Links ]

Pinales, Q. J. F., y M. A. Arellano. 2001. Producción de melón fertirrigado y acolchado. Folleto Número 2. SAGARPA-INIFAP-CIRNE, Campo Experiemental Anáhuac, Cd. Anáhuac, N.L. pp: 1-36. [ Links ]

Robinson, R. W., and D. S. Decker-Walters. 1997. Cucurbits. CAB International, Wallingford, NY. 226 p. [ Links ]

Rodríguez-Mendoza, M. N., R. San Miguel-Chávez, J. L. García-Cué, y A. Benavides-Mendoza. 2013. Inoculación de bacterias promotoras de crecimiento en el cultivo de melón (Cucumis melo). Interciencia 38: 857-862. [ Links ]

Schallmey, M., A. Singh, and O. P. Ward. 2004. Developments in the use of Bacillus species for industrial production. Can. J. Microbiol. 50: 1-17. [ Links ]

SIAP. Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera. 2016. SAGARPA. http://www.siap.gob.mx/cierre-de-la-produccion-agricola-por-cultivo/ (Accessed: March, 2016). [ Links ]

Singh, J. S., V. C. Pandey, and D. P. Singh. 2011. Efficient soil microorganisms: a new dimension for sustainable agriculture and environmental development. Agric. Ecosyst. Environ. 140: 339-353. [ Links ]

Tapia F., X. I. López, L. Galleti, y H. Berger. 1998. Caracterización del crecimiento y desarrollo del fruto de melón (Cucumis melo var. Reticulatus Naud). Agric. Téc. (Chile) 58: 93-102. [ Links ]

Turner J. T., and P. A. Backman. 1991. Factors relating to peanut yield increases after seed treatment with Bacillus subtilis. Plant Dis. 75: 347-353. [ Links ]

Zhao Q., Q. Shen, W. Ran, T. Xiao, D. Xu, and Y. Xu. 2011. Inoculation of soil by Bacillus subtilis Y-IVI improves plant growth and colonization of the rhizosphere and interior tissues of muskmelon (Cucumis melo L.). Biol. Fertil. Soils 47: 507-514. [ Links ]

Recibido: Julio de 2016; Aprobado: Agosto de 2017

Creative Commons License This is an open-access article distributed under the terms of the Creative Commons Attribution License