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Política y cultura

versión impresa ISSN 0188-7742

Polít. cult.  no.39 México abr. 2013

 

Sentidos del léxico sociopolítico: identidad y cultura

 

El léxico sociopolítico en Niklas Luhmann

 

Pedro Jiménez Vivas*

 

* Maestrante. Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, Universidad Nacional Autónoma de México [sorma5461@hotmail.com].

 

Artículo recibido el: 29-04-12
Artículo aceptado el: 01-03-13

 

Lo primero que habría que establecer con máxima
imparcialidad es el terreno donde se estructuran
los problemas en relación con los cuales la
regulación epistemológica podría eventualmente
intervenir para impedirlos o para desarrollarlos.

Niklas Luhmann

 

Resumen

Este artículo busca mostrar la importancia de un léxico sociopolítico desde la teoría de sistemas desarrollada por Niklas Luhmann, así como su relevancia actual en el campo del desarrollo teórico. La principal idea que se expone en este estudio es en relación con una epistemología conceptual que pueda incorporar diversos tipos de resultados y soluciones, reflejados en diferentes fenómenos de la sociedad moderna. Los conceptos analizados son diez, los cuales tienen una esencial relación con los fenómenos de la política y otras manifestaciones de la vida social. Finalmente, este artículo puede ser tomado como una introducción al estudio de la teoría de sistemas y su relación con diferentes escenarios políticos.

Palabras clave: léxico sociopolítico, teoría de sistemas, sociedad moderna, latencia, epistemología social.

 

Abstract

This article is meant to show the importance of a socio-political lexicon of the "system theory" developed by Niklas Luhmann, as well as its current relevance in the field of theoretical development. The main idea presented in this study is related to a conceptual epistemology that is able to incorporate different types of results and solutions, which are reflected in different phenomena of modern society. The ten analyzed concepts have an essential relation to the phenomena of politics and other expressions of social life. Finally, this paper can be taken as an introduction to the study of system theory and its relation to the different political scenarios.

Key words: socio-political lexicon, systems theory, modern society, latency and social epistemology.

 

INTRODUCCIÓN

Pensar en el significado de la obra de Niklas Luhmann, es entender el desarrollo por el que las ciencias sociales han transitado en su intento por comprender la dinámica existente en aquello que nombramos sociedad. Así, a lo largo de la historia, la sociedad es el elemento fundamental que da sentido a la vida social y, por tanto, a la interacción entre seres humanos, misma que se ha vuelto más compleja según el transcurrir del tiempo.

La dinámica de la sociedad se fundamenta en una lógica que tiende al incremento de complejidad; esto quiere decir que al interior de la sociedad los elementos que la componen se encuentran en constante cambio, toda vez que el escenario social es un territorio de permanentes interacciones que al estar envueltas en este escenario de complejidad terminan por producir un incremento de esta fuerza compleja, lo que inevitablemente lleva a la sociedad hacia una atmósfera de persistentes e inevitables transformaciones.

Toda investigación social involucra una minuciosa exploración histórica; desde mi punto de vista, este ha sido uno de los ejes rectores que han guiado la extensa obra de Niklas Luhmann, ya que en gran parte de sus trabajos siempre persiste una explicación histórica; de hecho, una de las teorías en la que se fundamenta su teoría general de la sociedad es la evolución.1

Como sabemos, hablar de evolución es adentrarnos en gran medida al amplio universo de las reflexiones históricas, por tanto, nuestro autor distingue tres dimensiones fundamentales: temporal, material y social; con esta distinción Luhmann elabora un esquema explicativo de tipo general que nos permite comprender la complejidad de la sociedad moderna; esto a partir de la utilización de conceptos como tiempo, estructura y expectativa.2

Cada momento en el que la sociedad se transforma, corresponde a una etapa en particular; son así acontecimientos en los que intervienen operaciones particulares y correspondientes a un determinado tiempo. En cierta medida, podemos decir que el tiempo de cada sociedad es proporcional a la suma de su complejidad; por ejemplo, la sociedad de la época feudal era más compleja que las sociedades tribales, así como nuestra sociedad es más compleja que la feudal y como en 50 o 100 años la sociedad que se erija para ese momento será mucho más compleja que nuestra sociedad moderna; tan sólo pensemos en los adelantos científicos-tecnológicos que están por venir: física de partículas, bioingeniería, comunicación cuántica, en suma: nanociencia.

Lo anterior no significa que el desarrollo general de la sociedad esté inscrito en una línea teleológica, en la que la idea del progreso sea acumulativa y por tanto cada sociedad siempre sea mejor que su predecesora. De manera básica, lo que la teoría general de Luhmann nos explica, es el constante incremento de elementos y operaciones con los que una sociedad se articula en el transcurso del tiempo, situación que permite su evolución y de la misma manera el aumento de su complejidad.

Por lo anterior, el pensamiento de Niklas Luhmann pretende dar cuenta de una explicación general de la sociedad, para lo cual desarrolla una teoría de teorías, es decir, la explicación general de la sociedad se compone a partir de cinco grandes ejes teóricos que son: 1) teoría de los sistemas sociales, 2) teoría de la comunicación, 3) teoría de la evolución, 4) teoría de la diferenciación, y 5) teoría de las autodescripciones. En su conjunto, estos cuerpos teóricos constituyen la ingeniería de una nueva epistemología social capaz de elaborar observaciones explicativas que nos ayudan a entender y organizar la complejidad de la sociedad moderna, misma que no podría comprenderse desde el aislamiento de nuestro presente; por ello la insistencia que marco en el trabajo histórico que compone la obra de Niklas Luhmann. Así, el proceso histórico que Luhmann hace de la sociedad se encuentra tematizado a partir de la teoría de la evolución; por medio de ella se penetra en estructuras profundas que una vez analizadas dan luz a la explicación de lo que hoy en día es la sociedad moderna.

Así, la importancia de comprender los lineamentos fundamentales de la teoría general de la sociedad en Luhmann,3 estriba en el hecho de entender una propuesta conceptual sumamente ambiciosa que trata de dar cuenta de la dinámica actual de la sociedad moderna; situación que nos lleva al análisis de un nuevo léxico dirigido fundamentalmente a las ciencias sociales, y que se constituye como una base teórico-metodológica de gran alcance para la reflexión de fenómenos sociopolíticos.

Por tanto, el objetivo que planteo en este artículo se centra en ofrecer un abanico conceptual compuesto de diez elementos que describen de manera general la propuesta sociopolítica en relación con la teoría de sistemas desarrollada por Niklas Luhmann. Dicho de otra manera, se trata de un ejercicio que nos ayuda a comprender cómo se articulan estos elementos sociopolíticos con la idea de un léxico original e innovador que nos brinda la posibilidad de observar fenómenos que se insinúan como latentes.

Pretendo abarcar un nivel explicativo que se entienda como una herramienta de orientación que ayude al lector a acercarse al estudio de una de las obras más importantes de las ciencias sociales. Por tanto, este estudio debe entenderse como un acercamiento a eso que llamaría conceptos basales, mismos que guían el sentido de este texto. Así, partir de una observación que pretenda dar cuenta de los conceptos que se articulan con el resto de una propuesta teórica de dimensiones macro, debe ser consecuencia de una selección que por supuesto siempre refleja una deuda o bien un faltante; sin embargo, desde mi punto de vista y en relación con la que aquí se presenta, es la más conveniente tanto para mostrar esta innovación del léxico luhmanniano, así como para no dejar de lado las dimensiones macro que acompañan dicha propuesta y que deben entenderse como fundamentales para comprender lo mejor posible los logros y beneficios de los que estamos hablando.

Los diez elementos de análisis en relación con el léxico sociopolítico en Luhmann son los siguientes: acoplamiento estructural, el sistema como diferencia, relación sistema/entorno, clausura operativa, autopoiesis, la importancia de la observación, complejidad, comunicación, sentido y medios simbólicamente generalizados. Cabe resaltar que todos estos elementos tejen una lógica metodológica que nos permite ensamblar observaciones sobre la sociedad y sus distintas manifestaciones como lo es la política de una manera más precisa y a la vez integral, es decir, la relación que hay detrás de estos elementos parte de un procedimiento fundamentalmente de carácter metodológico.

Por lo anterior, lo importante del léxico luhmanniano estriba en el hecho de que brinda la oportunidad de comprender los distintos fenómenos sociales a partir de un enfoque teórico capaz de problematizar en el tema de la complejidad social, para lo cual Luhmann parte de una explicación policéntrica de la sociedad, es decir, en la explicación de nuestro autor no existe un centro rector capaz de controlar totalmente la dinámica de la sociedad, en cambio lo que tenemos son diferentes centros que al estar interrelacionados erigen la explicación general de la sociedad.

Estos diferentes centros tienen el nombre de sistemas,4 y como se ha señalado, es una de las teorías donde se asienta el diseño teórico de este pensador. En resumen, comprender el funcionamiento general de la sociedad y así el sentido operativo de la misma, nos lleva por fuerza a entender los lineamentos fundamentales de la teoría general de la sociedad de Niklas Luhmann, mismos que aquí expreso a partir de diez elementos basales, los cuales tienen la tarea de hacer ver la dinámica actual que se suscita dentro de la interacción sistémica, donde por supuesto fenómenos como el de la política están a la orden del día.

