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Política y cultura

Print version ISSN 0188-7742

Polít. cult.  n.41 México  2014

 

Matemáticas y ciencias sociales

 

La pobreza que no está en los pobres

 

Sergio de la Vega Estrada *

 

* Profesor-investigador Titular C, Departamento de Política y Cultura, UAM-Xochimilco, México [dlve4078@correo.xoc.uam.mx].

 

Artículo recibido el 03-05-13
Artículo aceptado el 31-03-14

 

Resumen

Cuando se menciona la medición de la pobreza, lo que sucede en realidad es la medición del pobre. A partir de seminarios de discusión, el concepto de pobreza requiere ser pensado en tres caras: pobre, pobreza y empobrecimiento. Sujeto, contexto y proceso. Son tres expresiones de diferentes caras, diferentes conceptos. Así, la pobreza está más allá del pobre. Para acercarse a las manifestaciones del empobrecimiento, se comparan las dos clasificaciones de la pobreza, la multidimensional y la clásica. Se pueden ver algunos aspectos que genera la nueva clasificación. No todos para bien. La gráfica oficial que se ha usado para dar los resultados, no es lo satisfactoria como pretenden al presentarla como rectángulo. Las columnas en las que se divide no tienen mismas alturas, lo que hace algunas falacias. La gráfica propuesta pretende hacer explícitos los datos involucrados e indicar características de los grupos según ingresos. Primero se discute la forma y después se genera una gráfica digital. Con esto se genera una nueva visión del problema. Todo esto permite el marco necesario para discutir acerca del salario mínimo y su participación en la estructura de ingresos. De tal forma que se haga evidente que la pobreza está más allá que los individuos visibles, los pobres.

Palabras clave: empobrecimiento, salario mínimo, pobreza multidimensional, digitograma, atención al pobre.

 

Abstract

When poverty must be measure the real thing that is done is the measure of the poor. Since the seminars on poverty, the concept of poverty needs to be thought in three faces: poor, poverty itself, and impoverishment. First the individual, second the context and third the process these are three expressions of different faces, different concepts. So poverty is not on the poor, is beyond it. For a good approach that gives expressions of the impoverishment, we want to compare multidimensional and classic poverties. Want to see with the comparison some consequences of the new classification. Not all of them are for good. The graphic that shows the results is not as rectangular as they pretend. The columns do not have the same height, so with a proposition wantto make more explicit the numbers and groups done with the income survey. First discuss the shape and then to name a new graphic done with geographic information system software, this text creates a new vision of the problem. All of this is enclosed with some tables of minimum wage involved in income structure. So the poverty could be seen acting out of the poor individuals.

Key words: impoverishment, minimum wage, multidimensional poverty, digital graphic, attention to the poor.

 

INTRODUCCIÓN

El presente escrito tiene como objetivo mostrar argumentos en la idea central de que "la pobreza no está en el pobre" sino en un amplio espectro que hemos llamado desde hace tiempo el proceso de empobrecimiento.1 Aún quedan líneas por escribir, pero es de hacer notar que, por un lado, la medición de la pobreza es en realidad medición del pobre y, por otro lado, el combate a la pobreza es en realidad atención al pobre. Ni una ni otro logran palpar el problema de fondo, dejando atrás la posibilidad de modificar las condiciones que llevan a la repetición o reproducción de la pobreza. La pobreza es un contexto, es un contraste, el sujeto que la sufre es el que más preocupa, pero el proceso por el cual se generan pobres dentro de un tiempo y un espacio, no ha recibido el tratamiento apropiado para su conocimiento. Nuestra intención es generar conciencia de que el empobrecimiento es una realidad concreta, eso por el lado más elemental, pero, desde la parte epistemológica, es útil darle al empobrecimiento carácter de concepto dentro de un espacio teórico; es importante reconocer que, al estudiar el empobrecimiento, se hace visible aquello que afecta a la sociedad en su conjunto, que hay elementos de él que abarcan más espacio y que su mayor manifestación está en el pobre porque es en éste que se expresan las diferencias más abruptas y desiguales.

