SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.22 issue2Morphological and molecular variation in 55 native tomato collections from Mexico author indexsubject indexsearch form
Home Pagealphabetic serial listing  

Services on Demand

Journal

Article

Indicators

Related links

  • Have no similar articlesSimilars in SciELO

Share


Revista Chapingo. Serie horticultura

On-line version ISSN 2007-4034Print version ISSN 1027-152X

Rev. Chapingo Ser.Hortic vol.22 n.2 Chapingo May./Aug. 2016

https://doi.org/10.5154/r.rchsh.2015.12.025 

Articles

Efecto de la aplicación de yodo sobre antioxidantes en plántulas de jitomate

Julia Medrano-Macías1 

Paola Leija-Martínez2 

Antonio Juárez-Maldonado3 

Alejandra Rocha-Estrada1 

Adalberto Benavides-Mendoza2  * 

1Universidad Autónoma de Nuevo León, Facultad de Ciencias Biológicas. Av. Manuel L. Barragán, Ciudad Universitaria, San Nicolás de los Garza, Nuevo León, MÉXICO.

2Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro, Departamento de Horticultura. Calzada Antonio Narro núm. 1923, Buenavista, Saltillo, Coahuila, C. P. 25315, MÉXICO

3Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro, Departamento de Botánica. Calzada Antonio Narro núm. 1923, Buenavista, Saltillo, Coahuila, C. P. 25315, MÉXICO.


Resumen

El yodo es un micronutriente benéfico; sin embargo, aún se desconoce su función metabólica. El objetivo de este trabajo fue evaluar el efecto de la aplicación de yodo sobre la biomasa y la concentración de antioxidantes en plántulas de jitomate. Se hicieron aplicaciones de yodo en forma de yoduro (I-) y yodato de potasio (IO3-), a concentraciones de 1 μM diariamente y 100 μM cada dos semanas, directo al sustrato o por aspersión foliar a plántulas de jitomate var. Río Grande, bajo condiciones de invernadero. Se analizó el efecto del yodo sobre los antioxidantes enzimáticos: superóxido dismutasa, catalasa, ascorbato peroxidasa y glutatión peroxidasa, así como la concentración de antioxidantes no enzimáticos: ascorbato, glutatión y fenoles totales. Ningún tratamiento con I- o IO3- tuvo efecto negativo sobre la biomasa de las plántulas. Además, se encontró que los tratamientos de I- aplicado cada dos semanas, tanto vía foliar como al sustrato, así como IO3- y I- empleados vía foliar diariamente, mostraron disminución de 54 al 86 % en la actividad enzimática de superóxido dismutasa, sin evidenciar cambios en las enzimas restantes. Por otro lado, en la concentración de los antioxidantes no enzimáticos, el ascorbato y glutatión presentaron un aumento de 22 y 85 %, respectivamente; en ambos casos con aplicación diaria de I- por aspersión foliar. Los fenoles no mostraron cambios en los diferentes tratamientos.

Palabras clave: biofortificación; estrés oxidativo; enzimas; ascorbato; glutatión

Abstract

Iodine is a beneficial micronutrient, but its metabolic function is still unknown. The aim of this study was to evaluate the effect of iodine application on biomass and antioxidant concentration in tomato seedlings. Iodine was applied in the form of iodide (I-) and potassium iodate ( IO3-), at concentrations of 1 μM daily and 100 μM biweekly, directly to the substrate or by foliar application to tomato var. Río Grande seedlings under greenhouse conditions. The effect of iodine on enzymatic antioxidants (superoxide dismutase, catalase, ascorbate peroxidase, and glutathione peroxidase), as well as the concentration of non-enzymatic antioxidants (ascorbate, glutathione, and total phenols) was analyzed. No treatment with I- or IO3- had a negative effect on seedling biomass. In addition, the biweekly I- treatments both by foliar and substrate application, as well as the daily IO3- and I- treatments via foliar application showed a 54 to 86 % decrease in superoxide dismutase enzymatic activity, without showing changes in the other enzymes. On the other hand, in both cases with daily I- foliar application, the non-enzymatic antioxidant concentrations for ascorbate and glutathione increased by 22 and 85 %, respectively. Phenolic compounds showed no changes in the different treatments.

Keywords: biofortification; oxidative stress; enzymes; ascorbate; glutathione

Introducción

A pesar de que no se conoce una función metabólica del yodo en las plantas terrestres (Kabatas-Pendias, 2011; Mengel, Kosegarten, Kirkby, & Appel, 2001), su valor como micronutriente benéfico está bien establecido (Borst-Pauwles, 1961). Diversos trabajos de investigación indican que en las plantas el yodo induce mayor presencia de antioxidantes, aportando incremento en la tolerancia a algunos factores adversos (Blasco et al., 2008; Blasco et al., 2011; Gupta, Shukla-Bajpai, Singh-Majumdar, & Mishra, 2015; International Council for Control of iodine deficiency disorders [ICCIDD], 2009; Leyva et al., 2011). Sin embargo, existen evidencias de toxicidad en las plantas por la aplicación de este elemento por encima de ciertas concentraciones (Caffagni et al., 2011; Landini, Gonzali, & Perata, 2011; Mackowiak & Grossl, 1999; Zhu, Huang, Hu, & Liu, 2003). Diversos estudios indican que los alimentos de origen vegetal presentan normalmente baja concentración de yodo, de allí la necesidad de comprender mucho más sus efectos en los cultivos, con el objetivo de obtener cosechas biofortificadas con este elemento (White & Broadway, 2009).