 

ACOPLAMIENTO ESTRUCTURAL

Comprender las características y el funcionamiento de un concepto como el de acoplamiento estructural, nos permite entender uno de los mecanismos fundamentales dentro de la teoría que nos ha propuesto Luhmann y que, por lo mismo, a cada instante se manifiesta su operación dentro del gran sistema llamado sociedad. Entonces, la idea del acoplamiento estructural hace visible la manera como un sistema social interactúa con algún otro, es decir, nos permite observar el logro comunicativo que se desprende a partir de la relación que puede darse entre dos sistemas.5

Por lo anterior, y antes de entrar de lleno a la descripción operativa que se desprende a partir de este concepto, es necesario recordar al lector que la forma como queda definida la sociedad desde la teoría luhmanniana se da a través de sistemas que inevitablemente entran en relación con el exterior, mismo que queda conformado por un conjunto de sistemas, es decir, todo lo que es externo a un sistema se compone a partir de un conjunto de sistemas. Y aunque esta es una explicación en la que profundizaré en el apartado siguiente, lo que me interesa hacer notar para este momento es la intrínseca relación que existe entre el acoplamiento estructural y los sistemas sociales, mismos que en su conjunto erigen la estructura de la sociedad. Dicho de otra manera, el acoplamiento estructural es la articulación comunicativa entre dos sistemas, de ahí la importancia de entender que para Luhmann la sociedad es "un conjunto de sistemas".

Siendo así, todos aquellos sistemas que tienen lugar desde la realización y funcionamiento de la sociedad, se ven obligados a encontrar un acoplamiento estable que les permita una correcta y así diferenciada comunicación.6 El sistema, aunque todo el tiempo se refiere a sí mismo, es decir, se autorrefiere, a cada instante necesita reintroducir comunicaciones que vienen de fuera y que ayudan a que dicho sistema continúe operando, lo que significa que el sistema no puede de ninguna manera desentenderse del exterior, o bien, lo que desde su propuesta teórica nuestro autor llama "entorno", de lo contrario, la reafirmación de aquel sistema se colocaría en un riesgo muy agudo, en otras palabras, de eliminar todo contacto con el exterior el sistema se colocaría en la base de su propia autodestrucción.

Llama la atención que todo sistema se vuelve viable a partir de la selección de elementos internos que terminan por fundamentar su propia operación,7 lo que significa que un sistema reconoce el sentido a partir de lo que comprende como la realidad del mundo; y luego de este momento es como se puede dar a la tarea de distinguir elementos que le son propios al sentido con el que observa determinada realidad. Así, un sistema concentra una observación en particular, que al definirse como una primera diferencia8 construye una formar propia con características que vuelven posible las condiciones con las que el mismo sistema efectúa su estar en el mundo. Por tanto, la manera como un sistema realiza su observación, es la forma como puede distinguir un adentro de un afuera.

Entonces, existe una relación causal entre el sistema y el exterior, es decir, su entorno. Dicha relación introduce tanto al sistema como al entorno en una lógica particular de estrecha vinculación en la que están unidos a partir de las causas que se generan tanto en el sistema como en el propio entorno. Así, la manifestación de las causas es una expresión comunicativa que para ser aceptada debe consentir el orden impuesto por cada sistema, mismo que determina la particularidad de su relación con otros sistemas, o bien, lo que corresponde también al tema del entorno.

De esta manera, la idea que se expresa en un concepto como el de acoplamiento estructural, deja en claro que existe una constante comunicación entre el sistema y el entorno, situación que no puede ser omitida, ya que la operación general de la sociedad se produce a partir de la comunicación. Sin embargo, dicha comunicación encuentra límites que se colocan a partir de la operación del propio sistema; dicho de otra manera, el sistema no puede introducir comunicaciones que no sea capaz de procesar, es decir, de comprender.9 Así, la comunicación entre el sistema y el entorno se debe acoplar, de lo contrario se desataría una suerte de constantes conflictos, lo que a la postre produciría la inestabilidad del sistema social.

El sistema no puede ser determinado por el entorno, ya que todo sistema se autorrefiere a sí mismo, en otras palabras, a partir de los elementos internos que se colocan como el eje que da vida a todo sistema, el sistema no permite la entrada de comunicaciones que puedan determinar la autonomía de su operación. Por tanto, las posibilidades de intervención del entorno en el sistema se reducen a las propias selecciones que éste hace del entorno, en este sentido, el sistema puede influenciar al entorno pero jamás determinarlo; y esto no significa que el sistema pueda anular absolutamente las manifestaciones del entorno, ya que de hacerlo éste se autodestruiría, pues con ello negaría las posibilidades de su propia evolución:

El concepto de acoplamiento estructural especifica que no puede haber ninguna aportación del entorno que sirva para mantener el patrimonio de autopoiesis de un sistema. El entorno sólo puede influir causalmente en un sistema en el plano de la destrucción, pero no en el sentido de la determinación de sus estados internos. Las causalidades que se pueden observar en la relación entre sistema y entorno están colocadas exclusivamente en el plano de los acoplamientos estructurales. Es decir, se trata de que los acoplamientos estructurales sean compatibles con la autonomía del sistema [...] Los acoplamientos estructurales pueden admitir una diversidad muy grande de formas, en la medida en que sean compatibles con la autopoiesis. El acento está puesto, pues, en la compatibilidad.10

Todo acoplamiento busca una compatibilidad, digamos que esa es su razón de ser, esa es la lógica con la que se inscribe en el mundo y con la cual permite la realización de las funciones que cada uno de los demás sistemas lleva a cabo. De esta manera, el acoplamiento estructural formaliza el terreno de una relación compleja que está dada entre el sistema y el entorno, es decir, en el acoplamiento quedan establecidos los elementos que volverán exitosa la comunicación entre los sistemas; así, a partir de la organización que propone el acoplamiento, la complejidad natural que hay en la interacción entre el sistema y su entorno queda regulada, es decir, con el acoplamiento estructural se experimenta una reducción de complejidad. Los elementos que intervienen en el acoplamiento son seleccionados de acuerdo con las posibilidades que tienen de llevar a cabo una comunicación efectiva tanto dentro del propio sistema como fuera de él, es decir, en su entorno.

Por lo anterior, la importancia del acoplamiento estructural desde la teoría de Niklas Luhmann y como una innovación al léxico sociopolítico estriba en que sin él, los sistemas no pueden recoger la información externa a ellos, sin la cual no podrían seleccionar los elementos que a la postre intervendrían en su evolución; en otras palabras, sin el funcionamiento de los acoplamientos estructurales no habría posibilidad de que los sistema evolucionaran, con lo cual el orden diferenciado y funcional de la sociedad moderna se vendría abajo.

 

EL SISTEMA COMO DIFERENCIA

La sociedad históricamente ha conseguido ganar y formalizar sus diferencias, esto es, elementos que según su relación con las interacciones sociales logran distinguirse del resto de los componentes de los que no forman parte, por tanto, lo anterior se puede entender como parte de una lógica interna y donde la sociedad se ha desenvuelto a lo largo de los años; para lo cual se han constituido diferentes formas sociales que operan según las circunstancias de su momento histórico; es decir, a partir de las diferencias que quedan establecidas como formas sociales, la sociedad construye su estructura,11 con la cual define su funcionamiento y realización.

No obstante, dicha estructura, desde la cual operan las diferencias entendidas como formas organizadas, es producto de un extenso logro evolutivo en el cual se inscribe el desarrollo del proceso histórico por el que ha transitado la sociedad. Así, una explicación que pretenda exponer la idea de los sistemas sociales puestos como diferencias, necesita por fuerza hacer visible los anteriores momentos por los que ha transcurrido la sociedad como forma estructurada, es decir, la sociedad moderna, cuya lógica de operación se fundamenta en la diferenciación funcional expresada por sistemas, es producto de un largo recorrido histórico y, por tanto, continuidad de otras formas sociales que han quedado en el pasado.

De esta forma, cada sociedad, de acuerdo con las condiciones de su tiempo histórico, ha organizado la manifestación de las diferencias a partir de sus propias posibilidades, lo que significa que cada sociedad, según el momento histórico en el que se encuentra, asimila y por tanto organiza la diferencia luego de las características con las que ésta cuenta en determinado momento.12

Por lo anterior, Luhmann contempla cuatro grandes tipologías de diferenciación social, se trata de distintas formas sociales que naturalmente se inscriben dentro de cuatro diversos momentos históricos, cada uno de los cuales nos permite comprender el largo y complicado proceso evolutivo por el que la sociedad ha transcurrido, se trata así de una trayectoria que proyecta cómo la sociedad ha asumido la necesidad de organizar su complejidad a partir de lo que puede controlar y así brindarle una regularidad.

 

RELACIÓN SISTEMA/ENTORNO

La teoría de Luhmann se puede decir que es una teoría de las formas sociales,13 es decir, algo adquiere forma a partir de que puede llevar a cabo una primera distinción, la cual distingue un adentro de un afuera. Así, la forma es tal a partir de sus componentes internos que, en este caso, constituyen los límites de dicha forma, mismos que trazan una frontera con el exterior, es decir, aquello que no adquiere una forma según la observación y sentido que se procesan al interior de lo que ya se ha distinguido como forma.

No obstante, lo que no ha sido reconocido como forma, habiendo sido colocado en el exterior, se convierte en una de ellas gracias a que sigue el mismo procedimiento que hizo posible aquella primera distinción entre un adentro y un afuera. En otras palabras, toda distinción se comprende a partir de una doble observación, es decir, la observación que comprende una forma desde un adentro, también observa que dicho adentro es a la vez un afuera y por consiguiente aquello que no se ve como una forma, según la observación y el sentido que desde un adentro la juzga; sin embargo, eso que ahora observa como un afuera, es también un adentro. Dicho de otra manera, una forma puede perder su carácter definido dependiendo de la observación del observador, quien puede ubicarla dentro o fuera. Por tanto, esa es la operación fundamental de la diferencia.14

Así, toda forma procesa una distinción, o la forma es el resultado de una distinción; en este sentido y a manera de ejemplo, una persona puede ser vista como una forma a partir de que ha logrado distinguirse de otra: Paola no es igual a Daniela, ya que la misma Paola ubica características que le son propias a sí misma, es decir, elementos internos que le permiten diferenciarse de Daniela, quien realiza el mismo proceso que ya hemos descrito con Paola y que de esta manera también la constituyen a ella como una forma.