El análisis de la pobreza en México tiene su base desde hace tiempo en la Encuesta nacional de ingreso y gasto de los hogares, mejor conocida como la ENIGH. Con ella se calculan y combinan ingresos y carencias sociales para dar luz a la cuantificación de la pobreza a secas y a la pobreza multidimensional. La primera es entonces llamada "de ingreso" para hacer distinción con la segunda. Los responsables iniciales de la encuesta surgieron en algunas secretarías de Estado y, en 1984, queda como responsable el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGl); desde 1992 se levanta de forma continua cada dos años, con excepción de 2005, que se realiza un capricho sexenal.

Desde aquellas encuestas iniciales y hasta ENIGH 2000, la medición de la pobreza solamente clasificaba la extrema y la moderada. En 2001 se forma, dentro de la Secretaría de Desarrollo Social, el Comité Técnico para la Medición de la Pobreza con el propósito de desarrollar una metodología congruente con las políticas sociales del gobierno. Con el tiempo esa iniciativa da origen al Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) dándole, en un decreto de 2005, autoridad para establecer "lineamientos y criterios para la definición, identificación y medición de la pobreza".2

Más allá de los efectos de la nota y de las conveniencias oficiales, lo que ese Comité y ese Consejo aportan es una nueva clasificación de la pobreza. Surgen con ellos las pobrezas alimentaria, de capacidades y patrimonial (hasta 2008 en forma exclusiva) y después la multidimensional (2009), donde ya se cuantifican varios tipos. Con el Comité, la pobreza extrema se llama desde entonces alimentaria, mientras la moderada queda hecha a un lado para cuantificar la de capacidades y la patrimonial, que son menores a ella. No es fácil desligar esta concepción de pobrezas de los programas oficiales de combate a la misma; tanto Progresa (1997-2000) como Oportunidades (2001-2012) son los destinatarios del discurso que se puede alcanzar con las labores del comité y del consejo.

 

POBREZA MULTIDIMENSIONAL Y CLÁSICA

Nuestro escrito analiza algunos números generados por Coneval con la ENIGH 2010, pero realizando un manejo que aporta otros puntos de vista sobre los datos y su procesamiento. El archivo de datos duros de la encuesta, compartido por Coneval en la modalidad de datos por persona, tiene 235 387 casos-persona en muestra, que permiten proyectar información para los 112 563 979 habitantes de 2010. Lo primero que se da a conocer de la ENIGH de 2010, es una imagen rectangular en la que se expresa la cantidad de personas en cada una de las cinco categorías; cada una combina los datos de ingreso y de las seis carencias sociales para definir a la reciente pobreza multidimensional. Como es visible (Gráfica 1), las cinco categorías y sus cantidades son: 11.7 millones los pobres extremos, 40.3 los moderados, 6.5 millones de vulnerables por ingreso, 32.3 vulnerables por carencias y, por complemento, 21.8 millones de personas3 no pobres ni vulnerables.

Con esta gráfica, es visible el cambio importante en la medición de la pobreza; ya no se toma en cuenta solamente la variable ingreso, sino que se incorpora otra variable que cuantifica el número de carencias sociales en una gama de seis de ellas. Carencias que recogen la experiencia de mediciones y programas.

Con base en el Cuadro 1, es posible mostrar los cambios entre la clasificación clásica, de extremo y moderado, hasta 2000 y la pobreza multidimensional, dos pobrezas y dos vulnerabilidades, aplicada en 2010. Recordemos que las seis carencias sociales para definir pobrezas y vulnerabilidades son: rezago educativo, servicio de salud, seguridad social, calidad de la vivienda, servicios en la vivienda y acceso a la alimentación; estos conceptos miden las existencias y carencias sociales. La encuesta define ahora los pobres extremos como aquellos que tienen ingresos por debajo de la acostumbrada línea de la pobreza (extrema o alimentaria) pero que además tengan al menos tres de las seis carencias sociales.

