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Veterinaria México

versión impresa ISSN 0301-5092

Vet. Méx vol.42 no.4 Ciudad de México oct./dic. 2011

 

Artículos científicos

 

Estructura etaria, comportamiento productivo y reproductivo de una población de cerdos criados en semiconfinamiento, en una comunidad rural del estado de Morelos, México

 

Age structure, productive and reproductive behavior of a pig population reared in semi–confinement in a rural community of Morelos state, Mexico

 

José Antonio Linares–Ibáñez* Edda Sciutto–Conde** María Elena Trujillo Ortega*** Juan José Pérez–Rivero† José Juan Martínez–Maya‡

 

* Dirección General de Salud Animal, Avenida Cuauhtémoc 1230, colonia Santa Cruz Atoyac, 03310, México, DF.

** Instituto de Investigaciones Biomédicas, Universidad Nacional Autónoma de México, 04510, México DF.

*** Departamento de Producción Animal Cerdos, Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia, Universidad Nacional Autónoma de México, 04510, México, DF.

† Departamento de Producción Agrícola y Animal, Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Xochimilco, Calzada del Hueso 1100, colonia Villa Quietud, 04960, México, DF.

‡ Departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública, Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia, Universidad Nacional Autónoma de México, 04510, México, DF.

 

Recibido el 18 de noviembre 2010.
Aceptado el 1 de agosto de 2011.

 

Abstract

Small–scale family swine production can be seen in thousands of small communities and suburban zones; it is characterized by breeding rural pigs in rustic facilities with basic feed and productive parameters, well below those of technologically advanced farms, with mortality reaching up to 50% of the litter. This type of production involves a large number of producers and has a critical impact on family income. At slaughter, these carcasses have a high probability of being seized because of the presence of cysticercoids (T. solium), losing a high percentage of its economic value; due to absence of slaughterhouses in rural communities, this meat is directed to consumption without health inspection, increasing the risk of transmission of this zoonosis. This paper describes the productive and reproductive characteristics of the backyard production system of pigs in a rural community. Human to pig ratio was 3:1. During the year, 308 piglets were born in 43 litters, 51.7% males and 48.3% females, with an average weight of 40.47 kg at 6 months and 65.30 kg at 10 months. They were slaughtered at 7.3 months on average. The highest death rate was found between 0 and 1 month of age. In many rural communities of Mexico pigs are fed with waste generated in homes, helping maintain the communities clean, as well as with the excreta of other species that usually roam freely, situation that can promote dissemination of parasitic diseases.

Key words: rural pig, semi–confinement, cysticercoids.

 

Resumen

La porcicultura familiar es una forma de producción que existe en miles de pequeñas comunidades y zonas conurbadas, caracterizada por la crianza de razas criollas en instalaciones rústicas, con alimentación básica y parámetros productivos inferiores a los de las granjas tecnificadas y una mortalidad hasta de 50% de la camada. Este tipo de producción involucra gran número de productores e impacta críticamente en el ingreso familiar. Al sacrificio, estas canales tienen una alta probabilidad de decomiso por la presencia de cisticercosis (T. solium), por lo que pierden un alto porcentaje de su valor económico; debido a la ausencia de rastros en comunidades rurales, esta carne se destina al consumo directo, sin inspección sanitaria, incrementando los riesgos de transmisión de esta zoonosis. En este trabajo se describen las características productivas y reproductivas del sistema de producción de cerdos en traspatio en una comunidad rural. La razón humano–cerdo fue de 3:1, durante el año se obtuvieron 43 camadas, con 308 lechones nacidos vivos, 51.7% machos y 48.3% hembras, con un peso promedio de 40.47 kg a los 6 meses y 65.30 kg a los 10 meses, siendo sacrificados a los 7.3 meses en promedio, los animales que tienen entre 0 y 1 mes de edad presentan la tasa más alta de mortalidad sin que sean sacrificados. En muchas comunidades rurales de México, se alimentan con desperdicios que se generan en las casas, así como las excretas de otras especies que por lo regular deambulan libremente, situación que puede generar enfermedades parasitarias.

Palabras clave: cerdo rural, semiconfinamiento, cisticercosis.

