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Revista Chapingo. Serie horticultura

versión On-line ISSN 2007-4034versión impresa ISSN 1027-152X

Rev. Chapingo Ser.Hortic vol.17 spe 2 Chapingo ene. 2011

 

Fenología y rendimiento de híbridos de pimiento morrón (Capsicum annuum L.) cultivados en hidroponía

 

Phenology and yield of bell pepper (Capsicum annuum L.) hybrids grown hydroponically

 

Esaú del C. Moreno Pérez; Rafael Mora Aguilar; Felipe Sánchez del Castillo; Víctor García-Pérez

 

Instituto de Horticultura, Departamento de Fitotecnia, Universidad Autónoma Chapingo, km 38.5 Carretera México-Texcoco, Chapingo, Estado de México. C. P. 56230. MÉXICO. Correo-e: r.moraaguilar@gmail.com (Autor para correspondencia).

 

Recibido: 15 de noviembre, 2010.
Aceptado:6 de abril, 2011.

 

Resumen

La investigación se realizó bajo invernadero en Chapingo, Estado de México, durante el año 2007. Se evaluaron el comportamiento fenológico y el rendimiento de fruto de trece híbridos de pimiento morrón (Capsicum annuum L.) cultivados en hidroponía: Cyrus, Conan, Gandal, Grandísimo, Itzel, Orión, Triple 4 y Triple Star producen fruto que madura en color rojo; Diego, Cadia, Giacomo y Moonset tienen frutos de color amarillo, y en Magno son de color naranja. El diseño experimental fue bloques completos al azar con tres repeticiones; la parcela experimental estuvo conformada por seis plantas (1 m2). Se registraron variables fenológicas, morfológicas y el rendimiento de fruto y sus componentes. El híbrido Giacomo fue precoz, y su ciclo, de trasplante a inicio de cosecha, duró 91 días; Grandísimo fue tardío y requirió 117 días para completar su ciclo. En promedio de los materiales genéticos evaluados, la emergencia ocurrió 16 días después de la siembra (dds); la primera, segunda y tercera hojas verdaderas aparecieron a los 37, 47 y 61 dds, respectivamente; la primera, segunda, tercera y cuarta bifurcaciones ocurrieron a los 10, 17, 25 y 30 días después del trasplante (ddt), en cada caso; por su parte, la floración, fructificación, cambio de color del fruto e inicio de cosecha ocurrieron, respectivamente, a los 33, 44, 93 y 102 ddt. El híbrido Orión tuvo buena calidad de fruto con peso promedio individual de 178.7 g, anchura de 9.2 cm y longitud de 7 cm, comportándose como frutos de primera calidad para el mercado nacional; en consecuencia, alcanzó mayor rendimiento por planta (1.9 kg) y por área (11.5 kg·m-2); menor rendimiento mostró el híbrido Magno (5.7 kg·m-2).

Palabras clave: Desarrollo, rendimiento, calidad de fruto, color de fruto, chile, invernadero.

 

Abstract

The research was carried out under a greenhouse in Chapingo, State of Mexico, during 2007. Phenological behavior and fruit yield of thirteen bell pepper (Capsicum annuum L.) hybrids grown hydroponically were assessed. The hybrids Cyrus, Conan, Gandal, Grandísimo, Itzel, Orión, Triple 4 and Triple Star produce red fruits; Diego, Cadia, Giacomo and Moonset have yellow fruits, and Magno orange ones. A randomized complete block design with three replications was used, and the experimental unit consisted of six plants (1 m2). Phenological and morphological variables were recorded, plus fruit yield and its components. The hybrid Giacomo was early, and its cycle, from transplant to the beginning of the harvest, lasted 91 days, while Grandísimo was a late hybrid, requiring 117 days to fulfill its life cycle. On average, seedling emergence occurred 16 days after sowing (das) for all hybrids evaluated, while the first, second and third true leaves appeared at 37, 47 and 61 das, respectively, and the first, second, third and fourth bifurcations occurred at 10, 17, 25 and 30 days after transplanting (dat), respectively. Phenological phases such as flowering, fruiting, fruit color change and beginning of harvest occurred at 33, 44, 93 and 102 dat, in each case. The Orión hybrid had the best fruit quality, averaging 178.7 g in weight, 9.2 cm in width and 7 cm in length, achieving the standard of top-quality fruits in the Mexican market. In addition, Orión had the greatest yield per plant (1.9 kg) and per area (11.5 kg.m-2); the Magno hybrid showed the lowest yield (5.7 kg.m-2).

