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Agrociencia

versión On-line ISSN 2521-9766versión impresa ISSN 1405-3195

Agrociencia vol.50 no.2 Texcoco feb./mar. 2016

 

Ciencia animal

Calidad de la carne de terneros de la raza autóctona pajuna en dos sistemas de producción

Alberto Horcada-Ibáñez1  * 

Oliva Polvillo-Polo2 

Asunción Lafuente-García3 

Pedro González-Redondo1 

Antonio Molina-Alcalá4 

Alfonso Luque-Moya5 

1 Departamento Ciencias Agroforestales. ETSIA. Universidad de Sevilla. Carretera Utrera km 1, 41013. Sevilla, España. (albertohi@us.es).

2 Servicio General de Investigación Agraria. Universidad de Sevilla. Carretera Utrera km 1, 41013. Sevilla, España. (oppolo@us.es).

3 TRAGSATEC, Gerencia de Producción Mercados e Industrias Agrarias. Unidad Técnica Andalucía-Extremadura. C/Parsi 5 n° 8. 41016. Sevilla, España. (alafuent@tragsa.es).

4 Departamento de Genética. Facultad de Veterinaria. Universidad de Córdoba. Campus de Rabanales. 14071. Córdoba, España. (gelmoala@uco.es).

5 Asociación de Criadores de Ganado Vacuno de Raza Pajuna, C/ Caño, 10-3° I. 14001. Córdoba, España. (aluquemoya@yahoo.es).


Resumen:

Un reto de la ganadería moderna es la conservación del patrimonio genético autóctono amenazado por las razas mejoradas, y la justificación para conservar las razas ganaderas precisa de una revalorización de sus producciones. Con el objetivo de mostrar las posibilidades productivas de una raza bovina autóctona española en peligro de extinción y contribuir a su desarrollo, este estudio presenta por primera vez las variables de calidad de la carne de terneros de la raza Pajuna criados en dos sistemas de producción: semiextensivo (pasto y alimento concentrado, Sem) y extensivo (pastoreo permanente, Ex). También se analizaron los cambios en las variables de calidad de la carne durante 7, 14 y 21 d de maduración. Un panel de consumidores no entrenados comparó las preferencias del consumo de esta carne en los tres momentos de maduración. El diseño experimental fue completamente al azar y con un arreglo factorial 2x3: sistema de producción (Sem y Ex), y maduración (T7, T14 y T21 d), y se usaron 23 canales de terneros castrados de dos años de edad de raza Pajuna. Las características de la carne de los terneros fueron similares a las descritas para otras razas autóctonas españolas. La carne de los terneros del sistema Ex fue más oscura y presentó un contenido mayor de ácidos grasos poliinsaturados que la producida en sistema Sem (13.90 y 7.14 %, respectivamente). En la carne, para ambos sistemas de producción, aumentó la luminosidad (L), la capacidad de retención de agua y la terneza durante el proceso de maduración, y los cambios más relevantes se observaron durante los primeros 14 d de maduración. Después de ese período se observaron las mejores notas de valoración de la carne.

Palabras clave: Raza en peligro de extinción; raza rústica; raza autóctona; pastoreo; maduración

Abstract:

A challenge of modern stock breeding is conservation of the native gene pool threatened by improved breeds, and the justification to conserve livestock breeds requires a revaluation of their production. With the aim of showing the productive possibilities of a native Spanish bovine breed in danger of extinction, and to contribute to its development, this study presents for the first time the variables of meat quality in Pajuna breed calves raised in two production systems: semi-extensive (grass and feed concentrate, Sem) and extensive (permanent grazing, Ex). The changes in meat quality variables were also analyzed at 7, 14 and 21 d of maturation. A panel of untrained consumers compared the consumption preferences for this meat at different moments of maturation. The experimental design was completely random with a factorial arrangement of 2x3: production system (Sem and Ex), and maturation (T7, T14 and T21 d), and 23 Pajuna breed castrated calves’ carcasses of two years of age were used. The characteristics of the calves’ meat were similar to those described for other Spanish native breeds. The calves’ meat from the Ex system was darker and presented higher content of polyunsaturated fatty acids than the one produced in the Sem system (13.90 and 7.14 %, respectively). In the meat, for both production systems, luminosity (L) increased, as well as the water-holding capacity and the tenderness during the maturation process, and the most relevant changes were observed during the first 14 d of maturation. The best evaluation notes for the meat were observed after that period.

