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Revista Chapingo. Serie horticultura

versión On-line ISSN 2007-4034versión impresa ISSN 1027-152X

Rev. Chapingo Ser.Hortic vol.20 no.3 Chapingo sep./dic. 2014

https://doi.org/10.5154/r.rchsh.2013.10.037 

Rendimiento de jitomate con diferentes métodos de cultivo hidropónico basados en doseles escaleriformes

 

Tomato yield with different hydroponic production methods based on ladder-shaped canopies

 

Felipe Sánchez-Del-Castillo; Olmo Atxayácatl Bastida-Cañada; Esaú del Carmen Moreno-Pérez*; Efraín Contreras-Magaña; Jaime Sahagún-Castellanos

 

Universidad Autónoma Chapingo, Departamento de Fitotecnia, Instituto de Horticultura. Carretera México-Texcoco km 38.5. Chapingo, Estado de México, MÉXICO. C.P. 56230. Correo-e: esaump10@yahoo.com.mx (Autor para correspondencia).

 

Recibido: 10 de octubre de 2013.
Aceptado: 19 de abril de 2014.

 

Resumen

El objetivo del presente trabajo fue comparar el rendimiento por unidad de superficie y tiempo que se puede lograr con sistemas de producción de plantas de jitomate en hidroponía bajo invernadero con la formación de doseles en forma de escalera (escaleriformes) en relación con los de dosel uniforme. Se trabajó con plantas despuntadas para dejarles sólo tres racimos a cada una y así limitar su altura a menos de un metro. Las plantas se agruparon en hileras ubicadas a diferente altura para conformar cuatro modalidades distintos de dosel en forma de escalera y también se manejó un testigo de dosel uniforme con todas las hileras de plantas a la misma altura. Cada tratamiento de dosel escaleriforme se probó a dos densidades de población (11.1 y 15.5 plantas·m-2 de invernadero). Se utilizó un diseño en bloques al azar con tres repeticiones. Las variables estudiadas fueron el rendimiento y número de frutos por unidad de superficie y por planta, y el peso medio de los frutos. Se encontró que los doseles escaleriformes obtuvieron mayor rendimiento por unidad de superficie que el testigo uniforme. En estos doseles las plantas en alta densidad produjeron mayor rendimiento y número de frutos por unidad de superficie que las que crecieron con la menor densidad, en tanto que el peso medio de frutos no disminuyó significativamente.

Palabras clave: Solanum lycopersicum, arreglos de plantación, densidad de población, hidroponía, despunte.

 

Abstract

The objective of this study was to compare the yield per unit area and the time in which it can be achieved using hydroponic tomato plant production systems under greenhouse conditions, based on the formation of ladder-shaped in relation to uniform canopies. Plants were trimmed to leave only three clusters in each one, and thus limit their height to less than a meter. Plants were grouped in rows located at different heights to form four different modalities of ladder-shaped canopy and also a control was conducted with all the rows of plants located at the same height. Each ladder-shaped canopy treatment was tested at two population densities (11.1 and 15.5 plants·m-2 of greenhouse space). A randomized block design with nine treatments and three replications was used. Variables studied were: yield and number of fruits per plant and unit area, and mean fruit weight. It was found that plants in ladder-shaped canopies yielded more per unit area than those in the control with uniform canopy. In these canopies high density plants produced higher yields and number of fruit per unit area than those grown under lower density, whereas the mean fruit weight did not decrease significantly.

Keywords: Solanum lycopers icum, plantation arrays, plant density, hydroponics, trimming.

 

INTRODUCCIÓN

El sistema de producción de jitomate en invernadero que más se ha generalizado en el mundo, consiste en utilizar variedades de crecimiento indeterminado (generalmente de tipo bola), en donde se manejan densidades de 2 a 3 plantas·m-2 que llegan a crecer más de 7 m de largo, con área foliar que sobrepasa de 1 m2 por planta. Con este sistema, en invernaderos con muy buen control de clima y del ambiente en la raíz, se logran cosechar de 15 a 25 racimos por planta por año, lo que implica ciclos largos de cultivo, que llegan a durar hasta 10 meses desde el trasplante hasta el final de la cosecha (Ponce et al., 2000). Con esto es posible obtener hasta 500 t·ha-1-año-1 (Hanan, 1998; Resh, 2001). El problema principal es que se requiere de tecnología, infraestructura y equipo muy sofisticado que hace difícil el manejo técnico (Heuvelink y Dorais, 2005) y conlleva a muy altos costos de producción que sólo se justifican mediante el acceso a mercados selectos que pueden pagar precios muy altos a cambio de la calidad y sanidad de los productos cosechados.