Se dispone de poca información acerca de la forma en que el yodo es acumulado y metabolizado en especies terrestres (Weng et al., 2008a); sin embargo, el proceso está mejor entendido en especies marinas como Laminaria digitata (kelp). Dicha especie se reporta como acumuladora de yodo, alcanzando hasta 1 % de su peso seco (Colin et al., 2003). Se ha encontrado que la inducción de acumulación celular, o volatilización, hacia la atmósfera de este elemento está relacionada con el nivel de estrés oxidativo. Es decir, bajo condiciones de producción alta de especies reactivas del oxígeno (ROS) este elemento es volatilizado; mientras que a concentración baja de ROS el yodo es almacenado para estar disponible en caso de aumento del estrés (Küpper et al., 2008).

Venturi (2011) propuso la hipótesis de que el yodo constituyó uno de los primeros antioxidantes utilizados por los organismos fotosintéticos. Del mismo modo, la Barre, Potin, Leblanc, y Delage (2010) plantearon que el yodo es usado por las algas marinas como antioxidante durante los eventos de estrés oxidativo; hecho que pudiera ser similar en las plantas terrestres. Sin embargo, hasta donde se sabe, esta faceta del uso del yodo no ha sido investigada ni aplicada en la práctica agrícola.

El objetivo del presente trabajo fue evaluar el efecto de la aplicación de yodo en forma de (I-) y yodato (IO3-) de potasio sobre la biomasa y la concentración de antioxidantes en plántulas de jitomate.

Materiales y métodos

Material vegetal y condiciones de crecimiento

El experimento se llevó a cabo en un invernadero de la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro, Saltillo, Coahuila, México, ubicado a 25° 21’ 12.8’’ latitud norte y 101° 01° 51.9’’ longitud oeste. La siembra se realizó en 2013 con semilla de jitomate (Solanum lycopersicum L.) var. Rio Grande en contenedores de poliestireno de 355 mL de capacidad. Como sustrato se usó peat moss mezclado con perlita en proporción 5:1. La temperatura promedio del invernadero fue de 20.7 °C, la radiación máxima de 741 W∙m-2 y la humedad relativa de 62.8 %. El riego se llevó a cabo diariamente de forma manual, aplicando 50 mL de solución Steiner (1961) al 20 %. La C.E. y pH de la solución nutritiva fueron 1.0 dS∙m-1 y 6.5, respectivamente. El manejo y cuidado del cultivo se hizo de acuerdo con lo establecido por Villasanti (2013).

Los tratamientos consistieron en la aplicación de yoduro (I-) directo al sustrato (S) o foliar (F) a 1 μM de concentración diariamente (D) o 100 μM quincenalmente (15D). Lo mismo sucedió con los tratamientos de yodato de potasio (IO3-). La aplicación inició a las cuatro semanas después de la siembra (dds), cuando las plántulas presentaron cuatro hojas, y continuó hasta el momento del muestreo (ocho semanas dds).

Al sustrato de las plántulas testigo solamente se les aplicó solución nutritiva.

Muestreo

El muestreo se realizó bajo un diseño experimental completamente al azar, transcurridas ocho semanas dds. Se tomaron tres plántulas completas por cada tratamiento para la determinación de biomasa y tres para la cuantificación foliar de antioxidantes enzimáticos y no enzimáticos. Siendo cada plántula una unidad experimental. Con los datos obtenidos se hizo un análisis de varianza (P ≤ 0.05), usando el software estadístico InfoStat (2008), y prueba de comparación medias de Tukey (P ≤ 0.05).

Análisis de las plántulas

Las plántulas destinadas a la cuantificación de biomasa se secaron en estufa; mientras que las hojas para la cuantificación de antioxidantes no enzimáticos y enzimáticos fueron liofilizadas.

Una vez preparado el material vegetal, se obtuvieron las siguientes variables:

Biomasa. Las plántulas se dividieron en tallo, raíz y hojas, y se pesaron utilizando una balanza digital marca OHAUS®. Posteriormente, se colocaron en un horno de secado, hasta obtener peso constante, a 60 °C. El peso inicial y final se expresó en gramos.