Keywords: Breed in danger of extinction; indigenous breed; native breed; grazing; maturation

Introducción

El censo actual en España indica que hay 6x106 bovinos y 45 razas, 39 de las cuales son autóctonas del país (641 199 bovinos) y 31 (14.24 % del total de bovinos autóctonos) están catalogadas en peligro de extinción por su número reducido (MAGRAMA, 2014). La raza española bovina Pajuna o Serrana es autóctona, está clasificada en peligro de extinción (Real Decreto 2129/2008), comparte los espacios montañosos del sur de España con otras razas autóctonas como la Retinta y existen sólo cinco núcleos importantes en las serranías andaluzas de Granada, Jaén, Málaga y Sevilla. El censo bovino de la raza contabilizó 576 hembras reproductoras y 31 sementales en pureza en 34 ganaderías distribuidas en varias localidades montañosas del sur de España (ARCA, 2014).

De acuerdo con los planes propuestos por las administraciones públicas acerca de la conservación de las razas ganaderas, se contempla la revalorización de sus producciones como medida para la conservación de las razas autóctonas. En este sentido y debido a la situación crítica de la raza Pajuna, la Asociación de Criadores de Ganado Vacuno de Raza Pajuna (GRAPA) inició un plan de recuperación de la raza que tiene en cuenta la rusticidad de esta raza así como las particularidades de su carne.

La raza Pajuna tiene doble orientación productiva como animal de trabajo y productor de carne, pero tanto la industrialización del campo como las razas foráneas mejoradas para la producción de carne han desplazado a esta raza en beneficio de razas y cruces de mayor rendimiento cárnico. Sin embargo, según Osoro et al. (2000), el interés de la conservación y explotación de las razas rústicas frente a las razas mejoradas reside fundamentalmente en su gran capacidad para aprovechar los recursos forrajeros de baja calidad en entornos difíciles.

La mayor parte de los terneros de raza Pajuna son destetados con una edad aproximada de seis meses y vendidos para ser engordados en cebaderos colectivos. Esta práctica es habitual entre las razas autóctonas españolas con reducido número de efectivos (Humada et al., 2013), lo cual dificulta el conocimiento de su potencialidad productiva y las características de su carne. Hasta ahora no hay investigaciones que hayan caracterizado las particularidades de la carne de la raza Pajuna.

Los ganaderos e industriales de la carne asocian el concepto de calidad con características técnicas u objetivas, mientras que el consumidor reconoce la calidad de la carne a través de la apreciación sensorial de la terneza, el sabor, el color o la frescura de este producto (Grunert, 2006). Asimismo, el consumidor de carne bovina manifiesta un interés creciente por conocer el origen geográfico y el modo de producción de lo que consume, y tiene una clara preferencia en la decisión de compra por productos locales asociados con sistemas tradicionales de producción (Almli et al., 2011; Chrysochou et al., 2012).

Durante los procesos de producción de carne hay varios factores que pueden afectar las características finales de este producto (Forrest et al., 1979). Algunos de ellos, relacionados con el sistema de producción, dependen de la actividad realizada por el ganadero. Así, se han descrito los efectos de: 1) La raza sobre los rendimientos cárnicos (Albertí et al., 2008), 2) el alimento que reciben los animales sobre las características organolépticas de la carne (Blanco et al., 2010) y, 3) el tiempo de maduración en las características finales de la carne (Koohmaraie et al., 1996). Esto tiene especial importancia en bovinos porque los tiempos de maduración de la carne recomendados son más largos (más de 7 d) que en otras especies animales de abasto de consumo tradicional (Campo et al., 2000).

