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Política y cultura

Print version ISSN 0188-7742

Polít. cult.  n.37 México Jan. 2012

 

Reseña de libros

 

Los márgenes del Estado mexicano. Territorios ilegales, desarrollo y violencia en Michoacán*

 

Verónica Oikión Solano**

 

* Salvador Maldonado, Los márgenes del Estado mexicano. Territorios ilegales, desarrollo y violencia en Michoacán, Zamora, El Colegio de Michoacán, Colección Investigaciones, 2010.

 

** Profesora-investigadora, El Colegio de Michoacán [voikions@gmail.com].

 

A mi colega Conrado Hernández López,
por su utopía académica y revolucionaria,
en su tercer aniversario luctuoso.

 

El doctor Salvador Maldonado 1 J Aranda, colega del Centro de Estudios Antropológicos de El Colegio de Michoacán, ha enfrentado un poderoso reto y ha salido airoso. Esta obra es muestra de ello porque describe y analiza complejos procesos políticos, económicos y sociales que incidieron en la vida comunitaria de los habitantes de la Tierra Caliente michoacana a lo largo de varios decenios del siglo XX, y que aún padecen en pleno siglo XXI por el marcaje y condicionamiento de la violencia estructural entronizada en ese espacio geopolítico.

En este sentido el autor advierte desde el inicio de su obra que, a partir de una investigación en la que ha combinado la historia y la etnografía, puede mostrar los fenómenos sociales que aquejan a la Tierra Caliente y la sierra y la costa, y que se concentran en conflictos de enorme repercusión y de gran impacto para la población michoacana. Esta conflictividad tiene que ver con la trasnacionalización del narcotráfico y la militarización de los mecanismos de seguridad interna, que se relacionan y se compaginan con la crisis estructural que padecen las áreas rurales del estado, aunadas a una inexorable migración histórica y permanente de la población en un flujo interno hacia diferentes puntos del territorio nacional y hacia el exterior del país.

Por lo tanto, este libro pone en el tapete de la discusión la violencia que ha permeado los avatares y las alternativas locales de carácter socio-político en Michoacán. La explicación de la obra parte de dos ejes de análisis: por un lado, la configuración del Estado autoritario y represor con el despegue de una economía capitalista voraz, y, por el otro, la construcción del cardenismo como cultura política arraigada en las comunidades de Tierra Caliente.

Las armas teóricas utilizadas por Salvador Maldonado para tejer la urdimbre de esta investigación original se perfilan desde la óptica de la economía política en un diálogo abierto, lúcido y puntual con la antropología política y la historia regional.

Por cierto, la obra tiene su propia historia como todo producto académico que suele padecer la burocracia y la insensibilidad administrativas que se apoltronan en las instituciones y que bloquean la publicación pronta y expedita de los frutos académicos de investigaciones originales. Por eso me congratulo que hoy día finalmente tengamos la oportunidad de revisar y leer con detenimiento una obra que hacía falta en el campo de la ciencia social avocada a mostrarnos los escenarios más subterráneos y recónditos a escala regional y local que la puesta en marcha de un capitalismo trasnacional salvaje y rapaz configuró en el territorio terracalentano, por medio del acaparamiento de productos agropecuarios y la exclusión de campesinos en los programas de apoyo para la producción rural, y en franca complicidad con el Estado oligárquico y opresor, dando por resultado, como lo afirma el autor (p. 153): "desigualdad social, económica y política, [y] situando a la población agrícola trabajadora en un ambiente hostil, violento y lleno de grandes contradicciones e inseguridades".

Pero también estas relaciones claramente asimétricas de dominación del Estado sobre el ciudadano en la complejidad capitalista tienen un componente político, como lo exhibe el autor, es decir, los poderes establecidos y los poderes fácticos han manipulado y destruido en el pasado histórico, y manipulan, corrompen y suprimen en el presente contemporáneo, los derechos de la ciudadanía para entronizar, a cambio, despojos de tierras, caciquismo y corrupción. La obra de Salvador Maldonado exhibe, para el caso de Tierra Caliente, el historial de la impunidad en el servicio y en el ejercicio público a todos los niveles (llámense representantes ejidales, jefes de tenencia, autoridades y policías municipales, autoridades estatales y agencias federales, así como los cuerpos de seguridad y fuerzas armadas con sus estrategias y tácticas de guerra irregular). A la vez que también muestra la fuerza de los terratenientes y los empresarios privados en clara complicidad y contubernio con el poder público. Las omisiones y las arbitrariedades por encima de la ley permean toda la estructura del Estado nacional, y por décadas sus bajos fondos han inoculado los territorios ilegales, como los llama el autor, es decir, una arraigada y potente descomposición social.

