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Veterinaria México

Print version ISSN 0301-5092

Vet. Méx vol.40 n.3 Ciudad de México Jul./Sep. 2009

 

Artículos científicos

 

Efecto de la aplicación de oxitocina en variables críticas sanguíneas de cerdas distócicas

 

Effects of oxytocin on critical blood variables from dystocic sows

 

Miguel González–Lozano* Ma. Elena Trujillo Ortega** Marcelino Becerril–Herrera*** María Alonso–Spilsbury Ramiro Ramírez–Necoechea Rafael Hernández–González Daniel Mota–Rojas

 

* Programa de Posgrado en Ciencias de la Producción y de la Salud Animal, Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia, Universidad Nacional Autónoma de México, 04510, México, D. F.

** Departamento de Producción Animal: Cerdos, Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia, Universidad Nacional Autónoma de México, 04510, México, D. F.

*** Escuela de Ingeniería Agrohidráulica, Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, San Juan Acatenco, Municipio Teziutlán, 73940, Puebla, México

Departamento de Producción Agrícola y Animal, Cuerpo Académico Etología, Producción Porcina y Fauna Silvestre, Universidad Autónoma Metropolitana–Xochimilco, Calzada del Hueso 1100, Col. Villa Quietud, 04960, México, D. F.

Departamento de Investigación Experimental y Bioterio, Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, Vasco de Quiroga 15, Col. Sección XVI, 14000, México, D.F.

 

Recibido el 13 de marzo de 2008
Aceptado el 5 de enero de 2009

 

Abstract

The aim of the study was to monitor the sow maternal response to a low oxitocin dose in an advanced parturition stage in eutocic and maternal–foetal dystocia. Sixty York x Landrace sows, 30 with eutocic farrowing and 30 with maternal–foetal dystocia were assigned into two different groups: 15 received 0.083 IU/kg of oxytocin after the expulsion of the fifth piglet, and 15 received no treatment at all. Blood samples from every sow in trial were taken from the ear vein at three different times: immediately after membrane rupture, after the fifth piglet was born, and at the end of the farrowing. A third generation blood gas analyzer was used. Results show that when parturition was resumed, sows with maternal–foetal dystocia had significantly greater lactate, pCO2 and ear temperature (P < 0.001), compared with the eutocic sow group. Results from physiological variables and neonatal traits monitored in this experiment show evidence that oxytocin should not be used in normal parturition without stillbirths, since oxytocin in this case had adverse effects on sow performance. Oxytocin administered at the beginning of the second half of parturition decreased 50% the number of born alive with asphyxia in eutocic and dystocic sows, and on the other hand, decreased 50% the number of intra–partum stillbirths in the dystocic group. This is the first study describing the critical blood variables in dystocic sows (pH, pCO2, pO2, glucose, lactate and HCO3), using a third generation gasometry device.

Key words: Maternal–Foetal Dystocia, Farrow, Tocolytic Agent, Uterine Contraction, Oxytocin, Sow.

 

Resumen

Con el propósito de evaluar las respuestas maternas a dosis baja de oxitocina en estado avanzado del parto en cerdas con eutocia y distocia materno–fetal, se seleccionaron 60 cerdas de la cruza Yorkshire x Landrace, 30 eutócicas y 30 con distocia materno–fetal. Las cerdas de cada grupo fueron divididas en subgrupos: 15 recibieron 0.083 UI/kg de oxitocina después de la expulsión del quinto lechón, las otras 15 no fueron tratadas. Se obtuvieron muestras sanguíneas en cada una de las cerdas mediante punción de vena auricular después de la rotura de la fuente, al quinto lechón y al finalizar el parto; las muestras fueron evaluadas con un analizador de gases sanguíneos. Al finalizar el parto, las cerdas que presentaron partos con distocia materno–fetal incrementaron significativamente (P < 0.001) los niveles de lactato, pCO2 y temperatura, respecto de las hembras que presentaron partos eutócicos. Los resultados de las variables fisiológicas y los indicadores neonatales evaluados en este experimento son evidencia de que la oxitocina no debe aplicarse en partos con evolución normal sin nacidos muertos, ya que posee efectos adversos sobre el desempeño de la cerda. La oxitocina en cerdas, administrada al inicio de la segunda mitad del parto, disminuyó en 50% los nacidos con asfixia en cerdas eutócicas y distócicas; asimismo, redujo en 50% el número de muertes intraparto en las hembras distócicas. Los resultados del presente experimento determinan por primera vez la evolución de los parámetros críticos sanguíneos de la cerda con partos distócicos (pH, pCO2, pO2, glucosa, lactato y HCO3) utilizando equipo de gasometría de tercera generación.