Key words: Development, yield, fruit quality, fruit color, pepper, greenhouse.

 

INTRODUCCIÓN

El cultivo de pimiento morrón (Capsicum annuum L.) es una de las actividades más importantes en el sector hortícola de México, pues en el año 2007 nuestro país ocupó el tercer lugar a escala mundial por superficie cultivada (93,000 ha) y el sexto lugar en rendimiento de fruto (18.1 t·ha-1), alcanzando una producción de 1'690,000 t (FAO, 2007). Este tipo de chile, también conocido como chile dulce o Bell, tiene importancia económica especialmente en los estados de Sinaloa, Sonora y Baja California Sur porque exportan su producción, mientras que al mercado nacional lo abastecen principalmente Sinaloa y Morelos; en el cierre de la temporada 2006-2007 se exportaron 214,476 t, con valor de 226,226,537 dólares americanos (CIDH, 2007).

La producción de pimiento morrón representa una alternativa económica muy atractiva durante el ciclo otoño-invierno, debido al elevado rendimiento, alta calidad del fruto y elevados precios que alcanza éste durante la época invernal; sin embargo, dicha actividad productiva debe llevarse a cabo en invernaderos, por las restricciones ambientales que limitan el cultivo a cielo abierto en esa época. Los rendimientos que se pueden alcanzar en invernaderos con cubierta plástica con tecnología intermedia son 130 t·ha-1; al usar tecnología mediana-alta se alcanzan 180 t·ha-1, y con alta tecnología se logran hasta 250 t·ha-1 (FUMIAF, 2005).

La fenología comprende el estudio de los fenómenos biológicos vinculados a ciertos ritmos periódicos o fases y la relación con el ambiente donde ocurren. En su ciclo ontogénico, los vegetales experimentan cambios visibles o no, que están en estrecha relación con el genotipo, el ambiente en que se desarrollan y la interacción entre éstos; el resultado del complejo de interacciones, ocasiona amplias respuestas de los diferentes cultivos y variedades (Mundarain et al., 2005).

El conocimiento de la fenología de un cultivo particular es importante para su manejo correcto (Soto-Ortiz et al., 2006; Soto-Ortiz y Silvertooth, 2008). Desde un punto de vista climatológico, estos fenómenos sientan las bases para la interpretación de cambios debidos a factores bioclimáticos; agronómicamente, la consecuencia de un microclima específico permite la respuesta que se prevé de la planta; y, económicamente, las etapas fenológicas permiten la ejecución óptima de varias prácticas agrícolas, como la polinización manual, predicción de una probable incidencia de plagas, necesidad de fertilización específica o de aplicación de sustancias hormonales particulares, control de maleza, etc. (Cautín y Agusti, 2005).

Para describir el crecimiento y desarrollo de los cultivos, es necesario determinar las funciones o tasas de diferentes procesos; éstos incluyen la identificación de fases y etapas distintivas del desarrollo, así como la predicción de la duración de éstas para determinados regímenes de temperatura (Wurr et al., 2002; Soto-Ortiz et al., 2006; Soto-Ortiz y Silvertooth, 2008). En el caso de Capsicum spp., Torres (1995) indica solamente cuatro fases fenológicas: emergencia, séptima hoja, floración y madurez; por su parte, USDA (2003) determina que la duración de las etapas fenológicas se basa en el periodo que transcurre entre fases específicas, que depende del origen de las plantas (siembra directa o trasplante); también menciona tres grandes etapas: 1) 50 % desde la siembra hasta el aclareo, 2) 75 % del aclareo o transplante a amarre de fruto y 3) 100 % del amarre de fruto a la cosecha o fin de ésta.