Por lo anterior, se puede decir que cuando menos la sociedad moderna opera a partir de un principio de realización formal, es decir, la sociedad procesa formas con las que puede comunicarse. Este principio fundamental dentro de la teoría luhmanniana es influencia de un trabajo como el de Laws of form de George Spencer Brown,15 el cual Luhmann interpreta para llevarlo al campo de la sociología y expresamente construir así la distinción sistema/entorno.

Ya hemos dicho que la sociedad funcionalmente diferenciada es una sociedad que se distingue por una organización establecida a partir de la emergencia de sistemas. Y siguiendo con las apreciaciones de un trabajo como el de Spencer Brown, lo que para este pensador, desde la matemática, se aprecia como la emergencia de formas, para Luhmann, desde la sociología se visualiza en la emergencia de sistemas. Así, las formas desde el mundo de la matemática equivalen a los sistemas vistos desde el mundo de la sociología. Así, nos encontramos frente a una explicación central que articula toda la teoría general de Niklas Luhmann, pues la sociedad moderna es comprendida como una continua acumulación y por tanto organización de distinciones; la sociedad es redundante en el procesamiento de distinciones, mismas que devienen del trascurso comunicativo, toda vez que selecciona informaciones:

Con ayuda de esta conceptuación –diseñada para el desarrollo del cálculo de las formas que procesan distinciones– puede interpretarse también la distinción sistema/entorno. En la perspectiva de este cálculo general de las formas la distinción sistema/entorno constituye un caso particular de aplicación. En el plano del método no se trata simplemente de sustituir la explicación de la sociedad a partir de un principio (ya sea el "espíritu" o la "materia") por una explicación a partir de una distinción. Es indudable que a la distinción sistema/entorno le atribuimos una posición central en el establecimiento de la teoría, pero sólo en el sentido de que a partir de la "forma-sistema" organizamos la consistencia de la teoría, es decir, organizamos el contexto de una multiplicidad de distinciones. El procedimiento entonces no es deductivo sino inductivo: prueba qué dicen las generalizaciones de una forma en la otra. Aquí, por tanto, consistencia no significa otra cosa que producción de suficientes redundancias, por consiguiente, tratamiento detallado de las informaciones.16

Al igual que las formas, todo sistema parte de una primera distinción, aquella que distingue entre un adentro y una afuera. De esta manera, lo que se define como un adentro es lo que adquiere la composición de un sistema, para que de esta manera todo lo que permanezca fuera fundamente la composición del entorno. Por tanto, si uno de los logros evolutivos de la sociedad moderna es haber organizado su complejidad a partir de sistemas, este logro no podría entenderse sin el papel que desempeña el entorno, ya que ningún sistema podría asumir la complejidad de la sociedad en su totalidad, para lo cual tiene que distinguir operaciones, es decir, actividades que corresponden a los componentes internos de determinado sistema, para que de esta forma, lo que no corresponda a dichas actividades adquiera el papel del entorno.17

Así, la relación que se establece entre el sistema y el entorno está marcada por la exigencia del acoplamiento, por lo cual, el hecho de que el sistema se distinga del entorno no significa que deba darse una relación de irritación, es decir, la emergencia de conflictos continuos, sino, todo lo contrario; debe existir un acoplamiento entre el sistema y el entorno, lo cual significa que cada sistema comprende y respeta la autonomía de algún otro.18

Por lo anterior, si al hablar de sistemas comprendemos: la política, la economía, el derecho, la educación, la religión, la ciencia, el arte, la intimidad, el deporte, el turismo, los medios de masas y otros más que puedan emerger dadas las posibilidades de la sociedad, cada uno de estos sistemas ve en el otro a un entorno. Y en este caso, si distinguimos a la política como un sistema, los otros diez sistemas que he mencionado constituirían el entorno de dicho sistema, en este caso, la política. De esta manera, el entorno siempre es más complejo que el sistema, pues en éste se halla todo aquello que, en este caso, no corresponde a la política, pero sin embargo, tanto la política entendida como sistema y su entorno, entran en una dinámica caracterizada por el acoplamiento estructural, es decir, el respeto de los límites y autonomías de cada sistema en el entendido de que así se puede lograr una estabilidad en el sistema general llamado sociedad.

 

CLAUSURA OPERATIVA

Todo sistema debe tener totalmente clara la selección de sus elementos, pues es a partir de dicha selección como se fundamenta su operación, es decir, a partir de dicha operación el sistema logra distinguir los límites de su funcionamiento y por tanto los territorios de su autonomía, situación con la cual garantiza que la complejidad del entorno no termine por colapsarlo al grado de eliminarlo total y definitivamente.

Por lo anterior, la clausura operativa es un concepto que nos ayuda a comprender la necesidad que el sistema tiene por volverse compatible con el entorno. Es decir, sin la realización de la clausura operativa, sería cuestión de tiempo para que el sistema colapsara a consecuencia de la complejidad del entorno. En este sentido, el entorno debe entenderse como una atmósfera desordenada llena de complejidad, o bien, como un conjunto de diferencias indeterminadas entre sí que no pueden lograr una unidad armónica, lo que significa que la complejidad permanezca como señal de alarma; en este caso la alerta está en definir y asimismo actualizar los elementos con los que un sistema opera. En este sentido, la operación que un sistema define es producto de un transcurso evolutivo donde los elementos definidos constantemente se deben actualizar según las circunstancias de su tiempo, lo que lleva a que todo sistema busque las condiciones apropiadas para lograr su clausura. Así, el desarrollo evolutivo de la sociedad, y con ello la emergencia de un orden sistémico, lleva a éstos, los sistemas, a la realización de su propia clausura operativa:

La clausura operativa hace que el sistema se vuelva altamente compatible con el desorden en el entorno o, más precisamente, con entornos ordenados fragmentariamente, en trozos pequeños, en sistemas varios, pero sin formar una unidad. Se puede decir que la evolución lleva necesariamente a la clausura de los sistemas, la cual a su vez contribuye para que se instaure un tipo de orden general respecto al cual se confirma la eficacia de la clausura operativa.19

Todo sistema depende de su propia organización, pues es ahí donde las estructuras del sistema, compuestas por los elementos que éste distingue y de los cuales a su vez se apropia, pueden garantizar su permanencia, es decir, sin la organización el sistema no podría controlar las dificultades que representan sus propias selecciones. Así, todo sistema puede adaptarse y transformarse a partir de la organización20 que éste tiene de sus propios elementos, por tanto, toda clausura operativa parte de la organización con la que se constituye cada sistema, pues es la organización de los elementos internos el único elemento que puede decidir sobre el rumbo que puede tomar determinado sistema.

Con lo anterior, hemos dicho que todo sistema tiende a la autoorganización, lo que significa que a partir de la organización interna el sistema logra la construcción de sus propias estructuras, mismas que han sido posibles mediante la previa selección de operaciones constitutivas al sistema. Ahora bien, la autoorganización del sistema desarrolla un vínculo muy cercano con un concepto central para la teoría luhmanniana: autopoiesis, mismo que tiene una relación fundamental con las operaciones que el sistema ha seleccionado como de suyo y que se encuentran en estrecha correspondencia con la autoorganización.

Así, una explicación de la clausura operativa no puede ser del todo clara sin el desarrollo ulterior de un concepto clave como el de autopoiesis, mismo que a continuación expongo.

 

AUTOPOIESIS

Con la idea de la autopoiesis la teoría sociológica de Niklas Luhmann da un vuelco de grandes proporciones; a partir de esta idea la teoría de nuestro autor alcanza una estabilidad mucho más profunda que le permite el desarrollo de una explicación de mayor amplitud y así lograr su objetivo de ser una teoría omniabarcante. Cabe señalar que este concepto es desarrollado por el biólogo chileno Maturana,21 a quien Luhmann conoce en Harvard y quien precisamente había desarrollado el concepto de autopoiesis pensado para la biología; no obstante, Luhmann se percata de la importancia de un concepto como éste y lo traslada al campo de la sociología.

Así, el concepto de autopoiesis debe ser entendido como un elemento de primer orden dentro de la teórica de nuestro autor, pues a partir de este concepto es como el sistema puede garantizar su propia existencia. Por ejemplo, en el caso de la biología, lo que los sistemas autopoiéticos significan es la constitución de la vida misma, es decir, si pensamos en cualquier organismo biológico, éste se vuelve autopoiético una vez que desde sus elementos internos es capaz de garantizar su propia vida, es decir, la célula se define como un organismo autopoiético toda vez que es ella misma, a partir de sus elementos internos y no a consecuencia de la influencia con el exterior, quien logra constituirse a sí misma y por consiguiente a la vida que la caracteriza y que por añadidura se encarga de hacerla existir.

De esta manera, se debe entender que son los sistemas autopoiéticos quienes tienen la capacidad de producir sus propios elementos, lo cual significa que no todas las características de la sociedad moderna se podrían definir como sistemas, ya que precisamente la autopoiesis necesita de ciertas garantías que no se encuentran de lleno en toda la sociedad, y en cambio son los sistemas quienes pueden garantizar la reproducción autopoiética, ya que son ellos quienes tienen la capacidad de referirse a sí mismos, ya sea a partir de la constitución de sus elementos, así como por medios de sus operaciones fundamentales.