No hay referencias de caracterización de la calidad de la carne de los terneros de la raza Pajuna, y ante la necesidad de valorar las características de este producto para justificar la conservación de la raza, el objetivo principal de este estudio fue caracterizar la calidad de la carne de los terneros de la raza Pajuna obtenida en dos modelos de producción: semiextensivo (uso de pasto de montaña y complemento con heno de pradera y pienso comercial) y extensivo (uso permanente de pasto de montaña).

Material y métodos

Para realizar el estudio se usaron 23 terneros castrados de la raza Pajuna de ganaderos de la asociación GRAPA. Los animales fueron destetados en la primavera de 2013 con una edad aproximada de ocho meses y trasladados a las instalaciones de la finca Cortés (Bérchules, Granada) del Parque Natural de Sierra Nevada (España), localizada a 1300 m de altitud. En la finca, los terneros fueron castrados quirúrgicamente y manejados de acuerdo con las disposiciones de la UE (Directiva 98/58/CE) que regulan la protección de los animales en las explotaciones ganaderas. Durante tres meses de adaptación los terneros usaron los pastos de primavera (marzo, abril y mayo) constituidos en 70 % de la materia seca por gramíneas (los géneros principales fueron Bromus, Festuca y Avena), leguminosas (los géneros principales fueron Trifolium y Vicia) y crucíferas. Este pasto produce 886 kg año-1 y 4.519 MJ EM ha-1 por año.

Después se constituyeron dos grupos: 11 terneros del grupo semiextensivo (Sem) fueron criados en semiconfinamiento usando los pastos de montaña, más heno de pradera y alimento concentrado comercial (proteína 12.20 %; grasa 2.35 %; fibra 5.85 %; cenizas 6.87 %) a razón de 6.9 kg d-1 cada ternero hasta su sacrificio en mayo del 2014. En el grupo extensivo (Ex) 12 terneros permanecieron exclusivamente en 143 ha de los pastos de montaña hasta su sacrificio en junio del 2014. Durante los meses de invierno (diciembre, enero y febrero) y debido a las difíciles condiciones climáticas de la zona, cada ternero recibió un suplemento con el mismo alimento concentrado comercial que los del grupo Sem (2.1 kg d-1). Todos los terneros tuvieron agua de manantial de la finca a voluntad, fueron pesados al entrar en la finca, después cada dos meses y en el día previo a su sacrificio (PV). La ganancia media diaria de peso (GMD) se calculó durante el período de permanencia en la finca mediante regresión lineal del peso en el tiempo, y la pendiente fue el valor de GMD.

Sacrificio y faenado de los animales

Al alcanzar la edad de sacrificio (unos dos años) los terneros fueron trasladados a un matadero comercial a 45 km de la finca y fueron alojados 14 h en un único corral con disponibilidad de agua hasta el momento de su sacrificio. El faenado de las canales se realizó de acuerdo con las regulaciones europeas (Reglamento CE 1099/2009) para el sacrificio de animales de abasto. Inmediatamente después del sacrificio, las canales fueron pesadas (PCC) provistas del riñón, rabo y grasa de riñonada; se calculó el peso de la canal fría (PCF) con la fórmula: PCF=PCCx0.98; y las canales fueron refrigeradas 7 d en cámara frigorífica a 4 °C (98 % de humedad relativa). Después se extrajo el músculo Longissimus dorsi de la media canal izquierda (desde la 3a vértebra torácica hasta la 6a vértebra lumbar) y se trasladó al laboratorio de Producción Animal de la ETSIA de la Universidad de Sevilla (España). Allí el músculo se dividió en tres porciones equitativas en peso: craneal (T7), medial (T14) y caudal (T21). Las porciones T14 y T21 fueron envasadas a vacío en bolsas individuales y continuaron su maduración en refrigeración a 4 °C (95 % de humedad relativa) hasta los 14 y 21 d, respectivamente. Así se obtuvieron muestras para evaluar la calidad de la carne en tres tiempos de maduración: 7, 14 y 21 d.