La aparición de la radícula es el evento que evidencia la germinación de la semilla; varios factores como temperatura, agua, oxígeno y presencia de luz influyen para que una semilla germine o no; el estado de plántula comprende el periodo desde la emergencia y alargamiento del hipocótilo hasta la caída de los cotiledones. En el caso del pimiento morrón, el estado de plántula queda delimitado entre los 35 y 40 días después de la siembra, tiempo requerido para ser trasplantada; sin embargo, el trasplante debe realizarse cuando las plántulas tengan de 12 a 15 cm de alto, con un tallo de 5 a 7 mm de grosor y entre cuatro a cinco hojas, lo que ocurre entre 18 y 28 días, aunque ese periodo depende de la temperatura ambiental y de la conformación que la plántula presente para ese momento, es decir, de la cantidad de reservas del embrión, capacidad fotosintética y de la genética de las mismas (Mundarain et al., 2005).

El periodo de emergencia varía y tiene mayor concentración entre 9 y 13 días. El periodo de floración oscila entre 70 y 93 días, con mayor ocurrencia al inicio de ese periodo. La maduración de frutos sucede a los 85 días en las variedades más precoces y a los 107 días en las más tardías (Fernandes et al., 2004). Estas observaciones se aproximan a las efectuadas por Inoue y Reifschneider (1989), quienes caracterizaron la colección de Capsicum del Centro Nacional de Pesquisas de Hortalizas de EMBRAPA, en Brasil.

Montes et al. (2004) señalan que la acumulación de unidades calor durante las diferentes etapas de desarrollo de Capsicum spp. muestra diferencia entre tipos de chile, y que esa diferencia es más evidente entre los diferentes grados de domesticación, lo que refleja un inicio más lento del desarrollo por parte de las variantes del tipo silvestre (piquín); para el caso de los tipos domesticados, las diferencias no son significativas entre ellos, tal y como había sido consignado. También constatan que, dependiendo del grado de precisión que se requiera en la definición de las etapas de desarrollo, se pueden usar las unidades calor, una vez definidas para cada variante y el ambiente en donde se evaluarán, aunque destacan que es poco práctico manejar muchas fases fenológicas asociadas a diversas etapas de desarrollo de la planta, por lo que se pueden tomar diferentes estados fenológicos en fases concretas, como inicio de floración, maduración y senescencia de los frutos, como lo hizo Torres (1995). Los usos de métodos de acumulación de unidades calor son técnicas eficientes para modelación y predicción de las etapas del desarrollo de los cultivos, como el chile, en comparación con el método de días después de la siembra debido a que la variación entre estaciones y localidades puede ser mejor normalizada por la estimación de unidades calor que con días después de la siembra (Soto-Ortiz et al., 2006).

Existe variación en la duración del ciclo vegetativo en las diferentes variedades de pimiento morrón; puede variar de 100 a 150 días (Doorenbos y Kassam, 1979), desde 95 a 100 días después del trasplante (Benacchio, 1982); o de 75 hasta 130 días después del trasplante (Ruiz-Corral et al., 1999).

En México, la descripción fenológica de los chiles, especialmente el pimiento morrón, de colores, no está bien documentada y disponible para los productores o investigadores interesados en este cultivo; por ello, la finalidad de este trabajo es aportar información para contar con una guía fenológica que sirva de referencia para tomar decisiones en el manejo del cultivo del pimiento morrón en invernadero e hidroponía, y realizar actividades de manejo cultural de manera oportuna y adecuada.

 

MATERIALES Y MÉTODOS

El trabajo se realizó bajo condiciones de invernadero en Chapingo, Estado de México (19° 29' N, 98° 53' O, y 2,240 m). Se estudiaron trece híbridos de pimiento morrón con diferente color de fruto maduro: ocho rojos (Cyrus, Conan, Gandal, Itzel, Orión, Triple 4, Triple Star, Grandísimo), cuatro amarillos (Diego, Moonset, Cadia, Giacomo) y uno naranja (Magno), cuyas características se indican en el Cuadro 1.

