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Problemas del desarrollo

versión impresa ISSN 0301-7036

Prob. Des vol.43 no.168 Ciudad de México ene./mar. 2012

 

Reseñas

 

La crisis de la financiarización, Costas Lapavitsas (coordinador), Carlos Morera (compilador)

 

The Crisis of the Financialization , Costas Lapavitsas (coordinator), Carlos Morera (compiler)

 

Sergio Cámara

 

IIEC-UNAM y CLACSO, 1a ed., 2011

 

Universidad Autónoma Metropolitana

 

El libro es una compilación de artículos en los que se analiza la crisis financiera mundial desde el enfoque económico marxista, insertándose en la vertiente que enfatiza las características específicas del neoliberalismo frente a su análisis como crisis de rentabilidad y del proceso de acumulación real. Los artículos ubican al proceso de financiarización de la economía mundial como el aspecto central en la caracterización del neoliberalismo y de la crisis de 2008-2009, analizan de forma subordinada sus otros pilares fundamentales: las transformaciones en los procesos de trabajo y en la distribución del ingreso y la globalización del capital.

La contextualización estructural de la financiarización se aborda en los trabajos de Lapavitsas y Morera y Rojas, aunque sólo el último vincula el proceso de financiarización con la recomposición de las condiciones de valorización del capital a consecuencia de la crisis estructural de rentabilidad de los años setenta, un elemento esencial para comprender dicho proceso. En concreto, Morera y Rojas la sitúan en el contexto de una profunda transformación estructural de la economía mundial caracterizada por la salida de la crisis estructural, la caída del socialismo real y las mutaciones de la economía china. Dos capítulos enfatizan tres aspectos de la acumulación real relacionados con la financiarización: i) las transformaciones en los procesos de trabajo asociadas a las nuevas tecnologías, la desregulación de las relaciones laborales y el ataque al salario y las condiciones de trabajo, que implicaron un aumento de la intensidad y explotación del trabajo; ii) el débil proceso de acumulación real, plasmado en el exiguo incremento de la productividad y la débil dinámica industrial, con excepción del auge de las nuevas tecnologías en los noventa en Estados Unidos; y iii) el dominio de las trasnacionales como consecuencia de los procesos de concentración y centralización del capital.

A lo largo del presente trabajo, se define la financiarización como una transformación sistémica de la relación estructural entre la esfera de la producción y de la circulación, entre el capital productivo y financiero o entre las fuentes de ganancia e inversión productiva y financiera, siempre en favor de estas últimas. Los distintos autores analizan el sistema financiero en su vinculación a las necesidades de acumulación y financiamiento del capital industrial y comercial, y tres de ellos realizan interesantes reflexiones teóricas desde la economía política marxista. Lapavitsas analiza la relación entre "finanzas" e "industria", desechando un enfoque basado en la idea del capitalista ocioso rentista y argumenta la no pertinencia del concepto de capital financiero de Hilferding en el proceso de financiarización actual. Dos Santos aborda la formación de los precios y ganancias en los mercados financieros, así como las relaciones sociales implícitas. Finalmente, Panceira analiza la dimensión monetaria y financiera de la crisis, rescatando la distinción entre las crisis con origen real o financiero, siendo crisis actual del segundo tipo, y la dimensión internacional de la financiarización a partir del concepto de dinero mundial.

Los trabajos de Lapavitsas, Dos Santos, Dimsky (este último orientado a la discriminación racial) e Itoh (en comparación con la economía japonesa) subrayan la nueva estructura del sistema financiero en el contexto de la financiarización. El factor inicial se ubica en el financiamiento de las grandes empresas capitalistas mediante las ganancias retenidas y la emisión directa de acciones y obligaciones. La banca comercial, obligada a buscar nuevas fuentes de ganancia, dirige su actividad al préstamo a los hogares para el consumo y a la intermediación en los mercados financieros, lo que se sustenta en la liberalización financiera y las nuevas tecnologías de la información. La orientación a los hogares se facilita por los procesos de privatización del consumo de los hogares presente (vivienda, educación, salud, etcétera) y futuro (pensiones). La intermediación en los mercados se incentivó por las nuevas funciones de los mercados bursátiles y de capitales, así como por el surgimiento de nuevos actores e instrumentos financieros, fundamentalmente derivados, como la titularización y aseguramiento de los activos y los mecanismos de gestión del riesgo. La consecuente posibilidad de obtener ganancias por la especulación incrementó la inestabilidad sistémica del capitalismo. Un concepto fundamental surgido de la nueva estructura es la expropiación financiera, o "explotación" al nivel de la circulación mediante la extracción de ganancias de los ingresos de los hogares, fundamentalmente salarios, relacionada con el crédito al consumo y el manejo de los fondos de pensiones. Los autores ponen especial énfasis en el carácter de clase de esta expropiación, basada en una relación de poder asimétrica entre los trabajadores y los gerentes del sector financiero.

Otro importante aporte del libro es el análisis de la dimensión internacional de la financiarización. Morera y Rojas analizan los flujos de capital, especialmente inversión extrajera directa, asociados al dominio de las trasnacionales, la relocalización productiva y la desregulación de los movimientos del capital productivo y mercancías; señalan la disminución global de la tasa de ahorro e inversión, y el cambio en la dirección de los flujos de ahorro-inversión, especialmente inversión de cartera, desde la periferia al centro en 1978-1982, 1994-1998 y 2000-2007. Estados Unidos pasó a ser un deudor neto desde 1985, financiado en gran parte por fondos públicos extranjeros. Panceira también destaca la nueva estructura de las finanzas internacionales; la periferia pasa de una dependencia de los flujos externos que causaron las crisis financieras a un "blindaje" mediante la acumulación de reservas y, en muchos casos, de deuda externa privada, lo que provocó una plétora de capital en los mercados financieros internacionales, haciendo depender los mercados de divisas más de los flujos de capital-dinero que de capital-mercancías. Panceira, junto con Lapavitsas y Dimsky, señalan a esta situación como causa de la incapacidad de la Reserva Federal de controlar el crédito mediante las tasas de interés a partir de 2004. Este entramado financiero mundial, construido sobre el dólar en su papel de dinero mundial, supone nuevas formas de expropiación y relaciones imperialistas a nivel mundial, siendo Estados Unidos el principal beneficiario. Por último, Erguens aborda la inserción de Turquía al proceso de financiarización, ilustrando sus desastrosos efectos sobre la periferia.

La política monetaria financiarizada es abordada por Papadatos. Los bancos centrales independientes se han constituido en un agente de resguardo del valor del capital-dinero mediante la política de control de la inflación, cuyo origen histórico está en las elevadas inflaciones de los setenta. En la misma línea, su papel en la crisis ha consistido en socializar pérdidas y proteger las ganancias privadas mediante su función como prestamista y creador de mercado de última instancia.

La burbuja hipotecaria se postula como el detonante y causa fundamental de la crisis mundial. Lapavitsas, Dimsky e Itoh analizan su formación y estallido en relación al proceso de financiarización. Se destacan los incentivos para la expansión crediticia asociados a la financiarización del salario, incluyendo el refinanciamiento hipotecario para el consumo, a los mecanismos de ocultamiento del riesgo como la titularización y aseguramiento, a la plétora de capital en los mercados internacionales, etcétera, lo que configuró la espiral de emisiones hipotecarias e incremento del precio de la vivienda.

En conclusión, el libro constituye una excelente contribución a la literatura en español sobre el análisis de la crisis desde el punto de vista de la financiarización, de lectura imprescindible para académicos, estudiantes y otros interesados en el tema.

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