Cuando se toma en cuenta la clasificación clásica, son 21.8 millones de personas que están por debajo del límite extremo, que quedan repartidos y nombrados de diferente manera bajo el esquema multidimensional. Son 11.7 millones de pobres extremos multidimensionales que, además de estar debajo del límite, tienen de tres a seis carencias. Los otros pobres debajo de la línea, pero con una o dos de las seis carencias, serán clasificados en la pobreza moderada multidimensional. Así, son 9.3 millones de pobres extremos clásicos, que son transferidos como pobres moderados multidimensionales. Los pobres faltantes debajo de la línea límite extremo, aquellos de cero carencias sociales, ahora serán parte de la nueva clasificación, la de vulnerables por ingreso. Son 0.8 millones (817 mil personas) de pobres extremos clásicos calificados ahora de vulnerables por ingreso. Las tres cantidades del párrafo anterior suman 21.8 millones. Eso nos indica un primer comentario: de los 21.8 millones de pobres extremos que están debajo de la línea de pobreza correspondiente, son aceptados por la nueva clasificación solamente 11.7 millones; de los demás, algunos son promovidos a moderados y, los más, promovidos por sus cero carencias, pasan a ser solamente vulnerables.

Para los pobres moderados se usa la línea acostumbrada del mismo nombre, pero por la combinación con las carencias hay incorporaciones y promociones. De los 40.3 pobres moderados multidimensionales, 9.3 millones ya fueron mencionados y son los promovidos desde la pobreza extrema clásica, pero, con una o dos carencias, se les unen 31.0 que tienen una o más carencias y están por debajo de la línea de la pobreza moderada clásica y por arriba de la línea extrema. Sumadas estas dos últimas cantidades, forman la categoría de pobres moderados multidimensionales. Pero hay otros 5.7 millones de pobres moderados clásicos que, por tener cero carencias, son promovidos a vulnerables por ingreso.

Así, todos los vulnerables por ingreso son 6.5 millones de pobres clásicos, todos con cero carencias; 5.7 tienen perfil moderado clásico, mientras 0.8 millones dan perfil extremo clásico. La no pobreza clásica queda formada por 54 millones de personas, suma redondeada de los dos primeros renglones del Cuadro 1, distinguiendo ahora 32.3 de vulnerables por carencias, ya que tienen al menos una de las seis, y 21.8 que no son pobres ni presentan carencia alguna, por lo que son nombrados no pobres ni vulnerables.

 

MODIFICACIÓN A LA IMAGEN RECTANGULAR

Hasta aquí, todo lo anterior está calculado con el mismo archivo de instrucciones o subrutinas que comparte Coneval, tan sólo están hechos algunos cruces para pensar en las comparaciones posibles de pobreza clásica frente a multidimensional. Además de la inquietud de esta cuantificación, es nuestro interés desplegar de otra forma la imagen presentada en la Gráfica 1. Si se observa sin cuestionar, alguno puede caer en malas interpretaciones pensando que la altura de color blanco encima de las pobrezas extrema y moderada tiene una distribución uniforme según el número de carencias (de una a seis en esta sección). El rectángulo deja esa sensación, cuando en realidad cada una de las siete columnas, desde seis hasta cero carencias, tiene una altura diferente y contrastante. Aún más, el efecto visual de esta imagen lleva a hacer semejante la altura de las subcolumnas que se forman en las diferentes zonas, las de pobreza extrema en color oscuro, las de pobreza moderada en color claro, las de vulnerables en color blanco y la de no pobres ni vulnerables, todas, tienen tamaños diferentes.

Las alturas de las subcolumnas quedan explícitas con el Cuadro 2. Las alturas de los vulnerables por carencia van, desde los 64 mil habitantes (el 0.1 millones del Cuadro 2, renglón 2 columna 1) con seis carencias hasta 4.8 millones con tres carencias, esto en la sección de pobreza extrema en la Gráfica 1. Cuando los vulnerables están con dos carencias, parte de la zona de pobreza moderada sin cruce con la pobreza extrema, ahí existen 12.8 millones de habitantes; para los de una carencia, la otra parte de la zona de pobreza moderada sin cruce con la pobreza extrema, ellos alcanzan una altura de 12.5 millones. Ambas alturas rebasan por mucho las anteriores. Esto rompe la sensación y ubica en el hecho de que no es precisamente un rectángulo el que explica la distribución de los vulnerables según sus carencias. Más fuerte es la presencia de la subcolumna de no pobres ni vulnerables, de la que ya se sabía, con la imagen, que su altura es de 21.8 millones. Sus cero carencias tienen mucho más peso que las anteriores.

