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Convergencia

versión On-line ISSN 2448-5799versión impresa ISSN 1405-1435

Convergencia vol.15 no.46 Toluca ene./abr. 2008

 

Estudios

 

Reflexividad y legitimación de problemas sociales: el caso de la Red de Organizaciones Ambientalistas de Zihuatanejo

 

José M. Aranda Sánchez

Universidad Autónoma del Estado de México / aranda@uaemex.mx

 

Envío a dictamen: 07 de junio de 2007.
Reenvío: 29 de agosto de 2007.
Aprobación: 03 de octubre de 2007.

 

Abstract

The goal of this article is to analyze the particular features that present the reflexivity of the Network of Environmental Organizations of Zihuatanejo (Red de Organizaciones Ambientalistas de Zihuatanejo, ROGAZ) as a study case. In order to develop this topic two major concepts are articulated: that of reflexivity and that of social network, in an approach which allows analyzing the performance and features of the main ROGAZ, in the framework of the complexity that represents their capacity to take thoughtful awareness of the nature of their actions and the consequences of their actions on the organization itself, and also the definitions of the situations that function as frameworks of significance on which the collective actions are given meaning. As a research case the bases are established as a conception of the social reflexivity for the analysis of the ROGAZ, it also makes use of a diagram which searches the comprehension and to value its organization as a social network that participates in the protection of Zihuatanejo's harbour as a legitimated social problem, thus the human rights of many social fighters of the region.

Key words: social reflexivity, reflexivity of the social movements, social network, social problem, environmental organization.

 

Resumen

El objetivo de este artículo es analizar los rasgos particulares que presenta la reflexividad de la Red de Organizaciones Ambientalistas de Zihuatanejo (ROGAZ) como caso de estudio. Para desarrollar este punto se procede a la articulación de dos conceptos principales: el de reflexividad y el de red social, en un planteamiento que permita examinar el desempeño y principales rasgos de la ROGAZ, en el marco de la complejidad que representa su capacidad de tomar conciencia del carácter reflexivo de sus acciones, así como de las consecuencias de éstas, sobre la propia organización, y asimismo de las definiciones de la situación que funcionan como marcos de significación con base en las cuales se les otorga sentido a las acciones colectivas. Se plantea una concepción de la reflexividad social como fundamento para el análisis de la ROGAZ, y se aplica un esquema que busca su comprensión y valorar su estructuración como red social que interviene en la defensa de la Bahía de Zihuatanejo como un problema social legitimado por esa red social, así como de los derechos humanos de muchos luchadores sociales de la región.

Palabras clave: reflexividad social, reflexividad de los movimientos sociales, red social, problema social, organización ambientalista.

 

Introducción

El planteamiento es que la sociedad se construye como una agregación de sujetos/objetos reflexivos que interactúan entre sí generando una dinámica autoconstitutiva (reflexividad/sujeto-objeto). El paradigma social desde la reflexividad establece que somos sujetos/objetos enfrentados a otros sujetos/objetos que nos alteramos recíprocamente en virtud de nuestra acción reflexiva, acción que es conocimiento, y conocimiento que a la vez implica una actividad (Navarro, 1999).

En el caso de las redes y movimientos sociales les es propia una reflexividad que hace visibles y simboliza determinados conflictos sociales, y permiten otra mirada de la realidad social donde los problemas se socializan y adquieren un especial significado, debido a la forma y el impacto de las acciones colectivas de las organizaciones que la generan, sobre todo porque manejan un "nuevo" conocimiento y conciencia del que son portadores, dedicados a seguirlo profundizando y contraponerlo a las versiones "aceptadas" que no escapan a la falta de claridad y al ocultamiento de verdades que en la práctica son reveladas (Saidon, 1995; Thiebaut, 1998).

En este artículo1 se presenta un breve análisis de la Red de Organizaciones Ambientalistas de Zihuatanejo (ROGAZ), el cual centra la atención en su funcionamiento como red social y busca destacar sus rasgos específicos desde una visión de la sociología reflexiva, interesada por el proceso de construcción de la misma, en el marco de una periodización de su desempeño a lo largo de una década de acciones colectivas.

En forma complementaria, se expone el planteamiento conceptual sobre el análisis de redes sociales aplicado al caso de estudio referido, en un abordaje teórico-empírico consistente en la realización de cinco entrevistas a dirigentes de la red, y 10 observaciones directas llevadas a cabo durante cinco reuniones ordinarias de la ROGAZ. Las entrevistas fueron realizadas por el autor de estas líneas, y las observaciones se efectuaron por el responsable de este artículo y un auxiliar que permaneció desconocido para las y los integrantes de la red como observador, a excepción de la dueña del restaurante donde se llevaron a cabo las sesiones de trabajo y que también es parte de la organización, y cuyos registros permitieron darle confiabilidad a los registros. Sin embargo, hay que señalar posibles limitaciones tanto empíricas como metodológicas de este tipo de diseños de observación, en la medida que ya no fue factible contrastar los registros correspondientes con las opiniones de las y los "sujetos" observados para aportar mayor rigor y precisión. Asimismo, en cuanto a los fundamentos teóricos, se trata de una aproximación que tan sólo aporta un caso de estudio, en el que si bien la teoría orienta las observaciones, resulta insuficiente para determinar que los datos empíricos se inscriben en esas bases o encuadres, a partir de los cuales realizar las interpretaciones que se presentan.

 

El proceso de la Red de Organizaciones Ambientalistas de Zihuatanejo (ROGAZ)

En este primer punto se aborda lo que ha sido el proceso seguido por la ROGAZ, señalando el conflicto que detonó y a la vez provocó la emergencia de la organización social, y presentando brevemente las tres etapas que pueden identificarse desde entonces y hasta diez años después, enfatizando tanto en las acciones iniciales y de articulación de los lazos "subterráneos", como en los momentos de visibilidad y coordinación de acciones que llevaron a la conformación de la red social y sus acciones colectivas.

 

Surge el conflicto

El 14 de abril de 1994 la Dirección General de Normatividad Ambiental del Instituto Nacional de Ecología, con oficio DGNA-2833, autorizó a la empresa inmobiliaria Punta del Mar, S.A. de C.V. la Manifestación de Impacto Ambiental para la construcción y operación de un desarrollo turístico inmobiliario y náutico de alto nivel en un área total de 5.58 hectáreas, localizado en la playa el Almacén y la playa Contramar, Bahía de Zihuatanejo, en el municipio José Azueta, Guerrero (Costa Libre, 1995a).