La extracción de biomoléculas se hizo a través de las hojas de las plántulas liofilizadas maceradas con mortero de mano. En un tubo para centrífuga se colocaron 200 mg del tejido macerado, 20 mg de polivinil pirrolidona y 1.5 mL de 0.1 M de buffer de fosfatos (pH 7-7.2), se sometió a sonificación por 5 min, y posteriormente se centrifugó a 12,500 rpm durante 10 min a 4 °C. El sobrenadante se recolecto y filtró con una membrana de nylon Ramos et al., 2010). Se diluyó a una proporción 1:15 con buffer de fosfatos.

Superóxido dismutasa (SOD). Se cuantificó la actividad de esta enzima del extracto de biomoléculas en microplaca, utilizando el kit para determinación de SOD (SIGMA-ALDRICH, 2014). El principio de la metodología empleada es la cuantificación por espectrofotometría de la oxidación del colorante WST (water soluble tetrazolium salt) a WST- formazan por los iones superóxido formados mediante el conjunto xantina (XO)/xantina (X) oxidasa. La inhibición en la oxidación del WST es atribuida a la neutralización de los radicales superóxido por la SOD. Las unidades se expresan en porcentaje de inhibición.

Catalasa (CAT). La actividad de la catalasa se cuantificó mediante espectrofotometría; la cual se realizó midiendo dos tiempos de reacción, tiempo 0 (T0) y tiempo 1 (T1). La mezcla de reacción para el blanco se preparó con 0.1 mL del extracto de biomoléculas, 1 mL de buffer de fosfatos con pH 7.2 y 0.4 mL de H2SO4 al 5 %, y la mezcla de reacción para el T0 con 0.1 mL de extracto de biomoléculas, 1 mL de H2O2 100 mM e inmediatamente después se añadieron 0.5 mL de H2SO4 al 5 %; del mismo modo sucedió para el T1, salvo que los 0.5 mL del H2SO4 al 5 % se aplicaron después de 1 min de reacción entre el extracto y el peróxido. La reacción se efectuó a 20 °C bajo agitación constante. Finalmente, el consumo de H2O2 se leyó a 270 nm en el espectro de UV-VIS. Las unidades de la actividad (UI) se presentaron en mM de H2O2 por minuto entre el total de proteínas Cansev, Gulen, & Eris, 2011).

Ascorbato peroxidasa (APX). En un tubo para centrífuga se agregó 0.1 mL del extracto de biomoléculas, 0.5 mL de ascorbato a 10 mg∙L-1 de concentración y 1 mL 100 mM de H2O2, a 22 °C (Nakano & Asada, 1987). Después de 1 min la reacción fue detenida con 0.4 mL de H2SO4 al 5 %. La tasa de consumo del ascorbato se cuantificó por espectrofotometría a 266 nm. Las UI fueron se expresaron en mM de ascorbato por minuto entre el total de proteínas.

Glutatión peroxidasa (GPX). La medición se realizó con el método establecido Xue, Hartikainen, y Piironen (2001), usando H2O2como sustrato. En un tubo de ensayo se colocaron 0.2 mL del extracto de biomoléculas, 0.4 mL de glutatión reducido a 0.1 M y 0.2 mL de Na2HPO4 a 0.067 M. Esta mezcla se pre-calentó en baño de agua a 25 °C por 5 min, posteriormente se le agregaron 0.2 mL de H2O2 a 1.3 mM para iniciar la reacción catalítica. Se dejó reaccionar por 10 min y se detuvo mediante la adición de 1 mL de ácido tricloro acético al 1 %. Esta mezcla se llevó a baño de hielo por 30 min. Enseguida, la mezcla se centrifugó a 3,000 rpm durante 10 min. Se tomaron 0.48 mL del sobrenadante y se colocaron en un tubo de ensayo, se adicionó 2.2 mL de Na2HPO4 a 0.32 M y 0.32 mL de una solución 1 mM del colorante ácido 5,5 ditio-bis-2-nitro benzoico (DTNB). Se leyó en un espectrofotómetro UV-VIS a 412 nm. Las UI se expresaron en mM de glutatión por minuto entre el total de proteínas.

Glutatión (GSH). El glutatión se cuantificó siguiendo la técnica espectrofotométrica establecida por Xue et al. (2001), mediante la reacción con ácido 5,5 ditio-bis-2 nitro benzoico (DTNB). En un tubo para centrífuga se colocaron 0.48 mL del extracto, 2.2 mL de fosfato dibásico de sodio (Na2 HPO4 a 0.32 M) y 0.32 mL del colorante DTNB a 1 mM. Se mezcló y se leyó en un espectrofotómetro UV-VIS a 412 nm. Los valores se reportaron en mg∙L-1.