Análisis fisicoquímico de la carne

El pH de la carne se determinó en la porción T7 con un potenciómetro CRISON (pH meter 507) adaptado a un electrodo de penetración. En esta porción se determinó el contenido de humedad (ISO-1442-1997), cenizas (ISO-R-936), proteína (UNE 55-020) y grasa (ISO-1443-1973) y de mioglobina (Hornsey, 1956). Para determinar el contenido relativo de los ácidos grasos en la carne de esta porción T7 se realizó un análisis de cromatografía gaseosa con el método propuesto por Aldai et al. (2006) y se usó un cromatógrafo de gases (GC, Agilent 6890N, Inc., California, EE.UU.) con un detector de ionización de llama y un inyector automático (HP 7683, Inc., California, EE.UU.) asociado a una columna capilar HP-88 (100 m, 0.25 mm i.d., 0.2 μm film thickness, Agilent Technologies Spain, S. L., Madrid, España). Las condiciones del análisis por cromatografía se detallan en Horcada et al. (2013).

Para evaluar los cambios en las variables de calidad de la carne durante la maduración, en las porciones T7, T14 y T21 se valoró el color de la carne mediante la determinación de las coordenadas físicas de color L* a* b* (CIE, 1976). Para ello se utilizó un espectrofotómetro Minolta CM-700d (Konica Minolta Co., Japón) con iluminante D65 y un observador estándar de 10°. En cada muestra se realizaron siete determinaciones con diferente inclinación del aparato en varios puntos de un filete de 2 cm de espesor, aproximado, después de 1 h de exposición al aire.

Los cambios de la capacidad de retención de agua se determinaron en los tres momentos de maduración mediante el método propuesto por Grau y Hamm (1957). Para ello se calcularon las pérdidas de agua (porcentaje con respecto al peso fresco de la carne) por presión.

Para estudiar los cambios en la dureza de la carne durante la maduración se envasaron en vacío filetes de 1.5 cm de espesor de las porciones T7, T14 y T21 y fueron congelados a -21 °C hasta el momento del análisis. Para la prueba las muestras fueron descongeladas 24 h en nevera regulada a 4 °C. Las muestras envasadas en vacío fueron sumergidas en baño de agua caliente hasta 70 °C en su interior, se enfriaron con agua fría hasta alcanzar temperatura ambiente. Después, cada muestra se cortó en prismas de 1x2x1 cm en sentido paralelo a las fibras musculares para medir fuerza al corte en un texturómetro (TA.XT plus, UK) con una chuchilla Warner-Bratzler de 50° de ángulo y con estas condiciones: velocidad de navaja 150 mm min-1, velocidad de muestreo 4 puntos s-1 y célula de carga de 30 kg. De cada muestra se realizaron cinco determinaciones analíticas.

Análisis sensorial

Para conocer la opinión de los consumidores acerca de las características sensoriales y la aceptabilidad de la carne de la raza Pajuna en tres momentos de maduración, se realizó una prueba de preferencia en 180 consumidores (85 hombres y 95 mujeres) elegidos al azar, no entrenados, mayores de 18 años y habituados al consumo de carne de ternero. A cada consumidor se le ofreció un lote de muestras de carne de unos 150 g de las porciones T7, T14 y T21 y un cuestionario de valoración. Las muestras envasadas a vacío, congeladas e identificadas fueron entregadas todas a la vez a cada consumidor para que en su domicilio fueran cocinadas en la plancha de forma habitual sin aditivos (salvo sal y aceite de oliva). Los consumidores fueron informados únicamente de que iban a consumir carne de ternero desprovista de hueso. La opinión de cada consumidor se recogió en un cuestionario de valoración en el cual se evaluaron la terneza, la jugosidad, el sabor y aroma, y la aceptabilidad general de acuerdo con una escala numérica de 8 puntos (1=me desagrada extremadamente; 8=me gusta extremadamente) (Sosa et al., 2008).