Por lo anterior, en la autopoiesis no hay lugar para los elementos aislados, pues esto presupondría que los sistemas se erigen a partir de elementos que a priori han sido definidos, es decir, que previo a la constitución del propio sistema, éste se ha podido definir gracias a que existían elementos aislados que se mantenían en ese estado precisamente para poder dar vida a un determinado sistema. Sin embargo, una posición del tales dimensiones sería muy complicada de aceptar, ya que los elementos que intervienen en la sociedad, todo el tiempo permanecen en constante movimiento, dicho de otra manera, dado el dinamismo que va adquiriendo la sociedad como consecuencia de su complejidad evolutiva, es imposible sostener que ciertos elementos puedan permanecer aislados. Así, lo anterior es justamente una de las enormes dificultades por la que atraviesa un sistema y asimismo la necesidad por su clausura operativa; el sistema –al clausurarse– garantiza la emergencia de su autopoiesis y de esta manera la definición de su autonomía, lo que significa que el resto de los elementos que intervienen en la sociedad no afectan su operación:

Si se toma, para explicar el concepto de autopoiesis, como punto de partida la clausura de la operación, entonces por autopoiesis se entiende que el sistema se produce a sí mismo y no sólo a sus estructuras: hay computadoras que pueden crear sus propios programas, pero no crearse a sí mismas. Los sistemas son autónomos en el nivel de sus operaciones. La categorización de la autopoiesis asume como punto de partida la cuestión radical de la autonomía, ya que define al sistema desde sus propios elementos. Autonomía significa que sólo desde la operación del sistema se pueda determinar lo que es relevante y, sobre todo, lo que le es indiferente. De aquí que el sistema no esté condicionado a responder a todo estímulo que provenga del medio ambiente.22

Con todas estas anotaciones sobre el concepto de autopoiesis, podemos decir que la importancia fundamental de un concepto como éste, es el hecho de que exige la distinción que todo sistema debe realizar para llevar a cabo la selección de sus elementos, mismos que habrán de constituir la dimensión de sus operaciones y por lo tanto la realización de sus funciones. Así, la idea de autopoiesis nos permite ver que toda explicación por el sistema parte de aquello que se explica, es decir, lo explicado, así como de aquello que lo explica, o sea, quien lo explica.23

Esto último es fundamento indispensable no sólo para entender la idea de autopoiesis, sino para comprender en términos generales la lógica donde se asienta la teoría general de este importante sociólogo alemán. Ahora bien, si la autopoiesis no explica los estados históricos del sistema, es porque la observación del observador se constituye en el presente; es decir, quien explica, en este caso el observador, empieza por explicar aquello que se explica, en este caso, los elementos internos que intervienen en la operación: la constitución del sistema desde un ahora y no desde un antes o un después; lo que nos lleva a preguntar: ¿cómo observa el observador? De esta manera, el juicio del observador es otro de los elementos fundamentales que componen la ingeniería teórica de nuestro autor, y por supuesto la importante relación que esto tiene sobre la formulación de un léxico sociopolítico.

 

LA IMPORTANCIA DE LA OBSERVACIÓN

De cierta forma, en cada uno de los trabajos que realizó Luhmann se encuentra insinuada la necesidad por construir una teoría de la observación, dado que la descripción de la realidad parte de un observador que está inscrito, lo quiera o no, dentro de la dinámica de la sociedad y lo que habrá de determinar los límites de su propia observación. Dicho de otra manera, el observador observa desde dentro a la sociedad, y no podría hacerlo de otra manera, ya que nadie puede estar fuera de la sociedad, en ese sentido, sólo el psicópata aparentemente opera fuera de la norma social, sin embargo, de alguna u otra manera este enfermo mental se encuentra anclado a la sociedad aunque sólo sea porque tiene la intención última de violar el código que ésta representa, por tanto, nada puede estar fuera de la sociedad, de hacerlo, aquello no podría ser considerado como social, por ello que el psicópata a pesar de sus múltiples intentos por eludir las normas sociales, finalmente no puede abandonar el corpus social, ya que es ahí donde su enfermedad se proyecta y donde la patología que representa cobra sentido.

Así, Luhmann al elucubrar una teoría de la observación propone una forma epistemológica radical con la cual puede ser apreciado el saber de las ciencias sociales; de esta manera, el planteamiento que desarrolla constituye una radicalidad que las ciencias sociales se apropian, particularmente aquello que corresponde a una sociología del conocimiento.24

Por otro lado, la radicalidad de una teoría de la observación llevada al terreno de la sociedad se explica a partir de pretender romper con buena parte de la tradición filosófico-social, la cual pretendía observar el mundo social desde afuera, como si un pensador tuviera la capacidad de abstraerse a un nivel tal que se encontrara por encima de la sociedad y por consiguiente pudiera hacer una lectura totalizante de ésta. Asimismo, esta radicalidad se observa también en el hecho de no aceptar fenómenos trascendentales dentro de la operación de la sociedad, ya que ésta, al constituirse como un observador permanente que opera a través de observaciones, dota a la sociedad de un dinamismo permanente precisamente a partir de la práctica de observar, situación que borra por completo la posibilidad trascendental de los fenómenos, es decir, ante la observación ningún fenómeno es invariable y por tanto trascendental:

Pese al grado de abstracción del término observar, aquello que designa se entiende como una operación empírica, es decir, que es a su vez observable. Eso tiene una importante consecuencia, que se opone a relevantes hipótesis de la tradición: la acción de observar altera el mundo en que se observa. Dicho de otra manera, no existe ningún mundo observable y a la vez invariable ante la observación. O para decirlo de otra manera: el mundo no puede ser observado desde afuera, sino únicamente desde el interior de él mismo: sólo según la norma de las condiciones (por ejemplo físicas, orgánicas, psíquicas, sociales) de las que él mismo dispone.25

Entonces, pensar en términos teóricos la práctica del observador nos coloca en los límites de nuestro pensamiento, obligándonos así a una revisión profunda respecto a todo aquello que habíamos pensado como inamovible. De esta manera, pensar en los alcances que puede tener la elaboración de una teoría de la observación, desde mi punto de vista constituiría uno de los momentos de mayor importancia según las circunstancias actuales de nuestras barreras epistemológicas. Así, a partir de una epistemología de la observación podríamos ser capaces de hacer emerger sentidos que han quedado marginados a consecuencia de la hegemonía totalizante de ciertos discursos.

Por lo anterior, la dinámica epistemológica de una teoría de la observación nos colocaría en un entramado de posibilidades cognitivas con respecto al funcionamiento de la sociedad, así como su íntima relación con la política; situación de gran ayuda más aún en un contexto poselectoral que actualmente la sociedad mexicana enfrenta. Por ejemplo, a partir de una epistemología de la observación toda explicación teórica, la cual debe ser entendida como una observación, sería una sola posibilidad frente a un amplio universo, es decir, una sola distinción de tantas como la observación podría distinguir, lo cual sin lugar a dudas constituiría una poderosa revolución en nuestra forma de hacer ciencia, ya que todo conocimiento sería una posibilidad de tantas como puedan ser posibles. Así, desde este punto de vista, la teoría de sistemas sólo es plausible a partir de la observación que la hace posible, pues un observador situado en un lugar diferente podría observar una observación distinta a la que hace posible emerger la teoría de sistemas:

Por otra parte, con el metaconcepto de observación, veo abrirse en forma creciente, también otras posibilidades. Si se parte de la operación del observador, la teoría de sistemas resulta ser sólo un instrumento plausible, entre otros. De hecho, en dos o tres ocasiones sostuve un seminario en el que se intentó desarrollar diferenciaciones alternativas al complejo sistema/entorno, por ejemplo la diferenciación medio/forma o también la diferenciación evolutivo teórica de variación/selección. Entonces se vuelve más claro que no todo puede ser deducido de determinados axiomas de la teoría de sistemas. Creo que cada paso concreto debe exigir también la introducción de otras diferenciaciones de origen distinto. De allí se podría decir que se empieza con una teoría de la observación y se decide entonces, en un segundo paso, si uno quiere trabajar con ayuda del esquema sistema/entorno, o del esquema medio/forma, etcétera.26

Entonces, una teoría de la observación, desde la perspectiva de Luhmann, sería capaz de ofrecernos diferentes esquemas interpretativos con los cuales las posibilidades de comprensión serían bastas, pero no sólo ello, ya que las probabilidades de hacer conscientes nuestros propios errores aumentarían. Por tanto, poder visualizar y al mismo tiempo comprender un panorama de errores en lugar de aciertos es, desde mi perspectiva, la efectiva contribución que una teoría de la observación podría hacer al campo de la epistemología social y por supuesto reflejada así en la amplitud y formalización de un léxico sociopolítico. Y claro que esta es una tarea ardua en la que buena parte de nuestros esfuerzos se habrán de concentrar en los próximos años, ya que aún es necesario un desarrollo tanto teórico como metodológico que nos permita cimentar los postulados generales de una teoría de la observación.

Finalmente, en cuanto al tema de la observación se refiere, debe quedar bien en claro que la importancia por elaborar una teoría de la observación se asimila una vez que comprendemos la complejidad en la que se inscribe nuestra sociedad moderna y todos sus procesos tecnológicos que la distinguen,27 asimismo todas aquellas herencias que la han hecho posible, es decir, el pasado de la sociedad moderna es tan complejo como su presente. De esta manera, analizar el ambiente de complejidad en el que los sistemas emergen, constituye otro de los factores tanto teóricos como metodológicos que este artículo debe tratar según los objetivos que se ha planteado.

