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América Latina en la historia económica

versión On-line ISSN 2007-3496versión impresa ISSN 1405-2253

Am. Lat. Hist. Econ  no.30 México jul./dic. 2008

 

Reseñas

 

Hernán Ramírez, Corporaciones en el poder. Institutos económicos y acción política en Brasil y Argentina:
IPÊS, FIEL y Fundación Mediterránea
, Buenos Aires, Lenguaje Claro Editora, 2007

 

El análisis de las relaciones entre el Estado y los empresarios en los países en desarrollo constituye uno de los temas más analizados en las últimas décadas. Ya en los años setenta una serie de estudios de política comparada abordaron esta problemática a fin de caracterizar la dinámica del capitalismo dependiente y la naturaleza del Estado burocrático autoritario, dando lugar a un rico debate. En la década de 1990 este interés se renovó al calor de los procesos de cambio estructural que varias economías de la región emprendieron. Desde entonces se han sumado nuevos aportes de economía política comparada que han revisado la trayectoria de los países de América Latina y del sureste asiático. Como consecuencia de ello tenemos disponible una importante cantidad de estudios interdisciplinarios y de una alta heterogeneidad teórica y metodológica.

El libro de Hernán Ramírez constituye un aporte al análisis de esta problemática compleja. Su origen es una amplia investigación que el autor realizó para su tesis doctoral. Ramírez se propone analizar los mecanismos a través de los cuales la clase empresarial o algunas fracciones de esa clase, ejercieron influencia sobre la esfera del Estado. Más específicamente, estudia tres instituciones de estudios económicos que, financiadas por grupos empresariales, desempeñaron un papel clave en la elaboración de la política económica de Argentina y Brasil de las últimas décadas. No se trata de un estudio de historia de ideas, sino de un análisis de historia comparada centrado en las estrategias políticas y los recursos empleados por los diferentes actores sociales.

El libro está organizado en siete capítulos; el primero de ellos tiene como objetivo realizar una presentación de los conceptos teóricos empleados por el autor. Otros dos capítulos (el segundo y el cuarto) realizan una introducción a los casos nacionales abordados; esto es Argentina y Brasil. Por fin, los capítulos tres, cinco y seis se concentran en el análisis de las instituciones propiamente dichas: el Instituto de Pesquisas Econômicas e Sociais (IPÊS), la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL) y la Fundación Mediterránea, respectivamente.

La hipótesis general es que desde finales de la década de 1960 se abrió un momento de especial conflictividad social en estos capitalismos periféricos. Esta situación obligó a la clase dominante a participar activamente en la lucha política. Con este fin, se construyeron instituciones de investigación y de análisis económico que intentaron cosechar apoyos sociales y políticos de tipo diverso, y se propusieron influir sobre la elaboración de las políticas públicas. La fuerte confrontación social que caracterizó a la década de 1970 alentó estas estrategias de acción directa de los empresarios sobre el Estado, que se tradujeron en la colonización de los organismos clave en la orientad ón de la política macroeconómica.

En relación con el marco conceptual elegido debe señalarse que este se inscribe en el marxismo. En este sentido, si bien el autor plantea cierta heterogeneidad en su marco teórico, esta se circunscribe a las diversas tradiciones en el interior de esa corriente de pensamiento. Las referencias teóricas empleadas, que van desde Nicos Poulantzas hasta Ralph Miliband, son en ocasiones contrapuestas. A pesar de ello, el adecuado empleo del autor de este marco conceptual le permite iluminar diversas dimensiones del problema.

En este punto, debemos señalar que, tal vez, hubiera sido de interés un diálogo con aquellos trabajos que se inspiran en otras tradiciones teóricas y que han tenido notable impacto sobre la manera en que se observan los vínculos entre el Estado y la clase empresarial en los países en desarrollo, como son, por ejemplo, los estudios de Alice Amsden, Peter Evans y Ben Ross Schneider.

El trabajo de Ramírez se concentra en el periodo que se inicia a partir de la década de 1960. A pesar de ello, los capítulos destinados a introducir al lector a los diferentes casos nacionales recorren un periodo más prolongado en el tiempo. En ellos se presenta la evolución económica y política de Argentina y Brasil durante las décadas previas a la instauración de los regímenes militares que dominaron esos Estados luego de los golpes militares de 1966 y 1964, respectivamente.

Los capítulos centrales del libro están dedicados al análisis de las tres instituciones arriba mencionadas. En cada uno de ellos, Ramírez explora los orígenes, los actores principales y los recursos económicos que alentaron estas iniciativas. El autor también analiza las transformaciones padecidas por esas instituciones y sus cambiantes relaciones con los grupos sociales que le servían de apoyo.