Análisis estadístico

El diseño experimental fue completamente al azar y con un arreglo factorial 2x3: factor sistema de producción (Sem y Ex) y factor tiempo de maduración (T7, T14 y T21 d de maduración). Los resultados fueron analizados con SPSS Statistics 17.0 (SPSS Inc., Chicago, EE.UU., 2008). Para las variables productivas, pH, composición proximal, contenido de mioglobina y composición de la grasa se realizó una prueba de t de Student para muestras independientes en función del sistema de producción (Sem y Ex). Para los cambios en calidad de la carne (color, capacidad de retención de agua y resistencia al corte) durante la maduración y la valoración de los consumidores se realizó un procedimiento GLM con el sistema de producción (Sem y Ex) y el tiempo de maduración (7, 14 y 21 d) como efectos fijos y con el modelo siguiente:

Yijk=μ+Si+Mj+Si×Mj+eijk

donde, Yijk son las coordenadas de color L* a* b*, capacidad de retención de agua, resistencia al corte, análisis sensorial de terneza, jugosidad, sabor y aroma, aceptabilidad general; μ es el valor de la media de mínimos cuadrados; Si es el efecto fijo del sistema de producción (i=1: semiextensivo, i=2: extensivo); Mj es el efecto fijo del tiempo de maduración (j=1: T7, j=2: T14, j=3: T21); SixMj es la interacción entre el efecto del sistema de producción y el tiempo de maduración; eijk es el residuo aleatorio. Dentro de cada factor de variación (sistema de producción y tiempo de maduración) se calcularon las diferencias entre medias mediante una prueba de Tukey (p<0.05).

Resultados y discusión

Los terneros del grupo Ex se sacrificaron con un mes más de edad que los del grupo Sem (Cuadro 1). En ambos grupos, los valores de GMD (intervalo inferior a 700 g d-1) fueron menores a los descritos para otras razas autóctonas españolas seleccionadas para la producción de carne como la Parda de Montaña (1300 g d-1, Blanco et al., 2010) o Retinta y Avileña-Negra Ibérica (1400 g d-1, Piedrafita et al., 2003). Pero los valores de GMD correspondieron con los esperados en bovinos criados en áreas de invernada; así, terneros de la raza autóctona Tudanca tuvieron 513 g d-1 de GMD durante la invernada (Humada et al., 2013). Los valores de GMD del sistema Sem (650 g d-1) fueron superiores a los del sistema Ex (580 g d-1) (p=0.009), lo cual está de acuerdo con Sami et al. (2004) quienes señalaron diferencias en la GMD de peso en los terneros debidas al tipo de alimentación y al sistema de manejo.

GMD: ganancia media diaria de peso; EEM: error estándar de la media.

Cuadro 1 Efecto del sistema de producción en las características productivas de los terneros de raza Pajuna en los sistemas Semiextensivo y Extensivo. 

Aunque los terneros del grupo Ex se sacrificaron con un mes más edad que los del grupo Sem, no hubo diferencias significativas en el peso de sacrificio (p=0.166). El peso de la canal (250 kg) de los terneros Pajuna de este estudio fue inferior al descrito para la mayoría de las razas carniceras autóctonas del suroeste de Europa (250 a 450 kg; Piedrafita et al., 2003), pero superior al de los terneros Tudanca producidos en las áreas de montaña del norte de España (140-180 kg; Humada et al., 2013). Las canales de los terneros del grupo Sem fueron más pesadas que las del grupo Ex (p=0.044) y también el rendimiento de la canal (53.87 vs. 50.09 %, p=0.008). Esto se debe a que los terneros del grupo Ex tuvieron más acceso al pasto que los del grupo Sem, por lo cual presentaron mayor desarrollo del sistema digestivo.

Fisicoquímica de la carne

Los valores de pH (Cuadro 2) estuvieron en el intervalo esperado para la carne de terneros sin estrés previo al sacrificio (Albertí et al., 1995). Esto debe tenerse en cuenta en la raza Pajuna porque es una raza rústica de la cual se espera una adaptación superior a la situación de estrés previo al sacrificio, respecto a las razas mejoradas. La composición proximal de la carne de los terneros Pajuna está dentro de los intervalos descritos para bovinos (Schweigert, 1994).