 

COMPLEJIDAD

La sociedad moderna bien puede distinguirse por el ambiente de complejidad en el que se ha inscrito; en otras palabras, la sociedad en la que hoy vivimos puede ser vista como producto de un largo trascurso evolutivo; y esto es algo que desde las ciencias históricas entenderíamos como procesos históricos. Se trata entonces de un largo recorrido donde las formas sociales en turno se someten a una serie de circunstancias adversas y donde se pone a prueba su capacidad por solucionar tales adversidades. Naturalmente, no siempre se logra salir adelante, ya que en diversas ocasiones las sociedades han sucumbido ante su propia adversidad, lo que consigue guiar y definir la forma social en la que hoy nos encontramos, es decir, la sociedad moderna es resultado de formas sociales que pudieron haberse impuesto en el pasado, pero que al no hacerlo sólo consiguieron heredar ciertas manifestaciones que hoy operan en nuestro presente.

Así, la condición histórica de la sociedad esta plagada de un ambiente hostil, dicha hostilidad hace emerger el factor de complejidad que es tan importante para la explicación de la teoría de Luhmann –y en general para buena parte de la tradición sistémica–, quien ha elaborado reflexiones tanto teóricas como metodológicas encaminadas a comprender la complejidad de la sociedad moderna.28 Por tanto, el recorrido histórico que ha hecho la sociedad (teniendo en cuenta las diferentes formas por las que ha transcurrido) ha marcado las posibilidades de su evolución en el entendido que de alguna u otra manera ha logrado sobreponerse a los obstáculos que el escenario de complejidad en el que se ha desarrollado le ha impuesto.

Por lo anterior, a medida que la sociedad evoluciona aumenta su escenario de complejidad; en otras palabras, la sociedad al estar inscrita en un proceso histórico dinámico y lleno de dificultades, de alguna u otra manera logra imponerse a las adversidades que da cuenta la historia; de esta manera, los horizontes de su mundo se expanden con lo cual lo que creía complejo ya no lo es; sin embargo, esto provoca el surgimiento de nuevas dificultades y por lo mismo el incremento de su propia complejidad. Por ejemplo, en el tema de la medicina el descubrimiento de la penicilina a principios del siglo XX logró aliviar diferentes dificultades a las que se enfrentaba la medicina de aquellos tiempos, sin embargo, la ciencia médica contemporánea hoy día tiene frente a sí nuevas dificultades, es decir, un escenario de complejidad mayor al que se enfrentaba hace un siglo, no obstante, la medicina de hoy ha pasado por la evolución de un siglo; el sistema de la ciencia ha evolucionado, y al hacerlo, actualmente se enfrenta a un natural aumento de complejidad al que pretende organizar.

Como hemos visto, todo sistema social se enfrenta a las disposiciones de su entorno, y aquí habría que distinguir dos formas de complejidad: la misma del sistema y la del entorno, que siempre es mayor a la del sistema. Así, el sistema se ve en la obligación de autoorganizar su propia complejidad, pero no podría hacerlo sin la distinción entre un adentro y un afuera, es decir, para que el sistema pueda autoorganizarse necesita autorreferrirse,29 pero no podría hacerlo si no distingue un entorno, ya que la distinción del entorno es lo que le permite separar un adentro de una afuera, o bien, seleccionar elementos que le son propios y que sin lugar a dudas le ocasionan grandes incentivos de complejidad que, sin embargo, puede controlar ya que dicha complejidad, al ser parte del sistema, se ve regulada por la operación del mismo.30 Todo lo contrario ocurre con la complejidad del entorno, pues ésta no es parte de la operación del sistema y sin embargo puede influir en la operación de éste.

Por lo anterior, la sociedad moderna, es decir, una sociedad funcionalmente diferenciada, es la primera forma social que más se ha ocupado por la organización de su complejidad. Mejor aún, se trata de la primera manifestación que mejor ha comprendido el ineludible ambiente de complejidad en el que toda sociedad se ha colocado sin excepción alguna, por supuesto, esto cuando menos desde una explicación teórica; ya que desde nuestra experiencia y según la geografía de la que se hable, podríamos encontrar casos en los que una explicación como ésta pueda despertar muchas más dudas e inquietudes.

Así, un esquema de explicación sistémico para la sociedad, parte del supuesto de que ningún sistema puede abarcar la complejidad del entorno por completo, ya que los estímulos que éste manifiesta superan las capacidades de organización que el sistema expresa desde su interior, por tanto, todo sistema se ve en la necesidad de construir mecanismos que le ayuden a organizar la complejidad que viene desde el entorno, en otras palabras, todo sistema tiene un filtro de complejidad, pues al no poder hacerse cargo de todos los estímulos provenientes del exterior, selecciona aquello que tiene que ver con las operaciones que éste procesa. De esta manera, el sistema construye un esquema de observación que le permite reducir la complejidad que viene desde el entorno, para así poder operar con niveles de complejidad que el sistema pueda controlar desde su interior:

El sistema no tiene la capacidad de presentar una variedad suficiente (requisite variety: Ashby) para responder punto por punto a la inmensa posibilidad de estímulos provenientes del entorno. El sistema, de este modo, requiere desarrollar una especial disposición hacia la complejidad en el sentido de ignorar, rechazar, crear indiferencias, recluirse sobre sí mismo. De aquí surgió la expresión reducción de complejidad, esto en lo tocante a la relación del sistema con el entorno, pero también en la relación consigo mismo, sobre todo cuando se trataba de comprender las instancias de racionalidad, las agencias de planeación ubicadas dentro del mismo sistema.31

La complejidad para la sociedad moderna se ha convertido en un factor de sumo cuidado, pues tal y como actualmente nuestra sociedad se encuentra organizada, la complejidad que ésta genera aumenta constantemente de manera exponencial, como también han aumentado ampliamente los mecanismos sistémicos para reducirla. Así, la sociedad moderna es un ir y venir entre el aumento y la reducción de complejidad; por ejemplo, la física cuántica ha encontrado maneras de reducir su complejidad elaborando modelos que se ven reflejados en infraestructura que nos permite una vida más placentera, asimismo, ha ocasionado que la complejidad aumente al desconocer procesos originados por aquello que ahora conoce.

En el tema de las ciencias sociales, la situación es parecida. La sociedad se vuelve cada vez más compleja a partir de la operación que permite su autorreproducción, es decir, la comunicación. Las diferentes manifestaciones actuales de la comunicación dentro de la sociedad han conseguido un aumento de complejidad en ésta, por tanto, el estudio de la comunicación es uno de los elementos de gran importancia que integran el léxico sociopolítico desde la perspectiva de Niklas Luhmann.

 

COMUNICACIÓN

La sociedad se reproduce a partir de comunicaciones, este principio es el que garantiza la propia existencia de la sociedad, en otras palabras, sin comunicación el mundo social no podría erigirse. Por tanto, desde la teoría de sistemas, la comunicación se constituye como la categoría basal en la que se asienta la sociedad, ya que toda práctica, toda realización de la sociedad, procede a partir de que la comunicación ha conquistado las posibilidades de su realización.32

Si la sociología del siglo XIX a partir de los trabajos de Max Weber coloca a la "acción" como la categoría fundamental que da vida a la sociedad moderna33 y desde la cual la sociología adquiere su formalismo científico; ya que con dicha explicación se articulan los cimientos de una explicación base, la cual centra sus argumentos a partir de que toda manifestación de la sociedad inicia como punto de arranque en la idea de la acción. Así, con Niklas Luhmann nos recorremos a un nivel de análisis mucho más particular, es decir, penetramos en un horizonte epistemológico de mayor profundidad; para nuestro pensador la comunicación es previa a la acción. Y una explicación de este calibre hace posible que los límites de la reflexión sociológica se expandan, con lo que al mismo tiempo se expanden las dificultades para interpretar la sociedad; no obstante, es esto lo que nos brinda la posibilidad de encontrar nuevos caminos epistemológicos que a su vez contribuyan a la elaboración de herramientas de análisis, como puede ser la formulación de un léxico sociopolítico, y así contribuir a la solución de las problemáticas que afectan la vida social.

Con el concepto de comunicación como elemento basal que permite la autorreproducción de la sociedad, lo que nos dice Luhmann es que ya no es posible pensar la sociedad en términos de la tradición, ya que lo que ahora necesitamos es profundizar en aquel súper elemento que sostiene toda la forma llamada sociedad; así, para Luhmann el sedimento en el que se sostiene toda la sociedad es la comunicación, pues ésta permite la autopoiesis del gran sistema social que es la sociedad.34 A partir de este momento, la comunicación inicia con el desarrollo y reafirmación de su propia lógica, por tanto, lo que ocurre es que la comunicación, según su propia evolución, toma y desarrolla distintas codificaciones que se separan y al hacerlo colocan las bases de cada uno de los sistemas; en este sentido, cada sistema es una codificación comunicativa que se ha separado y de esta manera puede construir su propia operación.

Así, la sociedad es pura comunicación, y esta separación sistemática reflejada a través de códigos es lo que permite la emergencia de sistemas como la política, la economía, el arte, la religión, la educación, etcétera. Por lo anterior, comprender las formas evolutivas por las que ha transitado la comunicación significa entender la manera como la sociedad se reproduce a sí misma.

 

EL SENTIDO

La sociedad produce su conocimiento de acuerdo con el tipo de sistema comunicativo en el que se encuentre; así, existe un tipo de saber según los diferentes estadios de la comunicación. A este respecto se diría entonces que la comunicación fundamentalmente es producción de sentido que se refleja de manera diversa según el momento histórico en el que se encuentre, lo que genera una gran variedad de relaciones y lógicas comunicativas producto de un largo proceso evolutivo, hecho que a su vez nos permite entender la epistemología de una teoría evolutiva como elemento de estudio para la comprensión de la formación de sentido, entendido como la partícula elemental que permite, a partir de la comunicación, la articulación de la vida en sociedad.

