Reseñas

 

El derrumbe del sistema financiero internacional, Alicia Girón y Alma Chapoy

 

Alejandro López

 

México, Instituto de Investigaciones Económicas-UNAM, 2009, 241 pp.

 

Facultad de Ingeniería-UNAM.

 

 

El colapso del orden financiero ha puesto en tela de juicio los modelos de equilibrio general continuamente utilizados para describir el supuesto comportamiento racional de los mercados financieros, mismos que consideraron durante décadas a la especulación y el fraude como comportamientos excepcionales

La expansión de la crisis financiera internacional demuestra el comportamiento inestable, especulativo y fraudulento que exhibieron durante décadas los mercados financieros. El uso irrestricto de diversos instrumentos y activos financieros, así como de títulos de deuda apalancados han dado como resultado una crisis financiera de alcance global sin que aún se vislumbre una pronta salida a este episodio de la historia reciente.

El libro de Alicia Girón y Alma Chapoy constituye una herramienta esencial en el análisis sobre los orígenes, causas y efectos de la crisis financiera. Poseedor de numerosa información estadística pero escrito en un lenguaje ligero y accesible al lector, el trabajo de las autoras no sólo documenta la coyuntura recesiva, sino que aporta una visión integral (histórica y analítica) de los hechos que derivaron en la crisis financiera más severa desde los años de la Gran Depresión.

La tesis de la inestabilidad financiera ha sido recientemente retomada por algunos economistas para explicar el desarrollo de la crisis contemporánea, libro en el que las autoras, lejos de una moda teórica, recuperan la obra de Hyman Minsky para demostrar el inherente comportamiento inestable de los mercados financieros en el capitalismo, identificando a los instrumentos (derivados, vehículos de inversión estructurada, obligaciones de deuda con colateral, la titulización de créditos, etc.), así como a los sujetos (inversionistas institucionales, hedge funds, bancos, autoridades monetarias, entre otros) promotores durante décadas de la fragilidad de los mercados.

El primer capítulo describe y analiza el comportamiento de un capitalismo financiero cuya acumulación se sustenta en los mencionados instrumentos generadores del caos especulativo. El colapso de las hipotecas subprime desembocó en el estallido de la crisis que provocó la insolvencia del sector bancario; en palabras de las autoras:

"La crisis estalló cuando el excesivo apalancamiento provocó la incertidumbre de los inversionistas, pues no sólo se desconocía el valor de las hipotecas subprime sino de muchos activos financieros. Ante tal situación, cundió el pánico, se inició una fuga hacia la liquidez y aumentó la insolvencia del sistema bancario" (p. 39).

El capítulo inicial del libro concluye con la explicación teórica de la crisis mediante las aportaciones de diversos autores en una visión ajena a las corrientes del pensamiento único.

La crisis financiera marca un punto de ruptura en el desarrollo del capitalismo contemporáneo. A diferencia de anteriores desastres financieros surgidos en la periferia, la crisis actual surgida en el centro del sistema afecta a todo el orbe, traspasando la frontera de lo netamente financiero para envolver en sus repercusiones a toda clase de sujetos sociales. El análisis de este proceso constituye el argumento del segundo capítulo.

Las repercusiones sobre el sector inmobiliario, los mercados de valores, la cotización del dólar y su cuestionamiento como moneda de reserva mundial, al igual que las crisis alimentaria y energética constituyen casos específicos de los alcances del colapso financiero, pero son partes integrantes de una totalidad expresada en la economía mundial en tres diferentes ordenes: los Estados Unidos, la Unión Europea y Japón, así como en los países emergentes; sobre los alcances de la crisis en estos últimos, la autoras opinan: "...los países emergentes [...] se han visto afectados, pues no pueden ser inmunes a la crisis, dados los complejos vínculos con los países desarrollados. Aunque en menor medida que en los países avanzados, la turbulencia global del crédito, la desaceleración económica de las naciones industrializadas y el crecimiento de la inflación, están limitando el ritmo de expansión de las economías en desarrollo" (p. 129).

El papel de las autoridades monetarias y la supervisión de los mercados financieros constituyen el tema central del tercer y cuarto capítulo, respectivamente. En esencia, los dos capítulos recuperan un tema fundamental: la importancia de la banca central y de las autoridades financieras en el rediseño del orden financiero internacional sacudido por la falta de supervisión y regulación. En este sentido, las medidas adoptadas por los bancos centrales a través de sus instrumentos de política monetaria, así como el programa de rescate elaborado por el gobierno de los Estados Unidos, representan sólo remedios temporales al caos, siendo necesaria una revisión a fondo sobre la importancia del papel de los estados nacionales en la solución de la crisis.