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Convergencia

versión On-line ISSN 2448-5799versión impresa ISSN 1405-1435

Convergencia vol.16 no.51 Toluca sep./dic. 2009

 

Dossier Asociación Latinoamericana de Sociología

 

Presentación. El brío latinoamericano de convergencia(s)

 

Escena I

Por fulminante disposición presidencial quedaron suspendidos los
carnavales y la Prisión Modelo se llenó de máscaras. Y hubo aullidos y
estertores, y garrotes apretados... y hubo fusilamientos fingidos y
fusilamientos de verdad... y hubo defenestraciones, estrapadas,
enclavamientos, y gente trasladada al Gran Estadio Olímpico donde había
mejor espacio para ametrallar en masa... y hubo también aquellos que,
metidos en grandes cajas rectangulares, fueron recubiertos de cemento, en
tal forma que los bloques acabaron por alinearse al aire libre, a un costado de
la cárcel, tan numerosos que pensaron los vecinos que se trataba de
materiales de cantería... (Y transcurrieron muchos años antes de que se
llegase a saber que cada uno de esos bloques encerraba un cuerpo disfrazado
y enmascarado, moldeado por la dura materia que lo envolvía —perfecta
inscripción de una estructura humana dentro de un sólido).
ALEJO CARPENTIER, EL RECURSO DEL MÉTODO

 

Escena II

Millones de jóvenes muertos en la última guerra, para nada, para
absolutamente nada. Esa nada de ruinas, de hambre, de humillaciones. Y
ahora tres mil millones para tanques... Un país con más de cien
universidades y escritores como aquel Erich María Remarque, el de Sin
novedad en el frente, donde está todo dicho sobre la filosofía de las armas,
el producto máximo de la estupidez humana. Releo. Está en el título del
diario y como información principal en la sección "Economía". Economía...
no puedo menos de sonreír con sorna. El ministro de Defensa, el
demócrata–cristiano Franz JosefJun, demócrata–cristiano, repito, miembro
de un gobierno demócrata–cristiano–socialdemócrata. Esto último lo escribo
con un poco de duda y una pizca de ironía. Ese señor declaró estas
profundas palabras: "Espero y deseo que la industria alemana de armas
cumpla con el contrato y los tanques Puma puedan ser empleados en
Afganistán".
OSVALDO BAYER, "DEL 'PUMA' AL 'BOMBODROM"', EN PÁGINA 12

 

Escena III

Cuando olvidamos nuestros orígenes y volvemos a la ciencia un fetiche, nos
convertimos en un peligro para la humanidad. Este fetichismo fatal se
supera con el sentimiento. Con el sentimiento entendemos por qué nuestra
tierra no necesita del 40% de presupuesto nacional para la compra de
armamentos, sino para lo que el pueblo realmente requiere: educación,
justicia, salud y todo lo demás. Producir este nuevo tipo de conocimiento
más útil, que salva al país y a la humanidad en general, es un problema
cósmico que todos tenemos. Ese es el reto de Iap y de un posible paradigma
que podemos seguir construyendo indefinidamente. No hay prisas en esto.
De allí lo bello que es esta tarea ¿Qué tal que todo estuviera cuadrado,
medido y circunscripto, con respuestas ya dadas? Sería preferible irse al cielo
a tocar arpa de día y de noche.
ORLANDO FALS BORDA, CIENCIA PROPIA Y COLONIALISMO INTELECTUAL LOS NUEVOS
RUMBOS

 

Si algo ha caracterizado a las sociedades de la América Latina y el Caribe contemporáneas es la vivencia social en la que, en este nuevo tiempo, subyacen conflictos y marcas que han establecido renovados objetivos en su horizonte. Si otrora la ambivalencia entre la guerra y la paz significaba una alternancia previsible, entre la sucesión de atrocidades y escasos remansos, ocurre que la dictadura resulta quizá probable pero inadmisible en los cánones del estado de derecho frente al "estado de excepción". Ello constituye un corte histórico significativo y tiñe no sólo las argumentaciones que se erigen por el valor de una democracia participativa, sino también por las realidades que las relaciones continentales han dibujado como expectativa social para estos pueblos latinoamericanos del año 2000. Esta renovada convergencia en torno a su manera de pensarse, poscolonial, y en la ardua lucha por la identificación de un proyecto común que brega por un futuro incluyente, participativo, fortalecedor de su autonomía con la superación de los espectros de sus problemáticas y contradicciones ancestrales, diversas, que la actual crisis del capitalismo global de época exacerba. Acumulación sin crisis y crisis para la acumulación resultan acordes con un encadenamiento sucesivo en las venas abiertas de nuestra región. Quien dice convergencia, no se refiere a unanimidades forzadas, como el diseñado pensamiento único, sino al encuentro con ese otro–otra en el derecho a la diferencia, la interculturalidad, la diversidad étnica y la aspiración a un Estado que asuma como mandato la reversión de la inequidad social en la complejidad que abarca, ahora incluso como redescubrimiento precolombino, el orbe natural del entorno y sus profundidades.

