El Dr. Nuche Cabrera nació el 13 de octubre de 1941 en Apizaco, Tlaxcala. De padres mexicanos, fue el segundo de 10 hijos. Desde su nacimiento presentó una serie de enfermedades que pusieron en riesgo su vida en varias ocasiones. Fue un niño muy enfermizo, tanto que los médicos le daban pocas posibilidades de sobrevivir, pero gracias a los cuidados estrictos de sus padres pudo sobreponerse a la infortunada situación física que presentaba debido a sus frecuentes enfermedades.

Inició su actividad escolar desde muy temprana edad con el apoyo e influencia de su madre, por lo que comenzó sus estudios a muy temprana edad. Su aspecto físico siempre fue muy delgado y de baja estatura, debido a ello solía ser sumiso ante su entorno, además el carácter severo de su padre lo orillaba a ser muy estricto en sus tareas. Debido a su facilidad de aprendizaje y entusiasmo, destacó en sus estudios como el número uno en el grupo de su generación.

Derivado de las exigencias de su padre, Eduardo buscó su independencia desarrollando diversas tareas manuales, ya en su adolescencia adquirió muchas habilidades en el aspecto deportivo y fue así como también destacó en estas nuevas disciplinas. Por su apego al deporte, llegó a desempeñar actividades como entrenador profesional en algunas actividades deportivas, participó en los Juegos Olímpicos de México 1968 y representó a su ciudad natal al correr como relevo con la antorcha olímpica en el estado de Tlaxcala.

Su carrera como médico cirujano la realizó en la Facultad de Medicina de la UNAM, de donde se graduó en 1976, llevó a cabo la Especialidad en Anestesiología en el Hospital Juárez de la Ciudad de México en 1977, y posteriormente se abrió camino como médico adscrito en el servicio de Anestesiología en el Hospital Central Sur de Alta especialidad de Petróleos Mexicanos.

Efectuó diversos diplomados en: algología, tanatología, anestesia en ginecología y obstetricia, además fue profesor en instituciones educativas como:

Su preparación profesional y docente se mantuvo vigente hasta el último momento de su vida. Siempre será recordado como un gran hijo, hermano, padre, médico, maestro y compañero, el amor por su carrera lo condujo a tratar a todas las personas con generosidad sin importar género, condición económica o social, raza o religión. Desarrolló creatividad para trabajar en condiciones carentes de la especialidad y encontró rápidamente la forma de solucionar cualquier dificultad (Figuras 1 y 2).

Figura 1: Dr. Eduardo Nuche Cabrera, Tlaxcala, Hgo. 

Figura 2: El Dr. Eduardo Nuche en una entrevista acerca de su trayectoria como anestesiólogo. 

En el transcurso de este año, a la edad de 81 años, presentó frecuentes episodios de enfermedad pulmonar, misma que se complicó con un cuadro de fibrosis pulmonar que lo llevó a fallecer el 6 de abril de este año.

El Dr. Eduardo Nuche deja una gran enseñanza y experiencias que formarán fuertes bases para la preparación de los médicos anestesiólogos en generaciones futuras.