Ascorbato (Asa). Para la extracción del ascorbato se pesaron 200 mg de las hojas liofilizadas y se les adicionó 1 mL de solución agua:acetona en proporción 1:1 (Yu & Dahlgren, 2000). La mezcla se sometió a vórtex por 30 s, se sonificó por 5 min y finalmente se ultracentrifugó a 4 °C a 12,500 rpm durante 10 min; de este proceso se extrajo el sobrenadante. La cuantificación se llevó a cabo mediante el uso del cromatógrafo de líquidos de alta resolución (HPLC) Thermo Spectra system P4000®, bajo las siguientes condiciones: longitud de onda 230 nm, fase móvil NaH2PO4 a 50 mM con pH de 2.8, flujo a 1.0 mL∙min-1 y la columna utilizada fue aquasil C-18 a 60 °C. Los resultados se reportaron en mg∙L-1.

Fenoles totales (Ft). La cuantificación se realizó mediante espectrofotometría UV-VIS del extracto agua: acetona, relación 1:1, mediante el uso del reactivo Folin- Ciocalteu. Las unidades de concentración se reportaron en mg∙L-1 (Nsor-Atindana, Zhong, Mothibe, Bangoura, & Lagnika, 2012; Sultana, Anwar, & Ashraf, 2009)

Resultados y discusión

A continuación se muestran y discuten los resultados de las variables evaluadas, posterior a la aplicación de tratamientos.

Biomasa

En el presente trabajo, los tratamientos con aplicación diaria recibieron en total 30 μM de yodo y los quincenales 300 μM. Ninguno de los tratamientos mostró reducción de biomasa respecto de las plantas testigo; por el contrario, las aplicaciones diarias mostraron incremento en la biomasa (Cuadro 1). La reducción de biomasa en las plantas es uno de los indicadores más claros de daño por estrés (Blasco et al., 2008; Sairam, Rao, & Srivastava, 2002).

Table 1 Comparison of means of the response of the evaluated variables to the different iodine treatments in tomato seedlings. 

Tratamiento Biomasa
(g)
SOD
(% inh.)
CAT
(UI)
APX
(UI)
GPX
(UI)
GSH
(mg∙L-1)
Asa
(mg∙L-1)
Ft
(mg∙L-1)
IO3- Foliar quincenal 1.03 bz 25.67 abc 9.7 10-7 a 5.2 10-6 a 5.1 10-5 a 7.36 cd 35.39 ab 8.38 a
IO3- Sustrato quincenal 1.24 ab 40.91 ab 4.7 10-7 a 9.0 10-7 a 7.6 10-5 a 9.11 bc 22.79 ab 9.62 a
I- Foliar quincenal 1.40 ab 6.39 c 6.6 10-7 a 2.4 10-6 a 2.8 10-4 a 8.11 bcd 34.41 ab 7.42 a
I- Sustrato quincenal 1.48 ab 17.77 bc 9.2 10-7 a 6.1 10-6 a 6.2 10-4 a 12.98 a 23.54 ab 6.13 a
IO3- Foliar daily / diario 1.95 ab 20.86 bc 1.5 10-7 a 7.8 10-6 a 1.7 10-4 a 6.87 cd 30.59 ab 6.85 a
IO3- Sustrato daily / diario 2.25 a 24.53 abc 1.7 10-7 a 5.7 10-6 a 2.6 10-4 a 8.43 bcd 15.64 ab 7.23 a
I- Foliar daily / diario 1.33 ab 19.4 bc 1 10-6 a 1.1 10-6 a 2.4 10-4 a 10.47 ab 41.69 a 8.61 a
I- Substrate daily / diario 2.26 a 41.81 ab 2.5 10-6 a 4.8 10-6 a 2.8 10-4 a 5.85 d 28.16 ab 6.17 a
Testigo 0.93 b 45.45 a 1.5 10-6 a 5.3 10-6 a 8.2 10-5 a 5.65 d 18.71 b 6.2 a
Análisis de var. (valor de p) <0.01** <0.01** 0.09 ns 0.28 ns 0.8 ns <0.01** <0.01** 0.28 ns

SOD = superóxido dismutasa; CAT = catalasa; APX = ascorbato peroxidasa; GPX = glutatión peroxidasa; GSH = glutatión; Asa = ascorbato; Ft = fenoles totales.

Los niveles de significancia se presentan por el valor de P. P > 0.05 = no significativo (ns), P < 0.05 = *significativo y P < 0.01 = **altamente significativo.

ZMedias con la misma letra dentro de columna no difieren estadísticamente (P ≥ 0.05). IO3- (yodato), I (yoduro). Los valores pequeños de UI se anotaron con notación científica base 10.

Weng et al. (2008b) observaron aumento en la biomasa de espinaca cultivada en hidroponía con concentraciones de I- hasta de 3.3 μM y de IO3- hasta 12.5 μM; las cuales fueron inferiores a las empleadas en esta investigación. Por otra parte, Landini et al. (2011) usaron altas concentraciones de I-, que van de 5,000 a 20,000 μM, en plantas de jitomate cultivadas en hidroponía, y observaron que, a pesar de sufrir signos de toxicidad como clorosis y quemaduras en el borde de las hojas, las plantas sobrevivieron y produjeron frutos; por lo que concluyeron que las plantas de jitomate son resistentes a concentraciones elevadas de yodo. De modo similar, Kiferle, Gonzali, Holwerda, Real-Ibaceta, y Perata (2013) llevaron a cabo un experimento con plantas de jitomate aplicando yodo semanalmente al suelo en concentraciones de 1,000, 2,000 y 5,000 μM de I-, y 500, 1,000 y 2,000 μM de IO3- , encontrando que la biomasa de las plantas no se vio disminuida respecto de los testigos salvo con las aplicaciones de 5,000 μM de I-.