Se ha desarrollado en la Universidad Autónoma Chapingo una alternativa de producción técnicamente más fácil y de menor costo. Ésta consiste en despuntar tempranamente las plantas (eliminar la yema terminal) para dejar sólo tres racimos por planta, con lo que se reduce su altura a aproximadamente un metro y su área foliar por planta a menos de 0.4 m2. Esto hace factible establecerlas en densidades de población tan altas como 8 plantas·m-2 (Ponce et al., 2000; Ucan et al., 2005; Sánchez-Del-Castillo et al., 2012). Aunque el rendimiento por planta es menor, debido a que sólo se cosechan tres racimos de cada una, por unidad de superficie se compensa debido a la mayor densidad de población que se utiliza. Dado que el ciclo desde el trasplante hasta el fin de cosecha se acorta de 10 a tres o cuatro meses (según la edad a la que se trasplante), en un esquema de producción continua se pueden obtener tres a cuatro ciclos por año (Sánchez y Corona, 1994; Sánchez y Ponce, 1998;) y se han logrado producciones a escala comercial de hasta 600 t·ha-1·año-1 (Sánchez et al., 1998). Además, se tiene la ventaja de concentrar la cosecha de todo un ciclo en un lapso menor a un mes, por lo que puede programarse para aprovechar las ventanas de mercado donde el precio es más alto (Méndez-Galicia et al., 2005; Vázquez-Rodríguez et al., 2007).

La disposición de las plantas bajo este sistema ha sido en marco real en camas de 1.2 m de ancho, separadas por pasillos de 0.5 m. Se han manejado cuatro hileras de plantas por cama (Sánchez y Ponce 1998), con rendimientos que oscilan entre los 12 y 18 kg·m-2 en ciclos de tres a cuatro meses de trasplante a fin de cosecha (Sánchez et al., 1998; Sánchez-Del-Castillo et al., 2012). Se ha observado que las dos hileras de plantas dispuestas a lo largo del centro de las tinas, por tener competencia completa por radiación fotosintéticamente activa (RFA) han rendido un 25 % menos que las plantas ubicadas en las hileras exteriores que se ven favorecidas por el espacio de los pasillos (Ucan et al., 2005).

De acuerdo con Gardner et al. (1990), si se mejora la distribución de la radiación solar en las hojas del dosel se podría lograr una mayor producción de materia seca por día, y por lo tanto un mayor rendimiento por unidad de superficie y tiempo. Señalan que para una misma irradiancia diaria se produce más biomasa en aquellos doseles en que la radiación incidente se distribuye más uniformemente entre todas las hojas.

Considerando la latitud de la localidad y los movimientos diarios y estacionales del sol, se pueden disponer hileras de plantas despuntadas a tres racimos, colocadas a distinta altura y orientadas de tal manera que se logre una distribución más homogénea de la radiación solar en cada una de las hojas del dosel, lo que puede permitir un incremento en la tasa de asimilación neta (g de materia seca producida en cada m2 de hoja por día) para un índice de área foliar (IAF) dado, o el establecimiento de un mayor número de plantas por unidad de superficie (mayor IAF) sin que haya una disminución significativa de dicha tasa de asimilación neta. De esta manera se pueden lograr más racimos por unidad de superficie y tiempo, sin que disminuya significativamente el número de frutos por racimo ni el peso medio de los frutos, con lo cual se puede incrementar aún más el rendimiento y la productividad anual (Méndez-Galicia et al., 2005; Vázquez-Rodríguez et al., 2007).