La empresa, como dueña del proyecto turístico Puerto Mío, consiguió autorización del gobierno federal para la construcción de una terminal de cruceros y una marina en la bahía. Para tal fin inició la construcción de un espigón de piedra, desoyendo la recomendación de que el muelle debería ser hecho con pilotes en lugar del enrocamiento.

Los pescadores lugareños fueron los primeros en mostrar su oposición al proyecto denunciando que dicha obra afectaba el libre flujo de las corrientes marinas, situación que contribuyó a la desaparición de la playa del Almacén y aceleró el azolve con lodos en esa zona de la bahía, perjudicando los bancos de ostiones, almejas y la pesca en general. Cuando se fueron evidenciando los primeros impactos negativos, no todos los que posteriormente llegaron a conformar la organización advirtieron el peligro inminente, sino que se requirió de un periodo de constatación, exploraciones y registros de los cambios resentidos en el ecosistema para que, finalmente, se lograra despertar la conciencia y lograr con ello la organización para la defensa de la bahía.

Ahora bien, en un primer momento, el conflicto se presentaba entre la empresa y los ciudadanos que se consideraban afectados; pero desde el inicio del mismo el Estado también apareció como parte del problema, en la medida que ésta había emitido los permisos, aparentemente sin los estudios correspondientes, sobre todo los relativos al impacto ambiental de la obra, además de que no se había llevado a cabo una consulta popular para conocer la opinión de la población.

En este punto cabe señalar que los lugareños discutían acerca de la necesidad o no de un muelle de "alto nivel", cuando ya se contaba con el tradicional y eficiente muelle en la Bahía, ciertamente modesto pero suficiente y accesible para la mayoría de la población de Zihuatanejo, no se diga para los turistas que la visitan constantemente. En el mejor de los casos, como ya se argumentó, el espigón tendría que hacerse de madera, a fin de no alterar las corrientes marinas, y tampoco desaparecer playas que con la obra se verían privadas de las necesarias corrientes que ya no llegarían a sus orillas (Costa Libre, 1995a).

En el fondo del problema, los afectados argumentaban que más bien se trataba de una privatización del muelle, toda vez que por la orientación del proyecto turístico hacia sectores de ingresos medios y altos, lo mismo que hacia embarcaciones grandes y de lujo, dejarían de lado y marginarían al turismo popular, segmentando a los lugareños y nacionales, a favor de los turistas llegados en los grandes cruceros, que gozarían de la bahía a través de una empresa privada, la cual finalmente se llevaría buena parte de la derrama económica en esa parte de la bahía; aunque sin afectar a todo un conjunto de trabajadores y servicios que se sostienen principalmente del turismo que llega por tierra a la misma (Costa Libre, 1995b).

Por ello, como la empresa constructora no respetó la reglamentación municipal y sus estudios sobre el impacto ambiental fueron considerados insuficientes, se inició una gran movilización popular en demanda de la cancelación del proyecto, creándose el Movimiento para el rescate y la preservación de la Bahía de Zihuatanejo, integrado por 20 organizaciones2 de la sociedad civil en el que participaban los colegios de profesionistas, pescadores, prestadores de servicios turísticos, comerciantes, instituciones educativas, ambientalistas, de derechos humanos y cristianos, entre otros grupos sociales.

Después de un año de lucha se logró que el Instituto Nacional de Ecología, organismo que autorizó la construcción del muro de piedra conocido como "espigón", aceptara la reevaluación del proyecto, cuyo resultado fue favorable a la demanda de la población. Y aunque en el resolutivo de la autoridad federal se le ordena a la empresa constructora el desmantelamiento del espigón, el asunto seguía pendiente hasta que el juez resolviera sobre un amparo concedido a Puerto Mío.

 

Etapas en la constitución de la Red de Organizaciones Ambientalistas de Zihuatanejo

En un análisis del proceso seguido en la construcción del movimiento que derivó en la construcción de la ROGAZ, y considerando los principales acontecimientos, tanto aquellos relativos a la lucha por lograr el objetivo principal como hacia adentro de la organización, donde se presentó una ruptura que habría de marcar el rumbo y las peculiaridades de la red, pueden identificarse tres etapas principales:

Constitución formal de la organización, identidad y demanda: 1999-2000

Después de varios años de trabajo, tanto visible como subterráneo,3 a través del cual se fueron tejiendo los lazos informales fundamentales para perfilar la organización, identificar y establecer los "nodos" de la red y elaborar con mayor perspectiva la demanda, por medio de la cual estarían en condiciones de entrar al conflicto ya propiamente como una instancia con fuerza, entendimiento, identidad y proyecto, finalmente decidieron conformarse como un movimiento social ambientalista,4 con experiencia, compromiso y un colectivo integrado, a su vez, de diversas agrupaciones dispuestas a luchar en la protección de la bahía (Entrevista 1).

En efecto, el movimiento en defensa de la bahía, denominado también como S.O.S. Bahía, se constituyó formalmente en noviembre de 1999, compuesto por 20 organizaciones participando activamente; a principios del año 2000 consiguió que los gobiernos federal, estatal y municipal aprobaran el Programa para el Desarrollo Sustentable de la Bahía de Zihuatanejo, el cual comprende los proyectos de Difusión, Educación y Cultura Ambiental, encaminados a crear una conciencia ecológica y a que la población conozca el contenido y alcance de las leyes ambientales y promueva su aplicación (S.O.S. Bahía, 2005).

En esa primera etapa, además de la exigencia de detener la obra del espigón, que si bien permitía construir una identidad colectiva5 basada en la defensa de la bahía, podría resultar un impedimento para que el movimiento alcanzara otra dimensión y proyección, con una visión estratégica y política del problema se plantearon ampliar la demanda e intensificar la protesta a la vez que aprovechaban la coyuntura e incorporaban su lucha en la tendencia impulsada por la Secretaría del Medio Ambiente, Recursos Naturales y Pesca (SEMARNAP), para echar a andar programas de desarrollo sustentable a nivel local, dando prioridad a aquellos casos en que los recursos estuvieran amenazados o en peligro de afectación o explotación irracional.

Fue así como el movimiento pasó de la protesta focalizada a convertirse en una agrupación no sólo articulada internamente y con organizaciones representativas y muy activas en el trabajo, sino también bien asesoradas jurídica y políticamente, y con una línea de acción que dirigía los esfuerzos a lograr un cierto empoderamiento,6 mismo que les abriría las puertas para avanzar en la lucha original y abarcar un campo más vasto de problemas, sobre todo ambientales; aunque igualmente relacionados con los derechos humanos y la búsqueda de justicia, sin dejar de lado la necesidad de obtener recursos para diversos proyectos productivos y ecológicos prioritarios (Entrevista 1).

