Después de más de 80 años de la descripción inicial por Stein y Leventhal del síndrome de ovario poliquístico, sigue considerándose una entidad idiopática compleja y, no obstante una exploración amplia de los fármacos que pudieran modificar su curso o aliviar los síntomas, son escasos los que se han encontrado exitosos clínicamente para tratar los trastornos fisiopatológicos de fondo, como la resistencia a la insulina y la disociación neuroendocrina de las gonadotropinas.

Los inositoles son compuestos orgánicos que se encuentran en cereales y frutas. Los inositoles son mediadores intracelulares de la acción de la insulina; el mioinositol se transforma en D-chiro-inositol por acción enzimática y es evidente que en el síndrome de ovario poliquístico hay un desequilibrio entre los dos compuestos, que tienen acciones específicas porque el mioinositol participa en la regulación de la captación de glucosa y señalización de la hormona estimulante del folículo, mientras que el D-chiro-inositol participa en la síntesis de andrógenos mediada por la insulina en el ovario.

El artículo publicado en este número denominado "Mioinositol en combinación con D-chiro inositol: resultados preliminares en el tratamiento de primera línea de pacientes con síndrome de ovario poliquístico" de Carmona Ruiz IO y colaboradores explora el efecto de estos inositoles en 61 pacientes diagnosticadas con síndrome de ovario poliquístico, de acuerdo con los criterios de Rotterdam. Los resultados observados por los autores, al igual que los de algunos estudios previos, indican disminución de hirsutismo, oligomenorrea, volumen ovárico, cuenta de folículos antrales, resistencia a la insulina y disociación de gonadotropinas.

En relación con los inositoles, falta mucho por conocer, como la dosis y la proporción más adecuada de mioinositol a D-chiro-inositol, y la verdadera indicación del tratamiento. Igual que con todos los fármacos nuevos, se informan múltiples ventajas, que hacen pensar en una verdadera panacea; sin embargo, con el paso del tiempo se sedimentarán las ventajas y las indicaciones. La buena noticia es que ya existen preparados comerciales que se emplearán en investigación clínica. Los inositoles para el tratamiento del síndrome de ovario poliquístico está en proceso y se vislumbran destellos interesantes en la aplicación clínica. Ojalá los inositoles tengan cabida en el tratamiento del síndrome de ovario poliquístico.