Con la idea de incrementar el rendimiento mediante una distribución más homogénea de la RFA, se han propuesto varias formas de distribuir las plantas para hacer un dosel en forma de escalera (escaleriforme): con hileras de plantas trasplantadas de la misma edad, pero con diferente número de racimos por planta (Jorge-Santos y Sánchez-Del-Castillo, 2003; Vázquez-Rodríguez et al., 2007); con hileras de plantas trasplantadas de la misma edad, pero despuntadas a diferente altura y establecidas en dirección este-oeste (Méndez-Galicia et al., 2005; Sánchez-Del-Castillo et al., 2010) o en dirección norte-sur (Sánchez-Del-Castillo et al., 2009); con hileras de plantas despuntadas a tres racimos, pero trasplantadas en diferentes fechas (Sánchez-Del-Castillo et al., 2010). Los resultados obtenidos por los diferentes autores muestran que, en general, los sistemas de producción basados en doseles escaleriformes han superado el rendimiento de los testigos uniformes de 20 a 50 %, con potenciales de rendimiento anual cercanos a los 100 kg·m-2, muy superiores al rendimiento que se ha logrado con sistemas convencionales en invernadero (Resh, 2001; Sánchez-Del-Castillo et al., 2012).

En varios de los estudios mencionados se ha trabajado con variedades de crecimiento indeterminado o con densidades relativamente altas, lo que ha provocado doseles con índices de área foliar muy elevados (mayor a cinco), que han afectado parámetros de calidad como el tamaño y peso medio del fruto.

Las variedades con hábito de crecimiento determinado presentan menos área foliar por planta que los de hábito indeterminado, por lo que la densidad óptima para el primer grupo de variedades y con estos arreglos escaleriformes de las plantas no ha sido definida con precisión.

Con base en lo anterior, el objetivo de este estudio fue comparar el rendimiento y sus componentes (número de frutos y peso medio de fruto) por unidad de superficie y tiempo entre cuatro diferentes arreglos escaleriformes del dosel y un arreglo de dosel uniforme usado como testigo, en todos los casos manejando plantas despuntadas a tres racimos.

Un segundo objetivo fue definir, para cada sistema escaleriforme, cuál es la distancia entre plantas que otorga el mayor rendimiento por unidad de superficie sin afectar el tamaño de fruto en una variedad determinada.

 

MATERIALES Y MÉTODOS

La presente investigación se llevó a cabo de julio de 2011 a febrero de 2012, en un invernadero del Instituto de Horticultura del Departamento de Fitotecnia de la Universidad Autónoma Chapingo, ubicado en Chapingo, Estado de México, México, a 19° 29' latitud norte y 98° 53' longitud oeste, altitud de 2,245 m.

Se trabajó en un invernadero tipo capilla de estructura metálica, con cubierta de polietileno térmico calibre 720, con 80 % de transmisión de luz, cortinas del mismo material y ventanas protegidas con malla antiáfidos en las paredes laterales y frontales, a fin de evitar la entrada de insectos. Con la finalidad de tener mejor difusión de la luz se cubrió el piso con tela blanca de polipropileno (ground cover). El invernadero contaba con sistema de calefacción con capacidad para elevar la temperatura interior hasta 10 °C sobre la exterior.

Se utilizó el híbrido de jitomate 'Pik Ripe 461, tipo bola determinado. Es una planta fuerte y vigorosa, con resistencia a Fusarium (razas 1 y 2), a ToMV (Virus del Mosaico del Tomate, razas 0, 1 y 2) y a TYLCV (Rizado del Tomate). Su alto potencial de rendimiento se basa en los frutos redondos de excelente tamaño y uniformidad (Anónimo, 2011).

Los tratamientos de dosel escaleriforme evaluados se describen a continuación y se muestran en la Figura 1.

Tratamientos 1 y 2. Escalera con cinco y siete plantas por metro de hilera (plantas·m-1), respectivamente, en dosel en forma de escalera (escaleriforme) formado por cuatro hileras de plantas despuntadas a tres racimos, con orientación este-oeste y soportadas por una estructura que permitió colocar cada hilera de plantas en una tina a distinta altura (30 cm de diferencia en altura entre hileras contiguas). El marco de plantación fue de 20 y 14.3 cm entre plantas y 25 cm entre hileras para dar densidades de 11.1 y 15.5 plantas·m-2 de invernadero, respectivamente (considerando pasillos de 60 cm de ancho). Las plántulas fueron trasplantadas a los 45 días de edad.