Palabras clave: Distocia Materno–Fetal, Parto, Agente Tocolítico, Contracción Uterina, Oxitocina, Cerda.

 

Introducción

Los problemas de distocia en producción y salud animal parecen imposibles de eliminar, a pesar de la innovación en las medidas de manejo y control con productos farmacológicos al parto, que, en ocasiones, más allá de corregir el problema de distocia, lo complican con la muerte de los fetos, o en casos más graves también con el deceso de la madre. Al margen de la situación, la distocia materno–fetal propicia sufrimiento fetal agudo, así como mortalidad y disminución del vigor del recién nacido.

Aproximadamente tres de cada 100 cerdas presentan distocia de origen materno y en 35 de cada 100 partos se encuentra evidencia de sufrimiento fetal.1,2 Sin embargo, no está claramente definido, desde el punto de vista clínico, cómo interpretar la distocia. Es decir, no es necesario que la cerda experimente dolor al incrementar la presión intrauterina o que espere a que la mitad de la carnada muera para afirmar que se trata de distocia. Con el propósito de combatir la mortalidad intraparto en problemas de distocia materno–fetal en las piaras de México y de otras partes del mundo, se ha usado erróneamente el control medicamentoso al parto con el uso de oxitócicos.3,4 Estos últimos han solucionado parte del problema al acortar la duración del parto, pues incrementan la contractibilidad miometrial. Sin embargo, las contracciones uterinas disminuyen el flujo sanguíneo del útero al igual que el intercambio gaseoso a través de la placenta.5,6 Estudios recientes muestran que los oxitócicos reducen la duración del parto pero difícilmente la mortalidad durante el nacimiento y los problemas de distocia.7,8

En el humano, la sangre que se obtiene del cordón umbilical proporciona información para estimar el estado de los fetos al momento del nacimiento, así como la relación con el exceso de base, cambios en las concentraciones de pO2, saturación de O2, pCO2 y pH, como consecuencia del intercambio continuo de gases sanguíneos en la placenta después de la oclusión del cordón umbilical;9 es decir, se trata de una patología común que se observa en partos distócicos.

Con estos antecedentes en medicina humana, resulta de importancia para la medicina veterinaria que se caracterice la gasometría sanguínea de la madre que haya presentado problema de distocia, así como las consecuencias sobre el perfil biofísico del recién nacido, con ese fin se plantea que la aplicación de una sola dosis baja de oxitocina en el momento del parto, altera en menor grado los indicadores sanguíneos de cerdas con distocia, de igual manera previene la incidencia de efectos adversos perinatales y maternos. Asimismo, estudios recientes demuestran el mejor esquema de tratamiento en cerdas tratadas con oxitocina; ' sin embargo, aún no se conoce el perfil biofísico de cerdas tratadas con oxitocina que exhibieron distocia materno–fetal; en este sentido, el objetivo del presente estudio consistió en determinar, por medio de gasometría sanguínea, el perfil fisiome–tabólico de la cerda en partos eutócicos y distócicos, con y sin aplicación de oxitocina.