El 20 de febrero de 2007 se inició la producción de plántula. Se usaron charolas de unicel de 200 cavidades, previamente desinfectadas con cloro al 0.05 %; el sustrato estuvo compuesto por musgo esfagníneo (peat-moss) y perlita en proporción 2:1 (v/v), el cual fue humedecido antes de sembrar; manualmente se colocó una semilla por cavidad, a 0.5 cm de profundidad; posteriormente, las charolas se cubrieron con plástico negro para promover uniformidad en la germinación. Cuando las plántulas tuvieron la cuarta hoja verdadera (67 días después de la siembra; dds), se hizo el trasplante a la profundidad del cepellón. Para evitar desgajamiento de las ramas, 23 días después del trasplante (ddt) se inició el tutoreo con hilo de rafia en cada rama de la planta; esta actividad se efectuó de manera continua hasta la cosecha. A los 33 ddt se podó para dejar únicamente dos ramas por planta en la primera bifurcación; después se dejó que la planta desarrollara libremente hasta alcanzar la cuarta bifurcación, momento en que se despuntó (eliminación del ápice de la planta), dejando tres hojas excedentes para dar sombra a los frutos. También, cuando aparecieron los primeros botones florales en todos los materiales, se eliminó el primer fruto para disminuir la competencia entre estos órganos y buscar uniformidad, precocidad y rendimiento.

En etapa de plántula y hasta el momento del trasplante, el cultivo se irrigó dos o tres veces cada día con solución nutritiva al 50 % de concentración (Cuadro 2). Una vez acondicionadas las camas para el trasplante, se colocó el sistema de riego con tres líneas de cintillas de goteo calibre 8000 marca HIDROLITE®, con 15 cm de separación entre goteros y 1.0 L·h-1 de gasto por emisor, en cuyo caso se irrigó en seis ocasiones al día aportando de 5 a 7 L·m-2·día-1.

Con la solución nutritiva indicada se aportó la concentración (mg·L-1) de cada uno de los elementos siguientes: N (237), P (57.3), K (250.1), Ca (253.3), Mg (53.8), S (180), Fe (2.7), Mn (0.6), B (0.5), Cu (0.1) y Zn (0.05).

Durante el desarrollo del cultivo incidieron algunas plagas como minador de la hoja (Lyriomiza spp.) y gusano defoliador (Spodoptera exigua Hüdner), que fueron controlados con DECIS® 2.5 CE (Deltametrina) en dosis de 3 mL·L-1 y HORTA® 25 TRIDENTE (Diazinón) a razón de 1 g·L-1, respectivamente. Incidencia menor al final del ciclo tuvieron la mosca blanca (Bemisia tabaci Gennadius), trips (Frankliniella occidentalis Pergande) y araña roja (Tetranychus urticae Koch), mismas que no ameritaron control químico. Se observaron enfermedades como la pudrición del cuello radicular (Phytophthora capsici Leonina) y, en menor grado, cenicilla (Leveillula taurica (Lev.) Salm.), las cuales fueron controladas mediante aplicación de PREVICUR y DEROSAL® (Propamocarb + Carbendazim), dirigidos al cuello radicular y al follaje, a razón de 2 mL·L-1.

El diseño experimental fue bloques completos al azar con tres repeticiones; la parcela experimental y útil estuvo compuesta por seis plantas de cada variedad (1 m2). Las variables fenológicas evaluadas fueron: días a emergencia (DEM); días a la primera (PHV), segunda (SHV) y tercera hoja verdadera (THV); días a la primera (PB), segunda (SB), tercera (TB) y cuarta bifurcación (CB); días a floración (DFL); días a fructificación (DFR); días a cambio de color del fruto (DCC) y días a cosecha (DCO). Las variables morfológicas fueron: altura de planta (ALP); diámetro de tallo (DIT); diámetro de planta (DIPL); altura de la primera (ALPB) y cuarta bifurcación (ALCB). Los componentes del rendimiento registrados fueron: longitud de fruto (LFR); ancho de fruto (ANFR); peso de fruto (PFR); número de frutos por planta (FRPL); rendimiento por planta (RPL) y rendimiento por parcela (RPAR). Con la información obtenida se realizó análisis de varianza y prueba de comparación de medias (Tukey, P<0.05) para cada una de las variables, mediante el sistema computacional Statistical Analysis System versión 9. En las variables registradas en estado de plántula como días a emergencia, días a primera, segunda y tercera hoja verdadera, sólo se tomaron datos en una ocasión, por lo que no se hizo la prueba de comparación de medias y solamente se indica el tiempo transcurrido del evento biológico en cada variedad.