Tratamientos 3 y 4. Pirámide con 5 y 7 plantas·m-1, respectivamente, en dosel escaleriforme formado por cinco hileras de plantas despuntadas a tres racimos, con orientación norte-sur y soportadas por una estructura que permitió colocar cada hilera de plantas en una tina a distinta altura (30 cm de diferencia de altura entre hileras contiguas). Las hileras de las orillas norte y sur quedaron en el piso más bajo y la hilera central en el más alto. Los marcos de plantación fueron de 20 y 14.3 cm entre plantas y 25 cm entre hileras para dar una densidad de 11.9 y 16.7 plantas·m-2 de invernadero, respectivamente (considerando pasillos de 60 cm de ancho). Las plántulas fueron trasplantadas a los 45 días de edad.

Tratamientos 5 y 6. Intercambio con 5 y 7 plantas·m-1, respectivamente, en un dosel escaleriforme de producción continua formado por cuatro hileras de plantas despuntadas a tres racimos con orientación norte-sur. Inicialmente sólo las tinas de las dos hileras centrales se trasplantaron con plántulas de 50 días de edad (ciclo 1). Después de 50 días se trasplantaron las dos hileras exteriores también con plántulas de 50 días de edad (ciclo 2); de esta manera, las plantas de las hileras centrales eran más altas que las exteriores. Transcurridos 50 días más se terminó la cosecha del ciclo 1, después de eliminar las plantas cosechadas, se quitaron las tinas de cultivo de las hileras centrales. Entonces se corrieron las tinas con plantas de las orillas hacia el centro y se colocaron las tinas vacías a los lados para trasplantarlas inmediatamente con plántulas de 50 días de edad (ciclo 3). Con el traslape de dos ciclos el marco de plantación quedó de 20 y 14.3 cm entre plantas y 25 cm entre hileras, para dar densidades de 11.1 y 15.5 plantas·m-2 de invernadero, respectivamente (considerando el ancho de pasillo de 60 cm). Las fechas de trasplante fueron cada 50 días a uno, 50 y 100 días de iniciado el experimento.

Tratamientos 7 y 8. Imbricación cada 22 días con 5 y 7 plantas·m-1, respectivamente, en un dosel escaleriforme formado por cinco hileras de plantas despuntadas a tres racimos con orientación este-oeste. Inicialmente sólo la tina que da al norte se trasplantó con plántulas de 60 días de edad (ciclo 1). Después de 22 días se trasplantó la tina contigua a la anterior también con plántulas de 60 días de edad (ciclo 2); transcurridos 22 días más, la contigua a la anterior, y así sucesivamente hasta llegar a la quinta tina que daba al sur. Con el traslape de cinco ciclos de producción, los marcos de plantación quedaron de 20 y 14.3 cm entre plantas y 25 cm entre hileras, para dar densidades de 11.1 y 15 plantas·m-2 de invernadero, respectivamente (considerando un ancho de pasillo de 60 cm). Las fechas de siembra fueron cada 22 días a uno, 22, 44, 66 y 88 días de iniciado el experimento.

Tratamiento 9. Testigo, que consistió de un dosel uniforme formado por cuatro hileras de plantas a la misma altura, despuntadas a tres racimos y orientadas en dirección norte-sur, tal como se ha manejado comercialmente con base en resultados experimentales previamente obtenidos (Sánchez-Del-Castillo et al., 2012). El marco de plantación fue de 30 cm entre plantas y 25 cm entre hileras para dar densidad de 8.3 plantas·m-2 de invernadero (considerando un ancho de pasillo de 60 cm).

El diseño experimental fue un arreglo en bloques al azar con tres repeticiones. Las unidades experimentales estuvieron conformadas por la combinación entre los distintos tipos de arreglos y distinto número de plantas por metro lineal. Cada combinación de arreglo del dosel y número de plantas por metro lineal se consideró como un tratamiento independiente.

Como sustrato se utilizó arena de tezontle rojo. Las semillas se sembraron en macetas de polietileno rígido de 0.7 litros de capacidad. El trasplante se hizo a tinas construidas con lámina de acero galvanizado calibre 24, con dimensiones de 100 cm de largo por 25 cm de ancho y 25 cm de altura como se aprecian en la Figura 1.

