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Revista Chapingo. Serie horticultura

versión On-line ISSN 2007-4034versión impresa ISSN 1027-152X

Rev. Chapingo Ser.Hortic vol.17 no.3 Chapingo sep./dic. 2011

 

Producción organomineral de tulipán (Tulipa gesneriana L.) para flor de corte

 

Organo–mineral production of tulip (Tulipa gesneriana L.) for cut flowers

 

María de las Nieves Rodríguez–Mendoza1*; Berenice Osorio–Rosales1; Libia I. Trejo–Téllez1; María de Lourdes Arévalo–Galarza2; Ana María Castillo–González3

 

1 Nutrición Vegetal. Colegio de Postgraduados. Carretera México–Texcoco. km 36.5, Montecillo, Edo. de México, C. P. 56230. MÉXICO. Correo–e: marinie@colpos.mx (*Autora para correspondencia); tlibia@colpos.mx. bereor@colpos.mx.

2 Fruticultura. Colegio de Postgraduados. Carretera México–Texcoco. km 36.5, Montecillo, Edo. de México. C. P. 56230. MÉXICO. Correo–e: larevalo@colpos.mx.

3 Departamento de Fitotecnia, Universidad Autónoma Chapingo. Chapingo, Estado de México. C. P. 56230. MÉXICO. Correo–e: anasofiacasg@hotmail.com

 

Recibido: 4 de octubre, 2010.
Aceptado:12 de septiembre, 2011.

 

Resumen

Bajo condiciones de invernadero se evaluó el desarrollo de plantas de tulipán (Tulipa gesneriana L.) cv Golden Apeldoorn a la aplicación de solución Steiner en diferentes concentraciones, y la aplicación de nutrientes orgánicos a la raíz (Aminofit Extra®) y al follaje (miel de abeja a 2 %). Al corte de la flor se encontraron diferencias del grosor de tallo, intensidad del verde en follaje y contenido nutrimental entre los tratamientos. En vida de florero, las plantas testigo tuvieron seis días de vida, las regadas con solución Steiner 12 días, y las adicionadas con miel de abeja al follaje 15 días. Se concluye que la combinación de solución de Steiner al 100 % y la fertilización foliar de miel de abeja incrementan la calidad de la flor.

Palabras clave: cv. Golden Apeldoorn, fertilización orgánica, fertilización foliar, miel de abeja.

 

Abstract

An evaluation was made of tulip plants (Tulipa gesneriana L.) cv Golden Apeldoorn under greenhouse conditions, with the application of Steiner solution in different concentrations, and the application of organic nutrients to the root (Aminofit Extra®) and to foliage (bee honey at 2 %). In the cut flower, differences were found in stem thickness, intensity of green in foliage and nutrient content among treatments. In vase life, the control plants lasted six days, those irrigated with Steiner solution (100 %), 12 days, and those with honey applied to the foliage, 15 days. It is concluded that the combination of Steiner solution at 100 % and foliar fertilization with honey increases flower quality.

Key words: cv. Golden Apeldoorn, organic fertilization, honey.

 

INTRODUCCIÓN

El tulipán (Tulipa gesneriana L.), considerado flor de especialidad por sus pétalos de colores muy vistosos, tiene una demanda importante en el mercado actual tanto nacional como internacional: México es el tercer país que exporta esta flor a Estados Unidos, con un ingreso de divisas de 23 millones de euros, compitiendo con países como Colombia, Ecuador y Holanda (Buschman, 2005).

Las casas comerciales donde se adquieren los bulbos recomiendan dosis bajas de fertilizantes, argumentando que la reserva nutrimental que hay en el bulbo es suficiente para el desarrollo del cultivo. Aunque Boshi et al (1994) mencionan que durante el desarrollo el tulipán almacena reservas en el tallo para florecer y tener larga vida de florero, se tienen evidencias de que el nitrógeno en los bulbos es insuficiente para cubrir completamente la demanda en el periodo de crecimiento, por lo que es importante suministrar alguna fuente externa de N, P y K sin llegar al exceso que repercute en la calidad de la flor (Artacho y Pinochet, 2008). Cuando hay deficiencias nutrimentales es posible que los tallos no desarrollen con vigor, se presenten más largos y delgados y se curven con facilidad (Bañon et al., 1993).