Si intentamos la exposición gráfica que subraye este tipo de distinciones, proponemos cotejar siete columnas en tres niveles dados por el corte de ingreso que distingue, extrema de moderada y moderada de no pobre. Todas las columnas, desde seis hasta cero carencias, tienen tres niveles. El Cuadro 2 de pobreza multidimensional se transforma en el Cuadro 3 de pobreza clásica, con la lectura de carencias para establecer las equivalencias. Recordar que la pobreza extrema clásica se convirtió en moderada multidimensional, si tiene una o dos carencias, y en vulnerable por ingreso, si tiene cero carencias. Se rompe con las alturas semejantes y se notan las promociones y el monto de ellas.

Los cambios del Cuadro 2 al Cuadro 3 son diversos y algunos ya han sido comentados. El primer renglón, el no pobre de Cuadro 3 es la suma de los dos primeros del Cuadro 2, si tomamos en cuenta que las celdas vacías contienen cero observaciones. De alguna forma, los dos primeros renglones del Cuadro 2 conforman el primer renglón del Cuadro 3. Para el segundo y tercer renglones del Cuadro 3, moderado y extremo, las columnas seis a tres carencias son idénticas a las mismas columnas del Cuadro 2 en los renglones cuatro y cinco. Estos cambios aparecen en ambos cuadros sin color resaltado. Para las siguientes celdas hay tres tonos de gris que ayudan a la lectura. Faltan por relacionar el segundo y tercer renglones del Cuadro 3, columnas de dos, una y cero carencias. De estos dos renglones, la columna de dos carencias, 11.0 moderada y 6.2 extrema son la dicotomía del renglón cuatro y columna respectiva del Cuadro 2; ambas cantidades sumadas dan 17.2 de pobreza moderada multidimensional con dos carencias. El Cuadro 3 tiene de color gris claro las cantidades 11.0 y 6.2, mientras que la suma está en el Cuadro 2 con el mismo tono sobre la cantidad 17.2 ya mencionada. Para la columna de una carencia en el Cuadro 3, 8.8 de moderada y 3.1 de extrema, son dicotomía del renglón cuatro, columna respectiva en el Cuadro 2; las dos cantidades suman 11.9 de pobreza moderada multidimensional con una carencia. Para el Cuadro 3, las cantidades aparecen resaltadas con un gris medio, mismo color de la cantidad respectiva del Cuadro 2. En la columna de cero carencias, 5.7 moderada y 0.8 extrema, ambas cantidades son dicotomía del renglón tres columna respectiva en el Cuadro 2; las cantidades suman 6.5 de vulnerable por ingreso. Las tres cantidades anteriores aparecen, en su respectivo cuadro, resaltadas por un color gris obscuro.

El Cuadro 3 llevado a ilustración queda descrito en la Gráfica 2. Con esta gráfica es claro que el rectángulo escogido para representar las pobrezas y las carencias no es el más adecuado. Visiblemente, no es fácil hacer un gráfico que permita a la vez insertar los letreros explicativos. La Gráfica 2 indica la acumulación en cada una de las columnas de carencias y genera una mejor idea de la doble distribución de pobres, por su tipo de pobreza y la cantidad de carencias. Como se observa, son tres niveles en cada columna, pues se conservan los cortes acostumbrados de extrema y moderada. Preservamos los tonos adjudicados en la imagen oficial, con la intención de hacer la comparación correspondiente. El rectángulo se convierte en un conjunto apilado de pequeñas celdas que describen un polígono poco regular.