Asimismo, una de las acciones que les daría visibilidad, mayor capacidad de convocatoria, aglutinación de esfuerzos y penetración en la población fue la publicación de la revista quincenal Costa Libre,7 que funcionaría como foro de información, denuncia y debate en torno a una serie de temas y problemas de interés social, donde el centro de la atención estaba, desde luego, en la defensa de la bahía; pero que por ese medio irradiaba otro conjunto de asuntos que también causaban polémica y permitían dar seguimiento a los logros del movimiento; incluso a diversas expresiones literarias locales.

Cabe destacar en esta primera etapa la importante participación de las mujeres, la cual prosiguió hasta la fecha en que se concluyó el estudio, ya que tanto representantes de varias organizaciones (maestras, restauranteras, ONG ambientalistas, veterinarias y otras) como activistas que lo mismo brindaban asesoría legal que volanteaban y hacían trabajo de concientización con la población, contribuyeron destacadamente en la construcción del movimiento y el impulso inicial de la protesta.

Avance, fragmentación y recomposición de la organización: 2001-2002

En pleno desarrollo del movimiento, y sin duda debido a la proyección que estaba logrando, así como el apoyo que recibía de parte de la SEMARNAP,8 se registró un avance de la organización que se reflejaba no sólo en la presencia que había conseguido, sino además por la firmeza de las demandas y la perspectiva que le daban a sus acciones.

En enero de 2001, se analizaron las corrientes marinas, batimetría y calidad de agua en el área de la Bahía, adyacente al proyecto Puerto Mío por el Dr. Héctor Vélez Muñoz, investigador titular de Oceanografía Física de la Universidad Autónoma Metropolitana, encontrando una serie de inconsistencias técnicas y lagunas en la Manifestación de Impacto Ambiental de dicho proyecto (Costa Libre, 2001). Incluso, el jefe de Inspección y Vigilancia municipal afirmó que: "los representantes de Puerto Mío han incurrido en diversos delitos ambientales tales como empezar la construcción del espigón, sin la autorización correspondiente; ganar arteramente terrenos al mar sin previo permiso; el asolvamiento y por ende, la desaparición del ecosistema de toda la zona que afecta el espigón con la desaparición de la playa el Almacén debido a la edificación de un muro de mampostería" (El Sur de Acapulco, 2001: 1-2).

Sin embargo, y debido a diferencias de concepción acerca de cómo dirigir la organización, e incluso el estilo de liderazgo y desconfianzas hacia uno de los principales dirigentes del movimiento, se dio la división, fragmentándose en dos grupos: los que se separaban de la asociación original, y quienes se mantenían con el nombre inicial de la organización. Incluso influyeron razones de género, en la medida en que al parecer no se otorgaba el lugar que les correspondía a las mujeres activistas y se manejaba la organización con criterios machistas, además de que no se fomentaba la participación democrática, sino que se "daba línea" y había que seguirla solamente porque así lo decidía el líder (Entrevista 2).

Para finales de 2001 y principios de 2002 las diferencias hacían efecto, y aparecía un nuevo liderazgo, básicamente femenino en la parte que se desprendía del movimiento para buscar una recomposición y proseguir la lucha por la defensa de la bahía. Se trataba de un golpe interno que de momento afectaba la fuerza del movimiento; pero que más tarde mostraría, debido al compromiso sin tregua y la capacidad de trabajo desplegado sobre todo por las mujeres, que sólo se trataba de una refuncionalización de la organización, como resultado de la realimentación necesaria para corregir errores y no caer en una posible cooptación por parte del gobierno (Entrevista 2).

Fue así como las disidentes recomenzaron el trabajo para agruparse de nuevo, ahora bajo otra concepción de la organización y de la lucha a seguir, razón por la cual pensaron, discutieron y decidieron conformar una red, teniendo en cuenta tres criterios: que no fuera de nuevo una organización centralizada; que permitiera y se basara en un funcionamiento más flexible y adaptable a las condiciones de la lucha; sin necesidad de contar con un registro legal, ni visibilidad de las dirigentes (por razones de seguridad); y que permitiera facilitar los vínculos entre las organizaciones participantes, fortalecer los intercambios y afianzar y diversificar los apoyos sociales necesarios para el desempeño de las actividades de la red (Entrevista 3).

Consolidación de la ROGAZ, unidad y continuidad del movimiento: 2002-2005

Como consecuencia de una labor constante, con estrategias que combinaban la lucha legal con el activismo y el fortalecimiento de la unidad interna de la red, se fue logrando la madurez del movimiento, donde las acciones colectivas se orientaban a continuar no sólo por la demanda de detener la obra del espigón y revisar la autorización de todo el proyecto "Puerto Mío"; sino que en esta etapa la organización había alcanzado un nivel de politización que le imprimía una fuerza multiplicada, y la acumulación de experiencia y solidez de los principios auguraban su continuidad como movimiento social.

Asimismo, la ROGAZ logró no sólo recomponer su integración, sino inclusive incorporar a muchas de las organizaciones originales, así como ampliar la base de sus objetivos abriendo la puerta a otras demandas que incluían principalmente la defensa de los derechos humanos, la defensa de causas y luchas que consideraban justas ya no sólo en Zihuatanejo, sino en el estado de Guerrero, como el problema de La Parota,9 e incluso participar en apoyo a otros movimientos, como la lucha de los ejidatarios de San Salvador Atenco (Estado de México) en oposición a la construcción de un aeropuerto internacional (Entrevista 4).

Sobre todo por la consecuencia en las acciones, la confianza que se tenía entre quienes integraban la ROGAZ, y la constante presencia pública en la defensa de la bahía, se había dado un paso decisivo en la afirmación de la lucha toda vez que la organización había conseguido legitimar el problema, esto es, hacer que diversas organizaciones, sectores y personas del lugar reconocieran lo genuino y necesario de las demandas enarboladas por la red, lo que no sólo implicaba la aceptación de la misma sino la disposición de apoyo a la causa, y la incorporación a las movilizaciones en función de los requerimientos y las posibilidades de dedicarle el esfuerzo y el tiempo requeridos (Entrevista 5).

En ese contexto, para octubre de 2003, un grupo de diputados federales del grupo parlamentario del Partido de la Revolución Democrática se reunieron con autoridades locales de Guerrero y organizaciones no gubernamentales para analizar la situación del muelle, y se comprometieron a citar a comparecer al director general de Riesgo e Impacto Ambiental de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, con el propósito de que diera un informe preciso de las bases para el otorgamiento de permisos al proyecto Puerto Mío (Cámara de Diputados, 2004).