 

Introducción

El sistema de porcicultura familiar es una forma de producción que existe en miles de pequeñas comunidades y zonas conurbadas de la ciudad de México, está caracterizada por la crianza de razas criollas o la combinación con razas mejoradas, con una alimentación a base de maíz, desechos, hierbas, pastos y, en menor porcentaje, alimentos balanceados.1,2

Las instalaciones son básicas, construidas con materiales de la región como arbustos y piedras, entre otros. Este tipo de producción involucra gran número de productores e impacta críticamente en el ingreso familiar de los pobladores del medio rural.3

Por lo general, los cerdos alcanzan un peso de finalización menor al registrado en granjas tecnificadas y en tiempos mayores de un año;4 antes del destete, la mortalidad puede alcanzar hasta 50% de la camada.5

Los porcicultores que practican este tipo de producción corresponden a los sectores de más bajos recursos y, por lo tanto, no tienen acceso al crédito, lo que limita sus posibilidades para modernizarse.1

En países en vías de desarrollo, la crianza de cerdos y su sacrificio sin inspección sanitaria, propician la transmisión de enfermedades al hombre.6,7 Al sacrificio, en las canales de cerdos criados en traspatio, es posible detectar cisticercosis (Taenia solium), en cuyo caso son decomisados o destinados a fritura o a paila. En estos procesos las canales pierden un alto porcentaje de su valor económico, lo que genera pérdidas directas para los productores. La alta probabilidad de decomiso y la escasez o carencia de rastros en comunidades rurales, conducen al consumo directo de los cerdos de traspatio sin inspección sanitaria, con el consecuente aumento de riesgos de transmisión de esta zoonosis.8–10

Debido a esta situación es necesario establecer con precisión algunos indicadores productivos y reproductivos de una población de animales que en su mayoría no se insertan en el comercio formal, pero que satisfacen la necesidad de consumo de proteínas en comunidades rurales. Esta forma de producción es muy frecuente en México, por ejemplo, en el estado de Guerrero se estima que hay un millón de cerdos de los que más del 90% se crían en condiciones de traspatio y en el estado de Morelos se calcula que hay aproximadamente 60,000 cerdos criados en explotaciones de tipo casero en semiconfinamiento o traspatio.4,11 Por ello, en este trabajo se describen las características productivas y reproductivas del sistema de producción de cerdos en traspatio.

 

Material y métodos

El estudio se realizó en la comunidad rural de Quilamula, Morelos, localizada en el municipio de Tlaquiltenango, estado de Morelos, ubicada a los 18°30' latitud norte y 99°01' latitud oriente, con una altitud promedio de 1,080 metros sobre el nivel del mar.

Se seleccionó esta comunidad, considerando que los cerdos deambulan libremente durante el día y permanecen dentro o cerca de las viviendas de noche, que los habitantes accedieron a que se realizara el estudio en sus poblaciones de porcinos y porque no contaban con servicios veterinarios que intervinieran directamente en la producción porcina.

Según el Censo de Población y Vivienda 2005, la comunidad cuenta con 155 viviendas habitadas, con una población de 614 personas, de las cuales 291 son mujeres.

Se eligieron las viviendas donde criaban cerdos. Cada mes, durante seis meses, se ubicaban y registraban las camadas que nacían en la comunidad; para el primer mes sólo en cinco casas tenían cerdas con lechones, y fueron evaluados durante un año. Los cerdos de los subsecuentes meses fueron evaluados hasta febrero del siguiente año, por lo que la camada con el menor tiempo de observación fue de seis meses.

Los animales fueron criados en semiconfinamiento (de forma rústica), además de los lechones, las madres de esas camadas también fueron evaluadas con el objeto de describir los comportamientos productivo y reproductivo.

Los lechones fueron identificados con el sistema de muesqueo en la oreja del lado derecho.12,13

Las madres de las camadas fueron identificadas con aretes medianos, especiales para cerdos, por medio de numeración progresiva con base en el orden de parición de las camadas.

Al nacimiento, se determinaron los siguientes indicadores: total de lechones nacidos, nacidos vivos y peso al nacimiento. Cada camada fue visitada una vez por semana, en cada visita se registraban datos relacionados con su peso, fecha de destete, fecha de castración, fecha de sacrificio y mortalidad.

En las hembras se registró, además, fecha de primer parto, los días en los que la cerda adulta o la cerda nulípara no estaba preñada ni lactante (días abiertos).

Los registros de esperanza de vida se obtuvieron mediante Statistical Package for the Social Sciences (SPSS)14 por el método actuarial, con los datos de supervivencia y mortalidad en cada uno de los periodos, que duraban un mes hasta concluir un año.

 

Resultados

Población porcina. Durante el censo de la población porcina se determinó la presencia de 214 cerdos; sin embargo, sólo en 130, sus dueños aceptaron participar en el estudio, de ellos había una mayor proporción de hembras con 75 (57.6%).