La incorporación de fertilizantes foliares como complemento a la nutrición ha sido una herramienta de gran utilidad que permite corregir en forma rápida deficiencias nutrimentales en cultivos potencialmente económicos (Kolota y Osinska, 2001). La experiencia de 10 años con fertilización foliar hecha a base de miel de abeja al 2 % como complemento a la nutrición mineral, ha demostrado que incrementa la calidad de frutas y hortalizas; en el caso específico de ornamentales aumenta el vigor y color de la flor, así como el control de patógenos (Betancourt et al., 2005; Gómez et al., 2006; Joseph et al., 2002). Esta combinación de la solución mineral y aplicación de compuestos orgánicos como la miel de abeja o aminoácidos (aminofit) conforman una nutrición organomineral.

Los componentes principales de la miel como glucosa, fructosa, proteínas, aminoácidos, enzimas, ácidos orgánicos (Sepúlveda, 1993) y la presencia de hormonas, vitaminas, minerales y otros constituyentes orgánicos, le confieren a este producto un gran potencial que merece ser estudiado (Villegas et al., 2001).

El objetivo del presente trabajo fue estudiar el efecto de la combinación de nutrición mineral y orgánica a la raíz y nutrición orgánica foliar en el desarrollo del cultivo, la calidad de tallos y vida en florero de tulipán para flor de corte.

 

MATERIALES Y MÉTODOS

La investigación se realizó en un invernadero de tipo cenital de estructura metálica y cubierto con plástico blanco lechoso ubicado en el Colegio de Postgraduados, Campus Montecillo, localizado en Montecillo, Estado de México, a 98° 53' 3" latitud norte y 2,220 m. El experimento se estableció en noviembre y se cosechó a finales de enero de 2008; durante ese periodo se registró una temperatura mínima de 1.5 °C y máxima de 22 °C. Se colocó malla sombra de 50 % que corresponde a 165.4 µmol·m2·s–1 y se midió en promedio una humedad relativa de 84 %. Los bulbos de tulipán utilizados fueron del cv Golden Apeldoorn de calibre 11–12. La siembra de éstos (que previamente fueron sometidos a un proceso de pelado, retirando la túnica y desinfección con benomil 2 g·L–1) se llevó a cabo en macetas de 7" con sustrato a base de una mezcla de perlita, tezontle y turba de pantano (relación 1:1:0.83). En total se instalaron diez tratamientos que comprendieron cuatro concentraciones de la solución Steiner (25, 50, 75 y 100 %) a partir de la solución reportada por Steiner (1984), la aplicación a la raíz de Aminofit Extra® (aminoácidos encapsulados biosintéticos) al 0.01 % en la solución Steiner completa y la aplicación foliar de miel de abeja al 2 % (Cuadro 1). Cada tratamiento se conformó de 14 macetas (unidad experimental) con tres bulbos en cada una, teniendo un total de 42 repeticiones por tratamiento. El diseño experimental fue completamente al azar. El tratamiento de fertilización foliar con miel de abeja al 2 % se aplicó cada siete días por la mañana a punto de goteo; por las características de la miel, no se utilizó ningún adherente ni surfactante.

En cada tratamiento, al momento en que se abrió la flor se cortaron los tallos florales (15 por tratamiento) para evaluar altura de planta (con cinta métrica desde la base del tallo hasta el botón floral), diámetro superior (en el punto donde se inicia el botón floral) con un vernier digital Stainless Hardened, lecturas SPAD en la región media superior de las tres hojas que tenía la planta, utilizando un medidor portátil Minolta SPAD–502. Una vez realizadas las evaluaciones agronómicas, el material vegetal se colocó en estufa de aire forzado por 72 horas a 70 °C, se molió para análisis foliar, se determinó nitrógeno total aplicando el método microKjeldhal, fósforo, hierro y magnesio mediante AES–ICP (Inductively Coupled Plasma Emision Spectrometer) Modelo Liberty 11 Secuencial marca Varian.

La vida en florero de los tallos de tulipán se evaluó en un cuarto bien iluminado (643.43 µmol·m2·s–1) con una temperatura mínima de 15 °C y máxima de 28 °C. Se seleccionaron las plantas de cinco macetas por cada tratamiento, se cortaron los tallos florales y se colocaron en recipientes de plástico con 500 ml de agua de la llave con pH 7.4; el acomodo de los recipientes fue completamente al azar. Para evaluar el consumo de agua (ml) de los tallos por día, cada 48 horas se sacaba el tallo del recipiente, se medía el gasto de agua y se recuperaba el consumo, observando los cambios visibles de maduración de las flores, considerando el término de su vida útil cuando dos de sus pétalos se encontraban marchitos. Para el análisis de los datos se utilizó el Sistema de Análisis Estadístico SAS (Statistical Análisis System: SAS, V8, 1999) para aplicar la prueba de Tukey (P<0.05), y análisis de contrastes ortogonales para cada una de las variables evaluadas.