Posteriormente, en febrero de 2004 grupos ambientalistas de Zihuatanejo presentaron una denuncia ante la Fiscalía Especial para Delitos Ambientales (FEDA) de la Procuraduría General de la República, en la que piden detener la contaminación de la bahía y la expansión de desarrollos inmobiliarios en detrimento de la biodiversidad de la zona.

Entonces, en junio del mismo año, la Comisión de Medio Ambiente y Recursos Naturales de la H. Cámara de Diputados llevó a cabo una visita a la Bahía de Zihuatanejo, con motivo del día Mundial del Medio Ambiente, en la cual se tomó conocimiento de que la problemática ambiental provocada por el desarrollo turístico en cuestión ha sido más compleja, generándose sobre todo un considerable deterioro en cuanto a la calidad del agua, pues las aguas residuales provenientes de las plantas de tratamiento se desalojan dentro de la bahía, y la instalación del "espigón" ha modificado las corrientes naturales del agua del mar. Es de tal magnitud la afectación, que dentro de sus acciones el gobierno del estado de Guerrero plantea instrumentar el Programa de Saneamiento Integral de la Bahía de Zihuatanejo, y se propone la revisión del estudio de impacto ambiental del proyecto "Puerto Mío", que el Instituto Nacional de Ecología, en su momento, había determinado su demolición; sin embargo, la empresa responsable cuenta con un amparo que protege el citado espigón (Cámara de Diputados, 2004).

Con base en lo anterior, y debido a que la petición de la ROGAZ en el sentido de realizar una reevaluación del proyecto no procedía, puesto que tal figura no existe dentro de la ley ni en el reglamento de la Ley General del Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente (LEGEEPA) en lo relativo al impacto ambiental, la Comisión de la Cámara de Diputados logró un punto de acuerdo por medio del cual: 1) se exhortó a la SEMARNAT a efectuar los estudios correspondientes para formular y ejercitar un Programa de Restauración Ecológica, con fundamento en la LEGEEPA; 2) otro exhorto a la misma SEMARNAT con el fin de que revise los procedimientos de autorización de la construcción del muelle y de todo el proyecto "Puerto Mío", a efecto de considerar las consecuencias jurídicas y violaciones al articulado de la LEGEEPA, informando de esto a la Cámara de Diputados, y 3) exhorto al gobierno del estado a que de acuerdo con el Programa de Saneamiento Integral de la Bahía de Zihuatanejo, 2004, informe a la Cámara sobre la revisión del estudio de impacto ambiental del proyecto de referencia (Cámara de Diputados, 2004).

Finalmente, como resultado de todas las gestiones y activismo de la ROGAZ, el 2 de febrero de 2005, la Coordinación General de Puertos y Marina Mercante de la Secretaría de Comunicaciones y Transporte emitió un acuerdo por medio del cual se otorga un amparo en contra de la construcción del espigón de piedra en el muelle denominado "Puerto Mío", dentro de la Bahía de Zihuatanejo, Guerrero, y se exige a las autoridades municipales y ambientales a llevar a cabo una revisión sobre el cumplimiento de las obligaciones convenidas entre gobierno y la empresa (Secretaría de Comunicaciones y Transportes, 2005: 1).

Con este logro importante, el movimiento de la ROGAZ consiguió finalmente detener la obra, retomar fuerza para continuar la lucha, fortalecer la unidad de las acciones colectivas y consolidar su intervención en pro de la bahía. Asimismo, la organización internamente reafirmaba su integración y el adecuado desempeño, lo que a su vez implicaba el reto de mantener el nivel de compromiso con la mayor responsabilidad ya no sólo con la causa original, sino hacia una serie de luchas y de todos los llamados de apoyo con los que la ROGAZ pudiera solidarizarse.

 

Reflexividad de la ROGAZ

Para desarrollar este punto se procede a la articulación de dos conceptos principales: el de reflexividad y el de red social, en un planteamiento que permita analizar el desempeño y principales rasgos de la ROGAZ, en el marco de la complejidad que representa su capacidad de tomar conciencia del carácter reflexivo de sus acciones, así como de las consecuencias de sus acciones sobre la propia organización, y asimismo de las definiciones de la situación que funcionan como marcos de significación10 con base en las cuales se les otorga sentido a las acciones colectivas.

En el primer aspecto, consideramos que la reflexividad implica la autoconciencia, la autorreferencia y la construcción de significados; mientras que en el segundo, apuntamos un esquema con un modelo de red social que se aplicará al caso de estudio, y dentro y a través del cual se busca ilustrar la multicitada reflexividad de la red (Ferreira, 2005).

 

Modelo analítico de red social

Se parte de considerar que los datos de la experiencia no son dados, sino que se adquieren por medio de la actividad científica, y llevan la marca de su actividad teórica. Son, en cierto modo, abstracciones elaboradas y construidas por el investigador. Asimismo, interesa desarrollar un planteamiento que no únicamente tenga como propósito la construcción de objetos-modelos que sólo muestren los factores fenoménicos de los procesos, sino que llegue a considerar la estructura interna de los procesos. También conocidos como modelos realistas, que buscan apropiarse de las estructuras subyacentes, trascendentes a lo puramente fenoménico (Castorina, 1993).

Un principio central de la construcción de modelos es el supuesto epistemológico de que lo que se afirma de los modelos tiene una correspondencia en la realidad independientemente de nuestro conocimiento. Asimismo, el modelo teorético describe un tipo de objeto o sistema atribuyéndole lo que podría llamarse una estructura, composición o mecanismo interno, con referencia al cual se intentan explicar varias propiedades de ese objeto o sistema (Bourdieu y Chamboredon, 2004).

Esa estructura o composición del modelo, cuando concebimos a la red como un sistema de vínculos entre nodos orientado hacia el intercambio de apoyo social (Martínez, 2004), consiste en lo siguiente:

Hay cinco componentes fundamentales en esta definición:

— Nodos

— Vínculo

— Sistema de vínculos

— Intercambio

— Apoyo social

a. Nodos: Son los componentes entre lo cuales se establecen los vínculos. Pueden ser personas, actores sociales, grupos u organizaciones (institucionales o comunitarias).

b. Vínculo: Es el sistema de comunicación que se establece entre los nodos.

c. Sistema de vínculos: Considerando que lo central en la red es el conjunto de vínculos entre los nodos. Es decir, la red no es un conjunto de nodos, sino más bien un sistema de vínculos. En el caso que nos interesa, entonces, si queremos describir una red social personal, no nos debemos centrar en las características específicas de cada uno de los individuos que la componen (nodos), sino en las peculiaridades de las relaciones que se establecen entre ellos.

d. Intercambio: En la relación entre nodos se produce un intercambio. El intercambio recíproco puede establecerse en el plano afectivo/emocional, material, financiero, social u otro.

e. Apoyo social: Como resultado de este proceso de intercambio se produce apoyo social para los nodos. La red social proporciona así el marco indispensable para que el apoyo social pueda fluir hacia los nodos. Las dimensiones del apoyo social incluyen apoyo emocional o afectivo, ayuda material y financiera, asistencia personal, información y contactos sociales positivos.