El libro -revisión crítica del pasado en el presente- se compone de 472 páginas y ha sido publicado con colofón de 2010 por nuestra casa de trabajo, El Colegio de Michoacán, en su Colección Investigaciones. Consta de introducción y ocho capítulos en donde se atienden los siguientes rubros: "Formación de territorios en el margen del Estado"; "Economía política del desarrollo geográfico desigual"; "Comunidad agraria y tradición selectiva de la historia"; "Comunidad política e historias subalternas"; "Desafiando los límites del Estado nacional"; "La política oficial subterránea: seguridad, militarización y guerra sucia"; "Trasnacionalización del narcotráfico y neoliberalismo rural", y, por último, "La ciudadanía en un mundo de violencia permanente".

El autor incluye sus conclusiones al final y sus fuentes y bibliografía, así como un listado de siglas, e índices onomástico y toponímico que son bien recibidos para la revisión y la consulta especializada, aunque también hubiese sido útil en este sentido un índice temático. La obra cuenta, además, con numerosas y valiosas imágenes, todas ellas inéditas y obtenidas de distintas fuentes. Añado un detalle: la falta de una esmerada corrección y revisión del manuscrito a cargo de Publicaciones del Colegio se traduce en diversas imprecisiones y errores menores que espero se puedan subsanar en alguna subsecuente edición.

Debo subrayar que la pertinencia y la originalidad del estudio se basan en una gran cantidad de fuentes documentales, testimoniales, hemero-gráficas y bibliográficas que Salvador Maldonado rastreó en distintos repositorios como el Archivo General e Histórico del Poder Ejecutivo del Estado de Michoacán, el Archivo del Registro Agrario Nacional, el Archivo del Ejido California y la Hemeroteca del Congreso del Estado de Michoacán, así como en sus diferentes estancias, recorridos y trabajo de campo realizados en la región de la Tierra Caliente michoacana en donde obtuvo gran cantidad de testimonios de numerosos informantes. También revisó informes de gobierno y a través del recurso de acceso a la información obtuvo documentos generados por la Secretaría de la Defensa Nacional.

El conocimiento que Salvador Maldonado tiene de la región es amplio y profundo, y data de más de diez años atrás, a partir de los cuales ha venido publicando distintos estudios referentes a la Tierra Caliente. Por ejemplo, en el año 2001 dio a conocer "El cardenismo terracalenteño y las disputas por el poder local en Apatzingán", en el libro colectivo coordinado por Eduardo Zárate titulado La Tierra Caliente de Michoacán; en el 2003 publicó "Los avatares de la alternancia política en la Tierra Caliente michoacana (1988-2001)", en el número XI de Estudios Michoacanos, y el año pasado publicó en la revista Estudios Sociológicos de El Colegio de México su artículo "Globalización, territorios y drogas ilícitas en los Estados-nación. Experiencias latinoamericanas sobre México". Amén de otros libros de autor y contribuciones en libros colectivos con los que cuenta, y en donde hace especial referencia al tema de la Reforma del Estado y los fenómenos de ciudadanía y democratización local, a través de la perspectiva de seguridad, violencia e ilegalidad.

Los márgenes del Estado mexicano logra en términos históricos, antropológicos y etnográficos, como lo asegura el autor en su introducción (p. 30), "dilucidar cómo se generó una economía política de la violencia rural, cuyas formas cambiantes han llegado hasta nuestros días por medio de la militarización, el narcotráfico y la violencia". El resultado de ese engranaje viciado y explosivo impactó y sigue impactando los procesos de cambio regional en la zona de Tierra Caliente, y desde luego en la cultura política y en la cotidianidad de la población, que se mueve dentro de un clima de violencia extrema y que se encuentra ayuna de una tradición y cultura de los derechos humanos. Ética y políticamente hablando esto significa una gran asignatura pendiente para resarcir el daño causado a cientos de víctimas.