 

Material y métodos

Población

El estudio se desarrolló en una granja comercial en el Estado de México, México, de acuerdo con las especificaciones éticas para el uso de animales en estudios etológicos aplicados, descritos por Sherwin et al.13 La granja obtiene 50 partos por semana con un sistema todo adentro todo afuera; se incluyeron 60 cerdas Yorkshire x Landrace, con pesos de 201 a 291 kg en su segunda a quinta gestación. Aquéllas pertenecieron a dos grupos de 30 cerdas, el primero con progreso de parto eutócico y el segundo experimentó distocia materno–fetal. Para la selección de las cerdas con partos distócicos fue necesario dar seguimiento y valorar el inicio del parto de 387 cerdas. Esto último implicó un promedio de partos distócicos de 7.75% en un periodo de ocho semanas. Las cerdas fueron alojadas en jaulas individuales, de acuerdo con la Norma Oficial Mexicana NOM–062–ZOO–1999, que hace referencia al uso y cuidado de los animales para experimentación. Las naves de maternidad contaban con sistema de ventilación electrónica, iluminación natural y artificial, temperatura ambiente promedio de 26°C, humedad relativa del aire de 60%, iluminación 39.8 (Fc–200) y velocidad del viento igual a 0.

 

Tratamientos

Los partos fueron inducidos con prostaglandinas F2–α,* 24 horas previas a la fecha probable de parto. El seguimiento de los partos comenzó 12 horas después. Durante el parto se atendió tanto a las cerdas como a los lechones al momento de su nacimiento. Cada grupo de cerdas (30 eutócicas y 30 con distocia materno–fetal) fue dividido en dos tratamientos de 15 cerdas cada uno: 15 de cada grupo recibieron oxitocina y las 15 restantes fueron el grupo testigo (sin oxitocina). La dosis de oxitocina consistió en una dosis baja de 0.083 UI/kg de peso vivo (equivalente a 1 UI/12 kg PV) después del nacimiento del quinto lechón, la cual se aplicó vía intramuscular de acuerdo con el criterio de estudios previos realizados por Mota–Rojas et al.14

 

Criterios de inclusión: Clasificación de distocia

Se consideró distocia materno–fetal cuando al menos uno de los primeros cuatro lechones expulsados nació muerto intraparto como consecuencia de "sufrimiento fetal agudo" (SFA). Este último se refiere a los recién nacidos que cursaron por un proceso de asfixia en útero y presentaron los siguientes indicadores: algún grado de tinción de meconio en piel; daño severo del cordón umbilical (edema, congestión o hemorragia); acidosis metabólica (pH sanguíneo < 7.2) y reprobar la calificación en la escala de vitalidad neonatal (< 6). Además de que las 30 hembras en el grupo de distocia presentaron contracciones uterinas de 30 mm/Hg o más comparado con < 30 mm/Hg de las cerdas eutócicas, posterior a ello atonía uterina durante por lo menos 40 min, y al menos uno de sus primeros cuatro lechones estaba muerto o presentó SFA. El parto fue asistido cuando el intervalo entre lechones fue mayor a 40 min. De acuerdo con los cambios circulatorios, los cordones umbilicales se clasificaron como sin cambios patológicos aparentes, edematosos, congestionados y hemorrágicos.15

 

Variables de estudio

Se registró el tamaño de la camada, lechones nacidos vivos y número de muertos intraparto. Los fetos muertos se clasificaron como "muertos anteparto" (tipo I) o "muertos intraparto" (tipo II), de acuerdo con el examen post mortem descrito previamente por Randall16 y Mota–Rojas et al.15 La calificación de vitalidad neonatal en los lechones se obtuvo de acuerdo con la escala descrita por Zaleski y Hacker,17 y modificada por Mota–Rojas et al.11 según el siguiente criterio: ritmo cardiaco (< 110, entre 111 y 160, o > 161 latidos por min); intervalo entre el nacimiento y primer respiro (> 1 min, entre 16 seg y 1 min, o < 15 seg); color a apariencia de la piel (pálido, cianótico, o rosado); intervalo entre el nacimiento y primera parada sobre sus cuatro miembros (> 5 min, entre 1 y 5 min, o < 1 min); y piel manchada con meconio (manchado severo en más de 40% de meconio en piel, moderado en menos de 40% o ausente, sin presencia de meconio). Cada variable fue clasificada con cero (el peor), uno (intermedio) y dos (el mejor), al final se obtuvo una calificación global con rango de uno a diez para cada lechón (< 6 reprobatoria, > 6 aprobatoria). El ritmo cardiaco se obtuvo con la ayuda de un estetoscopio. El primer respiro se consideró cuando se observaron movimientos torácicos del lechón acompañados por exhalación de aire. El tiempo para ponerse en pie se cronometró desde que el lechón logró levantarse sobre sus cuatro miembros. La tinción de meconio en piel fue severa cuando más de 40% de la superficie del cuerpo del lechón estaba manchada.