 

RESULTADOS

Los híbridos Triple Star, Grandísimo y Cadia alcanzaron el 50 % de la emergencia entre 20 y 30 días después de la siembra (dds), lo cual los ubica como lentos para llevar a cabo ese proceso fisiológico. En Diego e Itzel >50 % de emergencia ocurrió a los 15 dds, y sólo Giacomo emergió pronto (9 dds). En promedio general, la emergencia ocurrió a los 18 dds.

FIGURA 1. Cinética de la emergencia en 13 híbridos de pimiento morrón.

Los híbridos con germinación lenta también mostraron bajas tasas de desarrollo y, en consecuencia, tardó en aparecer la primera, segunda y tercera hoja verdadera en el 50 % de sus plantas (Figuras 2, 3 y 4); lo contrario ocurrió en los híbridos que emergieron pronto, como Diego, Itzel y Giacomo. En éstos, la PHV, SHV y THV apareció a los 31, 46 y 60 dds, respectivamente. De manera general, la secuencia de emisión de esos órganos ocurrió a los 38, 52 y 61 dds, en cada caso.

El híbrido Grandísimo se desarrolló en forma lenta y mostró la primera bifurcación hasta 21 días después del trasplante (ddt); por el contrario, el híbrido Giacomo se desarrolló rápidamente y a los 6 ddt tuvo la PB (Cuadro 3). La aparición de la SB, TB y CB ocurrió de manera diferencial entre híbridos: a los 25, 30 y 36 ddt en Grandísimo; a los 22, 29 y 34 ddt en Orión; mientras que en Giacomo fue a los 9, 15 y 25 ddt, respectivamente. En promedio de todos los híbridos, la PB ocurrió 10 ddt; SB a los 16.5 ddt; TB a los 25 ddt y CB a los 34 ddt.

El híbrido Grandísimo requirió 45 ddt para alcanzar la floración, por lo que también se caracteriza como uno de los híbridos más tardíos; Diego, Cyrus, Itzel, Cadia, Conan, Moonset, Gandal, Magno, Giacomo y Triple 4 florecieron alrededor de los 30 ddt. El cambio de color del fruto en los híbridos precoces (Giacomo: amarillo, y Magno: naranja) sucedió a los 85-86 ddt, y fueron estadísticamente diferentes de Triple Star y Grandísimo, en los cuales ocurrió a los 99 y 104 ddt, respectivamente; por lo tanto, la cosecha en estos híbridos se realizó, en cada caso, hasta los 118 y 111 ddt, mientras que en Magno y Giacomo se realizó a los 91 ddt. En promedio, la floración, fructificación, el cambio de color del fruto o envero y la cosecha ocurrieron a los 33, 44, 93 y 102 ddt, respectivamente (Cuadro 3).

Hubo variación en la altura total de planta (Cuadro 4); la variedad Grandísimo (80.9 cm) fue más alta que los demás materiales; Magno y Giacomo fueron los de menor altura (50 cm). Estas diferencias estuvieron dadas, principalmente, por diferencia en la longitud de entrenudos, y no por el número de entrenudo, ya que todas las plantas fueron podadas en la cuarta bifurcación.

El híbrido Triple 4 tuvo tallos de mayor diámetro (1.9 cm), lo que le permitió tener buen soporte de ramas y frutos; entre los 12 híbridos restantes no hubo diferencias estadísticas en este carácter, y su valor osciló desde 1.4 hasta 1.6 cm (Cuadro 4).

El híbrido Grandísimo, con 68.9 cm de diámetro o ancho de planta fue superior al resto de los materiales (Cuadro 4); Cyrus, Moonset, Magno y Giacomo tuvieron plantas más compactas y más cerradas, por lo que solamente alcanzaron 56 cm de ANPL; esta característica permite establecer mayor número de plantas por m2 sin que exista fuerte competencia por espacio y luz, además de que son híbridos más precoces que Grandísimo (Cuadro 4); también este híbrido alcanzó mayor altura a la primera (33 cm) y cuarta bifurcación (61 cm) y resultó estadísticamente diferente a los demás híbridos en estas características (Cuadro 4); Triple Star y Gandal fueron más bajos, pues solamente alcanzaron 20.8-19.4 cm y 39.1-35.2 cm de ALPB y ALCB, respectivamente.