 

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

Durante el desarrollo del cultivo, en el invernadero se presentaron temperaturas muy por debajo de la mínima reportada por Nard et al. (1997), que es de 10 °C; durante varios días se presentaron temperaturas de 4 °C, observándose que el desarrollo en los tallos era mucho más lento. Vidale (2001) reporta que la temperatura ideal para el desarrollo del tulipán está entre 17 y 25 °C, valores muy arriba de lo que se presentó en nuestras condiciones; a pesar de esto se observaron diferencias en la altura entre los tratamientos, hasta de 7.59 cm entre el tallo más corto y el más largo, el análisis estadístico mostró diferencias significativas entre la aplicación de la solución de Steiner al 25 y 50 % (Cuadro 2). Para hablar del vigor de las plantas debe haber una relación directa entre largo y grosor. Las plantas que fueron regadas sólo con agua presentaron tallos tan altos como los obtenidos con solución nutritiva al 50 %, pero los primeros fueron raquíticos, menos rígidos y visiblemente curvados, lo que en vida de florero es una desventaja; por eso algunos floricultores, en la preparación de arreglos florales, acuden al anillamiento de la flor con un alambre, para que de esta forma no se incremente la curvatura del tallo.

Cuando se agregó Aminofit Extra® al 0.01% en el riego o se aplicó al follaje miel de abeja, disminuyó la longitud del tallo pero se incrementó el diámetro apical haciendo un tallo más fuerte, éstos cumplieron con la norma de calidad para comercialización que es una altura mayor a los 45 cm (Centro Internacional de Bulbos de Flor, 2004).

El suministro continuo de los minerales en cada riego permitió la dosificación de los nutrimentos y un mejor aprovechamiento por el cultivo, comprobado por las diferentes alturas y grosor de los tallos florales que se presentaron entre los tratamientos; De Hertog y Barrett (1998) comprobaron que en la producción forzada del tulipán, en especial del cv Golden Apeldoorn, una sola aplicación de NPK en dosis de 28–8.8–16.6 kg·ha–1 incrementó la altura de la planta pero retrasó la floración, por lo que recomiendan que la aplicación del fertilizante sea dosificada a lo largo del desarrollo del cultivo. Lee y Suh (2005) demostraron cómo la altura del tulipán en esta misma variedad, está directamente relacionada con la cantidad de nitrógeno y potasio que se suministra, así como qué dosis altas de nitrógeno repercuten en la altura del tallo y los días a floración.

El diámetro apical se desarrolló en función de la nutrición suministrada a las plantas. A mayor concentración de la solución nutritiva y fertilización foliar, más grueso fue el diámetro apical. Las plantas que se regaron sólo con agua, fueron las más delgadas; la sola aplicación de miel de abeja incrementó en 27 % el diámetro del tallo apical sobre las plantas testigo (agua). Estos resultados demuestran que las reservas que hay en el bulbo no son suficientes para el desarrollo de la planta, ya que aplicar el fertilizante foliar orgánico favoreció el desarrollo del tallo floral. Con la aplicación de la solución de Steiner al 100 % y la fertilización foliar con miel de abeja, se incrementó el grosor del tallo en 81 % en comparación con las plantas testigo (Cuadro 2). El riego con solución organomineral (Steiner a 50 % + Aminofit®) y aplicación foliar de miel de abeja favoreció sólo en 11 % el grosor del tallo.

Tallos más altos y gruesos favorecieron la calidad de la flor de corte, y se incrementó la resistencia del tallo al acame. La misma respuesta aplicando la fertilización foliar con miel de abeja, fue encontrada por Betancourt et al. (2005) en flores de Lilium cv Stargazer. En tomate (Licopersicon esculentum Mill) también se incrementó el grosor del tallo de la plántula con aplicaciones foliares de miel de abeja, favoreciendo con ello el trasplante (Villegas et al., 2001).