 

Toma de muestras

Las muestras sanguíneas se obtuvieron con aguja calibre 22, mediante punción de la vena auricular, previo a la expulsión de los productos (luego de la rotura de la fuente), durante la fase de expulsión (después de la expulsión del quinto producto) y al concluir el parto (al terminar la expulsión del último lechón o de la placenta). Las muestras se recolectaron en tubos capilares de 150 uL, que contenían heparina de litio y que se procesaron durante el primer minuto después del muestreo sanguíneo para impedir la modificación de los valores de gases sanguíneos y metabolitos séricos. Los valores de glucosa (mg/dL), electrólitos [Na+, K+ y Ca+ (mmol/L)], lactato (mg/dL), presión parcial de dióxido de carbono [pCO2(mm/Hg)] y oxígeno [pO2(mm/Hg)], se midieron mediante un analizador de gases y electrólitos en sangre de tercera generación;** la temperatura corporal se midió por medio de un termómetro ótico en la membrana timpánica.***

 

Seguimiento electrónico al parto

El seguimiento de la actividad miometrial es fundamental durante la fase de expulsión fetal, debido a que el incremento de las contracciones uterinas disminuye el flujo sanguíneo y el intercambio gaseoso a través de la placenta. Durante el proceso de parto se midió la intensidad de las contracciones miometriales en mm/Hg, a través del cardiotocógrafo (CTG) electrónico digital**** de acuerdo con el protocolo de Mota–Rojas.18 Las cerdas de sexto parto en adelante o hembras de cualquier parto con más de 28 mm de grasa dorsal fueron excluidas debido a la dificultad para identificar el foco auscultatorio.

 

Análisis estadístico

Con el propósito de evaluar la homogeneidad de las variables metabólicas y de gasometría sanguínea entre los distintos momentos de muestreo durante el proceso de parto (ruptura de fuente vs expulsión del quinto lechón vs expulsión de la placenta o último lechón), entre los diferentes tipos de parto (eutocia sin oxitocina vs eutocia con oxitocina vs distocia materno–fetal sin oxitocina vs distocia materno–fetal con oxitocina), se elaboró un diseño al azar, cuyo modelo matemático fue:

donde:

i = Tratamiento

j = Repetición

Yij = Variable respuesta (pH, O2, CO2, glucosa, lactato...)

µ = Media general

i i = Efecto del tratamiento (tipo de parto)

ξij = Error aleatorio

La comparación entre medias de tratamientos (Andeva) se realizó con una prueba de Tukey. Para las comparaciones entre los valores de pH, los datos fueron comparados por medio de contrastes ortogonales que indirectamente permitieron observar la homogeneidad entre los diferentes tipos de parto. El nivel de significancia se estableció en un arreglo de dos colas para todos los análisis (P < 0.05). La información recabada se analizó con base en el programa estadístico SAS ver 6.12.19

 

Resultados

Indicadores neonatales

En este estudio la oxitocina (0.083 UI/kg equivalente a 1 UI/12 kg) en cerdas con distocia materno–fetal administrada al inicio de la segunda mitad del parto (después del nacimiento del quinto lechón) disminuyó en casi 50% el número del muertes intraparto en cerdas con distocia y lechones nacidos con asfixia, en comparación con las cerdas no tratadas. Lo anterior sucedió porque no hubo muertos intraparto en cerdas eutócicas. Los lechones nacidos en partos eutócicos tratados con oxitocina tuvieron mejores calificaciones de vitalidad; por ejemplo, 6.0 y 8.72 para los hipóxicos y nacidos normales, respectivamente (Cuadro 1); de hecho, los lechones nacidos en los dos grupos tratados con oxitocina tuvieron mejor calificación de vitalidad que sus testigos correspondientes.