 

NUEVA GRAFICACIÓN

De manera natural, surge entonces la cuestión de ¿cómo presentar, con las tecnologías actuales, la distribución compleja de los ingresos por pobreza y carencia? Y, todavía más, agregar el perfil de rural urbano en el despliegue de información. El diseño de la Gráfica 3 es del autor y tiene la finalidad de reunir la información multidimensional y darle una salida a la imagen que se publica en forma de rectángulo. Es una gráfica del llamado estilo digital, ya que utiliza coordenadas dentro de un sistema de información geográfico (SIG) comúnmente llamado mapa digital. Contiene cinco conceptos desarrollados en una misma ilustración. Uno es el tipo de pobreza expresado con la misma posición y mismo color que lo hace Coneval; dos, las columnas se preservan en número y forma para expresar el número de carencias; tres, las zonas rural y urbana quedan expresadas por la forma de los puntos ilustrados; cuatro, el monto del ingreso se expresa por la altura que alcanza el ingreso en forma logarítmica; quinto, cada punto ilustrado representa mil personas y por la densidad de puntos se representan las concentraciones de población. Hay 112 561 puntos reunidos en un espacio preservando columnas, donde los triángulos negros son población urbana y los círculos blancos son población rural.

Esta gráfica es a la vez una propuesta metodológica del tratamiento que se debe dar a la información de las ENIGH; la parte mecánica significa diseñar lo equivalente a un mapa de puntos con el programa SIG. En términos matemáticos, lo que se construye es un espacio de coordenadas, donde la variable horizontal especifica el número de carencias y, la vertical, el monto logarítmico del ingreso. Para simplificar la representación por puntos, cada uno de ellos representaría mil personas, por lo que se agruparon los casos de misma entidad federativa, misma ubicación urbano rural, mismo número de carencias y semejante ingreso, para sumar sus factores y agregarlos en al menos mil personas representadas. Los factores recorren un rango desde 18 hasta 65 760, el primer peso es en localidades rurales y, el segundo, en localidades urbanas del Estado de México. El objetivo fue acumular al menos mil personas en cada nuevo grupo; éste lleva como factor la suma de los individuales y como ingreso el promedio ponderado de los ingresos. La semejanza de los ingresos fue definida por el número común de salarios mínimos, desde menos de uno hasta cinco; a los menos de uno se les hizo una subdivisión en categorías de 100 pesos y, para los superiores a cinco, las subdivisiones hechas fueron con cortes de 15 mil, 30 mil y 50 mil pesos, y un máximo observado de 276 mil pesos.

Algunos de los grupos formados tendrán varios miles de personas por representar, por lo que habrá varios puntos de mil que tengan la misma altura, lo que significaría una sobrerrepresentación en un mismo punto. Esto se decidió resolver con la alineación de los que coinciden en una misma altura, por lo que se genera una franja en cada carencia para dar cabida a las repeticiones de ingreso. Por eso aparecen en la gráfica puntos contiguos, dado que el factor, para esa altura y para esa carencia, representa varios miles de las mismas características. Así, en lugar de hacer puntos de diferente tamaño según el monto del factor, la expresión es de puntos con un mismo tamaño que representan a mil personas; pero cuando es el mismo dato con factor mayor a mil, se repiten puntos, tantos como miles indique la repetición.

La fusión se convierte entonces en 112 561 puntos presentados en la columna correspondiente a su número de carencias y con altura según ingreso. La alta concentración de puntos en columnas dos a cero refleja el alto monto de personas clasificadas en esas categorías. En la zona más oscura está la pobreza extrema, que de izquierda a derecha son las columnas de seis a tres carencias (11.7 millones de pobres extremos multidimensionales). Son 11 mil puntos, cada uno representa mil personas, con forma de triángulos negros para los urbanos o con forma de círculos blancos para los rurales. La zona de pobreza moderada multidimensional contiene 40 mil puntos de manera muy densa para representar los 40 millones correspondientes. Cada columna, cruzada con el color, expresa los cortes multidimensionales y a la vez son visibles los cortes clásicos de pobreza extrema y moderada. Hay siete líneas que atraviesan de lado a lado las columnas. De inferior a superior son, la línea inicial que representa el ingreso cero (A); la línea de 100 pesos de ingreso (B), es la primera casi a la mitad del espacio extremo; la del corte de pobreza por ingreso de nivel extremo (C); la del corte de pobreza moderada (D); la de cinco salarios mínimos que está en el primer tercio de la zona de vulnerables por carencias (E); la de 30 mil pesos que está en el segundo tercio del mismo espacio de vulnerabilidad (F); y la de 276 mil pesos que es un máximo de ingreso observado (G). Así, 536 mil personas reciben menos de $100 de ingreso, son los 536 puntos debajo de la primera línea. Debajo del corte de cinco salarios mínimos existen 106.8 millones de habitantes, o sea 94.9% de la población.