La razón humano–cerdo fue de 3:1 en la comunidad. Las piaras observadas, se componían de no más de 2 camadas y no más de 3 hembras adultas, con menos de 15 integrantes por piara.

Parámetros productivos y reproductivos

Lechones nacidos totales. Durante el año se pudieron observar 43 camadas, en ellas se registraron 335 lechones, de los cuales, 308 (91.94%) nacieron vivos y el resto (8.06%) nacieron muertos, de estos últimos, 12 fueron momias y 15 mortinatos.

De los 308 lechones nacidos vivos, en 294 casos se les pudo determinar el género: 152 (51.7%) fueron machos y el resto 142 (48.3%) fueron hembras; no se observó diferencia significativa entre ellos (P > 0.05).

Ganancia de peso mensual. El peso promedio por edad de los cerdos estudiados a lo largo del año se observa en el Cuadro 1.

Para cada grupo fue necesario que los dueños permitieran realizar el pesado de los cerdos. Se destaca que a los seis meses sólo se alcanza un peso promedio de 40.47 kg (Figura 1), mientras que a los diez meses, el mayor peso promedio encontrado fue de 65.30 kg.

Edad y peso al destete. Los animales estudiados se destetaron aproximadamente a los dos meses de edad; del total de los 308 lechones nacidos vivos, el promedio en días al destete fue de 60.3 ± 7.94 y con un peso promedio de 10.5 ± 5.17 kg.

Edad y peso a la castración. En 25 cerdos fue posible determinar la fecha exacta de castración, que en promedio fue de 117 ± 59 días, con un peso promedio de 15.83 ± 7.14 kg.

Edad y peso al sacrificio. El total de los animales sacrificados fue para autoconsumo o venta en la misma comunidad, el peso y edad promedio fue de 69.7 ± 24.15 kg y 7.3 ± 1.07 meses respectivamente.

Edad y peso al primer parto. El promedio de edad al primer parto sólo pudo ser evaluado en cuatro cerdas, y fue en promedio de 282 días (258 mínimo y 327 máximo) con un peso promedio de 72.25 kg (60 mínimo y 85 máximo).

Días abiertos. Sólo en 17 hembras fue posible determinar este indicador, que fue en promedio de 106 días.

Esperanza media de vida. El Cuadro 2 muestra el promedio de esperanza de vida global de los cerdos de traspatio, sin considerar la causa de muerte, y asume que la censura son los animales que fueron vendidos a acopiadores, regalados o simplemente desaparecieron del poblado, ocurre sin afectar el resultado de cada intervalo (meses de vida). Así, se observa que la gran mayoría de la mortalidad en los cerdos de traspatio en Quilamula ocurre antes de cumplir el primer mes de edad.

Tasas de mortalidad

En el Cuadro 3 se establecen las tasas de mortalidad de los cerdos observados; para cada periodo se tomaron en cuenta los cerdos sobrevivientes del periodo anterior. En este sentido, los animales que tienen entre 0 y 1 mes de edad tienen la tasa más alta de mortalidad, sin que sean sacrificados y los que tienen entre 9 y 10 meses de edad son sacrificados (Figura 2).

 

Discusión

La cría de cerdos en la comunidad rural de Quilamula, es de 34 cerdos por cada 100 habitantes, lo cual coincide con lo encontrado en las comunidades de Cuentepec, Morelos5 y Tianquizolco, Guerrero,4 donde además, la cría de cerdos es parte de la alimentación de los habitantes, ya que proporciona proteína de origen animal.4,5 Los datos obtenidos en este estudio difieren considerablemente de los notificados en condiciones tecnificadas y controladas, además de que estos indicadores productivos en traspatio no habían sido cuantificados. Por ello, es conveniente compararlos con datos de granjas tecnificadas o semitecnificadas. Las diferencias son evidentes.

Dentro de los indicadores reproductivos, se encontró un número promedio de lechones nacidos por camada de 7.7 y para los nacidos vivos de 7.1, dicho promedio fue inferior a lo esperado en granjas tecnificadas de México, donde se espera un promedio no menor a 9 animales.15,16 A pesar de lo anterior, en la comunidad se considera aceptable cuando las cerdas tienen al menos cuatro lechones por camada, ya que los propietarios consideran que en caso de que muera uno o dos antes del destete, aún pueden vender otro o quedar como pie de cría, lo cual indica que los productores no tienen un conocimiento técnico ni científico para mejorar el indicador ya que los mismos sólo alcanzan el nivel básico de educación.17

El peso al nacimiento depende del número de lechones nacidos vivos, por lo que una camada con 7.5, se esperaría que a las cuatro semanas tuvieran un peso promedio de 7.4 kg;18 este valor es mayor a los 5.01 kg observados a las cuatro semanas de edad, obtenido en el presente trabajo. Aun así, los pesos al nacimiento fueron similares a los registrados por Trujillo et al.15 y Ramírez y Alonso,16 quienes señalan un promedio de 1.24 kg, dependiendo de la raza, contra 1.13 kg obtenidos en la comunidad.