 

Peculiaridades de la ROGAZ

Las características más importantes se presentan a continuación, con base en los elementos del modelo analítico de las redes sociales, ponderando la capacidad y particularidades que pudieron advertirse, y a partir de las entrevistas a integrantes de la misma,11 así como observaciones12 del funcionamiento y desempeño de la ROGAZ:

NODOS: Los componentes entre los que se establecen los vínculos corresponden tanto a las 20 organizaciones que integran la ROGAZ, como a una serie de personas que sin ser los representantes formales de aquellas, participan activamente como puntos de referencia y enlace con los demás nodos, difundiendo los mensajes, acuerdos e información que se va generando en las reuniones de la red, así como aquella que surge sobre la marcha y que se considera relevante para irradiarla en cualquier momento. Esta peculiaridad representa una ventaja muy interesante en comparación con las redes que podríamos llamar rígidas, en la medida que para éstas los vínculos únicamente se establecen entre los distintos nodos; pero en el caso que nos ocupa no existe centralidad de los nodos, sino que cualquier persona, involucrada formalmente en la red o no, que decida intervenir en la cadena comunicativa comunal, y ya sea con información de las acciones de la propia red o de algún agente social que tenga posición en el conflicto (gobierno, empresa, otras organizaciones o actores sociales) está en condiciones de generar flujos comunicativos que alimenten al proceso de la misma ROGAZ. Esta modalidad es factible y muy operativa, sobre todo debido a que tanto personas como organizaciones tienen un conocimiento entre sí por ser lugareños de Zihuatanejo, por lo cual mantienen lazos de amistad, compañerismo o al menos vecindad de años de convivencia, y teniendo en cuenta que la defensa de la Bahía es la causa común que hermana sus demandas y acciones colectivas. Por ello, los nexos informales son el soporte más sólido del tejido social que están construyendo, pues la causa que los mueve es parte fundamental de sus vidas, su cotidianidad y las posibilidades rea les de trabajo y aprovechamiento racional de los recursos naturales del medio en que se desarrollan. Esto favorece la cohesión del grupo, el mejor entendimiento entre sus integrantes y una adecuada coordinación de esfuerzos en la consecución de objetivos específicos, ya sea para impulsar acciones colectivas o para realizar tareas puntuales. La estructuración de la red a partir de nodos y personas elimina las jerarquías y el centralismo, lo cual fortalece una organización horizontal con base en el principio de igualdad. A su vez, esta condición de equidad es la base para el establecimiento de normas de comportamiento (escritas o no) y la aceptación de acuerdos y decisiones, al margen de la participación directa en las reuniones convocadas. Sin embargo, la igualdad en participación no impide que en determinadas situaciones o para fines particulares, una agrupación, comisión o persona adquieran un rol protagónico, sino más bien que éste es intercambiable, según convenga a la red en su conjunto, de tal manera que quienes tengan mayor destreza para hablar cumplirán ciertas tareas que así lo requieran, sin que el resto de los integrantes deje de contribuir con sus habilidades y responsabilidades. Complementariamente, la posibilidad de que participen otras personas y actores sociales que no fungen formalmente como nodos en el sistema de vínculos, ha permitido que el movimiento continúe ampliando su base de apoyo y de simpatizantes, a la vez que va incorporando otras demandas no directamente relacionadas con la defensa colectiva de la bahía, como pueden ser los derechos humanos, la protección de especies animales en peligro de extinción, o las condiciones de mujeres que han sufrido violencia intrafamiliar, fortaleciendo la plataforma de lucha de la red y elevando el nivel de la organización que así se va construyendo (Observación 1; Observación 2).

VÍNCULO: Como sistema de comunicación que se establece entre los nodos, y en buena medida también por la característica ya anotada de la pertenencia de todas y todos a la comunidad de habitantes de Zihuatanejo, que asimismo desempeñan diversos roles sociales, como padres de familia, cabezas de familia, profesionistas, ciudadanos con derechos y obligaciones, integrantes de asociaciones diversas, y muchos más, se establecen entre ellos una serie de interacciones que van incluso más allá de su pertenencia a la red, y que corresponden a la matriz comunitaria de los procesos de integración en que se inscriben todas las personas, el medio de comunicación primordial es el diálogo oral directo, o sea, la comunicación a través del habla, lo cual presenta un conjunto de rasgos relevantes para el funcionamiento de la ROGAZ (Observación 3; Observación 4).

1) Al ser una comunicación interpersonal transmite no únicamente mensajes, sino que genera y traslada actitudes, lo que implica el intercambio de conocimientos, emociones y afectos, así como predisposiciones a asumir un determinado comportamiento.

2) Produce la confluencia de intencionalidades.

3) Refuerza y actualiza la creación de marcos de significado, es decir, los diálogos en torno al objetivo y objeto de la organización, y la lucha por la protección de la bahía, así como de los otros temas y problemas que se van agregando a la agenda de la red, contribuyen a la elaboración de un discurso argumentado acerca de la verdadera situación sobre el muelle y las obras cuestionadas y rechazadas por la comunidad activa; de tal manera que esta versión de los hechos que se va construyendo y resignificando funciona como el marco de referencia y de significado dentro del cual se justifican y adquieren sentido las acciones colectivas e individuales que decide la red, con lo cual se afianza el discurso alternativo y éste se va enriqueciendo y difundiéndose como la verdad del movimiento social y de la organización que protesta y propone.

4) La comunicación interpersonal, además, fortalece los lazos entre los integrantes consolidando la dinámica del grupo en un proceso interactivo constante que se irradia en el territorio y va adquiriendo presencia y legitimidad. Se trata de una interacción de segundo nivel, en la medida que la comunicación directa supone la mediación de cada interlocutor con el objetivo principal de las acciones (primer nivel), y la interacción entre pares que tienen la misma responsabilidad en el programa de lucha acordado.