Con respecto al rendimiento de fruto y sus componentes morfológicos, se observó que el híbrido Orión tuvo frutos más anchos (9.2 cm) y más pesados (178.7 g) y en Conan éstos fueron más largos (8.5 cm). En general, Cyrus produjo frutos de menor tamaño y peso (Cuadro 5).

En número de frutos por planta (FRPL) destacó el híbrido Cadia (11.8); aunque estadísticamente fue igual a otros 10 materiales en esta característica; por el contrario, los híbridos Itzel y Conan, que fueron estadísticamente iguales, presentaron solamente 7 FRPL, siendo los de menor expresión en tal carácter (Cuadro 5).

El híbrido Orión, al tener buen comportamiento en los componentes del rendimiento, como el largo y ancho de fruto (7.0 x 9.2 cm), peso de fruto (178.7 g) y número de frutos por planta (10.7), alcanzó un RPL de casi de 2 kg·planta-1 y superó en éste a Moonset, Triple 4, Giacomo, Conan, Itzel, Gandal, Cyrus y Magno; también tuvo alto RPAR (11.5 kg·m-2), en cuyo caso superó a Conan, Itzel, Gandal, Cyrus y Magno (Cuadro 5).

 

DISCUSIÓN GENERAL

Se encontraron diferencias significativas en el comportamiento fenológico de los materiales genéticos evaluados, lo cual coincide con resultados de Inoue y Reifschneider (1989), Fernandes et al. (2004), Montes et al. (2004) y Mundarain et al. (2005), entre otros. La emergencia se inició a los 6 dds en los materiales que producen fruto de color amarillo y naranja, y se prolongó hasta 21 dds para aquellos con fruto de color rojo; tales resultados se aproximan al periodo de 9 a 13 días que requiere la especie para germinar, como lo indican Inoue y Reifschneider (1989) y Fernandes et al. (2004). Es posible que en este proceso fisiológico haya influido la temperatura incidente dentro del invernadero (<15 °C), ya que no contaba con calefacción para generar un ambiente óptimo para la germinación, que es de 18 ºC (Cásseres, 1984); pues, como señala Guenkov (1983), la temperatura más baja que toleran las semillas de chile (Capsicum spp.) durante la germinación es 12 a 13 °C, y a semejante temperatura la germinación es lenta (20-25 días), mientras que a 20-25 °C la germinación comienza a los siete u ocho días.

En general, los híbridos con frutos de color rojo (Grandísimo y Triple Star) fueron más tardíos, ya que completaron su ciclo, de trasplante-cosecha, entre 99 y 118 días, mientras que en aquellos que tienen frutos de color amarillo (Giacomo, Moonset, Diego y Cadia) o naranja (Magno) fue de 91 a 102 días. Estos resultados son similares a los que obtuvieron Mundarain et al. (2005), quienes mencionan que la tasa de desarrollo de la plántula depende de la temperatura ambiental y de la cantidad de reservas del embrión, capacidad fotosintética y características genéticas del material utilizado. Sin embargo, el periodo a maduración observado difiere de los 85 días requeridos por las variedades y 107 días por las tardías, según lo mencionan Inoue y Reifschneider (1989) y Fernandes et al. (2004), debido a las diferencias del material genético utilizado, de las condiciones de cultivo o ambientales y de la interacción entre ambos factores que ocasiona amplias respuestas de los diferentes cultivos y variedades (Mundarain et al., 2005).

En comparación con el chile habanero (Capsicum chinense Jacq), cultivado a cielo abierto en suelo, la duración del ciclo biológico del pimiento morrón es más prolongada. Esto se puede apreciar claramente en el periodo de ocurrencia de algunas fases fenológicas como la floración y fructificación, que en el chile habanero se alcanzan a los 63 y 85-87 dds, respectivamente (Trujillo et al., 2004), y en pimiento morrón se logran a los 100 y 111 dds, en cada caso; y que contrastan con el periodo de 70 a 93 días indicados por Fernandes et al. (2004).