Otras especies de cultivo, como la lechuga, muestran mayor susceptibilidad a la presencia de yodo, reportándose disminución de la biomasa en concentraciones iguales o mayores a 40 μM de I- en hidroponía, pero sin mostrar afectación hasta con 240 μM de IO3- (Blasco et al., 2008).

Superóxido dismutasa

La actividad enzimática de SOD presentó disminución en la mitad de los tratamientos, comparados con las plantas testigo. Los tratamientos que mostraron tal comportamiento fueron: I- foliar y I- al sustrato aplicados cada quince días, así como en IO3- y I- foliar aplicado diariamente (Cuadro 1). Estos resultados son similares a los reportados por Blasco et al. (2011) para el caso de los tratamientos con I- a 20, 40 y 80 μM, los cuales evidenciaron reducción en la actividad de SOD respecto de las plantas testigo de lechuga. No obstante, los mismos autores encontraron que el IO3- , a concentraciones mayores de 40 μM, presentó aumento en dicha actividad. Leyva et al. (2011) obtuvieron incremento en la actividad de esta enzima tras la aplicación de IO3- a 80 μM. Por otro lado, Gupta et al. (2015) encontraron que esta misma actividad aumentó en los tratamientos con IO3- a 40 μM, pero no con 20 ni 80 μM.

El anión superóxido es usualmente el primer radical libre formado de manera natural en la fotosíntesis y respiración; por lo tanto, la SOD representa la línea primaria de control del estrés oxidativo (Gill & Tuteja, 2010). A pesar de ello, en este experimento se encontró disminución en la actividad de esta enzima. Aunque en plantas terrestres existen pocos reportes al respecto, en plantas marinas se ha encontrado que el yoduro es capaz de reaccionar de manera rápida y directa con radicales libres provenientes de los sistemas bioquímicos energéticos, tales como el superóxido, el oxígeno singlete e incluso sobre el hidroxilo, a tasas de 12 a 500 veces más altas que el ascorbato o el glutatión (Küpper et al., 2008; Luther, Wu, & Cullen, 1995). Es posible que eso mismo pueda ocurrir en el caso de plantas de jitomate, dando lugar a una neutralización directa de dichos radicales libres formados y originando, por ello, una disminución en la actividad de SOD.

Catalasa

En lo que respecta a la actividad de la catalasa, no se encontraron diferencias estadísticamente significativas entre las plantas tratadas y las testigo. Este resultado es contrario a lo obtenido por otros autores, como Blasco et al. (2011), quienes observaron incremento en la actividad de esta enzima a concentraciones mayores de 80 μM, tanto de I- como IO3- , encontrando, además, graves daños de toxicidad y reducción de biomasa. Gupta et al. (2015) también reportaron aumento en la actividad de catalasa en tratamientos con IO3- a 40 μM, pero en combinación con CdCl2 a 100 μM; lo cual posiblemente sea debido al estrés inducido por el metal pesado. La función de la catalasa es reducir el peróxido a oxígeno y agua para impedir la formación del radical OH- (Asada, 1999). Es probable que al disminuir la actividad de SOD la formación de H2O2 también se redujera, manteniendo la actividad de la CAT en un nivel basal; lo que podría explicar la ausencia de diferencias.

Ascorbato peroxidasa

Al igual que para la CAT, la APX no mostró diferencias significativas en comparación con las plantas testigo. Resultado contrario a lo obtenido en plantas de lechuga por Blasco et al. (2011), quienes observaron incremento en la actividad de APX tras la aplicación de yodo en forma de IO3- con todas las concentraciones (20, 40 y 80 μM), sin observar reducción de biomasa.

Por su parte, Gupta et al. (2015) evidenciaron aumento en la actividad de APX tras la aplicación de IO3- a 20 y 40 μM en plantas tratadas con CdCl2 a 100 μM. Se sabe que la APX está involucrada en la destoxificación del H2O2, usando como donador de electrones al ascorbato (AA). En este trabajo los tratamientos con yodo, aparentemente, no modificaron el estatus basal de esta enzima, posiblemente por el efecto antes explicado de la disminución de la SOD y por ende menor producción de H2O2.

Glutatión peroxidasa

De modo similar a lo descrito anteriormente para APX y catalasa, la actividad de GPX no mostró diferencias entre tratamientos. Dado que esta enzima también degrada H2O2, probablemente la ausencia de diferencias entre tratamientos también pueda explicarse como consecuencia de la menor actividad de SOD.