A lo largo del estudio se observaron ganancias de peso inferiores a las obstenidas en granjas tecnificadas,15 ya que para alcanzar los 100 kg la raza Duroc necesita 164 días, la raza Pietrain 169 días y la Hampshire 168 días; muy diferentes de los pesos de los observados en la comunidad aquí estudiada, sobre todo si se considera que a los 183 días alcanzan un peso promedio de sólo 40.47 kg, aunque cabe destacar que algunos animales sí llegan al peso esperado. Los resultados de edad y peso al destete de los animales de traspatio en la comunidad, fue de 60 días y 10.5 kg, respectivamente, superiores en días e inferiores en peso a lo recomendado, es decir, pesos promedio en destete a los 56 días y 13.06 kg16 y en el caso de los lechones destetados, a los 60 días tienen pesos promedio de 18.1 kg.18

En cuanto al manejo, particularmente la castración, English et al.,18 recomiendan realizarlo entre la primera y octava semana de edad, sin embargo, en la comunidad de este estudio los cerdos son castrados a los 117 días o 17 semanas aproximadamente, con un peso promedio de 15.83 kg, lo que provoca un manejo que puede ser muy doloroso.

Las cerdas de Quilamula tuvieron un promedio de 106 días abiertos, con un rango de 212 días como máximo y 49 días como mínimo, éste último dato es lo más cercano a lo recomendado por Trujillo et al.,19 ya que mencionan que el rango debe ir de los 18 a los 48 días.

La edad del primer servicio fue de 167 días, con un promedio de peso de 40 kg. La edad fue menor a lo recomendado por Trujillo et al.,19 quienes señalan que debe ser de 200 a 246 días. La razón por la cual las hembras inician más jóvenes su reproducción, es que las montas no son controladas y los animales conviven juntos todo el tiempo, es decir, cuando manifiestan conductas sexuales no hay control, mientras que en las granjas tecnificadas se lleva una planeación de la reproducción.

Con respecto a la curva de supervivencia, ésta refleja lo observado en numerosas especies de mamíferos, en las que es posible apreciar pocas muertes a lo largo de la mayor parte del promedio de vida, y después un aumento de la mortalidad que en este caso corresponde a animales que llegan a los 10 y 11 meses, cuando son sacrificados.20 Es importante señalar que por enfermedades y, primordialmente, por malos manejos, el tipo de curva presentada en estas poblaciones fue de tipo III, la cual indica muertes numerosas al inicio del ciclo vital, seguido de un periodo de muertes menos abundantes, por ello, puede verse en medio de dos curvas una meseta muy breve entre los meses 4 a 8 (Figura 2).

En muchas comunidades rurales de México el cerdo cumple la función de mantener limpia la comunidad, ya que estos animales consumen los desperdicios que se generan en las casas, así como las excretas de otras especies que por lo regular deambulan libremente; sin embargo, este aparente beneficio puede generar problemas parasitarios, como la cisticercosis e hidatidosis, entre otras.5,21

 

Conclusiones

Hay que considerar que la producción porcina de traspatio no es una actividad productiva desarrollada con visión empresarial.

De igual manera es importante recalcar que a pesar de que la producción de cerdos en el medio rural es numerosa en México, muchas veces no hay una visión gubernamental para capacitar y ayudar a mejorar sus condiciones de producción, por lo cual sería importante que comunidades rurales como ésta, recibieran asesoramiento profesional por parte de médicos veterinarios, y sobre todo del sector oficial, ya que es difícil que se paguen los servicios profesionales privados, al menos hasta que se mejoren las condiciones que permitan la autosuficiencia en el sector; además, es indispensable la asesoría sobre hábitos higiénicos, para disminuir la incidencia de enfermedades y mejorar la producción y reproducción porcina.

Finalmente, el presente trabajo permitirá conocer más al cerdo rural, explotado bajo el sistema de semiconfinamiento y deja las puertas abiertas para futuras investigaciones en otras poblaciones para hacer comparaciones pertinentes de los distintos climas, tipo de instalaciones, por escasas que éstas sean, forma de alimentación e ingredientes utilizados, con el fin de ayudar a entender aún mejor la dinámica de las poblaciones del cerdo rural.

 

Referencias

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