El IPÊS nació en San Pablo a finales de 1961 y muy pronto logró conquistar nuevos apoyos en otros Estados. La institución surgió con el objetivo de alentar la ofensiva del capital contra el gobierno de João Goulart y preparar el clima político e ideológico para el golpe de Estado de 1964. Por ello, su etapa de auge estuvo precisamente en los años previos a la intervención militar con la instrumentación de diversas estrategias, la difusión de ideas, la conformación de cursos para homogenizar a sus cuadros dirigentes, y la presión sobre algunos grupos parlamentarios. Entre sus particularidades Ramírez destaca la importante participación de militares en sus filas, que serviría naturalmente a sus propósitos de influir decididamente sobre el gobierno luego de la toma del poder. Adicio-nalmente, fueron sobre todo los banqueros y los empresarios industriales nacionales los que ayudaron en la tarea de financiar a la entidad. Luego del golpe militar, los cuadros del IPÊS lograron ubicarse en puestos estratégicos del Estado como el Ministerio de Hacienda, el Banco do Brasil, el Banco Nacional do Desenvolvimiento Econômico y el grupo de poderosas empresas del Estado. También estuvieron presentes en nuevas instituciones ajenas al tratamiento de la política económica e industrial como el Sistema Nacional de Informações que tenía injerencia sobre cuestiones de seguridad nacional.

Tras el asalto al poder, el IPÊS intentó encontrar un nuevo papel, pero allí debió enfrentar contratiempos. En especial, por el fuerte debilitamiento del interés empresarial en financiar una institución que ya parecía haber cumplido su función principal. El papel de "crítico responsable" frente a la estrategia económica del régimen no pareció contentar a los actores, y la institución fue incapaz de amoldar sus estructuras y sus fines al nuevo contexto. A diferencia de la FIEL o de la Fundación Mediterránea, el IPÊS nunca logró formar un cuerpo de investigadores económicos. Además, el relativamente rápido acceso al poder se reveló como una sangría de sus cuadros intelectuales. Finalmente, e lIPÊS desapareció silenciosamente en 1971, pero su influencia continuaría a través de quienes comandarían la política económica oficial durante los gobiernos de los generales Ernesto Geisel y João Baptista Figueiredo.

En el caso argentino, las instituciones surgidas durante los años sesenta y setenta fueron dos: la FIEL y la Fundación Mediterránea. La primera fue organizada en 1964 por las principales entidades que agrupaban a los sectores económicos más concentrados (la Unión Industrial Argentina, la Sociedad Rural Argentina, la Cámara Argentina de Comercio y la Bolsa de Comercio porteña). A estas entidades se sumaron un conjunto de empresas patrocinadoras, entre las cuales las extranjeras tenían una participación mayoritaria. Como el IPÊS, el contexto de surgimiento de la FIEL era el de un gobierno constitucional a cuyas políticas económicas se oponía. Sin embargo, la mayor influencia de la institución sobrevendría luego del golpe militar de 1976, momento a partir del cual los ministros de Economía serían destacados miembros de esta institución.

Si bien el autor señala que el trabajo sobre la FIEL ha sido el más complejo debido a la negativa de esta entidad de permitir el uso de sus archivos y a la dificultad de acceder a otros canales de información, logra reconstruir el papel político e ideológico cumplido por FIEL. En especial, durante el periodo abierto con la restauración de la democracia en diciembre de 1983 y la preparación de un conjunto de planes económicos de carácter neoliberal que inspirarán a la administración del presidente Carlos Menem durante los años noventa.

La segunda institución argentina fue la Fundación Mediterránea, fundada en 1977. Constituida por una treintena de pequeñas y medianas empresas que sufrían las consecuencias de la indiscriminada apertura comercial aplicada por el gobierno militar de Videla, la entidad mostrará una sorprendente capacidad de adaptación a las diversas coyunturas económicas y políticas que atravesará el país desde entonces. A diferencia del IPÊS, y siguiendo el ejemplo de la FIEL, la Fundación logró construir instituciones académicas estables y de larga vida, lo que le permitiría a la entidad sobrevivir en momentos en que la dinámica política se mostraba desfavorable a sus ideas y sus cuadros dirigentes. En segundo lugar, a partir de 1980, cosechó el apoyo creciente de los grandes grupos económicos del país. Por último, la Fundación elaboró estrategias políticas más adecuadas luego del retorno a la democracia en 1983, con la participación de Domingo Cavallo en el Partido Justicialista, su ascenso al Ministerio de Economía en 1991 durante la administración de Menem (cargo que ocupará hasta 1996) y su regreso en las postrimerías del gobierno de Fernando de la Rúa.

Fue la experiencia de Cavallo en el Ministerio de Economía lo que marcó el momento de mayor influencia de la institución. Así, el autor señala que Cavallo logró incorporar cerca de 100 integrantes a los aparatos del Estado, lo que le permitiría contar con un equipo de funcionarios de posiciones homogéneas. Ello facilitó la tarea de impulsar un conjunto de reformas estructurales centradas en la privatización de las empresas públicas y una reforma del sistema monetario y previsional en un lapso de tiempo relativamente corto, lo que sin dudas, fue una particularidad clave de su paso por la función pública en Argentina.

En conjunto, el estudio de Ramírez brinda un valioso análisis de las formas que asumió la vinculación entre el Estado y los empresarios durante las décadas pasadas, y del papel que estas instituciones tuvieron en el diseño y la aplicación de las políticas económicas. El trabajo ilumina las estrategias políticas diseñadas por estos actores, aportando nueva evidencia empírica sobre un periodo clave de la historia contemporánea. El aporte se ve enriquecido por tratarse de un estudio de historia comparada bien logrado que permite alumbrar diversas dimensiones sobre las particularidades y las similitudes de las trayectorias económicas y políticas de Argentina y Brasil.

Claudio Belini
CONICET/PEHESA-Instituto Ravignani

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