Glutatión

En los resultados obtenidos de GSH, se encontró incremento en dos de los cuatro tratamientos con aplicación quincenal de IO3- y I- al sustrato. Mientras que, el efecto fue notable en el tratamiento de aplicación diaria de I- foliar; el cuál coincide con la disminución de la actividad de la SOD.

Si bien no se encontró información acerca de la relación entre el yodo y el glutatión en tomate, en plantas de lechuga cultivadas en hidroponía, Leyva et al. (2011) obtuvieron aumento en la concentración de glutatión tras la aplicación de IO3- a 20 μM. La respuesta, sin embargo, fue diferente en el estudio de Blasco et al. (2011) quienes encontraron, también en la lechuga, disminución en la concentración del glutatión con IO3- a 80 μM. Lo anterior pone en evidencia que la influencia del yodo varía de acuerdo con la especie vegetal, formas químicas y concentraciones aplicadas, entre otros factores.

Ascorbato

La concentración del ascorbato incrementó tras la aplicación diaria de I- foliar. Mismo tratamiento en el cual se evidenció disminución de la actividad de SOD e incremento en la concentración de GSH (Cuadro 1). Por su parte, Weng et al. (2008b) reportaron aumento en la concentración del ascorbato en espinacas cultivadas en hidroponía al añadir I- a 0.33 y 0.66 μM, pero no ocurrió lo mismo con IO3- . Por otro lado, Blasco et al. (2011) presentaron la mayor concentración de ascorbato en lechuga con los tratamientos de I- a 80 μM; misma concentración en la cual las plantas presentaron severa disminución en la biomasa. Asimismo, Leyva et al. (2011) encontraron incremento de ascorbato en plantas de lechuga al aplicar IO3- a concentraciones menores de 40 μM. La discrepancia en los resultados quizá pudiera explicarse por el uso de diferentes especies vegetales y formas químicas de yodo.

Fenoles totales

Los fenoles totales no presentaron diferencias estadisticas significativas entre los tratamientos y el testigo. Además, no se encontraron trabajos en los cuales cuantificaran estos compuestos tras la aplicación de yodo. Sin embargo, parte de la explicación del por qué el yodo no modificó el estatus basal de estos compuestos pudiera relacionarse con el hecho de que la acumulación de fenoles es inducida en respuesta a la mayor cantidad de H2O2 resultante del estrés oxidativo (Sakihama, Cohen, Grace, & Yamasaki, 2002). De nuevo, la menor actividad de SOD, posiblemente derivada de un efecto antioxidante del yodo, pudo ser la causal de la ausencia de diferencias entre tratamientos.

Conclusiones

Los tratamientos de I- y IO3- al sustrato, aplicados diariamente, aumentaron la biomasa de las plántulas de jitomate. Mientras que el resto no ejercieron efecto negativo sobre la biomasa. Por otro lado, la aplicación quincenal de I- foliar, I- al sustrato y IO3- foliar, así como el tratamiento de I- foliar, aplicado diariamente, mostraron disminución en la actividad de SOD, al compararlos con las plantas testigo.

No se encontraron diferencias estadísticamente significativas en la actividad de catalasa, ascorbato peroxidasa, glutatión peroxidasa y en la concentración de fenoles, entre los tratamientos con yodo y el testigo.

Los tratamientos con I- foliar y IO3- al sustrato, con frecuencia quincenal, se recomiendan como parte del manejo productivo de las plántulas de tomate, ya que aumentan la concentración del antioxidante glutatión. Del mismo modo, el I- foliar con aplicación diaria se recomienda como parte del manejo productivo de las plántulas de tomate, debido a que aumenta la cantidad de antioxidantes glutatión y ascorbato.

References

Asada, K. (1999). The water cycle in chloroplast: scavenging of active oxygen and dissipation of excess photons. Annual Reviews Plant Physiology and Plant Molecular Biology, 50, 601-639. doi: 10.1146/annurev.arplant.50.1.601 [ Links ]

Blasco, B., Ríos, J. J., Cervilla, L. M., Sánchez-Rodríguez, E., Ruiz, J. M., & Romero, L. (2008). Iodine biofortification and antioxidant capacity of lettuce: Potential benefits for cultivation and human health. Annals of Applied Biology, 152(3), 289-299. doi:10.1111/j.1744-7348.2008.00217.x [ Links ]

Blasco, B., Ríos, J. J., Leyva, R., Cervilla, L. M., Sánchez- Rodríguez, E., Rubio-Wilhelmi, M., Rosales, M. A., Ruiz, J. M., & Romero, L. (2011). Does iodine biofortification affect oxidative metabolism in lettuce plants? Biological Trace Element Research, 142(3), 831-842. doi: 10.1007/s12011-010-8816-9 [ Links ]

Borst-Pauwels, G. W. F. H. (1961). Iodine as a micronutrient for plants. Plant Soil, 14(4), 377-392. doi: 10.1007/BF01666295 [ Links ]