Con las operaciones elementales del programa SIG, se pueden desplegar los estados indicando los montos de ingreso alcanzados y el tipo urbano rural donde se obtuvieron; el análisis espacial de los sistemas geográficos puede obtener diferentes cantidades que escapan a la vista, pero bien planteadas son de fácil recuperación. De esta forma, el gráfico-mapa se puede desdoblar en 32 partes, una por cada estado de la República Mexicana. La densidad de puntos y sus posiciones son dignos de una presentación posterior en medios y espacios adecuados. Por ahora, la presentación de dos de ellos respalda las sugerencias y propuestas del autor para el asunto de la pobreza.

El estado de Chiapas es el que presenta mayor cantidad relativa de pobres clásicos, 80.9% de su población está en tal situación. Tiene la mayor cantidad relativa por el fuerte peso que representa la pobreza extrema, su 50.9% de pobreza extrema queda sellada por 30% de pobreza moderada. Los 4.9 millones de habitantes presentan entonces a 2.5 de ellos en pobreza extrema, en el lenguaje clásico, y con pobreza alimentaria, en el lenguaje que no ha terminado la reflexión de lo que ha develado.

Las tres pobrezas de 2001 indican los puntos concretos donde habría de incidir un programa que se precie de ser llamado de combate a la pobreza, cuya intención era esa. Alimentaria no necesita aclaración, Capacidades refiere a la educación y salud, y Patrimonial refiere primordialmente a la vivienda, vestido y transporte. Si logramos especificar acciones de la población que delatan su perfil de pobre, la medición debe mostrar esas acciones y darle atención específica. Es importante recordar que el Progresa estaba diseñado para combatir tres fases importantes de las acciones de la población, de ahí los nombres de alimentario y capacidades para las dos primeras pobrezas. El límite de ingresos que especifica la pobreza de capacidades significa que debe existir presupuesto suficiente para cubrir los gastos de educación y salud. Dos acciones que se intentan cubrir con el programa, nunca fue programa de alimentación; el tiempo hizo que retiraran el reto de combatir la pobreza de capacidades.

En su momento, haremos un análisis más a fondo de la ganancia que significa separar la pobreza de capacidades, que además de cuantificar una acción deseada en el llamado combate a la pobreza, con ella se logra entender una faceta específica del problema. Junto a la ganancia, hay también el cuestionamiento de si esa es la mejor forma de separar los gastos para educación y salud. El índice de Engels que se utiliza para obtener la frontera económica de las capacidades, con base en el gasto alimentario, indica de manera frágil que por cada peso que se invierta en alimento, es posible invertir 22.65 centavos más y con eso se cubre, al mes, lo necesario para la educación y la salud de una persona.

En el estado de Nuevo León se encuentra la menor proporción de pobrezas clásicas. Es de 29.2%, que se divide en 6.0 de extrema y 23.2 de moderada. Son 4.6 millones de habitantes, muy semejante a la cantidad en Chiapas. Por simple vista es evidente que la población en Chiapas es mayormente rural, los puntos blancos lo determinan, del lado de Nuevo León los triángulos negros son la mayoría. Los datos de Chiapas están más esparcidos en las siete categorías de carencia, mientras que los de Nuevo León se concentran en tres columnas de carencias. Además, los puntos de Nuevo León están todos por arriba de la marca de los 100 pesos, mientras que los de Chiapas difícilmente llegan a la frontera de los 30 mil pesos. Poco a poco los análisis que se pueden realizar con estos gráficos digitales serán difundidos y tenemos confianza en que abrirán nuevos juicios sobre el problema.