Ruptura de la fuente

Las comparaciones entre las variables clínicas y de laboratorio de acuerdo con el tratamiento y momento de muestreo al parto, muestran que los valores de pH y algunas determinaciones metabólicas, como la glucosa, tienen diferencias notables. Por ejemplo, durante la ruptura de la fuente el pH muestra diferencias de 0.05 unidades entre los diferentes tipos de parto, normales vs distocia materno–fetal. Las diferencias en el calcio son de 0.15 mmol/L, según el tipo de parto, aunque son más elevadas las concentraciones en partos normales. Durante el momento de la ruptura de la fuente (primer muestreo sanguíneo), las cerdas eutócicas presentaron niveles de glucosa 9.0 mg/dL por debajo de los valores registrados en las cerdas que presentaron distocia (Cuadro 2).

Expulsión del quinto lechón

El efecto de la evolución y etapa de parto afectó de forma similar los indicadores metabólicos y de gasometría sanguínea en cerdas eutócicas y con distocia materno–fetal después de la expulsión del quinto lechón. Sin embargo, se observan diferencias en cuanto al efecto del tratamiento sobre los valores de pH, temperatura y glucosa. Por ejemplo, los valores de pH fueron casi 0.10 unidades menores en partos eutócicos sin oxitocina comparados con los demás tratamientos, pero fueron numéricamente superiores en las cerdas de partos con distocia materno–fetal. Aunque durante la segunda fase de parto disminuye el estado de glucemia en todas las cerdas, se observan diferencias estadísticas entre tratamientos. Los niveles de glucosa permanecieron 7 mg/dL más elevados en partos con distocia materno–fetal comparados con sus respectivos eutócicos; sin embargo, no se observaron diferencias estadísticas en los valores de lactato (Cuadro 3).

Expulsión de la placenta o nacimiento del último lechón

Al finalizar el parto, las diferencias entre las variables metabólicas por efecto del tratamiento fueron más evidentes. Al parecer, el efecto de la aplicación de oxitocina en partos eutócicos muestra diferencias estadísticas sólo sobre las variables de calcio y glucosa; por ejemplo, los niveles de glucosa en partos eutócicos con oxitocina se encuentran 9.12 mg/dL por debajo de los valores de partos eutócicos sin oxitocina. En el grupo de cerdas con distocia materno–fetal sin oxitocina se observa lo contrario, los niveles de glucosa son 4.64 mg/dL menores comparados con los niveles de glucosa en cerdas con distocia materno–fetal tratadas con oxitocina. Los niveles de calcio en el grupo de cerdas eutócicas sin oxitocina, son diferentes casi 0.15 mmol/L y 0.12 mmol/L en comparación con su respectivo grupo testigo y el grupo con distocia materno–fetal tratado con oxitocina, respectivamente. Aunque en todos los tipos de parto el lactato estuvo elevado, éste es casi 9 mg/dL mayor en los partos con distocia materno–fetal, al margen de la aplicación de oxitocina (Cuadro 4).

 

Discusión

En este estudio la oxitocina administrada a cerdas distócicas al inicio de la segunda mitad del parto (después del nacimiento de quinto lechón) disminuyó en 50% el número de muertos intraparto, en comparación con las cerdas no tratadas. El efecto protector de la oxitocina también fue evidente con reducción de 50% en el número de lechones nacidos con asfixia. Las calificaciones más altas de vitalidad se observaron en lechones nacidos de cerdas eutócicas tratadas con oxitocina al principio de la segunda mitad del parto (Cuadro 4). De hecho, los lechones nacidos en los dos grupos tratados con oxitocina tuvieron mejores calificaciones de vitalidad que sus correspondientes grupos testigo. Estos resultados confirman observaciones previas de un estudio dosis–respuesta a la oxitocina en cerdas parturientas,14 y otro estudio de administración de oxitocina a diferentes periodos del parto.12 Estudios como los anteriores y este trabajo comprueban que la oxitocina en dosis bajas (0.083 UI/kg) disminuye la tasa de mortalidad de lechones al momento del nacimiento y obtiene mejores resultados neonatales cuando se administra después de la primera mitad de lechones nacidos. Los hallazgos de este estudio coinciden con el trabajo de Loghis et al.,20 quienes señalan que el uso de oxitocina en mujeres durante el parto con protocolos adecuados no tiene efectos adversos sobre la condición neonatal.