5) Asimismo, la comunicación oral directa contribuye a la eliminación de los ruidos que pudieran generarse cuando se pone en práctica un proceso comunicativo, debido a que se establece una comunicación positiva, basada en la confianza y la convicción de que la tarea es de todos y cada quien tiene que poner su parte.

SISTEMA DE VÍNCULOS: Interesa aquí considerar las peculiaridades de las relaciones que se establecen entre los Nodos. Se observan tres tipos principales de relaciones con las características que se anotan: relaciones de solidaridad, relaciones de reflexividad y relaciones de identificación.

a. Relaciones de solidaridad

1) Solidaridad por identidad. Es la solidaridad de intereses e identidades en común. Sin embargo, en el movimiento social que nos ocupa se ha ampliado y generalizado entre diversas colectividades, organizaciones y personas, funcionando como un principio común a todas las formas de acción colectiva que se han impulsado.

2) Solidaridad por complementariedad. Es una de las formas exitosas y que "naturalmente" se han fomentado y consolidado en la construcción de la ROGAZ. Surge a partir del intercambio de experiencias, ideas. Se trata de relaciones en las cuales lo importante es la acción de apoyo mutuo y de intercambios bilaterales que funcionan como actividades de cooperación y contribuyen a fortalecer los lazos entre los distintos colectivos, a la vez que son la oportunidad para ofrecer a los demás lo que cada uno está en condiciones de manejar como un bien o servicio que aporta a la red en su conjunto.

3) Solidaridad como reciprocidad. Es una forma típica de solidaridad comunitaria, en la medida que implica el apoyo mutuo entre activistas de diferentes movimientos, como es el caso de quienes defienden los derechos de las mujeres pero que se desempeñan en diferentes corrientes, por ejemplo, entre las que se orientan a luchar por la igualdad, o aquellas que trabajan por alcanzar el reconocimiento de sus derechos humanos.

4) La solidaridad surgida de la afinidad. Parte de una serie de valores, sentimientos, ideas e incluso identidades que se comparten sin fronteras. El caso más significativo es la afinidad entre los movimientos pacifistas, ecologistas y por los derechos ciudadanos, en la medida que éstos se oponen a la política neoliberal del gobierno federal; pero también en tanto que comparten un conjunto de valores como la interdependencia de la sociedad con la naturaleza, el respeto a todas las formas de vida, la lucha por la equidad de género y en contra de la pobreza y por la paz en el mundo y al interior de las naciones, que generan lazos de solidaridad sólidos y abiertos a incorporar otras ideas y sentimientos relacionados con el gran objetivo de avanzar en los procesos de cambio social.

5) Solidaridad por restitución. La reposición es otro soporte de la solidaridad global que la ROGAZ está incorporando a su agenda de trabajo, ya que significa luchar por un conjunto de reparaciones y compensaciones derivadas de la aceptación de la responsabilidad por errores o abusos. Así, podemos hablar de la responsabilidad por el daño ambiental.

b. Relaciones de reflexividad

El supuesto básico es que este tipo de concordancias se construye entre participantes reflexivos en interacción. Aquí la noción de reflexividad se refiere a la acción comunicativa en torno a un "conocimiento en acción", es decir, un "conocer desde", al que se tiene acceso únicamente cuando estamos en el contexto de llevarlo a la práctica, porque están dadas las condiciones para lograrlo.

Asimismo, la reflexividad expresa la necesidad y posibilidad de "autoobservarnos", a través de una interacción de "observación mutua". Se trata de compartir la mirada del otro, quien también requiere de esa "otra mirada", pues esa percepción es la que puede servirnos para, en cierta medida, no cegarnos para ver qué tanto de lo que percibimos e interpretamos de la situación son los efectos de nuestras propias intervenciones, y en qué medida intervenimos llevados por juicios, informaciones o actitudes que no han sido contrastadas con la opinión de otros participantes (Pakman, 1999).

Complementariamente, las relaciones de reflexividad permiten precisamente interactuar como "espejos" de lo que está sucediendo en la comunidad y en los hechos cotidianos, de tal forma que se actualiza y pone en claro todo aquello que aparece como evidente a primera vista, con lo cual se gana en precisión y adecuado encuadre de los sucesos e intervenciones de todos los agentes y actores sociales implicados en el conflicto y la trama de visiones, opiniones y posiciones que se asumen en torno a él.

c. Relaciones de identificación

Se trata de las conexiones interpersonales que generan un campo colectivo de certezas imaginarias, con base en las cuales el sujeto teje su identidad; es decir, la certeza de sí individual en su rol como integrante de la red. Además de ese encuentro en conversación, que incluye acuerdos y desacuerdos, la identificación se construye como una totalidad de sentido elaborada entre iguales, donde cada hablante acuerda su habla al hablar de los otros. O sea, privilegia en el habla lo que ésta tenga de común, de articulable con el hablar de los otros. Por ello, puede decirse que en las interacciones dentro del grupo éste tiende a "normalizar" las interacciones, al forzar que las hablas individuales se despojen de las adherencias de lo singular, y aún de las visiones "propias" de cada individuo. Igualmente, en las interacciones identificatorias las diferentes situaciones de hecho, como diversas experiencias, biografías y circunstancias sociales, pierden su singularidad para elevarse al estatuto de palabra, nivel en el que ya son comunicables (Canal es y Peinado, 1999: 294).

Las relaciones de identificación, en la medida que coadyuvan a la construcción de la identidad colectiva, contribuyen a la autodefinición y autorreconocimiento como partes de la Red, asimilando las experiencias del contexto-ambiente tal y como se introyectan y se viven en lo personal, como un sistema de identificaciones que comunica al individuo con el universo cultural —valores y símbolos compartidos— y que otorga sentido a las acciones, permitiendo a la vez realizar determinadas elecciones y dar coherencia a la propia biografía (Makowsky, 1996). Implica, por lo tanto, una ubicación en el espacio social, pero desde el punto de vista subjetivo, y esa ubicación define las representaciones que tienen los actores sobre sí mismos y sobre los otros, de allí que la identidad sea siempre distintiva o diferencial respecto de las demás posiciones y actores sociales. Y las interacciones favorecen la articulación de la esfera del individuo con la de la colectividad y el grupo (Observación 5: 17/12/2004; Observación 6: 17/12/2004).

 

Intercambio

Las principales formas de intercambio que se observan en el proceso de la ROGAZ son las siguientes:

Intercambio afectivo-emocional. Este tipo de reciprocidad resulta muy importante en la construcción de la red, pues no solamente refuerza y actualiza las relaciones interpersonales y la cohesión grupal, sino que además genera y multiplica constantes flujos de solidaridad, los cuales funcionan como el "cemento" de la organización. Al expresarse con toda confianza las emociones y afectos de las distintas personas participantes en el contexto de la camaradería y comprensión del colectivo, se producen consistentes vínculos empatía, en la medida que cada quien tiene la capacidad de "ponerse en lugar del otro", de vivir simbólicamente el momento por el que atraviesan todos, y de fortalecer así las actitudes y lazos colectivos.