Desde la siembra se regó con la solución nutritiva propuesta por Méndez-Galicia et al., (2005), al 50 % de su concentración normal. A partir de la tercera semana de la emergencia y hasta el final del ciclo de cultivo, la solución nutritiva se aplicó al 100 % de la concentración indicada. El riego, a partir del trasplante, se efectuó con cinta de goteo de polietileno flexible y siempre con solución nutritiva, aplicando, en varios riegos al día, la cantidad necesaria para mantener el sustrato a su capacidad de retención según las condiciones climáticas y la edad de la planta. El gasto promedio de solución nutritiva osciló entre 3 y 6 litros·m-2·día-1.

Se evaluó el rendimiento y sus componentes por planta, por hilera de plantas y por unidad de superficie. Las variables estudiadas fueron:

Rendimiento por unidad de superficie (kg·m-2 de invernadero), calculado mediante el peso de frutos obtenido por tratamiento en la suma de todos los cortes.

Rendimiento por planta (kg·planta-1), calculado mediante el peso de frutos obtenido por planta en la suma de todos los cortes.

Rendimiento de cada hilera de plantas dentro de los tratamientos de escalera, pirámide y testigo, reportado en kg·m-1 de hilera. Se hicieron para detectar efectos de competencia entre hileras de plantas. No se efectuaron para los tratamientos de intercambio e imbricación debido a que en estos casos los efectos de competencia se dieron en diferentes tiempos, y no sería válida la comparación.

Número de frutos por unidad de superficie (frutos·m-2 útil), calculado mediante el peso de frutos obtenido por tratamiento en la suma de todos los cortes.

Número de frutos por planta (frutos·planta-1), calculado mediante el peso de frutos obtenido por planta en la suma de todos los cortes.

Número de frutos por cada hilera de plantas dentro de cada tratamiento de escalera, pirámide y testigo, reportado en frutos·m-1 de hilera.

Peso medio de frutos (gramos), obtenido dividiendo el rendimiento por planta entre el número de frutos por planta.

Peso medio de frutos por hilera de plantas dentro de cada tratamiento de escalera, pirámide y testigo, reportado en gramos.

Con el programa SAS (Statistical Analysis System) se realizaron análisis de varianza y pruebas de comparaciones de medias de Tukey (P ≤ 0.05) para cada variable entre tratamientos y para analizar las variables por hilera dentro de cada tratamiento de escalera, pirámide y testigo.

Para el análisis de los tratamientos de intercambio y de imbricación se consideró el número de hileras requeridas para completar un ciclo de producción (las primeras cuatro hileras de plantas cosechadas para intercambio y las primeras cinco hileras de plantas cosechadas para imbricación).

 

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

Comparación general entre tratamientos

En el análisis de varianza (datos no mostrados) se encontraron efectos altamente significativos de los tratamientos para las variables rendimiento por unidad de superficie, frutos por unidad de superficie, rendimiento por planta, frutos por planta y peso medio de frutos. En el Cuadro 1 se muestra la prueba de comparación de medias de tratamientos para las variables mencionadas.

Se observó que el tratamiento de escalera con 7 plantas·m-1 produjo el mayor rendimiento por unidad de superficie (más del doble respecto al testigo de dosel uniforme), lo cual se explica por el mayor número de frutos por unidad de superficie y el alto peso medio de los mismos, que si bien no fue el más alto, está dentro de los mayores. Este tratamiento fue estadísticamente superior a todos los tratamientos, excepto al de escalera con 5 plantas·m-1, al cual superó por 5.4 kg·m-2, diferencia que es cercana a la DMSH (5.5).

El testigo de dosel uniforme por unidad de superficie obtuvo el menor rendimiento y número de frutos. Se puede observar que presentó valores altos para rendimiento por planta, número de frutos por planta y peso medio de frutos, por lo que los valores bajos en rendimiento se explican por la menor densidad con que se manejó dicho tratamiento (8 plantas·m-2). Según estudios realizados previamente por Jorge-Santos y Sánchez-Del-Castillo (2003) y Ucan et al. (2005), las densidades mayores de 8 plantas·m-2 en plantas despuntadas a tres racimos para doseles uniformes han aumentado el rendimiento por unidad de superficie, pero a costa de disminución significativa del tamaño o del peso medio de fruto, un factor que es determinante del precio de venta, por lo que dicha densidad es considerada como la más adecuada.