La diferencia en el número de frutos que produjeron las plantas de cada uno de los híbridos se puede atribuir a la aborción de botones, flores y frutos, que ocurrió mayormente en los materiales de fruto grande como Itzel y Conan. De acuerdo con Wien (1999), los principales agentes causales de la caída de flores son alta temperatura, baja intensidad de radiación, presencia de fruto en la etapa de crecimiento rápido y de agentes bióticos; la diferencia en el número de frutos que produjo cada planta influyó en el rendimiento individual de éstas y en el de cada parcela. Por lo contrario, en algunos híbridos con mayor número de frutos por planta, producto de un mayor amarre, éstos alcanzaron menor tamaño (largo y ancho) y menor calidad, lo cual coincide con resultados de Cebula (1995); estas características del fruto reflejaron el efecto de la severidad de la poda en la cuarta bifurcación para algunos híbridos, acentuándose cuando se podó en la última bifurcación; sin embargo, algunos materiales tuvieron fruto con dimensiones aceptables para su comercialización nacional, según los requerimientos mínimos de las normas mexicanas (calidad suprema).

Dentro de los híbridos evaluados, algunos tuvieron buen comportamiento al contar con frutos de buen tamaño, planta con buen número de frutos sin perder calidad ni tamaño y con rendimiento individual (1.92 kg·planta-1) y por parcela (11.5 kg·m-2), superando lo calculado por Nuez et al. (1996) de 8 a 10 kg·m-2 en invernadero durante un ciclo de primavera semejante a aquel en que se desarrolló este cultivo.

Al realizar una extrapolación del rendimiento máximo obtenido en las condiciones en que se desarrolló el experimento, en una hectárea es factible obtener 115 t·ha-1, en un ciclo no mayor a seis meses de duración, desde la siembra hasta fin de cosecha, por lo que se podrían lograr hasta 230 t·ha-1·año-1 haciendo dos ciclos de cultivo al año, lo cual es un rendimiento mayor de lo reportado por la Fundación Mexicana para la Investigación Agropecuaria y Forestal (FUMIAF, 2005), para la producción en invernadero con tecnología intermedia (130 t·ha-1·año-1) y cercano a lo reportado en los Países Bajos, 272 t·ha-1 (FAO, 2007), con la ventaja de no necesitar elevada inversión para la producción de este cultivo, ya que en este estudio se usó un invernadero con tecnología mediana que está al alcance de muchos productores del país.

Los híbridos Cyrus, Moonset, Magno y Giacomo tuvieron plantas más compactas y cerradas que, aunque fueron de menor rendimiento que el híbrido Grandísimo, posibilitan tener un mayor número de plantas por unidad de superficie sin que la radiación solar incidente o el espacio sean factores limitantes, además de ser materiales precoces, lo que incrementaría el rendimiento por unidad de superficie y tiempo. Por otro lado, el híbrido Grandísimo aunque es de alto rendimiento tiene una planta más ancha, lo que dificultaría su manejo en mayor densidad a la aquí evaluada.

 

CONCLUSIONES

En general, el híbrido Giacomo, con frutos de color amarillo y sólo 91 días de trasplante a cosecha, fue el más precoz dentro del grupo de 13 híbridos evaluados. De forma contraria, Grandísimo, de color rojo, fue el más tardío al tener un ciclo de 117 días de trasplante a cosecha.

En promedio de los 13 híbridos de pimiento morrón, la emergencia ocurrió a los 16 dds; la primera, segunda y tercera hojas verdaderas aparecieron a los 37, 47 y 61 dds, respectivamente; la primera, segunda, tercera y cuarta bifurcaciones ocurrieron a los 10, 17, 25 y 30 ddt; mientras que la floración, fructificación, cambio de color (envero) y cosecha iniciaron a los 33, 44, 93 y 102 ddt, en cada caso.

El híbrido Orión tuvo buena calidad de fruto con peso promedio individual de 178.7 g, así como mayor anchura (9.2 cm) y longitud (7 cm), comportándose como frutos de primera calidad dentro del mercado nacional. Consecuentemente, presentó el mayor rendimiento por planta (1.9 kg·m-2) y por parcela (11.5 kg·m-2); el híbrido de menor rendimiento fue Magno (5.7 kg·m-2).

 

LITERATURA CITADA

BENACCHIO S., S. 1982. Algunas exigencias agroecológicas en 58 especies de cultivo potencial de producción en el Trópico Americano. PONAIAP. Centro Nacional de Investigaciones Agropecuarias. Ministerio de Agricultura y Cría. Maracay, Venezuela. 202 p.         [ Links ]

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