El efecto de la evolución y etapa de parto, afectó en forma similar los indicadores metabólicos y de gasometría sanguínea en cerdas eutócicas y distócicas después de la expulsión del quinto lechón. Los valores de pH fueron casi 0.10 unidades menores en partos eutócicos sin oxitocina comparados con los demás tratamientos a la mitad del parto, para entonces las cerdas de partos distócicos presentaron menor tendencia a la acidosis. Sin embargo, al finalizar el parto las diferencias entre las variables metabólicas por efecto del tratamiento fueron más evidentes (Cuadro 4). Por ejemplo, en cerdas distócicas tratadas con oxitocina el pH permaneció casi 0.4 unidades por encima del valor de partos distócicos sin oxitocina. De forma similar, los valores de pO2 fueron casi dos unidades más favorables y la hipercapnia fue 7 mm/Hg menor, causando que los efectos metabólicos adversos fueran menos severos.

El pH de la sangre menor de 7.0 (> 100 mmol/L de H+) o mayor a 7.7 (> 100 mmol/L de H+) pueden causar muerte, como consecuencia de ello el pH de la sangre es regulado estrechamente.21 Según DeRouchey et al.,21 los valores basales de gasometría sanguínea en cerdas gestantes son: pH, 7.33; pCO2, 46.3 mm/Hg; pO2, 43.6 mm/Hg; HCO3–, 19.0 mmol/L; Na, 145.0 mmol/L; y K, 5.0 mmol/L. De acuerdo con Fowden et al.,22 los valores de gasometría sanguínea en la cerda y en el feto durante la última fase de gestación, corresponden a pH 7.45 ± 0.01; pO2, 53.0 ± 2.5 mm/Hg; y pCO2, 44.2 ± 1.3 mm/Hg para la vena materna; pH 7.45 ± 0.01; pO2, 47.6 ± 1.0 mm/Hg; y pCO2, 44.3 ± 2.3 mm/Hg para la vena umbilical; y en arteria fetal, pH 7.43 ± 0.01, 24.9 ± 0.6 en pO2; y pCO2 de 51.7 ± 0.6, diferencias importantes con respecto al feto. Comline y Silver23 señalan que las condiciones en cuanto a gases en esta especie son estables durante la última etapa de la gestación; sin embargo, los cambios en la gasometría sanguínea durante el proceso de parto son evidentes en el presente estudio.

La disminución del pH puede provocar incremento en pCO224 o aumento en la saturación de oxígeno–hemoglobina, que reduce la disponibilidad de oxihemoglobina como un ion receptor hidrógeno, además de que incrementa la proporción de dióxido de carbono transportado como H2CO3 en vez de HCO3, siendo un factor importante que contribuye a la asfixia del lechón durante el parto. La disminución en la afinidad de O2 ocurre en el periodo posnatal inmediato, provocada por incremento en la concentración de células rojas 2,3–difosfoglicerato.