Para el arreglo de dosel en forma de escalera con orientación este-oeste, se observa que 7 plantas·m-1 tuvo 22 % más rendimiento por unidad de superficie y 31 % mayor número de frutos que 5 plantas·m-1, lo cual se debió a la mayor cantidad de plantas por m2 de invernadero, 15.6 contra 11.1 plantas·m-2, respectivamente, lo que compensó el menor rendimiento y número de frutos por planta que tuvo siete respecto a cinco plantas por metro lineal. Considerando que el peso medio de frutos sólo disminuyó en 8 %, para el tratamiento de escalera la densidad de 7 plantas·m-1 es más recomendable que 5 plantas·m-1. Los tratamientos de pirámide tuvieron comportamiento similar a los de escalera pero, como ya se señaló, el rendimiento por unidad de superficie fue mayor en este último.

En el tratamiento de intercambio con 7 plantas·m-1 se observa que, aunque se tiene un rendimiento por unidad de superficie similar respecto a 5 plantas·m-1, el rendimiento por planta disminuyó significativamente. Esto indica mayor presión de densidad, debido quizá a que las plantas de las hileras centrales, como fueron sembradas y trasplantadas 50 días antes que las de las de las hileras exteriores, estaban muy altas y fueron obstáculo para el paso de luz desde el momento del trasplante y hasta que las plantas de las hileras centrales fueron retiradas al final de su cosecha, lo que ocasionó menor rendimiento de las plantas de las dos hileras exteriores que afectó también el rendimiento promedio por planta de todo el tratamiento de intercambio en alta densidad.

Para los tratamientos de imbricación, cada 22 días se observa que el rendimiento y número de frutos por planta y por unidad de superficie fueron estadísticamente similares para las dos densidades. El peso medio de frutos de 7 plantas·m-1 también fue similar entre las dos densidades.

Los resultados coinciden con otros autores (Cebula, 1995; Jolliffe y Gaye, 1995), quienes señalan que, dentro de cierto rango, las plantas manejadas en alta densidad en ambiente favorable como el que se da en invernadero, incrementan o al menos mantienen su rendimiento por unidad de superficie. Cuando el rendimiento ya no aumenta con el incremento de la densidad de población se debe a que el sombreado mutuo entre plantas afecta negativamente la producción de fotoasimilados, al grado de que el número de frutos por planta o el peso medio de cada fruto disminuyen de manera importante (Heuvelink, 1995; Villegas et al., 2004).

Cabe destacar que el rendimiento logrado con el tratamiento de escalera en alta densidad (30 kg·m-2) fue obtenido en un ciclo de 100 días de trasplante a fin de cosecha usando plántulas de 45 días de edad al momento del trasplante. Entonces, en invernadero con buen control climático se pueden producir holgadamente tres ciclos de cultivo al año con rendimiento anual que puede llegar a los 90 kg·m-2 lo que equivale en escala comercial a 900 t·ha-1·año-1, el doble de lo producido en invernaderos comerciales de alta tecnología, pero a muy altos costos de producción (Heuvelink y Dorais, 2005). Con esos rendimientos el costo de la infraestructura necesaria (contenedores y estructuras de sostén) se pagaría rápidamente, lo que generaría mayor rentabilidad económica por kilogramo de fruto producido.

En el sistema de intercambio, las dos primeras hileras de plantas son cosechadas 100 días después del trasplante. Después de eso se van obteniendo dos hileras cada 50 días, por lo que es posible en condiciones de invernadero obtener seis ciclos de dos hileras por año (equivalente a tres ciclos de cuatro hileras), y esto representa un potencial de rendimiento de 540 t·ha-1·año-1 para el sistema de intercambio con 7 plantas·m-1.

Con el sistema de imbricación sucede algo similar: la primera hilera de plantas se termina de cosechar a los 90 ddt y se obtiene un ciclo cada 22 días, por lo que es posible obtener hasta 13 ciclos de una hilera de plantas en un año. El rendimiento reportado en el Cuadro 1 es la suma de cinco ciclos (cinco hileras desfasadas en el tiempo), por lo que se estima un rendimiento potencial de casi 500 t·ha-1·año-1.