Las lecturas SPAD que de forma indirecta determinan niveles de nitrógeno y clorofila deben ser consideradas en función del cultivar en evaluación, la edad fisiológica de la hoja donde se va a hacer la lectura, la posición y la hora de evaluación (Cavins y Dole, 2002). Es importante no hacer comparaciones de lecturas SPAD que no sean del mismo cultivo, ya que el cultivar Golden Apeldoorn por sus características fenotípicas presenta un color verde claro grisáceo en sus hojas, a diferencia de otros cultivares de la misma especie que presentan verde más intenso. Las mayores lecturas SPAD se obtuvieron cuando las plantas fueron regadas con solución Steiner al 100 % sin y con aplicación foliar de miel de abeja (55.10 y 55.71); estos tratamientos tienen los niveles más altos de nitrógeno (Cuadro 3).

La concentración de nitrógeno se relaciona con las diferencias en el verdor de las hojas en función de los tratamientos aplicados, y, al igual que lo reportado por Rodríguez et al. (1998), fue posible medir la clorofila y correlacionar las unidades en función de la nutrición de las plantas. La combinación de la fertilización foliar y aplicación de solución nutritiva a la raíz permitió, como lo mencionan Trejo–Téllez et al. (2007), observar la eficiencia de la fertilización al follaje cuando vía radical no son suministrados los requerimientos en su totalidad.

En el análisis nutrimental se encontraron diferencias estadísticas altamente significativas (Cuadro 3); cuando se aplicó la solución de Steiner al 100 % incrementó hasta 1.15 % la concentración de nitrógeno en relación al testigo, y cuando se combinó la misma solución con fertilización foliar el aumento fue únicamente de 0.72 %. Artacho y Pinochet (2008) encontraron concentraciones de nitrógeno similares a las obtenidas en la presente investigación, y confirman la importancia de la dosificación de nitrógeno a lo largo del cultivo. Las concentraciones más altas de este nutrimento coinciden con los valores más altos de lecturas SPAD, comprobando una vez más cómo el nivel de concentración de nitrógeno se asocia con la nutrición mineral y el estado fisiológico de la planta (Rodríguez et al., 1998).

La mayor concentración de fósforo se presentó en las plantas donde se aplicó solución Steiner al 100 % y FFMA (4571.4 mg·kg–1). El análisis de contrastes ortogonales muestra diferencias estadísticas significativas entre las plantas regadas sólo con agua y la aplicación foliar de miel de abeja. No hay diferencias estadísticas significativas en la concentración de magnesio. En la literatura no se reportan niveles nutrimentales específicos para tulipán; sin embargo, los valores obtenidos en la presente investigación se encuentran dentro del intervalo medio de flores bulbosas como lilis y gladiolas (Mills y Benton–Jones, 1996).

La absorción del hierro se favoreció en todos los tratamientos donde se aplicó solución nutritiva (Cuadro 3), y el análisis de contrastes ortogonales (Cuadro 4) muestra que la concentración de nitrógeno, fósforo y magnesio está principalmente en función de la aplicación foliar de miel de abeja.

El análisis nutrimental que se hizo indicó la cantidad de minerales que tenían los tallos florales al momento de la cosecha, lo cual permitió contrastar los tratamientos establecidos, en el momento y estado fenológico en que se hizo el corte; sin embargo, con los datos obtenidos no es posible hablar de niveles de suficiencia nutrimental, pues sería necesario haber hecho varios muestreos del cultivo durante el desarrollo en invernadero. El incremento en la concentración de cada ion en función de las aplicaciones de solución nutritiva y fertilización foliar, muestra que este cultivo demanda más nutrimentos que los suministrados por las reservas del bulbo.

En vida de florero el consumo de agua por planta y día fue directamente proporcional a la cantidad de nutrimentos que se suministraron en el invernadero durante la producción de la flor. El tratamiento con aplicación de la solución al 100 % y la aplicación foliar de miel de abeja hicieron que se consumiera mayor cantidad de agua por tallo por día, que los tallos testigo y aquéllos a los que sólo se les suministró agua más miel de abeja al follaje (Figura 1). El análisis ortogonal mostró diferencias altamente significativas (Cuadro 4) entre los tratamientos con fertilización foliar, presentando un aumento del 13 % en la absorción de agua sobre aquéllos que se fertilizaron únicamente al sustrato. Conforme fue aumentando la concentración de la solución nutritiva, las diferencias en absorción de agua por parte de los tallos de tulipán fue mayor, en comparación con el testigo (agua) y el tratamiento de agua con fertilización foliar.