Este dossier de Convergencia, Revista de Ciencias Sociales que presentamos como resultado del acuerdo: Convergencia–ALAS, cumple como pequeño tributo a ese espíritu de encuentros creativos, deseados y proyectados, no para soldar unanimidades superficiales, sino para propiciar el diálogo entre pensamientos plurales, convergentes, con la preocupación intelectual por la pertinencia y adecuación a una perspectiva que considere, entre sus instrumentos clave, el pensamiento crítico y propositivo en las ciencias sociales latinoamericanas. Un campo del conocimiento que reconozca la centralidad del sujeto colectivo en las dimensiones complejas que lo integran, en y a través de sus intersubjetividades, sus creaciones instituyentes, sus articulaciones institucionales, así como en la heterogénea conformación de comunidades de saberes, que rebasan el propio campo académico en configuraciones transdiscursivas.

Sin duda el pensamiento crítico latinoamericano enfrenta un desafío epistemológico apasionante. Si bien las ciencias sociales expresan por secciones encuentros multi e interdisciplinarios que dan cuenta de la complejidad del sujeto y las indeterminaciones contextuales, conscientes de su incertidumbre, resultan aún insuficientes para corresponder a esta profusión de interrogaciones, hoy vitales. Nuestra época está requiriendo drásticamente un diálogo horizontal entre la multiplicidad de discursos: entre disciplinas, lenguajes, ciencia, arte, y entre fronteras y niveles heterogéneos. La fragmentación ha incidido para alimentar un presupuesto de superioridad entre saberes; sin embargo, el análisis de larga duración histórica ha puesto en evidencia que la alteración de la biosfera y la depredación planetaria no están alejadas, sino estrechamente relacionadas con la unidimensionalidad del progreso científico tecnológico, acorazado bajo la cobertura académica de neutralidad del método experimental.

La síntesis requerida está planteándose dentro de una filosofía de la praxis, que redescubre las fronteras naturalizadas en las relaciones entre poder y saber, entre saberes heterónomos y especializados, entre saberes populares e institucionalizados, así como en las relaciones entre saberes y emociones, que pueden asumirse en la convergencia de afluentes al pensamiento de la sociología crítica, en un doble significado de contenidos discursivos y de sus formas materiales para producirlos.

Otros desafíos que enfrenta el pensamiento crítico son de orden metodológico. La crítica a la razón instrumental no supone abandonar los debates entre aproximaciones a la realidad social de corte cuantitativo y cualitativo o hermenéutico, sino por el contrario, supone, además de alcanzar coincidencias correlativas, al menos la observación de intersecciones ortogonales en un mismo plano de análisis. Este tipo de pensamiento se permite establecer geometrías no lineales, complejas, recursivas, especulares, espiraladas, entropías con líneas de fuga, formas de autopoiesis que confrontan con el acumulado teórico y sus certidumbres. Abren la posibilidad del encuentro entre: las dimensiones macro y micro en su diversidad de escalas, la praxis social y las políticas públicas frente a los modelos entronizados, los atravesamientos espacio–temporales como los nexos urbano rurales o rural–urbanos, así como los pronunciamientos sobre discriminación de género y las contradicciones irresueltas entre capital y trabajo.