Randall25 señala que insuficientes cantidades de O2 en sangre de lechones al parto, provocan vitalidad disminuida. No obstante, la afinidad de O2 en sangre del lechón recién nacido es más alta que en la cerda.23 Aunque la hiperoxemia materna con administración de oxígeno al 100% tiene efectos limitados en la oxigenación fetal.26 Zaleski y Hacker17 observaron que la administración de oxígeno en cerdas incrementó la pO2 (P = 0.0002), pCO2 (P = 0.02), y disminuyó el pH (P = 0.02) en sangre venosa en 21%; por tanto, la pO2 debió incrementarse en la sangre arterial de la cerda, incluyendo la que suministra a la placenta. Sin embargo, el oxígeno no tuvo efectos en los valores de gases en sangre venosa del lechón feto, por ello la inhalación de oxígeno no fue efectiva en la reducción de la tasa de mortinatos o mejoramiento en la vitalidad (calificación en la escala de vitalidad o los gases sanguíneos de vena).17

Aquí se observaron cambios importantes en la cerda al momento del parto, como la hipercapnia y cambios sobre los valores basales de glucosa que pueden tener consecuencias sobre los recién nacidos. Estudios de Hanka et al.,26 en cerdas con ventilación de oxígeno e inducción de hipercapnia leve (oxígeno más 5% CO2 en los días 80–90 de gestación), la presión parcial de oxígeno (pO2) en vena materna y la presión parcial de dióxido de carbono (pCO2), aumentaron levemente pero sin cambios significativos en pH (7.37 ± 0.01.). Además, la ventilación con aire, más 5% de dióxido de carbono, modificó los valores de pO2 (82.8 ± 3.6 mm/Hg), pCO2 (78.5 ± 5.3 mm/Hg) y pH (7.24 ± 0.03). Estos cambios se acompañaron de incremento en la presión sistémica sanguínea y flujo sanguíneo uterino, aunados a disminución en la resistencia vascular uterina, con posibles efectos adversos sobre los fetos y complicaciones durante el nacimiento.

Las contracciones uterinas y abdominales ayudan en la expulsión de los fetos.27 En cerdas tratadas con oxígeno17 pareciera observarse disminución temporal en la tensión abdominal después de iniciado el tratamiento, coincidiendo con incremento en la duración del primer intervalo de nacimiento. Es posible que la evolución en el incremento de pCO2 y la disminución del pH observado en sangre venosa de cerdas al final del parto, sea importante en la reanudación del progreso de parto antes de que éste finalice, además del incremento en la respiración por el efecto del incremento de dióxido de carbono en el sistema nervioso central.

En este contexto, Chiang y Rodway,28 mencionan que la principal causa de muerte fetal en lechones es hipoxia como consecuencia de la asfixia, incremento en la duración del parto y en los intervalos de expulsión entre lechones. Además, mencionan que el lechón más craneal (cercano al polo ovárico) en cada cuerno uterino nace al último y tiene bajas posibilidades de supervivencia. Asimismo, Mota–Rojas et al.11 observaron que las contracciones uterinas provocadas por la oxitocina aplicada al principio del parto en cerdas durante el parto, son mayores en frecuencia e intensidad y están asociadas con desaceleración cardiaca fetal (dips II), que indican estrés fetal agudo con asfixia y tinción de meconio en piel, comprometiendo la vitalidad neonatal.

Los valores de glucosa durante la segunda fase del parto permanecieron 7 mg/dL más elevados en partos distócicos comparados con sus respectivos eutócicos. Después de la expulsión de la placenta, los partos eutócicos con oxitocina mostraron diferencias significativas con respecto a los demás grupos, a pesar de que el grupo con distocia sin oxitocina mostró diferencias numéricas menores con respecto a los demás grupos. Sin embargo, no se observaron diferencias estadísticas en los valores de lactato después de la primera mitad del parto. Aunque en todos los tipos de parto el lactato estuvo elevado y fue casi 9 mg/dL mayor en los partos distócicos, independientemente de la aplicación de oxitocina. Lichtblau et al.29 observaron acidosis metabólica durante nacimientos normales pero difíciles, y cambios severos en cuanto a concentraciones de lactato y equilibrio ácido–base en cerdas al parto, en especial en grupos de cerdas con distocia. Quizá el origen de la elevación de lactato en la circulación umbilical del feto porcino sea el tejido uteroplacentario. Se sabe que estos tejidos producen lactato y lo liberan dentro de la circulación umbilical y uterina en otras especies domésticas; se ha observado que una concentración venoso–arterial positiva en el lactato cruza la circulación uterina de cerdas gestantes cateterizadas crónicamente.30

Varios factores deben estar involucrados en la transferencia de oxígeno a través de la placenta durante la hipercapnia materna. Previamente Hanka et al.26 señalan que durante la hipercapnia existe incremento en el flujo de sangre uterino. El incremento en la presión sanguínea sistémica durante la hipercapnia constituye un factor que contribuye al flujo, pero también disminuye la resistencia vascular uterina. Cuando los requerimientos de oxígeno en tejidos placentarios han sido excedidos, el incremento en la tasa de liberación de oxígeno incrementa el gradiente al punto de que ocasiona transferencia de gas al feto.

