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Cirujano general

versión impresa ISSN 1405-0099

Cir. gen vol.39 no.4 Ciudad de México oct./dic. 2017

 

Editorial

“Merienda de negros”, quiénes son autores

Snack of blacks, who are authors

Abilene Cirenia Escamilla Ortiz* 


Cuando uno lee o recibe la lista de autores de un artículo con miras a ser publicado, a veces da la impresión de que hubo tras bambalinas una “merienda de negros” y que la lista es producto del desbarajuste durante la cena.

De acuerdo con el Diccionario de la Lengua Española (versión electrónica 23.1, 2017) “merienda de negros” es una confusión y desorden en que nadie se entiende.

Michel Foucault en su conferencia ¿Qué es un autor? (1962), dictada ante la Sociedad Francesa de Filosofía, menciona que el autor no es el creador ni el propietario de los textos, sino la figura a la cual puede atribuirse un escrito. De acuerdo con Foucault, para encontrar al autor en la obra se utilizaban esquemas cercanos a la exégesis cristiana, en la que quería demostrarse el valor de un texto mediante la santidad de su autor. Foucault cita De viris illustribus (Sobre los hombres ilustres) en el que Eusebio Hierónimo, San Jerónimo, explica que la homonimia no es suficiente para identificar de modo legítimo al autor de una obra y que el nombre no es suficiente como marca individual cuando se encara un texto.

Jerónimo propone cuatro criterios. Si entre varios libros atribuidos a un autor, uno es inferior a los demás, hay que retirarlo de la lista de sus obras, de igual modo si algunos textos están en contradicción doctrinal con otras obras de un autor. También es preciso excluir las obras escritas en un estilo diferente que normalmente no se encuentra en la pluma del escritor. Por último, deben considerarse como interpolados aquellos textos que remiten a acontecimientos que citan personajes posteriores a la muerte del autor. Jerónimo también hace mención de tres egos o yoes; primero, quien habla en el prefacio de un tratado de matemáticas; segundo, quien habla en el curso de una demostración y que aparece bajo la forma de un “concluyo” o “supongo” y un tercero, aquél que habla para decir el sentido del trabajo, los obstáculos encontrados y entre otros, los resultados obtenidos.1

Algunas veces el orden de los invitados no corresponde al orden de los platillos, quizá porque el capataz de todos aquéllos que meriendan en ocasiones firma al final del menú. Puedo sospechar esto porque con frecuencia la metodología es dispareja y no hay consistencia. Cuando un manuscrito se regresa para que se hagan las correcciones pertinentes, algunos autores ya no lo reenvían o pretextan no tener tiempo para hacerlas.

Uno puede preguntarse quién es el autor intelectual de ese trabajo de investigación o quién hace el análisis de una revisión de casos y en quién puede confiarse que garantice la veracidad y la pertinencia de lo publicado. También puede preguntarse por qué se envía algo confiando en que no será corregido y qué se espera con enviarlo, si hacer una contribución honesta o simplemente mantenerse “vigente” sin ser olvidado. Lo cierto es que este tipo de actitudes hace que tal deshonestidad intelectual del pretendido autor sí se mantenga vigente e inolvidable, mientras que el manuscrito enviado sea perfectamente olvidable, a menos que, como hago yo, sea archivado en un expediente de antecedentes bibliográficos patológicos. Todo cirujano sabe que no hay disección que no deje cicatriz.

En esta época de estímulos al desempeño mediante puntos curriculares, o para citar la metáfora de nuestro país de los “tortibonos”, parece que cualquier miga es buena. El manuscrito tiene la apariencia de una sopa de migas en una “merienda de negros”. Es como si hubiera, al igual que en la medicina, una superespecialización en los manuscritos; uno hace el diseño, otro la metodología, otro las referencias y al final termina por no saberse quién hizo qué. Constatando el desorden de los autores ya podrá imaginarse lo mismo en el texto.

Con el tiempo he ido conociendo la manera de escribir de algunos colegas. Es más, en ocasiones el primer autor me insinúa o confiesa francamente que debe o debió incluir al capataz, al hombre blanco al final de la lista.

En las publicaciones de PubMed de 1975 a 2016 el número medio de personas enumeradas como autores se incrementó de 1.9 a 5.67. Actualmente, de acuerdo con las recomendaciones del Comité Internacional de Editores de Revistas Médicas (International Committee of Medical Journal Editors, ICMJE) la autoría debe basarse en cuatro criterios:

  1. Contribución sustancial en el concepto o diseño del trabajo o adquisición, análisis o interpretación de los datos para el mismo.

  2. Hacer una revisión crítica del contenido intelectual, releer el borrador o trabajo preliminar.

  3. Aprobar la versión final que va a publicarse.

  4. Acordar que todos los aspectos del trabajo puedan explicarse y que se respondan adecuadamente las preguntas que se planteen en cualquiera de sus partes.

De igual forma, el autor debe identificar qué coautor es responsable de qué partes específicas del trabajo. Las personas que no cumplan con estos criterios, pero que hayan tenido una participación importante en el mismo, pueden incluirse en una lista de colaboradores.2

Para corregir estas confusiones, Petroianau sugiere que el orden de los autores se lleve a cabo de acuerdo con una tabla en la que se asigne un puntaje a lo que haya realizado cada uno y que se ponga en orden decreciente; sugiere que el valor mínimo sea siete y que quien obtenga un valor inferior pueda recibir agradecimiento, pero que no sea incluido como autor.3

Ante el nuevo comité directivo de nuestra asociación ratifiqué mi compromiso con una producción constante y ágil, pero no lo haré a cualquier costo. Hay una tensión entre el número de manuscritos que el editor recibe a fin de publicar el número siguiente y la cantidad de literatura chatarra que debe atender con la pretensión de ser publicada; una tensión entre el ritmo constante y la calidad constante. Lidiar con esa tensión es mi responsabilidad como editora.

En Cirujano General queremos poner sobre la mesa material de la mejor calidad posible; el valor de nuestra revista depende de la calidad del material y del rigor de nuestros colaboradores.

Referencias bibliográficas

1. Jerónimo de Estridón (Eusebio Hierónimo) De Viris Illustribus (s.f.) citado por Michel Foucault en: Qué es un autor? Conferencia del 22 de febrero de 1969 en la Sociedad Francesa de Filosofía. (trad. Corina Yturbe) En: Dialéctica Año. IX, No. 16, 1984 pp. 4-18. Disponible en: http://www.bdigital.unal.edu.co/40410/1/11837-29541-1-PB.pdfLinks ]

2. Fontanarosa P, Bauchner H, Flanagin A. Authorship and team science. JAMA. 2017; 318: 2433-2437. [ Links ]

3. Petroianu A. Distribution of authorship in a scientific work. Arq Bras Cir Dig. 2012; 25: 60-64. [ Links ]

*Correspondencia: Dra. Abilene C. Escamilla Ortiz. Editora, Revista Cirujano General E-mail: amcg@amcg.org.mx

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