Termina un año, 2021, que inició con la incertidumbre latente de la pandemia por SARS CoV-2 fincada en la posibilidad de su control o persistencia y, como sabemos, ésta última ha sido la que ha predominado. Esto puso, nuevamente a prueba, la solidez de las instituciones académicas y su resistencia, si es que a la desaparición, sí a su consolidación cualitativa.

La FEMECOG y, en particular su órgano de difusión académica, la revista Ginecología y Obstetricia de México (GOM), parecen haber resistido este embate epidémico ya que todas las actividades “tradicionales” (congresos, reuniones y cursos) se llevaron a cabo, no solo en igual número que años anteriores, sino que en algunos rubros y dada la comunicación a distancia se incrementaron, incluso, en cantidad.

En particular, nuestra revista mantuvo, al margen de lo que han significado las reuniones del grupo de editores, su presencia númerica y cualitativa manifestada por la recepción de 327 artículos para ser revisados y, potencialmente, incluidos para su publicación de los que casi el 60% fueron aprobados y, de ellos, más del 40% son investigaciones originales.

Un reflejo de la repercusión de nuestra revista en otros países es el incremento de artículos enviados para su revisión desde lugares como Argentina, Colombia, Chile y otros países de Sudamérica, además de España y Estados Unidos.

Otro rubro destacable es que tuvimos casi 90,000 visitas electrónicas contabilizadas a la página web de la revista provenientes de varios destinos nacionales e internacionales.

No cabe duda que estos dos años han sido difíciles y distintos pero, a diferencia de otros rubros en donde la incertidumbre destruyó las bases fincadas en estructuras académicas consolidadas, Ginecología y Obstetricia De México ha continuado su rumbo de manera regular en cuanto a números publicados y artículos recibidos. Esperemos que lo anterior sea un preludio que indique que al retornar a la “normalidad” se pueda mejorar aún más la calidad de lo publicado.

Como editor en jefe debo manifestar mi agradecimiento a la colaboración desinteresada y profesional del grupo de editores de cada área, a los revisores y a la invaluable e imprescindible participación de la empresa Nieto Editores. Por supuesto, no hubiésemos podido continuar estos dos útimos años sin el apoyo, desde todos los puntos de vista, del presidente de la FEMECOG, doctor Cuauhtemoc Celis.

Con el deseo del mejor año para 2022.

Alberto Kably Ambe