EEM: error estándar de la media.

Cuadro 2 Efecto del sistema de producción en los valores de pH, composición proximal y pigmentos hemínicos de la carne (Longissimus dorsi) de los terneros de raza Pajuna en los sistemas Semiextensivo y Extensivo. 

No hubo diferencias significativas en el contenido de agua de la carne entre los dos sistemas de producción. De los constituyentes químicos de la carne (agua, cenizas, proteína, grasa), el contenido de agua varía menos en función de los sistemas de producción (Forrest et al., 1979). Sin embargo, el contenido de minerales (cenizas), proteína y grasa fue significativamente superior en los terneros del grupo Sem frente a los del grupo Ex. Estos resultados están de acuerdo con Wood et al. (2008) quienes señalan que la carne de los terneros que reciben alimento concentrado durante la fase de acabado presentan mayor contenido de grasa de infiltración, respecto a los que consumen pasto o forrajes.

La mioglobina es la principal responsable del color de la carne e incluye un grupo hemínico en su estructura (Warriss et al., 1990). Los valores de contenido de mioglobina observados en los terneros Pajuna (Cuadro 2) están dentro de los esperados para bovinos, considerada como carne roja (Beriain et al., 2009). El contenido de este pigmento fue significativamente más elevado en la carne de los terneros del grupo Ex que los del grupo Sem (p=0.002). Esto se debería a que la hierba ingerida por los terneros en el grupo Ex aporta cantidades importantes de Fe++ disponible para la síntesis de mioglobina (McCaughey y Cliplef, 1996).

Los porcentajes de ácidos grasos (AG) saturados e insaturados en la carne de los terneros Pajuna (Cuadro 3) fueron similares a los descritos para razas autóctonas bovinas en el mercado español (raza Pirenaica, Indurain et al., 2006; raza Tudanca, Humada et al., 2012); estos autores señalan que el ácido oleico (9c 18:1) es el principal en la composición de la grasa (35.1-37.8 %). El contenido relativo de AG saturados y monoinsaturados fue significativamente superior en el grupo Sem que en el grupo Ex (p=0.002 y p=0.036, respectivamente). Sin embargo el contenido de AG poliinsaturados de la carne procedente del grupo Ex fue mayor al del grupo Sem (p=0.001), lo cual se relaciona con el tipo de alimentación de los terneros en los dos grupos. Así, según Scerra et al. (2007) y Blanco et al. (2010) las dietas basadas en pasto y forraje aumentan el contenido de AG poliinsaturados en la carne, respecto a las dietas de finalización basadas en alimento concentrado. El consumo de AG poliinsaturados tiene efectos beneficiosos sobre la salud humana comparado con AG saturados (Enser et al., 1996; Nuernberg et al., 2005), y los AG poliinsaturados n-3 merecen especial atención por su influencia en la prevención de enfermedades coronarias (Alfaia et al., 2009; Muchenje et al., 2009). El sistema de producción afectó significativamente (p=0.001) al porcentaje de AG n-3 (18:3n-3, EPA, DPA y DHA), el cual fue superior en la carne de los terneros del grupo Ex, respecto a los del grupo Sem. French et al. (2000) mostraron que el aporte de hierba en la dieta de novillos aumenta el contenido de AG n-3 benéficos para la salud humana.

EEM: error estándar de la media.

Cuadro 3 Efecto del sistema de producción en el contenido relativo de ácidos grasos (expresado como porcentaje del total de ácidos grasos identificados) de los terneros de raza Pajuna en los sistemas Semiextensivo y Extensivo. 