Por lo anterior, diría que el sentido es el bosón de Higgs de las ciencias sociales, quienes son lo que son a partir de sus diferentes sedimentos de sentido y que se hacen perceptibles por medio de la comunicación. Así, la comunicación parte de un principio fundamental en el que su unidad está compuesta luego de tres elementos que hacen plausible su emergencia: 1) información (information), 2) darla a conocer (mitteilung), 3) comprenderla (verstehen). Estos tres elementos no se pueden entender si no está de por medio la manifestación del sentido, fenómeno que termina por unir y articular estos tres elementos que componen a la comunicación y al mismo tiempo hacen emerger al sentido; dicho en otras palabras, estos tres elementos que dan vida a la comunicación no son ontológicamente independientes, todo lo contrario, la comunicación necesita que éstos emerjan en una unidad para de esta manera al mismo tiempo el sentido comunicativo se pueda consolidar. Y es justamente el sentido, el médium por donde opera la comunicación, de tal suerte que para que exista este médium hace falta que los tres elementos que componen la comunicación emerjan en una sola unidad.35

Entonces, la emergencia de esta unidad comunicativa, previene al sistema de futuras imprecisiones, es decir, la comunicación queda diferenciada como elemento constitutivo de los sistemas sociales, con lo cual su operación está garantizada y por lo tanto su autopoiesis, la misma que reconoce un sentido particular y general para cada sistema. La distinción de la comunicación nos permite comprender su importancia dentro de la teoría de sistemas, en otras palabras, para comprender a la sociedad es necesario entender su comunicación, pues es ahí donde podemos captar su sentido y con ello el conocimiento que ésta reproduce.

Siendo así, toda observación hace emergente un sentido, mismo que dibuja la distinción entre un adentro y un afuera, es decir, aquello que observa una observación está constituido a partir de un sentido y eso que se distingue luego de la huella del sentido es lo que hará posible la emergencia de un sistema, mientras que lo que no ha sido considerado por la marca del propio sentido tomará la forma del entorno. El sentido no puede existir fuera de los sistemas sociales, en otras palabras, no puede haber sentido si no hay observación, pues si no hay algo qué observar no es posible hacer emerger las posibilidades que acompañan a un objeto.

Por lo anterior, el sentido para Luhmann se expresa como un gran medio que cruza el largo y ancho de la sociedad moderna, ninguna observación puede hacer emerger el sentido en una sola pieza, es decir, no existe observación que pueda dar cuenta del todo desde una sola mirada, para ello la sociedad ha sido comprendida desde diferentes sistemas. Ahora bien, si el sentido es el medio de la sociedad moderna, no hay que olvidar que este medio siempre se presenta de una manera expandida, laxa, líquida, y que no obstante necesita volverse operativo, al hacerlo, toma el lugar de formas concretas,36 sólidas, estables, en las que precisamente se vuelve operativo y funcional dentro de la sociedad.

Por lo anterior, el sentido que se distingue a partir de una observación y que se expresa luego de la distinción medio/forma, constituye las posibilidades con las que un sistema puede erigirse, mismas con las que termina definiendo su propia autorreferencia y lo que le permite al sistema distinguir sus límites. Por tanto, a partir de este proceso el sistema encuentra las condiciones para producirse a sí mismo; no obstante, esto no lo aísla del contacto e influencia con el exterior, es decir, del resto de los sistemas que han pasado por el mismo proceso y que de ninguna forma pueden apartarse del exterior.

Así, de lo que en realidad estamos hablando es de selecciones de sentido que distinguen observaciones de primer orden, es decir, la selección del sentido se da cuando el observador se pregunta por aquello que ha hecho posible la primera observación y que bien podríamos llamar fuente. Entonces, tal y como plantea Nafarrate, la teoría del sentido en Luhmann propone una sociología histórica que al mismo tiempo se encuentra permanentemente conectada con una teoría de la evolución sociocultural y que a su vez se trata de una historia contingente debido a que distingue entre selecciones de sentido y no de hechos cosificados:

La teoría del sentido permite determinar estas teorías parciales de manera que contradice la recepción de la teoría de sistemas en la sociología. Se puede calificar de una sociología operativa, de una sociología histórica y de una sociología de segundo orden. Formula una teoría operativa (micro-fundada, en términos de la dicción tradicional) ya que como consecuencia del teorema de la doble selectividad su médula la tiene en la relación de las operaciones, es decir, de las acciones. Formula una sociología histórica, porque en razón de sus distinciones teóricas temporales aprehende la evolución sociocultural como una historia contingente de selecciones de sentido. Y formula una forma de observación de segundo orden, porque con ayuda de su metódica funcional se refiere a observaciones selectivas de primer orden.37

 

MEDIOS SIMBÓLICAMENTE GENERALIZADOS

Los medios de comunicación simbólicamente generalizados son formas que manifiestan acoplamientos rígidos. No se podría decir que son ellos quienes dan vida a la comunicación ya que están precisamente dentro de ella, forman parte del gran médium con el que la sociedad se autorreproduce; sin embargo, ésta no podría darse si no existiera de ante mano una organización comunicativa, la cual, como ya se ha dicho, se expresa a partir de formas que la propia comunicación tematiza y las cuales tienen que acoplarse unas con otras para que de esta manera se pueda establecer una armonía entre el conjunto de sistemas, por consiguiente, esto se ve reflejado en el gran sistema general que es la sociedad. Entonces, toda comunicación siempre se refiere a otra y con ello se vuelve necesario su acoplamiento:

Parte de las características generales de los medios de comunicación simbólicamente generalizados es que no pueden ser vistos como causa de la comunicación correspondiente o como logros de la misma. Con el mismo o mayor derecho, se les podría ver también como efectos de una comunicación lograda. Los medios surgen con las formas que prueban un acoplamiento más rígido de momentos significativos, es decir, surgen en la práctica comunicativa. Por lo mismo, toda comunicación específica de un medio, tiene que referirse siempre a otras comunicaciones en el mismo medio para establecer el propio medio. La diferencia medio/forma se produce al presuponerla y hacer uso de ella.38

La función principal de los medios de comunicación simbólicamente generalizados es la de reducir la contingencia vinculando el condicionamiento a la motivación, es decir, cada medio de comunicación simbólicamente generalizado condiciona los límites de determinada comunicación al obligar que éstas se concentren en una semántica generalizada y al mismo tiempo particular ya que ha logrado distinguirse de otras. De esta manera, se construye una especie de aseguración del sentido que expresa el mismo símbolo comunicativo que se encuentra en cada sistema. En el caso de la política su medio de comunicación simbólicamente generalizado se coloca en la figura del poder, y al estar tan relacionada esta semántica con la operación del sistema de la política, las comunicaciones que éste produce se ven motivadas por el mismo hecho de saber que una vez que han sido reconocidas por el sistema no serán rechazadas, ya que el medio de comunicación simbólicamente generalizado, en este caso el poder, ha intervenido para que puedan ser captadas, es decir, se construye una especie de garantía comunicativa que aunado a la emergencia del sentido produce una reducción de la contingencia y asimismo de la complejidad.

 

APUNTES FINALES

Estos diez elementos conceptuales deben de ser entendidos como una aportación innovadora de amplio espectro para diagnosticar los diferentes malestares de la sociedad contemporánea. Por tanto, estamos frente a un material de una riqueza fundamental que da vida a lo que en primera instancia podría definirse como un léxico sociopolítico que se caracterizaría por realizar observaciones diagnósticas de amplia profundidad.

Sin embargo, la dinámica que establecen dichos elementos no son ajenos a la realización de otros léxicos sociales, como los relacionados al campo de la economía, los medios de masas, la ciencia, la educación, así como el arte y tantos más. Esto es así, dadas las características epistemológicas que la propia teórica sociológica de Niklas Luhmann establece y con la cual tenemos una propuesta que de alguna forma se separa de manera contundente del largo grueso de la tradición científica que se había propuesto dar cuenta del amplio espectro que constituye la realidad social.

De vuelta a la propuesta de un léxico sociopolítico, estos diez elementos adquieren un gran peso y definición gracias a que se acompañan de una organización metodológica que, al igual que la teoría que los concibe, observa la organización de la sociedad desde un ángulo diferente, situación que precisamente constituye su innovación debido a que propone una nueva lectura de la sociedad que se puede entender como un paso en el pensamiento de las ciencias sociales.

Se trata entonces de un avance que sólo puede entenderse a partir de hacer frente a la complejidad social desde un nuevo horizonte y en el cual nos enfrentamos a un universo de contingencia que nos permite extraer observaciones que no habían sido contempladas por otras propuestas teóricas. Entonces, este léxico sociopolítico nos brinda un nutrido conjunto de herramientas analíticas que nos permiten hacer frente a este nuevo universo de contingencia.

Así, el léxico sociopolítico que se establece a partir de la teoría de Niklas Luhmann se constituye como un corpus analítico capaz de problematizar la contingencia de lo latente, es decir, aquello que no se ve y que por lo mismo permanece en ese estado de latencia capaz de influir en la trayectoria de los fenómenos sociales. Entonces, estos diez elementos de análisis hacen posible distinguir el otro lado del objeto, es decir, aquel que no puede ser observado debido a las limitaciones de nuestra propia observación, pues ésta, al observar la parte del objeto en la que se centra su análisis deja de observar el otro lado, es decir, el lado latente, esa parte ausente que también da vida al objeto pero que sin embargo no podemos observar.