Por otro lado, la obra refrenda también la pertinencia de la revisión y el escrudiño histórico de la región porque pone en el primer plano del escenario político y social al general Lázaro Cárdenas del Río, figura señera para entender no sólo la puesta en marcha del Estado de bienestar en la zona (mediante el establecimiento de la Comisión del Tepalcatepec y la Comisión del Balsas en sus afanes de modernización social asistencial), sino también para desentrañar y recuperar su vinculación muy personal con líderes y comunidades de la Tierra Caliente, y al mismo tiempo, para destacar su acción decisiva y paternalista dentro de la región (lo que don Luis González llamaría la querencia por esa tierra), sin dejar de lado la magnitud y el impacto de sus ideas nacionalistas y sus actuaciones públicas no bien vistas y hasta obstruidas en la década de 1970 por el giro político y la connotación ideológica tanto del gobierno del estado en manos de Agustín Arriaga Rivera, como del Ejecutivo federal encabezado por Adolfo López Mateos. Estas serias contradicciones desde luego también afectarían el rumbo, las acciones y los límites de la organización social y política de la región terracalentana y del resto del estado, que influida y promovida por Cárdenas y a instancias de líderes sociales de tendencia militante de izquierda, coadyuvó en la fundación del Movimiento de Liberación Nacional, en la configuración de la Central Campesina Independiente y en la constitución del Frente Electoral del Pueblo. Y aunque ninguna de estas instancias logró despuntar en un movimiento trascendente de oposición política que contrarrestara la hegemonía priísta —por estar asediadas en un clima de criminalización política—, al menos sus resabios sociales y políticos más elocuentes se tradujeron en la posibilidad de construir desde abajo y en clandestinidad una organización armada que en el transcurrir de la década de 1960 presentó un frente de lucha de autodefensa guerrillera, sobre todo en la región colindante del estado de Guerrero.

En este desenlace el autor advierte que (p. 331) "probablemente Cárdenas no haya logrado visualizar la transformación profunda de la misma región y de los aparatos de seguridad del Estado mexicano". Pero desde mi punto de vista habría que entender la posición y la agudeza política del jiquilpense, que a pesar de las críticas certeras que hizo a los sucesivos gobiernos de la Revolución Mexicana entendía perfectamente y conocía de raíz y a fondo los sótanos del poder. Aun así, Cárdenas nunca rompió con el sistema político que él mismo había construido en gran medida.

Finalmente, el diagnóstico del autor con respecto a la región es bastante reservado, afirma en principio que (p. 234) "la situación del campo rural [en la región de Tierra Caliente] ha sido tan desastrosa que difícilmente [los campesinos] podrán encontrar un buen camino en el futuro inmediato".

En pleno siglo XXI el reconocimiento que el poder público debe hacer al derecho de la población de Tierra Caliente, del estado y de la nación a gobernarse por sí misma y a tener una vida digna, se ve muy distante y subsumido en una red de complicidades, impunidad y violencia extrema. Salvador Maldonado aprecia en sus conclusiones (p. 436) que "la violencia y el terror ya se han apoderado de la sociedad michoacana, mientras que el Estado no ha podido detener la ola de inseguridad y miedo".

La obra termina haciendo referencia a la transición hacia el peldaño de la democracia, que el pueblo michoacano y mexicano no acaban de alcanzar. Seguramente la Historia, nuestra historia, construida día a día, nos forzará a hacer un alto en el camino para proponer una nueva era de revolución mundial que aliente un parteaguas social y masivo que critique y desplace a un gran sector de la izquierda que ha perdido el rumbo, a una derecha denigrante y falaz sometida al imperio, y a esa parte de la sociedad que acepta resignada todos los agravios, y que se somete a instrumentos partidistas abusivos e inescrupulosos, y a poderes fácticos que son verdaderos monumentos de inequidad y corrupción. Hasta ahora esa transición hacia la ansiada democracia se encuentra empantanada y del todo fallida. Para entender este fenómeno de enorme complejidad y como parte de esta explicación en el ámbito local y regional de la Tierra Caliente michoacana tenemos a la vista esta nueva obra producto de la pluma antropológica de Salvador Maldonado, cuya lectura recomiendo generosamente.

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