 

EL SALARIO MÍNIMO

La primera parte de este escrito se dedica a analizar la pobreza multidimensional frente a la clasificación clásica anterior, para dejar subrayado que hay algunos detalles al usar la nueva pobreza. La segunda parte tiene una aportación metodológica para ver la gráfica central en un polígono no regular, que además de la geometría aporta a la reflexión de incluir carencias sociales para clasificar a la población. En una tercera sección se genera una nueva gráfica donde los grupos de ingreso no son conglomerados rectangulares sino que hay alturas y concentraciones diferentes. Podemos nombrar la gráfica como digitograma y ahondar con ella en el análisis de la distribución de pobreza, según ingreso y según carencias. En esta cuarta parte queremos aportar elementos para vincular de manera adecuada el monto del salario mínimo con los cortes y distribución de la pobreza pero también con la distribución del ingreso.

Después de participar y organizar el Foro UAM sobre pobreza (2007-2009) y el grupo UAM de la Red Temática Conacyt Pobreza y Desarrollo Urbano (2010-2012), hay una serie de datos y conceptos que requieren ser cotejados para avanzar en la construcción de análisis adecuado para el problema de la pobreza. Creemos desde esas dos actuaciones, que un punto importante para el real combate a la pobreza es la modificación del salario mínimo. Este salario ha dejado de ser el monto adecuado para resolver la existencia digna de los trabajadores. Aun para los que ganan más de un salario mínimo, sus aumentos o prestaciones van en función del monto del salario oficial, por lo que afecta para que algunos trabajadores aparezcan, más temprano o más tarde, en el esquema de pobreza.

El planteamiento de las pobrezas intermedias, capacidades y patrimonio, ha dado la oportunidad de reflexionar sobre nuevos elementos. Al igual que el manejo de carencias sociales modificó la percepción del problema al diversificar espacios de análisis, las dos pobrezas intermedias han dado elementos nuevos que no han recibido el tratamiento adecuado. Las contribuciones de estas dos pobrezas no han sido exhibidas a conciencia, por lo que hay terreno fértil que explorar para producir, no solamente para reflexionar.

Este escrito no entra en la polémica para determinar el número de pobres. No es lo que nos preocupa. La convicción que propicia su elaboración es ver que la pobreza está en una estructura con varias aristas. Todos recibimos modificaciones en nuestra economía familiar por las modificaciones sociales, políticas y económicas, las vamos resolviendo de una u otra manera. El empobrecimiento hace que quienes no son pobres lo sean en una etapa siguiente. Cuando crece la pobreza alguien dejó de pertenecer al grupo no pobre. El aumento no es por el aumento demográfico de las familias pobres; aunque ello aumenta la pobreza, no es el único elemento y mucho menos el elemento responsable de la cantidad en ascenso. Aquel salario mínimo de la década de 1970 hoy no permite la misma obtención de bienes o servicios. Hay mucho que explorar de los efectos del salario mínimo en la escala de ingresos.

El primer comentario que urge hacer es que, si para 2010 el corte urbano de pobreza moderada es de 2 114 pesos y de la patrimonial es de 1 963 pesos, el salario mínimo de zona A es de 1 724 pesos. Esto es, de antemano, el gobierno mexicano sabe que el salario oficial es de pobreza; está 390 pesos por debajo de lo que los especialistas han señalado como la frontera de pobreza moderada y 239 pesos debajo del límite patrimonial. Deducción: hay que seguirle la pista al salario mínimo en la estructura de ingreso, dentro de los deciles pero también dentro de los espacios de los cortes de pobreza.

Para fines de este escrito presentador de la disyuntiva del salario mínimo, vamos a comparar dentro de la ENIGH 2010 un salario mínimo homogéneo de 1 673 pesos. Esto conlleva un beneficio para las comparaciones urbanas y un perjuicio para las comparaciones rurales. Por balance, donde urbano es mayor a rural, la comparación por realizar es el esquema inicial que busca interlocutores para avanzar en esta línea de investigación.

El Cuadro 4 de los deciles 2010 merece análisis; en él están los deciles indicando, por columna, el promedio de ingresos por persona en el decil y el máximo alcanzado en él. En este cuadro es claro que el salario mínimo da información que respalda los estudios donde señalan el crecimiento de las pobrezas.