La importancia de proponer un léxico sociopolítico a partir de la mirada de Luhmann tiene como resultado la formalización de explorar sobre lo no-pensado y que en cierta medida debe entenderse como lo latente. Esta exploración, independientemente de sus resultados, la entiendo como un paso en el pensamiento, es decir, un logro más de la evolución de nuestra ideas y de nuestra inquietante necesidad de saber qué se encuentra más allá de esto que llamamos realidad.

 

NOTAS

1 Quienes seguimos los trabajos de Luhmann sabemos de la importancia que el sociólogo alemán le da a la explicación evolutiva de la sociedad, la cual involucra una importante tematización histórica, para penetrar en estructuras profundas que describan los procesos históricos no desde una simple cronología, sino desde la complejidad que supone el hecho de conocer aquello que llamamos pasado. A este respecto, se pueden consultar los trabajos: Sistemas sociales. Lineamientos para una teoría general (1984), La ciencia de la sociedad (1990) y La sociedad de la sociedad (1997), mismos que desde mi apreciación constituyen los tres trabajos fundamentales donde se asienta la explicación general de la propuesta de Luhmann y donde tiene un papel relevante el tema de la evolución, y por tanto el de la historia.

2 "Cuando se pueda entreleer en la semántica temporal que en el transcurso de una larga evolución histórica motivos con una formación segura de expectativas (o por el contrario, expectativas con una formación insegura de expectativas) diferencian la dimensión temporal, limpiándola de implicaciones materiales y sociales, se habrán encontrado razones en la vida social habitual que nosotros intentamos captar (nuevamente de manera muy general) con el término de complejidad. Esto quiere decir, sobre todo, que al utilizar términos como tiempo, estructura, expectativa, también hay que pensar en dependencias históricas más profundas, pero que a su vez pueden aclararse mediante la investigación teórica general". Niklas Luhmann, Sistemas sociales. Lineamientos para una teoría general, México, Anthropos/Uia/CEJA, 1998, p. 286.         [ Links ]

3 "Se trata de formular una teoría universal de la disciplina como no se ha intentado desde Parsons. El reino del objeto que le pertenece no está presupuesto de manera sustancializada como un segmento del mundo (faits sociaux), al que la sociología pudiera observar desde afuera. Tampoco está supuesto sólo como un correlato en la formación analítica del concepto, en el sentido del 'realismo analítico' de Parsons. Más bien, está pensado como una totalidad del mundo referida a la relación de del sistema con los sistemas sociales, es decir, referida a la diferencia característica de dichos sistemas sociales: la diferencia entre sistema y entorno". Ibid., p. 9.

4 "Los sistemas son unidades estructuradas de forma variable con respecto al tiempo; y se mantienen frente a un centro complejo y cambiante gracias a la posición de una diferencia con respecto al entorno. La conservación del sistema se entiende como una operación ordenadora del propio sistema, conforme a su propia organización y en la que el entorno es fuente de constantes estímulos". Javier Torres Nafarrate, "La propuesta teórica de Niklas Luhmann", en Antonio Camou y José Esteban Castro, La sociedad compleja. Ensayos en torno a la obra de Niklas Luhmann, México, Flacso/Triana, 1997, p. 23.         [ Links ]

5 "El concepto de acoplamiento estructural es particularmente apropiado para la comprensión del vínculo entre estas dos formas de operación. Cada uno de los sistemas involucrados mantiene su clausura operacional [...] Hasta aquí, parece tratarse simplemente de asegurar la necesaria mantención de los límites que permiten la autopoiesis de los respectivos sistemas. Sin embargo, se requiere algo más: para la comunicación es indispensable la participación de las conciencias y para la conciencia es necesaria la comunicación". Darío Rodríguez Mansilla y Javier Torres Nafarrate, Introducción a la teoría de la sociedad de Niklas Luhmann, México, Herder/Uia, 2008, p. 111.         [ Links ]

6 "Así, un sistema de comunicación trabaja con estructuras abiertas respecto del sentido. Sin embargo, el sistema puede desarrollar límites propios y respetarlos dado que es posible restringir la exigibilidad de la comunicación en el sistema. Sólo en segundo lugar surgen nuevamente barreras, tanto de la selección temática como de las formas de expresión con las que hay que contar en sistemas determinados. Es poco común encontrar en una tesina el enunciado 'todo es una mierda', pero la impresión de lo insólito de hecho presupone la comprensibilidad del enunciado y su pertenencia al sistema de prueba". Niklas Luhmann, Sistemas sociales. Lineamientos para una teoría general, op. cit., p. 146.

7 "Sin embargo, la teoría de sistemas sabe actualmente que todos los sistemas realizan su propia autonomía sobre los condicionamientos que ellos mismos ejecutan como sus propias operaciones. De aquí resulta una situación novedosa que requiere de decisiones teóricas que tienen que ser tomadas más bien en el ámbito de la teoría general de sistemas que en el de las ciencias temáticamente ya reducidas a lo social". Niklas Luhmann, La ciencia de la sociedad, México, Universidad Iberoamericana/ITESO/Anthropos, 1996, p. 58.         [ Links ]

8 "Lo determinante es que la propia observación debe tomarse como la primera diferencia, pero que únicamente puede ser distinguida por otra observación –de otro observador, o también por el mismo observador pero en un momento posterior– y que en el momento de su utilización por el usuario sólo pude ser realizada sin ser vista". Ibid., p. 59.

9 "Si se entiende la comunicación como síntesis de tres relaciones, como unidad de información, acto de comunicar y acto de entender, entonces la comunicación se realiza cuando y hasta donde se genera la comprensión. Todo lo demás sucede 'fuera' de la unidad de la comunicación elemental y la presupone". Niklas Luhmann, Sistemas sociales. Lineamientos para una teoría general, op. cit., p. 148.

10 Niklas Luhmann, Introducción a la teoría de sistemas. Lecciones publicadas por Javier Torres Nafarrate, México, Uia, 2007, p. 129.         [ Links ]

11 Por estructura entiendo los elementos fundamentales que intervienen como condición de posibilidad en la emergencia de una sociedad. Por ejemplo, son elementos fundamentales en una sociedad: tipo de gobierno, economía, educación, salud etcétera.

12 "En la teoría de sistemas autorreferenciales, el entorno es más bien una condición previa de la identidad del sistema, ya que ésta es posible únicamente gracias a esa diferencia. En el marco de la teoría de sistemas temporalizados y autopoiéticos, el entorno es necesario precisamente porque los acontecimientos del sistema cesan en cualquier momento y los acontecimientos posteriores sólo pueden producirse con ayuda de la diferencia entre sistema y entorno. El punto de partida de todas las investigaciones teóricas que se siguen de aquí es, por lo tanto, no una unidad, sino una diferencia". Niklas Luhmann, Sistemas sociales. Lineamientos para una teoría general, op. cit., p. 173.

13 "El concepto de forma ya no sólo se distingue del concepto de contenido, y ya no sólo del concepto de contexto: una forma puede residir en que algo es distinto a todo lo demás, como también en que algo es distinto a su contexto (por ejemplo, un edificio respecto a la ciudad o al paisaje que lo rodea), pero también en que un valor es distinto a su contravalor –con exclusión de terceras posibilidades. Cada vez que el concepto de forma señala uno de los lados de una distinción bajo el presupuesto de que hay otro lado simultáneamente definido, se da también una superforma, es decir, la forma que distingue a la forma de cualquier otra cosa". Ibid., p. 42.

14 "La nueva teoría de sistemas, por el contrario, empieza con una afirmación empírica: cada operación que se efectúa en el mundo, produce diferencia. Por consiguiente, existe una primacía factual de la diferencia sobre la unidad. Apenas así se hace comprensible la paradoja de que la unidad del mundo sólo puede expresarse mediante la diferencia". Javier Torres Nafarrate, "Nota a la versión en lengua castellana", en Niklas Luhmann, Sistemas sociales. Lineamientos para una teoría general, op. cit., p. 22.

15 Véase George Spencer Brown, Laws of form, Nueva York, Dutton, 1979.         [ Links ]

16 Niklas Luhmann, La sociedad de la sociedad, México, Uia, 2007, p. 42.         [ Links ]

17 "El paradigma central de la nueva teoría de sistemas se llama 'sistema y entorno'. Entonces, el concepto de función y el análisis funcional no se refieren al 'sistema' (en el sentido de una masa que hay que conservar o de un efecto que hay que producir), sino a la relación entre sistema y entorno. La referencia última de todos los análisis funcionales está en la diferencia entre sistema y entorno. Precisamente por eso, los sistemas cuyas operaciones se refieren a esta diferencia pueden orientarse por equivalencias funcionales bajo el aspecto ya sea de la necesidad propia, de una multiplicidad de situaciones en el entorno funcionalmente equivalentes, o disposiciones internas posibles de sustitución para reaccionar con seguridad frente a determinados problemas con el entorno". Niklas Luhmann, Sistemas sociales. Lineamientos para una teoría general, op. cit., p. 172.

18 "Las causalidades que se pueden observar en la relación entre sistema y entorno están colocadas exclusivamente en el plano de los acoplamientos estructurales. Es decir, se trata de que los acoplamientos estructurales sean compatibles con la autonomía del sistema". Niklas Luhmann, Introducción a la teoría de sistemas. Lecciones publicadas por Javier Torres Nafarrate, op. cit., p. 129.

19 Ibid., p. 109.

20 "La clausura operativa trae como consecuencia que el sistema esté determinado a la autoorganización. Sus propias estructuras pueden construirse y transformarse únicamente mediante operaciones propias. Por ejemplo, el lenguaje sólo puede modificarse con la comunicación y no de forma inmediata con el fuego, los terremotos, las radiaciones espaciales, o con las prestaciones perceptivas de una conciencia particular". Niklas Luhmann, La sociedad de la sociedad, op. cit., p. 67.

