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Revista de la Sociedad Química de México

versión impresa ISSN 0583-7693

Rev. Soc. Quím. Méx vol.48 no.4 Ciudad de México oct./dic. 2004

 

Obituario

 

Nos vemos, Ray

 

Guillermo Negrón Silva

 

Departamento de Ciencias Básicas. Universidad Autónoma Metropolitana-Azcapotzalco. Av. San Pablo 180. Col. Reynosa Tamaulipas. México 02200, D. F. E-mail: gns@correo.azc.uam.mx

 

Tengo a bien expresar sucintamente mis remembranzas respecto a la coincidencia afectiva y profesional que tuve con Ray. Esta se remonta a los años setentas del siglo pasado, cuando éramos estudiantes del posgrado en la Facultad de Química de la UNAM; él de doctorado, yo de maestría, y ambos tesistas del Instituto de Química. Perteneció a la generación de los que jugaban frontón: esos inolvidables duelos de dos contra uno o 10, y las malas, que ofrecía habitualmente Eduardo a sus amigables adversarios; y en el tochito, en la explanada de las islas frente a la entonces Torre de Ciencias, actualmente Torre II de Humanidades, en Ciudad Universitaria, donde el juego se detenía por algunos segundos, mientras éramos testigos de los clásicos sprints entre Alfredo y Ray, con la solidaria participación de Ignacio, Manuel, Rafael, Nilo, Raymundo S., Dino, Héctor, Pavón, Nacho, Noé, Guillermo y algunos otros nombres que se quedan en el tintero. Desde entonces y hasta sus últimos días Ray fue siempre un deportista metódico. Fueron memorables aquellos encuentros de squash con su posterior purificador sauna, con Eduardo, Juan Manuel, Ignacio S. y Raúl, hasta que alguien descubrió un lugar en San Jerónimo, donde se ofrecían unas deliciosas salchichas y cerveza de barril. En la época en que aún existía la glorieta Riviera, gracias a Ray y a Francisco conocí el parque del Seguro Social, donde ambos eran tratados familiarmente por los vendedores del estadio, lo cual ponía en evidencia que eran espectadores asiduos. En 1991, iniciamos Ray y yo colaboraciones referentes a la investigación química de los nucleósidos, motivados por la necesidad de obtener análogos que presentaran una actividad potencial anti-VIH. Entre varios trabajos, describimos un nuevo método one pot (un solo procedimiento experimental) de síntesis de D4T, y se llevaron a cabo las reacciones de escalamiento para la obtención de las drogas anti-VIH comerciales AZT y D4T, para ser utilizadas posteriormente en investigaciones clínicas. Dentro de las actividades de divulgación de la ciencia en las que se involucró Ray, me viene a la mente el simposio de síntesis orgánica, organizado en el Instituto de Química de la UNAM, al cual asistieron el profesor Sir Derek Barton, Premio Nobel de Química, a quien fuimos a buscar junto con Lydia a su hotel donde se encontraba alojado en la Ciudad de México, y el profesor Alan Katritzky, con quien Ray realizó una estancia pos-doctoral en Inglaterra. Anecdóticamente puedo mencionar, que cuando Ray nos visitó en Oxford, se comportó locuazmente afectivo. Recordaba su estancia, algunos años atrás, en Norwich, Inglaterra, y visitó los lugares donde había vivido científica y familiarmente, percatándose, de manera obvia, que todo había cambiado. En sus recuerdos de Norwich, los personajes centrales recurrentes eran Cristina y Mon, y como tema de fondo, la química heterocíclica. Años después se agregó su hijo Pablo a nuestros aleatorios encuentros en el club Casablanca, en la Ciudad de México. Creo que nuestro viaje a Chile y Argentina, cuando asistimos a un Congreso Internacional de Química, lo marcó profundamente. Ray era un hombre de pocas horas de sueño, y recuerdo que un día en la austral ciudad de Concepción, nos manifestó que hacía mucho tiempo que no dormía tanto y tan bien, a lo cual le respondí: "es el aire de puro Chile, compadre". Recuerdo que impresionó gratamente a mis padres, hermanos y amigos, a Choche y a Romilio, por su sencillez y afectividad. También es recordado gratamente por los investigadores "argentino-franceses" Emilio y Carmen, quienes nos acogieron cariñosamente en el gran Buenos Aires. Posterior a este viaje tuve el privilegio de conocer a sus padres y hermanos, y reconocí a Ray como el exponente familiar típico del México profundo. Dentro de nuestra convivencia a lo largo de las décadas son inolvidables aquellas gratas y afectuosas reuniones con Cristina y Gloria, y sus respectivos Raymundos, con Susan, Cata, Lety, Jacobo, Armando y Jesús, entre otros. Estos encuentros se caracterizaban por su carga emotiva y preocupación reiterativa por el presente y futuro del ámbito químico universitario, dentro de un profundo respeto por los maestros e investigadores de la Facultad y del Instituto. No cabe duda que Ray era un hombre institucional, lo cual queda demostrado por su comportamiento durante y después de los procesos de designación de Director del Instituto, en los cuales participó. Hasta el fin de sus días fue un puma de corazón. En otro de tantos encuentros tuvimos la oportunidad de vernos en el Institut de Chimie des Substances Naturelles del CNRS, Francia, donde estableció una colaboración con el profesor Zard y en cuyo laboratorio el Dr. Luis Demetrio Miranda, a quien Ray siempre le guardó especial cariño, se involucró con la química de los radicales libres. Como no recordar los encuentros con los profesores David Crich de la Universidad de Chicago, con René Clement de la Université de Paris Sud, y con Leticia, tanto en Puebla como en la Ciudad de México. Con respecto a su desempeño en el campo de la docencia en química, es por todos reconocido que Ray fue siempre un maestro metodológicamente riguroso. Es indudable que en estas remembranzas se omiten involuntariamente muchos nombres, por lo cual me disculpo, y se reconocen otros quienes ya no están con nosotros, pero todos nos acompañaron, incidentalmente, en este pequeño lapso de tiempo de la vida de Ray. Nos vemos, Ray.