Intercambio informativo-documental. En el constante y complejo proceso de conformar una red social, los intercambios de información y documentación resultan un insumo para el trabajo grupal e individual, ya que a partir de esos materiales se dinamizan las actividades, se programan o reprograman tareas, se ajusta la división del trabajo, se jerarquizan los compromisos y, en general, se marcan los ejes por los cuales se tiene que controlar el desempeño personal y colectivo. Lo interesante de la experiencia relatada radica en el hecho de que esos intercambios fluyen con dos criterios claramente diferenciados: aquella información y documentación sobre la cual es necesario abordarla por el conjunto de los participantes, y otra que por sus características es conveniente que sea manejada por una o varias personas; aunque toda la red estará informada de su gestión y consecuencias.

Intercambio argumentativo-opinión. Otra forma de intercambio, también de la mayor relevancia, se refiere a la socialización de toda una serie de razonamientos relacionados con los avatares de la lucha emprendida, en la medida que son la base de los marcos de significación que, como ya se indicó, otorgan sentido a las acciones colectivas e individuales, además de posibilitar y contribuir a lograr un determinado nivel de dominio y manejo de la problemática, una vez que todos los integrantes de la red estén en condiciones de aplicar los argumentos más claros y fundamentados en cualquier momento y circunstancia. De igual manera, el intercambio de argumentos incide en la configuración de una opinión acerca del conflicto, los actores y las acciones, produciéndose así una corriente positiva de comunicación donde el componente principal no son únicamente los puntos de vista inmediatos o de apariencia, sino formas de ver las cosas, con una convicción de que son así, o sea, con un soporte racional-reflexivo, lo cual favorece y multiplica las asociaciones propositivas y de concertación, para llevar a cabo un sinfín de tareas (micromovilizaciones) de carácter cotidiano; pero que en conjunto y en perspectiva apuntalan y crean un "escudo" en contra de versiones opuestas o que provienen de otros agentes sociales con los que no se coincide (Observación 7: 07/01/2005; Observación 8: 07/01/2005).

 

Apoyo social

En este primer acercamiento a la descripción y comprensión del proceso de construcción de la ROGAZ, se advierten los siguientes tipos:

Apoyo afectivo-emocional. Se trata de una serie de conductas de auxilio, solidaridad, soporte y motivación que se comparten de manera espontánea, desinteresada y sincera, y cuya función es el restablecimiento del equilibrio emocional del grupo, a partir de la canalización de fuerzas sensibles que confortan el ánimo, proporcionan acompañamiento a quienes en determinado momento resienten más algún episodio o situación difícil de sortear, a la vez que brindan seguridad, confianza y un relativo optimismo en cuanto a las circunstancias del conflicto que se vive. Aquí la importante presencia y participación de las mujeres resulta fundamental, en la medida que para ellas es insustituible y prioritaria la expresión de afecto y emociones, lo cual contagia al grupo para que se manifiesten por parte de los integrantes de la red. Complementariamente, esta "afectividad colectiva", además de fortalecer la voluntad, resignificar la memoria colectiva y superar posibles aislamientos, opera como la articulación de las exposiciones de las sensaciones colectivas que pueden dirigirse acompañadas de palabras, es decir, simbólicamente.

Apoyo táctico-estratégico. Es un auxilio muy importante, pues se ofrece principalmente en los momentos en que se requieren decisiones relacionadas con las acciones inmediatas a seguir; pero también a las vías para alcanzar los objetivos fijados. En este rubro la red establece el encuadre dentro del que la selección de los procedimientos más idóneos y de las personas indicadas permite a la organización llevar adelante aquellas actividades centrales para el avance del movimiento. Asimismo, el apoyo estratégico tiene que ver con el aprovechamiento de las fortalezas y el reconocimiento de las debilidades, lo cual favorece incluso una cierta planeación de las acciones, y la disciplina necesaria para encauzar los esfuerzos por el camino decidido.

Apoyo informativo-propagandístico. Un respaldo prioritario en el funcionamiento y desempeño de la red tiene que ver con el suministro de información, prácticamente de todo tipo, que se relacione con el conflicto y el proceso que se desarrolla. Aquí interesa resaltar no sólo el intercambio de la misma sino la búsqueda de aquella que hace falta, que permite seguir una pista, que complementa la que ya se tiene, o que por su carácter de novedad representa un punto de atención significativa. Entonces, cuando se difunden, irradian y propagan las demandas, acontecimientos, apoyos, y en general los mensajes relevantes para poner al día del movimiento al conjunto de la red, se está compartiendo un aliento importante, y un sustento de las acciones de todos y cada uno de sus integrantes. Este tipo de apoyo, además, ofrece la oportunidad de incorporar personas y organizaciones a la red, así como simpatizantes que decidan contribuir con información y defensa de las causas que la red ha hecho suyas, y más aún porque se adquiere visibilidad con un aporte que se valora en todo momento y circunstancia del proceso (Observación 9; Observación 10).

 

Reflexiones finales

La reflexividad social aparece como uno de los mecanismos más desarrollados de la dinámica del movimiento social de la ROGAZ, y se expresa en sus formas de autoconciencia, autorreferencia y construcción social de la realidad, soportando en buena medida las identidades y el conjunto de acciones colectivas de su proceso hasta el momento.

Como rasgo especial de la ROGAZ, en la construcción del movimiento ciudadano, asistimos a la etapa de la resistencia, la autonomía y el nuevo activismo, orientando las acciones hacia la solución de problemas sociales legitimados.

La reflexividad, sin embargo, lejos de eliminar las incertidumbres las incluye en un esquema donde la racionalidad es permeada por el carácter paradójico de las acciones sociales; pero dentro del cual cada asociación produce su propia visión de los hechos y las situaciones, mostrando una gama de opciones en cuanto a los argumentos que justifican las acciones.

La organización que nos ocupa presenta una reflexividad fundante, a partir de la cual se han construido los marcos de significación y toda la red de interacciones simbólicas que sostienen los discursos colectivos. Asimismo, da cuenta de las complejas relaciones que cruzan y dan salidas a los diferentes esquemas desde los cuales se construye la realidad social, centrando la atención en los núcleos duros de la acción reflexiva, pero también al conjunto del proceso de reflexividad así elaborado.