Si el salario mínimo es de 1 673 pesos, por los máximos de ingreso indicados en cada decil, los primeros cuatro deciles completos están por debajo del salario mínimo. Si se piensa en dos salarios mínimos, 3 346 pesos, son siete deciles completos debajo de este límite. Para tres salarios mínimos la frontera de 5 019 pesos abarca completos a ocho deciles. Cuatro y cinco salarios mínimos, 6 692 para el primero y 8 365 pesos para el segundo, están por encima de nueve deciles completos.

Este sería un segundo momento alarmante. En México, 90% de las personas gana, en promedio, menos de cuatro salarios mínimos, cuando la marca de cinco es considerada por algunos estudios como la que determina el monto real del salario adecuado. Los ingresos desplegados en este escrito son por persona y debemos tener la claridad de que los hogares tienen otra distribución del ingreso en tanto número de salarios mínimos. No obstante, el análisis que se propone aquí es la primera aproximación que se realiza para relacionar los salarios con los ingresos. Muchas decisiones se toman con base en el salario mínimo oficial, las becas de estudio, las becas docentes, las multas, los aumentos salariales; todo esto y más, queda vinculado al aumento del salario oficial.

En su momento, el salario mínimo cumplía su objetivo social y familiar; actualmente ha perdido su valor al estar ligado a los modelos económicos modernos. Los aumentos al salario mínimo no son lo deseable desde hace tiempo y no facilitan la adquisición de bienestar. Actualmente, el salario mínimo está mal planteado y ubicarlo en la estructura de ingreso hace evidente asuntos elementales y preocupantes.

Indicar las fronteras con número de salarios dentro de los deciles, permite ver cortes que agregan nombre a los números. La pobreza es legible en las partes ya anunciadas y ahora con los salarios mínimos señalados se puede imaginar la pobreza latente que tiene la estructura de ingresos. No sólo los primeros deciles están afectados por las planeaciones oficiales.

Para precisar las últimas cantidades, el Cuadro 5 clasifica en cada decil a las personas que alcanzan diferentes montos de salarios mínimos. Así, todo el decil uno gana cero salarios mínimos, si 555 fue citado como el máximo ingreso en el decil, obvio no llega a la cantidad de 1 673. Son 11.3 millones de mexicanos en este caso. Segundo, tercero y cuarto deciles tampoco alcanzan la frontera de los 1 673 por lo que más de 33 millones se suman a la categoría de cero salarios mínimos. La categoría se completa con algunas personas del decil cinco, son 6 millones. El total de esta primera categoría es de 51.0 millones de habitantes que tienen menos de un salario mínimo como ingreso y representan 45.3 por ciento.

Las personas que ganan de un salario mínimo a menos de dos, están en la segunda parte del decil cinco, en el decil seis, en el decil siete y en una primera parte del decil ocho. Suman 34.9 millones. De dos salarios completos a menos de tres los ganan personas del decil ocho y del decil nueve; suman 12.2 millones de habitantes. Con tres y menos de cuatro se reparten entre el decil nueve y diez, son 5.8 millones de personas. Es de notar que menos de cuatro salarios mínimos ya están en terreno del decil diez.

No solamente los primeros deciles tienen problemas, 90% de la población está en una situación vulnerable latente. Para algunos es alarmante la situación y es imperiosa la búsqueda de soluciones.

 

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Notas

1 Sergio de la Vega, "Combate a la pobreza o freno al empobrecimiento", tesis doctoral sin publicar, UAM-Xochimilco, 2006, pp. 40-57.

2 Secretaría de Desarrollo Social, Diario Oficial, México, 2005, p. 5 [www.coneval.gob.mx/quienessomos/Paginas/Creacion-del-Coneval.aspx], fecha de consulta: 13 de abril de 2014.

3 Por la redacción posterior, cabe hacer notar que, en el Cuadro 1, 21.8 millones es la suma de la columna "Extrema" y coincide con la cantidad del renglón "Ni pobre ni vulnerable"; serán citadas ambas y es prudente tomar en cuenta esta semejanza numérica pero en total oposición conceptual.

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