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Problemas del desarrollo

versión impresa ISSN 0301-7036

Prob. Des vol.39 no.155 Ciudad de México oct./dic. 2008

 

Reseñas

 

América Latina y desarrollo económico: estructura, inserción externa y sociedad, Eugenia Correa, José Déniz y Antonio Palazuelos (coords.)

 

Alicia Girón*

 

Madrid, Ediciones Akal, 2008, 285 pp.

 

* Instituto de Investigaciones Económicas-UNAM.

 

 

El libro coordinado por Correa, Déniz y Palazuelos muestra la gran transformación experimentada por la estructura productiva y el desarrollo económico de la región latinoamericana durante los últimos 30 años. Además de presentar el nuevo papel del Estado en su articulación con las propuestas del Consenso de Washington (Vidal), abre un abanico de temas específicos, como la agricultura y la alimentación (Pérez García), el sector energético (Kozulj), la política industrial (Lugones y Suárez) y el financiamiento externo (Correa), hasta los grandes acuerdos comerciales regionales (Déniz) que han fomentado grupos de poder nacionales engarzados con el exterior. No falta la descripción y profundización de la precarización del empleo (Palazuelos), así como la importancia que tienen las pequeñas y medianas empresas para el desarrollo (Alburquerque); el trabajo se cierra con el sobresaliente avance de la democracia y el desarrollo (Curiel).

El eje vertebral del libro es el análisis del desarrollo latinoamericano desde diferentes puntos de vista. El estudio se centra en la fase actual del desarrollo económico, en el que el avance de la globalización y la mayor integración de las economías nacionales y regionales acentúan las crecientes exigencias competitivas. Sin embargo, éstas no han sido atendidas de manera endógena, mediante las diferentes estructuras socioeconómicas e institucionales, ni han introducido innovaciones sustantivas en la base productiva y ni en el tejido empresarial. En Latinoamérica, los desafíos de la globalización sólo han servido para fortalecer los factores que responden a la competitividad en los mercados internacionales.

Ante las reformas estructurales y sus consecuencias, la pregunta fundamental del libro es qué tipo de desarrollo económico ha tenido lugar en la región, si se considera que no se debe tomar en cuenta sólo el crecimiento económico, sino también la calidad de vida que están teniendo sus habitantes.

Aunque en la región se ha dado un inusitado crecimiento y el éxito de las exportaciones ha sobrepasado las expectativas de los gobernantes, poco se ha aprovechado el excedente así obtenido para crear empleos y elevar los índices de competitividad; por el contrario, al parecer ha habido más de lo mismo, llegando a una coyuntura virtuosa que en pocos años podría revertirse.

Por ejemplo, "no se registra un aumento en el coeficiente de inversión y el desplazamiento de las inversiones del Estado en infraestructura y la venta de las empresas públicas no se corresponde con un incremento importante de la inversión privada en estos sectores" (Vidal:44). Sin embargo, la inflación ha disminuido en todos los países, que registran además superávit comerciales.

La inversión pública y la inversión en capital no han sido significativas.

Quizá un punto clave en la discusión del desarrollo de América Latina es el de los grupos de poder dominantes y sus compañías, públicas y privadas, en la coyuntura actual de precios al alza de las materias primas. Ejemplo sobresaliente es la empresa estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) que controla la novena red de refinerías de Estados Unidos al adquirir en ese país la CITGO Petroleum Corporation. Además, es la quinta empresa en el mundo por su producción y sus reservas de petróleo y gas; ello abre la posibilidad de concretar una red energética en América del Sur.

Argentina vive un momento que le ha permitido incrementar en gran medida sus exportaciones de productos del campo. Sin embargo, las exportaciones agrícolas son controladas por unas cuantas compañías, entre éstas Bunge y Born. La incapacidad del gobierno para retener parte de la rentabilidad de las cuatro grandes empresas agroexportadoras crea un serio problema a la economía nacional. Por otra parte, la empresa petrolera YPF fue vendida a Repsol a un precio irrisorio. Argentina depende del gas y del petróleo subsidiado por Brasil, lo que hace pensar que pronto estrechará su relación con Venezuela. En cuanto a Chile, pese al éxito de su modelo económico, sus exportaciones siguen siendo básicamente materias primas; su principal producto de exportación es el cobre, del cual es el principal productor mundial. A las exportaciones de cobre se suman sus derivados, así como pescado y uvas frescas. En suma, Chile, Argentina y Venezuela siguen siendo grandes exportadores de productos primarios.