21 "En la definición de Maturana, autopoiesis significa que un sistema sólo puede producir operaciones en la red de sus propias operaciones. La red que en esas operaciones se llevan a cabo es producida por esas mismas operaciones". Niklas Luhmann, Introducción a la teoría de sistemas. Lecciones publicadas por Javier Torres Nafarrate, op. cit., p. 118.

22 Idem.

23 "En razón de lo extenso y excesivamente crítico de la discusión, hay que aclarar ante todo el limitado valor explicativo del concepto de autopoiesis. Lo único que exige el concepto es que en toda explicación debe partirse de las operaciones específicas que reproducen al sistema: tanto lo explicado como quien lo explica. Pero este concepto no dice nada acerca de qué estructuras específicas se han desarrollado en tales sistemas a causa de los acoplamientos estructurales entre sistema y entorno. No explica, entonces, los estados históricos del sistema a partir de los cuales arranca la autopoiesis posterior. La autopoiesis de la vida es una invención bioquímica única de la evolución; de ahí, sin embargo, no se sigue que deba haber gusanos y hombres. Lo mismo en el caso de la comunicación: la sociedad se genera por la comunicación que presupone la operación autopoiética de la comunicación –pero de ahí no se desprende qué tipo de sociedad. La autopoiesis es, por consiguiente, el principio invariante del sistema en cuestión, y de nuevo: tanto para lo explicado como para quien lo explica". Niklas Luhmann, La sociedad de la sociedad, op. cit., p. 45.

24 "La radicalidad de Luhmann con respecto a la tradición de Occidente se hace visible desde el inicio: la teoría trascendental de Kant persigue el encuentro de la unidad. De diversos fenómenos que se presentan, Kant se pregunta por las condiciones de posibilidad: lo trascendental es o no empíricamente visible, pero lo que le confiere al fenómenos su unidad. Hegel significó un avance (hasta ahora de seducción universal) desde el momento en que concibe la unidad como punto de partida para la experiencia formal de la realidad, en la que mediante un proceso histórico se desdobla, se hace diferencia, pero que aspira a un retorno sobre sí misma de manera sublimada (Aufhebung). Luhmann parte de la diferencia (lo visible, lo empíricamente designable) sabe que hay unidades presupuestas (pero no observables) y concluye con un proceso de diferenciación y no de unificación". Javier Torres Nafarrate, "La propuesta teórica de Niklas Luhmann", op. cit., pp. 21-22.

25 Niklas Luhmann, La ciencia de la sociedad, op. cit., p. 60.

26 Niklas Luhmann, Revista de la Universidad de Guadalajara, 1992, citado en Niklas Luhmann, Introducción a la teoría de sistemas. Lecciones publicadas por Javier Torres Nafarrate, op. cit., p. 151.

27 "La técnica en sentido amplio, es una simplificación funcionante, es una forma de reducción de complejidad, que se puede construir y realizar aunque no se conozcan el mundo y la realidad en la que ocurre y que se prueba en sí misma. La emancipación de los individuos –bien entiendo que también de los no razonables– es un inevitable efecto secundario de esta tecnificación. Sólo un concepto de técnica tomado en un sentido tan amplio puede resolver la exigencia de contribuir a la autodescripción de la sociedad moderna. Hace comprensible el desplazamiento de criterios y consideraciones. Designa el prescindir por igual de las repercusiones psicológico-individuales y ecológicas. Explica la parte técnica de la ciencia, de forma independiente de las aplicaciones de los procesos de conocimiento y producción científicos. Hace comprensible que la sociedad moderna tienda a la autocrítica humanística y ecológica; pero también que la reacción subsiguiente sólo pueda emplear nuevamente la técnica, cuando por ejemplo aborda los déficit humanos y los problemas ecológicos como problemas de financiación". Niklas Luhmann, Observaciones de la modernidad. Racionalidad y contingencia en la sociedad moderna, Barcelona, Paidós, 1997, pp. 22-23.

28 "La complejidad (estructural) organizada está desde hace mucho en el centro de las reflexiones metodológicas y teóricas. Representa el problema central de la teoría de sistemas, opina Helmut Willke, y al mismo tiempo constituye aquel problema cuyo desarrollo –a través de procesos de autoorganización, control y guía– ocasiona crecientes preocupaciones a la sociedad moderna". Niklas Luhmann, La sociedad de la sociedad, op. cit., p. 100.

29 "Desde un punto de vista teórico [...] la autoorganización no es posible sin entorno. En la matemática suscita la reflexión de referir todas las formas matemáticas a una originaria unidad entre autorreferencia y distinción (es decir, a la condición de la posibilidad de observar). Pero incluso sin tal gasto argumentativo está claro de antemano que la autorreferencia sólo es posible como forma si hay algo de lo que se puede distinguir, es decir, una referencia ajena". Niklas Luhmann, Observaciones de la modernidad. Racionalidad y contingencia en la sociedad moderna, op. cit., p. 33.

30 "Los sistemas sociales son indudablemente objetos autorreferenciales. Sólo es posible observarlos y describirlos como sistemas si se toma en cuenta el hecho de que en cada operación se refieren también a sí mismos. Independientemente de la teoría de sistemas, los criterios sociológicos acerca de este hecho siguen siendo ambivalentes. Por una parte, de acuerdo con una importante tradición, la autorreferencia se reserva para la conciencia de los 'sujetos' (es decir, se excluye, ¡precisamente a los objetos!), de manera que éstos son interpretados como individuos que se individualizan a sí mismos. Según esto, la autorreferencia se presenta exclusivamente en el campo de la conciencia [sin embargo, con Luhmann la autorrreferencia es también un fenómeno que se presenta en los 'objetos' de la sociedad y por tanto, en la comunicación]". Niklas Luhmann, Sistemas sociales. Lineamientos para una teoría general, op. cit., p. 390.

31 Niklas Luhmann, Introducción a la teoría de sistemas. Lecciones publicadas por Javier Torres Nafarrate, op. cit., p. 180.

32 "La teoría general de los sistemas autopoiéticos exige que se indique con exactitud la operación que realiza la autopoiesis del sistema y que de este modo delimita al sistema con respecto a todo lo demás. En el caso de los sistemas sociales esto sucede mediante la comunicación. Con esto queda excluida toda determinación psicológica de la unidad de los elementos de los sistemas sociales. Los sistemas sociales no constan de sistemas psíquicos y mucho menos de seres humanos de carne y hueso". Ibid., p. 301.

33 "El intento más conocido de explicar la transición a la modernidad en la especificidad de sus condiciones a través de la religión, dentro de una determinada formación teológica, sigue siendo el de Max Weber. La especial afinidad entre la postura económica capitalista y la teología puritana (Weber dice significativamente ética) está en la justificación de motivos que de otro modo serían sospechosos. A esto subyace un modelo teórico de actuación. Esto significa sobre todo, que la actuación necesitaría siempre motivos (atribuciones de intención, justificaciones, accounts) para ser comprensible como adecuada a su sentido". Niklas Luhmann, Observaciones de la modernidad..., op. cit., pp. 107-108.

34 "La comunicación tiene todas las propiedades necesarias para constituirse en el principio de autopoiesis de los sistemas sociales: es una operación genuinamente social (y la única genuinamente tal). Es una operación social porque presupone el concurso de un gran número de sistemas de conciencia, pero precisamente por eso, como unidad, no puede ser imputada a ninguna conciencia sola". Niklas Luhmann, Introducción a la teoría de sistemas. Lecciones publicadas por Javier Torres Nafarrate, op. cit., pp. 301-302.

35 "Cuando se entiende a la comunicación como una unidad compuesta por tres componentes producidos por la misma comunicación (información/darla-a-conocer/entenderla), se excluye la posibilidad de adjudicarle a uno de ellos un primado ontológico. No puede partirse de que primero se da un mundo objetivo sobre el cual después se habla. Tampoco, el origen de la comunicación se encuentra en la acción 'subjetiva' –proveedora de sentido– del darla a conocer. Ni existe tampoco de antemano una sociedad que prescribe a través de sus instituciones culturales lo que debe entenderse por comunicación. La unidad de los acontecimientos comunicativos no puede derivarse ni objetiva ni subjetiva ni socialmente. Justo por eso la comunicación se crea para sí el médium del sentido en donde incesantemente se establece si la comunicación siguiente busca su problema en la información o en el acto de darla-a-conocer o en el entenderla. Los componentes de la comunicación se presuponen mutuamente: están enlazados de manera circular. No pueden fijar sus externalizaciones en modo ontológico como si fueran atributos del mundo; cada vez las tienen que buscar en el paso de una comunicación a otra". Niklas Luhmann, La sociedad de la sociedad, op. cit., p. 50.

36 "Es importante describir en el modo más preciso posible la forma de la distinción entre medio y forma. Un medio está constituido por elementos acoplados en un mundo amplio; una forma, por el contrario, pone en conexión a los mismos elementos en un acoplamiento estricto. Esto abre posibilidades de combinación y de construcción de formas según el tipo de sistema del que se trate: conciencia, comunicación". Niklas Luhmann, Introducción a la teoría de sistemas. Lecciones publicadas por Javier Torres Nafarrate, op. cit., p. 237.

37 Javier Torres Nafarrate, "Reconstrucción de la teoría de sistemas", Acta sociológica, México, UNAM, 2012 (en prensa).         [ Links ]

38 Niklas Luhmann, La ciencia de la sociedad, op. cit., p. 176.

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