Caffagni, A., Arru, L., Meriggi, P., Milc, J., Perata, P., & Pecchioni, N. (2011). Iodine fortification plant screening process and accumulation in tomato fruits and potato tubers. Communications in Soil Science Plant Analysis, 42(6), 706- 718. doi: 10.1080/00103624.2011.550372 [ Links ]

Cansev, A., Gulen, H., & Eris, A. (2011). The activities of catalase and ascorbate peroxidase in olive (Olea europaea L. Cv. Gemlik) under low temperature stress. Horticulture, Environment, and Biotechnology, 52(2), 113- 120. doi: 10.1007/s13580-011-0126-4 [ Links ]

Colin, C., Leblanc, C., Wagner, E., Delage, L., Leize-Wagner, E., Van Dorsselaer, A., Kloareg, B., & Potin, P. (2003). The brown algal kelp Laminaria digitata features distinct bromoperoxidase and iodoperoxidase activities. The Journal of Biological Chemistry, 278(26), 23545-23552. doi:10.1074/jbc.M300247200 [ Links ]

Gill, S. S., & Tuteja, N. (2010). Reactive oxygen species and antioxidant machinery in abiotic stress tolerance in crop plants. Plant Physiology and Biochemistry, 48(12), 909-930. doi: 10.1016/j.plaphy.2010.08.016 [ Links ]

Gupta, N., Shukla-Bajpai, M., Singh-Majumdar, R., & Mishra, P. K. (2015). Response of iodine on antioxidant levels of Glycine max L. grown under Cd2+ stress. Advances in Biological Research, 9(1), 40-48. doi: 10.5829/idosi.abr.2015.9.1.9183 [ Links ]

InfoStat. (2008). InfoStat software estadístico. Córdoba, Argentina: Author. [ Links ]

International Council for Control of Iodine Deficiency Disorders (ICCIDD). (2009). Iodine biofortifications in plants: an ‘alternative’ to iodized salt? IDD news Letter, 32(2), 16. Retrieved from http://www.ign.org/cm_data/IDD-NL-2009-2.pdfLinks ]

Kabata-Pendias, A. (2011). Trace elements in soils and plants (pp. 397-401). New York: CRC press Taylor and Francis Group. [ Links ]

Kiferle, C., Gonzali, S., Holwerda, H. T., Real-Ibaceta, R., & Perata, P. (2013). Tomato fruits: a good target for iodine biofortification. Frontiers in Plant Science, 4(205), 1-10. doi: 10.3389/fpls.2013.00205 [ Links ]

Küpper, F. C., Carpenter, L. J., Mcfiggans, G. B., Palmere, C. J., Waiteh, T. J., Bonebergb, E., Woitsch, S., Weiller, M., Abela, R., Grolimund, D., Potin, P., Butler, A., Luther, G. W., Kroneck, P. M. H., Meyer-Klaucke, W., & Feiters, M. C. (2008). Iodide accumulation provides kelp with an inorganic antioxidant impacting atmospheric chemistry. Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of America, 105(19), 6954-6958. doi: 10.1073/pnas.0709959105 [ Links ]

la Barre, S., Potin, P., Leblanc, C., & Delage, L. (2010). The halogenated metabolism of brown algae (Phaeophyta), its biological importance and its environmental significance. Marine Drugs, 8(4), 988-1010. doi: 10.3390/md8040988 [ Links ]

Landini, M., Gonzali, S., & Perata, P. (2011). Iodine biofortification in tomato. Journal of Plant Nutrition and Soil Science, 174(3), 480-486. doi: 10.1002/jpln.201000395 [ Links ]

Leyva, R., Sánchez-Rodríguez, E., Ríos, J. J., Rubio-Wilhelmi, M. M., Romero, L., Ruiz, J. M., & Blasco, B.(2011). Beneficial effects of exogenous iodine in lettuce plants subjected to salinity stress. Plant Science, 181(2), 195-202. doi: 10.1016/j.plantsci.2011.05.007 [ Links ]

Luther, G. W., Wu, J., & Cullen, J. B. (1995). Redox chemistry of iodine in seawater: Frontier molecular orbital theory considerations. In: Huang, C. P., O’Melia, C. R., & Morgan, J. J. (Eds.), Advances in Chemistry (pp. 135- 155). Washington, DC: American Chemical Society. doi: 10.1021/ba-1995-0244.ch006 [ Links ]

Mackowiak, C. L., & Grossl, P. R. (1999). Iodate and iodide effects on iodine uptake and partitioning in rice (Orizaba sativa L.) grown in solution culture. Plant Soil, 212(2), 135-143. Retrieved from http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/11762382Links ]

Mengel, K., Kosegarten, H., Kirkby, E. A., & Appel, T. (2001). Further elements of importance. In: Mengel, K., Kirkby, E. A., Kosegarten, H., & Appel, T. (Eds.), Principles of plant nutrition (5th. ed., pp. 639-655). Netherlands: Springer. doi: 10.1007/978-94-010-1009-2 [ Links ]