En cambio, Brasil y México se convirtieron en exportadores de manufacturas. A diferencia de México, Brasil ha mantenido distancia frente a la propuesta del Área de Libre Comercio en América (ALCA). El 80% de las exportaciones mexicanas va a Estados Unidos. Sólo por hacer una comparación, 54 % de las exportaciones petroleras corresponde a la maquila. Por un lado, la privatización de las grandes empresas financieras y productoras de commodities, a excepción de PEMEX, responde a intereses del proceso de la globalización, en tanto "[...] sólo las microempresas y pequeñas empresas formales de hasta 50 empleados suponen más de 96% del total de empresas formales y casi el 57% del empleo formal" (Alburquerque, 201).

Al seguir con la pregunta central del libro sobre la caracterización del desarrollo económico latinoamericano, en general se demuestra que el faltante es la inversión en formación de capital durante los últimos años de la economía de América Latina. Las políticas estabilizadoras y restrictivas provocaron un insuficiente gasto público y, por ende, una baja inversión pública. Debido a ello no se generó un crecimiento que acompañara a la inversión privada, incluyendo la extranjera. Las privatizaciones no han generado hasta el momento una inversión sustancial en las obras de infraestructura. Sin duda ello redundó en el desarrollo local y regional tanto de los hogares y familias como de las micro, pequeñas y grandes empresas.

Respecto al empleo y la capacidad de consumo, fundamentales para el desarrollo económico, las reformas impuestas por el proceso de globalización determinaron "una situación de insuficiencia de empleos y, sobre todo, cuando ésta es crónica (como es el caso de la región) no sólo se está produciendo un 'problema económico-social', sino que también se está menoscabando la posibilidad de integración, realización y protección social del individuo, que se ve excluido de un proyecto colectivo" (Palazuelos: 222). Palazuelos llama la atención sobre el hecho de que la mayor parte de las reformas laborales que se aplican en la región buscan incrementar la productividad y la competitividad al reducir los costos laborales, es decir, explotando a los trabajadores, en vez de hacerlo mediante la innovación, la capacitación de la fuerza laboral y la mayor eficacia en la organización empresarial.

Alburquerque destaca la importancia de las estrategias de desarrollo económico local, lo cual no implica menospreciar la importancia de las exportaciones, sino hacer ver que esas estrategias son indispensables para crear oportunidades productivas y empleo. Promover las exportaciones y articular en lo interno la producción y los mercados son objetivos complementarios, no antagónicos. Ana Lucia y Joao Saboia abordan el problema de la inequidad en la distribución del ingreso en Brasil, que no ha podido disminuir ni siquiera durante la gestión de Lula. Acertadamente, los autores señalan que la desigualdad, lejos de circunscribirse al ingreso, se manifiesta en múltiples aspectos, entre los que destacan género, raza y regiones. Por último, Alberto Couriel expone un tema trascendental al reflexionar sobre los elementos necesarios para que haya una vinculación positiva entre desarrollo y democracia.

La lectura de este libro permite al lector comprender que pese a ciertos avances, en la región siguen imperando la exclusión social, la dilapidación de recursos humanos y naturales, así como la concentración del ingreso y la riqueza. Y no sólo eso, la corrupción, la inseguridad jurídica y la debilidad de los Estados nacionales frente al poder de las empresas transnacionales constituyen también frenos al desarrollo de la región. Sin lugar a dudas, los 11 capítulos que integran esta obra constituyen una aportación al debate tendente a reconstruir una propuesta que permita allanar el camino hacia el desarrollo de América Latina.

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