Cambios en los parámetros de calidad de la carne durante la maduración

Los valores observados para las coordenadas tricromáticas de la carne de los terneros de la raza Pajuna (Figura 1) están dentro de los descritos por Ruiz de Huidobro et al. (2003) y Panea et al. (2011) para bovinos sacrificados a los pesos comerciales del mercado español (entre 36-41, 12-18 y 3-20 para L*, a* y b*, respectivamente). La carne de los terneros de la raza Pajuna presentó valores similares a los descritos para las razas autóctonas españolas Pirenaica o Avileña-Negra Ibérica que están protegidas con los distintivos europeos de calidad Indicación Geográfica Protegida Ternera de Navarra (BOE, 2002) e Indicación Geográfica Protegida Carne de Ávila (BOE, 2008).

Figura 1 Cambios en las coordenadas tricromáticas (L*, a* y b*) de la carne de los terneros de raza Pajuna durante 7, 14 y 21 días de maduración. 

El efecto del sistema de producción sobre el color de la carne fue significativo en todos los momentos de la maduración para L* (p=0.003). Así, la carne de los terneros del grupo Sem fue más luminosa en toda la maduración que la carne del grupo Ex. Durante la maduración de la carne aumentó el valor de todas las coordenadas cromáticas analizadas (Figura 1). Según Echevarne et al. (1990), los períodos de maduración prolongados disminuyen el consumo de oxígeno por los tejidos, lo cual cambia el color de la carne. Esta observación fue más acusada en los días 0 a 14 de maduración, y desde los 14 d la evolución de las variables cromáticas L*, a * y b* fue menos intensa.

La capacidad de retención de agua de la carne de los terneros Pajuna (Figura 2) está dentro de los valores descritos por Serra et al. (2008) para razas autóctonas españolas en el mercado nacional (Bruna de los Pirineos, Avileña-Negra Ibérica o Morucha). Como ocurre en los procesos normales de maduración de la carne, el tiempo de maduración de la carne de terneros Pajuna influyó (p=0.003) sobre la capacidad de retención de agua. En los dos sistemas de producción hubo un descenso de la cantidad de agua liberada por la carne conforme se desarrollan los procesos de maduración. Estos cambios fueron más acusados en la carne de los terneros criados con alimento concentrado (Sem) respecto a los de pastoreo continuo (Ex).

Figura 2 Cambios en la capacidad de retención de agua (porcentaje de agua liberada) de la carne de los terneros de raza Pajuna durante 7, 14 y 21 días de maduración. 

La hidratación de las fibras musculares depende del pH final de la carne, que a la vez depende del manejo de los animales. El ambiente electrónico de las fibras musculares es el principal determinante de la adsorción de agua en las fibras musculares. En los terneros Pajuna también es una evidencia y la capacidad de retención de agua de la carne aumenta durante los procesos de maduración, pero de forma diferente dependiendo del manejo previo.

Los valores de resistencia al corte de la carne de los terneros Pajuna durante la maduración (Figura 3) fueron similares a los descritos por María et al. (2003) para terneros de las razas bovinas españolas seleccionadas para la producción de carne (4-5 kg cm-2) y por Campo et al. (2000) para terneros de razas autóctonas españolas sacrificadas con aproximadamente un año de edad.

Figura 3 Cambios en la resistencia al corte de la carne de los terneros de raza Pajuna durante 7, 14 y 21 días de maduración. 

En todos los momentos del proceso de maduración de la carne no hubo diferencias significativas en la resistencia al corte de la carne de los terneros de los grupos Sem o Ex (p>0.05); entonces, los sistemas de producción propuestos no afectan a la dureza de la carne en los terneros Pajuna. Esta aseveración se relaciona con la idea de que la dureza de la carne depende en gran medida de la actividad de los animales durante su proceso productivo, del manejo previo antes del sacrificio y de los valores de pH final de la carne. Por ello, la ausencia de diferencias significativas observada en el pH de la carne entre los grupos Sem y Ex (Cuadro 2) se relaciona con la ausencia de diferencias significativas en la dureza de la carne entre los dos grupos productivos. Sin embargo, en ambos sistemas de producción, el tiempo de maduración de la carne influyó sobre la resistencia al corte (p=0.002), como lo describió Maria et al. (2003) en la carne de terneros madurada durante 14 d. Durante el período de 7 a 14 d de maduración la resistencia al corte de la carne se redujo en 14.1 %, mientras que a los 21 d disminuyó 28.5 %. Estos resultados podrían responder a los procesos descritos por Nishimura et al. (1996) sobre desintegración paulatina de la estructura muscular que ocurre durante la maduración de la carne.