En el cerdo, el patrón de la microcirculación placentaria difusa se asocia con un mecanismo de intercambio poco eficiente y gran cantidad de gradiente en la pO2 transplacentaria.23 Hanka et al.26 señalan que el incremento en la tensión de oxígeno fetal durante la hipercapnia materna resulta del incremento de flujo sanguíneo uterino y de la mayor cantidad de oxígeno liberado por la placenta, de forma que cuando se exceden los requerimientos de oxígeno del tejido placentario, se presenta incremento en el gradiente de oxígeno al sitio de intercambio de gases.

La eliminación de CO2 (y, por tanto, de ácido carbónico) y lactato de la sangre fetal, depende casi por completo de la placenta, y recompensa el déficit de oxígeno fetal.31 La asfixia perinatal ocurre cuando existe intercambio inadecuado de gases entre la placenta y el tejido fetal, que es necesario para el consumo de oxígeno y la eliminación de dióxido de carbono.9

Aunque hasta el momento hay referencia de perfiles metabólicos de la cerda, no había sido evaluado el efecto de una dosis baja de oxitocina durante el parto (0.083 UI/kg o 1 UI/12 kg de PV), sobre variables clínicas y de laboratorio en cerdas con y sin distocia. Los resultados de este experimento son evidencia clara de que la oxitocina no debe ser aplicada en partos con evolución normal sin nacidos muertos, ya que posee efectos adversos sobre el desempeño en la cerda parturienta. Sin embargo, la aplicación de una sola dosis baja de oxitocina (0.083 UI/kg equivalente a 1 UI/12 kg) después del nacimiento del quinto lechón en cerdas con distocia materno–fetal, resultó con los efectos más favorables en los indicadores neonatales y metabólicos de la cerda al parto comparados con los resultados de partos distócicos sin oxitocina y eutócico con oxitocina. Este estudio también demuestra que, si fuere requerida, la oxitocina debería ser administrada a dosis bajas en cerdas parturientas, por ejemplo: 0.08 UI/kg (1 UI/12 kg) después del quinto lechón. Esta dosis programada podría no sólo ayudar a reducir los efectos perinatales adversos secundarios a la administración de oxitocina, sino también a disminuir el número de mortinatos en partos eutócicos y distócicos en cerdas.

 

Agradecimientos

Se agradece el apoyo económico y becas otorgadas para la realización del estudio a Miguel González–Lozano, estudiante del programa de Doctorado en Ciencias de la Producción y de la Salud Animal, de la FMVZ–UNAM, quien fue becario del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, de México, en la maestría, con número 193000, actualmente tiene el registro 168246 en el Doctorado. Va también nuestra gratitud para M. E. Trujillo, M. Alonso–Spilsbury, R. Hernández–González, R. Ramírez–Necoechea y D. Mota–Rojas, quienes son miembros del Sistema Nacional de Investigadores, de México.

 

Referencias

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Nota:

El trabajo es resultado de la tesis de Maestría en Ciencias de la Producción y de la Salud Animal del primer autor, quien fue becario con número de registro 193000 por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, de México.

* Dinoprost trometamina, Lutalyse® Pharmacia Animal Health & Upjohn, Inc., Estados Unidos de América.

** GEM Premier 3000, Instrumentation Laboratory Diagnostics, Estados Unidos de América e Italia.

*** ThermoScan Braun GMBH, Alemania.

**** Fetal Monitor Medical Systems Inc., Estados Unidos de América.

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