El consumo de agua en el florero fue proporcional a la cantidad de nutrimentos suministrados a las plantas; conforme aumentó la concentración de la solución nutritiva y el suministro de fertilizante foliar, el consumo de agua por tallo en el florero se incrementó. Los tallos cortados provenientes de plantas donde se hizo la aplicación de solución nutritiva al 25 % y aplicación foliar de miel de abeja, consumieron en promedio 8 ml de agua por día, y en tallos florales provenientes de plantas donde sólo se suministró la solución nutritiva en el invernadero, el consumo de agua en florero fue de 7.5 ml·día–1 (Figura 1).

Cuando se utilizó la solución al 50 % y se hizo fertilización foliar la absorción de agua por las plantas fue de 9 ml·día–1 y sin fertilización foliar fue 7 ml·día–1, con un aumento en la absorción de agua de 6.9 %. Sin embargo, cuando la solución se aplicó al 100 % con fertilización foliar y sin el consumo de agua fue de 11 ml·día–1 y 9.9 ml·día–1, lo que en comparación con el testigo representa un aumento de un 38 %. De acuerdo con las observaciones hechas a los tallos florales durante la vida de florero, se considera que el uso de miel de abeja como fertilizante foliar incrementó los niveles de carbohidratos en las plantas, lo que favoreció la absorción de agua prolongando la turgencia de las flores, cual a su vez lo ayudó a que los tallos florales se mantuvieran por más tiempo retrasando la senescencia de las flores (Figura 2).

Mayak et al. (2001) concluyeron que en las flores de corte existe un ascenso de azúcares solubles, que ayuda a mantener estable el potencial en el xilema y mantiene las flores con más vigor. El ascenso de los carbohidratos se debe a la presión osmótica, lo que da como resultado un aumento en la turgencia de las flores. Debido a lo anterior, la importancia de los carbohidratos aportados a la planta vía foliar se refleja en la calidad de los tallos florales y la vida de florero.

La duración de las flores presentó diferencias altamente significativas (P<0.01). Las plantas a las que en invernadero se les aplicó miel de abeja además de solución nutritiva, superaron en un 18 % la duración de días en florero en comparación con las que no contaron con fertilización foliar (Figura 2).

El efecto de la aplicación de miel de abeja sobre el follaje se observó al hacer una comparación de las plantas que contaron con fertilización foliar como única fuente de nutrición, las cuales duraron en promedio 10 días, lo que indicó un aumento del 62 % sobre las plantas que únicamente desarrollaron con las reservas del bulbo (testigo), presentando éstas una duración de seis días en florero. Existen varias investigaciones que relacionan la cantidad de carbohidratos con la vida de florero. Marissen (2001) encontró en rosas de corte que era necesario un nivel alto de azúcares como requisito previo para una vida larga de florero, debido a que los azúcares se utilizan como sustrato para la respiración tanto como para la síntesis y la osmorregulación, retrasando así la senescencia. Druege (2001) y Mayak et al. (2001), al realizar estudios en poscosecha de diferentes especies ornamentales, encontraron que disminuir la cantidad de carbohidratos trae como consecuencia una baja en la tasa fotosintética de las plantas, lo que repercute de forma negativa en la vida de florero. Los tallos provenientes de las plantas donde se aplicó la solución Steiner al 50 y 100 % con fertilización foliar y sin ella obtuvieron una vida de florero promedio de 11 y 15 días, lo que representa un incremento del 37 % y 69 % en comparación con el testigo (agua) y el tratamiento de agua más fertilización foliar (Figura 2). Estos resultados son alentadores para los floristas, ya que en promedio las flores de tulipán duran seis días, observando en este caso que la nutrición en combinación con la fertilización foliar con miel de abeja casi duplica el tiempo de vida de los tallos florales. Las flores con un mayor grosor en tallo y mejor vida de florero representan una opción en este cultivo con posibilidades de competir en el mercado actual, ya que los tallos obtenidos fueron de primera calidad (+45 cm).

 

CONCLUSIONES

Las reservas nutrimentales con las que cuentan los bulbos, no son suficientes para garantizar la calidad de los tallos florales.

La aplicación a la raíz de la solución Steiner al 100 % favoreció el desarrollo del cultivo, y la fertilización foliar con miel de abeja como complemento incrementó la calidad de los tallos florales.

El uso de Aminofit® no favoreció notablemente la calidad de los tallos florales.

El consumo de agua en florero fue directamente proporcional a la cantidad de nutrimentos suministrados al cultivo durante su desarrollo.

La calidad de los tallos florales al corte y su vida en florero, están estrechamente relacionadas con el uso de los fertilizantes minerales a la raíz y la aplicación foliar de miel de abeja durante el desarrollo de la planta en el invernadero.

 

LITERATURA CITADA

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