Análisis sensorial

A juicio de los consumidores, el efecto del sistema de producción sobre los atributos valorados de manera sensorial (terneza, jugosidad, sabor y aroma) y la aceptabilidad general no fue significativo (p>0.05) (Cuadro 4). Sin embargo, el efecto de la maduración de la carne fue significativo en todos los atributos analizados (p≤0.01) en los dos sistemas de producción. Este resultado está de acuerdo con Monsón et al. (2005) quienes observaron que el efecto de la maduración es más importante que el efecto del genotipo sobre la valoración positiva de las características de la carne bovina por el consumidor. La valoración de la terneza es el principal atributo que considera el consumidor en el momento del consumo. En ambos sistemas de producción la carne mejor valorada fue la madurada 21 d a 4 °C. Esta observación fue corroborada por la determinación instrumental en la carne madurada durante 21 d. Según Campo et al. (2000), los períodos prolongados de maduración mejoran la terneza de la carne debido a los cambios estructurales de desintegración en las proteínas musculares. En ambos sistemas de producción, las mayores notas de jugosidad fueron para la carne madurada durante 14 y 21 d. Como ya se describió, esta observación se relacionaría con la reducción de la liberación de agua en la carne sometida a períodos de maduración prolongados (Figura 2). Respecto al sabor y aroma de la carne, la mejor nota de valoración de los consumidores fue para la carne con 14 d de maduración, lo cual es significativo en la carne de los ternero que recibieron alimento concentrado (Sem). Pero en los terneros criados en pastoreo permanente (Ex) no hubo diferencias significativas en la valoración del sabor y aroma de la carne entre los 14 y 21 d de maduración.

Calificaciones en una escala de 8 puntos (1: me desagrada extremadamente; 8: me gusta extremadamente). a, b, c: Letras diferentes en un renglón indican diferencias en maduración dentro de sistema de producción (p≤0.05). EEM: error estándar de la media

Cuadro 4 Puntaje del consumidor de la carne de terneros de raza Pajuna en función del sistema de producción (S) y maduración (M) de la carne.  

Estudios relativos a la apreciación sensorial indican que la grasa afecta al aroma y sabor de la carne de dos formas: mediante la oxidación de los ácidos grasos cuando se originan compuestos carbonilos que contribuyen al aroma y cuando actúa como depósito de compuestos odoríferos liberados durante el calentamiento o durante el almacenamiento de la carne. En la raza Pajuna, este efecto en las transformaciones de la grasa a los 14 d de maduración de la carne es muy valorado por los consumidores. Al igual que lo observado para la apreciación de la jugosidad, las mayores notas de aceptabilidad general fueron para la carne madurada durante 14 d.

Conclusiones

Las características de calidad de la carne de los terneros Pajuna son similares a las descritas para otras razas autóctonas del mercado español. Esto podría contribuir al interés por la conservación de esta raza, considerada en peligro de extinción, y favorecer la actividad de los ganaderos en las zonas rurales desfavorecidas donde la raza Pajuna tiene su espacio natural. El sistema de producción y el tiempo de maduración de la carne afectan a las características de la carne de esta raza. Sin embargo, a juicio de los consumidores, el efecto de la maduración de la carne sobre la valoración de los atributos de calidad es más importante que el efecto del sistema de producción. La mejor valoración sensorial de la carne fue desde los 14 días de maduración.

Agradecimientos

Esta investigación fue posible gracias al proyecto Gestión de la ganadería extensiva del Parque Nacional de Sierra Nevada y la colaboración de los ganaderos de la Asociación de Criadores de Ganado Vacuno de Raza Pajuna.

Literatura Citada

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Recibido: Febrero de 2015; Aprobado: Octubre de 2015

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