Ray: Dr. Raymundo Cruz Almanza; Cristina: M. en C. Cristina Lemini Guzmán; Mon: Dra. Mónica Cruz Lemini; Pablo: Pablo Cruz Lemini; Eduardo: Dr. Eduardo Díaz Torres; Alfredo: Dr. Alfredo Ortega Hernández; Manuel: Dr. Manuel Jiménez Estrada; Raúl: Dr. Raúl Enríquez Habib; Juan Manuel: Dr. Juan Manuel Fernández González; Rafael: Rafael Noriega Velázquez; Nilo: Nilo Serrano Guzmán; Ignacio: Dr. Ignacio Salazar Sandoval; Raymundo S.: M. en C. Raymundo Saucedo Saucedo; Dino: Dr. Dino Gnecco Medina; Héctor: Dr. Héctor Barrios López; Noé: Dr. Noé Rosas Espinosa; Pavón: M. en C. Miguel Ángel Pavón Lara; Nacho: Dr. Ignacio Sánchez Flores; Francisco: Dr. Francisco Yuste López; Lydia: Dra. Lydia Rodríguez Hahn; Choche: M. en C. Jorge Sanhueza de la Fuente; Romilio: Dr. Romilio Espejo; Emilio: Dr. Emilio Rivas; Carmen: Dra. Carmen Sánchez; Raymundo: Dr. Raymundo Cea Olivares; Gloria: Química Gloria Lira Ortega; Susan: Lic. Susan Jones; Cata: Catalina de la Torre Morán; Lety: Dra. Leticia Lomas Romero; Jacobo: Dr. Jacobo Gómez-Lara; Armando: Dr. Armando Cabrera Ortiz; Jesús: Dr. Jesús Valdés Martínez; Leticia: Dra. Leticia Quintero Cortés; Guillermo: Dr. Guillermo Negrón Silva.

 

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