Como fuente y antecedente de la legitimación de problemas sociales, la reflexividad del movimiento social opera como dispositivo de conocimiento de primer nivel, pues capta y procesa un conjunto de información que determina el comportamiento a seguir. Así, la reflexividad del movimiento, además de incorporar la reflexividad social contingente, responde como núcleo central en la elaboración de los significados que orientan el sentido de las acciones, ya que el cambio de visión y posición que genera la reflexividad en su función de generador de controversias simbólicas con el discurso dominante, coadyuva a que las acciones colectivas del movimiento y sus organizaciones sigan un proceso de construcción de conflictos y otras formas de resolución de los problemas sociales que más preocupan.

Una conclusión que cierra el planteamiento aquí desarrollado, es que la estructuración y dinámica del funcionamiento de la red constituye un mecanismo eminentemente reflexivo, el cual resulta básico para lograr la autoconciencia, autorreferencia y capacidad de construcción social alternativa de la realidad.

 

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Fuentes orales

Entrevista 1: Dirigente de Comité de Maestros Solidarios, 06/12/2004. Entrevista 2: Dirigente de Sociedad para la protección de animales de Zihuatanejo, 06/12/2004.

Entrevista 3: Dirigente del Colegio de Abogados, 07/12/2004.

Entrevista 4: Dirigente de Grupo Ecologista Nuevo Amanecer, 07/12/2004.

Entrevista 5: Dirigente de Organización por la Defensa de los Derechos Humanos, 08/12/2004.

 

Registro de observaciones

Observación 1: 10/12/2004, observación 2: 10/12/2004, observación 3: 14/12/2004, observación 4: 14/12/2004, observación 5: 17/12/2004, observación 6: 17/12/2004, observación 7: 07/01/2005, observación 8: 07/01/2005, observación 9: 14/01/2005, observación 10: 14/01/2005.

 

Notas

1 Producto de la última etapa del proyecto de investigación intitulado Construcción del movimiento ambientalista en México 1980-2005, financiado por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT).

2 Que son: Sociedad protectora de animales de Zihuatanejo, Greenpace, Rainforest Action Network, Friend of the Earth Internacional, Col. de Abogados, Colegio de Médicos, Col. de Lic. en Turismo, Unión de pescadores, Asociación de lancheros, Asociación de prestadores de servicios turísticos, Caritas Zihuatanejo, Comité de Profesores Solidarios, Asociación de comerciantes al menudeo de Zihuatanejo, Organización de estudiantes en apoyo a la Bahía de Zihuatanejo, Instituto de Estudios Sociales de Zihuatanejo, Grupo Ecologista Nuevo Amanecer, Agrupación de jóvenes ecologistas en defensa de la naturaleza, Organización por la defensa de los derechos humanos, Igualdad y equidad de género, Ecologistas de la Bahía de Zihuatanejo. La mayoría de las organizaciones cuenta con registro legal, y las menos son agrupaciones sociales sin ese requisito formal.

3 Es la labor callada, de construcción o fortalecimiento de lazos informales, generalmente a partir de la amistad o el conocimiento más profundo entre las personas, y que se mantiene sin expresiones visibles hasta que llega el momento de las movilizaciones. Véase Kalndermans y Tarrow (1988).

4 Considerado como uno de los Nuevos movimientos sociales, específicamente abocado a la defensa y protección del ambiente. Véase Aranda (2006).

5 Que es un proceso psicosocial de autodefinición y autorrepresentación de uno ante los demás; es un "exterior constitutivo"; es una definición interactiva y compartida, producida por varios individuos en interacción; se encuentra situada en: a) un marco cognitivo concerniente a metas y entornos de acción; b) a través de la activación de relaciones, y c) se obtiene por medios emocionales. Véase Melucci (1994) y Laraña (1999).

6 Término adaptado al español para indicar un proceso social consistente en la generación de alternativas y, a la vez, diversas formas de poderes democráticos, señalando la noción el hecho de que el poder tiene que crearse, construirse, además de que se comparte. Véase Cazés (1999).

7 Revista (quincenal) que fue el órgano de difusión y propaganda del Movimiento para el Rescate y Preservación de la Bahía, fundamental para impulsar la lucha y la protesta.

8 Se refiere a la promoción a nivel de estados y municipios para proponer programas de desarrollo y protección ambiental, encuadrados en los Programas Prioritarios de la misma Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales.

9 Proyecto del Gobierno del Estado de Guerrero para construir una presa hidroeléctrica que abastecería las necesidades de la ciudad de Acapulco, y que ha sido cuestionada por miles de ejidatarios de la zona de afectación, conformándose un movimiento de oposición a la obra que ha logrado amplia solidaridad, tanto nacional como internacional.

10 Son encuadres conceptuales construidos por los integrantes de la organización, que expresan un conjunto de intereses, valores, creencias y metas ideológicas dentro del cual se otorga un significado específico al problema en cuestión, y por lo mismo adquieren sentido las acciones decididas para legitimarlo y resolverlo. Véase Chihu (2006).

11 Se realizaron entrevistas semiestructuradas, con base en una guía general que explora desde las motivaciones para participar, pasando por la trayectoria personal en la organización, los objetivos, estrategias y éxitos de la misma, hasta las distintas acciones colectivas desplegadas y las perspectivas que se tienen. Posteriormente, se condensaron las respuestas y se elaboró un discurso con el contenido manifiesto expresado así por los entrevistados.

12 Las diez observaciones reportadas, que buscaban su objetivación, consistieron en el acompañamiento y testimonio por parte de los dos observadores del desarrollo de cinco reuniones con los representantes de las 20 organizaciones que integran la ROGAZ. Consignando lo observado con base en una hoja de registro de los comportamientos, interacciones, intervenciones, comunicaciones, declaraciones, debates, argumentaciones y acuerdos a que se llegó, y que posteriormente se presentaron sintetizando los anteriores elementos dentro de los componentes de la red considerados para el análisis del caso.

 

Información sobre el autor

José María Aranda Sánchez. Doctor en Urbanismo por la Universidad Nacional Autónoma de México. Sus líneas de investigación son: movimientos sociales en México y América Latina. Sus publicaciones más recientes son: "Redes sociales y reflexividad: su importancia en la construcción de la sociedad civil en México", en Ciencia Ergo Sum (2007); "Perspectiva de género para el análisis de la participación femenina en organizaciones ambientalistas: El caso de la Organización de Mujeres Ecologistas de la Sierra de Petatlán, Guerrero", en Territorios (revista virtual) (2007); Construcción del Movimiento Ambientalista en México 1980-2005 (2006).

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