 

Comparación de hileras dentro de cada arreglo

Las comparaciones entre medias de hileras para el promedio de los tratamientos de escalera con 5 y 7 plantas·m-1 (Cuadro 2) muestran que las plantas de la hilera superior tuvieron mayor número de frutos, lo cual se puede explicar porque, por su ubicación en la parte superior del dosel, estas plantas no sufrieron sombreado por las otras hileras. Dicho de otra manera, por el lado norte no tenían ninguna competencia y por el lado sur, como la hilera adyacente se encuentra a un nivel inferior, tampoco había competencia. En esas condiciones probablemente captaron mayor cantidad de RFA que las plantas de las demás hileras, lo que se tradujo en mayor producción de fotoasimilados y a la largo del ciclo, en mayor número de frutos sin que el peso promedio de éstos se viera afectado de manera significativa. Para las demás variables no hubo diferencias significativas entre hileras, sugiriendo una distribución más homogénea de la RFA interceptada por el dosel que en un arreglo uniforme como el del testigo.

Con los tratamientos de pirámide con 5 y 7 plantas·m-1 (Cuadro 3) ocurrió algo semejante que con los tratamientos de escalera, pues fue también la hilera superior (tercer escalón) la que presentó los mayores valores en número de frutos por planta, mientras que para las demás variables no se presentaron diferencias significativas.

En contraste, el análisis por hilera del tratamiento testigo con arreglo de dosel uniforme (Cuadro 4) muestra que las plantas de las hileras exteriores tuvieron un rendimiento 50 % mayor que el de hileras interiores, diferencias que fueron significativas y que pueden atribuirse principalmente al mayor número de frutos por planta obtenidos en las primeras (tres frutos más por planta). Aunque en el peso medio de los frutos fue estadísticamente igual, se observa que hubo tendencia a ser superior en las plantas de las hileras exteriores, sobre todo las de la hilera cuatro respecto a las de la hilera dos.

Estos resultados concuerdan con los de Ucan et al. (2005), quienes también trabajaron con dosel uniforme con cuatro hileras de plantas de jitomate despuntadas a tres racimos. Ellos encontraron diferencia de 24 % de rendimiento a favor de las plantas en las hileras exteriores, con la diferencia de que el componente de rendimiento que más influyó sobre este resultado fue el mayor peso de fruto que presentaron las plantas de las hileras exteriores.

Dado que se trata de un sistema hidropónico, las plantas ubicadas en las hileras a lo largo de las orillas de las camas reciben la misma dotación de agua y nutrientes. Las diferencias en rendimiento se pueden explicar por mayor intercepción de RFA respecto a las que se encuentran con competencia completa en las hileras centrales, ya que por su ubicación hacia los pasillos son menos sombreadas.

La explicación anterior y el mejor desempeño en rendimiento por unidad de superficie de los doseles escaleriformes respecto al testigo uniforme concuerda con lo encontrado por McAvoy et al. (1989), en el sentido de que existe relación estrecha entre el rendimiento de frutos de jitomate y la densidad de flujo fotónico total interceptada por el dosel y su distribución en cada planta, sobre todo en el periodo de antesis a cosecha, donde la presión de densidad es mayor por el crecimiento del área foliar.

 

CONCLUSIONES

Las plantas con disposición en forma de escalera simple con orientación este-oeste de las hileras de plantas produjeron el mayor rendimiento por unidad de superficie: el doble del obtenido con el testigo de dosel uniforme.

Una densidad de 7 plantas·m-1 en cada hilera obtuvo mayor rendimiento y número de frutos por unidad de superficie respecto a 5 plantas·m-1, sin afectar el peso medio de los frutos, sobre todo en los tratamientos de escalera y pirámide.

En los tratamientos escalera y pirámide el rendimiento por planta fue similar para cada una de las hileras de plantas, mientras que en el testigo de dosel uniforme las plantas de las hileras interiores rindieron menos que las de las hileras exteriores. Esto indica una distribución más homogénea de la radiación fotosintéticamente activa en los doseles en forma de escalera.

 

LITERATURA CITADA

ANÓNIMO. 2011. SEMINIS (http://www.gowansemillas.com.mx/). Fecha de consulta: 10 de noviembre del 2011.

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