Nakano, Y., & Asada, K. (1987). Purification of ascorbate peroxidase in spinach chloroplasts; its inactivation in ascorbate-depleted medium and reactivation by monodehydroascorbate radical. Plant & Cell Physiology, 28, 131-140. Retrieved from http://pcp.oxfordjournals.org/content/28/1/131.shortLinks ]

Nsor-Atindana, J., Zhong, F., Mothibe, K. J., Bangoura, M. L., & Lagnika, C. (2012). Quantification of total polyphenolic content and antimicrobial activity of cocoa (Theobroma cacao L.) Bean Shells. Pakistan Journal of Nutrition, 11(7), 574-579. doi: 10.3923/pjn.2012.672.677 [ Links ]

Ramos, S. J., Faquin, V., Guilherme, L. R. G., Castro, E. M., Ávila, F. W., Carvalho, G. S., Bastos, C. E. A., & Oliveira, C. (2010). Selenium biofortification and antioxidant activity in lettuce plants fed with selenate and selenite. Plant soil environ, 56(12), 584-588. Retrieved from http://www.agriculturejournals.cz/publicFiles/31992.pdfLinks ]

Sairam, R. K., Veerabhadra-Rao, K., & Srivastava, G. C. (2002). Differential response of wheat genotypes to long term salinity stress in relation to oxidative stress, antioxidant activity and osmolyte concentration. Plant Science, 163(5), 1037-1046. doi: 10.1016/S0168-9452(02)00278-9 [ Links ]

SIGMA-ALDRICH. (2014). 19160 SOD determination kit. Retrieved from https://www.sigmaaldrich.com/content/dam/sigma-aldrich/docs/Sigma/Datasheet/6/19160dat.pdfLinks ]

Sakihama, Y., Cohen, M. F., Grace, S. C., & Yamasaki, H. (2002). Plant phenolic antioxidant and prooxidant activities: phenolics-induced oxidative damage mediated by metals in plants. Toxicology, 177(1), 67-80. doi: 10.1016/S0300-483X(02)00022-7 [ Links ]

Steiner, A. (1961). A universal method for preparing nutrient solutions of a certain desired composition. Plant and soil, 15(2), 134-154. doi: 10.1007/BF01347224 [ Links ]

Sultana, B., Anwar, F., & Ashraf, M. (2009). Effect of extraction solvent/technique on the antioxidant activity of selected medicinal plant extracts. Molecules, 14(2), 167- 2180. doi: 10.3390/molecules14062167 [ Links ]

Venturi, S. (2011). Evolutionary significance of iodine. Current Chemistry Biology, 5(3), 155-168. doi: 10.2174/187231311796765012 [ Links ]

Villasanti, C. (2013). El cultivo de tomate con buenas prácticas agrícolas en la agricultura urbana y periurbana. Departamento Central, Paraguay: Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). [ Links ]

Weng, H. X., Hong, C. L., Yan, A. L., Pan, L. H., Qin, Y. C., Bao, L. T., & Xie, L. L. (2008a). Mechanism of iodine uptake by cabbage: Effects of iodine species and where it is stored. Biological Trace Element Research, 125(1), 59-71. doi: 10.1007/s12011-008-8155-2 [ Links ]

Weng, H. X., Yan, A. L., Hong, C. L., Xie, L. L., Quin, Y. C., & Cheng, C. Q. (2008b). Uptake of different species of iodine by water spinach and its effect to growth. Biological Trace Element Research, 124(2), 184-194. doi: 10.1007/s12011-008-8137-4 [ Links ]

White, P. J., & Broadley, M. R. (2009). Biofortification of crops with seven mineral elements often lacking in human diets - iron, zinc, copper, calcium, magnesium, selenium and iodine. New Phytologist, 182(1), 49-84. doi: 10.1111/j.1469-8137.2008.02738.x [ Links ]

Xue, T., Hartikainen, H., & Piironen, V. (2001). Antioxidative and growth-promoting effect of selenium on senescing lettuce. Plant and Soil, 237(1), 55-61. doi: 10.1023/A:1013369804867 [ Links ]

Yu, Z., & Dahlgren, R. A. (2000). Evaluation of methods for measuring polyphenols in conifer foliage. Journal of Chemical Ecology, 26(9), 2119-2140. doi: 10.1023/A:1005568416040 [ Links ]

Zhu, Y. G., Huang, Y. Z., Hu, Y., & Liu, X. Y. (2003). Iodine uptake by spinach (Spinacia oleracea L.) plants grown in solution culture: effects of iodine species and solution concentrations. Environment International, 29(1), 33-37. doi: 10.1016/S0160-4120(02)00129-0 [ Links ]

Recibido: 05 de Diciembre de 2015; Aprobado: 11 de Julio de 2016

Creative Commons License This is an open-access article distributed under the terms of the Creative Commons Attribution License