Este pensamiento implica diálogo, no supuesto o transferido, sino puesto en escena en encuentro de saberes, lo cual implica reconocer la singularidad cognoscitiva del sujeto social. Diversas experiencias en Latinoamérica se han forjado en medio de estas tensiones entre los patrones del paradigma normalizado y la apertura dirigida hacia otros contenidos y a otras metodologías. De ellas emergen nuevos componentes que demanda el pensamiento crítico, como la investigación acción participativa (IAP), la coinvestigación, la búsqueda de articulación con la producción de conocimientos transdisciplinarios y la creación de comunidades epistémicas, que han reverdecido durante las décadas recientes en Latinoamérica en medio del fragor de la resistencia al pensamiento único, que abarca en esta etapa, además del desarrollo planetario de la economía política neoliberal, el retorno a los reduccionismos científico–tecnológicos atravesados por los diseños de los aparatos gubernamentales y sus métricas en la gran alianza de la política cognoscitiva (cognosgeopolítica) de los noventa.

Así, en este marco multitudinario se distinguen investigaciones críticas que se realizan en diversos centros, institutos, observatorios o laboratorios, reunidos en asociaciones como Clacso y Flacso, o como recientemente en la Universidad para la Integración Latinoamericana (Unila). Ya sea dentro o fuera de las instituciones de educación superior, instancias donde se producen debates en torno a la creación del pensamiento social de resistencia de la que las escuelas del Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) o del zapatismo dan sobrada muestra, convergentes muchas de ellas a la convocatoria del Foro Social Mundial. Otras voces, quizás otros mundos, desde la conciencia de subordinación y desde la distancia que los separa para la fundación de que otro mundo es posible, y que abarca la diversidad y el abandono del tono pedagógico profético, con la convicción de que la autonomía no constituye sólo un valor ético o estético, de por sí válido, sino también una necesidad liberadora.

Desde esta perspectiva, el presente dossier ALAS expresa un desafío de orden cívico que enfrenta el pensamiento latinoamericano: nuestra responsabilidad social para fortalecer los derechos universales, redistribuir la información y la producción del conocimiento, y generar nuevas modalidades de comunicación simétrica, inserta en una praxis de construcción dialógica. Con "cada cual según..." su propio pensamiento (no extrañado) otro socialismo podría atisbarse, ese que ya no puede eludir que el pensamiento se encuentra imbricado en el núcleo mismo de lo que se denominaba infraestructura. En esta inclinación resulta irrenunciable el papel crítico del pensamiento latinoamericano como derecho instituyente, aunado a la propuesta de alternativas de cambio social por medio de la resistencia activa no violenta continua para construir la paz basada en la lucha por la equidad en justicia solidaria.

Este dossier ALAS y su intención asociativa contribuyen a abonar estos cambios que se vienen ensayando en las ciencias sociales como alternativa respecto al fracaso de la propuesta civilizatoria de la modernidad occidental, cuya reedición neoliberal no tuvo asiento justamente en la libertad, igualdad y fraternidad, sino en sus espectros vaciados de contenido social y colmados por la intervención gubernamental. Sin embargo, esta crítica no puede evadir colisionar con las respuestas posmodernas eurocéntricas, que permanecen ligadas a las renovaciones nihilistas, distópicas y desesperanzadas, que hacen escritura en los cuerpos fragmentados, imagen y semejanza a gran escala de la marginalidad que producen urbi et orbi y de racismos que renacen en culturas etnocéntricas sin alcanzar a valorar el papel fundante de las utopías socialmente procesadas fuera de su margen y que pueden avecinar Otros "cayucos".

Finalmente, volver sobre los epígrafes de esta presentación en la que se dan cita tres pequeñas escenas iniciales: narrativa, historia y método parece oportuno, pues guardan la humilde lógica de brindar sustento a lo que siguió, apoyados en esta diacronía sintonía entre el historiador con la mirada puesta en lo contemporáneo, el método que puede ser novelado en su verdad cartesiana del "recurso del método" y la posibilidad de una ciencia militante, que puso en juego ese escultor intelectual quien ayudó a comprender que la praxis intelectual implica una y la misma que el compromiso ético de imaginar una sociología y unas ciencias sociales propias, abiertas e infinitas. El pensamiento social crítico y proyectivo en Latinoamérica se propone entonces tanto la crítica de la modernidad y sus prácticas (neo)coloniales, como la revalorización de la esperanza desde una perspectiva que nos integra con el Sur global.

Quedan invitados a este encuentro Convergencia–Alas y sean ustedes bienvenidos.

 

Jaime A. Preciado Coronado, Presidente de ALAS
Alberto L. Bialakowsky, Vicepresidente de ALAS

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